88.a reunión |
||
CIT88 - Memoria del Director General Actividades de la OIT, 1998-99 (continuación) |
***Photo01-s.tif ***
La adopción, en la reunión de 1998 de la Conferencia, de la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo y su seguimiento constituyó un importante paso adelante en la labor de la OIT. La Declaración refuerza la obligación de todos los Estados Miembros de la OIT (aunque no hayan ratificado los convenios en cuestión) de respetar, promover y aplicar los principios y derechos fundamentales de:
Para los mandantes de la OIT, la adopción de la Declaración señala un compromiso universal renovado a estos derechos y principios fundamentales, que respaldan la democracia, la equidad, la eficiencia económica y el desarrollo sostenible. Para la OIT, la Declaración ha brindado un nuevo estímulo y mandato para centrar de nuevo toda la gama de sus actividades consultivas y operativas más estrechamente en relación con los derechos fundamentales para los cuales tiene especial competencia.
Lo dispuesto en la Declaración pone de relieve que se trata de un instrumento de promoción, al tiempo que subraya que las normas del trabajo no deberían utilizarse con fines comerciales proteccionistas. En sus 274.ª y 276.ª reuniones, celebradas en marzo y noviembre de 1999, el Consejo de Administración adoptó decisiones para hacer operativo este seguimiento.
El seguimiento consiste en diversas actividades que van desde la información hasta la cooperación técnica. Incluye un proceso de examen anual que se basa en las memorias de los Estados que no hayan ratificado los convenios correspondientes, así como en la preparación cada año de un informe global, cuyo objetivo es «facilitar una imagen global y dinámica» de cada una de las cuatro categorías de principios y derechos fundamentales observada en el período anterior. Un grupo de siete expertos consejeros asistirá al Consejo de Administración en su examen de las memorias de los países, sobre las cuales pueden presentar comentarios las organizaciones de empleadores y de trabajadores. El informe global será preparado por el Director General y se discutirá cada año en la reunión de la Conferencia.
Las actividades operativas no empezaron hasta el último trimestre de 1999. Comprendían un curso práctico regional en Dakar, en el que los países africanos exploraron cómo podrían utilizar las memorias que debían enviar en virtud del examen anual como trampolín para una estrategia nacional de respeto a los principios y derechos fundamentales en el trabajo; un curso práctico en Uganda sobre el mejor entendimiento de los vínculos entre los principios y derechos fundamentales en la Declaración y las cuestiones relativas al desarrollo; un curso práctico subregional sobre la Declaración en San Petersburgo para los países de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), y una reunión regional para los países de Asia, como primera etapa para el desarrollo de planes de acción nacional para dar curso a los principios que figuran en la Declaración, celebrada en Phnom Penh y financiada conjuntamente por el Japón y los Estados Unidos.
***a00f01-s.eps +++
Además de empezar la preparación del material de promoción y de emprender reuniones de información para los mandantes, se enviaron varios oradores a la Reunión Regional Africana de la OIT y a la primera reunión de la red mundial de desarrollo (Global Development Network), celebrada en Bonn y organizada por el Banco Mundial y otros patrocinadores. Se emprendieron misiones consultivas en diversos países en relación con las memorias que había que enviar en virtud de la Declaración.
La redacción y adopción de la Declaración, así como las medidas iniciales adoptadas para promover su cumplimiento, coincidieron en gran medida con las actividades de la OIT en respuesta a la crisis financiera de Asia. Ciertamente, la respuesta de la OIT a la crisis de Asia y a otras crisis financieras, las secuelas del huracán Mitch y la reconstrucción de Kosovo, todo ello sirvió para reforzar la cooperación entre la OIT, las instituciones financieras internacionales y otros organismos de las Naciones Unidas. A través de su rápida acción para analizar las causas y efectos de las crisis, la OIT contribuyó a centrar la atención en las cuestiones sociales y en la necesidad de fortalecer las instituciones democráticas en los países afectados.
En la Reunión tripartita de alto nivel sobre las respuestas sociales a las crisis financieras en los países de Asia oriental y sudoriental, celebrada en Bangkok en abril de 1998, los mandantes tripartitos de la OIT en la región concluyeron que el tripartismo a nivel nacional podría desempeñar un papel efectivo para la construcción del consenso social que se requería para unas opciones políticas difíciles. El estudio principal de la OIT sobre la crisis ponía de relieve la necesidad de fortalecer la democracia, que se consideraba no sólo como un bien en sí mismo sino también como un elemento esencial para la recuperación después de la crisis (1).
El debate más amplio en muchos países de la región y en todo el mundo sobre la naturaleza de una sociedad justa ha conducido a ciertos cambios tangibles. Por ejemplo, en sus observaciones inaugurales al Coloquio del Consejo de Administración sobre las repercusiones sociales de la crisis financiera de Asia, celebrado en marzo de 1999, el Director General pudo reconocer los esfuerzos positivos efectuados en el ámbito del trabajo y de la política social, especialmente en Indonesia, República de Corea y Tailandia.
A nivel internacional, la respuesta inicial del FMI a la crisis consistía en reclamar una política social más rigurosa que dejase escaso margen al incremento de los gastos sociales, pero tanto el FMI como el Banco Mundial adquirieron pronto una mayor concienciación sobre los aspectos sociales de la crisis. El Director Gerente del FMI, Michel Camdessus, hizo -- en octubre de 1998 -- una declaración muy decidida en favor de las normas fundamentales del trabajo como parte del desarrollo de participación y democracia, del que depende el crecimiento sostenible. Las misiones sobre el terreno del FMI, emprendidas en vísperas de la crisis comprendían consultas con los representantes de los trabajadores. El Banco Mundial ha lanzado un nuevo marco de desarrollo para integrar una amplia gama de preocupaciones sociales en sus estrategias de desarrollo.
El anterior Director General Michel Hansenne y el Director General electo Juan Somavia hicieron una presentación de las políticas laborales en un entorno mundial en rápida evolución ante la reunión de Ministros de Trabajo del G8, celebrada en Washington DC en febrero de 1999. Durante el bienio, se celebró también un Acuerdo de cooperación entre la Organización Internacional del Trabajo y la Unión Interparlamentaria.
El diálogo de alto nivel entre la OIT y los altos ejecutivos de las instituciones de Bretton Woods tuvo lugar en Washington en octubre de 1998. Desde su elección, el Sr. Somavia ha mantenido contactos regulares con el Banco Mundial y con el Fondo Monetario Internacional, que enviaron ambos una representación de alto nivel a los debates del Consejo de Administración de marzo de 1999 sobre la acción de la OIT en respuesta a las situaciones de crisis. Actualmente, la OIT tiene un estatuto de observador tanto en el Comité provisional del FMI como en el Comité para el Desarrollo del FMI/Banco Mundial.
Además, se prosiguió la plena observancia de las normas fundamentales de la OIT a través de otras organizaciones, por medio del suministro de información y asesoramiento sobre las normas y sobre los resultados de las discusiones tripartitas de la OIT a otras organizaciones y mandantes que participaban en su labor. En este contexto, se organizó una segunda sesión informativa en febrero de 1999 para los representantes de las misiones permanentes en Ginebra, poco antes de la reunión de 1999 de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. La sesión informativa señaló a la atención de los representantes de más de 80 misiones las cuestiones que la Comisión tenía ante sí en relación con los derechos humanos, para las cuales la OIT es especialmente competente.
El seguimiento de la Declaración especifica que su objeto
es fomentar los esfuerzos que llevan a cabo los Miembros de la Organización
para promover los derechos y principios fundamentales que figuran en la Declaración.
Sin embargo, no es un sustituto de las normas ni de los mecanismos de supervisión
establecidos en la OIT. La campaña por la ratificación universal
de los convenios fundamentales de la OIT ha ido aumentando su ritmo, con un
total de 83 ratificaciones de dichos convenios registradas durante el bienio.
Como resultado de ello, el 31 de diciembre de 1999 dos Estados Miembros ratificaron
ocho de los convenios fundamentales, 57 Estados Miembros ratificaron siete,
y 49 ratificaron seis. Un octavo convenio, el nuevo Convenio sobre las peores
formas de trabajo infantil, 1999 (núm. 182) se ha añadido a la
lista de convenios fundamentales tras su adopción.
Ratificación de los convenios fundamentales de la OIT Durante el bienio se han registrado las siguientes ratificaciones de los ocho convenios fundamentales:
|
Referencia especial merece Indonesia, que ratificó el Convenio núm. 87 en junio de 1998. Un año más tarde, con la ratificación de los Convenios núms. 105, 111 y 138, se convertía en el primer Estado Miembro de la región de Asia y el Pacífico que había ratificado siete convenios fundamentales. Indonesia ha recibido asistencia técnica para la aplicación de estas normas. Durante el bienio, Camboya se convirtió en el segundo Estado Miembro de la región en ratificar siete convenios fundamentales. Chile emprendió un examen de la armonización de su legislación nacional con las normas de la OIT que tuvo como resultado la ratificación de los Convenios núms. 87, 98, 105 y 138. A fines del bienio el índice de ratificación de los convenios fundamentales era muy rápido, y empezó por incluir el Convenio núm. 182 además de los otros siete.
Asimismo, continuaron registrándose progresos constantes
en la ratificación de muchos de los demás convenios. Durante el
bienio se registraron 125 nuevas ratificaciones de otros convenios, con lo que
el número total de ratificaciones alcanzó la cifra de 6.685 el
31 de diciembre de 1999.
Nuevos instrumentos Además de la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo y su seguimiento, durante el bienio se adoptaron los siguientes instrumentos nuevos:
|
Uno de los principales elementos de los mecanismos de la OIT para supervisar el cumplimiento de sus principios básicos es el Comité de Libertad Sindical del Consejo de Administración. Los mandantes tripartitos siguieron remitiendo muchos casos en los que alegaban el incumplimiento de los principios de libertad de asociación o de libertad sindical. A lo largo del bienio, el Comité alcanzó conclusiones en unos 173 casos relativos a 60 países de todas las regiones del mundo. En muchos de estos casos, el Comité confirmaba los informes relativos a la infracción de los derechos de los trabajadores en materia de libertad sindical y de negociación colectiva. Tanto el Comité de Libertad Sindical como la Comisión de Expertos en Aplicación de Convenios y Recomendaciones señalaron a la atención los graves alegatos en relación con países como Colombia y Etiopía.
La labor de los organismos de supervisión, incluyendo las correspondientes actividades de promoción y formación, fueron útiles para ayudar a los mandantes a conseguir progresos en la aplicación de estos importantes principios, especialmente en países como Indonesia, República de Corea y Nigeria. En el caso de Nigeria, el Consejo de Administración decidió interrumpir el procedimiento que había iniciado en virtud del artículo 26, 4) de la Constitución de la OIT, en vista de los importantes progresos en la situación de los sindicatos que habían observado los organismos de supervisión.
En su 276.ª reunión (noviembre de 1999) el Consejo
de Administración, tras tomar nota de un acuerdo concluido entre el Gobierno
y las organizaciones de trabajadores, decidió que debía emprenderse
una misión de contactos directos en Colombia y aplazó su decisión
sobre el establecimiento de una Comisión de Encuesta.
Casos de progreso en la aplicación
de los principios Entre las medidas que el Comité de Libertad Sindical ha observado que han resultado útiles para dar curso a los principios de libertad de asociación y libertad sindical durante el bienio, cabe señalar las siguientes:
|
Este bienio señaló el 50.º aniversario de la adopción de las normas fundamentales de la OIT en relación con la libertad de asociación, los Convenios núms. 87 y 98, que se adoptaron en 1948 y 1949, respectivamente.
El 50.º aniversario de la adopción del Convenio sobre la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación, 1948 (núm. 87) fue señalado por la publicación de un número especial de la Revista Internacional del Trabajo, bajo el título «Derechos laborales, derechos humanos», que se refiere a los orígenes e impacto del Convenio y a su relación con la Declaración Universal de Derechos Humanos, que se adoptó el mismo año. Los aniversarios de los Convenios se conmemoraron también a través de la publicación de números especiales de Educación Obrera (2). Se siguió brindando orientaciones a los mandantes sobre los principios que se establecen en estos Convenios a través de formación y de actividades consultivas, así como por medio de la publicación de una guía técnica sobre las normas y procedimientos en relación con la libertad de asociación (3) y la traducción del material de referencia existente a otras lenguas (4). Además, se prepararon para su publicación en el segundo trimestre de 1999 cierto número de publicaciones relacionadas con la libertad de asociación (5).
La Comisión de Expertos en Aplicación de Convenios
y Recomendaciones es la clave de bóveda del sistema del que dispone la
OIT para la supervisión de la aplicación de los convenios ratificados,
así como de los principios establecidos en las recomendaciones. En sus
reuniones de noviembre-diciembre de 1998 y 1999, la Comisión de Expertos
tuvo ocasión de expresar su satisfacción por las medidas adoptadas
para mejorar la conformidad entre la legislación y la práctica
nacionales y los convenios ratificados en 65 casos relativos a 55 países.
Muchos de estos casos se referían a los convenios que se relacionan con
la libertad de asociación y la libertad sindical, así como otros
convenios fundamentales. Incluían también la aplicación
de convenios en ámbitos tales como la protección de la maternidad,
la inspección del trabajo, los representantes de los trabajadores, la
seguridad social, las responsabilidades de los armadores, las indemnizaciones
de desempleo (naufragio) y los trabajadores con responsabilidades familiares.
Casos en relación con los cuales la Comisión de Expertos pudo expresar satisfacción Durante el bienio pasado cabe mencionar los siguientes:
|
La Comisión de Expertos continuó su diálogo con los mandantes sobre los problemas que había podido observar en la aplicación de los convenios ratificados. Los casos más graves planteados por la Comisión de Expertos se discutieron en la Comisión de Aplicación de Normas de la Conferencia, que en 1998 señaló especialmente a la atención los problemas relativos a la aplicación del Convenio sobre el trabajo forzoso, 1930 (núm. 29), por parte del Sudán, y del Convenio sobre la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación, 1948 (núm. 87), por parte de Myanmar. En 1999 la Comisión de la Conferencia expresó su grave preocupación por la aplicación del Convenio núm. 87 por Camerún, y de los Convenios núms. 29 y 87 por Myanmar.
Cada año, como parte de su labor de prestación de asistencia a los mandantes en la ratificación y mejora de la aplicación de las normas internacionales del trabajo, la Comisión de Expertos lleva a cabo un estudio general sobre las normas de la OIT que abarcan un tema laboral determinado. Para ello, se solicitan informes en virtud del artículo 19 de la Constitución de los gobiernos que no hayan ratificado los convenios en cuestión, así como sobre el curso dado a las correspondientes recomendaciones. Los estudios generales son luego examinados por la Comisión de Aplicación de Normas de la Conferencia.
El primer estudio general del bienio se hizo sobre las normas
de la OIT relativas a los trabajadores migrantes (véase el capítulo
3 para más información). El segundo fue sobre los instrumentos
que tratan de la consulta tripartita a nivel nacional sobre las materias relacionadas
con la OIT (6).
Consulta tripartita a nivel nacional Uno de los objetivos constantes de la OIT ha sido reforzar el tripartismo, y ello no sólo a nivel internacional sino también dentro de los propios Estados Miembros. Muchos de los instrumentos de la OIT, entre ellos el primer Convenio que se adoptó en 1919 sobre las horas de trabajo en la industria, necesitan una consulta entre los interlocutores sociales a nivel nacional. Este objetivo quedó oficialmente formulado en 1976 en el Convenio (núm. 144) y Recomendación (núm. 152) sobre la consulta tripartita (normas internacionales del trabajo). En los 23 años transcurridos desde su adopción, el Convenio núm. 144 ha recibido 93 ratificaciones, diez de ellas durante el período 1998-1999 (Albania, Bulgaria, Chad, Colombia, Congo, República Dominicana, Fiji, Lesotho, Mongolia y República de Corea). En su estudio general, la Comisión se felicita del hecho de que aproximadamente 20 años después de la entrada en vigor del Convenio, «existan en la actualidad, en una gran mayoría de los Estados Miembros, incluidos aquellos que no han ratificado el Convenio de una forma o de otra, procedimientos de consulta que se están extendiendo en estos países a más y más áreas de las actividades de la OIT». Concretamente, la Comisión de Expertos observa que no sólo no existe ya evidencia alguna de la desconfianza respecto del tripartismo que se detectaba en ciertos países con motivo de su estudio general anterior de 1982, sino que muchos países destacan en la actualidad el efecto de fortalecimiento del diálogo social en el proceso de democratización de la vida pública. Ello se ha puesto de manifiesto de modo más significativo por el hecho de que la mayoría de las recientes ratificaciones del Convenio proceden de países de Africa y de Europa central y oriental en una fase de transición a sistemas pluripartidistas y economías de mercado. La Comisión de Expertos concluía que «un esfuerzo mayor en la promoción de la ratificación y la aplicación de los instrumentos, con el apoyo, llegado el caso, de la asistencia técnica de la Oficina, debería hacer posible prever su aplicación universal en un plazo relativamente breve». |
La Comisión de Encuesta establecida por el Consejo de Administración en 1997 para examinar el cumplimiento por Myanmar del Convenio sobre el trabajo forzoso, 1930 (núm. 29), en respuesta a la queja presentada contra el Gobierno de Myanmar por parte de 25 delegados trabajadores a la Conferencia Internacional del Trabajo, concluyó sus labores en 1998. La Comisión declaró tener ante sí «numerosas pruebas que demuestran que las autoridades y el ejército recurren de manera intensiva a la imposición del trabajo forzoso a la población civil en todo Myanmar» y recomendó diversas medidas para mejorar la situación (7).
Más adelante, el Director General informó a los miembros del Consejo de Administración, en mayo de 1999, de que no había «indicación alguna de que se haya dado curso a las tres recomendaciones hechas por la Comisión de Encuesta». En vista de la gravedad de la situación, la Conferencia adoptó una resolución en su 87.ª reunión, por la que deploraba profundamente que se siga «sometiendo al pueblo de Myanmar a la práctica del trabajo forzoso, que no es sino una forma contemporánea de la esclavitud» y por la que decidía «que la actitud y el comportamiento del Gobierno de Myanmar son totalmente incompatibles con las condiciones y principios inherentes a la calidad de Miembro de la Organización». Decidía también que el Gobierno de Myanmar debería dejar de beneficiarse de cualquier tipo de asistencia o cooperación técnica de la OIT, salvo la que tenga como finalidad la asistencia directa para poner en práctica inmediatamente las recomendaciones de la Comisión de Encuesta y «que el Gobierno de Myanmar no debería recibir en adelante invitaciones para asistir a reuniones, coloquios y seminarios organizados por la OIT, excepto aquellas reuniones que tengan como único fin conseguir el cumplimiento total e inmediato de dichas recomendaciones, hasta que haya puesto en práctica las recomendaciones de la Comisión de Encuesta».
En su 266.ª reunión (noviembre de 1999), el Consejo de Administración decidió invitar al Director General a informar a los miembros del Consejo de Administración por medio de una versión actualizada del Informe, la que debería comunicársele a más tardar el 28 de febrero de 2000 «sobre las medidas tomadas por el Gobierno de Myanmar para dar cumplimiento a las recomendaciones de la Comisión de Encuesta, versión actualizada en cuya preparación deberían tomarse en consideración todas las observaciones formuladas por el Gobierno de Myanmar, así como las informaciones proporcionadas por las organizaciones de empleadores y de trabajadores y por toda otra fuente digna de crédito». Además, el Consejo de Administración inscribió en el orden del día de su 277.ª reunión (marzo de 2000) una decisión sobre cómo inscribir en el orden del día de la Conferencia de junio de 2000 la cuestión de la aplicación a Myanmar del artículo 33 de la Constitución de la OIT.
La labor de revisión del cuerpo existente de normas internacionales del trabajo, con vistas a modernizarlas y fortalecerlas, ha continuado dentro del Grupo de Trabajo sobre política de revisión de normas del Consejo de Administración. El proceso recibió renovado ímpetu con el llamamiento realizado por el Director General Somavia en su informe Trabajo decente (8) para revigorizar las normas internacionales del trabajo y mejorar la labor normativa de la OIT por medio de (entre otros enfoques) una aceleración de la revisión de los instrumentos obsoletos, la promoción de las normas prioritarias como herramientas de solución de problemas, el impulso a los esfuerzos por ayudar a los países en la aplicación de las normas de la OIT, la mejora del impacto de la supervisión de las normas y la reafirmación del papel de las normas pertinentes de la OIT en un contexto mundial más amplio.
Durante este bienio, el Grupo de Trabajo completó su
examen de los convenios adoptados antes de 1985. Empezó también
su consideración de las recomendaciones de la OIT, que debería
completarse en el curso del año 2000. La enmienda a la Constitución
de la OIT que se adoptó en 1997, que facultaba a la Conferencia a derogar
convenios, ha sido ratificada o aceptada por 50 Estados Miembros a fines del
bienio. De conformidad con el artículo 36 de la Constitución,
esta enmienda entrará en vigor cuando sea ratificada o aceptada por dos
tercios de los Miembros de la Organización, comprendidos cinco de los
diez Miembros que están representados en el Consejo de Administración
como Miembros de mayor importancia industrial.
Revisión de las normas actuales de la OIT Desde 1995, por recomendación de su Grupo de Trabajo sobre política de revisión de normas, el Consejo de Administración ha adoptado cierto número de decisiones en relación con los convenios internacionales del trabajo, entre las cuales cabe citar:
Además, el Consejo de Administración ha adoptado también cierto número de decisiones en relación con las recomendaciones internacionales del trabajo, entre las cuales cabe citar:
|
La cartera de propuestas para las actividades de elaboración
de normas que se incluyen en el orden del día de la Conferencia y que
se redactó por primera vez en 1997 contenía 40 puntos a fines
del bienio. Esta cartera se actualiza regularmente a la luz de los acontecimientos
recientes y de las opiniones manifestadas por los mandantes sobre el procedimiento
de consulta anual de la Oficina. Más de 100 Estados Miembros han participado
en el desarrollo de la cartera, muchos de los cuales se refieren en sus comentarios
a las consultas tripartitas preliminares celebradas a nivel nacional.
Puntos
de elaboración de normas que han sido seleccionados para
su inscripción En sus reuniones de marzo de 1998 y de marzo de 1999, el Consejo de Administración decidió que, además de los puntos inscritos de oficio, se inscriban en el orden del día de las reuniones de 2000 y 2001 de la Conferencia los temas siguientes:
|
Como importante servicio de apoyo de sus actividades de elaboración de normas, la OIT siguió brindando información a sus mandantes y al público en general sobre las normas internacionales del trabajo y sobre la legislación nacional sobre el trabajo, la seguridad social y los derechos humanos relacionados. Los dos principales vehículos para este servicio (que son la base de datos ILOLEX sobre las normas internacionales del trabajo y la base de datos NATLEX sobre la legislación nacional relacionada) siguieron ampliándose durante el bienio. Ambas están disponibles en CD-ROM y en el sitio Internet de la OIT (http://www.ilo.org). Según las estadísticas de este sitio, las solicitudes individuales de información y otras formas de retroinformación, está claro que estas bases de datos son consultadas por instituciones, empresas y personas individuales de un número creciente de países, así como por las empresas multinacionales que tratan de desarrollar sus actividades en los distintos países.
Estas bases de datos fueron objeto de demostraciones, y se impartió formación sobre su utilización como medio de promover las normas de la OIT en seminarios tripartitos celebrados en el centro de Turín y en todas las regiones del mundo. Los participantes en estos seminarios suelen ser, además de representantes de los gobiernos y de las organizaciones de empleadores y de trabajadores, abogados laboralistas, jueces e investigadores.
La necesidad de eliminar el trabajo infantil constituye uno de los principios fundamentales de la OIT, en torno al cual se ha desarrollado un muy amplio consenso en los últimos bienios. La OIT, que sin duda ha contribuido a poner de relieve este tema, ha utilizado con éxito esta amplia base de apoyo para poner en marcha una acción eficaz a nivel internacional y en muchos países.
La cima de la labor de la OIT en este terreno durante el bienio fue la adopción, en la reunión de junio de 1999 de la Conferencia, del Convenio (núm. 182) y la Recomendación (núm. 190) sobre las peores formas de trabajo infantil.
En estos instrumentos (que fueron adoptados por unanimidad en la reunión plenaria de la Conferencia) las peores formas de trabajo infantil se definen como todas las formas de esclavitud, servidumbre por deudas, prostitución, pornografía, reclutamiento forzoso para conflictos armados y todos los trabajos que puedan perjudicar la salud, seguridad o moralidad de los niños.
***Photo02.tif ***
Los nuevos instrumentos fueron ampliamente respaldados en la Conferencia por una larga serie de oradores, entre los cuales se contaba el Presidente Clinton, que fue el primer Presidente de los Estados Unidos en tomar la palabra ante la Conferencia Internacional del Trabajo en Ginebra. Al comprometerse a enviar el Convenio al Senado de los Estados Unidos para su ratificación, el Presidente Clinton reafirmó que «nuestro regalo a los niños del siglo XXI, que se lo merecen, será dar vida a las normas fundamentales del trabajo, actuar con eficacia para aligerar la carga de la deuda, dar un rostro más humano al sistema comercial global y a la economía mundial y poner fin a las peores formas de trabajo infantil». A continuación, el Convenio fue ratificado.
El Director General declaraba en la misma ocasión que «con este Convenio, podemos hacer que la erradicación inmediata de las peores formas de trabajo infantil sea una nueva causa mundial». Poco después, con motivo de la apertura del segmento de alto nivel de la 12.ª reunión del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC) celebrada en julio de 1999, continuaba en esta misma línea e insistía en que «en un mundo carente de auténticas causas que defender, la lucha contra las peores formas del trabajo infantil es una causa capaz de concitar el apoyo de todos». Añadió que invitaba a todos «a que se sumen a este esfuerzo mundial».
El muy amplio apoyo recibido por los nuevos instrumentos sobre las peores formas de trabajo infantil durante su preparación y adopción tuvo una pronta continuación a nivel nacional. La primera ratificación registrada fue de Seychelles en octubre de 1999, seguida por las ratificaciones de Irlanda, Malawi, Eslovaquia y Estados Unidos antes de fines del bienio. Otros muchos Estados Miembros expresaron también su intención de ratificar el Convenio en un futuro próximo. El Convenio entrará en vigor el 19 de noviembre de 2000.
El muy amplio consenso sobre la necesidad de erradicar el trabajo infantil quedó demostrado además por la constante expansión del Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (OIT-IPEC). Para el buen éxito de este Programa es fundamental la cooperación con una amplia gama de asociados a nivel nacional, regional e internacional, comprendidas las organizaciones de empleadores y de trabajadores, las organizaciones no gubernamentales y las agencias multilaterales como el UNICEF, colaboración que está respaldada por un fuerte apoyo de los donantes de más de 23 países y por los organismos contribuyentes.
Los otros nueve países que han firmado durante este bienio (Albania, Ecuador, Haití, Madagascar, Malí, Mongolia, Paraguay, Sudáfrica y Uganda) elevan a 38 la cifra total de Estados Miembros que han firmado un Memorándum de Entendimiento con la OIT por el que se comprometen a trabajar para la erradicación del trabajo infantil. Cerca de 30 países continuaron colaborando con la OIT-IPEC de manera menos formal. Otros seis donantes hicieron su primera contribución durante el bienio. El programa IPEC llevó a cabo servicios por valor de 22,7 millones de dólares en cooperación técnica durante el bienio 1998-1999.
Construyendo sobre la campaña de lucha contra el trabajo infantil, la clave de bóveda de la cual había sido la celebración en 1997 de las Conferencias de Amsterdam y Oslo, la OIT-IPEC respaldó la Marcha Mundial contra el Trabajo Infantil.
***Photo03.tif ***
Esta marcha empezó en Manila en enero de 1998 y terminó en Ginebra en junio del mismo año, siendo allí recibida por los delegados que asistían a la Conferencia; la Marcha Mundial comprendía 107 países, constituyendo una de las campañas más significativas contra el trabajo infantil que se han organizado en los últimos años.
Los esfuerzos de la OIT-IPEC siguen centrándose en la lucha contra las peores formas de trabajo infantil. El bienio presenció un incremento sustancial de los esfuerzos con objetivos precisos en Asia, Africa y América Central. Se iniciaron programas estratégicamente centrados con destino a los niños sometidos a trabajos forzosos en Nepal y Pakistán. En Nepal, el Ministerio de Reforma y Gestión Agrarias estableció un grupo de trabajo nacional de alto nivel y cinco grupos de trabajo de distrito, y se liberó de la servidumbre a un considerable número de niños por medio de varios programas de acción. La investigación sobre el tráfico de niños tuvo como resultado la planificación de unos programas regionales generales para Asia meridional y la región del Mekong. En la India están a punto de ponerse en marcha unos programas integrados y específicos para este ámbito en colaboración con las sociedades nacionales del proyecto sobre el trabajo infantil en siete distritos que cuentan con una elevada concentración de trabajo infantil peligroso o abusivo. En el Perú, Filipinas y República Unida de Tanzanía, los programas de acción centrados en los niños que trabajan en minas y canteras sirvieron de base para establecer programas más amplios en otros países. Los programas de acción centrados en los niños -- y sobre todo en las niñas -- que actúan en el servicio doméstico del Brasil, Kenya, Pakistán, Filipinas y Tailandia han dado mayor importancia a este punto en el programa de trabajo, por lo que se están preparando programas más amplios.
El desarrollo de los métodos y datos estadísticos sobre el trabajo infantil ha constituido también un elemento importante en la lucha de la OIT a nivel internacional y en las orientaciones que imparte a la acción que llevan a cabo sus Estados Miembros. La producción, por parte de la OIT y durante el bienio anterior, de estimaciones mundiales del número de niños económicamente activos sirvió para centrar la atención internacional en la magnitud de este problema. En particular, la estimación de que hay 250 millones de niños económicamente activos de edades comprendidas entre los cinco y los 14 años (lo que equivale a una cuarta parte de todos los niños de este grupo de edad) ha sido muy ampliamente citada en todo el mundo.
Sobre la base de la metodología elaborada en los años anteriores, la OIT-IPEC puso en marcha el Programa de Información Estadística y de Seguimiento en Materia de Trabajo Infantil (SIMPOC) en enero de 1998. El objetivo del Programa consiste en ayudar a los Estados Miembros a generar unos datos generales y fiables, tanto cuantitativa como cualitativamente, sobre todas las formas de trabajo infantil, como base para el desarrollo de políticas y programas para resolver este problema. Durante los cinco años del Programa está previsto que el SIMPOC ayude a unos 50 países a emprender encuestas para:
Encuestas nacionales sobre el trabajo infantil Durante el bienio, el personal de las oficinas de estadística y de los ministerios del trabajo nacionales de 15 países fue formado para que pudiera reunir datos sobre el trabajo infantil, utilizando el Programa de Información Estadística y de Seguimiento en Materia de Trabajo Infantil (SIMPOC) de la OIT-IPEC. Las encuestas sobre los niños económicamente activos se llevaron a cabo por primera vez en:
|
El SIMPOC colaborará estrechamente con otras organizaciones internacionales, en particular con el UNICEF y el Banco Mundial, así como con diversas organizaciones no gubernamentales. A principios de 1999 se concluyó un acuerdo de trabajo con el UNICEF para llevar a cabo actividades conjuntas en relación con las estadísticas sobre el trabajo infantil y actividades afines en América Latina y el Caribe. Además, se ha puesto en marcha un proceso para colaborar en la investigación y compartir informaciones entre la OIT, el UNICEF y el Banco Mundial para el desarrollo de nuevas estrategias que conduzcan a entender bien el problema del trabajo infantil y sus repercusiones.
Un acontecimiento fundamental en la lucha contra el trabajo
infantil ha sido la puesta en marcha de unos acuerdos sectoriales en los que
las asociaciones de industria emprenden la aplicación de programas en
colaboración con la OIT-IPEC para la eliminación progresiva del
trabajo infantil entre los niños esclavizados, con las oportunidades
de empleo generadas por sus padres. Sobre la base de la experiencia adquirida
en el sector de las alfombras del Punjab (Pakistán) y de la industria
del vestido en Bangladesh, se puso en marcha una iniciativa muy ambiciosa para
combatir el trabajo infantil en la industria manufacturera de balones de fútbol
de Sialkot (Pakistán).
Eliminación del trabajo infantil en la industria de balones de fútbol de Sialkot (Pakistán) Con motivo de la celebración de los Campeonatos Mundiales de Fútbol de 1998 en Francia, se organizó una campaña para llamar la atención de los medios de comunicación sobre la participación de niños en la industria manufacturera de balones de fútbol. Ello condujo a una iniciativa por parte de la Cámara de Comercio e Industria de Sialkot (SCCI) en Pakistán para prevenir y eliminar el trabajo infantil de la industria manufacturera de balones de fútbol de Sialkot. El resultado fue la firma de un acuerdo de asociación entre la OIT, el UNICEF y la SCCI en Atlanta (Estados Unidos) en febrero de 1998. El programa IPEC de la OIT asumió la responsabilidad de la gestión general del proyecto, en asociación con una organización no gubernamental local, el Bunyad Literacy Community Council (BLCC) y la SCCI. Los principales elementos de este proyecto comprenden:
Este proyecto ha revestido importancia en varios aspectos:
El programa de supervisión de la OIT muestra que se están obteniendo los resultados previstos, y que en agosto de 1999 unos 6.000 niños habían sido colocados en el programa de protección social. |
Desde que se puso en marcha en 1992, la OIT-IPEC ha aplicado
más de 1.000 programas de acción que han servido para concienciar
del problema del trabajo infantil a nivel nacional e internacional, demostrar
los tipos de acción que pueden adoptarse y desarrollar una amplia gama
de instrumentos para resolver este problema. Cierto número de países
que participan en el IPEC han llevado a cabo serios esfuerzos por impulsar las
lecciones aprendidas de estos programas experimentales de acción, ya
sea por medio de asignaciones de apoyo a las iniciativas del IPEC o incorporando
modelos a los grandes programas de desarrollo nacional. Ejemplos de ello son
el componente de trabajo infantil del llamado programa de pueblos atrasados
de Indonesia, el desarrollo de un componente de trabajo infantil en el plan
de estudios de las escuelas primarias de Tailandia y el establecimiento de un
centro para los niños que trabajan en Ankara, Turquía.
Fomento de los enfoques que han tenido éxito en la lucha contra el trabajo infantil En algunos de los países en que el Programa IPEC de la OIT ha estado colaborando durante varios años, el progreso que se consigue se pone de manifiesto por el esfuerzo realizado en el fomento de los enfoques que han tenido éxito para combatir el trabajo infantil, y que inicialmente fueron experimentados en los programas de acción del OIT-IPEC. Entre estos países, cabe citar:
|
Del mismo modo que la crisis de Asia sirvió para centrar de nuevo la atención sobre la importancia de las instituciones democráticas y el diálogo social, la respuesta de la OIT a la crisis brinda una buena ilustración de muchos de los métodos que utiliza para fortalecer el diálogo social, y los propios interlocutores sociales, en la solución de los problemas fundamentales a nivel social y económico.
Las organizaciones de empleadores fueron asistidas para desarrollar estrategias de supervivencia de la empresa, de creación y mantenimiento de los empleos y de desarrollo de estrategias de recursos humanos. Igualmente, se brindó apoyo a los sindicatos para ayudarlos a analizar las repercusiones de las crisis financieras y económicas y para desarrollar una estrategia sindical de respuesta como base para desempeñar una función más eficaz en el diálogo tripartito a nivel nacional y con las instituciones financieras internacionales y regionales. Al mismo tiempo, se planificó la asistencia en la región para elaborar mecanismos de diálogo social y extenderlos a ámbitos tales como la solución de conflictos y la determinación de salarios. La OIT brindó un apoyo sustancial al proceso de reforma del derecho laboral y al desarrollo de los mecanismos de prevención y resolución de conflictos en Indonesia (véase el recuadro de la pág. 21). (Para más detalles sobre la respuesta de la OIT a la crisis de Asia, véase el capítulo 5, Asia y el Pacífico.)
Las orientaciones más generales adoptaron la forma de una publicación sobre la función de la negociación colectiva para negociar más flexibilidad en el mercado de trabajo (9). Sobre la base de 22 estudios por país, tanto de países industrializados como países en desarrollo, el libro discute la extensión en que el mercado de trabajo se hace en la práctica más flexible, así como la función que desempeña (o puede desempeñar) la negociación colectiva en el proceso que conduce a la introducción de la flexibilidad.
Las conclusiones principales de la encuesta son que, para tener éxito a ese respecto, la negociación colectiva tiene que adaptarse a las necesidades de la flexibilidad, y en particular que:
En términos más generales, la asistencia que se
ha suministrado a las organizaciones de empleadores en todo el mundo ha tenido
como resultado que unos 20 de ellas formulasen por primera vez planes estratégicos
para su desarrollo futuro, abriendo así la puerta a un apoyo técnico
más centrado en una amplia gama de terrenos por parte de la OIT. Asimismo,
se elaboró una guía para la planificación estratégica
de las organizaciones de empleadores, para su uso en las actividades de formación
(10).
La Bolsa Electrónica de Trabajo de Honduras La Oficina de Actividades para los Empleadores ha establecido una bolsa electrónica de empleo en la principal organización de empleadores de Honduras, el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), en forma de una base de datos que vincula la oferta y la demanda laborales. Esta Bolsa (que puede consultarse en Internet) registra básicamente a los buscadores de empleo, pero también incluye las vacantes. Brinda una información completa sobre el perfil que se requiere en materia de recursos humanos y clasifica a los buscadores de empleo según sus capacitaciones y experiencia profesionales. La Bolsa, que ha sido muy difundida a través de los medios de información, brinda la oportunidad de ingresar o reingresar en el mercado laboral tanto a mujeres como a hombres, y tanto si se trata de trabajadores especializados como semiespecializados. El lanzamiento de esta Bolsa coincidió con la catástrofe que infligió a la economía hondureña el huracán Mitch y suministró una respuesta eficaz a la necesidad urgente por encontrar trabajo a la que tenía que hacer frente la gente que había quedado desempleada cuando una gran parte de la infraestructura del país quedó perjudicada o destruida. En los primeros meses de funcionamiento, el 80 por ciento de los que se registraron en la Bolsa encontró un empleo, lo que supone más de 3.000 colocaciones; la Bolsa está ahora registrando cada vez mayor número de buscadores de empleo. |
Sobre la base de un proceso de planificación estratégica,
la asistencia que brinda la OIT a las organizaciones de empleadores está
concebida para fortalecer su capacidad de brindar servicios a sus miembros.
Estas actividades de construcción de la capacidad se centran en diversos
ámbitos en los que se produce una demanda reconocida por parte de los
empleadores, comprendidas las relaciones laborales, el desarrollo de los recursos
humanos, la mejora de la productividad, el desarrollo de las empresas y la seguridad
y salud. Se han elaborado materiales de formación en estos ámbitos
y actividades de formación, y se continuaron llevando a cabo diversos
talleres a nivel nacional y regional, como resultado de los cuales muchas organizaciones
de empleadores han podido mejorar los servicios que brindan a sus miembros o
empezar a brindar servicios en ámbitos nuevos (11).
Fortalecer la capacidad de las organizaciones de empleadores Entre los países en que las organizaciones de empleadores han conseguido progresos con la asistencia de la planificación estratégica y de las actividades de construcción de capacidad de la OIT cabe citar los siguientes:
|
Otra función importante que llevan a cabo las organizaciones de empleadores es ejercer presión para obtener un entorno de políticas y de jurisprudencia que sea más favorable al desarrollo de las empresas y a la creación de empleos. Muchas organizaciones de empleadores han recibido la correspondiente información sobre las tendencias y acontecimientos en sus respectivos países para ayudar a sus actividades de formulación de las políticas a seguir. Habida cuenta del momento crítico que se ha alcanzado en materia de desarrollo de las políticas a seguir en muchos países en transición, se ha brindado formación a las organizaciones de empleadores de China, Mongolia y Viet Nam en relación con la representación de los intereses de los empleadores por medio de las presiones y el diálogo social. Un seminario subregional de América central abarcaba esta cuestión de hacer presión para conseguir un entorno favorable en el mercado de trabajo. En la octava Conferencia Panafricana de Organizaciones de Empleadores, celebrada en Dakar en mayo de 1999, los participantes se centraron en estructurar unas economías competitivas, movilizando recursos financieros, desarrollando los recursos humanos y fortaleciendo las organizaciones de empleadores. Identificaron tanto las limitaciones como las oportunidades que tenían sus países y resolvieron convertir a las empresas de Africa en la fuerza motriz del crecimiento económico y en la principal fuente de generación de riqueza, ingresos y empleos.
Con vistas a ayudar a las organizaciones de empleadores a hacer
frente a sus principales retos, se celebró el Coloquio internacional
de la OIT sobre el futuro de las organizaciones de empleadores, en Ginebra en
abril de 1999.
Coloquio internacional sobre el futuro de las organizaciones de empleadores La constante y rápida evolución del entorno de negocios de las empresas supone muchos retos para las organizaciones de empleadores, así como una serie de oportunidades para aumentar su pertinencia y su utilidad para las empresas. En este nuevo entorno:
|
En su labor de promoción de la integración de las cuestiones de género en la labor de las organizaciones de empleadores, la OIT ha desarrollado un planteamiento dual: alentar a las organizaciones de empleadores a diseñar y aplicar políticas de promoción de un tratamiento equitativo para mujeres y hombres en el lugar de trabajo, y educar y formar a las mujeres que ocupan cargos directivos para que desarrollen un espíritu empresarial y puedan así incrementar su participación en las actividades del sector privado.
La sensibilización a las cuestiones de género,
el cambio de actitudes y el reconocimiento del valor que tiene integrar la igualdad
de género en la empresa fueron promovidas a través de las actividades
de formación y la difusión y traducción de materiales de
formación en cierto número de países (12).
A esos efectos se brindó asistencia técnica a varias organizaciones
de empleadores de diversas regiones. En particular, se llevó a cabo un
proyecto de cooperación técnica en Bangladesh, India, Kenya, Mauritania,
Filipinas y Seychelles. Asimismo, se llevaron a cabo estudios preliminares sobre
la situación de las cuestiones de género en cada país como
base para desarrollar planes de acción para el fomento de la igualdad
de género.
Las organizaciones de empleadores y la igualdad de género Con la asistencia técnica por parte de la OIT, cierto número de organizaciones de empleadores adoptó medidas importantes durante el bienio para promover la igualdad de género y para dar impulso a las cuestiones de género. Entre ellas cabe citar:
|
En respuesta a la actitud cada vez más proactiva adoptada por los empleadores y sus organizaciones en el tema del trabajo infantil, la OIT siguió brindando a las organizaciones de empleadores orientaciones y asistencia en su acción de identificación de estrategias y de movilización. Con la asistencia de la OIT, los empleadores y sus organizaciones han desempeñado una función importante en las comisiones permanentes nacionales establecidas dentro del marco de la OIT-IPEC y para la aplicación de cierto número de programas de acción de la OIT-IPEC. En una reunión regional de empleadores de América Latina (celebrada en Bolivia en octubre de 1998) se adoptó una declaración que:
Gran parte de la asistencia suministrada por la OIT a las organizaciones
de trabajadores en todo el mundo está pensada para reforzar sus estructuras
y cursos de educación obrera. En las actividades de formación
organizadas por la OIT, sobre todo en cooperación con el Centro de Turín,
se siguió poniendo énfasis en la información acerca de
la OIT y de sus normas fundamentales, comprendida la Declaración de la
OIT, así como sobre la adopción y utilización eficaz por
parte de los sindicatos de las últimas técnicas en tecnología
de la información.
Establecimiento
de capacidades sindicales a través Además de fortalecer las estructuras sindicales de educación, el programa de educación obrera de la OIT establece sus capacidades en otros ámbitos. Entre los ejemplos recientes cabe citar:
|
La OIT ha llevado a cabo una serie de actividades en las regiones
y en el Centro de Turín para ayudar a los sindicatos a adoptar tecnología
de la información en su trabajo. Como resultado de ello, la utilización
de la tecnología de la información se contempla ahora en muchos
sindicatos que antes no pensaban así. La OIT ha ayudado a algunos de
ellos a preparar un plan de desarrollo de la tecnología de la información.
Ejemplos del progreso que se ha hecho a ese respecto son el Congreso de Sindicatos
de Ghana, la Federación General de Sindicatos del Nepal (GEFONT) y el
Plenario Intersindical de Trabajadores-Convención Nacional de Trabajadores
(PIT-CNT) del Uruguay, que han empezado a utilizar el correo electrónico
en su labor y que han puesto en marcha (o están pensando en hacerlo)
sus propios sitios Internet.
Presión
ejercida por las organizaciones de trabajadores en favor de
las normas Los sindicatos suelen ser los miembros más activos de la sociedad civil en la lucha por un cumplimiento más generalizado y exacto de las normas internacionales del trabajo. Como ejemplos de sus actividades durante el bienio cabe citar:
|
A este Coloquio, celebrado en octubre de 1999, asistieron más de 50 sindicalistas, comprendidos los representantes de 28 centros sindicales nacionales y cierto número de observadores procedentes de las organizaciones sindicales internacionales y los secretariados profesionales internacionales. Al ser la primera reunión organizada por la OIT específicamente para los sindicatos sobre este tema, brindó a los participantes de todas las regiones una plataforma única para intercambiar opiniones y experiencias sobre el sector informal y para empezar a desarrollar una estrategia coherente como respuesta a ello.
El primer resultado de la reunión ha consistido en una detallada serie de recomendaciones aportadas por los participantes, que establecen el marco de intervención futura de los sindicatos en este terreno. Estas recomendaciones se refieren a las políticas sindicales internas que debían ser reforzadas para organizar con eficacia a los trabajadores del sector informal y a las propuestas políticas dirigidas a los gobiernos y a las organizaciones internacionales sobre cómo debían evolucionar las políticas nacionales e internacionales en ámbitos como las normas del trabajo y la legislación del trabajo, la política económica y la protección social para transformar progresivamente las actividades del sector informal en empresas más productivas, organizadas y socialmente responsables.
Otro resultado importante del Coloquio fue una serie de demandas
claramente articuladas por parte del movimiento sindical a la OIT en relación
con la asistencia técnica y las políticas para el sector informal.
Por consiguiente, se estableció un marco para aumentar la cooperación
(tanto en la sede como en las estructuras exteriores) entre ACTRAV y los programas
técnicos de la OIT en relación con las actividades futuras del
sector informal.
Concienciación medioambiental en los sindicatos Durante el bienio se terminó un proyecto concebido para alentar a los sindicatos a llevar a cabo programas de educación obrera sobre el desarrollo medioambiental sostenible y para promover su participación en los respectivos organismos consultivos y decisores a nivel nacional, local y de la empresa. Los proyectos se centraban en los Secretariados Profesionales Internacionales, pero las actividades se emprendieron también en 13 países. La evaluación final del proyecto llegó a la conclusión de que, como resultado de la asistencia ofrecida:
Las actividades de trabajo en redes del proyecto han tenido también unas repercusiones importantes. Un ejemplo es la India, donde los centros sindicales nacionales (que antes no cooperaban a causa de diversas diferencias religiosas y políticas) han establecido la asociación sindical para la protección del medio ambiente. Se informa además de que en la India se han aceptado los comités consultivos nacionales de representación sindical sobre el medio ambiente. |
Otro ámbito en el que se insistió especialmente durante el bienio fue una redoblada atención en las cuestiones relativas al género y a la igualdad a través de las actividades de la OIT en apoyo de las organizaciones de trabajadores, así como a través de actividades específicas en relación con las cuestiones relativas a las trabajadoras. Se publicó una guía sobre el desarrollo de la igualdad de género a través de la negociación colectiva, y se utilizó para seminarios y cursos prácticas (13). Se celebraron cursos prácticos sobre formación en cuestiones de género en Kampala y Penang para Africa y Asia, respectivamente. En los dos seminarios subregionales de Africa se pidió a los participantes que desarrollasen un plan de acción para incrementar la participación de las mujeres a todos los niveles en sus sindicatos. La aplicación de los planes será estrechamente supervisada y sus repercusiones serán evaluadas en 2001.
Asimismo, se llevó a cabo un proyecto regional para fortalecer la acción sindical en relación con las trabajadoras con vistas a eliminar el trabajo infantil. El proyecto abarcaba Indonesia, Tailandia y Viet Nam, y se centró en: elaborar materiales en los idiomas locales, comprendida la traducción de las normas internacionales del trabajo; preparar los planes de estudios de los programas de educación obrera relativos a las cuestiones de género; dirigir cursos para formadores, y organizar campañas de concienciación para los afiliados a los sindicatos en relación con las cuestiones de género y los efectos negativos del trabajo infantil. Todas esas actividades tuvieron como consecuencia un incremento muy marcado del número de mujeres que adoptaron funciones de dirección en todos los niveles de los sindicatos, desde la base a los centros sindicales a nivel nacional. Por ejemplo, en Indonesia, las organizaciones de trabajadores textiles y de las plantaciones informaron de un incremento en el número de mujeres que dirigían actividades de educación. En Tailandia y Viet Nam, las mujeres ocupan actualmente un 30 por ciento de los puestos de dirección de los sindicatos.
Los esfuerzos de la OIT por promover las actividades sindicales contra el trabajo infantil a nivel nacional e internacional han conducido a reforzar la colaboración entre los sindicatos y la OIT-IPEC. Cierto número de actividades de formación nacionales y subregionales fueron organizadas en colaboración con los Secretariados Profesionales Internacionales para movilizar la acción sindical sobre el trabajo infantil y fortalecer su lucha en favor de las normas correspondientes, con particular referencia al Convenio núm. 182, recientemente adoptado.
Durante el bienio, un proyecto interregional (que se llevó
a cabo en colaboración con las organizaciones sindicales sectoriales
a nivel internacional y sus organizaciones afiliadas a nivel nacional) siguió
centrándose en ámbitos tales como las encuestas sobre el trabajo
infantil, la elaboración de materiales de formación y de campaña
y la organización de cursos prácticos y programas de formación
en relación con el trabajo infantil.
Combatir el trabajo infantil en el sector de los cultivadores de tabaco En un proyecto que se ha llevado a cabo en colaboración con la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL), a través de la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación, Agrícolas, Hoteles, Restaurantes, Tabaco y Afines (UITA), los sindicatos de Malawi se concienciaron del problema del trabajo infantil en el sector de las plantaciones de tabaco. La conferencia del grupo laboral de trabajadores del tabaco de la UITA, celebrada en octubre de 1998, adoptó un plan de acción dirigido en particular a la Unión de Trabajadores Arrendatarios del Tabaco en Malawi, entre cuyas medidas cabe destacar:
Estas actividades condujeron a la adopción de una declaración conjunta por parte de la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación, Agrícolas, Hoteles, Restaurantes, Tabaco y Afines (UITA) y la Asociación Internacional de Cultivadores de Tabaco (ITGA), que fue firmada y atestiguada en la OIT en junio de 1999. Esta declaración conjunta reconoce la necesidad de terminar con la utilización del trabajo infantil en el sector de cultivo de tabaco e incluye un compromiso común en el sentido de lograr la práctica óptima en relación con la producción agrícola y las normas internacionalmente reconocidas de empleo y los derechos de los trabajadores. Los signatarios «están de acuerdo en procurar establecer un programa conjunto de investigación, intercambio de información y de acción, de modo que las normas internacionales reconocidas puedan ser promovidas en los países donde se cultiva tabaco y cosechas relacionadas». |
Los mandantes siguieron recibiendo asesoramiento y orientaciones
que les ayudaron a poner su legislación laboral en armonía con
las normas de la OIT, en particular con las que se refieren a la libertad de
asociación y la libertad sindical y el derecho de negociación
colectiva. Entre los países beneficiarios cabe citar Indonesia, Mauricio
y Federación de Rusia.
El diálogo social y la legislación laboral en Indonesia A raíz de los cambios de dirección política que tuvieron lugar en el primer semestre de 1998, Indonesia procedió a ratificar el Convenio núm. 87, recibió una misión de contactos directos de la OIT, publicó la Orden Ministerial núm. 5/1998 por la que se establece un nuevo sistema de registro sindical, liberó a los activistas laborales detenidos y aplazó la aplicación de la controvertida ley laboral de 1997, habida cuenta de las preocupaciones que se habían planteado en la OIT y entre los interlocutores sociales. A continuación, el Gobierno de Indonesia puso en marcha un proceso de reforma de la legislación laboral basado en un amplio diálogo social, que comprende cursos prácticos con participación tripartita y de otras organizaciones, un comité redactor tripartito y el examen de los proyectos de legislación por parte de un comité tripartito nacional. A fines del bienio, este proceso había conducido a:
|
En Indonesia, a raíz de la ratificación del Convenio
núm. 87, la asistencia se centró en la revisión de la ley
laboral y en la elaboración de un proyecto de ley sindical, así
como de un proyecto de ley de solución de conflictos. En la Federación
de Rusia, se hicieron comentarios detallados sobre el proyecto de Código
del Trabajo, y para esta discusión se organizó un seminario nacional
tripartito. En los tres países se prestó apoyo a la revisión
de sus sistemas nacionales de determinación de retribuciones.
Federación de Rusia: política de reforma salarial Durante la transición, la Federación de Rusia tuvo que hacer frente a cierto número de retos en el ámbito de las reformas salariales y de las políticas de ingresos. Se ofreció asistencia al Ministerio de Trabajo y Desarrollo Social en relación con:
En febrero de 1999, una misión consultiva de la OIT en Moscú emprendió un análisis de fondo y los resultados se formularon en un informe analítico sustantivo *, acompañado por una serie de recomendaciones al Gobierno de la Federación de Rusia sobre los siguientes ámbitos principales:
Estas recomendaciones se discutieron en un curso práctico tripartito que se celebró en Moscú en octubre de 1999. Más tarde, la OIT prestó asistencia al Gobierno para aplicar las recomendaciones sobre salarios y políticas de ingresos de la Conferencia Internacional sobre Cuestiones Laborales y Sociales, que se celebró en Moscú en octubre de 1999. A ese fin, a principios de 2000 se sometió a la comunidad de los donantes un proyecto de documento. *Assistance provided by ILO to the Russian Federation in the field of wage policy: Analytical report containing recommendations to the Minister of Labour, Mr. Kalashnikov, por Y. Gkellab y M. Sollogoub, 1999. |
Construyendo sobre su propia experiencia en los pasados dos bienios, en relación con la creación de la Comisión de Conciliación, Mediación y Arbitraje de Sudáfrica, la OIT ayudó a promover las relaciones laborales, la paz y la estabilidad en Lesotho y Namibia a través del desarrollo de un marco legislativo para la solución de conflictos. A raíz de las medidas adoptadas en el bienio anterior para desarrollar el diálogo social en Benin, Burkina Faso y Côte d'Ivoire, se emprendieron actividades en otros varios países de Africa de expresión francesa y portuguesa para reforzar los mecanismos nacionales de consulta tripartita.
Llama verdaderamente la atención la contradicción existente entre la debilidad de las administraciones del trabajo de todo el mundo y las necesidades que se proclaman en este ámbito. Las consecuencias de la reciente crisis económica de Asia han constituido un caso digno de mención en ese sentido, y han dado a muchos de los donantes potenciales razones para pensar que debería existir un mejor equilibrio entre las consideraciones sociales y económicas. Ahí es precisamente donde las administraciones del trabajo pueden desempeñar una función importante, a condición de que se centren en las prioridades y utilicen con eficacia los recursos -- cada vez más escasos -- que tienen a su disposición.
Las administraciones del trabajo pueden y deben asociarse estrechamente con todos los intentos por hacer al Estado más sensible a las necesidades de los trabajadores y de las empresas.
Las actividades de la OIT en este ámbito se dirigieron sobre todo a suministrar informaciones, análisis de diagnóstico y cooperación técnica a las administraciones del trabajo en general o, más específicamente, a los servicios de empleo y a las inspecciones del trabajo.
La OIT tiene una preocupación especial porque sus mandantes tengan acceso a las informaciones pertinentes en relación con las prácticas innovadoras o con los ejemplos de organización de las administraciones del trabajo en varias partes del mundo. De conformidad con ello, ha establecido una base de datos sobre los sistemas de administración del trabajo, que se irá nutriendo a lo largo de los años con los datos regularmente puestos al día y procedentes de muchos países distintos. Además, se ha preparado una importante publicación sobre las prácticas óptimas en varios países, que analiza las innovaciones recientes ante la mundialización y la utilización de la nueva tecnología, y muestra cómo las administraciones del trabajo pueden hacer una contribución útil al desarrollo. Varios países fueron visitados por misiones de diagnóstico sobre el sistema de administración del trabajo, en su conjunto o en relación con determinados aspectos del mismo (por ejemplo, la inspección del trabajo o los servicios de empleo); entre estos países cabe señalar Benin, Dubai, Etiopía, Guinea, Kenya, República de Corea, Senegal y Tailandia. Estas visitas iban generalmente seguidas por actividades de cooperación.
Asimismo, se prosiguieron los programas de cooperación técnica en relación con el fortalecimiento y modernización de la administración del trabajo en Albania y América Central.
Habida cuenta del hecho de que el Convenio sobre la administración del trabajo, 1978 (núm. 150) tiene que ser el marco de las actividades futuras en ese terreno, se ha emprendido una importante campaña de promoción de este instrumento. Entre otras cosas, unos diez ministerios de los países de Africa de expresión francesa han hecho un llamamiento en favor de una declaración conjunta para la aplicación y posible ratificación de dicho Convenio.
Por último, con vistas al fortalecimiento del diálogo
social, se ha puesto en marcha un programa de apoyo y entreno de los secretariados
de los organismos de consulta tripartita que están situados en el ámbito
de las administraciones del trabajo de los países correspondientes.
Modernización
de las administraciones del trabajo en América Central (Belice,
Costa Rica, El objetivo de este proyecto de tres años de duración es contribuir al desarrollo y democratización de la región, en primer lugar viendo cómo pueden reorganizarse las administraciones del trabajo de modo que respondan adecuadamente a las demandas sociales de los trabajadores y de los empleadores y, en segundo lugar, promoviendo una forma de diálogo social y consulta tripartita que conduzca a un progreso económico equitativo. Durante el bienio, los países interesados recibieron ayuda para la reorganización de los ministerios responsables de la administración del trabajo, en la mejora de su administración y en la formación de personal de dirección y de funcionarios. Se organizaron seminarios nacionales y regionales, así como diversos cursos de formación, y actualmente está en marcha un proyecto de intercambio laboral electrónico en todos los países. Con participación de los interlocutores sociales, dos países enmendaron la legislación que regula sus ministerios. Asimismo, adoptaron nuevos estatutos para la función pública y nuevos reglamentos que regulan las carreras. En otros países se han aprobado proyectos precisos de reforma, y otras reformas están en curso de adopción. La República Dominicana ratificó el Convenio sobre la administración del trabajo, 1978 (núm. 150). Está previsto que este proyecto dure hasta fines de 2002. |
La rápida evolución y las continuas innovaciones que se producen en el entorno laboral siguen planteando problemas graves en todas partes a las inspecciones del trabajo. Al mismo tiempo, las inspecciones del trabajo han estado sometidas a las mismas presiones que la administración pública en general. Las limitaciones que sufren se refieren a las reducciones del gasto público, a la tendencia a una administración ajustada, a los llamamientos en favor de una mayor responsabilidad y transparencia y a la descentralización de las responsabilidades. En respuesta a todo ello, las inspecciones del trabajo se han visto obligadas a innovar y a buscar nuevas asociaciones. Elemento clave en la respuesta que han efectuado las inspecciones del trabajo en muchos países ha sido el incremento de su cometido en la prevención, en lugar de su papel tradicional de reacción a los acontecimientos y de adoptar medidas una vez que ya habían ocurrido los accidentes y las infracciones de la legislación.
A fines del bienio, la OIT publicó un documento en el que se analizaba la experiencia de los sistemas avanzados de inspecciones del trabajo en unos 25 países industrializados y en desarrollo en la adopción y aplicación de las estrategias de prevención (14). El documento presenta diversas experiencias de prevención que comprenden una amplia gama de actividades, entre ellas diversas iniciativas por promover asociaciones entre los empleadores, los representantes de los trabajadores y otros expertos y los organismos gubernamentales competentes, con vistas a identificar los riesgos y las infracciones en el lugar de trabajo. Un enfoque paralelo consiste en utilizar las sanciones como instrumentos de mejora, por ejemplo negociando que las multas y otras sanciones sean menores, a cambio del correspondiente compromiso de poner en marcha mecanismos de mejora de la seguridad, salud y condiciones de trabajo.
La publicación se utilizó para promover la función preventiva de la inspección del trabajo en algunas reuniones y en las actividades consultivas de cooperación técnica de varios países. Además, se preparó una guía para los inspectores del trabajo, que incorpora los principios establecidos en el documento mencionado y que se publicará a principios del bienio 2000-2001.
Los objetivos de la OIT en el ámbito de la inspección del trabajo se establecen en el Convenio sobre la inspección del trabajo, 1947 [y Protocolo, 1995] (núm. 81), en el Convenio sobre la inspección del trabajo (agricultura), 1969 (núm. 129) y en sus correspondientes recomendaciones. Con más de 120 ratificaciones, el Convenio núm. 81 es uno de los convenios más ampliamente ratificados e influyentes de la OIT. El protocolo de 1995 al Convenio núm. 81, que hasta ahora ha recibido siete ratificaciones, entró en vigor durante el bienio.
Se llevaron a cabo diversas actividades para mejorar la aplicación de estas normas en los Estados Miembros, entre ellas el suministro de servicios consultivos a diez países de Europa central y oriental. El asesoramiento y apoyo que se brindaron a la inspección del trabajo en Sudáfrica desembocaron en una reorganización de la misma. Además, se llevó a cabo una auditoría general del sistema de inspección del trabajo en Kenya, utilizando los nuevos instrumentos y metodologías de verificación elaboradas por la OIT a esos efectos. Se puso en marcha un proyecto de formación en Bulgaria con vistas a reforzar las capacidades de los inspectores del trabajo y a desarrollar un sistema integrado de inspección del trabajo.
A medida que se ha ido acrecentando la conciencia de que hay que combatir el trabajo infantil, se ha ido poniendo mayor énfasis en la inspección del trabajo como uno de los instrumentos aptos para identificar los casos de trabajo infantil, supervisar la aplicación de la legislación correspondiente y desempeñar una función preventiva para detener la difusión del trabajo infantil. En septiembre de 1999, la OIT celebró una Reunión de expertos sobre inspección del trabajo y trabajo infantil, que adoptó recomendaciones sobre la acción a nivel nacional y sobre la acción futura de la OIT. Entre otras cosas, estas recomendaciones hacían un llamamiento a los Estados Miembros para:
La mundialización se desarrolló con mucha fuerza a fines del siglo XX, y las empresas multinacionales (que son la principal red de comercio internacional y de inversión extranjera directa) se convirtieron en un centro de interés, no sólo por su contribución, claramente positiva, a la generación de empleo sino también en relación con las prácticas de dirección, relaciones laborales y condiciones de trabajo. En este sentido, la OIT siguió promoviendo la Declaración tripartita de principios sobre las empresas multinacionales y la política social, adoptada por el Consejo de Administración en 1977 y vinculada a instrumentos adoptados en fechas más recientes, como la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo y su seguimiento.
La promoción de la Declaración tripartita de principios se llevó a cabo en seminarios celebrados en Bélgica, Canadá, Alemania, Hungría, Malasia, Países Bajos, Polonia, Tailandia, Estados Unidos y Viet Nam. A las reuniones concurrieron organizaciones de empleadores y de trabajadores, y también las empresas multinacionales, en un intercambio de informaciones y de opiniones sobre las políticas en relación con el modo de dar curso a los principios y prácticas enunciados en la Declaración tripartita. Tales actividades contribuyeron además a un mejor entendimiento por parte de los interlocutores sociales de los problemas laborales y sociales que pueden surgir a consecuencia de la inversión extranjera directa y de las actividades de las empresas multinacionales.
En 1998-1999 se publicaron seis documentos de investigación para analizar las repercusiones económicas y diversas cuestiones de relaciones laborales de las empresas multinacionales y de otras inversiones extranjeras en una selección de países, entre ellos Argentina, Australia, Barbados, Jamaica, Namibia, Túnez, Uruguay y Zimbabwe (15). Estos estudios hacen recomendaciones sobre las estrategias que pueden adoptarse para ampliar el empleo y para mejorar las condiciones de trabajo y las prácticas laborales. En Barbados y Jamaica, por ejemplo, un estudio de caso que se publicó en 1999 suministraba información actualizada sobre las prácticas laborales en las industrias de telecomunicaciones y de informática en el Caribe. Los resultados confirmaban que la competitividad mundial, la evolución tecnológica y las políticas de inversión nacional influían en las condiciones de trabajo de las empresas de servicios de datos de ultramar, y tenían como consecuencia una escasa adhesión a los principios que figuran en la Declaración tripartita.
Se llevó a cabo un análisis de los códigos de conducta empresariales de todo el mundo. Unas 440 empresas multinacionales fueron invitadas a enviar ejemplares de sus códigos de conducta y de otras directrices relacionadas con el mundo del trabajo. Se obtuvieron así más de 200 textos, que abarcaban los principales sectores industriales: productos químicos, comercio, servicios financieros y profesionales, productos alimenticios y bebidas, tabaco, agricultura, sirvicultura, industrias mecánicas, minerales, servicios y textiles. El estudio valoraba la medida en que los códigos empresariales respetaban los principios que figuran en la Declaración tripartita y brindaba asesoramiento técnico y orientaciones sobre cómo tales códigos reflejarían mejor las buenas prácticas de las relaciones laborales y de otras cuestiones relativas a los derechos de los trabajadores. Está previsto que las conclusiones y recomendaciones de este estudio se publiquen en el curso del año 2000.
Durante el período que se está examinando, la
OIT brindó también servicios de asesoramiento técnico a
los mandantes para la interpretación de la Declaración tripartita
para las instancias decisorias y los negociadores. En respuesta a la solicitud
de un Estado Miembro, se dio una interpretación de lo dispuesto en la
Declaración tripartita, que se utilizó posteriormente como orientación
para la elaboración de la nueva legislación sobre las relaciones
laborales.
Solicitud de interpretación de la Declaración tripartita Unos 3.000 trabajadores de la filial europea de un importante fabricante de automóviles se enteraron por la prensa de la decisión que se había adoptado en la sede de la empresa en el sentido de clausurar dicha filial, sin que hubiese mediado ninguna consulta con ellos o con sus organizaciones y sin informar al Gobierno del país donde se ubicaba la filial. El Gobierno, sin poner en tela de juicio el derecho del empleador a adoptar dicha decisión, declaró estar «consternado por el desprecio de la más elemental dignidad de los trabajadores» y por el hecho de que la empresa no hubiese respetado su obligación de informar y consultar con antelación a las decisiones adoptadas. Pedía explicaciones sobre «el calendario de obligaciones de una empresa antes de adoptar la decisión de cerrar una fábrica y el ámbito preciso del diálogo que tiene que celebrarse entre la empresa, las autoridades públicas y la organización de los interlocutores sociales antes de adoptar una decisión definitiva de tal volumen». Argumentaba además que «todo ello ponía en peligro la cultura y las prácticas universalmente reconocidas que, dentro del marco de las actividades internacionales de las empresas multinacionales, garantizan el respeto de los derechos fundamentales de los trabajadores y los objetivos de las políticas nacionales que persiguen los gobiernos». Citando los párrafos 8, 10, 25, 26 y 51 de la Declaración tripartita de principios sobre las empresas multinacionales y la política social, de la OIT, pidió interpretación sobre: a) si las decisiones adoptadas por razones económicas eran de tal naturaleza que podían escapar a las consideraciones de «tener debidamente en cuenta las prácticas locales y respetar las normas internacionales aplicables»; b) si las negociaciones y consultas que deberían celebrarse «entre las empresas multinacionales, los gobiernos y las correspondientes organizaciones de trabajadores se refieren a otras circunstancias distintas de los cierres de empresas»; c) la manera en que debieran interpretarse los párrafos 25 y 26 en el contexto de un cierre inevitable, de modo que su aplicación no sea brusca ni inesperada; d) si lo dispuesto en el párrafo 51 dispone la existencia de contactos entre los representantes de los trabajadores y las sedes empresariales que estén radicadas fuera del país donde la fábrica tenga que cerrarse, dado que la dirección local no podía influir en la decisión irreversible. La empresa recordaba que la legislación nacional no discute la autoridad de la empresa para cerrar un establecimiento y justifica su decisión necesaria desde el punto de vista financiero y técnico debido a los malos resultados obtenidos en todo el mundo. Estaban en marcha consultas para introducir medidas sociales. Además, se habían contemplado diversas posibilidades de reubicación y convenía negociar el componente social de la decisión, cumpliendo así, entre otras cosas, con lo dispuesto en la Declaración tripartita. En sus consideraciones de fondo, el Consejo de Administración puso de relieve que la Declaración tripartita proporciona un amplio marco de orientación para establecer un equilibrio apropiado entre las expectativas y responsabilidades respectivas de las partes. La Declaración, de acuerdo con el concepto de diálogo social oportuno acuñado por la OIT, se dirige a evitar un hecho consumado que podría colocar a los demás interlocutores sociales en una postura de grave desventaja. Se dirige a dar orientaciones para la comprensión y la gestión lo más precoz que sea posible de las decisiones económicas que influyen considerablemente en el empleo y el desarrollo económico. Las interpretaciones que se han dado son las siguientes:
|
En los últimos años, la labor de la OIT sobre las relaciones laborales y las repercusiones sociales del proceso de mundialización ha insistido en el tema de las actividades de las empresas multinacionales en las zonas francas industriales (ZFI). Impulsadas por la marea ascendente de la liberalización, la desreglamentación y la mundialización, las operaciones de las empresas multinacionales en las ZFI han aumentado rápidamente, y sus prácticas en materia de política social se han convertido en la principal fuerza impulsora de las relaciones laborales en dichas zonas.
Las ZFI se han convertido en una de las principales características del mercado de empleo en algunos países en desarrollo y, con la mundialización, el ritmo al que se están creando las zonas se está acelerando. Esto presenta desafíos y oportunidades a los países en que operan las ZFI, entre los que cabe citar:
En la Reunión tripartita de países que poseen zonas francas industriales (Ginebra, 28 de septiembre - 2 de octubre de 1998) se examinó un informe titulado Cuestiones laborales y sociales relacionadas con las zonas francas industriales, preparado por la OIT y publicado en agosto de 1998. Las conclusiones y directrices adoptadas por la Reunión suponen el consenso tripartito en relación con las mejores prácticas de las ZFI sobre:
Muchos países han tenido que «reinventar»
las zonas francas para mantener su competitividad y garantizar los beneficios
sociales y económicos que esperaban obtener. En Zimbabwe, por ejemplo,
la OIT ha prestado asistencia al Gobierno en el desarrollo de una estrategia
que aproveche su gran potencial agrícola. La cadena de producción
para la exportación ha sido descentralizada, concediendo zonas privilegiadas
a las plantas procesadoras situadas cerca de las granjas. El plan está
progresando con éxito y actualmente abarca la producción de verduras,
café y madera. Inicialmente, estas zonas estaban excluidas de la ley
de relaciones laborales de 1985, pero, a raíz de las protestas sindicales
y de las manifestaciones y preocupación de la OIT, las negociaciones
tripartitas se convocaron de nuevo y ello tuvo como resultado la extensión
de las disposiciones fundamentales de la legislación laboral a las zonas.
China: el SCORES Una misión de la OIT que visitó las zonas económicas especiales de China en 1997 descubrió la necesidad de mejorar el desarrollo de los recursos humanos y las relaciones laborales. Todo ello tuvo como resultado un curso de formación organizado por la OIT y el Consejo de Reestructuración de los Sistemas Económicos (SCORES), que se celebró en octubre de 1998 en Qingdao y al cual asistieron 70 funcionarios procedentes de 30 zonas de inversión. El curso trató de las relaciones laborales y las cuestiones relativas al desarrollo de los recursos humanos, así como del desarrollo de las zonas francas industriales en todo el mundo y su contribución al desarrollo económico. El éxito de esta actividad dio lugar a una solicitud del SCORES, no sólo en el sentido de recabar más cursos, sino para ampliar la formación de la OIT, convirtiéndola en un programa para todo el país que abarque 1.000 zonas francas industriales. Esto se llevó a cabo desarrollando una propuesta de proyecto que se aplicaría durante los tres años próximos y que abarcaría el desarrollo de los recursos humanos y empresariales, las relaciones laborales y la solución de conflictos del trabajo. En octubre de 1999 se celebró un segundo curso para el SCORES, en Chengdu, donde, además de las relaciones laborales, se concedió especial importancia a la situación de las trabajadoras. Esto fue seguido por un tercer curso que se celebró en el Centro de Turín en diciembre de 1999 y que trató de las cuestiones relativas a la administración de las zonas, las relaciones laborales y el desarrollo de los recursos humanos. |
La OIT preparó documentos técnicos para varias conferencias sobre las ZFI, entre ellos los que sirvieron de antecedentes para la reunión general anual de la asociación mundial de zonas francas industriales (World Export Processing Zones Association, WEPZA), un foro organizado por la zona franca de Shannon (Irlanda) para los altos ejecutivos y los que sirvieron para el Coloquio subregional para el Caribe sobre cuestiones laborales en el contexto de la integración económica y la liberalización del comercio, desde una perspectiva caribeña, celebrado en Trinidad y Tabago en enero de 1999. Los mandantes de la OIT solicitaron asesoramiento sobre las políticas a seguir en materia de zonas francas industriales en China, Sri Lanka, Estados Unidos y Zimbabwe.
El programa de reuniones sectoriales de la OIT es un instrumento importante para la promoción del diálogo social a nivel sectorial, y sirve también para los problemas y cuestiones de las industrias concretas. Los temas que se plantean en estas reuniones suelen ir seguidos por seminarios y cursos prácticos a nivel nacional. Además, las actividades relacionadas con la asistencia técnica preparan el camino a diversas mejoras de las condiciones de trabajo y de las relaciones laborales, que es lo que ha ocurrido por ejemplo en las explotaciones mineras pequeñas de Pakistán, en las minas de Zimbabwe y en el sector educativo de Sudáfrica.
El trabajo forestal sigue siendo en muchos países una ocupación muy peligrosa, a pesar de los esfuerzos de muchos gobiernos y empresas por hacerla más segura. La situación es particularmente mala en los países tropicales, pero también queda mucho por hacer en los de climas templados. Ya hace años que la OIT está promoviendo repertorios de recomendaciones prácticas para la silvicultura (16), que fueron complementados por el Repertorio de recomendaciones prácticas de la OIT sobre seguridad y salud en el trabajo forestal, adoptado en la Reunión tripartita de expertos de septiembre de 1997. Este repertorio de recomendaciones prácticas aprovecha las últimas experiencias internacionales para dar orientaciones para la gestión de la seguridad y salud en ese sector a nivel nacional, en las empresas y en el lugar de trabajo.
El repertorio se publicó inicialmente en inglés,
francés y español, y más tarde se tradujo al checo, al
portugués del Brasil, al letón, al ruso y al sueco. Los mandantes
de Rumania y Eslovenia han sido autorizados para traducir el repertorio a sus
respectivos idiomas, y la Administración Forestal del Estado de China
ha decidido publicarla en chino. La adopción y promoción del repertorio
constituye una buena ilustración de cómo la OIT puede responder
a las urgentes necesidades de sus mandantes por medio de una combinación
de diversos elementos que se refuerzan mutuamente, como la experiencia sectorial,
las reuniones tripartitas internacionales, la elaboración de orientaciones,
el fomento, los servicios consultivos y las asociaciones con otras organizaciones
internacionales.
Repertorio
de recomendaciones prácticas sobre En varios países, el Repertorio de recomendaciones prácticas sobre seguridad y salud en el trabajo forestal, publicado por la OIT en 1997, se utiliza no sólo para información y guía sino como base de las políticas y reglamentos nacionales. Entre los países que lo han hecho así cabe citar:
China y Mongolia han solicitado asimismo la asistencia de la OIT, en asociación con la FAO, para el desarrollo de repertorios de recomendaciones prácticas nacionales sobre los bosques. Se espera que un proyecto de repertorio sea preparado por China en el curso del año 2000 con vistas a su plena aplicación en 2001. |
La asistencia que se brinda a los mandantes en el sector de la minería siguió centrándose en la promoción de la ratificación y en la mejora de la aplicación del Convenio sobre seguridad y salud en las minas, 1995 (núm. 176). Durante el bienio se registró la ratificación por parte de ocho países (Armenia, Australia, Alemania, Irlanda, Noruega, Filipinas, Eslovaquia y Zambia), con lo que la cifra total de ratificaciones del Convenio asciende a 12. Además, la Oficina ha sido informada de que otros varios Estados Miembros están pensando en ratificar el Convenio núm. 176 en un futuro próximo.
Los esfuerzos de la OIT por mejorar el diálogo social en este sector comprenden actividades centradas a nivel subregional y nacional. Una de ellas fue el curso práctico celebrado en Zimbabwe, al que acudieron 56 participantes empleadores y trabajadores, procedentes de Zimbabwe, así como expertos procedentes de Australia y Sudáfrica (la industria minera de estos dos países desempeña un destacado papel en Zimbabwe). Este curso práctico estuvo centrado en la reestructuración de las funciones tradicionales en el lugar de trabajo y en el desarrollo de nuevas relaciones en el lugar de trabajo a medida que aumenta la productividad en las operaciones mineras con elevado coeficiente de capital. El diálogo social desempeña una función clave para llegar a un acuerdo sobre el cambio. El curso práctico fue seguido por un viaje de estudios, con ocho participantes empleadores y ocho trabajadores. El viaje comprendía visitas a las organizaciones de las empresas mineras, a los sindicatos mineros, a los organismos federales y estatales de formación y a las minas de Australia occidental y oriental para aprender cómo se habían introducido y se gestionaban actualmente las nuevas estructuras de empleo, los nuevos métodos de trabajo y las nuevas capacitaciones.
En todo el mundo, unos 13 millones de trabajadores participan en las explotaciones mineras pequeñas, que suelen tener un coeficiente de mano de obra muy elevado, estar poco mecanizadas y tener carácter artesanal; en la mayoría de los casos, estas explotaciones sólo ofrecen a sus trabajadores unos ingresos de subsistencia. A pesar del indudable valor económico del sector, las explotaciones mineras pequeñas suscitan muchos problemas en relación con la seguridad y salud, las condiciones de trabajo, los derechos de los trabajadores y el trabajo infantil. Estas cuestiones se discutieron en la Reunión tripartita sobre los problemas sociales y laborales en las explotaciones mineras pequeñas, celebrada en Ginebra en mayo de 1999, que adoptó unas conclusiones muy variadas para la mejora de las condiciones sociales y laborales en ese sector (17).
***Photo04.tif***
Las conclusiones de la Reunión fueron ampliamente difundidas
y promovidas por medio de cursos prácticos y seminarios celebrados en
Australia, Finlandia, Alemania, India, Sudáfrica y Estados Unidos. Se
hizo un pequeño vídeo sobre la seguridad y salud en las explotaciones
mineras pequeñas. La OIT ha brindado un apoyo activo al establecimiento
de un grupo consultivo de ámbito internacional para la minería
artesanal y de pequeña escala (Consultative Group on Artisanal and Smal-scale
Mining, CASM), coordinado por el Banco Mundial, y trata de conseguir que los
interlocutores sociales se comprometan plenamente en la labor de dicho grupo.
La OIT y el Banco Mundial han acordado conjuntamente ponerse en contacto con
los posibles donantes para respaldar un programa coordinado de asistencia a
las explotaciones mineras pequeñas.
Seguridad
y salud en las explotaciones mineras pequeñas en Unas 25.000 personas están trabajando en las explotaciones mineras pequeñas de carbón en Beluchistán (Pakistán), produciendo cerca de 1,6 millones de toneladas de carbón al año en condiciones muy difíciles. Por término medio, unos 80 mineros fallecen cada año a causa de los accidentes, y hay una incidencia muy elevada de enfermedades de los pulmones. El índice de accidentes mortales es unas 400 veces más alto que en los países en que la minería del carbón tiene más eficacia. Hace unos años, la OIT suministró a la inspección de minas de Beluchistán equipos y formación de socorrismo minero. En abril de 1999, por invitación del Gobierno, un equipo de expertos analizó la situación de la seguridad y salud en las explotaciones mineras pequeñas. Sobre la base de visitas a varias minas y estaciones de salvamento y de diversas conversaciones con los propietarios de las minas, los subcontratistas de los trabajadores, los mineros, la inspección y el Ministerio de Trabajo, los expertos hicieron una serie de recomendaciones que insisten en la prevención, la necesidad de una acción concertada por todas las partes interesadas y un establecimiento claro de derechos y responsabilidades. |
Los empleadores y los trabajadores de la industria petrolífera han estado utilizando durante varios años las conclusiones de una reunión de la OIT, celebrada en 1993, como base de acción sobre las cuestiones de seguridad en las instalaciones en alta mar. A petición de la industria, la OIT actuó como organización de apoyo de la Cuarta Conferencia Internacional de SPE sobre la Salud, la Seguridad, y el Medio Ambiente en la Exploración y Producción de Petróleo y Gas, celebrada en Caracas en junio de 1998. La OIT promovió la participación de representantes de los trabajadores en esta Conferencia organizada por la industria, y también apoyará la Quinta Conferencia el año 2000. Los participantes en la Conferencia discutieron sobre el Convenio sobre la prevención de accidentes industriales mayores, 1993 (núm. 174) y, sobre la base de un documento relativo a los encuentros entre las operaciones de exploración de petróleo de los pueblos indígenas, discutieron también sobre el Convenio sobre pueblos indígenas y tribales, 1989 (núm. 169) (18). Las cuestiones laborales de la industria se examinaron en la Reunión tripartita sobre las cuestiones relativas al empleo y a las relaciones de trabajo en las refinerías de petróleo, celebrada en febrero de 1998 (19).
Además de crear un foro internacional para el diálogo
social a través de sus reuniones sectoriales tripartitas, el Programa
de Actividades Sectoriales ha generado nuevas oportunidades de diálogo
social en sectores específicos. Los mandantes de la industria química
se centraron en las repercusiones de las iniciativas voluntarias en la Reunión
tripartita sobre las iniciativas voluntarias que tienen consecuencias para la
formación y la educación en materia de seguridad, salud y medio
ambiente en las industrias químicas, celebrada en Ginebra en febrero
de 1999. El informe para el debate de la Reunión observaba que las iniciativas
voluntarias y los códigos de conducta están proliferando en la
industria química y parecen haber tenido repercusiones positivas para
la mejora de la eficacia de las empresas en materia de salud, seguridad y medio
ambiente para todo el ramo industrial (20).
Sin embargo, el informe señalaba también que a pesar de los progresos
considerables que se han realizado en el ámbito de la información
pública, los trabajadores y sus representantes sindicales no están
ahora ni más comprometidos ni mejor informados sobre estas iniciativas.
Por lo tanto, la Reunión examinó la medida en que los trabajadores
de la industria química pueden y deben ser asociados más estrechamente
a las iniciativas voluntarias, así como la formación que conviene
impartir a los delegados del personal y de seguridad, así como para un
análisis más efectivo del ciclo de vida de las repercusiones en
la seguridad, salud y medio ambiente de la industria química.
Nuevas oportunidades de diálogo para los Programas de Conducta Responsable Las conclusiones adoptadas en la Reunión tripartita sobre las iniciativas voluntarias que tienen consecuencias para la formación y la educación en materia de seguridad, salud y medio ambiente en las industrias químicas, de la OIT, declaran que «el Consejo Internacional de Asociaciones Químicas (ICCA) y la Federación Internacional de Sindicatos de Trabajadores de la Química, Energía, Minas e Industrias Diversas (ICEM) han entablado un diálogo, que se oficializará y proseguirá, acerca de una participación significativa de los trabajadores y de sus representantes en Conducta Responsable». Probablemente, ésta ha sido la primera vez en que se plasma un compromiso escrito, en un documento de la OIT, con el nombre de dos organizaciones internacionales que representan a los empleadores y a los trabajadores. Además, ya se han adoptado medidas concretas desde la celebración de la reunión de la OIT para dar curso a dicho compromiso. El ICCA y la ICEM se han reunido ya a nivel superior para desarrollar las estructuras necesarias que les permitan responder a sus compromisos. Se espera que estos mecanismos estén en marcha a principios de 2000, y que examinen cómo conviene hacer el seguimiento de las conclusiones de la OIT a nivel internacional. Se adelanta además que esta iniciativa de colaboración entre el ICCA y la ICEM constituirá un proceso en marcha que ayudará a asegurar que el programa Conducta Responsable (la mayor iniciativa voluntaria industrial de todo el mundo) haga participar a ambos actores de la industria y conduzca a una mejora de la seguridad, salud y eficacia medioambiental. |
Formación
conjunta para los trabajadores agrícolas en materia A raíz de la Reunión sobre las iniciativas voluntarias de la OIT, la Unión Internacional de los Trabajadores de la Alimentación, Agrícolas, Hoteles, Restaurantes, Tabaco y Afines (UITA) y la Federación para la Protección de las Cosechas Mundiales (GCPF), una asociación comercial internacional de la industria de los plaguicidas, se reunieron en mayo de 1999 y alcanzaron un acuerdo de principio en el sentido de que ambas organizaciones brindarían formación conjunta en materia de plaguicidas, salud, seguridad y medio ambiente a los trabajadores agrícolas que utilicen o estén expuestos a los plaguicidas. El marco de colaboración es el Proyecto Global sobre Plaguicidas de la UITA y los proyectos para la Utilización Segura de los Plaguicidas de la GCPF. Este acuerdo condujo a la participación de un representante de la UITA en la reunión anual de la GCPF, para presentar y discutir el estudio de caso de la UITA, preparado para la Reunión sobre las iniciativas voluntarias de la OIT. Se celebró además otra reunión entre las dos organizaciones en octubre de 1999, en Kenya, para discutir un proyecto piloto conjunto de formación para los trabajadores agrícolas de Uganda, con participación de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas y de Plantaciones. El proyecto piloto se centrará en los trabajadores de los sectores azucarero y de cultivo de flores, y está previsto que consista de:
|
La labor de la OIT en relación con la Recomendación de la OIT/UNESCO relativa a la situación del personal docente, comprende la organización de varias reuniones y cursos prácticos subregionales entre los representantes del personal docente y las autoridades nacionales. Estas reuniones condujeron a un marcado incremento en varios países del intercambio de opiniones entre los gobiernos y los sindicatos del personal docente sobre las reformas propuestas. La Oficina ha sido informada por los sindicatos internacionales del personal docente de que sus afiliados nacionales consideran que estos foros son extremadamente útiles.
La labor del Comité Mixto OIT/UNESCO de Expertos sobre la aplicación de la Recomendación relativa a la situación del personal docente (CEART) condujo también a progresos a nivel nacional en varios casos. Ejemplo de ello fue la República Checa donde, como resultado del diálogo con los representantes de los profesores, el Gobierno accedió a derogar el decreto núm. 68/1997 que había aumentado las horas de trabajo de los profesores y de los educadores. La OIT ha contribuido también de manera significativa al desarrollo de una nueva Recomendación de la UNESCO sobre la condición del personal docente de la enseñanza superior. Esta nueva Recomendación fue adoptada por la Conferencia General de la UNESCO y se espera que se convierta en una importante guía de prácticas óptimas. El Consejo de Administración y el Consejo Ejecutivo de la UNESCO han aprobado la extensión del mandato del CEART para permitir que supervise y promueva el nuevo instrumento desde principios del año 2000.
A fines de 1997 se celebró la Reunión tripartita sobre el acceso de las mujeres a puestos de dirección, que recomendó una serie de estrategias para promover el acceso de las mujeres a puestos de dirección (21). En 1998-1999 se diseñó un programa para el seguimiento de las numerosas recomendaciones de la Reunión, que será la base de las actividades de impulso de las cuestiones de género en el programa y presupuesto estratégicos para 2000-2001, así como para atraer recursos extrapresupuestarios. Durante el bienio de 1998-1999 se produjo un interés sostenido de los medios de comunicación por el informe de la Oficina de los debates de la Reunión, y las continuas solicitudes de ejemplares obligaron a reimprimir el informe. Durante 1999, el informe se actualizó y revisó, y se difundirá como una publicación de la OIT en junio de 2000.
A principios de 1999 se publicó en Argentina un documento de investigación (22) sobre las mujeres en los puestos de dirección que será traducido al inglés.
Además, se recabó asesoramiento y orientación de la OIT en una gran variedad de foros nacionales e internacionales, entre los cuales cabe citar:
Entre las actividades de seguimiento de la Reunión paritaria sobre las condiciones de empleo y de trabajo en el marco de las reformas del sector de la salud, celebrada en Ginebra en 1998, se organizó una conferencia subregional en colaboración con la Internacional de Servicios Públicos, que se celebró en Kazajstán en marzo de 1999. Esta conferencia desempeñó una función importante entre los países de la región que están presenciando el deterioro de los servicios de salud, señalando a la atención el papel fundamental de este sector para apoyar el crecimiento económico y el desarrollo social. Los participantes estuvieron de acuerdo en los principios básicos de orientación de equidad del acceso a los servicios de salud, de la necesidad de unas buenas condiciones de trabajo en el sector y de la importancia que reviste que los trabajadores de la salud tengan derecho de sindicación.
En colaboración con la OMS, los mandantes sectoriales de la OIT y diversas organizaciones no gubernamentales, se llevaron a cabo seis estudios por país (que abarcan a Camerún, Colombia, Jordania, Filipinas, Polonia y Uganda) sobre las reformas en la función pública y sus repercusiones sobre el personal del sector de la salud. En octubre de 1999, y sobre la base de estos estudios, una mesa redonda de expertos internacionales elaboró en Berlín un marco sobre el diseño y aplicación de los procesos de reforma. Este marco se formuló como una serie de cuestiones fundamentales para iniciar y revisar las reformas de la función pública. Estas cuestiones se encaminaban a sentar una base común para todos los participantes en el proceso de reforma, así como a estimular el diálogo social entre ellos, tanto en el proceso de formulación y aplicación de las reformas como en la subsiguiente supervisión, evaluación y revisión. La presentación de estas cuestiones fue escogida por los participantes para evitar los paquetes de reformas preestablecidas, que no son aplicables a situaciones distintas. Estas cuestiones se refieren específicamente a las dimensiones sociales y laborales de la entrega de servicios de salud y a cómo la reforma repercute en el empleo y las condiciones de trabajo del personal, que a su vez condiciona la calidad de los servicios.
Con más de 450 millones de empleados en todo el mundo, el sector público reúne un 30 por ciento del empleo mundial. Sin embargo, en los últimos años, los efectos de la mundialización, las reducciones en el gasto público por influencia de las políticas de ajuste estructural y la transición a la economía de mercado han traído consigo unos cambios de gran alcance en los niveles y en la estructura del empleo público de muchos países. Con vistas a obtener una perspectiva más precisa de las tendencias de este sector durante un período de rápida evolución, se llevó a cabo un estudio sobre las estadísticas del empleo en la función pública (23). Esta estadística fue facilitada por los organismos responsables de la estadística de más de 80 países.
En el contexto de las reformas de la función pública, se mejoró el diálogo social por medio de la celebración de una conferencia (a petición de los sindicatos del sector) sobre la reestructuración de la función pública y el papel de los sindicatos en Tiflis (Georgia), en julio de 1998. Entre los participantes había representantes de los gobiernos y de las organizaciones de trabajadores de Armenia, Azerbaiyán y Georgia. Además, se brindó asesoramiento sobre la aplicación de la reforma de la función pública al organismo de la función pública de Kazajstán, y se organizó un viaje de estudios para los altos cargos de dicho organismo, de modo que pudieron tener experiencia de primera mano de los sistemas modernos de gestión del personal en la función pública en diversos países industrializados.
En el sector marítimo se llevó a cabo un esfuerzo
sostenido por promover las normas marítimas del trabajo de la OIT entre
los principales Estados de abanderamiento. Ello tuvo como resultado más
de 30 ratificaciones, entre ellas cuatro del Convenio sobre la marina mercante
(normas mínimas), 1976 (núm. 147), y una para su Protocolo de
1996. El Convenio núm. 147 ha sido ahora incluido en los acuerdos regionales
de control por parte del Estado del puerto (Acuerdos regionales sobre la inspección
de buques extranjeros) en las siguientes regiones: Asia y el Pacífico,
el Caribe, Europa, el Océano Indico, el Mediterráneo y Africa
occidental y central. Como medio importante para mejorar la aplicación
del Convenio, se ha insistido en la formación de los inspectores, utilizando
los materiales de formación de la OIT en varias regiones. Dos convenios
adoptados por la 84.ª reunión (marítima) de la Conferencia
Internacional del Trabajo (el Convenio sobre la inspección del trabajo
(gente de mar), 1996 (núm. 178) y el Convenio sobre la contratación
y la colocación de la gente de mar, 1996 (núm. 179), recibieron
suficientes ratificaciones para entrar en vigor. La conclusión del acuerdo
entre los armadores europeos y la gente de mar resultó muy útil
en la elaboración por parte de la Unión Europea de una Directiva
sobre el cumplimiento de las disposiciones relativas al tiempo de trabajo de
la gente de mar a bordo de buques que hagan escala en puertos de la Comunidad.
El acuerdo entre los interlocutores sociales se basaba primariamente en lo dispuesto
por el Convenio sobre las horas de trabajo a bordo y la dotación de los
buques, 1996 (núm. 180). A la larga, la mencionada Directiva influirá
en el tiempo de trabajo de la gente de mar, no sólo en los buques registrados
en los Estados miembros de la Unión Europea sino también en otros
buques que recalen en puertos europeos.
El tiempo de trabajo de la gente de mar El Convenio sobre las horas de trabajo a bordo y la dotación de los buques, 1996 (núm. 180) exige de los Estados Miembros que establezcan unos límites máximos a las horas de trabajo de la gente de mar y unos períodos mínimos de descanso para la gente de mar, e incluye un mecanismo de registro y supervisión de los períodos de trabajo y de descanso. Irlanda ratificó el Convenio núm. 180 en abril de 1999, y otros varios Estados Miembros han indicado que está en proceso de ratificación. En septiembre de 1998, la Asociación de Armadores de la Comunidad Europea (ECSA) celebró un Acuerdo sobre la ordenación del tiempo de trabajo de la gente de mar, que contenía una solicitud conjunta a la Comisión para que lo aplicase por decisión del Consejo de la Unión Europea. Dicho Acuerdo se inspiraba ampliamente en el Convenio núm. 180. La Directiva 1999/63/CE del Consejo de 21 de junio de 1999, relativa al Acuerdo sobre la ordenación del tiempo de trabajo de la gente de mar suscrito por la Asociación de Armadores de la Comunidad Europea (ECSA) y la Federación de Sindicatos del Transporte de la Unión Europea (FST), ha estado desde entonces en vigor para los Estados miembros de la Unión Europea; con fecha 30 de junio de 2002, estos Estados tendrán que poner en vigor las leyes, reglamentos y disposiciones administrativas oportunas para darle cumplimiento o asegurar que en esa fecha la dirección y los trabajadores hayan introducido las medidas oportunas. En noviembre de 1998 la Comisión recomendaba también que los Estados Miembros ratificasen el Convenio núm. 180, así como el protocolo de 1996. En diciembre de 1999, el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea adoptaron la Directiva 1999/95/CE sobre el cumplimiento de las disposiciones relativas al tiempo de trabajo de la gente de mar a bordo de buques que hagan escala en puertos de la Comunidad. La Directiva dispone que los Estados miembros pondrán en vigor las disposiciones legales, reglamentarias y administrativas necesarias para dar cumplimiento a lo establecido en la Directiva antes del 30 de junio del año 2002, y establece un sistema para verificar y controlar el cumplimiento a bordo de los buques que hacen escala en puertos de los Estados miembros de, entre otras cosas, lo dispuesto en el Convenio núm. 180 de la OIT. La Directiva cita también las directrices de la OMI-OIT sobre las horas de trabajo y descanso de la gente de mar. En resumen, está previsto que a mediados de 2002 todos los barcos registrados en los Estados miembros de la Unión Europea y los que recalen en los puertos de estos Estados tengan que cumplir lo dispuesto en el Convenio núm. 180 de la OIT. Teniendo en cuenta el elevado porcentaje del comercio mundial que transportan los barcos europeos o que recala en los puertos de Europa, esta exigencia tendrá probablemente repercusiones importantes en las horas de trabajo de una gran parte de la gente de mar de todo el mundo. Este gran adelanto se llevará a cabo por medio del diálogo social a nivel internacional y regional e interorganizaciones, así como por medio de la cooperación entre la Unión Europea y la OIT. Reducirá la fatiga en el mar, mejorando así la salud de los trabajadores, la seguridad de los buques y la protección del entorno marítimo. |
Una de las principales contribuciones de la OIT a la mejora de las condiciones de trabajo y de empleo de los trabajadores portuarios ha sido su Programa de formación de trabajadores portuarios, que se dirige a la formación de trabajadores portuarios en los terminales de contenedores marinos. El Programa se estructura en torno a unos materiales de formación preparados a nivel central, que son utilizados por un cuerpo de instructores especialmente formados y que trabajan en un marco organizativo cuidadosamente preparado. Tras un período de desarrollo, que comprendía proyectos piloto en Kenya y en la República Unida de Tanzanía, el Programa se introdujo durante el bienio en Malasia, Mauricio, Países Bajos, Papua Nueva Guinea, Sudáfrica, Sri Lanka y Hong Kong, China. Se emprendió una labor preparatoria para su introducción en la República de Corea y Portugal, y los materiales de formación se tradujeron al español con vistas a su utilización en Argentina, Chile y Uruguay.
En los primeros 15 meses de aplicación, unos 600 trabajadores portuarios han sido entrenados por los centros que ejecutan el Programa. El resultado ha sido la mejora del nivel de seguridad de los puertos de que se trata, el incremento de la productividad y de la eficiencia en el trabajo portuario y la mejora del nivel de los trabajadores interesados. En el puerto de Durban (Sudáfrica) durante una evaluación de la OIT de la fase preliminar, se llegó a la conclusión de que en el período de cinco meses que siguió a la utilización de los materiales del Programa para revisar los procedimientos de seguridad en el terminal de contenedores el número de accidentes había disminuido, así como también las reclamaciones por lesiones y averías. En la nueva terminal de contenedores de Port Louis (Mauricio), los materiales del Programa se han estado utilizando para preparar los procedimientos y un manual de operaciones. Se ha impartido formación a los trabajadores portuarios a todos los niveles en la nueva terminal de contenedores por primera vez en las diversas facetas de las operaciones modernas de las terminales de contenedores. El ritmo de manipulación de los contenedores había ido aumentando paulatinamente hasta 17 cargas por hora de trabajo de una grúa de grandes dimensiones, con lo que ha aumentando no sólo la productividad y eficiencia de la nueva terminal sino también la remuneración de los trabajadores interesados.
La pesca, que emplea aproximadamente a 15 millones de personas en todo el mundo, constituye en muchos países una ocupación extremadamente peligrosa, que cuenta con unos índices de accidentes mortales y lesiones que exceden con frecuencia los de cualquier otro sector. La clave de bóveda de la labor de la OIT en relación con la pesca en el bienio 1998-1999 fue la Reunión tripartita sobre la seguridad y salud en las industrias pesqueras, celebrada en diciembre de 1999. La Reunión adoptó conclusiones sobre la seguridad y salud en las industrias pesqueras y una resolución relativa a las actividades futuras de la OIT y el diálogo social en el sector de las pesquerías. Como parte de sus conclusiones, hizo recomendaciones sobre las normas internacionales del trabajo en relación con la pesca al Grupo de Trabajo sobre política de revisión de normas de la Comisión de Cuestiones Jurídicas y Normas Internacionales del Trabajo (LILS) del Consejo de Administración de la OIT. Durante el bienio se emprendió (junto con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Marítima Internacional (OMI)) la revisión y actualización del Documento que ha de servir de guía para la formación y titulación de pescadores.
1. La crisis financiera asiática: El reto para la política social, por E. Lee, OIT, Ginebra, 2000.
2. «Voces por la libertad sindical», en Educación Obrera 1998/3, núm. 112; «La negociación colectiva: un principio fundamental, un derecho, un convenio», en Educación Obrera 1999/1-2, núms. 114-115.
3. Technical guide on freedom of association standards and procedures (de próxima publicación).
4. La libertad sindical: Recopilación de decisiones y principios del Comité de Libertad Sindical del Consejo de Administración de la OIT (versiones en español, inglés, francés, portugués y ruso) y Derecho sindical de la OIT: Normas y procedimientos (versiones en español, francés, alemán, portugués, ruso, árabe y chino).
5. Freedom of association: A user´s guide - Standards, principles and procedures of the International Labour Organization, por D. Tajman y K. Curtis, 2000; Principios de la OIT sobre el derecho de huelga, por B. Gernigon, A. Odero y H. Guido, 2000, y La negociación colectiva: Normas de la OIT y principios de los órganos de control, por B. Gernigon, A. Odero y H. Guido, 2000.
6. Informe de la Comisión de Expertos en Aplicación de Convenios y Recomendaciones, Informe III (Parte 1A), Conferencia Internacional del Trabajo, 88.ª reunión, Ginebra, 2000; Consulta Tripartita, Informe III (Parte 1B), Conferencia Internacional del Trabajo, 88.ª reunión, Ginebra, 2000.
7. Trabajo forzoso en Myanmar (Birmania): Informe de la Comisión de Encuesta instituida en virtud del artículo 26 de la Constitución de la Organización Internacional del Trabajo para examinar la observancia por Myanmar del Convenio sobre el trabajo forzoso, 1930 (núm. 29), suplemento especial del Boletín Oficial, serie B, vol. LXXXI, 1998.
8. Trabajo decente, Memoria del Director General, Conferencia Internacional del Trabajo, 87.ª reunión, Ginebra, 1999.
9. Negotiating flexibility: The role of the social partners and the State, M. Ozaki (director de la publicación), OIT, Ginebra, 1999.
10. A guide to strategic planning in employers' organisations: A training module, escrito para la OIT por P. Brennan, Irish Business and Employers Confederation, febrero de 1998.
11. El empresario y la comunicación, por J. Monroy Morante, 1999; Guía para el análisis del entorno en las organizaciones de empleadores, por G. González Marroquín, 1998; Desarrollo de la capacidad de liderazgo para dirigentes y futuros líderes empresariales, 1999; Cobertura de los riesgos del trabajo: Manual con experiencias actuales y alternativas, por A.M. Conte-Grand y C.A. Rodríguez, 1999; Cases on South Asia: Human resources and industrial relations (vol. 1: Case Studies; vol. 2: Teaching Notes), C.S. Venkata Ratnam (director de la publicación), 1999; Performance -- related and skill -- based pay: An introduction, por S. de Silva, 1998; Developing and establishing an occupational safety and health service in an employers´ organisation: A practical guide and training programme for small or developing employers' organisations, por T. Briscoe, 1998.
12. De un empleador a otro: «Hablemos de la IGUALDAD»;, 1997 (versiones en español, inglés, francés y árabe; la Federación de Empleadores de Bangladesh ha publicado una versión en bengalí).
13. Gender equality: A guide to collective bargaining, juego de seis folletos que llevan los títulos siguientes: Gender equality in bargaining: An overview; Working conditions; Maternity and family responsibilities; Defending rights of non-permanent and vulnerable workers; Dignity at the workplace, y Giving women a voice, por S. Olney, E. Goodson, K. Maloba-Caines y F. O' Neill, 1998.
14. New prevention strategies for labour inspection, Servicio de Administración del Trabajo, documento núm. 56.
15. The impact of multinational enterprises on employment, training and regional development in Namibia and Zimbabwe: A preliminary assessment, por O. Iyanda, 1999.
16. Seguridad y salud en el trabajo forestal, Repertorio de recomendaciones prácticas de la OIT, 1998.
17. Nota sobre las labores de la Reunión tripartita sobre los problemas sociales y laborales en las explotaciones mineras pequeñas, Ginebra, 17-21 de mayo de 1999.
18. Indigenous peoples and oil development: Reconciling conflicting interests, por M. Tomei, 1998.
19. Nota sobre las labores de la Reunión tripartita sobre las cuestiones relativas al empleo y a las relaciones de trabajo en las refinerías de petróleo, Ginebra, 23-27 de febrero de 1988.
20. Las iniciativas voluntarias que tienen consecuencias para la formación y la educación en materia de seguridad, salud y medio ambiente en las industrias químicas, informe para el debate de la Reunión tripartita, Ginebra, 22-26 de febrero de 1999.
21. Nota sobre las labores de la Reunión tripartita sobre el acceso de las mujeres a puestos de dirección, Ginebra, 15-19 de diciembre de 1997.
22. Rompiendo el techo de cristal: Las mujeres en el management en Argentina, por A.M. Mass, M.A. Sáez, S. García y L. Cukierman, 1999.
23. Statistics on public sector employment: Methodology, structures and trends, por M. Hammouya, 1999.
Puesto al día por SA. Ultima actualización: 27 de noviembre de 2006