La OIT es una agencia especializada de lasNaciones Unidas
ILO-es-strap

GB.273/7/1
273.a reunión
Ginebra, noviembre de 1998


 SEPTIMO PUNTO DEL ORDEN DEL DIA

Informes de la Comisión de Programa, Presupuesto y Administración

Primer informe: Cuestiones financieras y generales

Indice

Programa y Presupuesto para 1998-1999

Cuestiones financieras relativas al Instituto Internacional de Estudios Laborales

Centro Internacional de Formación de la OIT, Turín

Informe de la Subcomisión de Construcciones

Cooperación entre la OIT y los donantes multilaterales

La tecnología de la información en la OIT

Otras cuestiones financieras y generales

1. La Comisión de Programa, Presupuesto y Administración se reunió el 11 de noviembre de 1998 bajo la presidencia del Sr. N. Akao, Presidente del Consejo de Administración. El Sr. S. Marshall (portavoz de los empleadores) actuó como Ponente.

Programa y Presupuesto para 1998-1999
(Primer punto del orden del día)

Cuenta del presupuesto ordinario y Fondo de Operaciones al 31 de octubre de 1998

2. La Comisión tuvo ante sí un documento(1) en el que se recoge información sobre la cuenta del presupuesto ordinario para 1998-1999 y sobre la situación del Fondo de Operaciones al 31 de octubre de 1998.

3. El representante del Director General (el Tesorero y Contralor de Finanzas) comunicó que, después de que se preparó el documento de la Oficina, se habían recibido los atrasos de las contribuciones de los siguientes Estados Miembros:
 


Francos suizos

Croacia

298.466

Letonia

328.984

Omán

37.998

 


Total

665.448


Estas cantidades elevaban el total de los atrasos recibidos en el bienio actual a 120,6 millones de francos suizos, y el total de las contribuciones recibidas a 334,3 millones de francos suizos. Además, las cantidades recibidas de Namibia (23.198 francos suizos), Eslovaquia (124.593 francos suizos) y Tailandia (550.016 francos suizos) representaban el pago adelantado de la totalidad de sus contribuciones para 1999.

4. El Sr. Marshall, en nombre de los miembros empleadores, alabó a los Estados Miembros que habían realizado pagos parciales o totales de sus contribuciones para 1999. La situación de tesorería parecía ser satisfactoria, pero ello se debía en gran parte a que se había abonado un gran número de contribuciones atrasadas. Resultaba preocupante que, a finales del décimo mes, sólo se hubiese recibido el 63 por ciento de las contribuciones para 1998, e instó a los Estados Miembros que todavía no hubiesen pagado a que hiciesen todo lo posible por pagar sus contribuciones.

5. El Sr. Blondel, en nombre de los miembros trabajadores, observó que el porcentaje de las contribuciones recibidas hasta la fecha equivalía en gran medida al del año anterior. No obstante, en 1999 los porcentajes prorrateados de algunos Estados Miembros variarían, y los trabajadores confiaban en que ello no afectase al modelo de pago de las contribuciones. Una serie de Estados Miembros todavía no habían pagado sus contribuciones del presente año, contribuciones que debían poner al día tan pronto como fuese posible.

6. El representante del Gobierno de los Estados Unidos recordó que, durante la 264.ª reunión del Consejo de Administración (noviembre de 1995), la Comisión había examinado la cuestión de las fluctuaciones de los tipos de cambio a la vista de las dificultades que había causado a algunos Estados Miembros la apreciación del franco suizo. El documento de la Oficina presentado en esa ocasión señalaba que la solución a largo plazo consistía en reducir el porcentaje de gastos en francos mediante la descentralización y la deslocalización progresivas de aquellas actividades que pudieran realizarse de igual manera en regiones menos caras. El Director General había indicado que estaba realmente dispuesto a actuar en esa dirección y que, con ese fin, estaba llevando a cabo estudios de viabilidad. El orador preguntó qué progresos se habían obtenido con esas actividades.

7. El Tesorero recordó que cuando se celebró la reunión del Consejo de Administración en noviembre de 1995 el tipo de cambio era de 1,16 francos suizos por dólar. Desde entonces, el dólar se había fortalecido considerablemente, aunque resultaba extremadamente difícil predecir su fluctuación en el futuro en vista de la actual incertidumbre de los mercados monetarios. El componente en francos suizos del presupuesto para 1998-1999 era aproximadamente 53 millones de francos suizos inferior a los 486 millones de francos suizos del presupuesto para 1996-1997 debido, en primer lugar, a las reducciones en los programas acordadas por el Consejo de Administración, y, en segundo lugar, a la descentralización de ciertas funciones administrativas y otras operaciones al terreno. Se esperaba que esta estrategia produjese un ahorro importante a largo plazo.

8. La Comisión tomó nota del documento de la Oficina.

Cuestiones financieras relativas al Instituto Internacional
de Estudios Laborales
(Segundo punto del orden del día)

Autorización para aceptar contribuciones y donativos

9. La Comisión tuvo ante sí un documento(2) en el que se describen las contribuciones y donativos que ha recibido el Instituto.

10. La Comisión recomienda al Consejo de Administración que acepte las contribuciones y donos indicados en el documento GB.273/PFA/2/2.

Centro Internacional de Formación de la OIT, Turín
(Tercer punto del orden del día)

11. La Comisión tuvo ante sí los documentos presentados a la 60.ª reunión del Consejo del Centro(3) junto con el informe de la reunión(4).

12. La Sra. Sasso-Mazzufferi, en nombre de los miembros empleadores, expresó su agradecimiento por los documentos presentados al Consejo, que resultaban claros, estaban bien presentados e incluían abundante información de gran utilidad. Era interesante ver en la información detallada proporcionada sobre los cursos que el porcentaje de participantes femeninos había aumentado de manera constante. Los comentarios generales de los miembros empleadores figuraban en el párrafo 8 del informe. Los empleadores expresaron en especial su agradecimiento por el continuo apoyo del Gobierno de Italia y las autoridades de la región de Piamonte y de la ciudad de Turín a las actividades del Centro. Otros comentarios de los miembros empleadores figuraban en los párrafos 12, 18, 19, 20 y 25 del informe. A los empleadores les complacía ver que las finanzas del Centro gozasen de una situación tan saneada y felicitaron al Director y a sus colegas por obtener unos resultados tan buenos.

13. El Sr. Blondel, en nombre de los miembros trabajadores, expresó su agradecimiento por los documentos presentados a la Comisión e indicó que le complacía ver que el Centro disfrutase de una situación tan saneada si se tiene en cuenta que diez años antes se encontraba en una situación catastrófica. Debería felicitarse al Director y a sus colegas por la labor realizada desde entonces y por los resultados obtenidos.

14. El Sr. Agyei, en nombre de los miembros trabajadores del Consejo del Centro de Turín, describió los principales puntos tratados durante la reunión del Consejo. Todavía se podían reforzar aún más los vínculos existentes entre el Centro de Turín y los programas técnicos de la OIT, y esta labor debería realizarse sistemáticamente y dentro de un marco institucional. Asimismo, deberían intensificarse las actividades bipartitas y tripartitas, y deberían establecerse objetivos más específicos para los trabajadores que participen en los programas generales del Centro. En el Centro de Turín existían comités independientes para el desarrollo gerencial y la formación sindical, lo que en algunos casos no resultaba una estructura adecuada para concebir programas. Sería útil que ambos comités se reuniesen con objeto de aumentar la participación de los trabajadores en las actividades del Centro. Es cierto que se habían producido mejoras alentadoras en la infraestructura del Centro, pero los servicios prestados a los participantes en los cursos todavía debían mejorarse y supervisarse. Debería concederse mayor prioridad al fomento y la evaluación de la enseñanza a distancia, aunque debería existir un equilibrio entre los programas en el terreno y los impartidos en el Centro mismo. Los programas en el terreno eran, por supuesto, una actividad importante, pero se podría promover y dar mayor visibilidad al Centro si se impartiesen más programas allí mismo. Además, debería centrarse más atención en el tripartismo y considerarlo como una prioridad del Centro a fin de equiparar sus actividades con los objetivos de la OIT. Los trabajadores felicitaron al Director y al personal del Centro de Turín por sus esfuerzos y prometieron continuar apoyando sus actividades.

15. El Sr. Anand (miembro empleador) también quiso felicitar al Centro por los logros obtenidos el año anterior. No cabía duda de que, en el mundo del trabajo, la formación sería una actividad clave en los años venideros, y era gratificante ver que el Director General había seguido con tanto interés la labor del Centro de Turín durante la última reunión del Consejo y había vuelto a mantenerse al tanto de los acontecimientos en este terreno. A la luz de lo que se exige del Centro, y a fin de garantizar que éste responda a las necesidades actuales, quizás fuese conveniente considerar la posibilidad de volver a examinar su Estatuto. Tal vez debiera ser ampliado para reflejar de manera más precisa los principios del tripartismo de la OIT y para permitirle desarrollar redes a través de las regiones de Africa, América Latina y Asia, ya que el Centro de Turín era probablemente el mejor foro para difundir el mensaje de las dimensiones técnicas y culturales de las actividades de la OIT. Para ser más precisos, deberían realizarse esfuerzos para garantizar la coordinación entre los programas propuestos por el Comité de desarrollo gerencial y el Comité de formación sindical. Sólo de esta manera se produciría el desarrollo estable de las empresas. El orador expresó su agradecimiento por el continuo apoyo del Gobierno de Italia y de las autoridades de Piamonte y Turín, e instó a los gobiernos y las instituciones de otras regiones a iniciar una descentralización basada en la colaboración y a ofrecer un apoyo similar al Centro en sus esfuerzos por que haya una disponibilidad más amplia de los programas en todo el mundo.

16. El representante del Gobierno de Italia indicó que su país continuaría ofreciendo todo su apoyo al Centro. Su Gobierno apoyaba el proyecto de la Escuela Superior del Personal de las Naciones Unidas, cuya ejecución se estaba llevando a cabo, de manera muy positiva, siguiendo las pautas del Centro, y estaba atrayendo el interés creciente de los organismos del sistema de Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales. Este programa añadía una nueva dimensión a las actividades del Centro y desempeñaría una función importante en las reformas en vigor en las Naciones Unidas. Su eficacia dependería de la estrategia de gestión del Centro de Turín, donde había tenido, y siempre tendría, su punto focal. El apoyo al proyecto de la Escuela Superior formaba parte esencial de la contribución de Italia al Centro, y su Gobierno esperaba con interés que se produjesen nuevos acontecimientos positivos.

17. El representante del Gobierno de India felicitó al Director del Centro de Turín y a sus colegas por los programas ejecutados en 1997 y 1998. El informe del Director sobre las actividades del Centro en 1997 subrayaba el aumento de los programas de formación y describía las mejoras de la calidad de la formación profesional en diversos países miembros. El Informe sobre el empleo en el mundo había puesto de manifiesto la desoladora situación del empleo en todo el mundo y había subrayado la importancia de la formación y la readaptación profesionales a la hora de mejorar las perspectivas de empleo. El Centro debería, por lo tanto, centrar más sus labores en la formación profesional y dejar que otros organismos del sistema de las Naciones Unidas se ocupen de actividades menos importantes. La región de Asia y el Pacífico además de ser la más grande en el mundo en términos de población, también se estaba enfrentando a problemas extremadamente graves de pobreza, desempleo y subdesarrollo. A pesar de las repetidas solicitudes realizadas en el pasado para que el Centro de Turín preste atención especial a la región, la situación no había mejorado por ahora. Es verdad que los participantes en el Centro de Turín procedentes de la región de Asia y el Pacífico sólo representaban un 10 por ciento del total en 1997, cifra inferior al 11 por ciento registrado en 1991. No obstante, se acogían con especial agrado los esfuerzos del Centro de ampliar la red de instituciones asociadas en el terreno: recientemente se había firmado un acuerdo de colaboración entre el Centro de Turín y el Instituto de desarrollo del trabajo de Jaipur, India. El Gobierno de India apoyaba plenamente estas actividades, pero deseaba que se le consultase acerca de los pormenores del programa antes de que finalizasen los acuerdos.

18. El representante del Gobierno de Francia señaló que era especialmente gratificante ver como las actividades del Centro de Turín marchaban viento en popa, y manifestó que el Director y el personal del Centro se merecían todas las felicitaciones por haberlo rescatado de la catástrofe que estaba a punto de producirse hace diez años. Un acontecimiento reciente y digno de mención era el proyecto de la Escuela Superior de Personal de las Naciones Unidas, que añadía una nueva dimensión a las actividades del Centro y de la misma OIT, como lo indicaban los comentarios del Secretario General de las Naciones Unidas. Otro beneficio de este proyecto era la mejor colaboración existente entre el Centro y la OIT. Durante años, se había producido un aumento constante de los recursos destinados a las actividades del Centro de Turín, lo que ponía de manifiesto la creciente confianza que reinaba sobre su labor. Asimismo, este proyecto también estaba prestando atención a la calidad de los programas, y ello se reflejaba en los resultados de las evaluaciones de los programas. El Centro podía confiar en un futuro brillante, y el Gobierno de Francia continuaría ofreciéndole su pleno apoyo.

19. La Comisión tomó nota del informe de la 60.ª reunión del Consejo y de los documentos que le acompañan.

Informe de la Subcomisión de Construcciones
(Cuarto punto del orden del día)

20. La Comisión tuvo ante sí un informe de la Subcomisión de Construcciones(5) en el que se informaba sobre la marcha de las obras de construcción de los locales de la Oficina de la OIT en Islamabad.

[21-29]

30. La Comisión recomienda al Consejo de Administración que:

  1. autorice una cantidad adicional de 290.000 dólares para la construcción de los locales de la OIT en Islamabad, con cargo al Fondo de Construcciones y Alojamiento, y
  2. que toda compensación que la Oficina pueda obtener del contratista sea acreditada al Fondo de Construcciones y Alojamiento.

Cooperación entre la OIT y los donantes multilaterales
(Quinto punto del orden del día)

31. La Comisión tuvo ante sí un documento en el que se proporciona información sobre la cooperación entre la OIT y los donantes multibilaterales(6).

32. El Sr. Marshall dijo en nombre de los miembros empleadores que, dando por sentado que la financiación de la UE era importante para la OIT, y en vista de que se había decidido mantener la relación con la UE, postura apoyada por los empleadores, su Grupo recomendaba que la Oficina siguiese negociando, inicialmente en el marco más amplio del grupo de organizaciones de las Naciones Unidas. No obstante, la Oficina debería ser flexible y estar dispuesta a negociar directamente los mejores términos posibles. Si las negociaciones entre las Naciones Unidas y la UE fuesen lentas o llegasen a un punto muerto, la OIT debería prepararse para seguir adelante por sí sola. A tales efectos, sin embargo, sería importante reconocer las consecuencias que podrían tener esas modificaciones tan importantes para los procedimientos de la OIT, particularmente en relación con otros donantes. La introducción de procedimientos innovadores que permitan, por ejemplo, separar los fondos de la UE de los fondos recibidos de otros donantes, podría ser un enfoque apropiado. Los miembros empleadores esperaban recibir más información sobre este tema como resultado de las negociaciones.

33. El Sr. Blondel, hablando en nombre de los miembros trabajadores, señaló con referencia al comentario del Grupo de los Empleadores que no cabía duda de que la Oficina estaba interesada en proseguir la cooperación con la UE. Los miembros trabajadores consideraban esa cooperación como esencial. Aunque en el título del informe que se examinaba se hacía referencia a los donantes multibilaterales en el documento se analizaba básicamente la cooperación entre la OIT y la UE. Dicho esto cabía señalar, no obstante, que en el documento planteaban también otras cuestiones con relación a los demás organismos de las Naciones Unidas y quizá también al sistema de las Naciones Unidas en su conjunto.

34. En el documento se mencionaban también y se comparaban las reglas administrativas y financieras aplicadas por la OIT y la UE. En algunos casos, no obstante, los problemas planteados transcendían los aspectos administrativos o financieros y se referían a cuestiones de principio. La exigencia de que el personal empleado en los proyectos financiados por la UE esté compuesto únicamente por ciudadanos de países miembros de la UE era un ejemplo que ilustraba bien esta cuestión, al igual que la insistencia por parte de la UE de que el personal sea remunerado de acuerdo con las tasas fijadas por la UE y no con arreglo a las disposiciones del sistema común de las Naciones Unidas. No era seguro que las actuales negociaciones entre las Naciones Unidas y la UE produjesen resultados; los Gobiernos europeos interesados tendrían quizá que ejercer la presión necesaria para poder finalmente resolver este problema. Por lo que respecta a los sindicatos, esa iniciativa correspondería tomarla a las centrales sindicales nacionales de los Estados Miembros de la UE.

35. Entre tanto, la Oficina debería tratar de reducir lo más posible las diferencias, especialmente en los aspectos puramente administrativos tales como el suministro para el apoyo administrativo y técnico. La cooperación con la UE era una necesidad política y financiera, y deberían encontrarse medios para crear un acercamiento entre la OIT y la UE sin tener que recurrir a la delegación de esos esfuerzos, lo cual podría conducir a un estancamiento.

36. La representante del Gobierno de Canadá expresó su satisfacción por el contenido del informe. El anexo en el cual se indican las diferencias entre los requisitos de la OIT y los de la UE resultaba particularmente útil. Durante los días previos a la reunión de la Comisión de Cooperación Técnica, se había discutido el problema de las bajas tasas de ejecución de los proyectos de cooperación técnica, y se había planteado la interrogante de si esto podía deberse en parte a obstáculos o barreras administrativas. Esos obstáculos podrían reducirse mediante una mayor normalización de procedimientos tales como los acuerdos estándar de contribución y las prácticas en materia de elaboración y presentación de informes. El hecho de establecer disposiciones especiales para cualquier donante sería contrario a esta tendencia general. Tal como recomendaron miembros del Grupo de los Empleadores y del Grupo de los Trabajadores, la Oficina debería seguir las negociaciones con la UE dentro del marco del sistema de las Naciones Unidas.

37. El representante del Gobierno de los Estados Unidos expresó su satisfacción al comprobar que el CCCA había solicitado la participación de los organismos especializados, entre ellos la OIT, en las discusiones entre las Naciones Unidas y la Comisión Europea con respecto a un modelo de acuerdo normalizado. Aparentemente, no se habían hecho muchos progresos al respecto. En el acuerdo propuesto seguía habiendo una serie de exigencias financieras y administrativas de la Comisión Europea que no eran viables, y era necesario proseguir las negociaciones. Entre tanto, se instó a la Oficina a que siguiera procurando aclarar con las Naciones Unidas las inquietudes planteadas con respecto a este tema por miembros de la Comisión de Programa, Presupuesto y Administración en marzo y junio de 1998.

38. El representante del Gobierno del Reino Unido aprobó el contenido del informe relativo a la cuestión más general de la relación entre la OIT y los otros donantes. La OIT, dijo, debería proseguir las negociaciones de alcance general que se estaban llevando a cabo entre las Naciones Unidas y la UE. El orador se manifestó a favor de la normalización de los procedimientos que deben seguir los donantes de la OIT y señaló que, aunque en el documento se proporcionaban detalles sobre los procedimientos que se aplicaban habitualmente a los donantes multibilaterales, no se indicaba quiénes eran esos donantes. La OIT debía seguir negociando con la UE dentro del marco de las negociaciones más amplias entre la Comisión y las Naciones Unidas en busca de un compromiso, y el Reino Unido seguiría instando a la Comisión para que hiciera otro tanto.

39. El representante del Gobierno de Panamá se refirió a las diversas diferencias entre los requisitos administrativos y financieros que aplica la OIT y los de la UE. En vista de la gravedad de los problemas planteados, sería muy difícil, dijo, llegar a un acuerdo.

40. El representante del Gobierno de Francia apoyó los comentarios formulados por el representante del Reino Unido. Era comprensible, dijo, que hubiese diferencias e incompatibilidades entre las normas y reglamentaciones de dos grandes organizaciones. Se instaba, no obstante, a la OIT a que prosiguiese las discusiones y negociaciones no sólo sobre los aspectos administrativos sino también sobre una base mucho más amplia. La UE tenía los mismos valores que la OIT y compartía las mismas preocupaciones con relación a la estructura social y los derechos humanos; de hecho, la OIT había sido la fuente de inspiración de la UE respecto de esas cuestiones. Era esencial, por lo tanto, que no se olvidaran esos objetivos generales una vez que se hubiesen superado las diferencias. El Gobierno de Francia seguiría tratando de impulsar el avance de las negociaciones tanto ante la OIT como en Bruselas.

41. El Sr. Blondel, hablando en nombre de los miembros trabajadores, solicitó la confirmación por la Oficina de que las exigencias de la UE no se aplicaban únicamente a la OIT sino a todas las organizaciones.

42. El representante del Director General (el Tesorero y Contralor de Finanzas) confirmó en respuesta a la consulta del Grupo de los Trabajadores que la UE aplicaba las condiciones exigidas a todos sus subcontratistas y contratistas. Esas condiciones habían sido establecidas para empresas privadas y a eso se debía, en parte, el hecho de que las organizaciones internacionales y el sistema de las Naciones Unidas en su conjunto tuviesen problemas al respecto.

43. La Comisión tomó nota del documento de la Oficina.

La tecnología de la información en la OIT
(Sexto punto del orden del día)

44. La Comisión tuvo ante sí un informe sobre la tecnología de la información en la OIT(7).

45. El Sr. Marshall, hablando en nombre de los miembros empleadores, aprobó el contenido del documento relativo a una cuestión de suma importancia para una organización como la OIT. Apoyó la idea de mejorar el sistema presupuestario y contable central, y manifestó su acuerdo con la sugerencia de crear un fondo para financiar esa mejora a lo largo de varios bienios. Era necesario, no obstante, elaborar un informe detallado al respecto, en el cual se indicasen un calendario y los recursos necesarios a fin de poder constituir debidamente ese fondo y establecer los acuerdos de financiación correspondientes.

46. El orador señaló que otros organismos habían creado fondos similares que funcionaban satisfactoriamente. Era importante no abandonar el concepto de crecimiento cero, y debía considerarse la posibilidad de utilizar cualquier superávit de tesorería que se registrase para establecer un fondo especial. En el caso de que el superávit no fuese suficiente, se podrían complementar los recursos del fondo mediante la asignación de créditos anuales en los presupuestos de 2000-2001 y 2002-2003. Manifestó también su acuerdo con la solicitud de 1,6 millones de dólares adicionales para completar la aplicación de PERSIS, ya que ese objetivo se consideraba importante. Ese crédito, sin embargo, tendría que compensarse con ahorros en otras partidas del presupuesto.

47. El Sr. Blondel, haciendo uso de la palabra en nombre de los miembros trabajadores, elogió también el documento en el cual se hacía una reseña de los esfuerzos desplegados por la Oficina para mantenerse al día en materia de tecnología de la información, la cual incluía la red Internet, el correo electrónico, los debates virtuales, los debates por vídeo y la traducción asistida por ordenador. Le sorprendía, no obstante, comprobar que en el documento no se hacía ninguna referencia a la posibilidad de transmitir los discursos y los mensajes por satélite. Con referencia al problema de la financiación de los sistemas centrales presupuestario y de contabilidad, que debían sustituirse con urgencia a fin de evitar fallas graves y otro tipo de problemas, dijo que los sistemas eran obsoletos y resultaba sumamente difícil encontrar programadores capaces de trabajar con ellos.

48. Las modificaciones propuestas supondrían un costo de entre 15 y 20 millones de dólares repartidos a lo largo de tres bienios. Teniendo presente el concepto de crecimiento cero, la Oficina propuso la creación de un fondo especial. Se apoyaba la creación de dicho fondo, pero era necesario proporcionar más información con respecto a las condiciones que se aplicarían para la utilización de los recursos del fondo, así como sobre las fuentes de financiación (ahorros, superávit, contribuciones atrasadas, etc.).

49. En el documento se hacía también referencia a la suma adicional de 1.600.000 dólares que se necesitaban para completar el módulo de la nómina de sueldos del sistema PERSIS. Se consideraba esencial completar el proyecto PERSIS y, por lo tanto, en el próximo bienio se debería destinar a tales efectos la suma adicional requerida de 1.600.000 dólares.

50. El representante del Gobierno del Reino Unido acogió con beneplácito la reseña expuesta en el documento sobre la estrategia de la tecnología de la información y subrayó la importancia de mantenerse al día en ese campo. Declaró que la introducción de nuevos sistemas financieros era fundamental para reformar los procedimientos presupuestarios y establecer sistemas presupuestarios estratégicos. Para hacer economías en materia de costos a largo plazo la OIT debería abandonar los procedimientos manuales engorrosos del actual sistema.

51. Los gastos en materia de tecnología de la información son por naturaleza fluctuantes. Esto dificulta la organización de un presupuesto sobre una base bianual, esto es  ".  El sistema presupuestario y contable central debería ser reemplazado lo antes posible. Los gastos de tecnología de la información deberían ser financiados por el presupuesto ordinario. El orador declaró que ese gasto era demasiado importante para dejarlo librado a las variaciones de la financiación extrapresupuestaria y no debería ser financiado por las recaudaciones de las contribuciones atrasadas".

52. Durante la fase inicial de instalación de las tecnologías de la información, los gastos deberían ser financiados con las economías de la Parte I del presupuesto del bienio en curso. Debería constituirse un fondo de reserva para las tecnologías de la información, en el que podrían incluirse dichos ahorros. Para futuros bienios, podría asignarse una partida para gastos de tecnología de la información a largo plazo, y transferirse a dicho fondo.

53. Puesto que en el documento no figuran informaciones acerca del problema del cambio del milenio, el orador pidió una actualización sobre lo ocurrido desde que el Consejo de Administración trató esta cuestión en marzo.

54. El representante del Gobierno de los Estados Unidos convino en que era importante utilizar la tecnología de la información de la manera más eficiente. Se mostró impresionado por el millón y medio de consultas realizadas por mes al sitio Web de la OIT. Instó a la Oficina a seguir transformando el sitio Web para que éste sea aún más útil para los interlocutores sociales, las personas privadas y los gobiernos que no recibían copias impresas de los documentos producidos por la OIT. De esta manera, la OIT había logrado informar a un público al que anteriormente no tenía acceso. Al mejorar aún más el sitio Web, al facilitar su acceso, y al agregar enlaces (links) con otros sitios, el sitio Web de la OIT será consultado por un público cada vez más numeroso. Asimismo, los progresos de la tecnología de la información van más allá de la red Internet. Las vídeoconferencias, las comunicaciones internas y los demás sistemas seguramente mejorarían los métodos de trabajo de la OIT, pero su instalación sería costosa.

55. El sistema presupuestario y contable central debía ser reemplazado y debía completarse la elaboración del módulo sobre la nómina de sueldos del personal. La vinculación de estos dos sistemas con los recursos técnicos existentes permitiría una evaluación más completa de los datos de que dispone la Oficina y el Consejo de Administración con mayor puntualidad. Dichos instrumentos serán aún más necesarios al entrar en el próximo bienio y los bienios subsiguientes.

56. Sin embargo, ni la financiación por medio de un fondo extrapresupuestario con cargo al Programa y Presupuesto ni tampoco por medio de un aumento excepcional por encima de la norma del crecimiento cero eran opciones válidas. El término «extrapresupuestario» generalmente se refería a contribuciones voluntarias por oposición a contribuciones fijas, si bien aquí no era el caso. Además, las razones invocadas para justificar una financiación extrapresupuestaria, es decir la necesidad de inversiones a largo plazo no resultaban convincentes. La OIT tenía muchos otros proyectos de prioridad igualmente alta que no gozaban de una financiación especial. La inversión en tecnologías de la información debería proceder del presupuesto ordinario, sin afectar a las asignaciones normales por programas, y en cualquier caso a partir de ahorros. Una utilización intensiva de las tecnologías de la información podría compensar parte de los costos de otros programas. Por ejemplo, la OIT planeaba gastar aproximadamente 17 millones de dólares en viajes durante el bienio en curso. Ahora bien, parte de estos gastos podrán ahorrarse mediante la utilización de vídeoconferencias y la aplicación de las recomendaciones relativas a los viajes oficiales formuladas el año anterior.

57. El representante del Gobierno del Canadá elogió a la Oficina por poner a la disposición de sus mandantes los recursos de la tecnología de la información, en particular a los que se encuentran en lugares muy alejados. La OIT debería tratar de facilitar aún más el acceso a sus documentos. La Oficina debería tomar medidas inmediatamente en lo que respecta a la modernización del sistema presupuestario y contable. Al pasar a un sistema presupuestario estratégico sus instrumentos financieros y contables deberían suministrar las informaciones necesarias para la rendición de cuentas que el nuevo enfoque exige.

58. Como lo habían dicho los oradores anteriores, esos proyectos tenían un costo superior al planeado y tomaban más tiempo del previsto, por consiguiente la financiación debería ser segura y escalonarse a lo largo de varios bienios. Los gastos de esos proyectos se caracterizaban también por ser irregulares. La financiación debería provenir de la Parte I del presupuesto, empezando en el bienio 2000-2001, y debería acumularse en un fondo de reserva tal como se propone en el párrafo 32. Como sugirieron los empleadores, podría crearse un fondo de este tipo durante el presente bienio y aprovechar así cualquier ahorro que pudiera lograrse a lo largo del mismo. La oradora convino con los empleadores y con los trabajadores que el sistema PERSIS debería tener prioridad en el próximo bienio.

59. El representante del Gobierno de Alemania observó que la suma en discusión era inferior al 1 por ciento del presupuesto total para el bienio. Además, dado que en cada bienio se asignaban 102 millones de dólares a las actividades de servicio y de apoyo, debería ser fácil que los fondos necesarios para el desarrollo de la tecnología de la comunicación figuraran en ese rubro. La actualización de los sistemas financieros de la OIT llevaría varios años, y por consiguiente lo más apropiado sería que la financiación proviniera del presupuesto ordinario y no de un fondo extrapresupuestario especial.

60. El representante del Gobierno de Finlandia apoyó la propuesta para la financiación de la tecnología de la información mediante un fondo extrapresupuestario especial. No sería realista tratar de financiar los elevados costos de la tecnología de la información únicamente a partir de las economías, que de todas maneras sólo se realizarían a largo plazo. A corto plazo, entretanto deberían asignarse partidas especiales en el presupuesto ordinario.

61. El representante del Gobierno de Japón convino en que los sistemas financieros de la OIT debían ser actualizados. Dichos sistemas desempeñarían una función importante en la preparación de un presupuesto estratégico. El costo de esa modernización debería ser financiado con cargo al presupuesto ordinario. La cuestión de crear o no un fondo especial debía examinarse detalladamente, especialmente respecto de las repercusiones que esto podría tener sobre los programas prioritarios y la disponibilidad de los servicios de la tecnología de la información para aquellos que los necesiten.

62. El representante del Gobierno de Panamá convino en que la OIT debía actualizar su tecnología, y recordó que en junio pasado esta cuestión había sido discutida. Podría ser útil analizar la cuestión de la creación de un fondo extrapresupuestario cuando se disponga de más informaciones sobre las necesidades en materia de tecnología de la información a mediano y largo plazo.

63. El representante del Director General (el Tesorero y Contralor de Finanzas) informó a la Comisión que las labores relativas al llamado fallo del año 2000 estaban avanzando según lo previsto. Describió los equipos informáticos, los sistemas y las aplicaciones que ya han sido adaptados al cambio del milenio. Sin embargo, aún quedaba por hacer la tarea más importante y difícil, lo que se refiere a las aplicaciones de la unidad central IBM. Declaró que recientemente la Oficina había firmado un contrato con una empresa especializada para realizar las modificaciones y las pruebas necesarias. Se esperaba que esa labor estuviera terminada, verificada y totalmente experimentada a mediados de 1999. Sin embargo, aunque la OIT lograra adaptar todas sus aplicaciones informáticas al cambio del milenio, eso no significaría necesariamente que no se experimentarían dificultades el 1.º de enero del 2000 puesto que si sus proveedores y sus bancos no hubieran resuelto sus propios problemas, ello tendría repercusiones inevitables para la Oficina.

64. El orador observó que existía un acuerdo unánime respecto de la necesidad de considerar el problema del nuevo sistema presupuestario y contable. La cuestión de los sistemas informáticos obsoletos, engorrosos y rígidos había sido presentada al Consejo de Administración así como a la Conferencia en los Programas y Presupuestos para 1996-1997 y 1998-1999, si bien no se habían asignado partidas presupuestarias para empezar a trabajar con nuevos sistemas dado que la inversión necesaria era importante y no podía ser absorbida por un presupuesto de crecimiento real cero.

65. En circunstancias ideales, las inversiones importantes en equipamiento o en tecnología de la información serían analizadas sobre la base de su importancia y serían financiadas, de ser justificadas, con cargo al presupuesto aun cuando representaran un aumento excepcional. Así fue como, en los decenios de 1960 y 1970, fueron adquiridos los ordenadores para la unidad central mediante un aumento presupuestario para los bienios correspondientes. En los últimos años, con motivo de las restricciones presupuestarias y financieras que enfrentan muchos Estados Miembros, se adoptó la práctica de un presupuesto de crecimiento real cero. Por lo tanto, resulta muy difícil conseguir los fondos necesarios para las inversiones de infraestructura y, por ejemplo, para la tecnología de la información.

66. Se había sugerido que los recursos necesarios, que ascenderían aproximadamente a 6 millones de dólares por bienio durante los tres próximos bienios, deberían financiarse con las economías que se realizarían en los gastos de administración. El Tesorero recordó que las partidas presupuestarias para el sector administrativo habían sido constantemente reducidas en los últimos años gracias a una mayor productividad y eficiencia, pero dichas economías fueron trasladadas en los presupuestos sucesivos a otros programas prioritarios de la OIT. Esta operación era perfectamente comprensible pero, al mismo tiempo, no había permitido la renovación del equipamiento y las inversiones en nuevas tecnologías. El Consejo de Administración y la Conferencia, al autorizar años atrás ciertas excepciones al Reglamento Financiero a fin de que los excedentes presupuestarios pudieran ser utilizados para satisfacer algunas de esas demandas, habían reconocido la necesidad de dichas inversiones.

67. El Tesorero recordó que, con motivo del pago de importantes atrasos en las contribuciones, el bienio 1990-1991 había terminado con un superávit de tesorería de 19.369.000 francos suizos. De conformidad con la recomendación del Consejo de Administración, la Conferencia había resuelto que 10.324.000 francos suizos de esta suma podrían ser asignados por la Oficina a las siguientes inversiones:
 


Francos suizos

Sistema de voto electrónico

600.000

Sustitución de los sistemas audio

1.600.000

Instalación de un sistema de cables

2.500.000

Sustitución de las centrales telefónicas

3.100.000

Correo electrónico

670.000

PERSIS

1.054.000

Sistema central de tratamiento de textos

800.000

 


Total

10.324.000


68. Del mismo modo, el bienio 1992-1993 había terminado con un superávit de 24.230.000 francos suizos. De esta suma, la Conferencia autorizó que 21.730.000 francos suizos fueran utilizados por la Oficina para programas prioritarios e inversiones de equipamiento y de tecnología de la información, y decidió que el saldo de 2.500.000 francos suizos fuera acreditado a los Estados Miembros en conformidad con lo dispuesto por el artículo 18 del Reglamento Financiero.

69. De la suma de 21.730.000 francos suizos, 1.630.000 francos suizos fueron asignados al reequipamiento y renovación de las oficinas exteriores de la OIT; 1.950.000 francos suizos fueron asignados a la transferencia de la administración financiera a las oficinas exteriores y a la informatización de la contabilidad de las ventas en las oficinas exteriores; y unos 600.000 francos suizos a la modernización de los sistemas financieros de la OIT.

70. El uso que se dio a esos excedentes demostró hasta qué punto el presupuesto ordinario había sido insuficiente para atender las necesidades de inversión que se habían acumulado con los años; el Consejo de Administración y la Conferencia así lo habían reconocido pues autorizaron que parte del superávit fuera utilizado para atender las necesidades urgentes de la modernización de la infraestructura de la Oficina.

71. El orador tomó nota del apoyo expresado, en particular por los empleadores y los trabajadores, a la propuesta de crear un fondo extrapresupuestario que sería mantenido año tras año para financiar inversiones en materia de tecnología de la información y otros gastos en bienes de capital evitándose así gravar al presupuesto ordinario de un bienio al siguiente, a causa de dichas necesidades. Un fondo como ese podría financiarse de varias maneras tales como transferencias periódicas del presupuesto ordinario, la utilización de eventuales excedentes futuros, economías en el presupuesto ordinario e incluso la utilización de la partida para gastos imprevistos de la Parte II del presupuesto siempre y cuando no haya sido utilizada en ningún bienio. Cabía hacer notar que la creación de dicho fondo no resolvería los problemas inmediatos que la Oficina estaba enfrentando puesto que pasarían años hasta que el fondo alcanzara el nivel necesario para cumplir con sus fines.

72. Los portavoces del Grupo de los Empleadores y del Grupo de los Trabajadores habían planteado la posibilidad de utilizar el superávit de tesorería o las contribuciones atrasadas para crear el fondo de inversión considerado. Existía la posibilidad de que el bienio 1998-1999 se cerrara con un importante superávit de tesorería, por los motivos que fueron expuestos al Consejo de Administración en su 271.ª reunión de marzo de 1998(8).

73. El Tesorero señaló que las importantes economías del bienio 1996-1997, habían permitido equilibrar las cuentas a pesar de que el equivalente de la contribución de los Estados Unidos para 1997 no había sido recibido sino en enero de 1998. En caso de que los Estados Unidos pagaran el equivalente de su contribución para 1998 y 1999 en el curso del bienio corriente, ello significaría que en este bienio se habría recibido el equivalente de tres años de contribución del Estado Miembro que hace la contribución más alta. Ante circunstancias tan excepcionales, el Consejo de Administración tal vez considere oportuno utilizar un superávit de tesorería que pudiera producirse ya fuera para financiar directamente el proyecto de renovación de los sistemas financieros ya fuera para crear el fondo extrapresupuestario tal como se había propuesto. El Tesorero concluyó diciendo que si bien no era necesario que el Consejo de Administración tomara una decisión en la presente reunión, esperaba que su propuesta fuera objeto de un examen detallado.

74. La Comisión tomó nota del documento de la Oficina.

Otras cuestiones financieras y generales
(Octavo punto del orden del día)

Curso dado a los informes de la Dependencia Común de Inspección

75. La Comisión tuvo ante sí un documento(9) en el que se describía el curso dado a los informes de la Dependencia Común de Inspección.

76. El Sr. Marshall, hablando en nombre de los miembros empleadores, declaró que los informes de la Dependencia Común de Inspección (DCI) eran un complemento útil de las actividades de auditoría externa e interna de la Organización, pero que los procedimientos existentes relativos a la disponibilidad de documentos eran suficientes y deberían mantenerse. Los documentos estaban a disposición de los miembros del Consejo de Administración y se esperaba que la Oficina formulara importantes recomendaciones a partir de estos documentos a la atención de la Comisión de Programa, Presupuesto y Administración. En lugar de reproducir los documentos y crear un amplio sistema de control, era preferible mantener el statu quo.

77. El Sr. Blondel, hablando en nombre de los miembros trabajadores, recordó que durante la discusión del informe de la DCI correspondiente al bienio 1996-1997, los miembros trabajadores habían expresado importantes reservas en relación con el establecimiento de un sistema distinto para dar curso a los informes de la Dependencia Común de Inspección. Si se aplicaran las propuestas de la DCI que figuran en los párrafos 3 a 11 del documento que actualmente tiene ante sí la Comisión, ello supondría la introducción de importantes cambios en los métodos de trabajo del Consejo de Administración y una inversión adicional en recursos financieros y humanos. La OIT disponía de un sistema de auditoría externa e interna que permitía al Consejo de Administración ejercer el suficiente control contable y financiero. El Grupo de los Trabajadores, dado que no estaba convencido de la necesidad de crear un nuevo sistema de seguimiento de los informes de la DCI, apoyó la propuesta que figura en el documento. La OIT podía volver a tratar la cuestión una vez que ésta hubiera sido discutida en la Asamblea General de las Naciones Unidas.

78. El representante del Gobierno de la India declaró que los informes de la DCI eran importantes para evaluar la actuación y la eficacia de los organismos especializados del sistema de las Naciones Unidas. Los Estados miembros que financiaban los programas de una determinada organización tenían derecho a saber que los fondos se habían utilizado eficazmente y para los fines previstos. Los informes de la DCI podían ser distribuidos a los Estados Miembros de la OIT conforme a lo dispuesto en el inciso c) del párrafo 4 del artículo 11 del Estatuto de la DCI, posiblemente utilizando Internet. El sistema actual de facilitar los documentos a los miembros de la PFAC previa petición de los mismos no era satisfactorio porque no dejaba tiempo suficiente para examinarlos. La utilidad de los informes de la DCI dependía de un seguimiento efectivo de conformidad con los procedimientos que se estipulan en el Estatuto de la DCI. La OIT debería aplicarlos durante algunos años antes de considerar apartarse de ellos, como se propone en el documento objeto de discusión.

79. El representante del Gobierno de la Federación de Rusia declaró que las actividades de la Dependencia Común de Inspección eran muy importantes como medio de control y de supervisión en el sistema de las Naciones Unidas y que las propuestas tendentes a crear un mecanismo de seguimiento más eficaz para aplicar las recomendaciones de sus informes eran necesarias y oportunas. La participación de los Estados miembros y de las organizaciones en la aplicación de las recomendaciones de la DCI era importante a fin de racionalizar las actividades de las secretarías de las organizaciones. A través de este proceso, podría mejorarse dentro de la OIT la eficacia en lo que atañe a la ejecución de las decisiones del Consejo de Administración. No podía aceptar el punto que requería decisión contenido en el documento de la Oficina tal como estaba formulado. La única razón para aplazar la decisión sobre las propuestas de la DCI sería la ausencia de una decisión correspondiente por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Propuso que el párrafo de la decisión debería estipular que la Comisión proponía volver a abordar la cuestión de la aplicación de las recomendaciones de la DCI teniendo en cuenta los resultados de la discusión sobre este tema en la Asamblea General de las Naciones Unidas.

80. Los representantes de los Gobiernos de los Estados Unidos, Italia y Panamá apoyaron la propuesta formulada por el representante del Gobierno de la Federación de Rusia.

81. El representante de la Dependencia Común de Inspección recordó que el artículo 2 del Estatuto de la DCI estipulaba que la Dependencia desempeñaría sus funciones respecto de la Asamblea General y, análogamente, de los órganos legislativos competentes de los organismos especializados y demás organizaciones internacionales del sistema de las Naciones Unidas y sería responsable ante ellos. Además, la DCI era un órgano subsidiario de estos órganos legislativos. Hacía dos años, la PFAC había llegado a la conclusión de que para reforzar el control interno era necesario que el Auditor Interno Jefe tuviera acceso al Consejo de Administración. Tradicionalmente, diferencia fundamental entre la auditoría interna y externa consistía en que la auditoría interna tenía que responder ante la administración, mientras que la auditoría externa daba cuenta a los Estados Miembros. En los últimos años esta distinción se había vuelto menos nítida tanto en la OIT como en las Naciones Unidas, que había creado una estructura de control interno, cuyo jefe era nombrado por la Asamblea General y tenía acceso directo a la Asamblea. En la OIT, resultaba paradójico que la auditoría externa, que se suponía era responsable ante el Consejo de Administración, apenas tenía acceso a éste y que aunque los miembros del Consejo de Administración podían consultar los informes de la DCI, los sujetos a inspección remitían un documento al Consejo de Administración en el que daban cuenta del contenido del informe de inspección. La cuestión de la distribución también revestía importancia. Esto estaba previsto en sus estatutos y no era culpa de la DCI si algunos documentos eran distribuidos varias veces porque diferentes organizaciones estaban tratando la misma cuestión. Habida cuenta de que la DCI era un órgano subsidiario de las organizaciones participantes, era difícil aceptar el argumento de que como un informe estaba siendo discutido por la Asamblea General no era necesario distribuirlo. Incluso si los Estados Miembros tenían acceso a los informes por conducto de las Naciones Unidas, este no era el caso de los interlocutores sociales que formaban parte de la estructura tripartita de la OIT. El Estatuto de la DCI preveía informes relativos a todo el sistema. Estos eran enviados al Secretario General de las Naciones Unidas que los distribuía a las organizaciones participantes. Sin embargo podían incumbir sólo a una organización como fue recientemente el caso de la OIT. Parecía incongruente que un informe de un sistema de control externo, que era un órgano subsidiario de la OIT, sólo pudiera consultarse, mientras que los producidos por el Auditor Interno se presentaban directamente al Consejo de Administración. Se podría examinar la posibilidad de distribuir los documentos por Internet. Era evidente que si se tardaba varios años en examinar un informe, éste perdería prácticamente toda su pertinencia. Para evitar esto, el Estatuto de la DCI había impuesto plazos para el examen y distribución de los informes que se refieran a una sola organización. Para los informes que se refieran a todo el sistema se estipulaba un máximo de seis meses para la presentación de observaciones en el marco del Comité Administrativo de Coordinación. En realidad, a menudo se sobrepasaba este plazo y los informes perdían su pertinencia. En interés de los Estados Miembros, era necesario disponer de un control externo eficaz apoyado por un mecanismo que se encargaría del seguimiento de las recomendaciones aprobadas. La Asamblea General de las Naciones Unidas había adoptado una resolución en la que se pide que se examinen con detalle los informes de la DCI y que cada recomendación sea discutida por los órganos legislativos. Si el órgano ejecutivo de un organismo se limitaba simplemente a tomar nota de un informe no quedaría claro si se habían aprobado todas las recomendaciones contenidas en dicho informe. Era importante que el Consejo de Administración garantizara la aplicación de las recomendaciones aprobadas. Dado que el asunto se encontraba actualmente ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el Consejo de Administración debería volver a examinarlo en una fecha ulterior. La DCI no estaba de acuerdo con la práctica actual conforme a la cual el Consejo de Administración examinaba un documento resumido sobre un informe de la DCI y el informe sólo estaba disponible para consultas. Este procedimiento no parecía ser correcto desde un punto de vista jurídico.

82. La Comisión recomienda que el Consejo de Administración aplace el examen de las propuestas contenidas en el informe anual de la DCI para el período de julio de 1996 a junio de 1997 hasta que haya recibido el informe de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la cuestión.

Reuniones regionales: nuevas disposiciones

83. La Comisión tuvo ante sí un documento(10) sobre nuevas disposiciones para las reuniones regionales.

84. El Sr. Marshall, hablando en nombre de los miembros empleadores, señaló que la cuestión se había planteado a resultas de las dificultades experimentadas en la duodécima Reunión Regional Asiática celebrada en 1997. Era de suma importancia velar por que se facilitaran instalaciones, servicios de interpretación, salas de reunión, etc., a todas las partes, a fin de sacar el máximo partido de las reuniones, y, por consiguiente, apoyaban el punto que requiere decisión que figura en el párrafo 5, apartado b) y c) e inciso ii) del apartado a).

85. El Sr. Blondel, hablando en nombre de los miembros trabajadores, expresó satisfacción por la inscripción de esta cuestión en el orden del día, dado que el Grupo de los Trabajadores había tenido conocimiento de que algunos representantes de los trabajadores que habían asistido a las reuniones regionales de Asia y el Pacífico habían quedado decepcionados y descontentos. Uno de ellos había mencionado que, por premura de tiempo, las conclusiones se habían redactado el segundo día de la reunión antes de que se hubieran concluido las discusiones. Las propuestas contenidas en el documento de la Oficina eran insuficientes, y sería preferible organizar conferencias de cinco días de duración. Esto proporcionaría un margen de tiempo suficiente para la discusión, incluso en el caso de una participación más amplia, y los ministros que se movilizaban más a nivel regional que en la Conferencia Internacional del Trabajo dispondrían también de tiempo para expresar sus opiniones. Los trabajadores no podían aceptar la opción que figura en el apartado b) del párrafo 5, en el que se autoriza a la Mesa del Consejo de Administración a decidir caso por caso sobre la duración de cada reunión. Esto sería injusto para las regiones obligadas a aceptar reuniones más cortas.

86. El representante del Gobierno de Austria consideró que, en lugar de dejar la decisión a la Mesa del Consejo de Administración, las reuniones regionales deberían preverse para cuatro días, dado que era imposible saber por adelantado si tres días serían suficientes. En los últimos años, resultaba cada vez más difícil llegar a un consenso debido a los límites de tiempo de las intervenciones y a las normas estrictas en relación con las reuniones de noche.

87. El Director General señaló que la expresión utilizada en la versión francesa del documento «autoriser son bureau à decider au cas par cas», la palabra «bureau» se refiere a la Mesa del Consejo de Administración y no a los funcionarios de la Oficina. No debería haber ningún mal entendido a este respecto.

88. La representante del Gobierno del Reino Unido no tenía objeciones respecto de ninguna de las propuestas diseñadas para mejorar la eficacia de las reuniones regionales, y dio su apoyo al punto que requiere decisión 5, a), ii). En relación con el punto 5, b), esperaba que la Mesa examinara cuidadosamente cuál debería ser el punto focal de las reuniones regionales y cómo podían ser organizadas de manera más eficaz antes de prolongar su duración. Era difícil adoptar una decisión sobre esta cuestión habiendo un número importante de oradores, pero la Mesa tal vez desearía examinar de qué manera funcionaban otras organizaciones antes de adoptar una decisión final.

89. El Sr. Marshall recordó que el programa principal 30 del actual presupuesto especificaba que el mandato preveía reuniones de tres días sobre un único punto del orden del día y que se dedicaría medio día a reuniones de los grupos. Sin embargo, parecía razonable permitir que la Mesa del Consejo de Administración contara con la flexibilidad necesaria para prolongar una reunión de tres a cuatro días si lo estimaban necesario. Cinco días para tratar un orden del día compuesto de un solo punto parecía excesivo.

90. La representante del Gobierno del Japón también recordó que se habían planteado dificultades en la reunión regional de Asia y apoyaba la propuesta de prolongar la duración de esas reuniones. Sin embargo, la duración real de cada reunión debería dejarse al arbitrio de la Mesa del Consejo de Administración. Por lo que se refería a los servicios de interpretación y a las salas para las reuniones de los grupos, manifestó su apoyo a la propuesta de celebrar reuniones preliminares del Grupo Gubernamental a fin de aprovechar mejor el tiempo disponible y, por esta razón, se declaró a favor del punto 5, a), ii).

91. El representante del Gobierno de los Estados Unidos compartía la preocupación expresada según la cual las reuniones regionales carecían a menudo de un enfoque concreto, se sumó a la opinión de que prolongarlas a cinco días podría empeorar la situación. Instó a la Mesa de las dos próximas reuniones, así como a la Oficina y a los interlocutores sociales y a los gobiernos interesados, a que se aseguraran de que estaban buscando resultados concretos directamente relacionados con los objetivos prioritarios. Respecto del punto que requiere decisión, manifestó su apoyo a la propuesta de financiar los costos adicionales con los recursos existentes, aun cuando en marzo el Consejo de Administración había aprobado la asignación de recursos adicionales para las reuniones de los grupos. Apoyaba el punto 5, a), ii) para proporcionar recursos que sufraguen servicios adicionales de interpretación y salas adicionales en las reuniones regionales, por cuatro días, ya que no tenía sentido celebrar tales reuniones sin contar con las instalaciones suficientes.

92. El representante del Gobierno de China, que participó en la reunión regional de Asia celebrada en Bangkok, también consideraba que tres días era demasiado poco para llevar a cabo discusiones exhaustivas. El Grupo Gubernamental necesitaba, de hecho, celebrar reuniones consultivas y, por lo tanto, hacía falta proporcionar servicios adicionales de interpretación y salas de reuniones adicionales. Estaba de acuerdo con la propuesta de que las reuniones duraran cuatro días y no consideraba necesario que se adoptara una decisión caso por caso para cada reunión. También estaba de acuerdo en que se financiaran los costos adicionales con los ahorros correspondientes a la parte I del Programa y Presupuesto para 1998-1999.

93. El representante del Gobierno de Panamá, hablando en nombre de los Gobiernos de la región de las Américas, reiteró la importancia de contar con servicios de interpretación suficientes y recalcó que en la próxima reunión regional de las Américas se querían evitar los problemas que se plantearon en la reunión regional de Asia. Apoyaba la propuesta destinada a capacitar a la Mesa para decidir, caso por caso, si debía prolongarse la duración de las reuniones regionales hasta un máximo de cinco días.

94. La representante del Gobierno del Canadá hizo suyas las observaciones de los empleadores acerca del propósito y de la duración de las reuniones, y las de la representante del Gobierno del Reino Unido para encontrar mejores maneras de organizar las reuniones. Para el Grupo Gubernamental los servicios de interpretación eran muy importantes y, por lo tanto, estaba de acuerdo con el punto 5, a), ii). En cuanto al párrafo b), las reuniones de cuatro días debían autorizarse únicamente a título excepcional, pero en aras de un compromiso aceptaba el texto que figuraba en el documento de la Oficina. No estaba de acuerdo con que las reuniones duraran más de cuatro días. Dio su apoyo a la propuesta de financiación del párrafo 5, c).

95. El Sr. Blondel señaló que la celebración de reuniones estaba prevista en el artículo 38 de la Constitución. La adopción de decisiones caso por caso constituiría una discriminación y sería inaceptable para los mandantes de la OIT. ¿Qué pasaría si la Mesa del Consejo de Administración adoptaba una decisión que condujera a una situación similar a la que se dio en la reunión regional de Asia? El orador no podía aceptar que las declaraciones formuladas en las reuniones estuvieran sujetas a límites de tiempo. Las reuniones se celebraban por una buena razón y los participantes debían tener la oportunidad de expresar sus opiniones. Cualquier límite de tiempo inferior a cinco días era insuficiente, y la duración de las reuniones no debía decidirse caso por caso.

96. El Sr. Marshall estaba de acuerdo con las observaciones formuladas acerca de la posible discriminación entre las distintas regiones. Sin embargo, era importante darse cuenta de que las reuniones regionales tenían un mandato y un orden del día específicos. En la presente reunión, la Comisión tenía 16 puntos en su orden del día acerca de importantes cuestiones y tenía que concluir su labor en día y medio, y lo lograba administrando y estructurando debidamente su labor. La Comisión debía evitar una aplicación excesivamente estricta de las disposiciones constitucionales que pudieran impedir la flexibilidad total que se buscaba.

97. El Sr. Brett (Vicepresidente trabajador del Consejo de Administración), recordando la reciente reunión regional de Asia celebrada en Bangkok, declaró que en la reunión se habían escuchado contribuciones muy importantes de ministros y altos funcionarios públicos de las naciones de esa región, que habían utilizado un valioso, pero prolongado lapso de tiempo, reduciendo así el tiempo disponible para las discusiones. Tomó el ejemplo de Africa: 46 de las 53 naciones de ese continente están aplicando programas de ajuste estructural. Para ser justos con los Estados africanos -- y el mismo razonamiento se aplica al continente americano -- a sus reuniones regionales deberían asistir personas con altos cargos. A los ministros no se les podía negar el tiempo de palabra, razón por la cual era necesario celebrar reuniones regionales de cinco días, tanto en Africa como en el continente americano. Posponer una decisión al respecto sería como pedir a la Mesa en marzo que adoptara una decisión que, como era evidente, se podía adoptar ahora, ya que el número de gobiernos no cambiaría. Los problemas con que se enfrentaban Africa y América eran los mismos que se planteaban en Asia. Ya se sabía que habría varios oradores con valiosas contribuciones, y que era inútil aplazar una decisión sobre la duración de esas reuniones.

98. El Sr. Marshall consideraba que, en vista de las diferencias de opinión expresadas por los miembros de la Comisión y del hecho de que las dos reuniones estaban previstas para el segundo semestre de 1999, sería conveniente examinar esta cuestión más detenidamente y adoptar una decisión al respecto en la próxima reunión del Consejo de Administración, en marzo de 1999.

99. El Sr. Blondel convenía en que, en vista de que la adopción de una decisión en marzo dejaría suficiente tiempo para los preparativos de las reuniones regionales de finales de 1999, esta cuestión debía examinarse nuevamente en la próxima reunión del Consejo de Administración.

100. La Comisión decidió aplazar la decisión sobre esta cuestión hasta la 274.ª reunión del Consejo de Administración que se ha de celebrar en marzo de 1999.

Cuestiones financieras relativas al Instituto
Internacional de Estudios Laborales

Autorización para aceptar contribuciones y donativos

101. La Comisión recomienda que el Consejo de Administración acepte las contribuciones y donativos que se enumeran en el documento GB.273/PFA/2/2.

Ginebra, 17 de noviembre de 1998.

(Firmado) S. Marshall,
Ponente.

Puntos que requieren decisión:


1. Documento GB.273/PFA/1.

2. Documento GB.273/PFA/2/1.

3. Documento GB.273/PFA/3/1.

4. Documento GB.273/PFA/3/2.

5. Documento GB.273/PFA/4.

6. Documento GB.273/PFA/5.

7. Documento GB.273/PFA/6.

8. Documento GB.271/PFA/7/7.

9. Documento GB.273/PFA/8/1.

10. Documento GB.273/PFA/8/2.


Puesto al día por VC. Aprobada por NdW. Ultima actualización: 26 de febrero de 2000.