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88.a reunión
Ginebra, mayo - junio de 2000


CIT88 - Memoria del Director General Actividades de la OIT, 1998-99 (continuación)

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Asociación activa: actividades regionales 

La política de asociación activa de la OIT (que se basa en la interacción entre la sede, las regiones, las oficinas exteriores y los equipos multidisciplinarios, y en la formulación y aplicación de los objetivos por país) se ha estado aplicando durante tres bienios completos.

A la luz de seis años de experiencia, un grupo de trabajo de la Comisión de Cooperación Técnica del Consejo de Administración examinó la política de asociación activa; sus conclusiones y recomendaciones se sometieron al Consejo de Administración en noviembre de 1998. El informe de evaluación confirmó que:

En la reunión de la Conferencia de 1999, la Comisión de Cooperación Técnica discutió de los resultados del ejercicio de evaluación y de la función de la OIT en el ámbito de la cooperación técnica. En sus conclusiones, la Conferencia reafirmó su compromiso en materia de cooperación técnica, a la que consideraba como uno de los medios fundamentales de acción de la OIT, e indicó algunos ámbitos en los que debía reforzarse el programa de la OIT. Entre ellos cabe citar el aumento de la pertinencia y eficacia de la cooperación técnica de la OIT, la mejora de la calidad, visibilidad y eficacia de la cooperación técnica y el fortalecimiento de las asociaciones.

La Conferencia solicitó a la Oficina que proporcionara al Consejo de Administración un plan de actividades. Dicho plan, que fue aprobado por el Consejo de Administración en su 276.ª reunión (noviembre de 1999), proponía: 

Africa

En unos tiempos en los que la economía mundial se está internacionalizando a toda velocidad, y a pesar de representar el 13,5 por ciento de la población total en el mundo, Africa sólo responde del 2 por ciento del comercio mundial y la capacidad industrial global. Los años de crisis han dejado un legado de desempleo, bajos salarios y conflictos sociales, agravado por las repercusiones de las políticas de ajuste estructural. Por otra parte, la economía africana ha sido sometida a una presión enorme por el rápido crecimiento de la población y por la intensa urbanización; en particular, tienen grandes dificultades los países afectados por conflictos bélicos y aquejados por un elevado índice de infección del VIH/SIDA.

Ello no obstante, desde mediados de 1995 el continente en su conjunto ha registrado un índice de crecimiento anual cercano al 4 por ciento, y más de 30 países africanos han alcanzado un índice de crecimiento económico por encima del índice anual de crecimiento de la población. Se ha hecho un gran esfuerzo por desarrollar la economía de mercado, privatizar las empresas públicas y promover el sector privado, con lo que se ha conseguido ir creando progresivamente un entorno propicio para la inversión nacional y extranjera. El fortalecimiento de las organizaciones subregionales, como la Comunidad para el Desarrollo de Africa Meridional (SADC) y la Unión Económica y Monetaria del Africa Occidental, constituyen un medio importante para aprovechar las ventajas de la mundialización.

En este contexto, todos los objetivos por país (en julio de 1999, se habían dado por concluidos o actualizado 29) insisten en la necesidad de la asistencia de la OIT en tres ámbitos principales: a) el fomento del empleo y la reducción de la pobreza; b) la protección de los trabajadores; y c) la promoción de la democracia. Esta asistencia se brinda por medio de las estructuras exteriores de la OIT y en particular a través de los equipos consultivos multidisciplinarios, que ahora son seis, pues a principios del bienio se constituyó un nuevo equipo en Yaundé. 

Novena Reunión Regional Africana

A la novena Reunión Regional Africana de la OIT celebrada en Abidján, Côte d'Ivoire, en diciembre de 1999 asistieron 198 participantes procedentes de 39 países. Los delegados apoyaron plenamente el contenido de la Memoria del Director General sobre Actividades de la OIT en Africa: 1994-1999 (1) y la Memoria Trabajo decente y protección para todos en Africa (2).

Aunque se tuvieron en cuenta los considerables progresos de los cuatro últimos años en los planos político, económico y social, la Reunión observó que la condición de la inmensa mayoría de los trabajadores del continente a fines de siglo se caracterizaba por un nivel de vida inferior, un desempleo más elevado y una pobreza en aumento. La Reunión recordó la dimensión social fundamental de la mundialización, condición previa de todo desarrollo real y sostenible, y solicitó a la OIT que se mostrara aún más activa en su campaña de sensibilización respecto de la comunidad internacional y aumentara su sinergia con miras a lograr una mejor mundialización del progreso social.

La Reunión brindó la oportunidad de examinar varios problemas entre los que cabe señalar:

Se analizaron diversos temas con miras a elaborar un programa regional dirigido a:

Los delegados recordaron la necesidad de respetar las normas internacionales del trabajo y que la mitigación de la pobreza, la consecución del crecimiento económico y el respeto de los derechos fundamentales de los trabajadores eran elementos indisociables. Se hizo un llamamiento a todos los países a que ratificaran los convenios fundamentales, si todavía no lo habían hecho, para adaptar su legislación de conformidad con dichos instrumentos y aplicarlos.

En relación con la pandemia del VIH/SIDA, se adoptaron por unanimidad la Plataforma de Acción sobre el VIH y el SIDA en Africa, preparada en octubre de 1999 por representantes tripartitos de 20 países de Africa, y una resolución al respecto.

El futuro de Africa se basa en sus niños, y la campaña de la OIT para luchar contra el trabajo infantil contó con un respaldo abrumador. El Director General recordó que Africa había desempeñado un papel ejemplar en dicha campaña al encargarse de que el Convenio sobre las peores formas de trabajo infantil, 1999 (núm. 182) entrara en vigor en noviembre de 2000, gracias a las dos primeras ratificaciones oficiales por Seychelles y Malawi. Los delegados pidieron la extensión del Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC) a los países de Africa que todavía no han podido beneficiarse de su asistencia.
 

Prioridades señaladas por los delegados en la novena Reunión Regional Africana

  • Continuar la asistencia de la OIT en la creación de sistemas de información y programación para ayudar a la adopción de decisiones en los ámbitos del empleo y la formación con miras a promover los intercambios de información y la cooperación regional.
  • Es preciso establecer programas destinados a ayudar a las empresas a elaborar políticas y estrategias que sirvan de marco para la promoción del empleo.
  • Hace falta desarrollar la gestión de los recursos humanos mediante la formación continuada accesible para todos y vincular más estrechamente el sistema de formación a las empresas, así como prestar una atención especial al empleo de los jóvenes.
  • Continuar la asistencia a los países afectados por la crisis y realizar actividades tan pronto como las condiciones lo permitan en aras de la consolidación de la paz en dichos países.
  • Elaborar y aplicar sistemas de protección social viables y sostenibles que amplíen su campo de aplicación a toda la población, en particular al sector no estructurado, y proporcionen un nivel mínimo de protección adaptado a las necesidades del mayor número de personas.
  • Continuar con el apoyo encaminado a fortalecer las capacidades de los interlocutores sociales, pues el tripartismo y el diálogo social brindan una oportunidad para construir y consolidar la cohesión social, la paz y el desarrollo.
  • Llevar a cabo actividades concretas para promover la igualdad entre hombres y mujeres mediante programas y disposiciones adecuados.
  • Fortalecer las estructuras sobre el terreno y los equipos multidisciplinarios de la OIT.
  • Establecer un mecanismo de seguimiento de las conclusiones y las recomendaciones de la Reunión.

Diálogo social

El Coloquio regional tripartito de alto nivel sobre diálogo social en Africa, celebrado en Addis-Abeba (Etiopía) en octubre de 1999, llegó a un amplio consenso sobre la función del diálogo social en el desarrollo de la región. Este Coloquio contó con la asistencia de ministros de trabajo y representantes tripartitos de 20 países. En él se destacó el compromiso de la OIT de promover y fortalecer el tripartismo y el diálogo social en el marco de sus objetivos estratégicos.

Se confirmó que el diálogo social brinda una oportunidad inestimable para construir y consolidar la cohesión social, la paz y el desarrollo. Reúne a los gobiernos y los interlocutores sociales en un diálogo franco y abierto y permite que se formen alianzas y se llegue a un consenso durante el proceso de toma de decisiones. Se consideró que el diálogo social era esencial para aumentar la transparencia, la responsabilidad y el buen gobierno.

Ello no obstante, la Reunión observó asimismo que el diálogo social dinámico y efectivo exigía ciertas condiciones esenciales, como el reconocimiento de los principios de la libertad sindical y el respeto por interlocutores sociales fuertes e independientes. Además resultaba fundamental que los ministerios de trabajo dispusieran de personal competente y recursos adecuados.

Los participantes apoyaron un compromiso aún mayor por parte de la OIT en este ámbito, para que compartiera los ejemplos positivos de diálogo social y promoviera actividades de cooperación técnica destinadas a fortalecer la capacidad de los interlocutores sociales para que éstos puedan contribuir eficazmente al diálogo social.

Promoción del empleo y reducción de la pobreza

La reducción de la pobreza sigue siendo el principal reto al que se enfrenta Africa, donde más del 50 por ciento de la población vive por debajo del índice de nivel de pobreza. Aunque el desempleo plantea graves problemas en muchos países, un porcentaje relativamente pequeño de la población activa está registrado en la categoría de sin empleo. Habida cuenta de la extrema pobreza dominante, una gran parte de la población trabaja en actividades de supervivencia que le proporcionan unos ingresos muy bajos.

La situación general del empleo en Africa, incluidos las políticas y estrategias adoptadas a favor del empleo, la reducción de la pobreza y el desarrollo participativo, se analizó en la sexta Reunión regional de planificadores africanos del empleo celebrada en Abidján en febrero de 1999. Los participantes intercambiaron información sobre la aplicación de las recomendaciones de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social, analizaron las actividades de cooperación técnica de la OIT y examinaron la eficacia de las inversiones generadoras de empleo.
 

Conclusiones de la Reunión regional de planificadores africanos del empleo

Los participantes en esta reunión reafirmaron varios principios fundamentales:

  • las reformas económicas y sociales, y sobre todo los programas de ajuste estructural, deberían basarse en el consenso social, y los compromisos internacionales deberían ser dirigidos por estructuras tripartitas;
  • el empleo debería ser un componente esencial de la política económica y social;
  • la responsabilidad del ajuste debería repartirse de forma más equitativa entre los distintos grupos sociales para favorecer de ese modo que se llegue al consenso;
  • se debería proceder con precaución en la liberalización del comercio y la reestructuración interna, y los Estados deberían, en cierta medida, proteger la incipiente y dinámica capacidad industrial dirigida a la exportación haciendo que los sistemas de protección social adecuados sean considerados un requisito previo a la apertura de mercados, y
  • se debería favorecer la integración económica subregional y regional, que puede promover la inversión y la creación de puestos de trabajo, mediante la aplicación de un marco jurídico y reglamentario para la libre circulación de las personas y los bienes, la armonización de las legislaciones en materia mercantil, el fomento de la negociación y de la capacidad de negociación colectiva y la participación en debates económicos internacionales como la Ronda Uruguay y la UNCTAD.

Los participantes destacaron asimismo la necesidad de ratificar y aplicar las normas internacionales del trabajo y el hecho de que promover el empleo de la mujer mejora la democracia, la igualdad y el respeto de los derechos humanos y garantiza un crecimiento sostenido y el bienestar de la población en su conjunto.

Empleos para Africa

Como seguimiento de los compromisos contraídos por los Jefes de Estado y de Gobierno en la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social en marzo de 1995, la OIT inició en julio de 1998 uno de sus proyectos más ambiciosos para la elaboración de estrategias proyectadas de promoción del empleo en el continente africano. Con el respaldo de la Reunión de planificadores africanos del empleo de 1997 y la Comisión de Trabajo y Asuntos Sociales de la OUA (que se reunió en Windhoek en abril de 1999), el Programa Empleos para Africa: estrategias de empleo basadas en la mitigación de la pobreza en Africa (JFA-PRESA) abarcaba en un principio diez países (Burkina Faso, Camerún, Côte d'Ivoire, Etiopía, Malí, Nigeria, Senegal, Uganda, Zambia y Zimbabwe). A lo largo de este bienio se extendió a otros seis países (Argelia, Egipto, Kenya, Namibia, Sudáfrica y República Unida de Tanzanía).

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Empleos para Africa: Actividades en los países participantes

Desde que en julio de 1998 se inició el Programa Empleos para Africa, se han realizado las siguientes actividades en cada uno de los primeros diez países participantes (Burkina Faso, Camerún, Côte d'Ivoire, Etiopía, Malí, Nigeria, Senegal, Uganda, Zambia y Zimbabwe):

  • creación de secretarías de las redes nacionales y nombramiento de coordinadores de las redes nacionales para la ejecución del Programa en el plano nacional. En los seis nuevos países se han contratado coordinadores en Kenya, República Unida de Tanzanía y Egipto;
  • creación de grupos de apoyo de las redes nacionales, compuestos por personas influyentes, representantes de las organizaciones de empleadores y de trabajadores, organizaciones no gubernamentales e instituciones de investigación, para evaluar las consecuencias en el empleo de las políticas de inversión aplicadas en cada país. Se han creado grupos de apoyo de las redes nacionales en dos de los seis nuevos países (Kenya y República Unida de Tanzanía);
  • conclusión de los programas de acción para los países, y
  • petición de estudios de empleo para la mitigación de la pobreza en tres de los diez países pioneros (Camerún, Nigeria y Uganda) y en dos de los nuevos países (Kenya y República Unida de Tanzanía), en los que se proporcionará una evaluación de la inversión pública y privada a la que se dará amplio eco informativo y se recomendarán nuevas direcciones para incrementar el nivel de inversiones y multiplicar su repercusión en el empleo.  

Asimismo se brindó apoyo a las reuniones regionales de la Organización de la Unidad Sindical Africana y la Organización Regional Africana de la CIOSL para ayudar a equipar a los representantes de los trabajadores en la función decisiva que tendrán que desempeñar en la consecución de los objetivos del Programa. Un planteamiento semejante se adoptó con la Confederación de empleadores panafricanos para ayudar a promover el compromiso activo de las organizaciones de empleadores.

El principal objetivo del Programa Empleos para Africa consiste en elaborar un marco político diferente que fomente un fuerte crecimiento del empleo basado en políticas macroeconómicas de inversión, dirigidas sobre todo a las categorías más pobres de la población. En las etapas iniciales esto supone, en primer lugar, fortalecer la capacidad de las instituciones y las redes nacionales y regionales y, en segundo lugar, evaluar, formular y fomentar políticas originales de estrategias de empleo que mitiguen la pobreza. A tal efecto, se señalaron diez componentes para un programa generador de empleo consecuente que desembocara en la mitigación de la pobreza en Africa de forma duradera. Cada país participante puede determinar los componentes necesarios para una acción eficaz conforme a sus circunstancias nacionales. Los componentes son:

El Programa Empleos para Africa se concentra en gran medida en políticas y programas en el plano nacional, pero se llevarán a cabo diversas actividades en los planos regional y subregional, entre ellas la creación de una red regional de fomento de la capacidad de empleo para prestar apoyo y asistencia a actividades nacionales. Entre otros componentes, esta red constaría de un fondo regional de formación, un centro de desarrollo de las pequeñas y medianas empresas y un sistema de información regional del mercado de trabajo. En abril de 1999, la OIT presentó una memoria(3) sobre el estado del programa a la Comisión de Trabajo y Asuntos Sociales de la OUA y a varios donantes. La primera reunión de la Comisión Permanente del Programa Empleos para Africa se celebró en diciembre de 1999. Esta Comisión, compuesta por miembros del PNUD, la OUA, la Confederación Panafricana de Empleadores (PEC), la OUSA, el UNECA, el BAD y la OIT, evaluó y perfeccionó la estrategia del Programa Empleos para Africa y planificó nuevas orientaciones para el mismo.

Fortalecer la información sobre el mercado de trabajo

Con el fin de afinar la formulación de políticas en los países de Africa, se tuvo que seguir insistiendo en la ayuda a los mandantes para crear y fortalecer sus sistemas de información sobre el mercado de trabajo. A tal efecto, se establecieron observatorios de empleo y formación en Benin, Côte d'Ivoire, Gabón, Malí y Togo y se consolidaron los sistemas de información del mercado de trabajo en Etiopía, Kenya, Lesotho, Malawi, Namibia y Uganda.

Hubo iniciativas para establecer una red subregional de empleo y observatorios de formación, como una primera reunión en Benin en 1998, una encuesta de la Unión Económica y Monetaria del Africa Occidental y un cursillo de habilitación en Bamako. Esta red permitirá mejorar la comparación de datos y armonizar las definiciones y los análisis de transferencias de competencias en la subregión.

La OIT creó una base de datos de información sobre el mercado laboral para los países de la Comunidad para el Desarrollo de Africa Meridional (SADC) que está estructurada por país, año y método de acopio de información y abarca desde 1970 en adelante. Se distinguieron 14 métodos de recopilación de información diferentes que van desde los censos hasta las encuestas del sector no estructurado. En esta base de datos figuran cuadros sobre población, empleo, desempleo, salarios y precios, alfabetización, afiliación de las organizaciones de trabajadores por sector económico, tripartismo, acción laboral, etc.

En Africa oriental, la OIT, la OCDE y las oficinas nacionales de estadística han venido desplegando esfuerzos conjuntos desde 1997 con el propósito de recopilar un compendio de estadísticas básicas sobre el mercado de trabajo para todos los países. Estos indicadores se eligieron en función de tres criterios: la pertinencia conceptual, la disponibilidad de datos y la comparabilidad entre países y regiones. El conjunto de 18 indicadores resultante engloba cuestiones como índices de participación, empleo, desempleo, índices de inactividad, analfabetismo, género y pobreza. Su finalidad es satisfacer las crecientes demandas de los interlocutores sociales de información oportuna, precisa y accesible sobre los mercados de trabajo en el mundo.

En Africa del Norte, la OIT ayudó a los Estados Miembros a establecer un observatorio de empleo y formación para la cuenca mediterránea.

Formación profesional

Hubo una mayor concienciación y se produjo un creciente interés por la formación en todos los países de la región, considerándola el principal instrumento de aplicación de las políticas de empleo y promoción empresarial. La asistencia proporcionada se centró en adaptar los sistemas de formación actuales a las necesidades de otros clientes además de los del sector moderno y, en consecuencia, a las necesidades de las pequeñas y medianas empresas y los sectores rural y no estructurado. Gracias al apoyo de la OIT, 11 países de la región formularon políticas nacionales de formación profesional que satisfacen las necesidades de los sectores estructurado y no estructurado. En los países de expresión francesa están en vigor o se están poniendo en marcha sistemas institucionalizados o reglamentaciones sobre la formación profesional. Se están oficializando en Benin, Camerún, Malí y Senegal. En Africa oriental, se brindó asistencia para mejorar la pertinencia, el rendimiento y la eficacia de la educación profesional y los sistemas de formación en Etiopía, Kenya, Mauricio, República Unida de Tanzanía y Uganda. Estas actividades de asistencia se concretaron en programas y varias recomendaciones que han sido apoyados por los organismos tripartitos correspondientes.

La situación de la formación en la región se analizó en la Reunión consultiva tripartita para Africa sobre desarrollo de los recursos humanos y la formación celebrada en Harare en mayo de 1999. Fruto de las deliberaciones, los participantes de dicha reunión adoptaron las siguientes conclusiones:

Fomento del empleo

La asistencia brindada por la OIT para el fomento del empleo en la región se centró en la promoción de las pequeñas empresas y las iniciativas de cooperativas, así como en la ejecución de proyectos de inversión con alto coeficiente de mano de obra. Además de apoyar que prosiga la ampliación del Programa Inicie y Mejore su Negocio (SIYB) en los países de expresión inglesa, se introdujo este Programa en ocho países de expresión francesa de la región (Burkina Faso, Côte d'Ivoire, Guinea, Madagascar, Malí, Mauritania, Senegal y Túnez).

El apoyo al fomento de las pequeñas empresas y las microempresas se hizo por medio de la elaboración de políticas, las revisiones de los marcos reguladores, la mejora de la calidad y la productividad, el desarrollo de los recursos humanos, el apoyo a la asociación y la coordinación de las políticas vigentes para el desarrollo de las PYME.

En Sudáfrica, en el proyecto SIYB se probaron programas y material de formación adaptándolo a las circunstancias sudafricanas y el material se tradujo a varias lenguas vernáculas. Con este proyecto se fortaleció la capacidad de las organizaciones locales para respaldar a los empresarios mediante la formación, el asesoramiento y los servicios de referencia. En la fase piloto, 16 organizaciones participaron en las pruebas, y trascurridos sólo seis meses había un total de 75 organizaciones sudafricanas en la lista de espera para participar en la ampliación del Programa.
 

Inicie y Mejore su Negocio (SIYB)

Se efectuó una evaluación de resultados del Programa SIYB a nivel empresarial en Malawi, Mozambique, Uganda, Zambia y Zimbabwe. Una de las conclusiones de dicha evaluación fue que el 53 por ciento de las personas que siguió el programa de formación inició de hecho un negocio que había creado nuevos puestos de trabajo. Las empresas establecidas que participaron en el programa de formación mostraron un índice de expansión de empleo de un 0,73 por ciento, y un 93 por ciento de los que tomaron parte en la evaluación de resultados incrementaron su rendimiento general a raíz de la formación. Los programas de formación tienen una gran difusión entre las mujeres; más de un 60 por ciento de los empresarios y de un 45 por ciento de los instructores formados en Africa fueron mujeres.

Uno de los planteamientos de la OIT que goza de mayor éxito desde hace años en la mitigación de la pobreza ha sido el proyecto ACOPAM en la región del Sahel. Ha contribuido a la creación de un gran número de cooperativas comunitarias autogestionadas, sobre todo en las zonas rurales, que llevan a cabo actividades como el almacenamiento del grano, la comercialización del algodón, la gestión de los recursos naturales, los planes de crédito y ahorro y los servicios sociales. En la región del Sahel, el proyecto entró en una fase de consolidación para institucionalizarse posteriormente y fortalecer sus resultados mediante la creación de asociaciones de productores autogestionadas. Este programa se extendió recientemente hasta mediados del año 2000 y se está preparando un proyecto para reproducir la experiencia del ACOPAM en los países de expresión inglesa de la región.
 

Los logros de ACOPAM en Burkina Faso

Durante años el programa ACOPAM ha contribuido a la mitigación de la pobreza y la promoción del empleo en las zonas rurales de Burkina Faso de diferentes maneras. En un primer nivel, se trata de una asistencia basada en la consolidación de las organizaciones de trabajadores rurales y la formación de granjeros y productores en la que se incluye:

  • fomentar la realización de actividades económicas por la mujer mediante la creación de planes de crédito (como, por ejemplo, uno que se aplica a 10.000 mujeres y que se calcula ha incrementado el activo en 350 millones de francos CFA);
  • dar a conocer métodos de gestión de la tierra respetuosos con el medio ambiente a 7.000 granjeros de diez pueblos;
  • mejorar la seguridad alimentaria mediante la creación de más de 150 bancos de cereal comunales que se han incorporado al mercado agrícola y forman parte de la estrategia nacional de seguridad alimentaria;
  • organizar y estructurar un mercado del algodón autogestionado, y
  • establecer tiendas y dispensarios comunales.

En un segundo nivel, el programa apoya a unas diez asociaciones cooperativas y ofrece formación y manuales para los instructores. En un tercer nivel, ha contribuido a la formulación de políticas y legislación en materia de cooperativas más favorables para las organizaciones de trabajadores rurales y a la elaboración de una estrategia nacional de seguridad alimentaria.

El Programa COOPREFORM brindó asistencia a varios países para reducir las trabas legales y administrativas a la creación de cooperativas y lograr un entorno favorable para empresas cooperativas autónomas y viables. Los bancos y las cooperativas de ahorro comunales establecidos en unos 15 países africanos recaudaron un total de unos 5 millones de dólares en depósitos y prestan sus servicios a más de 700.000 miembros. El Programa PA-SMEC (para más detalles, véase el capítulo 2), ejecutado en asociación con el Banco Central de los Estados de Africa Occidental (BCEAO), también hizo una aportación considerable a la creación de numerosas asociaciones descentralizadas de ahorro y crédito en el nuevo ámbito de la microfinanciación en Africa occidental. Ha habido un interés general por reproducir el planteamiento del Programa PA-SMEC, como lo han manifestado, por ejemplo, el Banco de Tanzanía y el Banco de los Estados del Africa Central (BEAC).

El Programa para actividades con alto coeficiente de empleos de la OIT siguió promoviendo el uso de métodos y técnicas que requieren la utilización de mucha mano de obra en los proyectos de inversión en infraestructuras en Etiopía, Lesotho, Madagascar, Malawi, Mozambique, Togo y Zambia. Las obras de infraestructura en que se emplea mucha mano de obra se institucionalizaron en Lesotho a finales de los años setenta mediante la creación de la Sección del Trabajo de Construcción, que, al día de hoy, es una unidad operativa y bien consolidada dentro del Ministerio de Transporte y Obras Públicas de Lesotho, y los métodos con alto coeficiente de mano de obra se utilizan por todo el país tanto por las unidades administrativas como por los empresarios a pequeña escala.
 

Obras de infraestructura con alto coeficiente de empleos en Lesotho

La Sección del Trabajo de Construcción, del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, emprendió un programa de promoción de empresarios para el mantenimiento de carreteras asfaltadas en 1993 y, hasta la fecha, ha impartido formación con éxito a unos 42 contratistas nacionales capaces de llevar a cabo el mantenimiento rutinario y periódico. Desde entonces se ha proseguido el trabajo de formación de contratistas que demandan mano de obra abundante para ampliar sus capacidades y oportunidades de trabajo mediante actividades de construcción y mejora en terrenos que suelen presentar un gran número de dificultades y utilizar métodos que requieren la utilización de mucha mano de obra.

En virtud de varios acuerdos, la OIT prestó asistencia técnica a la Sección del Trabajo de Construcción por medio de expertos que ayudaron a preparar el material de formación y a fomentar la capacidad de formación local. Recientemente brindó asistencia para el curso de empresarios de la construcción. A medida que aumenta el cuadro directivo de contratistas, crece la demanda de capacidad de gestión con la organización cliente y, en consecuencia, la Sección del Trabajo de la Construcción amplía en la actualidad la base para reorientar a los consultores locales hacia la concepción y supervisión de contratos con alto coeficiente de mano de obra.

La Sección del Trabajo de Construcción se ha convertido en el mayor empleador en las zonas rurales. Ofrece oportunidades de empleo iguales para hombres y mujeres y tiene un promedio de 2.000 trabajadores que realizan periódicamente obras de mantenimiento y mejora por todo el país, lo que representa el 4 por ciento de los empleos del sector estructurado brindando las tan necesarias oportunidades de empleo en las zonas rurales, donde el 45 por ciento de las familias están a cargo de mujeres que de otro modo disponen de muy pocas oportunidades de un empleo retribuido.

La Sección del Trabajo de Construcción, que cubre aproximadamente el 20 por ciento de la red viaria del país, suma un promedio de 60 km más al año y la repercusión de esto en la calidad de vida ha quedado demostrada claramente en lo que se refiere al mejor acceso a los servicios sociales y económicos tales como la atención sanitaria, la educación, los servicios de extensión agrícola, etc.

Tras el éxito de la ejecución del programa anterior, la Sección del Trabajo de Construcción participa ahora en distintos tipos de obras de infraestructura urbana y rural. Lesotho se ha convertido en un destino interesante para un viaje de estudio y se ha pedido a la Sección del Trabajo de Construcción que imparta formación a escala internacional.

Países afectados por conflictos armados

En este bienio, la OIT aumentó su asistencia a los países afectados por conflictos armados. Los proyectos de cooperación técnica están dirigidos a cimentar la paz y contribuir a la integración social y económica de los excombatientes desmovilizados. En estos proyectos se combinaron elementos que abarcan la formación profesional, el desarrollo de las microempresas y los trabajos con gran densidad de mano de obra. A lo largo de este bienio se ejecutaron en Angola, Etiopía, Liberia, Mozambique, Sudán y Uganda. 

Protección de los trabajadores

La transición a las condiciones de mercado en muchos países de la región y la necesidad de atraer la inversión extranjera dieron como resultado una mayor tendencia a reducir las normas de seguridad y salud y los requisitos mínimos relativos a las condiciones de trabajo. Para contrarrestar esta tendencia, la asistencia brindada a los mandantes consistió en proyectos llevados a cabo en distintos países para fortalecer los servicios nacionales de inspección industrial. En los países de Africa occidental se ejecutó un programa subregional sobre seguridad y salud en el trabajo. Además se realizaron cursos de formación para presentar el planteamiento del Programa sobre las mejoras del trabajo en las pequeñas empresas (WISE) en Ghana, Mauricio, Nigeria, Seychelles, República Unida de Tanzanía y Uganda.

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Reintegración de los damnificados por la guerra en Angola

Desde septiembre de 1996, la OIT viene ayudando a la reintegración de los soldados desmovilizados y otros grupos de damnificados de guerra en Angola. A pesar de las circunstancias caóticas, la organización de la formación profesional y empresarial (basada en el Programa SIYB), la distribución de conjuntos de herramientas y las actividades para fomentar la creación de microempresas dieron como resultado:

  • aproximadamente el 80 por ciento de los 7.000 beneficiarios encuentran o crean un puesto de trabajo, y
  • la creación de más de 2.000 microempresas en el país.

La experiencia de este proyecto ha mostrado que los soldados desmovilizados constituyen un grupo de beneficiarios al que resulta difícil acceder y que otros muchos grupos se ven afectados gravemente por la guerra. Así pues, en un nuevo proyecto que se ha puesto en marcha se ha ampliado la población beneficiaria para incluir a las mujeres, las personas con discapacidad y los jóvenes desplazados.

Se han ejecutado proyectos con éxito gracias a la ratificación y aplicación de normas relativas a las condiciones de trabajo en los sectores moderno y no estructurado. En varios países se emprendieron actividades que hacen referencia a las políticas nacionales sobre seguridad y salud en el trabajo, como la legislación, y al fortalecimiento de las estructuras de trabajo.

VIH/SIDA en el lugar de trabajo

En octubre de 1999, se organizó un seminario tripartito regional sobre estrategias destinadas a enfrentar las consecuencias sociales y laborales del VIH/SIDA. El logro más importante de la reunión fue un proyecto de plataforma de acción(4) sobre el VIH/SIDA en el contexto del mundo del trabajo en Africa cuyo objetivo era aplicar una «vacuna social» para la prevención y la protección que constara de elementos tales como la inserción social, la seguridad del empleo y los ingresos, la seguridad social, la solidaridad y el uso óptimo del tratamiento. Se recomendaron varias actividades entre las que figuran: 

Sistemas de protección social

Los sistemas de protección social de prácticamente toda la región padecieron una crisis financiera agravada por el descenso en el nivel de obras públicas y la disfunción interna, lo que redundó en una infrafinanciación y una limitada aplicación de los sistemas de protección social. Menos del 10 por ciento de la fuerza laboral de muchos países estaba amparada por planes oficiales de seguridad social, con tendencia a estar restringidos a categorías específicas de asalariados del sector estructurado. En estas circunstancias los fondos mutuos de seguro de enfermedad aparecieron como una de las soluciones más apropiadas para satisfacer las necesidades de protección social de un creciente número de trabajadores.

La asistencia técnica proporcionada a los Estados Miembros se centró en la reforma y la readaptación de sus instituciones de protección social y se hizo hincapié en la elaboración de planes viables desde el punto de vista económico y financiero y en la ampliación de la protección a los sectores rural e informal, por ejemplo por medio de estructuras cooperativas.

Se prestó asistencia a varios países para reestructurar sus planes de seguridad social en vigor de conformidad con las normas internacionales del trabajo. Se apoyaron proyectos nacionales en Benin, Camerún, Congo, Gabón, República Democrática del Congo, Rwanda y Togo. En Camerún, la colaboración se llevó a cabo por medio de un proyecto financiado por el Banco Mundial. Esta asistencia constaba además de una auditoría de los fondos de seguridad social de Sudáfrica. En Mauricio se celebró en mayo de 1998 un seminario subregional sobre el buen ejercicio del gobierno, destinado a los directivos de la seguridad social y los responsables de la formulación de políticas en Africa oriental y los países del Océano Indico. Entre otras actividades realizadas también durante este bienio figuran el apoyo a las reuniones sindicales subregionales (la de la CIOSL en septiembre de 1998 y la de la ODSTA en octubre de 1998), una reunión celebrada en Mauricio (octubre de 1999) sobre técnicas de gestión para los sistemas de seguridad social, y la participación en la 13.ª Conferencia Regional de la AISS, que giró en torno al buen gobierno y la reforma de las pensiones. También se incluyó en los objetivos por país de Benin, Burkina Faso y Djibouti un examen de los sistemas de protección social.

Se realizaron evaluaciones actuariales para determinar la viabilidad económica a largo plazo de varios planes. Se prestaron una amplia gama de servicios para la transformación de los fondos de previsión en planes de pensiones. Además, la OIT brindó asistencia a distintas grandes campañas de información al público destinadas a promover la creación de nuevos planes o reformar los actuales.

Seguro de enfermedad y otros fondos mutuos

En este bienio el programa STEP (Estrategias y Técnicas contra la Exclusión Social y la Pobreza), en colaboración con el ACOPAM, puso en marcha un programa regional, ubicado en Dakar, destinado a promover el seguro de enfermedad y otros regímenes de prestaciones mutuas, en especial en Africa occidental y central. El Centro de Turín y el ACOPAM publicaron manuales y guías sobre planes mutuos de salud para fomentar la protección de la salud en las zonas rurales y en el sector no estructurado. En junio de 1998, la OIT organizó un cursillo regional sobre estrategias destinadas a apoyar los planes mutuos de salud en Africa occidental y central, fruto del cual surgió la Plataforma de Abidján (5) sobre la creación de fondos mutuos del seguro de enfermedad.

Promoción de la democracia y de las normas internacionales del trabajo

A lo largo de este bienio el compromiso de los Estados Miembros de Africa con los valores fundamentales de la OIT se demostró con el apoyo abrumador de los mandantes de la región a la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo y su seguimiento y con el registro de otras 28 ratificaciones de los convenios fundamentales de la Organización.
 

Ratificaciones de los ocho convenios fundamentales por los países de Africa

En este bienio registraron sus ratificaciones de los convenios fundamentales de la OIT los siguientes Estados Miembros de Africa:

  • Convenio núm. 29: Malawi y Zimbabwe;
  • Convenio núm. 87: Cabo Verde y Malawi;
  • Convenio núm. 98: Congo, Madagascar, Seychelles y Zimbabwe;
  • Convenio núm. 100: Congo, Etiopía y Lesotho;
  • Convenio núm. 105: Congo, Etiopía, Malawi, Togo y Zimbabwe;
  • Convenio núm. 111: Congo, Lesotho, Seychelles y Zimbabwe;
  • Convenio núm. 138: Burkina Faso, Congo, Egipto, Etiopía y República Unida de Tanzanía;
  • Convenio núm. 182: Malawi y Seychelles.

Egipto con su ratificación al Convenio núm. 138 en junio de 1999 se suma al grupo de Estados Miembros de Africa que han ratificado siete de los convenios fundamentales de la OIT compuesto por Argelia, Botswana, Burkina Faso, Níger, Togo, Túnez y Zambia.

Ello no obstante, a fines del bienio sólo 11 de los 53 países de la región habían ratificado siete de los convenios fundamentales y un tercio de dichos países todavía no había enviado la memoria sobre la aplicación de los convenios ratificados o información que diera una respuesta a los comentarios hechos por la Comisión de Expertos. Así pues, se mantuvo el interés en las actividades de formación destinadas a promover la ratificación y aplicación de las normas internacionales del trabajo y se prestó asistencia a diversos países para ayudarles a cumplir con su obligación de enviar memorias informativas. Por otra parte, componentes relativos a las normas se incorporaron sistemáticamente a las actividades de cooperación técnica.

En octubre de 1999 se celebró en Dakar una reunión regional sobre el seguimiento de la Declaración, en la que se recomendó que todos los países de la región deberían informar periódicamente sobre la aplicación de la Declaración. La reunión también hizo un llamamiento al compromiso de aquellos países que no habían ratificado todos los convenios fundamentales a que lo hicieran. Se pidió a la OIT que organizara reuniones semejantes en el plano nacional para lograr el compromiso de los interlocutores sociales.

El proceso de democratización, que se inició en los ochenta, prosiguió durante los noventa. En muchos países de la región se acompañó de una revisión de la constitución y las leyes electorales, la creación o el fortalecimiento de los partidos políticos y los sindicatos y la convocatoria de elecciones. Este proceso redundó en una situación en la que los ciudadanos de un creciente número de países disfrutan de los derechos fundamentales de libertad de expresión y asociación.

Dos de las actividades de mayor relevancia llevadas a cabo por la OIT durante este bienio para fortalecer el diálogo social se realizaron en el marco de los programas PRODIAF y PRODIAL. Estos dos programas comprenden respectivamente los países de expresión francesa de Africa occidental y los de expresión portuguesa. Se celebraron reuniones tripartitas nacionales en Níger, Malí y Togo. Durante el bienio se organizaron seminarios subregionales en Dakar, Ouagadougou y Bata para promover el diálogo social y la cooperación tripartita como medios de abordar y prevenir los conflictos colectivos.

Un seminario tripartito subregional sobre la puesta en marcha del Programa PRODIAF en Africa central desembocó en la «Declaración de Bata», que manifiesta la voluntad de los participantes por promover el diálogo social en sus países, fortalecer las estructuras del diálogo social y adaptar su legislación laboral nacional a las disposiciones pertinentes de los convenios fundamentales de la OIT.
 

El Programa PRODIAF

El objetivo esencial del Programa PRODIAF consistió en ayudar a los países de expresión francesa de Africa a que fortalezcan sus estructuras de cooperación tripartitas en los planos nacional y subregional y permitir a los gobiernos y a los interlocutores sociales que evalúen sus mecanismos de diálogo social y sistemas de cooperación tripartita, así como que analicen juntos cualquier tipo de mejora, modificación o fortalecimiento necesario. Este Programa se ejecuta en los siguientes países: Benin, Burkina Faso, Burundi, Camerún, República Centroafricana, Chad, Côte d'Ivoire, Gabón, Guinea, Guinea Ecuatorial, Madagascar, Malí, Marruecos, República Democrática del Congo, Senegal y Togo.

En este programa se han realizado varias actividades y entre los resultados cabe citar los siguientes:

  • Benin: aprobación de un nuevo decreto sobre la creación, los poderes, la composición y el funcionamiento del Consejo Nacional del Trabajo;
  • Burkina Faso: elaboración de un plan de acción nacional inspirado en las conclusiones conjuntas de la Reunión tripartita, y declaración en la que se hace un llamamiento a la Unión Económica y Monetaria del Africa Occidental para crear un órgano de consulta tripartito a nivel de la Comisión;
  • Senegal: supervisión y ejecución de las conclusiones conjuntas del Seminario tripartito subregional sobre el fortalecimiento del diálogo social y la cooperación tripartita.

Una importante lección aprendida durante la ejecución del Programa fue que la voluntad política de las más altas autoridades del país para promover el diálogo social y cumplir sus compromisos resulta decisiva si se quieren lograr resultados duraderos. Esta voluntad política se manifiesta por medio de: 

Trabajo infantil

Se calcula que alrededor del 40 por ciento de los niños de Africa con edades comprendidas entre los 5 y los 14 años, o más de 80 millones de niños, toman parte en alguna forma de trabajo. Así pues, Africa es, en cifras, el continente más seriamente afectado por el problema del trabajo infantil. Sólo 16 de los 53 países de la región han ratificado el Convenio núm. 138 de la OIT; si bien el número de países que han ratificado la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño es mayor.

La situación del trabajo infantil en Africa se examinó en la Reunión tripartita regional africana sobre trabajo infantil celebrada en Kampala en febrero de 1998 y a la que asistieron representantes de 22 Estados Miembros. En el informe de la OIT presentado a la Reunión se destacó la envergadura del problema y su estrecho vínculo con la pobreza (6). Los participantes instaron a los Estados Miembros de Africa a que se comprometieran a abolir el trabajo infantil de forma absoluta y ratificaran y aplicaran el Convenio núm. 138 y la Carta Africana sobre los Derechos y el Bienestar del Niño. Hicieron hincapié asimismo en la necesidad de intervenciones políticas de carácter preventivo como la educación básica universal, obligatoria y gratuita, la elaboración de la legislación apropiada, así como la movilización de la comunidad, con especial referencia a los interlocutores sociales.

En junio de 1999 la Conferencia Internacional del Trabajo aprobó por unanimidad el nuevo Convenio de la Organización sobre las peores formas de trabajo infantil (núm. 182). Fruto de ello, en la reunión de la Cumbre de Jefes de Estado celebrada en Algiers en julio de 1999, se adoptó la decisión de instar a los Estados miembros de la OUA a que ratificaran este Convenio en la próxima Asamblea de la OUA en el año 2000.

La colaboración entre los países de la región y el OIT/IPEC siguió ampliándose durante este bienio. Burkina Faso, Madagascar, Malí y Uganda suscribieron sendos Memorándum de Entendimiento con el OIT/IPEC, con lo que el número de países africanos que lo han hecho suma un total de diez. Además, se están llevando a cabo actividades preparatorias en distintos países en colaboración con el OIT/IPEC, entre ellos Camerún, Côte d'Ivoire, Etiopía, Gabón, Ghana, Marruecos, Níger, Nigeria, Rwanda, Sudáfrica, Togo, Zambia y Zimbabwe.
 

Senegal: una experiencia prometedora de rehabilitación de los niños que rebuscan
en las basuras de Mbeubeuss

En el Programa IPEC en Senegal, se encontró que una de las peores formas de trabajo infantil se producía en un vertedero público en Mbeubeuss. Unos 400 rebuscadores de basura, entre ellos 120 niños menores de 15 años, trabajan en este lugar para rebuscar y vender productos de desecho. Los niños están expuestos a considerables riesgos de enfermedad o envenenamiento y, en este medio sumamente jerárquico, suelen sufrir malos tratos psicológicos y físicos y crecer con muy poca confianza en sí mismos.

La organización no gubernamental Enda Graf, que lleva trabajando en esta zona cerca de diez años, propuso que se creara un programa, en colaboración con el OIT/IPEC, para ayudar a estos niños. Desde el principio, participaron en este proyecto la asociación de trabajadores adultos, las familias de los niños y los propios niños. Las actividades preparatorias de concienciación se realizaron con adultos que ejercían una influencia segura en estos niños en este medio tan cerrado. La estrategia adoptada consistió, en primer lugar, en retirar a 30 niños con edades inferiores a los 15 años del vertedero y ofrecerles una formación práctica (mecánica, carpintería o costura) en un ciclo de aprendizaje con artesanos locales, completada con una formación teórica del oficio elegido y clases de alfabetización. Asimismo se propuso asistencia a las familias para obtener ingresos de sustitución.

En la actualidad, se ha retirado a 30 niños del trabajo de rebusca de basuras, y sus familias, los trabajadores adultos y los propios niños se han movilizado para garantizar el éxito del proyecto. Las famsilias participan muy activamente en el Programa puesto que son conscientes de las posibilidades de formación ofrecidas a sus hijos y cuentan con una asistencia por sí mismas mediante las actividades generadoras de ingresos. Estas familias se han comprometido a compartir los gastos de transporte y comida de los niños durante su formación. Por su parte, la asociación de rebuscadores de basuras se encargará de desaconsejar sistemáticamente a los niños seleccionados que se acerquen al vertedero. Por último, esta experiencia brinda a los niños la oportunidad de aprender un oficio y siguen las clases con asiduidad. El Programa IPEC ha devuelto la esperanza a la comunidad y sus niños. Se han recibido apremiantes solicitudes de asistencia para otros niños respecto a las cuales se podrá actuar en una fase posterior de ampliación del Programa.


República Unida de Tanzanía: acción sindical para impedir el trabajo infantil doméstico

La región de Singida en la República Unida de Tanzanía se considera como una zona típica de captación con vistas a la contratación de trabajadores para el servicio doméstico. Es además una de las regiones más pobres del país, donde la mayoría de la población vive en la mayor miseria. Además de proporcionar niñas para trabajar en el servicio doméstico en los centros urbanos del país, la región tiene un número comparativamente mayor de niños que han interrumpido su escolarización y trabajan en condiciones peligrosas y abusivas en el sector informal, y concretamente en el comercio sexual.

La actividad estratégica general organizada por el IPEC se compuso de seminarios de concienciación de la comunidad, en los que participaron 13 pueblos y tomaron parte 120 personas, entre ellas funcionarios estatales y municipales, padres, profesores y dirigentes de la comunidad. Se creó un comité de trabajo infantil en cada pueblo, para controlar e impedir la contratación de niños para el servicio doméstico. Los sindicatos impartieron formación y brindaron orientación sobre el trabajo infantil a los comités de trabajo infantil de 13 pueblos. A nivel de distrito, los sindicatos, las autoridades de gobierno locales y los empleadores firmaron tres acuerdos sobre la prevención del trabajo infantil. A nivel regional, se envió una circular a todos los consejos de distrito de la región solicitando a las autoridades del distrito que examinaran la situación del trabajo infantil, elaboraran estrategias apropiadas en respuesta a los problemas del trabajo infantil en el marco del Plan de desarrollo del distrito y apartaran recursos para complementar las iniciativas destinadas a luchar contra el trabajo infantil en la región.

Se ha puesto en marcha en 13 pueblos un mecanismo basado en la comunidad y destinado a restringir la contratación de niñas para el servicio doméstico y, al mismo tiempo, se ha establecido una sólida vinculación y conexión mediante redes entre el gobierno local y los sindicatos para abordar el problema del trabajo infantil en la región de Singida. Se estima que la contratación de niños para el trabajo doméstico en los 13 pueblos en los que el IPEC ejecuta el programa se ha reducido entre un 65 y un 70 por ciento en un período de cinco meses.

Esta experiencia muestra que los sindicatos pueden emprender una acción efectiva en materia de trabajo infantil a escala comunitaria, entablando una estrecha colaboración y estableciendo redes con el gobierno local y los líderes de la comunidad, así como ayudándoles a definir los problemas del trabajo infantil y determinar medidas de tipo práctico para impedir el trabajo infantil. Estas intervenciones basadas en la comunidad y el distrito se sostienen por sí mismas, y pueden reproducirse fácilmente en otras zonas geográficas.

A lo largo de este bienio el Programa OIT/IPEC puso en marcha cuatro programas subregionales que estarán en funcionamiento en el año 2000 y que tienen por objetivo: 

Además del Programa subregional sobre el tráfico infantil, en noviembre de 1999 se emprendió oficialmente otra iniciativa conjunta del OIT/IPEC, el UNICEF y el Gobierno de Gabón. Se realizaron varias actividades con el objetivo de elaborar estrategias, preparar y adoptar una plataforma de acción y actividades de seguimiento a partir del anterior seminario sobre tráfico infantil celebrado en Cotonou en julio de 1998.

Américas

Durante el bienio 1998-1999 los países de esta región se enfrentaron con una situación internacional muy inestable, tanto a nivel financiero como comercial. Tuvieron que hacer ajustes para arrostrar las consecuencias de las crisis financieras asiática y rusa, la difícil situación económica del Brasil y los efectos devastadores de El Niño y de los huracanes Georges y Mitch. Sin embargo, pese a la disminución del crecimiento económico en la región durante el bienio, no se vio tan gravemente afectada por las repercusiones de la crisis financiera asiática como se había temido.

Ahora bien, la tasa de desempleo en los países de América Latina y el Caribe aumentó constantemente y la inseguridad en el empleo se incrementó. El crecimiento del sector moderno y organizado de la economía estaba estancado, y alrededor del 85 por ciento de todos los nuevos puestos de trabajo se crearon en el sector informal, en microempresas, en la agricultura y en servicios en pequeña escala, donde los salarios, la productividad y los niveles de protección social son por lo general muy bajos.

Decimocuarta Reunión Regional Americana

La situación sociolaboral en la región se examinó por los mandantes en la decimocuarta Reunión Regional Americana celebrada en Lima en agosto de 1999. Los delegados (entre los que figuraban la mayoría de los ministros de trabajo y representantes de alto nivel de organizaciones de empleadores y de trabajadores) se mostraron de acuerdo en que «la obtención de trabajo decente es una de las prioridades más inmediatas para la gente de las Américas». Reconocieron que el crecimiento económico es una condición necesaria pero no suficiente para generar trabajo decente, para el cual se requieren además políticas económicas «que promuevan el aumento de la productividad y garanticen la estabilidad macroeconómica necesaria para estimular el ahorro y la inversión».

Los delegados definieron el trabajo decente como uno de los objetivos fundamentales de los procesos de integración regional, y pidieron a la OIT que se uniera a la labor de la Conferencia Interamericana de Ministros de Trabajo y que participara con la Organización de los Estados Americanos (OEA) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en la elaboración y aplicación de mecanismos que permitan incorporar la dimensión sociolaboral en los procesos de integración. Subrayaron la importancia de un auténtico y amplio diálogo social tripartito para el fomento de empleos de calidad. Con este fin pidieron a la OIT que prestara ayuda en relación con las iniciativas nacionales y regionales y con la vinculación de los programas económicos con las políticas sociales, en particular por medio del establecimiento de relaciones constructivas con las instituciones financieras internacionales y los organismos económicos.

En las conclusiones de la Reunión (7), los delegados también pusieron de relieve su compromiso en lo que se refería a la eliminación del trabajo infantil, a la ratificación a la mayor brevedad posible del Convenio sobre las peores formas de trabajo infantil, 1999 (núm. 182) y a la aplicación de programas para conseguir el objetivo del Convenio.

  

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Prioridades definidas por los delegados en la decimocuarta Reunión Regional Americana

Entre los ámbitos de acción prioritaria que se han determinado cabe señalar los siguientes:

  • crear y reforzar sistemas educativos y de formación adecuados para que los trabajadores puedan integrarse en el mercado del trabajo y hacer frente a los nuevos desafíos de la economía mundializada;
  • promover un ambiente de relaciones laborales armoniosas por medio de la negociación colectiva;
  • desarrollar políticas y programas relacionados con el empleo centrándose en los grupos sociales más vulnerables, en particular los jóvenes, las mujeres y los desempleados;
  • alentar la absorción de las actividades informales en el sector formal;
  • proteger a los trabajadores contra los riesgos profesionales;
  • aumentar la eficacia y ampliar la cobertura de los sistemas de la seguridad social, en particular la concepción de nuevos mecanismos de seguridad para los desempleados, y
  • mejorar la capacidad de los Estados Miembros de la OIT para responder rápidamente a las situaciones de crisis y emergencia.

La promoción de las normas internacionales del trabajo y el diálogo social

Se siguió poniendo el acento en la prestación de asistencia a los Estados Miembros para que ratificaran y mejorasen la aplicación de los convenios fundamentales de la OIT. Entre las actividades emprendidas figuraban los estudios sobre la armonización y compatibilidad de los Convenios núms. 87 y 98 con la legislación nacional chilena, así como varias otras actividades para promover la ratificación y aplicación de los Convenios núms. 87, 98, 105 y 138. También se entablaron discusiones con el nuevo Gobierno de El Salvador para examinar la posibilidad de ratificar los Convenios núms. 87, 98 y 100.

Durante el bienio se registró un total de 12 nuevas ratificaciones de los convenios fundamentales por países de la región. Como consecuencia, 12 países de la región de las Américas han ratificado actualmente 7 de los convenios fundamentales, mientras que otros 12 han ratificado 6 de ellos.
 

Nuevas ratificaciones de los ocho convenios fundamentales de la OIT

Durante el bienio los siguientes países ratificaron los convenios fundamentales de la OIT:

  • Belice: Convenios núms. 100 y 111;
  • Chile: Convenios núms. 87, 98, 105 y 138;
  • República Dominicana: Convenio núm. 138;
  • Guyana: Convenio núm. 138;
  • San Vicente y las Granadinas: Convenios núms. 29, 98 y 105, y
  • Estados Unidos: Convenio núm. 182.

Se hicieron asimismo considerables progresos en cuanto a la ratificación y aplicación de otras normas internacionales del trabajo, con 38 ratificaciones de otros convenios, en especial con un alto número de ratificaciones por Belice y San Vicente y las Granadinas. Entre las ratificaciones cabe citar las del Convenio sobre la consulta tripartita (normas internacionales del trabajo), 1976 (núm. 144) por Colombia y la República Dominicana, el Convenio sobre la marina mercante (normas mínimas), 1976 (núm. 147) por Trinidad y Tabago, el Convenio sobre seguridad y salud de los trabajadores, 1981 (núm. 155) por Belice, y el Convenio sobre pueblos indígenas y tribales, 1989 (núm. 169) por el Ecuador.


 

Derechos indígenas en el Ecuador

Durante el bienio se tomaron medidas decisivas en el Ecuador, en donde el 45 por ciento de la población está compuesta de pueblos indígenas, para el reconocimiento de los derechos de esos pueblos. Con la ayuda proporcionada por la OIT al Presidente de la Asamblea Constituyente, a los representantes de los grupos indígenas y no indígenas y al Presidente del Congreso, el Ecuador se convirtió en el noveno Estado latinoamericano que ratificó el Convenio sobre pueblos indígenas y tribales, 1989 (núm. 169). También adoptó una nueva Constitución en la que se incorporan los conceptos fundamentales del Convenio y se reconocen los derechos siguientes:

  • el carácter multicultural y multiétnico del Estado;
  • el respeto y el desarrollo de todos los idiomas ecuatorianos y el uso oficial del quechua, shuar y otros idiomas ancestrales por los pueblos indígenas;
  • la promoción de la armonía intercultural y de los principios de equidad y de igualdad de las culturas;
  • la obligación del Estado de garantizar una educación bilingüe intercultural.

Entre las actividades para mejorar la aplicación de los convenios ratificados cabe mencionar la formación para las organizaciones de empleadores de América Central en relación con el Convenio sobre la edad mínima, 1973 (núm. 138), el Convenio sobre seguridad y salud de los trabajadores, 1981 (núm. 155) y el Convenio sobre los servicios de salud en el trabajo, 1985 (núm. 161). Varios proyectos de cooperación técnica, en especial los proyectos en apoyo de las organizaciones de trabajadores y de empleadores y de los ministerios del trabajo, contenían componentes importantes sobre normas internacionales del trabajo. Un enfoque innovador adoptado en América Central y en algunos países de la región andina fue la organización de cursos prácticos para miembros de la magistratura y abogados especializados en derechos humanos con el fin de examinar y explicar el papel de las normas en el marco de la legislación nacional.

Se hicieron considerables progresos durante el bienio en cuanto a la organización en varios países de comités de trabajadores para examinar los informes por países ante los órganos de control de la OIT y hacer comentarios sobre los mismos. En la República Dominicana, las actividades emprendidas para el fortalecimiento de los interlocutores sociales condujeron a la adopción de acuerdos presidenciales para mejorar la condición de los inspectores de trabajo por medio de su incorporación en el sistema de carrera administrativo, haciendo de esta forma efectiva una disposición importante del Convenio sobre la administración del trabajo, 1978 (núm. 150), recientemente ratificado.

Un Seminario tripartito sobre las normas marítimas del trabajo de la OIT, al que asistieron delegados de la Argentina, Brasil, Chile, Perú y Uruguay, permitió en particular a la Argentina y a Chile hacer progresos hacia la ratificación del Convenio sobre la marina mercante (normas mínimas), 1976 (núm. 147). El Ministerio de Trabajo de la Argentina también convocó un grupo de trabajo para discutir acerca de la ratificación del Convenio núm. 147. Se previó incluir las normas de la OIT dentro de la Red Operativa de Cooperación Regional de Autoridades Marítimas.

Fortalecimiento del diálogo social

Fundándose en los logros alcanzados en los anteriores bienios, la promoción del diálogo social continuó siendo una prioridad importante en toda la región. Ahora bien, los progresos se redujeron en muchos casos como consecuencia de la inestabilidad política, las crisis financieras y los desastres naturales. Se hicieron nuevos esfuerzos para reforzar a los interlocutores tripartitos con el fin de que puedan participar más plenamente en el diálogo social, así como para revitalizar el proceso cuando tropezó con dificultades.

En la subregión andina, se llevó a cabo un programa para mejorar las aptitudes de los trabajadores en materia de negociación colectiva. Se discutieron y difundieron en seminarios nacionales estudios (8) en los que se analizaban los puntos fuertes y débiles de los diferentes países. Este proceso confirmó la necesidad de reforzar la negociación colectiva y ayudó a planificar la acción de la OIT a medio plazo. Se efectuaron asimismo investigaciones sobre negociación colectiva, diálogo social y participación en la formación profesional en la Argentina, Brasil, México y Uruguay por medio de estudios nacionales (9) centrados en los convenios colectivos que se ocupan de la formación, por sectores o por empresas. La formación tripartita sobre negociación colectiva en la Argentina ofreció a los participantes en comités conjuntos en varios sectores mejores técnicas, instrumentos y conceptos para ayudarles a actuar recíprocamente con mayor eficacia.
 

Progresos en el diálogo social en América Latina

Pese al contexto económico inestable y a una serie de dificultades y de desastres ecológicos, se registraron progresos en cuanto al fortalecimiento del diálogo social en varios países de la región. Entre ellos figuran los siguientes:

  • Bolivia, donde se entabló el diálogo social entre la Central Obrera Boliviana (COB), la Confederación de Empresarios Privados y el Gobierno, que culminó con la firma del Acuerdo Nacional sobre Diálogo Social y la labor preparatoria para la modernización de la legislación laboral;
  • Colombia, donde después de la interrupción del proceso de diálogo social se estableció la Comisión Laboral de Concertación Tripartita y se reforzó considerablemente el diálogo social como resultado de la organización por los dirigentes del sector empresarial de dos importantes seminarios en Medellín y Cali a los que asistieron abogados laboralistas, dirigentes sindicales y funcionarios del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social;
  • Costa Rica, donde el Foro de Concertación, establecido por el Gobierno a comienzos de su mandato en 1998, redactó una nueva legislación sobre el desempleo y las pensiones;
  • Ecuador, donde después de su cese temporal se reemprendió el diálogo social tripartito y se centró en la realización de reformas en las esferas de la formación profesional, las políticas y programas de empleo activos, la seguridad social y la productividad;
  • Paraguay, donde se estableció el Consejo para el Diálogo Social, que incluye a representantes de las organizaciones de empleadores y de trabajadores;
  • Venezuela, donde la Comisión Tripartita para el Diálogo Social recién creada convino en la introducción de reformas en la legislación laboral, el sistema de seguridad social y, más recientemente, el ajuste del salario mínimo, pese a haber perdido gran parte de su influencia en 1999.

Un curso práctico sobre mediación para funcionarios del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social del Uruguay contribuyó a la formación de mediadores en la solución de conflictos colectivos. Los mediadores formaron después a otros funcionarios. También se publicó en forma de CD-ROM (10) una base de datos de acuerdos sobre negociación colectiva del Uruguay y se presentó en un seminario subregional celebrado en Buenos Aires en septiembre de 1999.

La dimensión social de los procesos de integración regional

A medida que aumenta el ritmo de los procesos de integración regional y subregional, la OIT ha tratado más activamente de reforzar la participación de los interlocutores sociales y de asegurar que esos procesos engloben la dimensión social.

Después de la primera fase del proceso de estabilización económica y de ajuste estructural, la cuestión de la integración regional y subregional junto con la inserción favorable de los países de América Latina y el Caribe en el proceso de mundialización constituye un tema fundamental del programa público del continente.

La Oficina Regional participó activamente en varios comités y comisiones permanentes de la Organización de los Estados Americanos, en particular en la esfera de la integración económica y de sus efectos en el empleo y en la integración de la mano de obra. Como resultado de esas actividades, se discutieron las cuestiones de la OIT tanto en la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de las Américas (Santiago de Chile, abril de 1998) como en la XI Conferencia Interamericana de Ministros de Trabajo (Viña del Mar, octubre de 1998). Al final de ambos acontecimientos, los participantes firmaron declaraciones finales en las que reconocían el mandato de la OIT y comprometían a sus gobiernos a proporcionar una mayor asistencia para la promoción de las normas fundamentales del trabajo.

En el 76 por ciento de las respuestas de un estudio administrado por los participantes en la decimocuarta Reunión Regional Americana (Lima, agosto de 1999) se estuvo de acuerdo en que los países necesitan el apoyo de la OIT en las negociaciones regionales e interregionales. En cuanto a las razones aducidas, el 35 por ciento expresó que la OIT ayuda a fortalecer el diálogo y el consenso entre los países y los interlocutores sociales; el 32 por ciento que la OIT difunde experiencias y proporciona apoyo técnico, y el 19 por ciento que la presencia de la OIT constituye la salvaguardia de los trabajadores.

Integración subregional en el MERCOSUR

En el contexto del MERCOSUR, la asistencia proporcionada durante el bienio consistió en gran parte en respaldar al Subgrupo de Trabajo núm. 10 en cuanto al desarrollo de un espacio social y en la preparación de la Declaración Sociolaboral que fue firmada por los Jefes de Estado de los Estados parte del MERCOSUR en diciembre de 1998. Se estableció asimismo una Comisión sociolaboral como procedimiento para la aplicación y promoción de los derechos laborales dentro del marco del proceso de integración subregional.
 

La Declaración Sociolaboral del MERCOSUR

Aunque no es vinculante, la Declaración Sociolaboral firmada por los Presidentes de los países del MERCOSUR, a saber, la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, en diciembre de 1998, constituye una declaración de principios muy importante. Entre los principios que propugna figuran los siguientes:

  • el reconocimiento de que los países del MERCOSUR apoyan la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo y su seguimiento;
  • la afirmación de que el proceso de integración abarca la temática social y no se puede confinar a la esfera comercial y económica;
  • el reconocimiento de la importancia de un nivel mínimo de derechos de los trabajadores que se corresponda con los convenios fundamentales de la OIT, con particular referencia a la promoción de la igualdad y la no discriminación, la protección de los trabajadores migrantes, la eliminación del trabajo forzoso y del trabajo infantil, los derechos colectivos, el diálogo social, la negociación colectiva, la protección de los desempleados, la formación profesional, el desarrollo de los recursos humanos, la seguridad y salud en el trabajo, la seguridad social y la inspección del trabajo.

La adopción de la Declaración Sociolaboral ha ido acompañada del desarrollo de un proyecto de asistencia técnica concebido para prestar asistencia al Subgrupo de Trabajo núm. 10 y para reforzar las instituciones laborales del MERCOSUR, en particular en las esferas de la inspección del trabajo, la formación profesional y los certificados de capacitación, la información sobre el mercado del trabajo y los trabajadores migrantes.

La promoción del empleo y la lucha contra la pobreza

Integración subregional en el Caribe

Uno de los principales objetivos de las actividades consultivas de la OIT en materia de políticas en la subregión del Caribe durante el bienio fue intentar adoptar una posición común sobre cuestiones laborales en el contexto de los acuerdos comerciales multilaterales. Por consiguiente, se elaboraron varios documentos y estudios para el Coloquio subregional de la OIT para el Caribe sobre cuestiones laborales en el contexto de la integración económica y la liberalización del comercio, que se celebró en Puerto España, en enero de 1999 (11).

El objetivo de ese Coloquio era aclarar cómo la política laboral puede facilitar la transición de sistemas económicos protegidos a sistemas económicos abiertos y examinar la repercusión probable de la mundialización y la integración económica en los mercados del trabajo del Caribe. Se observó que, en el contexto de la integración económica y la liberalización del comercio, es necesario ajustarse al carácter inevitable de la mundialización. En particular, dado que la integración económica mundial afectará a los pequeños Estados del Caribe, éstos deben estar preparados para sacar partido de las oportunidades que brinda, al mismo tiempo que amortiguan las consecuencias negativas que puede tener para sus economías. Es imprescindible que los países de la CARICOM combinen sus recursos para mantener cierto grado de competitividad.

Los participantes seleccionaron varias esferas de acción prioritaria entre las que cabe citar las siguientes:

Se ha publicado un documento que contiene las contribuciones al Coloquio, un resumen de las discusiones y el orden del día propuesto para el futuro. Como seguimiento del Coloquio se organizó un viaje de estudio a Lima y Santiago para informar a los representantes de los empleadores y de los trabajadores del Caribe sobre las cuestiones laborales que afectan a América Latina. Sobre un tema conexo, se publicó un estudio relativo a la crisis en el sector del cultivo del banano en la subregión (12).

Acuerdo de cooperación con la Comunidad Andina

La Comunidad Andina engloba todos los órganos e instituciones del Sistema Andino de Integración, cuyos objetivos fundamentales son:

Durante la decimocuarta Reunión Regional Americana de la OIT, celebrada en Lima en agosto de 1999, los Ministros de Trabajo de la Comunidad Andina adoptaron un acta final en la que se manifestaba la importancia de lograr una vinculación más estrecha con la OIT para el estudio y debate de los ejes temáticos, entre los que cabe destacar:

Dentro de este marco, un acuerdo entre la Secretaría de la Comunidad Andina y la Oficina Regional de la OIT para las Américas estaba listo para ser firmado a finales de 1999. Su objetivo primordial es cristalizar la cooperación entre las dos instituciones, prestar apoyo a los países en sus esfuerzos por lograr una mayor cohesión social e incorporar las preocupaciones sociolaborales en las labores de integración social de la Comunidad Andina.

América Central

Una de las principales contribuciones de la OIT a la promoción del empleo y la lucha contra la pobreza en América Latina fue su respuesta a la situación de emergencia en los países que sufren los efectos del huracán Mitch, que devastó grandes zonas de América Central en octubre de 1998 y causó 10.000 muertes y dejó sin hogar o sin medios de vida a cientos de miles de personas. Si bien Honduras y Nicaragua fueron los países más afectados, el huracán también provocó importantes daños en Belice, Costa Rica, El Salvador y Guatemala.

Una vez finalizada la fase humanitaria y de socorro, la OIT colaboró en las actividades urgentes de reconstrucción. También se encargó de coordinar la propuesta regional del sistema de las Naciones Unidas en su conjunto a los donantes en la Reunión del Grupo Consultivo celebrada en Estocolmo a finales de mayo de 1999.

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Reconstrucción tras el huracán Mitch

En los proyectos concebidos por la OIT a raíz del huracán Mitch se puso el acento en la construcción de muros de contención a lo largo de las márgenes de los ríos para proteger a la población contra futuros desastres fluviales y recuperar tierras de labranza. Se efectuaron estudios sobre la elaboración de muros de contención para más de diez ríos. Se emprendieron las actividades siguientes:

  • seis proyectos en Nicaragua con 760 beneficiarios directos y 400 beneficiarios indirectos, y dos microproyectos para la construcción de muros de contención, para los que se empleó a 300 trabajadores y de los que se beneficiaron indirectamente 25.000 personas;
  • un programa de reconstrucción en el municipio de San Juancito (a 30 km al norte de Tegucigalpa), que permitió crear 160 empleos (el 60 por ciento de ellos para mujeres), que ha recibido los elogios del Gobierno, el PNUD y los donantes y que se está poniendo en práctica en otras regiones de Honduras y Nicaragua;
  • un programa de empleo y formación en Honduras para alrededor de 1.000 mujeres cuyos puestos de trabajo quedaron suprimidos cuando se diezmó la industria bananera. Este programa puso el acento en la creación de microempresas, permitió elaborar conjuntos didácticos con fines precisos en otras competencias generadoras de ingresos, facilitando además el acceso al crédito inicial cuando es necesario.

La respuesta de la OIT al huracán Mitch puso el acento en la potenciación al máximo de las oportunidades de empleo local, en particular para las mujeres. Esa respuesta se centró en dos niveles: 

Los proyectos de obras públicas de gran densidad de mano de obra se llevaron a cabo en cuatro municipios, y los programas concebidos por la OIT en otros 36. En 1999 ya se habían concluido cuatro proyectos.

Empleo

En términos más generales, se siguió proporcionando asesoramiento en materia de políticas sobre cuestiones relacionadas con la política de empleo y se efectuó un examen de la política de empleo en Chile. En este país se publicó en 1998 el primero de una serie de estudios por países del Grupo especial para el estudio por países sobre las dimensiones sociales de la mundialización(13). Chile constituye un ejemplo notable de integración en la economía mundial y ha recibido los elogios de la OMC por tener uno de los regímenes comerciales más liberales del mundo. Ahora bien, el progreso social no ha sido uniforme, con una distribución desigual de los ingresos según las normas internacionales y oportunidades para su población muy dispares. Hay varios factores, más o menos directamente relacionados con el proceso de mundialización, que explican estos problemas laborales y sociales.

Se planteó la pregunta de si deberían tomarse medidas para hacer frente a estos problemas y, al mismo tiempo, mantener el dinamismo de la economía de Chile, es decir, de si se podría esperar que las tasas de crecimiento elevadas se tradujeran en una distribución de los ingresos más equitativa a medida que se crearan empleos más estables, o de si la baja productividad tendría como resultado que la economía chilena siguiese especializándose en sectores caracterizados por el empleo inestable y, por lo tanto, se acentuaría la desigualdad en materia de ingresos.

Se ha previsto celebrar nuevas discusiones sobre la manera en que la OIT podría ayudar a Chile a evaluar su vulnerabilidad a los choques exógenos, y en particular el impacto de tales acontecimientos externos en el mercado del trabajo de Chile y las respuestas en materia de políticas.
 

Estudio sobre las dimensiones sociales de la mundialización en Chile*

Con el fin de mantener la economía de Chile dentro de una trayectoria macroeconómica sólida y, al mismo tiempo, no caer en la trampa de una productividad baja y de empleos inestables, en este estudio se examinaron varias vías normativas, no sólo en la esfera de la educación sino también en relación con:

  • la protección social: la distribución desigual de los ingresos y la falta de protección social en caso de desempleo significaban que Chile no estaba suficientemente preparado para una posible contracción de la actividad económica;
  • las reglamentaciones y las instituciones del mercado de trabajo y el diálogo social a escala nacional: dada la función limitada de la negociación colectiva, el contrato individual es la forma dominante de relación de empleo y supone el riesgo de un grado insuficiente de protección y una falta de información para los trabajadores no calificados; la manera en que se aborden estas cuestiones tendrá una gran importancia en lo que se refiere a las perspectivas de desarrollo económico del país;
  • la formación profesional: el acceso a la formación profesional varía considerablemente en función de la categoría de empleo, y el hecho de que las decisiones sobre los programas de formación se adoptan por los empleadores puede tener como resultado una asignación ineficiente de recursos para la formación profesional; esto es especialmente importante en una perspectiva de medio a largo plazo ya que la falta de formación reduce las posibilidades de progresar en la carrera.

Algunas de estas medidas tienen un costo presupuestario, lo cual implica difíciles soluciones de compromiso entre los objetivos a corto plazo, tales como el mantenimiento de una tasa impositiva constante, y los objetivos a largo plazo, tales como una participación socialmente sostenible en una economía en proceso de mundialización. 

* Studies on the social dimensions of globalization: Chile, 1998.


El programa de empleo para las mujeres en el Perú

Si bien la participación de mujeres en el mercado del trabajo del Perú ha aumentado durante el último decenio, las mujeres pobres de las zonas urbanas todavía deben hacer frente a problemas muy considerables en su búsqueda de un trabajo remunerado. Con el fin de elaborar una opción normativa viable que permita ayudar a esta categoría de mujeres, en particular a las mujeres jefes de familia, la OIT ha prestado asistencia al Ministerio de Trabajo y Promoción Social del Perú para elaborar un Programa Femenino de Consolidación del Empleo (PROFECE). Este programa se basa en el suministro de formación sobre gestión y competencias técnicas con el fin de que las mujeres puedan mejorar la calidad de sus bienes y servicios y venderlos más fácilmente.

En la zona metropolitana de Lima se establecieron en virtud de ese programa unos 2.500 grupos compuestos de un total de aproximadamente 11.000 trabajadoras, y están empleadas en sectores tales como los servicios, los textiles y la fabricación de prendas de vestir, la artesanía y la elaboración de alimentos. Además, se ha prestado la siguiente asistencia a las mismas:

  • creación de una base de datos con unos 2.000 grupos de mujeres y empresas que ofrecen trabajo;
  • desarrollo de un módulo de evaluación para cada sector de actividad con el fin de orientar la producción y la formación de los grupos;
  • establecimiento de una red por medio de la cual se han encontrado 5.960 empleos temporales en unas 70 empresas participantes;
  • establecimiento de una sala permanente para la exposición y la venta de los productos de esos grupos;
  • preparación de un contrato marco para la contratación de los grupos por empresas, paralelamente al proceso del desarrollo de microempresas en el sector formal.

El programa se ha extendido a Ayacucho, una de las zonas más pobres del Perú, y los donantes están planificando su extensión adicional a Huamanga y Huanta y a otras zonas del país.

Información sobre el mercado de trabajo

En vista de la necesidad de disponer de información fidedigna y comparable sobre el mercado de trabajo como base para la formulación de políticas, la OIT siguió compilando el análisis estadístico anual Panorama Laboral (14), que se ha convertido en una fuente de información digna de respeto para los mandantes de la OIT sobre las tendencias en la situación del mercado del trabajo en la región. En agosto de 1999 se publicó una edición anticipada, antes de la decimocuarta Reunión Regional Americana, que contenía información sobre la situación económica y laboral en América Latina durante el primer semestre de 1999.

La influencia creciente de Panorama Laboral queda demostrada por su aparición cada vez con más frecuencia en la prensa nacional y regional de la región. Cuando se publicó la quinta edición en 1998, se escribieron más de 104 artículos sobre la misma en la región e incluso en Europa. La demanda de la copia impresa de Panorama Laboral casi se duplicó en comparación con el bienio anterior.

Se prestó igualmente asistencia a escala nacional y subregional para mejorar el alcance y la eficacia de los sistemas de información sobre el mercado del trabajo.

Formación profesional

En vista de la gran importancia concedida a la mejora de las calificaciones de la fuerza de trabajo en una época caracterizada por la incertidumbre y los cambios en el mercado del trabajo, se puso considerablemente el acento en ayudar a los Estados Miembros a mejorar sus sistemas de formación profesional y adaptarlos a la rápida evolución de las necesidades. En los últimos años, la OIT ha ejercido en particular influencia en el desarrollo en la región de formación basada en las competencias.

Hasta recientemente, la formación o los certificados de calificaciones profesionales o de competencias laborales en los diferentes oficios en la región habían sido escasos o inexistentes. Por consiguiente, no había formación o sistema de carrera fuera de la trayectoria estrictamente académica seguida por una pequeña minoría de estudiantes. Incluso hace tres años, fueron pocas las instituciones de formación profesional o las organizaciones de empleadores o de trabajadores que abogaron por la formación y certificados basados en las competencias. Por consiguiente, en colaboración con el Centro Interamericano de Investigación y Documentación sobre Formación Profesional (CINTERFOR), la OIT ha insistido considerablemente en la difusión de la experiencia sobre desarrollo de aptitudes con base en las competencias procedente de Australia, México, Norteamérica y Europa. Como resultado, las instituciones de toda la región han adoptado medidas importantes con miras a su introducción.
 

La introducción de formación para el desarrollo de aptitudes con base en las competencias

Las instituciones de formación profesional han adoptado medidas importantes para la introducción de formación basada en las competencias en los países siguientes:

  • Argentina, Bolivia y Chile, en donde se están llevando a cabo en varios sectores proyectos basados en las competencias;
  • Brasil, en donde se ha creado una red de certificados de competencias;
  • Colombia, en donde se ha empezado a establecer un sistema de formación basado en las competencias y un amplio diálogo tripartito con base experimental en 18 sectores profesionales;
  • Costa Rica, en donde se han definido e introducido normas sobre competencia en el sector de la hotelería y el turismo;
  • Ecuador, en donde se ha introducido un sistema de formación tipo basado en las competencias;
  • Guatemala, en donde se está incorporando en los programas de formación un enfoque basado en las competencias;
  • Uruguay, en donde se está elaborando un sistema de formación y de certificados de competencias y se está desarrollando una aplicación experimental en una empresa local para la uniformación de las calificaciones;
  • Venezuela, en donde se ha comenzado a trabajar sobre el desarrollo de un sistema de formación nacional utilizando el modelo de competencias.

Además, varias organizaciones de empleadores de la región han comenzado programas piloto de formación basada en las competencias para mejorar la gestión de los recursos humanos. Varias organizaciones de trabajadores han solicitado también capacitación e información sobre el enfoque de formación profesional basado en las competencias. 

La protección de los trabajadores

La importancia concedida por los mandantes de la región a la protección de los trabajadores quedó de manifiesto por el interés demostrado en el XV Congreso Mundial sobre Seguridad y Salud en el Trabajo, celebrado en el Brasil en abril de 1999. El Congreso sirvió para señalar a la atención las estadísticas de la OIT sobre seguridad y salud en el trabajo, que revelaron la real magnitud de los accidentes y enfermedades en el lugar de trabajo (véase el capítulo 3 para disponer de más detalles).

Para ayudar a preparar a los trabajadores para las reformas de la seguridad social y para concienciarlos acerca de las diversas opciones en materia de aplicación disponibles y de las normas internacionales del trabajo, se celebró en México en septiembre de 1998 una Mesa redonda regional latinoamericana para representantes de los trabajadores sobre la reforma de los programas de pensiones. Anteriormente, se celebraron tres reuniones subregionales preparatorias en Santiago de Chile para los países del MERCOSUR, en Lima para la subregión andina y en México para los países de América Central, con inclusión de Cuba, República Dominicana y México. Como resultado, las organizaciones de trabajadores presentaron importantes propuestas sobre mayores niveles de protección y de cobertura de seguridad con miras a la reforma y el desarrollo de los regímenes de jubilación de diferentes países.

En el marco del Programa STEP, la OIT reforzó su colaboración con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Conferencia Interamericana de Seguridad Social (CISS), con el fin de aumentar la cobertura de los sistemas de asistencia sanitaria en la región. En agosto de 1999 se firmó, en consecuencia, un Memorándum de Entendimiento entre la OIT y la OPS en el que se establecía un marco de cooperación entre la OIT y la OPS para desarrollar y aplicar una iniciativa conjunta que defina actividades para promover un acceso equitativo a una atención sanitaria de calidad y apropiada en América Latina y el Caribe. Los objetivos a largo plazo de esta cooperación son:

Una de las primeras actividades emprendidas después de la firma de este Memorándum de Entendimiento fue la organización de una Reunión Regional Tripartita OIT/OPS sobre la Extensión de la Protección Social en Salud a los Grupos Excluidos en América Latina y el Caribe, que se celebró en Ciudad de México del 29 de noviembre al 1.º de diciembre de 1999. En esta Reunión tripartita:

En la Reunión se hizo también lo siguiente:

En vista de los progresos alcanzados, se ha previsto firmar un Memorándum de Entendimiento con la OPS sobre cuestiones de seguridad y salud en el trabajo. Se publicó un manual (15) para los empleadores, los trabajadores y las organizaciones de seguridad social en el que se describen diversos enfoques con respecto a la seguridad y la salud en el trabajo y se proporciona información sobre sus objetivos, financiación y administración.

Otro de los sectores en que se centró durante el bienio la labor de la OIT sobre seguridad y salud en el trabajo fue el sector de la construcción. En un programa de la OIT que abarcaba Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela se estimó que en este sector, al que corresponde aproximadamente el 6 por ciento del PNB, hay aproximadamente 220.000 accidentes relacionados con el trabajo por año, de los cuales 7.000 provocan incapacidad permanente y 700 son mortales. El costo anual de esos accidentes para las compañías de construcción es aproximadamente de 450 millones de dólares.
 

Seguridad y salud en la industria de la construcción en Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela

Después de la celebración de una serie de cursos prácticos sobre la organización de la seguridad y la salud en las obras en colaboración con asociaciones de empleadores de la industria de la construcción, y de la publicación de artículos sobre este asunto en las revistas de las asociaciones:

  • las asociaciones de empleadores de la industria de la construcción participaron más activamente en la promoción de la seguridad y la salud en las obras (por ejemplo, la asociación del Perú creó un comité de seguridad y productividad);
  • varios gobiernos adoptaron medidas (por ejemplo, en el Ecuador se adoptaron en 1998 reglamentaciones específicas sobre seguridad y salud en el trabajo para la construcción y las obras públicas, y en el Perú se anunciaron reglamentaciones similares);
  • comenzó la labor relativa a la concepción de programas de acción nacional para la promoción de la seguridad y la salud en la industria de la construcción.

El trabajo infantil

Durante el bienio la OIT-IPEC siguió desarrollando sus actividades en la región tanto a nivel nacional como regional. Se firmaron otros dos Memorando de Entendimiento más una carta de intención (con el Uruguay) y se emprendieron casi 50 programas de acción durante el bienio. Entre los beneficiarios de los programas había 5.000 beneficiarios directos, 2.500 familias y 50.000 beneficiarios indirectos. Se llevaron a cabo estudios nacionales para obtener información sobre la cantidad y las características del trabajo infantil (16).

Estados árabes

En 1998 se calculó que el promedio de crecimiento del PIB de los países de la región (con la excepción de Iraq) era del 2,1 por ciento, por debajo del índice de crecimiento de la población en la región, y para 1999 la previsión del índice de crecimiento del PIB fue aún más a la baja. Hubo diferencias considerables en el crecimiento económico entre los países productores de petróleo, cuyas economías estuvieron estrechamente vinculadas a las fluctuaciones de los ingresos petrolíferos, y los países con rentas nacionales más diversificadas. Los menores ingresos petrolíferos, junto con las consecuencias sociales de distintas medidas de ajuste estructural, se tradujeron en un empeoramiento de la situación de desempleo y subempleo en la mayoría de los países de la región; los países con rentas bajas, sobre todo, siguieron haciendo frente a una pobreza generalizada, una reducida protección social y unas condiciones de trabajo deficientes.

En este bienio los conflictos sociales fueron relativamente escasos y moderados. El proceso de paz y la cooperación regional hicieron renacer la esperanza. Se asistió a algunos progresos en los ámbitos de la democracia y el tripartismo, los derechos humanos, los derechos sindicales y las cuestiones relativas al género. En este contexto, la acción llevada a cabo durante el bienio por la Oficina regional de la OIT y el equipo consultivo multidisciplinario de Beirut, en colaboración con los mandantes de la región, se centró en el fortalecimiento de la capacidad local mediante la formación, la difusión de información y la información técnica.

Reducción de la pobreza y promoción del empleo

La consulta tripartita y la participación de los interlocutores sociales en la formulación de políticas y programas de desarrollo económico y social fueron elementos fundamentales de la estrategia recomendada por la OIT para fomentar el empleo y luchar contra el desempleo. Se organizó un programa de seminarios y cursos prácticos nacionales y regionales en la región con el propósito de promover nuevas estrategias de empleo, que fue apoyado con la traducción de la documentación clave de la OIT relativa a estrategias de empleo, especialmente el Informe sobre el empleo en el mundo (17) y el lote de módulos sobre cuestiones relativas al género, la pobreza y la formación.

En septiembre de 1999, se inició en Beirut una consulta tripartita regional en el marco de seguimiento de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social (18), que facilitó una perspectiva tripartita y regional sobre las acciones prioritarias en los planos nacional y regional respecto a las políticas de promoción del empleo y erradicación de la pobreza, las instituciones y políticas del mercado de trabajo, las capacidades y desarrollo de la empresa, el desarrollo de los recursos humanos y las cuestiones relativas al género y al empleo. Se trató asimismo la cuestión de la mundialización y sus consecuencias en la creación de puestos de trabajo, las tecnologías, las capacitaciones y la productividad. Esta consulta congregó por primera vez a representantes de los gobiernos y de las organizaciones de empleadores y de trabajadores de los países árabes de Asia occidental. Las conclusiones a las que se llegó en esta consulta tripartita sirvieron de plataforma para la acción de seguimiento de los interlocutores sociales y para futuros programas de asistencia de la OIT en la región.

En el plano nacional se desplegaron esfuerzos encaminados a aumentar la capacidad institucional de los mandantes para elaborar y aplicar estrategias de empleo y programas y políticas de formación y desarrollo de las pequeñas y medianas empresas. En Bahrein y Yemen, la cooperación técnica se efectuó con miras a ampliar los conocimientos teóricos y prácticos del personal de los ministerios de trabajo en el control de la evolución del mercado de trabajo. En el Líbano, se inició una estrategia para la promoción del empleo y el crecimiento económico sostenible a fin de prestar asistencia a la Oficina nacional de empleo en la realización de la segunda encuesta sobre la fuerza de trabajo y en la revisión de la estrategia nacional relativa al empleo y al crecimiento económico (19). Se prestaron servicios consultivos técnicos con el fin de crear un marco operacional global para los sistemas de información del mercado de trabajo que engloban a los países del Consejo de Cooperación del Golfo Arabe.

La cuestión del empleo de la mujer sigue siendo una empresa difícil en los Estados árabes. Fue preciso abordar las cuestiones relativas al género por medio de procesos de adopción de decisiones y mecanismos de consulta social y al mismo tiempo mediante las actividades tradicionales de concienciación.

En el Yemen se prestó asesoramiento para la creación de una Dirección General de la Mujer Trabajadora en el Ministerio de Trabajo, integrando así las cuestiones sobre el empleo femenino y el género en dicho Ministerio. Asimismo se ofrecieron a las organizaciones de empleadores y de trabajadores de la región cursos prácticos y seminarios de formación, junto con servicios consultivos, sobre medidas prácticas para mejorar el acceso de las trabajadoras a los mercados laborales.

En 1999, se llevó a cabo un estudio (20) regional de la OIT en el que se analizaron y evaluaron los progresos realizados en la aplicación de la Plataforma de Acción de Beijing en la región en lo tocante a la igualdad entre hombres y mujeres en el trabajo. En este análisis se concluyó que se había incrementado considerablemente la disponibilidad de datos en que se tiene en cuenta el género y que existía una mayor concienciación acerca de las cuestiones relativas al mismo. Sin embargo, todavía no había una indicación explícita al respecto en las declaraciones o los programas de políticas prioritarias nacionales. En este estudio se señaló asimismo la escasa representación de la mujer en las organizaciones de empleadores y de trabajadores en la práctica totalidad de los países de la región.
 

Promoción del empleo de la mujer en el Yemen: fortalecimiento de la capacidad institucional

A raíz de la Conferencia Internacional del Trabajo de 1997, el Ministerio de Trabajo del Yemen creó la Dirección de la Mujer Trabajadora. La dificultad fundamental residía en crear una estructura permanente que formara parte integrante del Ministerio y se encargara de incorporar las cuestiones relativas al género en el mismo. En 1998, se solicitó la asistencia técnica de la OIT para elaborar la estructura organizacional de esta Dirección. El Ministerio, un representante de la Comisión nacional para la mujer y la OIT prepararon de forma conjunta un proyecto de las funciones generales y la estructura organizativa de dicha Dirección. Se diseñó un programa de cooperación técnica centrado en el fomento de capacidad de la misma. Actualmente, están previstos servicios consultivos de seguimiento destinados a mejorar por medio de esta Dirección la coordinación y la eficacia de los programas para las trabajadoras en el Yemen.

Desarrollo de los recursos humanos

Uno de los principales obstáculos a la eficacia de los programas de promoción del empleo y mitigación de la pobreza en la mayoría de los países de la región sigue siendo la falta de un acertado plan de recursos humanos y el desajuste entre los programas de capacitación y las tendencias del mercado de trabajo. Se ofrecieron asesoramiento en materia de política y directrices técnicas a las instituciones de formación y ministerios de trabajo de la región, así como a las organizaciones de empleadores y de trabajadores. La necesidad de aumentar la participación de las organizaciones de empleadores y de trabajadores, así como de las organizaciones no gubernamentales, en la promoción de los programas de formación profesional, particularmente en el contexto de la mundialización, constituyó una de las prioridades de las actividades de seguimiento recomendadas en el seminario regional (21) organizado en Kuwait en octubre de 1998, y como complemento al mismo están previstas varias actividades de formación en el plano nacional.

En un seminario tripartito nacional celebrado en el Yemen se abordó la cuestión de la empleabilidad de los recién titulados y las dificultades a las que se enfrentan en el mercado de trabajo, motivo de seria preocupación para los mandantes de la región de los Estados árabes. Se facilitó a los responsables de la formulación de políticas, los planificadores de empleo y los representantes de las organizaciones de empleadores y de trabajadores la información técnica necesaria, así como las pautas sobre diferentes mejores prácticas y planteamientos para establecer una relación más estrecha entre el perfil de competencias de los titulados y las exigencias del mercado laboral.
 

Programa palestino de empleo: estrategia a medio plazo

Este programa se concibió para consolidar la labor integrada que realizan varios servicios del Departamento de trabajo referente al empleo, especialmente los servicios de empleo, las políticas de empleo y los sistemas de información del mercado de trabajo. Se ayudó a los territorios bajo la Autoridad Palestina a:

  • planificar estrategias a plazo medio para la promoción del empleo;
  • preparar un sistema de información sobre el mercado laboral, y
  • crear un modelo para los servicios de empleo.

En este proyecto se impartió formación a 105 funcionarios de empleo de los distritos de Ramallah, Gaza, Nablús y Hebrón, y se organizaron dos cursos prácticos en cooperación con la Dirección de Empleo del Ministerio de Trabajo en la orilla occidental y Gaza. Los cursos prácticos de formación se centraron en los modos y los medios de fortalecer los servicios de empleo y controlar el mercado de trabajo.

Además, se preparó una guía para los servicios públicos de empleo destinada a familiarizar a los funcionarios con la estructura organizativa y la labor de las oficinas de empleo, así como con las formas del trabajo, la clasificación, la colocación y la codificación de datos.

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Promoción del empleo mediante el desarrollo de las pequeñas empresas

En la mayoría de los países de la región las pequeñas y medianas empresas representan cerca del 90 por ciento de las empresas industriales y comerciales. Sin embargo, la calidad de los puestos de trabajo y la productividad son bajas y crece la necesidad de ampliar las capacidades de gestión y crear un clima más propicio al desarrollo empresarial. En respuesta al interés en aumento por el desarrollo de las pequeñas empresas como fuentes de empleo, la OIT envió sobre el terreno varias misiones de evaluación de necesidades y formuló propuestas de proyecto para Jordania, Yemen y la orilla occidental y Gaza.

En Jordania se inició un proyecto de apoyo a la formación empresarial destinado a microempresas y pequeñas empresas y dirigido a fomentar la capacidad de los sectores comercial privado y no lucrativo de impartir formación empresarial de tipo práctico y ofrecer asesoramiento complementario a las microempresas y pequeñas empresas. Se elaborarán programas de formación para dos grupos destinatarios principales:

Las actividades del proyecto contribuirán a garantizar una mejora del empleo en las empresas y a incrementar los ingresos.

En la orilla occidental y Gaza se ejecutaron otros dos proyectos de asistencia técnica para el fomento de las pequeñas y medianas empresas:

Servicios de rehabilitación para personas con discapacidad

Se ejecutaron proyectos de cooperación técnica en Iraq, República Arabe Siria, la orilla occidental, Gaza y el Golfo.

En la República Arabe Siria, el proyecto promocionó la rehabilitación basada en la comunidad de las personas discapacitadas y logró avanzar de forma considerable en la consecución de sus objetivos. Se concedieron 113 préstamos a personas con discapacidad para ayudarlas a crear actividades generadoras de ingresos. Gracias a los resultados positivos de estas actividades se alcanzó un índice de amortización del 98 por ciento. En este proyecto se realizaron asimismo cinco cursos de formación destinados a ampliar los conocimientos teóricos y prácticos del personal del proyecto y los trabajadores de la comunidad. La formación versó sobre la puesta en marcha de un negocio (Start Your Business), la rehabilitación profesional y la promoción de los oficios artesanos. Se crearon seis unidades de formación profesional en tres áreas de gobernación con una capacidad de formación anual de 400 personas. Este proyecto, en cooperación con las ONG interesadas y el Gobierno, desempeñó un papel decisivo en la creación de un fondo especial de promoción del empleo para las personas con discapacidad. Se espera además que un directorio de todas las instituciones relacionadas con la discapacidad en la República Arabe Siria, realizado por el proyecto, contribuya de forma significativa a la asistencia y el apoyo que se ha de brindar a las personas discapacitadas.

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Administración del trabajo

Los esfuerzos de la OIT, en cooperación con el Programa Regional Arabe para la Administración del Trabajo (RAPLA), estuvieron dirigidos a mejorar el equipamiento de los sistemas de administración del trabajo de la región para satisfacer la necesidad expuesta por los interlocutores sociales de un mayor diálogo social y una mejor aplicación de la legislación laboral y los sistemas de protección de los trabajadores. Entre las actividades de formación llevadas a cabo en el plano nacional figuran: 

Promoción de las normas internacionales del trabajo

En el bienio 1998-1999 se intensificó en la región de los Estados árabes la labor promocional de la OIT en favor de una ratificación más amplia de los convenios fundamentales. Se organizaron servicios consultivos y reuniones técnicas en los planos regional y nacional para explicar la pertinencia y la importancia de las normas del trabajo en el proceso de desarrollo y, en especial, la trascendencia de los principios y valores de la OIT valedores del tripartismo, los derechos humanos y la democracia.

En cuanto a las normas internacionales del trabajo y los convenios fundamentales, en 1999 se organizó en la República Arabe Siria un seminario regional para promover la comprensión de los procedimientos relativos a las normas internacionales del trabajo y la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo (22). El Centro de Turín concedió becas y organizó viajes de estudios y a la sede de la OIT para funcionarios públicos y representantes de los empleadores y de los trabajadores.
 

Promoción de las normas del trabajo en la región árabe

Una de las áreas de actividad más intensa en 1998-1999 fue la de la promoción de la ratificación de las normas internacionales del trabajo, que culminó con la organización de un Seminario tripartito regional sobre la ratificación y la aplicación de los convenios internacionales del trabajo fundamentales (Damasco, mayo de 1999). La finalidad de este seminario consistía en examinar la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo y su seguimiento y estudiar las formas eficaces de aplicar los principios y derechos fundamentales, en especial los convenios fundamentales. Además brindó la oportunidad de intercambiar puntos de vista sobre las posibles actividades que permiten a los Estados Miembros consolidar sus esfuerzos en esta esfera.

El seminario resultó un éxito en lo que se refiere a favorecer la comprensión de la Declaración de la OIT y las normas internacionales del trabajo, entre ellas los convenios fundamentales, y determinar la función y la acción de la Organización. La reunión concluyó con la aceptación de varias actividades de seguimiento en los planos regional y nacional, particularmente en lo que respecta a:

  • fortalecer los programas de cooperación técnica de la OIT destinados a ampliar la capacidad de los mandantes de ratificar y aplicar las normas internacionales del trabajo;
  • aumentar el número de documentos de la OIT en árabe sobre las normas internacionales del trabajo;
  • organizar seminarios y cursos prácticos regionales y subregionales sobre las normas internacionales del trabajo, especialmente los convenios fundamentales, y
  • promover el diálogo y el debate entre la OIT y los mandantes sobre el procedimiento de ratificación y aplicación de las normas internacionales del trabajo y sobre casos específicos.

Si bien relativamente despacio, se ha ido avanzando de forma constante en la ratificación y aplicación de los convenios fundamentales de la OIT en la región. Durante el período objeto de examen, Omán y Qatar ratificaron el Convenio sobre el trabajo forzoso, 1930 (núm. 29), Bahrein ratificó el Convenio sobre la abolición del trabajo forzoso, 1957 (núm. 105), y los Emiratos Arabes Unidos, Jordania y Kuwait ratificaron el Convenio sobre la edad mínima, 1973 (núm. 138).
 

Ratificación de los ocho convenios fundamentales por los países árabes

Durante el bienio registraron su ratificación de los convenios fundamentales de la OIT los siguientes Estados Miembros árabes:

  • Convenio núm. 29: Omán y Qatar;
  • Convenio núm. 87: ninguno;
  • Convenio núm. 98: ninguno;
  • Convenio núm. 100: ninguno;
  • Convenio núm. 105: Bahrein;
  • Convenio núm. 111: ninguno;
  • Convenio núm. 138: los Emiratos Arabes Unidos, Jordania y Kuwait, y
  • Convenio núm. 182: ninguno.

Trabajo infantil

El trabajo infantil está muy extendido en la región árabe, pero raras veces reviste sus peores formas. Se prestó particular atención en la región a mantener el impulso conseguido por los esfuerzos nacionales en la eliminación del trabajo infantil. En octubre de 1999 se organizó en Jordania un seminario regional para mejorar las estrategias nacionales y analizar la situación del trabajo infantil. Se señalaron un conjunto de medidas y acciones de tipo práctico que se han de emprender contra el trabajo peligroso, las situaciones de trabajo infantil oculto (por ejemplo, en el servicio doméstico) y las situaciones que suponen explotación sexual. Entre las conclusiones de este seminario cabe citar:

En el Yemen, se presentó una propuesta de proyecto, respaldada por los tres interlocutores sociales del país, para perfeccionar conocimientos teóricos y prácticos, crear mecanismos y estructuras adecuadas, elaborar políticas y estrategias y prestar asistencia en las campañas de concienciación acerca del trabajo infantil. También se realizaron misiones en el Líbano y la República Arabe Siria para que se presentaran propuestas de proyecto encaminadas a ampliar la capacidad de las organizaciones de trabajadores para que contribuyan de forma más eficaz a los esfuerzos nacionales por erradicar el trabajo infantil.

Asistencia a las organizaciones de empleadores

La OIT siguió desplegando sus esfuerzos destinados a ayudar a las organizaciones de empleadores en el fortalecimiento de su capacidad para la participación activa en el diálogo tripartito y en la ampliación de la función del sector privado en el desarrollo económico y social. El material didáctico de la OIT sobre gestión se difundió por medio de seminarios nacionales organizados en Kuwait (poner en marcha una empresa privada), Omán (formación en el sector privado para acelerar el proceso de «omanización») y el Yemen (gestión de la calidad). También se brindó asesoramiento técnico a las organizaciones de empleadores en Qatar, Bahrein, Emiratos Arabes Unidos, Yemen, orilla occidental y Gaza para determinar las necesidades de asistencia técnica y asesorar a las organizaciones de empleadores en materias específicas. Como seguimiento a las misiones de evaluación de necesidades, se elaboraron dos proyectos de cooperación técnica para el Yemen y la orilla occidental y Gaza. La propuesta del Yemen está destinada específicamente a aumentar la capacidad de las cámaras de comercio e industria, ofrecer servicios de formación a las pequeñas empresas y crear una base de datos sobre información del mercado en la Federación de Cámaras. Otro objetivo de este proyecto consiste en favorecer la transmisión de información entre la Federación y las cámaras que la integran mediante el establecimiento de una red informática. El proyecto propuesto en la orilla occidental y Gaza tiene por objetivo rehabilitar y fortalecer pequeñas cámaras para que de este modo puedan ofrecer servicios adecuados. Está previsto efectuar estudios y encuestas sobre las actividades económicas en el área de competencia de cada cámara y llevar a cabo programas de formación que versan sobre cuestiones como las actividades y la gestión de las cámaras, la planificación empresarial, los análisis de mercado, los sistemas de información y la gestión de créditos y préstamos. En los planos regional y nacional se organizaron varios seminarios con fines formativos para consolidar la posición de los empleadores en determinados ámbitos. Se celebró una mesa redonda subregional sobre el papel innovador de las organizaciones de empleadores en la próxima era (Bahrein, 1998) en la que se abordaron las consecuencias de los cambios económicos y sociales y se señalaron elementos que han de figurar en las políticas y estrategias de los empleadores.

Fortalecimiento de las organizaciones de trabajadores

En el ámbito de las actividades sindicales, en 1999 se inició un proyecto sobre la educación de los trabajadores para reforzar la capacidad técnica de la Confederación General de Trabajadores Libaneses en su participación en el diálogo social. En los servicios consultivos y las actividades formativas se abordaron una gran variedad de cuestiones, entre otras, los principios básicos de la libertad sindical, el derecho a organizarse y la negociación colectiva, la promoción de la ratificación y aplicación de las normas fundamentales sobre derechos humanos, la mundialización y la repercusión de la privatización y la reestructuración empresarial en los trabajadores, así como la protección de los derechos de las trabajadoras, los trabajadores del sector no estructurado y los grupos vulnerables. En estrecha cooperación con la Confederación Internacional de Sindicatos Arabes (ICATU), se organizaron seis seminarios regionales en los que se trataron los temas citados. En Bahrein, Líbano, Jordania, Kuwait, República Arabe Siria y Yemen las actividades en el plano nacional se destinaron a fortalecer la capacidad de las organizaciones de trabajadores, especialmente en lo tocante a la educación de los trabajadores, la negociación colectiva y las normas internacionales del trabajo.
 

Programa especial de apoyo a los territorios árabes bajo Autoridad Palestina
y las organizaciones de empleadores y de trabajadores

En este bienio la OIT prestó asistencia y formación en la orilla occidental y Gaza en respuesta a las necesidades señaladas en el análisis de los objetivos por país en los ámbitos de:

  • la administración del trabajo;
  • los servicios de empleo;
  • la legislación laboral; la seguridad y salud en el trabajo;
  • el desarrollo de pequeñas empresas;
  • la rehabilitación y reinserción de grupos desfavorecidos:
  • creación de un centro de rehabilitación profesional y formación de su personal;
  • rehabilitación de antiguos presos políticos y discapacitados;
  • las trabajadoras.

Se elaboraron asimismo varios proyectos nuevos y en tramitación, entre ellos, uno sobre generación de empleo mediante el desarrollo de los recursos humanos en el sector de la hotelería, la restauración y el turismo.

Protección social

La mayoría de los países de la región necesitaron ampliar la capacidad de los gobiernos, así como la de las organizaciones de empleadores y de trabajadores, para examinar los planes de reforma de las pensiones. Se precisó asistencia en el fomento de la capacidad, sobre todo para diseñar sistemas de protección social adecuados y dirigidos a categorías de trabajadores más amplias, como los trabajadores migrantes, los trabajadores de los sectores agrícola y no estructurado y los ayudantes del servicio doméstico.

En febrero de 1998 se organizó en Ammán un seminario tripartito interregional sobre estrategias de protección social para los países árabes en el que se brindó asistencia a los países de la región para elaborar un planteamiento estratégico de la planificación de los sistemas nacionales de protección social. En respuesta a una de las recomendaciones de este seminario, se preparó un anteproyecto de un plan regional titulado «Desarrollo y fortalecimiento de la seguridad social y el seguro social». Esta propuesta de proyecto va encaminada a ampliar las capacidades de gestión de los establecimientos de seguridad social. Además, se brindó asesoramiento técnico al Líbano y se presentaron a las autoridades competentes propuestas y recomendaciones específicas para el desarrollo de sistemas informatizados. Se proporcionó asesoramiento técnico a Kuwait sobre un estudio actuarial.

Promoción de la seguridad y salud en el trabajo

En el período objeto de estudio se organizaron en el Líbano dos seminarios nacionales sobre medicina del trabajo y sobre formación de instructores en materia de seguridad y salud en el trabajo. Sus objetivos eran sensibilizar en el plano nacional sobre la gravedad de los accidentes, las lesiones y las enfermedades relacionadas con el trabajo y subrayar la importancia de la protección básica para todos los trabajadores de conformidad con las normas internacionales del trabajo. Se difundieron entre los mandantes de la región información y documentos técnicos de referencia con el fin de ampliar la capacidad institucional de los Estados Miembros para elaborar y aplicar programas y políticas de prevención y protección eficaces.
 

República Arabe Siria: seguridad y salud en el trabajo

En la República Arabe Siria se ejecutó un proyecto destinado a proteger la vida de 25.000 trabajadores y sus familias de los riesgos que acompañan a la agricultura, principalmente la exposición a plaguicidas y otros productos químicos, los accidentes y lesiones, los riesgos biológicos y la exposición al ruido y el calor. En este proyecto se abordan también cuestiones relativas a la protección del medio ambiente de la contaminación química. Al final del proyecto en enero de 2000, se preparó un manual en árabe sobre seguridad y salud en el trabajo agrícola que versa sobre la prevención y el control de los peligros del medio ambiente y sobre la vigilancia de la salud. Además, varios funcionarios gubernamentales obtuvieron el título de formador de instructores en materia de seguridad y salud en el trabajo y en la detección y control de los riesgos agrícolas. Se preparará asimismo material didáctico audiovisual adaptado a las características locales.

Cooperación con las organizaciones regionales y subregionales

En julio de 1999 se celebró la octava reunión del Comité mixto OIT/OAT con el fin de fortalecer el programa de actividades conjuntas con la Organización Arabe del Trabajo. Con la debida consideración a los objetivos estratégicos de la OIT, en la reunión se aceptaron varias actividades conjuntas, entre las que figuran seminarios y estudios sobre la libertad sindical, la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo, el diálogo social, las cuestiones relativas al género, la mitigación del trabajo infantil, la promoción del empleo, el desarrollo de las pequeñas empresas, la seguridad y salud en el trabajo y la seguridad social. Se aceptó asimismo intensificar la campaña conjunta en los medios de comunicación a favor de la eliminación del trabajo infantil.

Durante el período en estudio, las dos organizaciones celebraron un seminario regional sobre empleo y cambios incipientes en la región árabe (febrero de 1998) y un Seminario nacional en el Líbano sobre estadísticas de los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales (septiembre de 1999). Además, la OIT y el Instituto de la OAT de seguridad y salud en el trabajo suscribieron un acuerdo para la traducción de la publicación de la OIT titulada Ergonomic checkpoints: practical and easy-to-implement solutions for improving safety, health and working conditions. Este instituto inició las labores necesarias al respecto y está previsto publicar la versión árabe de dicho documento a primeros del año 2000.

La OIT mantuvo estrechas relaciones con otras organizaciones regionales y subregionales, como la Confederación Internacional de Sindicatos Arabes, la Unión General de Cámaras de Comercio, Industria y Agricultura de los Países Arabes, la oficina ejecutiva del Consejo de Ministros de Trabajo y Asuntos Sociales de los Estados del Consejo de Cooperación del Golfo Arabe y el Programa Arabe del Golfo para las Organizaciones de Desarrollo de las Naciones Unidas (AGFUND). 

Asia y el Pacífico

Lo primero que hay que tener en cuenta es que, como resultado de la crisis financiera en Asia oriental y sudoriental, durante el presente bienio se han producido en esta región unos cambios muy importantes. La mundialización había progresado en gran manera en los países afectados por la crisis, y ello provocó graves problemas sociales. Por consiguiente, este programa principal reorientó de forma considerable su programa de actividades, y se centró en la adopción de medidas eficaces que respondieran a las nuevas necesidades.

La duodécima Reunión Regional Asiática, celebrada en diciembre de 1997, fue el elemento rector para la formulación de una respuesta de la OIT a la crisis. A esta Reunión sucedieron una serie de reuniones regionales sobre los principales aspectos sociales y laborales de la crisis, que tuvieron lugar en el bienio 1998-1999, y que constituyeron una fuente fundamental de análisis y de orientación para la OIT. La primera de estas reuniones fue la Reunión de alto nivel sobre las respuestas sociales a la crisis financiera en los países de Asia oriental y sudoriental, que se celebró en Bangkok en abril de 1998 y que contó con la participación del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial y del Banco Asiático de Desarrollo. En esta Reunión se reafirmaron cuatro prioridades para la acción de la OIT:

Se insistió más que nunca en el desarrollo de las instituciones democráticas y se consideró el diálogo social como uno de los cuatro pilares de las actividades de la OIT. La ratificación de los siete convenios fundamentales por Indonesia, primer país de la región en ratificar dichos convenios, inició una nueva era en el ámbito de los derechos humanos en el trabajo en Asia y el Pacífico y contribuyó a ampliar el ámbito de actividades de la OIT. Asimismo, se prestó importante apoyo -- cooperación técnica, servicios de asesoramiento técnico y asistencia en la redacción de la legislación nacional pertinente -- al aplicar los convenios de la OIT.
 

Convenios fundamentales de la OIT ratificados en 1998-1999 por los países de Asia y el Pacífico

Durante el bienio los Estados Miembros de Asia y el Pacífico que se indican a continuación registraron su ratificación de los siguientes convenios fundamentales de la OIT:

  • Convenio núm. 29: ninguno;
  • Convenio núm. 87: Camboya e Indonesia;
  • Convenio núm. 98: Camboya;
  • Convenio núm. 100: Bangladesh, Camboya y Tailandia;
  • Convenio núm. 105: Camboya e Indonesia
  • Convenio núm. 111: Camboya, República de Corea, Indonesia y Sri Lanka;
  • Convenio núm. 138: Camboya, República de Corea, China, Filipinas e Indonesia, y
  • Convenio núm. 182: ninguno.

Indonesia y Camboya han ratificado actualmente siete de los convenios fundamentales.

Como se ha dicho antes, la región de Asia y el Pacífico ha alcanzado una importante flexibilidad para responder a las nuevas necesidades. Las lecciones aprendidas de la crisis financiera han contribuido a dar una respuesta pronta a las necesidades urgentes que se pusieron de manifiesto en Camboya y en Timor Oriental.

Camboya llegó a una reconciliación política a principios de 1999, y el nuevo Gobierno ha logrado algunos progresos en el ámbito de los derechos de los trabajadores. A fin de prestar los servicios adecuados de la OIT y de mantener relaciones estrechas, se destinó a un representante de la OIT a Camboya durante un período de cuatro meses. Sin duda, esta iniciativa aumentó la interacción entre la Oficina y los mandantes tripartitos, en particular el Gobierno.

Respecto a Timor Oriental, entre las medidas iniciales que se adoptaron inmediatamente después de que el país obtuviera su independencia de Indonesia figuran el envío de misiones sobre el terreno para determinar la ayuda humanitaria que debería prestar la OIT y las necesidades de desarrollo, establecer un grupo de trabajo regional y destinar a un representante de la OIT a Timor Oriental. El centro de atención de la OIT se ha orientado gradualmente hacia la asistencia en el proceso de reconstrucción del país.
 

Respuesta a la crisis en Timor Oriental

Hacia finales de 1999, la Oficina Regional fue la principal responsable de la puesta en marcha de una serie de actividades destinadas a prestar asistencia a Timor Oriental. Tras una rápida misión de evaluación a Timor Oriental por invitación de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH) y del PNUD, se constituyó un Grupo de Trabajo a nivel regional con el objetivo de prestar asistencia al programa de la OIT propuesto para Timor Oriental, que comprendía diversas propuestas de proyecto en el ámbito del empleo. Dado que la misión inicial había señalado la necesidad de una presencia de la OIT en Timor Oriental, se adscribió con carácter temporal a un representante de la OIT a Darwin como punto de contacto de la OIT para la Misión de las Naciones Unidas en Timor Oriental, para otros organismos de las Naciones Unidas, donantes y demás instituciones. Esta iniciativa está directamente vinculada con el programa InFocus sobre respuesta a las crisis y reconstrucción, que será totalmente operativo en el bienio 2000-2001. Se espera que esta iniciativa regional dará lugar a un amplio programa de apoyo en los ámbitos de los servicios de empleo, formación de las capacidades, creación de pequeñas empresas y desarrollo de la infraestructura con alto coeficiente de mano de obra.

Otro elemento importante de las actividades de la OIT en la región fueron las reuniones regionales. Estas reuniones se organizaron con el objetivo de proporcionar una contribución regional a los programas mundiales y apoyar las actividades de los países en ámbitos prioritarios. Hubo una importante interacción entre la serie de reuniones tripartitas regionales organizadas por la Oficina Regional con la colaboración de las Oficinas para las Actividades de los Empleadores y de los Trabajadores y los departamentos técnicos de la sede, y los proyectos operacionales de la OIT y los servicios de asesoramiento técnico prestados a los países afectados por la crisis. Las reuniones tripartitas regionales establecieron una dinámica de debate y un consenso sobre formas de actuación futuras para los ministerios de trabajo y las organizaciones de empleadores y de trabajadores en los países afectados por la crisis, determinaron los aspectos regionales en los que se podía intervenir y configuraron el programa global de actividades de la OIT. La participación activa en estas reuniones de los representantes del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial y del Banco Asiático de Desarrollo fue un elemento importante que influyó en los resultados de dichas reuniones. Los temas tratados fueron los siguientes: 

Otro principio rector y fuente de interacción entre los Miembros de la OIT en la región y su programa de actividades en cada país han sido las reuniones tripartitas regionales que se celebraron como seguimiento de las conferencias mundiales. Si bien estas reuniones trataron de cuestiones pertinentes para todos los Estados Miembros de la OIT en Asia y el Pacífico, estuvieron inevitablemente influidas por el debate abierto por la crisis financiera asiática. La Consulta regional asiática sobre el seguimiento de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social contó con la participación de los planificadores del empleo así como con los mandantes de la OIT (23). Tras esta Consulta tuvo lugar una Mesa redonda tripartita sobre asociaciones de colaboración entre la empresa y la sociedad y la Consulta regional asiática sobre el seguimiento de la Plataforma de Acción de Beijing. Esto se complementó con reuniones regionales específicas sobre importantes acontecimientos en la OIT, tales como los dos coloquios regionales celebrados en 1998-1999 sobre las peores formas de trabajo infantil. Se convocaron a las organizaciones de empleadores y de trabajadores a una serie de reuniones y cursos prácticos para tratar cuestiones específicas pertinentes, normalmente organizadas a nivel subregional.

Si bien el conjunto de reuniones tripartitas regionales que tuvieron lugar durante el bienio orientaron y configuraron la respuesta de la OIT a la crisis financiera asiática, los programas que la OIT llevó a cabo a nivel nacional estuvieron también sujetos a una continua verificación. En las dos reuniones del Consejo de Administración, en noviembre de 1998 y en marzo de 1999, se examinó el papel de la OIT en la asistencia a sus Miembros para sentar las bases para un desarrollo equitativo y sostenible, y para establecer políticas sociales tras la crisis financiera asiática.

Una evolución importante que se observa en la región es la mayor interacción con las instituciones de Bretton Woods y el Banco Asiático de Desarrollo, a los que se invita sistemáticamente a importantes reuniones, conducentes a un mayor diálogo con los mandantes de la OIT. Asimismo, se examinó el progreso en la relación entre la función y la labor de la OIT con la del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Asiático de Desarrollo, y las formas en que la OIT puede ayudar a sus interlocutores sociales y a los ministerios de trabajo a desempeñar un papel más influyente en el replanteamiento de la vertiente social del desarrollo económico.

Protección de los trabajadores

Seguridad social

El brusco descenso del crecimiento económico a un aumento del desempleo y de la pobreza ha afectado profundamente a las instituciones sociales y políticas en Asia oriental y sudoriental. La labor que se ha llevado a cabo con miras a la recuperación económica y a la reparación de los daños sociales ha sido enorme, pero los efectos sociales negativos en la fuerza de trabajo y los sectores vulnerables de la sociedad perdurarán por algún tiempo. El nivel de asistencia para reconstruir las instituciones sociales y económicas requería una amplia variedad de asistencia y alianzas, y los gobiernos de los países afectados sólo han tratado algunas de las cuestiones y problemas que hicieron que la fuerza de trabajo fuese tan vulnerable durante la crisis. La crisis ha puesto de relieve la importancia de la calidad del gobierno y de las instituciones democráticas como salvaguardia de los derechos humanos. En la República de Corea, la crisis económica ha redundado de hecho en una mayor apertura política y una ampliación de las libertades sindicales, lo que ha supuesto un cierto avance por el camino de la democracia. La OIT prestó asistencia a la Federación Coreana de Sindicatos en su análisis de los efectos de la crisis financiera en los trabajadores coreanos y en su preparación de una respuesta de política sindical y de orientaciones estratégicas. La OIT organizó un seminario con las confederaciones sindicales de Corea (FKTU y KCTU) sobre normas internacionales de trabajo y legislación del trabajo relativa a las trabajadoras, destinado a incrementar la sensibilización entre las dirigentes sindicales principales sobre las estrategias para luchar contra la discriminación y promover los derechos sindicales en el contexto de la crisis.

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Fortalecimiento del Ministerio de Trabajo de la República de Corea

En sus esfuerzos por prestar asistencia al Ministerio del Trabajo de la República de Corea, la OIT se centró en la formulación de sistemas que redundaran en beneficio del mayor porcentaje posible de la fuerza de trabajo y que tomaran en cuenta las circunstancias nacionales en lo que respecta a los centros de empleo y la importancia del empleo dual. A mediados de 1998 la OIT envió una misión de asistencia técnica de alto nivel a la República de Corea por invitación del Ministro del Trabajo, con el fin de examinar el mercado de trabajo y las diversas medidas políticas y programáticas que el Gobierno había propuesto en relación con el seguro de desempleo, la formación profesional y los servicios de empleo. Se organizan viajes de estudio internacionales, pasantías de investigación y cursos técnicos para los funcionarios del Ministerio del Trabajo, por ejemplo, para observar servicios de empleo tipo en otros países. En cuanto a hacer más eficaces los programas de readaptación profesional de la República de Corea, se ha prestado asesoramiento normativo específico sobre la metodología para evaluar la readaptación profesional y crear un nuevo modelo de evaluación, y al mismo tiempo se ha ofrecido la posibilidad de mostrar a los funcionarios las mejores prácticas que se aplican en otros países.

En países como Tailandia, la necesidad de un mecanismo institucional que coordine la formulación de políticas sociales, en especial en relación con la seguridad social y las políticas de asistencia social, se hace sentir más que nunca. Siguiendo las recomendaciones de la OIT, el sistema tailandés de protección social se está ampliando para abarcar a los jubilados y a los trabajadores del sector informal. Se está revisando el programa de protección de la administración pública para promover la movilidad del sector público al sector privado en el contexto de la reforma de la administración pública de Tailandia. Tailandia está considerando la posibilidad de aplicar un seguro de desempleo, reconociendo que ésta es una prioridad junto con servicios eficaces de búsqueda de empleo y de colocación. El estudio de viabilidad que se llevó a cabo en Tailandia a mediados de 1998 reveló que estos programas podían mantenerse a bajo costo. La protección social constituye también un elemento fundamental de los salarios mínimos. Como parte de la asistencia prestada por el Banco Asiático de Desarrollo a Tailandia, se concedió un préstamo para el sector social cuyo desembolso estaría condicionado a una revisión de la política salarial por el Gobierno. Se solicitó el asesoramiento de la OIT y se formularon 14 recomendaciones en materia de políticas, la mayor parte de las cuales fueron suscritas por el Ministerio de Trabajo y Bienestar Social, tras haber sido examinadas por diversos comités y por un seminario tripartito. Asimismo, se llevó a cabo una amplia evaluación del trabajo infantil a raíz de los efectos de la crisis financiera y el informe se publicó en 1999.

En la República Democrática Popular Lao se prestó apoyo al Gobierno en sus esfuerzos por establecer, con la participación activa de los interlocutores sociales, un sistema moderno de la seguridad social que prevé la protección efectiva de los trabajadores en los sectores público y privado. Se lograron importantes progresos, especialmente en la conclusión de un proyecto de decreto sobre la seguridad social para los trabajadores en el sector privado.

Trabajo infantil

En países como Indonesia, Filipinas y Tailandia, el trabajo infantil parecía haber disminuido al mismo tiempo que había aumentado la renta per cápita, había disminuido el tamaño de las familias y la educación resultó más accesible a todos. La crisis financiera y la recesión económica produjo de nuevo un importante aumento de la pobreza al aumentar también el desempleo. Se introdujeron recortes en los programas sociales junto con los programas de ajuste estructural. Las empresas del sector formal fueron reemplazadas a veces por empresas del sector informal, en donde se podía emplear mano de obra infantil. La OIT realizó investigaciones en los países afectados por la crisis. Aunque los indicadores macroeconómicos apuntan a una recuperación, siguen persistiendo las consecuencias sociales resultantes de la contracción económica. Los niños que ya trabajaban antes de la crisis se enfrentan a un deterioro de las condiciones de trabajo y a una mayor explotación, especialmente los niños víctimas de tráfico. Hay indicios de que están aumentando algunas de las peores formas de trabajo infantil, tales como los niños utilizados en el tráfico de drogas o en la pornografía y demás actividades ilegales.

Pese a estos inconvenientes, existen también elementos positivos. Los países en transición de una economía centralmente planificada a una economía de mercado han reconocido abiertamente la necesidad de abordar la mayor vulnerabilidad de los niños durante la transición de sus economías. El número creciente de memorandos de entendimiento (República Democrática Popular Lao y Mongolia) y los planes nacionales de acción nacional (Viet Nam) con el Programa Internacional de la OIT para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC) son prueba de ello. Durante el bienio, Camboya, China, República de Corea, Filipinas e Indonesia ratificaron el Convenio sobre la edad mínima, 1973 (núm. 138) y se espera que Mongolia y Tailandia procederán pronto a su ratificación. Filipinas e Indonesia expresaron su intención de ratificar en fecha próxima el Convenio sobre las peores formas de trabajo infantil, 1999 (núm. 182). Camboya ha formulado un plan quinquenal contra la explotación sexual de los niños, y Tailandia ha establecido un grupo de trabajo para luchar contra el tráfico de niños. En Asia sudoriental, un sector muy amplio de la opinión pública está en contra del trabajo infantil a pesar de la recesión económica, y según la OIT hay un creciente interés de los donantes por eliminar el tráfico de niños, la prostitución y la pornografía infantiles, la migración ilegal y el trabajo infantil en el turismo y en las industrias manufactureras orientadas a la exportación, especialmente cuando existe una dimensión transnacional (subregional). Es posible adoptar medidas enérgicas a nivel subregional para eliminar las peores formas de trabajo infantil, y cada vez es más importante la coordinación y el establecimiento de redes con otros organismos internacionales. El IPEC, el UNICEF y varias organizaciones no gubernamentales de nivel internacional han formado un grupo de trabajo regional para la erradicación del trabajo infantil que está obteniendo excelentes resultados en cuanto a la formulación de estrategias de información y metodologías de investigación. La creación de redes y las asociaciones son esenciales y dada la magnitud del problema del trabajo infantil también lo es el establecimiento de una amplia alianza de socios. El IPEC forma parte de una iniciativa interinstitucional de las Naciones Unidas contra el tráfico de niños y de mujeres en la subregión del Mekong y coordina las actividades en Tailandia (24).

La participación de los socios tripartitos de la OIT en la alianza contra el trabajo infantil mejoró en cierto grado pero todavía tiene que reforzarse más. En septiembre de 1999 se celebró en Tailandia una reunión tripartita regional sobre las peores formas de trabajo infantil, patrocinada por el Japón. Este acontecimiento marcó el inicio de la campaña de la OIT para la ratificación del nuevo Convenio núm. 182. La reunión tripartita determinó ciertos ámbitos de capital importancia para la elaboración de un programa de acción en cada país que acompañe a la ratificación del Convenio.
 

Reunión regional asiática sobre las peores formas de trabajo infantil
(Phuket, 8-10 de septiembre de 1999)

Entre las medidas propuestas en el conjunto de declaraciones de entendimiento común que se convinieron en esta Reunión y que servirán de orientación para las actividades futuras de la OIT en la región cabe citar la modificación de la legislación nacional, los programas destinados a generar ingresos y la declaración de determinados ámbitos como esferas en donde «no se utiliza mano de obra infantil». Las declaraciones se refieren a cuatro esferas de acción:

  • análisis de la situación y supervisión;
  • legislación y aplicación;
  • programas de acción para la prevención, para librar a los niños del trabajo y para asegurar su rehabilitación, y
  • cooperación internacional.

El entendimiento común también propugna la adopción de medidas para fortalecer la educación y alienta a los padres a que envíen a sus hijos a la escuela; la formación profesional y los programas de generación de ingresos para los padres; una campaña de sensibilización; el establecimiento de centros de información; el intercambio de experiencias y de las mejores prácticas; y la adopción de medidas para resolver los problemas de la deuda en casos de trabajo infantil que revistan la forma de servidumbre por deudas.

Seguridad y salud en el trabajo

Los importantes cambios económicos resultantes de la mundialización y de la evolución tecnológica en la región de Asia y el Pacífico han tenido una incidencia directa en las condiciones de trabajo y en la seguridad y salud de los trabajadores. Hay nuevos peligros y mayores riesgos de sufrir accidentes y enfermedades, agravados por los efectos de la crisis financiera. La función de la OIT es promover la capacidad nacional para lograr mejores servicios de seguridad y salud en el trabajo, mejores mecanismos nacionales para determinar las enfermedades profesionales y mejores políticas y prácticas para reducir el número de accidentes en el trabajo.
 

Fortalecimiento de las estructuras de seguridad y salud en el trabajo

La asistencia prestada por la OIT a través del Programa mundial sobre seguridad y salud en el trabajo y el medio ambiente contribuyó a fortalecer las estructuras de seguridad y salud en el trabajo en una serie de países durante el bienio, entre otros:

  • China, donde se elaboró un registro nacional de sustancias químicas, se formó a funcionarios y representantes de los empleadores y de los trabajadores en materia de seguridad química, se organizó un concurso a nivel nacional sobre seguridad química que contó con 600.000 participantes y se llevó a cabo una campaña de prevención de neumoconiosis, basada en la formulación de directrices, en la preparación de material didáctico y en la formación de 100 técnicos de las minas de carbón de propiedad estatal;
  • Nepal, donde se estableció y habilitó un centro nacional para la seguridad y salud en el trabajo, se proporcionó amplia formación a los especialistas locales y a los representantes de los empleadores y de los trabajadores, y se facilitó material didáctico en el idioma nacional;
  • Pakistán, donde se reforzó el centro Lahore para la seguridad y salud en el trabajo a través de la compra de una unidad de formación móvil, que proporcionó muchos cursos de formación y talleres sobre el terreno, y se facilitaron manuales de formación e información en materia de seguridad en lengua urdu;
  • Viet Nam, donde se elaboraron programas nacionales en materia de seguridad y salud en el trabajo, se establecieron estructuras para la seguridad y salud en el trabajo en las industrias de la pesca y de la construcción, se proporcionó formación y se facilitó material didáctico y de información en vietnamita.

Un importante logro del programa de la OIT en China ha sido el papel positivo desempeñado en la promoción de la seguridad y salud en el trabajo. Las actividades se centraron en la seguridad de las sustancias químicas, la prevención de importantes riesgos industriales y la prevención de la neumoconiosis y la seguridad y salud en el trabajo en las pequeñas minas de carbón dirigidas por municipios y aldeas. A fin de establecer un sistema nacional para la seguridad química, se formuló y promulgó un reglamento sobre seguridad en la utilización de sustancias químicas en el trabajo; se revisaron tres normas nacionales en materia de seguridad química y se publicó un manual sobre seguridad química para instructores. El objetivo era asistir a China en la aplicación del Convenio sobre los productos químicos, 1990 (núm. 170). Se organizó un concurso de gran alcance sobre conocimientos en materia de seguridad química. Un aspecto importante fue la cooperación tripartita: ACFTU y CEDA copatrocinaron cursos prácticos en materia de seguridad química junto con la Comisión Estatal Económica y de Comercio de China. Se estableció un centro nacional para el registro de las sustancias químicas, y China está participando activamente en la cooperación internacional en relación con el Sistema Mundialmente Armonizado para la Clasificación y Etiquetado de Sustancias Químicas. En noviembre de 1999 se celebró en Shangai una Conferencia internacional sobre seguridad química, y la OIT fue uno de los patrocinadores. La Oficina de Seguridad en el Trabajo de la Comisión Estatal Económica y de Comercio expresó su agradecimiento por la asistencia prestada al programa del Gobierno sobre seguridad en el trabajo y solicitó a la OIT que realizara una evaluación del programa hasta la fecha y que prestara asistencia para mejorar la aplicación del Convenio sobre los productos químicos y la formación de inspectores estatales de seguridad.

En Filipinas, con la asistencia técnica de la OIT, se desarrollaron nuevos instrumentos para medir las consecuencias específicas de las mejores condiciones de trabajo en la salud de los trabajadores. Esto formó parte de un esfuerzo sostenido de promoción destinado a convencer a los pequeños empresarios de los beneficios que reportan las mejoras voluntarias en las condiciones de trabajo y promover la metodología del Programa de la OIT sobre las mejoras del trabajo en las pequeñas empresas (WISE). Se emprendió esta nueva actividad en el marco de un compromiso nacional permanente de aplicar el programa WISE y de orientar, en consecuencia, la inspección del trabajo. En el mismo país, se introdujo un enfoque simple y práctico para promover mejoras en las condiciones de vida y de trabajo para los pequeños agricultores. Se produjeron mejoras como resultado de la aplicación de la metodología al hacer participar a las unidades familiares de agricultores. El Gobierno apoyó firmemente este enfoque, en consonancia con su objetivo de mejorar el nivel de vida de la población rural pobre (25).

Empleo y reducción de la pobreza

Las actividades de la OIT en este ámbito se rigieron principalmente por cuatro factores:

Se convocó una importante reunión tripartita regional para discutir las consecuencias sociales de la crisis, a raíz de la cual se adoptaron algunas iniciativas para asistir a los países afectados en ámbitos tales como la formulación de políticas activas de mercado de trabajo, el fortalecimiento de los servicios de empleo, asesoramiento sobre políticas salariales y competitividad, fomento de la empresa y creación de empleo utilizando enfoques basados en la mano de obra. Se informó al Consejo de Administración sobre la acción de la OIT en su reunión de marzo de 1999. Se prestó importante apoyo a los países en la región para formular y evaluar políticas de empleo a través de una Consulta regional sobre el seguimiento de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social y las evaluaciones de la política de empleo en el plano nacional para Pakistán y Tailandia.

Se llevó a cabo un estudio especial sobre los efectos de la crisis económica de Indonesia en el empleo, tras el cual se envió una misión para una estrategia del empleo multisectorial, la cual elaboró un amplio informe y un programa de acción. Bajo el título «Transición de la crisis a la reconstrucción», se agruparon un conjunto de directrices políticas y programas de acción para la creación de empleo y la reducción del desempleo, a fin de asistir al país a sentar las bases para el crecimiento económico sostenible y equitativo. Las directrices de política tuvieron en cuenta los requisitos de las medidas de reforma prescritas por el Fondo Monetario Internacional y las necesidades más acuciantes de una red de la seguridad social que comprenda la seguridad alimentaria, la protección del medio ambiente y un fondo de ayuda social. Uno de los resultados de las actividades de la OIT consistió en la publicación de un informe, financiado por el PNUD bajo el título Employment challenges of the indonesian economic crisis, que dio lugar a importantes debates con el Banco Mundial y el Banco Asiático de Desarrollo. Las consecuencias de este informe en la política y programas nacionales se dejaron sentir ampliamente. Asimismo sentó las bases para la movilización de recursos adicionales para proyectos de empleo y de reducción de la pobreza, y para reorientar otros proyectos de cooperación técnica en curso tales como el programa multilateral OIT/Japón sobre la expansión de las oportunidades de empleo para las mujeres en Indonesia. El programa OIT/Japón contribuye a mejorar la situación socioeconómica general de las trabajadoras mediante programas de acción a nivel local para la potenciación de las mujeres; asimismo el programa se propone incrementar la capacidad nacional mediante el establecimiento de un comité directivo para la expansión de las oportunidades de empleo para las mujeres desempleadas y subempleadas en zonas rurales y urbanas. Por último, a mediados de 1999 la OIT envió una misión para una estrategia general de empleo a fin de apoyar una recuperación económica basada en la creación de empleo en Indonesia. Las recomendaciones preliminares de esta misión fueron aceptadas en principio por el Gobierno.

En el Pakistán, la OIT contribuyó de forma considerable al Noveno Plan al prestar asistencia en la elaboración del capítulo sobre el empleo y el desarrollo de los recursos humanos.

El programa ASIST-Asia Pacífico (ASIST-AP), que se empezó a aplicar en la región en mayo de 1998, ha supuesto para la OIT una oportunidad excepcional para promover los programas con alto coeficiente de empleos como poderosos instrumentos para generar de empleo a través de la utilización de políticas y prácticas de inversión basadas en la mano de obra para la planificación, el desarrollo y el mantenimiento de la infraestructura. El programa inició programas de apoyo para la creación de empleo a corto y largo plazo en Filipinas, Indonesia y Tailandia y prestó asistencia técnica a los proyectos existentes de tecnología con un alto coeficiente de mano de obra en Camboya y Nepal. En Filipinas, Indonesia y República Democrática Popular Lao, ASIST-AP apoya los proyectos de planificación del desarrollo a nivel local. Las actividades de la OIT sobre directrices de política y programas de acción para la creación de empleo obtuvieron también recursos de AusAID para los servicios de asesoramiento de la OIT en materia de gestión efectiva que han de prestarse para los programas con alto coeficiente de mano de obra sufragados con arreglo al plan de ajuste de la red de la seguridad social del Banco Mundial para Indonesia, con el respaldo de ASIST-AP.
  

El Programa ASIST-AP

Tras un curso tripartito a nivel nacional, organizado por ASIST-Asia Pacífico en Filipinas para debatir una mejor y más amplia utilización de la tecnología basada en la mano de obra en el sector de la infraestructura y de la construcción, el Presidente Estrada aprobó un decreto-ley para hacer que la tecnología basada en la mano de obra y asistida por equipo fuera la principal tecnología del país. Se constituyó un comité especial ministerial de supervisión para la realización de los nuevos objetivos de creación de empleo, mediante el cual se podrían crear hasta 200.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en tres departamentos del Gobierno.

Se prestaron servicios de asesoramiento a China sobre políticas activas de mercado del trabajo para la reintegración en el empleo de los trabajadores despedidos. En lo que respecta a los trabajadores migrantes, las actividades se centraron en los servicios de asesoramiento y en la acción en pro de la protección de los trabajadores migrantes en situación regular e irregular, en particular de las consecuencias adversas de la crisis económica, y en la promoción de los convenios de la OIT (26). En Indonesia, el Ministerio de Recursos Humanos redactó una ley sobre trabajadores migrantes, que fue objeto de diversos comentarios por parte de la OIT. Se prevé que dicha ley se someterá al Parlamento durante el primer semestre de 2000.

Asimismo, la OIT prestó apoyo concreto a una serie de países para mejorar las estadísticas laborales y la información relativa al mercado de trabajo. La atención se centró en mejorar la capacidad de los interlocutores sociales para controlar, analizar y formular políticas y programas de empleo y de mercado de trabajo para los desempleados y los grupos vulnerables. Se mejoraron los sistemas de estadísticas del trabajo en Camboya, China, Mongolia, Nepal, Sri Lanka, Tailandia y Viet Nam a través de los servicios de asesoramiento técnico y los cursos de formación. Las estadísticas mejoradas facilitarán la formulación y supervisión de las políticas y estrategias para el empleo y el desarrollo de los recursos humanos. Se reforzaron las estadísticas presentadas por los grupos de empleadores en Malasia y por los grupos de trabajadores en China. Una importante actividad fue la realización de la primera encuesta sobre la fuerza de trabajo de Nepal, que se espera proporcionará datos esenciales que se necesitaban desde hace mucho tiempo sobre el empleo (incluido el empleo en el sector informal y el empleo de las mujeres y niños), el subempleo y el desempleo.

Desarrollo de los recursos humanos

La crisis financiera y económica y sus efectos en el mercado de trabajo destacaron la importancia de un sistema nacional de formación eficaz para incrementar las oportunidades de empleo de las personas en busca de empleo. Una reunión regional sobre el desarrollo de los recursos humanos celebrada a mediados de 1999 brindó la oportunidad de volver a examinar la situación y las orientaciones en materia de política (27). En Indonesia, la OIT prestó asistencia con miras a formular una estrategia para mejorar el funcionamiento del Consejo Nacional de Formación y la eficacia del sistema de certificación y control de las capacidades. Se prestó asistencia al Organismo de Educación Técnica y Desarrollo de las calificaciones profesionales de Filipinas para revisar su sistema de planificación de políticas y de aplicación de programas. Este proceso resultó en la determinación de dos ámbitos prioritarios para la cooperación futura: formular estrategias para financiar el sistema de formación a largo plazo y mejorar la eficacia de las normas sobre las capacitaciones y los procedimientos de certificación. En Tailandia, la OIT contribuyó junto con el Banco Mundial a las labores preparatorias del proyecto de ley de formación y educación profesional.

En Pakistán, la asistencia de la OIT revistió la forma de cursos prácticos y servicios de asesoramiento, por ejemplo sobre la función de los consejos para el desarrollo de las calificaciones profesionales en la promoción del empleo y de la formación. Se prestó asesoramiento específico en el ámbito de la financiación de la formación y en el papel de los socios tripartitos en la generación de empleo mediante el desarrollo de las capacitaciones. Se adoptaron las recomendaciones de la OIT como directrices para la financiación y el establecimiento de asociaciones entre el Gobierno y las empresas para la aplicación exitosa de los programas de formación. En Sri Lanka, la asistencia prestada por la OIT en el marco de un proyecto de control y formación profesional reforzó la capacidad técnica de varios organismos nacionales de formación, incluidas las instituciones gubernamentales.

Un informe de asesoramiento técnico sobre las políticas y programas de desarrollo de recursos humanos servirá de base al Gobierno de Mongolia para decidir sobre su futura orientación e inversión en el ámbito del desarrollo de los recursos humanos y de la formación. En China, las conclusiones de un seminario sobre el sistema de preparación de la mano de obra, que incluyó información de la OIT sobre el empleo de los jóvenes y programas de formación en economías de mercado y tendencias de la formación/desarrollo de los recursos humanos en las economías de mercado, contribuyeron a la modificación de los programas piloto que se estaban aplicando para jóvenes.

A nivel regional, se elaboró un nuevo modelo de normas sobre las capacitaciones con arreglo al proyecto para Asia y el Pacífico de desarrollo de las calificaciones profesionales. Se espera que esta labor tenga una importante incidencia en los enfoques nacionales respecto del reconocimiento, control y certificación de calificaciones.

Trabajadoras

Un importante inconveniente que se planteó al tratar de integrar las cuestiones de género en las iniciativas de la OIT en la región fue la falta de especialistas en cuestiones de género que se deja sentir desde principios de 1997. Sin embargo, a finales del bienio, se ocupó el puesto en el equipo multidisciplinario en Bangkok y dos nuevos puestos en los equipos multidisciplinarios de Asia meridional y Asia sudoriental. Se llevaron a cabo importantes actividades a través de una serie de programas regionales de cooperación técnica y mediante la organización de estudios y reuniones técnicas (28). En Indonesia y Nepal se ha estado aplicando un programa regional de la OIT sobre la expansión de las oportunidades de empleo para las mujeres, concebido como seguimiento de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, con miras a reforzar los esfuerzos nacionales encaminados a reducir la pobreza a través de una mejora de la situación económica y social de las mujeres y de la promoción de la igualdad de género. El programa tiene un enfoque tridimensional que combina la acción a nivel comunitario para la potenciación social y económica de las mujeres en las zonas rurales y en el sector informal con el desarrollo de la capacidad de las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales y con la reforma en materia de políticas. Un proyecto interregional sobre formación y divulgación de información sobre los derechos de las trabajadoras se centró en incrementar la capacidad de los mandantes de la OIT para promover la situación de las trabajadoras en Viet Nam, y un proyecto regional hizo tomar conciencia a los sindicatos de la importancia de promover la igualdad de género y de eliminar el trabajo infantil en Indonesia, Tailandia y Viet Nam. Al empezar a manifestarse los efectos de la crisis asiática en la región, la OIT apoyó a un instituto regional de investigación y a las universidades nacionales para llevar a cabo un estudio sobre las consecuencias de la crisis en las relaciones de género y en las trabajadoras en los cinco países más afectados. Entre otras iniciativas destaca la asistencia técnica prestada a diversos países para promover la aplicación del Convenio sobre igualdad de remuneración, 1951 (núm. 100) y el fortalecimiento de la capacidad para la incorporación de las cuestiones de género en las políticas y programas de los mandantes de la OIT. Se celebró una Consulta Regional Asiática sobre el seguimiento de la Plataforma de Acción de Beijing: cuestiones de género y cuestiones relativas a la mujer en el mundo del trabajo, en el último semestre de 1999, para sensibilizar a los mandantes de la OIT sobre la necesidad de promover la igualdad de género en el trabajo.

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Consulta Regional Asiática sobre el seguimiento de la Plataforma de Acción de Beijing: cuestiones de género
y cuestiones relativas a la mujer en el mundo del trabajo: progresos y retos para el futuro

(Manila, 6-8 de octubre de 1999)

En la Reunión se llegó a un acuerdo sobre una serie de cuestiones relativas a la promoción de la igualdad de oportunidades de empleo para las mujeres y a los derechos de las mujeres en el mundo del trabajo. En una declaración de entendimiento común se hizo un llamamiento a la OIT para que:

  • imparta formación encaminada a concienciar a su personal y mandantes sobre las cuestiones de género;
  • haga participar a más mujeres en las fases de planificación, aplicación, control y evaluación de los proyectos de cooperación técnica;
  • incremente la participación de las mujeres en sus actividades y mejorara el equilibrio entre hombres y mujeres del personal de la organización, y procurara persuadir a los mandantes de que debería haber una mayor proporción de mujeres entre los delegados de la OIT;
  • establezca un banco de datos desglosados por géneros, y distribuyera información pertinente en materia de género;
  • asista a los países a llevar a cabo análisis basados en el género y estableciera programas de formación sobre cuestiones de género en diversos sectores de la economía, incluidas las formas de empleo no tradicionales;
  • contribuya a establecer un sistema de evaluación monetaria de labores no retribuidas como las tareas domésticas;
  • lleve a cabo análisis de las consecuencias económicas de las normas internacionales del trabajo relativas a las mujeres trabajadoras, como por ejemplo las prestaciones de maternidad;
  • comparta y distribuya ampliamente informaciones sobre las mejores prácticas para alcanzar la igualdad de género en el trabajo.
Fomento de la pequeña empresa

Dada la creciente importancia de las pequeñas empresas y de las microempresas y del empleo independiente para la creación de empleo, la OIT llevó a cabo varias actividades: formación de funcionarios gubernamentales en la gestión de programas de apoyo para las pequeñas empresas, la promoción de la utilización del material de Inicie y Mejore su Negocio (SIYB) en China, Tailandia y Viet Nam y servicios de asesoramiento sobre el establecimiento de un marco normativo propicio. En Tailandia se impartió formación a funcionarios del Ministerio de Trabajo y Bienestar Social en la gestión de programas de apoyo para las pequeñas empresas y las microempresas. En Camboya la OIT está a punto de concluir un proyecto para el desarrollo de las pequeñas empresas y de las microempresas y para la reducción de la pobreza, que proporcionará al Gobierno y a otros agentes importantes recomendaciones sobre políticas para mejorar las posibilidades de generación de empleo del sector de las pequeñas empresas y de las microempresas. La popularidad y éxito del programa Inicie y Mejore su Negocio se refleja en la continua demanda por parte de los mandantes para que se adapten y traduzcan los materiales de dicho programa (Tailandia) y para que se utilicen en los cursos de formación (China) y en los proyectos (Viet Nam). En la República Democrática Popular Lao y en Viet Nam la asistencia que se prestó a los interlocutores sociales se centró principalmente en el desarrollo de la capacidad empresarial de las mujeres. Las conclusiones de la reciente Mesa redonda regional de la OIT para Asia y el Pacífico sobre la función de las asociaciones de colaboración entre la empresa y la sociedad puso una vez más de relieve el interés de los mandantes por crear un marco normativo adecuado para aprovechar las posibilidades de empleo que ofrecen las pequeñas empresas.

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Cuestiones relativas a la discapacidad

La promoción del empleo para las personas discapacitadas en busca de empleo es una cuestión de capital importancia para los países de la región de Asia y el Pacífico, como se desprende claramente de los Objetivos de Acción del Decenio para los Impedidos de Asia y el Pacífico, 1993-2002. La OIT ha contribuido a este objetivo a través de un programa regional para promover los servicios de empleo para las personas discapacitadas. Sobre la base de un proyecto experimental llevado a cabo en el bienio 1996-1997 en el que se elaboraron y pusieron a prueba directrices para la colocación de trabajadores en cuatro países (China, Malasia, Tailandia y Viet Nam), el programa comprendió una serie de cursos prácticos de formación de instructores para desarrollar la capacidad de estos países para formar a funcionarios encargados de la colocación que contribuyeran a encontrar empleo para las personas discapacitadas. Además, se celebró en Singapur una consulta técnica sobre la creación de un servicio eficaz de colocación para las personas discapacitadas (Developing an effective placement service for people with disabilities), para los representantes de los servicios de empleo y las organizaciones no gubernamentales correspondientes de ocho países de la región. Esta consulta técnica dio lugar a varias iniciativas prácticas en los países participantes, entre otras, a un coloquio para empleadores en Indonesia que recibió el apoyo de la OIT, en donde el Ministerio de Recursos Humanos, en colaboración con el Ministerio de Asuntos Sociales, trataron de obtener la cooperación de los empleadores en la aplicación de la política del Gobierno de promoción del empleo para las personas discapacitadas. La OIT ha prestado también asistencia técnica para reforzar los servicios de empleo para las personas discapacitadas en Camboya, Indonesia y Tailandia y para formular un plan estratégico de acción destinado a fomentar los servicios de empleo de este grupo específico.

En Camboya se ha ensayado un enfoque innovador para promover el acceso de las personas con discapacidades a la formación profesional corriente, en el marco del proyecto OIT/Japón para el fortalecimiento de la administración del trabajo con vistas a la promoción del empleo y el desarrollo de los recursos humanos en Indochina (Strengthening labour administration for employment promotion and human resources development in Indochina). Se estableció un grupo especializado para discapacitados a fin de facilitar la asistencia de las personas discapacitadas de zonas rurales y urbanas de tres provincias a cursos de formación en los centros provinciales de formación y a cursos impartidos por las ONG, prestar el apoyo necesario, adaptar los edificios del centro de formación y asistir a los licenciados discapacitados a encontrar un empleo o a poner en marcha un pequeño negocio al término de su formación. Se organizó un seminario en el marco del proyecto tendente a promover un esfuerzo concertado por diferentes ministerios del Gobierno a fin de considerar las necesidades de las personas discapacitadas en sus políticas, programas y servicios, y garantizar la eliminación de los obstáculos que les impiden generar ingresos. Como resultado, se estableció un grupo directivo tripartito, integrado por representantes de diferentes ministerios, para supervisar la elaboración y aplicación de un plan de acción que tendría en cuenta las recomendaciones prácticas de este seminario.

La promoción del diálogo social y el tripartismo

Durante el bienio el Departamento Regional brindó a los mandantes tripartitos la posibilidad de reunirse y discutir sobre sus funciones en relación con los problemas prioritarios en Asia y el Pacífico. La Reunión tripartita de alto nivel sobre las respuestas sociales a la crisis financiera en los países de Asia oriental y sudoriental que se celebró en abril de 1998, y el Seguimiento de la Cumbre Social celebrada en 1999, hizo participar en el debate a los organismos gubernamentales de planificación y a los ministerios de trabajo y los representantes de los empleadores y de los trabajadores. En la Mesa redonda sobre la nueva función de la empresa participaron ministerios encargados del fomento de la empresa. Estas reuniones pusieron de manifiesto una serie de cuestiones comunes más o menos presentes en toda la región. Es necesario cambiar la función de los ministerios del trabajo de una función normativa a una de fomento. La promoción del diálogo social parece ser la clave para ayudar a los ministerios del trabajo a intervenir más en las políticas y en la adopción de decisiones sobre las cuestiones socioeconómicas, mostrando los vínculos entre los factores sociales y el crecimiento económico. El problema prioritario es el desempleo, y la función de fomento que deberían desempeñar los ministerios del trabajo tiene que abordar las cuestiones del empleo y la productividad, no sólo en el sector formal sino también en el sector rural e informal.

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La crisis centró la atención en la calidad del gobierno y la importancia de los mecanismos democráticos como un derecho humano fundamental. La República de Corea, Indonesia y Tailandia han ampliado su apertura democrática, lo que ha dado lugar a la promoción del diálogo social en los foros establecidos. Las actividades de la OIT se han centrado en mejorar la capacidad institucional y en afinar el contenido del diálogo. Se organizaron varios cursos prácticos y seminarios para contribuir a reforzar la capacidad de los mandantes tripartitos para hacer frente a las repercusiones de las economías cada vez más interdependientes en el tejido social. El proyecto OIT/Japón sobre relaciones laborales y mundialización ha servido de foro para una mejor comprensión de los efectos de la mundialización en el contexto del diálogo social.
 

Fortalecimiento del diálogo social como respuesta a la crisis financiera

La OIT organizó un curso práctico junto con la Confederación de Empleadores de Tailandia en julio de 1998 sobre las estrategias de desarrollo de recursos humanos que favorezcan la recuperación de las empresas afectadas por la crisis financiera. La Organización contribuyó a sufragar las reuniones de la Confederación de Empleadores de Filipinas sobre estrategias para la supervivencia de las empresas y la conservación y creación de empleos. Asimismo, los especialistas de la OIT impartieron formación a las organizaciones de empleadores y de trabajadores sobre técnicas de cooperación en el lugar de trabajo y sobre técnicas de negociación para la negociación colectiva y la práctica del tripartismo en China y en Viet Nam. La OIT prestó un importante apoyo en el proceso de reforma legislativa y en el establecimiento de mecanismos para la prevención y la resolución de conflictos en Indonesia (para más detalles, véase el capítulo 1).

Se prestó apoyo a la Federación Coreana de Sindicatos para ayudarla a analizar las consecuencias de la crisis financiera y económica y a formular una respuesta de política sindical. Asimismo, la OIT organizó tres reuniones paritarias de ocho importantes centrales sindicales de Tailandia para analizar los efectos de la crisis y formular una estrategia común, como base para desempeñar un papel más eficaz en el diálogo tripartito a nivel nacional y con las instituciones financieras internacionales y regionales.

Al mismo tiempo, la asistencia que se prestó en la región estuvo destinada a establecer mecanismos de diálogo social y a aplicarlos a esferas tales como la solución de conflictos y la determinación de salarios. La OIT impartió formación en técnicas de conciliación y mediación a funcionarios encargados de relaciones laborales en Malasia y Hong Kong, China. Asimismo, formó a árbitros que componen los recién creados comités provinciales de arbitraje de Viet Nam y proporcionó cursos de formación para los recién creados comités tripartitos provinciales para la determinación de salarios en Tailandia.

Como resultado de los servicios de asesoramiento que se están prestando a Camboya en el ámbito de las relaciones laborales y el tripartismo, se estableció una Comisión Consultiva Tripartita en Cuestiones Laborales hacia finales de 1999. El número de organizaciones de empleadores y de trabajadores aumentó considerablemente en dicho país durante el bienio, y todas están representadas en esta Comisión. Asimismo se prestaron servicios de formación y de asesoramiento sobre relaciones laborales a los funcionarios gubernamentales encargados de zonas económicas especiales en China, en apoyo de los esfuerzos nacionales para facilitar la reestructuración del sistema económico.

Un importante logro en los cinco países de Asia meridional (Bangladesh, India, Nepal, Pakistán y Sri Lanka) ha sido la elaboración de un programa articulado y coherente a nivel nacional y subregional sobre la prevención y la solución de conflictos laborales. Las relaciones laborales se han deteriorado a raíz de la privatización, la reestructuración industrial, las exigencias en materia de productividad, los cambios tecnológicos y la redistribución y reducción de personal. Los mecanismos de conciliación y solución de conflictos laborales son engorrosos y muchas veces funcionan mal, lo que ha dado lugar a retrasos excesivos y a procedimientos legalistas innecesarios. Se han observado problemas particulares en el contexto de la administración y prácticas de los tribunales del trabajo.

Los seminarios tripartitos nacionales y los cursos prácticos subregionales sobre la solución de conflictos, los tribunales del trabajo y los juzgados de lo social formaron parte del compromiso de la OIT en Asia meridional de apoyar los esfuerzos nacionales para determinar y superar las dificultades en la prevención y la solución de los conflictos laborales, lo cual resulta fundamental para la buena salud de la economía nacional (29). El planteamiento utilizado ha sido el de establecer conexiones entre cuestiones tratadas por diferentes departamentos y ministerios y procurar que haya una importante participación de los interlocutores sociales en las discusiones y planes de acción. En Bangladesh, India, Nepal, Pakistán y Sri Lanka se celebraron reuniones técnicas subregionales sobre la administración de los tribunales del trabajo. Un aspecto importante del programa en Asia meridional ha sido el intercambio de conocimientos y experiencia entre los países participantes, y la calidad de los documentos técnicos elaborados por la OIT como base para los diversos cursos prácticos y seminarios. El programa de actividades de la OIT en este ámbito se ha beneficiado de una estrecha cooperación entre los especialistas principales de los equipos multidisciplinarios, los departamentos y divisiones técnicas, las oficinas de zona y una serie de programas multibilaterales de cooperación técnica. Los correspondientes proyectos de cooperación técnica son el Programa de Relaciones Laborales OIT/Japón, el Programa OIT/Noruega sobre la promoción del tripartismo y relaciones laborales adecuadas y el proyecto OIT/DANIDA sobre asistencia en el ámbito de la educación obrera para la formación de los sindicatos en materia de gestión. La labor recibió importante publicidad a nivel nacional.
 

Seminario regional para Asia OIT/Japón sobre las relaciones de trabajo y la mundialización
(Bangkok, 31 de agosto - 2 de septiembre de 1999)

Este seminario fue el último acontecimiento de un programa trienal de actividades sobre relaciones laborales y mundialización emprendido por la OIT y sufragado por el Gobierno de Japón. Durante este período se celebraron una serie de seminarios nacionales a fin de analizar la incidencia de la apertura de los mercados en las instituciones nacionales encargadas de las relaciones laborales, el comportamiento de los Estados y de las organizaciones de trabajadores y de empleadores, así como la estructura y contenido de sus relaciones. El programa tenía por objetivo asistir a los mandantes tripartitos de la OIT a abordar el problema de cómo establecer relaciones efectivas en los lugares de trabajo y crear un clima de relaciones laborales que favorezca la creciente integración de las economías nacionales en los mercados regionales y mundiales y al mismo tiempo mantenga el objetivo de la protección social. El programa contenía un elemento de investigación que incluía las monografías nacionales sobre China, Filipinas, India y Malasia, y actividades sobre la organización transfronteriza de la industria.

El Seminario tenía diversos objetivos: 

  • reunir a los mandantes de la OIT en la región asiática para un intercambio comparativo de opiniones sobre la incidencia de la mundialización en las relaciones laborales;
  • determinar de forma general y a nivel subregional los problemas no resueltos planteados por la mundialización a los actores, estructuras, procesos y resultados de las relaciones laborales;
  • proponer medidas para la reforma de políticas y prácticas desde la perspectiva de cada uno de los mandantes tripartitos.

El programa de la OIT en Sri Lanka logró importantes progresos y dio lugar a una reducción del número de casos sin resolver y todavía pendientes en los tribunales del trabajo (de 15.000 a 10.000 en el momento de la redacción del presente documento). Tras un seminario que examinó las causas subyacentes que afectan al funcionamiento de los tribunales del trabajo, y tras haber aclarado la función de los mandantes y de los jueces de la magistraturas del trabajo, se elaboró un plan de acción. Se constituyó un grupo de trabajo encargado de poner en ejecución el plan.

La promoción de las normas de la OIT y de la legislación del trabajo

Se prestaron servicios de asesoramiento de forma continua en países tales como China, la República de Corea, Fiji, India, República Democrática Lao, Malasia, y Tailandia sobre la importancia y pertinencia de las normas relativas a los derechos humanos, y sobre la obligación de presentar memorias en relación con los convenios ratificados y no ratificados. Esto complementa a otras medidas de promoción y facilitó la presentación de las memorias. En Filipinas, la OIT ha prestado asistencia para la revisión del Código del Trabajo. En Nepal, la asistencia prestada por la OIT ha contribuido a mejorar las disposiciones jurídicas en el sector del trabajo. Se modificó la ley de sindicatos, en la que se introdujo la libertad sindical en los sectores de la agricultura y los sectores informales, y en el momento de redactar la presente Memoria la ley de negociación colectiva estaba pendiente de la aprobación del Parlamento. La OIT/IPEC y el Banco Asiático de Desarrollo han elaborado un proyecto de investigación sobre la economía del trabajo infantil, que establecerá también directrices sobre la inclusión de las cuestiones relativas al trabajo infantil en la planificación. Además, se llevarán a cabo actividades sobre la importancia económica de determinadas normas internacionales del trabajo (relativas al género, el trabajo infantil y la salud y seguridad en el trabajo) para el desarrollo sostenible, lo que recibió el apoyo del Banco Asiático de Desarrollo.

La crisis económica, social y política en Indonesia, que empezó a manifestarse a finales de 1997, dio lugar a un esfuerzo sostenido por parte de la OIT para ampliar el apoyo y la comprensión de los derechos y principios fundamentales de los trabajadores. Asimismo, la OIT desempeñó un importante papel en la liberación de importantes sindicalistas detenidos. Altos funcionarios de la OIT, de la Oficina, así como especialistas técnicos de la estructura regional hicieron participar en las discusiones a responsables del más alto nivel en el país, lo que dio lugar a la ratificación del Convenio sobre la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación, 1948 (núm. 87), del Convenio sobre la edad mínima, 1973 (núm. 138), del Convenio sobre la abolición del trabajo forzoso, 1957 (núm. 105) y del Convenio sobre la discriminación (empleo y ocupación), 1958 (núm. 111). Para garantizar el suficiente apoyo a Indonesia en la fase de aplicación, el Presidente y la OIT firmaron una carta de intenciones en la que se establecía un plan de trabajo conjunto para la aplicación de los convenios fundamentales. Esto abrió nuevos horizontes para la promoción de los derechos de los trabajadores mediante la cooperación técnica.

Las ratificaciones formaron parte de un esfuerzo por actualizar y modernizar la legislación social y del trabajo de Indonesia. La redacción de la nueva legislación se llevó a cabo en consulta con los Grupos de empleadores y de trabajadores y con organizaciones no gubernamentales, y abarca ámbitos tales como los sindicatos, las relaciones laborales, la prevención y solución de conflictos laborales, el empleo en el extranjero y la protección de los trabajadores migrantes, la seguridad social y otras cuestiones tratadas en la ley de recursos humanos de 1997. Con miras a la nueva legislación se han propuesto tres proyectos de ley: un proyecto de ley sobre sindicatos, otro sobre solución de los conflictos laborales y otro sobre el desarrollo y protección de los recursos humanos, que revisará la ley de recursos humanos de 1997. El proyecto de ley sobre sindicatos fue sometido al Parlamento en enero de 2000. Los otros se someterán a mediados del presente año. En lo que respecta a la protección de los trabajadores migrantes, el Gobierno decidió que el proyecto de ley que revisa la ley de recursos humanos de 1997 deberá contener disposiciones para la protección de los trabajadores migrantes. A fin de mantener el impulso de la exitosa cooperación entre el Gobierno, los interlocutores sociales y la OIT para la reforma de la legislación laboral, la Oficina decidió, en abril de 1999, destinar a tiempo completo a un asesor superior en derecho del trabajo a la Oficina de zona de la OIT en Yakarta por un período de 12 meses. Se determinó que un importante elemento de la actividad de la OIT en Indonesia fue el reforzamiento de la capacidad de las organizaciones de trabajadores para llevar a cabo su labor, y se pusieron en marcha dos proyectos de educación obrera con asesores técnicos de la OIT en Yakarta.

Camboya ratificó seis convenios fundamentales en 1999, tras un programa intensivo de actividades para promover estas normas en el marco de algunos programas amplios de cooperación técnica que la OIT llevó a cabo en Camboya en la última década sobre la generación de empleo, la formación de capacitaciones y el desarrollo empresarial. En relación con un proyecto de aplicación de la legislación laboral relativa a la industria textil en Camboya (sector en que predomina la mano de obra femenina) están ya muy adelantadas las conversaciones con el Ministerio de Comercio y el Ministerio de Trabajo. 

Europa y Asia central

A pesar de que la transición de la economía de planificación centralizada a la economía de mercado en Europa central y oriental y en la Comunidad de Estados Independientes (CEI) ha avanzado considerablemente desde 1989, ha quedado demostrado que los costos económicos y sociales conexos tienen mucha más envergadura y son más persistentes de lo previsto. De hecho, el vertiginoso incremento de la pobreza predominante en el ámbito de lo social es una consecuencia directa del proceso de transición, y depende mucho de la evolución del mercado de trabajo. A medida que las sociedades en transición se han ido alejando progresivamente de la economía del pleno empleo pasando a un entorno menos seguro, ha sobrevenido la pobreza, fruto de combinar precios más elevados (a raíz de la liberalización de precios) con menores ingresos, que pueden atribuirse a una merma salarial (cuando se pagan los salarios) y a una reducción de las transferencias sociales. Esta situación se agravó aún más con la interrupción de los servicios sociales.

Por otra parte, todos estos países se han visto enfrentados a nuevos problemas relativos a la mundialización general, la interdependencia, la creciente competitividad y los rápidos avances tecnológicos. Se les ha pedido que sigan adelante con el desarrollo y se administren según principios de mercado eficaces y, al mismo tiempo, que combinen una mayor rentabilidad económica con políticas que favorezcan la cohesión social. El crecimiento y el resurgimiento de la sociedad civil resultarán decisivos para el éxito de la transición y la transformación de índole política, económica y social de la región.

En un momento de estas características y en respuesta a las situaciones de emergencia (la crisis económica rusa y la situación de Kosovo), la Oficina decidió reorganizar la estructura operacional de la región. A principios de 1998, se decidió asignar las funciones de una oficina de zona al Equipo Consultivo Multidisciplinario para Europa central y oriental (CEET) ya establecido y con sede en Budapest. Ahora la oficina de Budapest se encarga de determinar las necesidades y prioridades en que se basan los objetivos por país de la OIT, preparar, ejecutar y evaluar las actividades de la Organización en los países correspondientes y mantener relaciones con los mandantes de la misma y sus colegas operacionales. Las funciones principales de este Equipo Consultivo Multidisciplinario siguen siendo las de asesorar en materia de política y brindar orientación práctica sobre cuestiones técnicas a los mandantes de la OIT. La oficina de Budapest mantiene su personal, compuesto por siete especialistas técnicos, entre los que se cuenta su director.

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Además, en la oficina de zona de Moscú se fusionaron las funciones de oficina de zona y equipo consultivo multidisciplinario. En enero de 1998, la OIT inauguró la oficina de zona y el Equipo Consultivo Multidisciplinario para Europa oriental y Asia central (EECAT). Actualmente la Oficina de Moscú engloba un total de diez países (30) y cuenta con un personal compuesto por cinco especialistas técnicos, entre ellos el director. Se puso un interés especial en la redacción de los objetivos por país de los antiguos países de la CEI, considerándolo un modo de entablar relaciones con dichos Estados Miembros. Los mandantes de la OIT elaboraron y aceptaron objetivos por país para los siguientes países: Armenia, Azerbaiyán, Belarús, Georgia, Kazajstán, Kirguistán, Federación de Rusia y Uzbekistán. En marzo de 1998 el Director General de la OIT firmó un nuevo programa de cooperación entre la Organización y la Federación de Rusia para el bienio 1998-1999, que abarcaba actividades en los siguientes campos: el fomento de la capacidad entre los mandantes, la labor legislativa, el empleo, el nivel de vida, la seguridad y la salud, la protección social, la gestión de las empresas y el trabajo infantil.

En 1999 se concedió a la oficina de Moscú una asignación especial de recursos CTPO para llevar a cabo labores de investigación y dirigir cursillos sobre diálogo social y derecho laboral, salarios y nivel de vida, fomento del empleo y protección social en la Federación de Rusia. Se celebraron cuatro cursillos simultáneamente y, acto seguido, una conferencia internacional sobre cuestiones sociales y laborales que llevaba por título Superar las consecuencias adversas del período de transición en la Federación de Rusia. En cada cursillo se redactaron una serie de conclusiones y recomendaciones que fueron examinadas a su vez por la conferencia internacional, a la que asistieron representantes de los mandantes tripartitos de la Federación de Rusia, la Comisión nacional tripartita, las dos cámaras parlamentarias, ministerios, representantes de las Comunidades Europeas, la OCDE, el PNUD y el Banco Mundial. Todas las conclusiones apuntaron a señalar los modos y las posibilidades de mejorar la situación general en los ámbitos laboral y social en la Federación de Rusia. Se espera que las conclusiones de la Conferencia, así como las de los cursillos, contribuirán de forma significativa a la elaboración del programa de cooperación entre la OIT y la Federación de Rusia para el bienio 2000-2001 y ejercerán una marcada influencia en los respectivos programas de cooperación con otras organizaciones internacionales presentes en Rusia. Se pidió a la OIT que difundiera los resultados de la Conferencia y estudiara la posible acción para su ejecución y seguimiento apropiados, así como que convocara una segunda conferencia para analizar los progresos realizados.

En 1998 se creó en Bosnia y Herzegovina el cargo de corresponsal nacional, en régimen de dedicación exclusiva, cuyo cometido consiste en mantener informadas regularmente de los avances económicos y sociales que se producen en el país a la oficina de zona y equipo consultivo multidisciplinario y a la oficina regional, atender las relaciones con los mandantes de la OIT, facilitar las misiones de los funcionarios de la OIT, representar a la Organización en reuniones y conferencias y, previa solicitud, coordinar y ejecutar las actividades de cooperación técnica en el país. Se crearon otros dos puestos de corresponsal nacional en Belarús y Kazajstán.

Las normas internacionales del trabajo y la reforma de la legislación laboral

Durante el bienio se llevaron a cabo esfuerzos para ayudar a los Estados Miembros a ratificar los Convenios de la OIT, proporcionando a los mandantes de varios Estados Miembros las versiones de los instrumentos fundamentales de la Organización en su propio idioma. La Oficina regional para Europa y Asia central contribuyó a la traducción de los convenios fundamentales de la OIT a las siguientes lenguas: ruso, ucraniano, polaco, húngaro, georgiano, azerí y croata.
 

Ratificación de los convenios fundamentales por los países de Europa y Asia central

Durante este bienio registraron su ratificación de los convenios fundamentales de la OIT los siguientes Estados Miembros de Europa y Asia central:

  • Convenio núm. 29: Turquía;
  • Convenio núm. 87: Georgia;
  • Convenio núm. 98: Suiza;
  • Convenio núm. 100: ninguno;
  • Convenio núm. 105: Bulgaria, Kirguistán, Rumania, Federación de Rusia y Tayikistán;
  • Convenio núm. 111: Irlanda, Reino Unido y Kazajstán;
  • Convenio núm. 138: Albania, Hungría, Irlanda, Lituania, Portugal, Suiza y Turquía, y
  • Convenio núm. 182: Eslovaquia e Irlanda.

Tras la ratificación por Irlanda del Convenio núm. 111 el 22 de junio de 1999, el número total de Estados Miembros de Europa y Asia central que han ratificado los convenios fundamentales de la OIT ascendió a 37, si bien Irlanda y Eslovaquia han ratificado 8.

Durante el bienio de 1998-1999, la OIT organizó una serie de seminarios y reuniones tripartitos con los países que solicitan su ingreso en la Unión Europea. Los seminarios regionales versaron sobre el tripartismo y la función que desempeñan los órganos tripartitos en Europa oriental y central (noviembre de 1997) y la elaboración de políticas laborales y el diálogo social en Europa oriental y central (octubre de 1998). En noviembre de 1999, se celebró en Chipre un seminario para los países candidatos al ingreso en la Unión Europea que congregó a los ministros de trabajo y los interlocutores sociales de los 10 + 1 + 1 países candidatos, así como al Presidente y los Vicepresidentes del Consejo de Administración. La finalidad de dicha reunión consistía en determinar los ámbitos en que la OIT podía ayudar a estos países en relación con las cuestiones sociales y laborales de su proceso de adhesión. En el seminario se recomendó que la cooperación entre la OIT y los países candidatos debería proseguir en los siguientes ámbitos: diálogo social, políticas activas de mercado de trabajo, seguridad social, libre circulación de trabajadores, igualdad de oportunidades, formación, y seguridad y salud. Se invitó a los países a que elaboraran objetivos por país para la ayuda de la OIT relativa al proceso de integración en la Unión Europea.

Tripartismo, negociación colectiva y solución de conflictos laborales

En mayo de 1999 se creó en Hungría un Consejo Tripartito Nacional de la OIT, cuyo principal objetivo consiste en promover las actividades de la Organización y apoyar las medidas nacionales relacionadas con las normas internacionales del trabajo. El reglamento y los procedimientos de este Consejo se elaboraron en el curso de varias reuniones tripartitas que contaron con el asesoramiento del equipo multidisciplinario de Budapest.

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En febrero de 1999 se celebró en Varsovia un seminario tripartito para conmemorar el quinto aniversario de la creación de la Comisión Tripartita de Asuntos Económicos y Sociales de Polonia, con el que se quiso brindar a todos los miembros de la Comisión, así como a los académicos independientes, la oportunidad de aclarar cuestiones relativas al funcionamiento y el cometido de la misma. Dicho seminario, que gozó de un amplio eco en los medios de comunicación polacos, fue inaugurado por el Primer Ministro y clausurado por el Ministro de Trabajo y Protección Social.

En Sarajevo se organizó un seminario acerca de la negociación colectiva y la solución de conflictos laborales en Bosnia y Herzegovina como parte de las actividades de proyecto sobre la promoción del diálogo social. En este seminario se puso de manifiesto que las principales preocupaciones de los representantes de los interlocutores eran: la aprobación de nuevas leyes laborales aún en trámite en el Parlamento, la creación de un verdadero sistema de negociación colectiva acorde con las políticas de privatización promulgadas recientemente y el establecimiento de unos procedimientos sencillos y rápidos en relación con los correspondientes mecanismos de conciliación.

En junio de 1999 se organizó en Varsovia un seminario tripartito subregional sobre el fomento de la negociación colectiva en Europa central y oriental, al que asistieron delegaciones tripartitas procedentes de la República Checa, Eslovaquia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania y Polonia. Aunque la reunión no llegó a adoptar una conclusión oficial, los debates reflejaron claramente que, en general, la negociación colectiva no estaba tan extendida como debiera y que faltaba coordinación entre los distintos niveles de la negociación, especialmente en el plano sectorial. Aunque se atribuyó esta situación a diversos factores convergentes, se reconoció que la existencia de organizaciones de empleadores más fuertes y estructuradas de acuerdo con industrias o sectores de la economía contribuiría a crear un medio más propicio para la negociación colectiva.

En un estudio (31) de la OIT sobre la solución de controversias laborales en Europa central y oriental, publicado en 1998, se hace hincapié en las recientes novedades en materia legislativa incorporadas en los sistemas de relaciones laborales de los países. Durante la transición a la economía de mercado, numerosos países registraron un incremento considerable del número de conflictos laborales. Esta situación llevó a muchos países a introducir una nueva legislación que reglamentara la solución de controversias laborales, así como a establecer modernos o actualizados procedimientos de conciliación, mediación y arbitraje.

Seguridad social y seguridad y salud

Atendiendo a las necesidades descritas en los objetivos por país de Ucrania sobre la mejora de la gestión y el funcionamiento de los programas y planes de protección social, la OIT elaboró un modelo de presupuesto social para Ucrania. El Grupo de Trabajo interinstitucional ucraniano preparó un informe (32) como resultado a la misión confiada de diseñar con la ayuda de un reducido equipo de asesores del Banco Mundial y de la OIT un modelo de presupuesto social para Ucrania. El informe se centró en los resultados de análisis cuantitativos de todo el sistema nacional de protección social en Ucrania y en él se expuso el primer boceto del modelo de protección social. Operaciones semejantes se realizaron en Polonia, Eslovaquia y Lituania y se previeron en la Federación de Rusia.

El objetivo fundamental del proyecto financiado por el PNUD para apoyar la reforma de las pensiones en Belarús consiste en concebir un sistema de pensiones justo, socialmente eficaz, económicamente sostenible y que funcione según los deseos de beneficiarios y contribuyentes. Los principales logros que se esperan son un proyecto de ley y un plan de aplicación de la reforma por etapas. Los resultados intermedios del proyecto se someten periódicamente a un comité consultivo (compuesto por representantes de alto nivel de los interlocutores sociales y las instituciones participantes) para su discusión y aprobación.

Se han realizado progresos considerables en la traducción al ruso de la Enciclopedia de Salud y Seguridad en el Trabajo, que estará disponible en CD-ROM a principios del año 2000. La traducción al ruso de esta Enciclopedia de la OIT a partir de su cuarta edición revisada constituirá una fuente de información cuya necesidad se estaba dejando sentir, y que cuenta con datos recientemente actualizados sobre todos los aspectos del ámbito multidisciplinario de la salud y la seguridad en el trabajo Las cuestiones fundamentales para la Federación de Rusia y la CEI se refieren a las modalidades de gestión de un servicio eficaz de seguridad y salud en el trabajo en una economía en transición, las consideraciones necesarias en el sector de la salud y la seguridad para entrar en una economía de mercado y los modos de adoptar un planteamiento integrador y tripartito en materia de seguridad y salud en el trabajo. Los ministros de trabajo y los interlocutores sociales de numerosos países de expresión rusa pidieron ayuda a la OIT para la traducción de la Enciclopedia al ruso, pues ello aumentará su capacidad para impedir enfermedades profesionales y accidentes laborales y mejorar la protección social de los trabajadores.

Empleo

Como parte de la respuesta de la OIT al compromiso núm. 3 de la Declaración de Copenhague adoptada por la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social, el Consejo de Administración en su reunión de marzo de 1997 pidió a la Oficina que emprendiera una serie de evaluaciones de la política de empleo en el plano nacional que ayudaran a los gobiernos y los interlocutores sociales de determinados países a elegir las políticas económica, social e institucional adecuadas para promover el objetivo del pleno empleo y mejorar la calidad de la vida laboral. Entre los países en transición, se escogió a Ucrania como objeto de la evaluación de la política de empleo en el plano nacional. El informe sobre Ucrania se redactó en estrecha colaboración con el Gobierno y los interlocutores sociales, y sus recomendaciones en materia de política se debatieron y adoptaron en un seminario tripartito nacional celebrado en Kiev en octubre de 1998. Una de las recomendaciones que se formularon en este seminario fue que el compromiso del Gobierno para poner en práctica el Convenio sobre la política del empleo, 1964 (núm. 122) debería reflejarse plenamente en el programa nacional de empleo que ha de formar parte integrante de unas políticas y estrategias de desarrollo macroeconómico complejas y coherentes, que deberían estimular un crecimiento económico sostenible sobre la base de una utilización abundante de mano de obra que genere una intensa demanda de puestos de trabajo. Otras recomendaciones más detalladas tratan -- entre otras cosas -- de las políticas de inversión, de la privatización, de la política regional, de las pequeñas y medianas empresas, de los salarios, de la educación y formación, de los servicios de empleo y de la protección social.

Se incluyó a Polonia en uno de los estudios por países sobre las repercusiones sociales de la mundialización (33) (1999). En este estudio se analizan con cierto detalle varias cuestiones en materia de política y se reúnen datos acerca de iniciativas gubernamentales recientes que deberían contribuir a abordar los problemas. Se considera que el desarrollo de infraestructuras físicas y capital humano constituye una prioridad política relativamente urgente para el país, especialmente para hacer frente a los problemas planteados por los desequilibrios regionales. La cuestión de la reforma tributaria merece un amplio diálogo en el marco de instituciones tripartitas nacionales.

Se invitó a las delegaciones tripartitas de diez economías en transición determinadas a tres días de debate sobre las acciones emprendidas y los resultados conseguidos en el seguimiento de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social. Un informe centrado en diez economías en transición (Azerbaiyán, Bulgaria, República Checa, Croacia, Estonia, Hungría, Kazajstán, Polonia, Federación de Rusia y Ucrania) se preparó para esta reunión y se publicó posteriormente (34). En dicho informe se insistía en los logros y los problemas relativos al empleo, el desempleo, los salarios y los ingresos y la seguridad social y se perfiló una estrategia de fomento del empleo. Además se puso de manifiesto que existían serias dudas en cuanto al modo de alcanzar convenientemente los objetivos de la Cumbre Social. Aunque todos los participantes coincidían en que el objetivo principal era el pleno empleo productivo, se aceptó que los países encontraban enormes dificultades a la hora de formular y poner en práctica políticas de promoción del empleo eficaces. La mayoría de los países han establecido un marco institucional para las políticas del mercado de trabajo, pero les resulta difícil concebir estrategias integrales de fomento del empleo y programas prácticos de promoción del empleo. Se demostró que crear instituciones no es suficiente y que apremia la necesidad de reforzar sus capacidades. Además, en casi todos los países, los distintos ámbitos políticos están poco coordinados entre sí. En las políticas monetaria, fiscal, industrial, educativa, del mercado de trabajo y otras con grandes repercusiones en la situación del empleo de un país no se suelen definir claramente los objetivos comunes, y todas estas políticas no están armonizadas entre sí. Hace falta una estrategia de promoción del empleo integral, capaz de afinar las acciones en estos ámbitos políticos de modo que puedan reforzarse mutuamente y contribuir a alcanzar el objetivo común del pleno empleo productivo, lo que supone asimismo que la responsabilidad de fomentar el empleo es una responsabilidad compartida por muchas áreas estatales diferentes y la sociedad y no sólo por los ministros de trabajo y los servicios de empleo. La promoción del empleo debería englobar la creación de un medio generador de actividad empresarial e inversión junto con una sólida dimensión social que asegure una remuneración y una seguridad social adecuadas y un nivel de vida digno. Para modernizar las economías de la región es preciso prestar especial atención a las pequeñas empresas, y reestructurar los sectores y las empresas que no son competitivos. El fomento del empleo debería comprender una mejora progresiva y constante de la calidad y la competitividad de los recursos humanos por medio de una educación y una formación adecuadas. Las conclusiones y recomendaciones de esta reunión se examinaron posteriormente en el marco de la consulta internacional sobre el seguimiento de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social celebrada en Ginebra en noviembre de 1999.
 

Declaración de Sofía

Los ministros de trabajo y responsables de organizaciones de empleadores y de trabajadores de ocho países (Albania, Bosnia y Herzegovina, Bulgaria, Croacia, Hungría, Ex República Yugoslava de Macedonia, Rumania y Turquía) suscribieron el 22 de octubre de 1999 la Declaración de Sofía, que hace suyo el pacto de estabilidad para el sureste de Europa y subraya la necesidad de adoptar «políticas económicas y sociales sólidas y de justicia social» para afrontar las consecuencias de las crisis económicas que afectan a los empleadores y trabajadores de toda la región. La Declaración de Sofía fue adoptada unánimemente después de dos días de deliberaciones en la conferencia tripartita de los mandantes de la OIT sobre empleo y políticas sociales y laborales en el sureste de Europa. La Declaración señala que las economías de la región deben afrontar la pobreza y unos sistemas de protección social inadecuados que «han sido resultado de conflictos prolongados en la región, que culminaron en la reciente crisis de Kosovo, y que han obstaculizado considerablemente nuestros esfuerzos hacia la transición a una economía de mercado con estabilidad social». La Declaración subraya la necesidad de proporcionar trabajo digno, lo que significa trabajo productivo en el que los derechos queden protegidos y que genere ingresos adecuados con una protección social adecuada.

La Declaración de Sofía pide a los interlocutores sociales que se conviertan en participantes activos en la preparación y ejecución del pacto de estabilidad adoptado en Colonia, Alemania, en junio de 1999, y posteriormente ratificado en la Declaración de la Cumbre de Sarajevo el 30 de julio de 1999. La Declaración insta a que el pacto de estabilidad se desarrolle como un «instrumento concreto de fomento de la democracia y los derechos humanos» y pide que se tengan en cuenta los siguientes objetivos: promoción y realización de los derechos fundamentales en el trabajo; mejores oportunidades para hombres y mujeres para asegurar empleo e ingresos dignos; mejora de la protección para todos y estructura tripartita consolidada y diálogo social. La Declaración pide a la OIT que organice una reunión tripartita de los países interesados durante la próxima Conferencia Internacional del Trabajo en junio de 2000 para examinar los progresos realizados hasta ahora.

Grupo especial de la OIT para los Balcanes

En la reunión interinstitucional de alto nivel celebrada el 14 de mayo de 1999 y presidida por el Secretario General de Naciones Unidas, el Director General de la OIT expuso su punto de vista sobre la orientación y las actividades de la OIT en respaldo del proceso de reconstrucción y reconciliación en Kosovo. Señaló que todas las actividades deberían basarse en principios y valores esenciales, desde los derechos humanos fundamentales hasta las normas técnicas específicas, los cuales deberían ser incorporados y tenidos en cuenta a lo largo del proceso desde un punto de vista pragmático. Los programas de cooperación técnica de la OIT y otros tipos de asistencia a las regiones en conflicto que reciben ayuda, añadió, procurarán promover los principios y derechos inspirados en las normas internacionales del trabajo, parte integrante de los derechos humanos fundamentales y los derechos de las personas al desarrollo. La OIT hace hincapié asimismo en la importancia de la plena participación de los interlocutores sociales y la sociedad civil, junto con el Gobierno, en cualquier política y fomento del diálogo. A su parecer resulta igualmente fundamental garantizar la «propiedad local» de los programas en las situaciones posteriores al conflicto.
 

Amplia respuesta de la OIT a la crisis en Kosovo

La principal función de la Organización Internacional del Trabajo en el sudeste de Europa, y más concretamente en Kosovo, consiste en participar en la creación de oportunidades que permitan a los hombres y mujeres obtener un empleo y unos ingresos decentes. Corresponde a la comunidad internacional reintegrar a las poblaciones afectadas por la guerra en una nueva sociedad civil y pacífica. La OIT ha desarrollado una respuesta muy amplia a la crisis, que se compone de los siguientes elementos:

  1. creación de empleos de emergencia mediante métodos que cuenten con un elevado coeficiente de mano de obra. A menudo, los programas de actividades con alto índice de empleos son la primera intervención solicitada por un país que sale de un conflicto armado. Tales programas proporcionan empleo y oportunidades para aliviar las necesidades más graves. Al mismo tiempo, contribuyen a reconstruir las infraestructuras clave que, a su vez, traen consigo un mayor desarrollo, crean nuevos empleos y aportan ingresos;
  2. fomento de la formación profesional y de la pequeña y mediana empresa, comprendida la formación y la readaptación de las calificaciones de los repatriados y los antiguos combatientes, las microfinanzas, el desarrollo de las pequeñas empresas y el desarrollo económico local;
  3. puesta en marcha de planes de protección social, sobre todo seguridad social, asistencia social y redes de seguridad social. Tanto las redes de seguridad social a corto plazo como la protección social son vitales para consolidar la paz. Hay que revisar las redes de seguridad y los sistemas de protección social que existían antes del conflicto, teniendo en cuenta al mismo tiempo el aumento del número de grupos vulnerables y la ineficacia de los seguros sociales existentes para abordar esta necesidad;
  4. fomento de la capacidad institucional, promoción del diálogo social, reconciliación y regeneración del tejido social, y un marco apropiado de derecho laboral. Debe encontrarse también una solución a las desigualdades sociales, claramente una de las causas principales del conflicto, que caracterizaban antes a la sociedad kosovar y en el lugar de trabajo. A fin de evitar la discriminación, especialmente en el terreno laboral, deberían adoptarse medidas a nivel legislativo, institucional y administrativo, pero sobre todo, a través de un amplio diálogo social entre los principales interlocutores sociales.  

Con objeto de llevar a cabo este plan de acción, se estableció un grupo especial que desarrolló una serie de ideas y documentos sobre proyectos que se sometieron a las conferencias de donantes que se celebraron en Bruselas el 28 de julio de 1999 y el 17 de noviembre de 1999. La Unidad de Apoyo de la OIT en Prístina (establecida en agosto de 1999) se encarga de determinar los proyectos y coordinarlos con la UNMIK (Misión de Administración Provisional de las Naciones Unidas en Kosovo) y otras entidades internacionales presentes en Kosovo. En el momento de redactar este informe varios gobiernos habían señalado su interés por financiar proyectos de la OIT en el ámbito de la formación profesional, el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas y la protección social.

Cooperación técnica

En la cooperación técnica en Europa se han producido cambios de gran alcance en relación con la programación del marco adaptado a situaciones de crisis y al desarrollo económico y social a medio plazo. Durante este bienio, la OIT y el PNUD han colaborado estrechamente en cuestiones relacionadas con la pobreza y se han aprobado proyectos de apoyo a la elaboración de políticas y programas que tienen que ver con el desarrollo, la promoción del empleo y la integración social de los antiguos militares. Se están desarrollando y aplicando varias actividades relacionadas con la promoción del diálogo social en Moscú, Saratov y Samara, así como en Belarús y Ucrania. En la actualidad hay dos proyectos en curso: el Centro Internacional de Formación Profesional por Módulos, radicado en Moscú, y un proyecto de formación de instructores, con sede en San Petersburgo. En Ucrania se ejecuta un proyecto parecido. Un proyecto de tres años sobre gestión de los sistemas de educación sindical se centra en la metodología de la formación, la difusión de información y la gestión de estrategias sobre educación sindical en la Federación de Rusia. Las organizaciones de empleadores de Asia central y el Cáucaso están recibiendo ayuda financiera, y las organizaciones de trabajadores y de empleadores de Europa central reciben la ayuda por medio de proyectos. En Belarús se ejecutan proyectos de reducción de la pobreza, apoyo a la reforma de las pensiones y sobre sistemas de educación por módulos. El PNUD está financiando proyectos para luchar contra la pobreza en los tres Estados bálticos, Uzbekistán y Kazajstán, programas de desarrollo humano en la República Checa, Eslovaquia, Hungría y República de Moldova, y un proyecto sobre políticas salariales en Albania y, junto con la OIT, un proyecto de elaboración de modelos de presupuestos sociales en Ucrania. La OIT, a través del PNUD, pudo recaudar 2,2 millones de dólares de los Estados Unidos para programas de cooperación técnica en Bosnia y Herzegovina durante el período 1998-1999 con apoyo de diversos donantes. Proyectos del programa Inicie y Mejore su Negocio (SIYB) se están llevando a cabo en Kazajstán y Kirguistán. Un proyecto sobre gestión de sistemas de asistencia social se está ejecutando en Albania, y en Bulgaria se inició un proyecto sobre inspección laboral (35).

Trabajo infantil

El IPEC ha estado activo en Europa desde el principio del programa. En Rumania -- tras una minuciosa labor de preparación -- se elaboró un programa general para ayudar al Gobierno rumano, entre cuyos objetivos están los siguientes: i) impedir el aumento del trabajo infantil, ii) fomentar la capacidad de los organismos estatales y las organizaciones no gubernamentales correspondientes, iii) realizar investigaciones cuantitativas y cualitativas para evaluar el alcance y el carácter del problema del trabajo infantil, y iv) concienciar al público acerca del trabajo infantil en el país. Se espera que a principios del año 2000 se firme un Memorándum de Entendimiento. En San Petersburgo (Federación de Rusia) se está ejecutando un programa destinado a los niños de la calle que trabajan. Se proporcionará a importantes instituciones de San Petersburgo capacidad para tratar con eficacia el problema de los niños de la calle que trabajan y recibirán asistencia directa. Asimismo, se realizan actividades preparatorias en la Federación de Rusia para emprender actividades en la lucha contra el trabajo infantil en el plano nacional. En Albania, el Gobierno suscribió un Memorándum de Entendimiento con la OIT en junio de 1999. El Gobierno albanés ha preparado y aprobado un documento de síntesis del programa para iniciar un programa de acción directa a propósito de los niños de la calle, los que trabajan en el campo y el tráfico infantil. Se recabó financiación para la primera fase del programa. Desde primeros de este año se ha llevado a cabo una encuesta sobre trabajo infantil en Ucrania apoyada por el IPEC (SIMPOC). Durante la presentación de los resultados de la primera fase, se manifestaron algunas ideas de acciones concretas. En la actualidad, se efectúa en Georgia una encuesta sobre trabajo infantil. Recientemente se emprendió una misión de desarrollo de programa en Kirguistán para iniciar actividades del IPEC. Se han designado consultores nacionales para que efectúen un estudio sobre trabajo infantil.


Notas

1. Actividades de la OIT en Africa: 1994-1999, novena Reunión Regional Africana, Abidján, diciembre, 1999.

2. Trabajo decente y protección para todos en Africa, Memoria del Director General, Abidján, diciembre, 1999.

3. Poverty-reducing employment strategies for Africa, Comisión de Trabajo y Asuntos Sociales de la OUA, vigésimo segunda reunión ordinaria, 19-24 de abril de 1999, Windhoek, Namibia, REF. LSC/3b (XXII).

4. Proyecto de Plataforma de Acción sobre el VIH/SIDA en el contexto del mundo del trabajo en Africa, Seminario tripartito regional sobre estrategias destinadas a enfrentar las consecuencias sociales y laborales del VIH/SIDA, Windhoek, Namibia, 11-13 de octubre de 1999.

5. Plataforma de Abidján, del curso práctico subregional sobre estrategias de apoyo a las mutuas de salud en Africa, junio de 1998.

6. Reunión tripartita regional africana sobre trabajo infantil, Kampala, febrero de 1998, Child labour in Africa: Targeting the intolerable, OIT, Ginebra, 1998.

7. Conclusiones de la decimocuarta Reunión Regional de los Estados Miembros de la OIT en las Américas, Lima 24-27 de agosto de 1999. (Documento GB.276/4.)

8. Estudio Comparado: Tendencias y Contenidos de la Negociación Colectiva: Fortalecimiento de las Organizaciones Sindicales de los Países Andinos, por M. Rueda-Catry, J.M. Sepúlveda-Malbrán y M.L. Vega-Ruiz, 1998.

9. Investigación sobre negociación colectiva, diálogo social y participación en la formación profesional en Argentina, por B. Cappeletti, 2000; Investigación sobre negociación colectiva, diálogo social y participación en la formación profesional en Uruguay, por J. Rosenbaum, 2000; Investigación sobre negociación colectiva, diálogo social y participación en la formación profesional en Brasil, por S. Sochazczeweski, 2000.

10. CD con la base de datos de acuerdos sobre negociación colectiva de Uruguay (Santiago, CINTERFOR OIT/EMD, 1999).

11. Labour issues in the context of economic integration and free trade: A Caribbean Perspective, por W. Momm (publicado bajo la dirección de), 1999; Globalization and labour issues -- an international perspective, por G. van Liemt, 1999; Globalization and adjustment: new challenges for Latin America, por V. Tokman, 1999; Restructuring Caribbean labour markets in the context of globalization and trade liberalization, por W. Momm, 1999; The impact of globalization on Caribbean export industries and economic processing zones, por E. Millett, 1999.

12. Restructuring and the Loss of Preferences: Labour Challenges for the Caribbean Banana Industry, por D. Nii Addy, 1999.

13. Chile: Crecimiento, empleo y el desafío de la justicia social, por A. Conte-Grand y colaboradores, 1998.

14. Panorama Laboral 99, Lima, 1999.

15. Cobertura de los riesgos del trabajo: Manual con experiencias actuales y alternativas, por A.H. Conte-Grand y C.A. Rodríguez, 1999.

16. IPEC: Trabajo infantil en los países del MERCOSUR: Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay, 1998; Trabajo infantil en los países Andinos: Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, 1998; Trabajo infantil en los países centroamericanos: Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, República Dominicana, Panamá, 1998.

17. Informe sobre el empleo en el mundo 1998-1999, 1998.

18. Report on the Tripartite Regional Consultation on Employment --Follow-up to the Social Summit (septiembre de 1999), Beirut, 2000.

19. Memoria del Seminario tripartito nacional sobre empleo en el Líbano (febrero de 1999), Beirut, 1999 (disponible solamente en árabe).

20. Arab women on work -- Review of progress since Beijing, Beirut, 1999 (disponible solamente en inglés).

21. Report on the Regional Seminar on the Role of Labour Administration in the Development of Training Policies and Programmes (octubre de 1998), 1999.

22. Actas del seminario regional sobre la ratificación y la aplicación de los convenios fundamentales (mayo de 1999), Beirut, 2000 (disponible solamente en árabe).

23. Towards full employment: Prospects and problems in Asia and the Pacific, Informe técnico para la discusión en la Consulta regional asiática sobre el seguimiento de la Cumbre Mundial para el Desarrollo Social (Bangkok, 13-15 de enero de 1999).

24. Combating trafficking in children for labour explotation in the Mekong subregion: A proposed framework for ILO-IPEC action and proceedings of a Mekong subregional consultation, 1998; Combating trafficking in children for labour explotation in South Asia; Report on South Asian consultation, Katmandú, Nepal, 12-14 de octubre de 1998.

25. I-WEB Trainers' Guide: Improve your work environment and business for micro manufacturers, y I-WEB Action Manual: Improve your work environment and business for micro manufacturers, 1999.

26. W.R. Böhning: The impact of the Asian crisis on Filipino employment prospects abroad, 1998.

27. Skills in Asia and the Pacific: Why training matters, informe técnico para la discusión en la Reunión consultiva tripartita para Asia y el Pacífico sobre el desarrollo de los recursos humanos y la formación, Singapur, 30 de junio - 2 de julio de 1999.

28. Indonesia: A gender review of globalization, legislation, policies and institutional frameworks, de M. Hendytio y varios, 1999; Gender dimensions of globalization and modern sector employment in Indonesia, H.H. Aswicahyono y T. Feridhanusetyawan, 1999; Women's work in South Asia: A situational analysis and policy concerns, S. Mukhopadyay, 1999.

29. Prevention and Settlement of labour disputes in South Asia, A. Sirananthiran (director de la publicación), 1998.

30. La oficina de zona y Equipo Consultivo Multidisciplinario de Moscú atienden a los siguientes países: Armenia, Azerbaiyán, Belarús, Georgia, Kazajstán, Kirguistán, Federación de Rusia, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán.

31. G. Casale: The settlement of labour disputes in Central and Eastern Europe, 1998.

32. Social budgeting in Ukraine, informe del grupo mixto de trabajo en colaboración con la OIT, el Banco Mundial y el PNUD en Ucrania, Budapest, 1999.

33. Task Force on country studies on globalization, Studies on the social dimensions of globalization, resumen del estudio por país sobre Polonia (1999). Extracto publicado como documento GB.276/WP/SDL/1 del Consejo de Administración.

34. A. Nesporova: Employment and labour market policies in transition economies, 1999.

35. Documento GB.276/TC/1 del Consejo de Administración.

 

Puesto al día por SD. Aprobada por RH. Ultima actualización: 30 de mayo de 2000.