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90.reunión, 3 - 20 de junio de 2002

Informe de la Comisión de los Accidentes del Trabajo y las Enfermedades Profesionales

Informe
Texto del Protocolo
Texto de la Recomendación

Presentación, discusión y adopción
 

Original francés: El PRESIDENTE — Pasamos ahora al examen del informe de la Comisión de los Accidentes del Trabajo y las Enfermedades Profesionales que figura en Actas Provisionales núm. 24.

Invito al Presidente Sr. Schlettwein (Gobierno, Namibia), al Vicepresidente empleador, Sr. Cunneen (Irlanda); y al Vicepresidente trabajador, Sr. Robertson (Reino Unido), así como al Ponente, Sr. Coseru (Rumania), a que suban a la tribuna.

Tengo el agrado de dar la palabra al Sr. Coseru, Ponente de la Comisión, quien va a presentar el informe.

Original inglés: Sr. COSERU (consejero técnico gubernamental, Rumania; Ponente de la Comisión de los Accidentes del Trabajo y las Enfermedades Profesionales) — Siempre es un privilegio dirigirme a la Conferencia Internacional del Trabajo y es un especial honor que la Comisión de los Accidentes del Trabajo y las Enfermedades Profesionales, me haya elegido para gozar de este privilegio. Me complace estar ante ustedes hoy para informarles del éxito de nuestra Comisión, en la redacción del texto de un protocolo al Convenio sobre seguridad y salud de los trabajadores, 1981 (núm. 155) y una recomendación sobre la lista de enfermedades profesionales y el registro y notificación de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales.

Antes de presentar los resultados de la labor de nuestra Comisión, quiero felicitar al Presidente por su elección al frente de esta importante reunión de la Conferencia.

Tenemos ante nosotros el Informe V (1) en el que se señala que, a pesar de los extraordinarios avances de la tecnología y de la medicina preventiva y de todos los medios actuales para prevenir los accidentes, según las estimaciones de la OIT y de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se producen alrededor de 1,2 millones de muertes relacionada con el trabajo, 250 millones de accidentes laborales y 160 millones de enfermedades profesionales en todo el mundo, que estas muertes, enfermedades y lesiones que se producen a tal escala son un factor de empobrecimiento individual y familiar y un motivo de desaliento para quienes intentan mejorar las condiciones de trabajo. Al inconmensurable sufrimiento humano que provocan han de añadirse pérdidas económicas importantes para las empresas y las sociedades en general, debidas al descenso de la productividad y a la reducción de la capacidad de trabajo. Según las estimaciones, un 4 por ciento aproximadamente del producto interior bruto (PIB) mundial se pierde, en términos de costes directos e indirectos de diversa índole entre los que hay que contar las indemnizaciones, los gastos médicos, los daños materiales, las pérdidas de ingresos y los gastos de formación del personal de sustitución.

Se necesita información, sobre todo la que puedan proporcionar quienes están a cargo de remediar esta situación, con el fin de dilucidar qué medidas preventivas se necesitan. Esta información debe ser suficientemente amplia y, por encima de todo, exacta. De hecho, si bien en muchos países se prevé la notificación de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales a las autoridades nacionales, en algunos otros el registro se lleva a cabo en el plano de la empresa. El método de registro y el nivel de detalle exigido también varían.

Generalmente, la notificación de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales está vinculada a un programa nacional de indemnizaciones laborales o la exigencia legal de informar a la autoridad competente. Las diferencias organizativas en lo que respecta a la recopilación de datos pueden influir en el número de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales notificados. El carácter y el tipo de los accidentes del trabajo que son notificables a las autoridades nacionales dependen fundamentalmente de los sectores o grupos específicos de trabajadores que están cubiertos, del tamaño de la empresa y de si los accidentes de trayecto están cubiertos. Determinar qué provoca enfermedades, puede resultar una cuestión compleja y difícil de abordar debido al largo período de latencia de algunas enfermedades y a las causas múltiples de otras.

La notificación insuficiente de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales es un fenómeno extendido, aunque es difícil cuantificar el número de accidentes y enfermedades que no se notifican. Dada la diversidad de sistemas de registro y notificación de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales que hay en los Estados Miembros, es imposible decir con cierto grado de certeza si la información disponible refleja con exactitud la situación real.

Uno de los logros de nuestra Comisión es que nuestro protocolo propuesto al Convenio sobre seguridad y salud de los trabajadores, 1981 (núm. 155) y la recomendación sobre la lista de enfermedades profesionales y el registro y notificación de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, contienen muchos de estos factores. El Informe V (2B) con el que empezamos nuestra labor proporciona una base firme y sólida. El protocolo propuesto y la recomendación fueron sometidos a un examen a fondo y se efectuaron modificaciones de consideración.

En lo que respecta al sistema de gestión de la seguridad y la salud en las empresas, es importante que los empleadores registren la información sobre accidentes y enfermedades y, en su caso, los sucesos peligrosos, los accidentes de trayecto y los casos sospechosos de enfermedades profesionales, junto con los resultados de su investigación. La información recabada ha de ser suficientemente amplia para incluir los datos esenciales. De esta forma, el empleador puede analizar la información, obtener el apoyo adecuado, comprender las circunstancias y tomar las medidas correctivas necesarias para impedir nuevos casos en la empresa en la medida de lo posible. Por otro lado, los trabajadores y sus representantes deberán estar al tanto de los casos notificados para poder contribuir a mejorar las condiciones de trabajo. En el ámbito nacional, la información recopilada acerca del carácter, las circunstancias o las causas de los accidentes del trabajo y las enfermedades profesionales y, en su caso, los sucesos peligrosos, los accidentes de trayecto y los casos sospechosos de enfermedades profesionales se basa generalmente en los datos registrados y notificados por los empleadores. Las autoridades competentes deberían publicar todos los años estadísticas nacionales compiladas de tal modo que sean representativas del país en su conjunto en lo que respecta a los accidentes del trabajo, las enfermedades profesionales y, en su caso, los sucesos peligrosos y los accidentes de trayecto, así como el análisis de estos datos.

La Comisión celebró 12 sesiones y examinó 188 enmiendas, de las cuales 101 se retiraron tras algunas deliberaciones, 21 se aprobaron por consenso, 1 por votación y 2 fueron rechazadas por votación. Las 63 enmiendas restantes fueron retiradas en bloque cuando, habiéndose llegado al mayor grado de consenso, se decidió remitir el examen de la lista de las enfermedades profesionales a una reunión de expertos. Estimamos que el intercambio de ideas que hemos mantenido en las últimas dos semanas sentará las bases para que todos los Estados Miembros formulen normas para el registro y notificación de los accidentes del trabajo y las enfermedades profesionales.

Intentamos lograr un equilibrio adecuado entre la generalidad y la especificidad de los dos instrumentos que tenemos ante nosotros. Creemos que el protocolo propuesto y la recomendación añadirán solidez y flexibilidad al Convenio núm. 155. El hecho de que tan sólo se llevasen a cabo tres votaciones es prueba testimonial de nuestro intento de llegar a un consenso. Esta habilidad de lograr un consenso práctico sin principios comprometedores es un don que comparten en abundancia el Sr. Schlettwein, como los Sres. Cunneen y Robertson, respectivamente Presidente y Vicepresidentes de nuestra Comisión. Quiero también rendir tributo por la contribución del Consejero Jurídico de la Conferencia y de su equipo durante las sesiones de la Comisión y en las reuniones del Comité de Redacción, que incorporaron con éxito las muchas enmiendas y modificaciones de estilo aprobadas durante nuestras dos semanas de deliberaciones.

Finalmente, le estoy muy agradecido al Dr. Takala, representante del Secretario General, y a su equipo de expertos, personal de secretaría, oficinistas, mecanógrafos y demás personal por su trabajo, que fue fundamental para concluir con éxito nuestras actividades. Ahora tengo el placer de presentarles el resultado de estas actividades, nuestro informe y el protocolo y recomendación propuestos, para someterlos a su consideración y recomendarles su aprobación.

Original inglés: Sr. CUNNEEN (delegado de los empleadores, Irlanda; Vicepresidente empleador de la Comisión de los Accidentes del Trabajo y las Enfermedades Profesionales) — Es un honor hablar ante esta asamblea como portavoz de los empleadores de la Comisión de los Accidentes del Trabajo y las Enfermedades Profesionales.

El Grupo de los Empleadores, todos nosotros, estamos de acuerdo en cuanto a la necesidad de mejorar la salud y la seguridad en el lugar del trabajo. Si bien hay diferencias entre nosotros, entre los empleadores y los demás grupos, se trata de diferencias en cuanto a cómo lograr un resultado acordado, y no sobre el resultado mismo. Es importante para todos nosotros recordar que la cuestión de la política normativa ha sido discutida y que se aceptó, en el Consejo de Administración, una orientación futura. Se acordó crear un método que permita establecer normas más pertinentes, y más claras, de aplicación universal.

Un instrumento que cuenta solamente con 37 notificaciones no es, a nuestro juicio, reforzado por un protocolo de este tipo. No ampliará mucho la protección en materia de seguridad y salud en el trabajo. No creemos que el proyecto de protocolo reúna los criterios fijados por el Consejo de Administración. Además, un instrumento cuyo texto comprende disposiciones vagas y mal definidas, tampoco cumple con esos criterios, como es el caso, a nuestro parecer, de algunas de las disposiciones de este protocolo. Por estos motivos, y solamente por ellos, el Grupo de los Empleadores se abstendrá en la votación del protocolo en el día de mañana, pero votará la adopción del texto de la recomendación.

Pensamos que esta decisión es coherente con el enfoque en materia de actividad normativa definido por el Consejo de Administración.

El propósito fundamental de que los empleadores establezcan un registro de las actividades del trabajo y de las enfermedades profesionales es lograr instaurar la prevención de modo tal que los empleadores con la cooperación de los trabajadores tomen las medidas correctivas adecuadas en el lugar del trabajo. Además, se requiere notificar a las autoridades competentes los accidentes del trabajo y las enfermedades profesionales, los empleadores contribuyen así a que los gobiernos puedan elaborar estadísticas nacionales para orientar toda acción necesaria e incluso, cuando corresponda, adoptar una legislación. Al examinar las deliberaciones de la Comisión, no me propongo informar en detalle sobre este proceso. Ya ha sido hecho muy acertadamente por nuestro relator. En lugar de ello, he seleccionado en la discusión una serie de temas, que a mi juicio, reflejan las perspectivas contrastadas que han surgido y la necesidad de lograr un equilibrio entre ellas. Los temas que he escogido son: legislación y persuasión, responsabilidad y poder, ciencia y sociedad, y flexibilidad y dogmatismo.

Respecto del primer tema, la legislación y la persuasión, espero que permitan reflejar los diferentes enfoques de los gobiernos y los trabajadores, por oposición al de los empleadores, sobre el método más adecuado para lograr el objetivo del registro y la notificación. Los gobiernos y trabajadores están a favor del enfoque del protocolo que corresponda a la categoría de la legislación. Los empleadores, por su parte, están a favor de una recomendación que por ser más amplia quizás sea más eficaz. Los empleadores, al adoptar esta actitud, están influenciados por el hecho de que sin la ratificación del Convenio núm. 155, un protocolo vinculado con éste, tiene pocas posibilidades de ser aplicado. Desde su adopción por la Conferencia, 21 años atrás, sólo 37 de los 176 Estados Miembros de la OIT han ratificado este Convenio. Además, en nuestra Comisión sólo 13 de los 37 Estados Miembros se expresaron a favor de un protocolo.

En cuanto a las perspectivas de futuro, sólo el 20 por ciento de los Miembros de esta Organización han ratificado el Convenio hasta la fecha. Las reservas de los empleadores son reflejo de esta realidad.

A pocos días del voto para adoptar el enfoque del protocolo, fue interesante ver las reservas que expresaron muchos Estados Miembros acerca de las dificultades que enfrentan a la hora de aplicar ciertos requisitos del protocolo como, por ejemplo, proporcionar algún tipo de estadísticas nacionales sobre accidentes.

En vista de esta situación, los empleadores adoptaron una posición firme y optaron por una recomendación y no por un protocolo. Por este motivo, pedimos una votación en la Comisión para que cada delegado pudiese reflexionar debidamente sobre la forma del instrumento propuesto.

Sin embargo, independientemente de la forma del instrumento, los empleadores seguirán bregando de la manera más eficaz posible para lograr el objetivo, que debe ser la prevención de los accidentes en el lugar de trabajo, junto con el registro y la notificación de accidentes de trabajo y de enfermedades profesionales como parte importante de esa misión.

Nuestras opiniones difieren de las de los delegados de los gobiernos y de los trabajadores en el sentido de que desearíamos que el objetivo que se ha fijado sirva los fines de la descripción y no de la prescripción.

El segundo tema es la responsabilidad y el poder. Los empleadores creemos firmemente que el poder y la responsabilidad deben considerarse como un todo y no por separado. Esto es lo que sucede en materia de salud y seguridad en el trabajo. Como en cualquier otro sector de la actividad humana, es precisamente porque los trabajadores son un activo valioso de la empresa, de hecho el más valioso, que nosotros los empleadores, hemos venido a esta Conferencia para obrar en pro de medidas que fortalezcan la protección de la seguridad y la salud de los trabajadores.

Es motivo de pesar para los empleadores que, aparte de una referencia general al Convenio sobre seguridad y salud de los trabajadores, 1981 (núm. 155), los trabajadores no han aceptado la invitación de los empleadores de participar en la definición de un papel más estructurado y más reconocido para los trabajadores en materia de salud y seguridad en el lugar de trabajo.

Dicha participación en una responsabilidad o un deber compartido, o cualquier otra definición o descripción que escojan los trabajadores reflejaría mejor la verdadera contribución que pueden hacer los trabajadores para mejorar la seguridad y la salud en el lugar de trabajo. De hecho, en materia de notificación de accidentes dentro de la empresa, su papel debe considerarse como esencial. Aparte de hacer una contribución positiva a la seguridad y salud en el trabajo, por limitada que hubiese sido la definición de su papel, el resultado hubiese sido un mayor protagonismo para los trabajadores, porque cuando se comparte la responsabilidad, también se comparte el poder.

El tercer tema es la ciencia y la sociedad. Carl Sagan, astrónomo y hombre de ciencia escribió: vivimos en una sociedad altamente dependiente de la ciencia y la tecnología, en la cual casi nadie sabe algo de ciencia y tecnología. Me complace comprobar lo que a mi juicio es un progreso importante en materia de reconocimiento del papel de la ciencia en el lugar del trabajo, sobre todo en materia de enfermedades profesionales. La iniciativa patrocinada por los empleadores y apoyada por los trabajadores y los gobiernos recomienda que el Consejo de Administración de la OIT cree un grupo de trabajo técnico para que examine la lista de enfermedades en un plazo adecuado, y que comunicará al Consejo de Administración sus conclusiones y recomendaciones.

Como primer paso hacia la aplicación de esta propuesta, los empleadores acordaron retirar la lista de 1991 de enfermedades profesionales que figura en el anexo del informe de la OIT. Esta lista lleva 11 años de existencia. Este cambio de política de los empleadores se debe al interés de hacer pasar la lista y la categorización de enfermedades profesionales al terreno al que realmente pertenecen, es decir, al terreno de la ciencia. El resultado, es decir, una lista de enfermedades profesionales, validada científicamente, merece todos los esfuerzos necesarios para lograrlo.

Creo que esta Conferencia puede, legítimamente, registrar este logro no simplemente como una decisión sino como un cambio en el proceso de la toma de decisiones en el importante ámbito de la enfermedades profesionales.

Mi último tema, es la flexibilidad y el dogmatismo. La reunión adoptó una serie de decisiones que reflejan la necesidad de trabajar juntos y volver a examinar ciertos enfoques dogmáticos en materia de registro y notificación. Este mismo enfoque se utilizó para distinguir los hechos peligrosos, y los accidentes de trayecto de los accidentes de trabajo, así como también para calificar la relación que existe entre el registro y la notificación y la compensación. El resultado reflejó la necesidad de un enfoque flexible que tome en cuenta las características regionales de la seguridad y la salud en el lugar de trabajo.

Pasemos ahora al procedimiento en la Conferencia. Quiero ante todo, rendir homenaje al Presidente Sr. Schlettwein. Estimuló a la Comisión a buscar el consenso y no el conflicto, y lo hizo con cortesía y sentido del humor. Debo agradecer también a la Oficina, el profesionalismo del Dr. Takala y sus colegas, especialmente en la fase de preparación antes de la Conferencia, que se ve reflejado por el pequeño número de enmiendas que finalmente fueron adoptadas.

Quiero, asimismo, rendir homenaje a los delegados gubernamentales y trabajadores, sobre todo al Sr. Robertson, el portavoz de los trabajadores. Si bien no siempre estuvo de acuerdo con las declaraciones que hice en nombre de los empleadores, su actitud fue la de Voltaire que, entre otras cosas, como ustedes saben, fue un constructor y un empresario.

De hecho, si la OIT hubiese existido en su época, hubiese estado en las filas de los empleadores. En todo caso, la opinión de Voltaire era la siguiente: yo no estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero voy a defender hasta la muerte el derecho que le asiste a usted a decirlo.

Finalmente, quiero dar las gracias a mis colegas, a los empleadores por el nivel, la calidad, la diversidad de sus experiencias y la tarea enorme que realizaron. Doy las gracias a la Organización Internacional de Empleadores, a la Organización de Empleadores de Irlanda (IBEC), que me escogió como Vicepresidente. No hubiese sobrevivido sin las orientaciones de la OIE, en especial del Sr. Funes de Rioja a nivel de política y de la Sra. Perkins a nivel operativo. Me han ayudado a encontrar el camino a través del campo minado de las políticas y los procedimientos de la OIT, e incluso en este enorme edificio.

Termino con una nota positiva: si las políticas y las prácticas en materia de seguridad y salud en el lugar de trabajo empezasen por la prevención, el resto sería fácil. Todos debemos orientar a los que dirigimos e inspirar, a los que influenciamos para lograr nuestro objetivo común.

Original inglés: Sr. ROBERTSON (consejero técnico de los trabajadores, Reino Unido; Vicepresidente trabajador de la Comisión de los Accidentes del Trabajo y las Enfermedades Profesionales) — El Grupo de los Trabajadores, no sólo está satisfecho, sino que considera un honor poder apoyar la adopción del protocolo y la recomendación. El documento que ha surgido de nuestro trabajo es práctico, es flexible y ayudará a abordar los problemas concretos con que nos enfrentamos en el mundo en desarrollo y en el mundo desarrollado.

Los cambios hechos en las últimas dos semanas de discusión han sido muy pocos en realidad y hemos dado más importancia a la prevención, hemos introducido un elemento mayor de flexibilidad y hemos introducido nuevas garantías en cuanto a la confidencialidad y la protección contra la discriminación. Todos estos elementos fueron introducidos con el apoyo pleno de todas las partes en la Comisión.

Aparte de estos cambios, el texto es casi idéntico al propuesto originalmente por la Oficina y esto no significa que la Comisión no haya tenido éxito, sino todo lo contrario.

La tarea de la Comisión era analizar el texto, no cambiarlo y el hecho de que por lo general el texto de la Oficina resistió ese examen, es indicio del éxito del proceso de consulta que se había realizado y que llevó a un apoyo abrumador del texto, y también es prueba de la capacidad de sus autores en la Oficina.

En nombre del Grupo de los Trabajadores, quiero rendir homenaje al Dr. Takala, del Programa SAFEWORK de la OIT y a sus colaboradores por su profesionalidad y su competencia.

Doy las gracias también a los gobiernos por la manera en que encararon este proceso. Muchas de las enmiendas que se aprobaron provinieron del Grupo Gubernamental, en todos los temas, y demostraron deseo de escuchar argumentos, de ser flexibles y pragmáticos.

Un día, el Grupo de los Trabajadores dijo que habíamos venido aquí a lograr un consenso y pensamos que lo hemos logrado porque el Grupo de los Empleadores, como nosotros, estuvo empeñado en lograr un acuerdo. Durante la semana de discusión se ventilaron argumentos de manera positiva. Hasta esta mañana el Grupo de los Trabajadores pensaba haber llegado a un consenso.

No voy a responder a cada una las intervenciones hechas por los empleadores. Basta con decir que todos estos temas fueron discutidos en la Comisión, creo que la votación del lunes es elocuente.

La votación y el consenso que se habían logrado se debieron en gran parte a la labor del Presidente de la Comisión que dirigió con justicia y ecuánimemente la discusión y siempre buscó una salida positiva.

Quiero aprovechar la ocasión para dar las gracias a todos los miembros del Grupo de los Trabajadores, en particular la Secretaria del Grupo, Fiona Murie de la Federación Internacional de Trabajadores de la Construcción y de la Madera que hizo una excelente labor y dio un apoyo que sobrepasó todo lo que podíamos razonablemente esperar.

Doy las gracias a Ahmed Khalef y a Beth Goodson de ACTRAV que dieron una asistencia valiosísima al Grupo.

El protocolo que tiene apoyo y que se votará mañana es un protocolo al Convenio núm. 155. El protocolo se refiere al artículo 11 del convenio y desarrolla el requisito existente de notificar y registrar los accidentes del trabajo y las enfermedades profesionales y recopilar estadísticas nacionales que permitan programas de prevención más coherentes y más completos.

Este protocolo, cuando se apruebe, puede ser ratificado al mismo tiempo que el Convenio núm. 155 o en cualquier momento ulterior. El Grupo de los Trabajadores no cree que el protocolo sea un motivo de disuasión a la ratificación del Convenio núm. 155.

Ya sabemos que el Convenio núm. 155 ha sido de un valor inestimable para muchos países a la hora de redactar su legislación. Como he dicho, hubo una prolongada discusión sobre los méritos relativos del protocolo. Hemos considerado alternativas con una posible recomendación y la votación abrumadora en la Comisión indica que había un apoyo masivo de gobiernos y trabajadores a la fórmula de un protocolo. De resultas de esto, tenemos una propuesta de protocolo en parte y de una recomendación.

Durante todo el proceso, hemos tratado de conseguir el documento más útil, más operativo y lo hemos logrado. Se basa firmemente en el concepto de la prevención y da orientaciones claras a los gobiernos en todo el mundo.

No cabe duda de que las enfermedades profesionales y los accidentes del trabajo deben ser notificados en todo el mundo. El registro de accidentes y enfermedades debidos al trabajo refleja solamente un pequeño porcentaje del problema.

A los que sufren de enfermedades y accidentes, por falta de notificación, no se les reconocen sus accidentes o el hecho de que sus enfermedades sean resultado del trabajo.

Este protocolo aborda ambos temas. No sólo permitirá mejorar el mantenimiento de registros, sino que también permitirá que la información recopilada se utilice para prevenir nuevos casos de accidentes y enfermedades y para que se reconozcan los accidentes y enfermedades que se han producido.

El protocolo empezará a tratar de la tragedia humana que son dos millones de muertes, 250 millones de accidentes y 160 millones de enfermedades cada año. Al mismo tiempo ayudará a mejorar la eficacia de la fuerza de trabajo y a reducir la dependencia de quienes no pueden trabajar por accidente o enfermedades profesionales, esa dependencia que tienen frente al Estado.

Los trabajadores esperan que al regresar a sus respectivos países, buscarán ustedes la pronta adhesión al Convenio núm. 155 y al protocolo. Por bueno que sea el contenido del instrumento, cosa que creemos, no tendrá efecto a menos que los países lo aprovechen.

Los efectos del protocolo y la recomendación no se verán quizá durante muchos años, pero a la larga, sí aparecerán. Por consiguiente, en nombre de los trabajadores, me complace poder apoyar firmemente esta propuesta que recibió la adhesión unánime en la Comisión el lunes y le pido que voten a favor del protocolo y de la recomendación, mañana.

Original inglés: Sr. SCHLETTWEIN (delegado gubernamental, Namibia; Presidente de la Comisión de Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales) — Es un privilegio para mí, y para mi país, tener la oportunidad de hablar ante esta ilustre asamblea y haber tenido el honor de presidir la Comisión de Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales.

Después del excelente informe presentado por nuestro Ponente y las contribuciones de los Vicepresidentes, la tarea que me queda es muy fácil.

Debo dar las gracias a los principales protagonistas, pero antes quiero expresar algunas ideas.

La Comisión completó las tres tareas que le habían sido asignadas: el texto del proyecto de protocolo del Convenio sobre seguridad y salud de los trabajadores, 1981 (núm. 155), una recomendación con una nueva lista de enfermedades profesionales y un mecanismo de actualización de la lista.

El protocolo proporciona principios básicos para el registro y notificación de los accidentes del trabajo y las enfermedades profesionales que refuerzan a nivel nacional la acción de las empresas en ese sentido y la recopilación de estadísticas sobre accidentes y enfermedades. Estos datos son esenciales para la elaboración de políticas y programas nacionales, y el nuevo instrumento va a contribuir en gran medida a mejorar la seguridad y salud en el trabajo.

Quiero agregar que el propósito principal no es recopilar estadísticas, sino hacer que el lugar de trabajo sea más seguro y que se puedan prevenir los accidentes y las enfermedades.

Otro logro importante es el que tiene que ver con la lista de enfermedades profesionales. Aunque hay una lista de la OIT que figura en el cuadro I del Convenio sobre las prestaciones en caso de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales, 1964 [Cuadro I modificado en 1980] (núm. 121), esta lista no ha sido revisada en los últimos 22 años. Esta es una indicación clara de la necesidad de un mecanismo para revisar y modificar esta lista.

La Comisión elaboró una nueva lista de enfermedades profesionales como anexo a la recomendación propuesta junto con un nuevo mecanismo para actualizarla a través de reuniones de expertos que permitirá actualizar la lista con más frecuencia, de manera que refleje la evolución en los Estados Miembros y los nuevos conocimientos científicos. La nueva lista de enfermedades profesionales va a estimular el proceso de revisión nacional y el diálogo sobre la identificación y prevención de las enfermedades profesionales, y será de gran ayuda para revisar las listas nacionales. El nuevo mecanismo podría ser un modelo en mi opinión para otros ámbitos de actividad de la OIT que requieren mecanismos flexibles de actualización y revisión. También se introduce el aspecto de pertinencia de esta lista que requiere una actualización frecuente.

Ahora voy a referirme a la Comisión. Gracias a un clima apropiado y a través de los portavoces del Grupo, la Comisión pudo siempre buscar soluciones de transacción y se comprometió siempre a llegar a un consenso. Los argumentos que escuchamos eran claros y los delegados de todas las partes — trabajadores, empleadores y gobiernos — no sólo supieron hablar bien, sino que también supieron escuchar bien. Pudimos evitar una situación en la que sólo se declarasen posiciones, y a ello se añade el hecho de haber propuesto soluciones para superar nuestras diferencias. Hubo una buena atmósfera en la Comisión y el resultado fue este documento de consenso.

Cuando la Comisión concluyó sus labores me quedé con la sensación de que habíamos llegado a un acuerdo en todas las cuestiones, gracias a nuestras buenas deliberaciones y a este clima que facilitaba el consenso, lo que nos llevó a comprometernos para superar nuestras diferencias.

Espero que esta atmósfera se expanda e impregne toda la Organización y que mañana, cuando haya que votar la adopción del protocolo y de la recomendación, lleguemos también a un consenso.

Antes de concluir, me gustaría dar las gracias a los portavoces de los Grupos de los Empleadores y de los trabajadores, Sr. Frank Cunneen y Sr. Hugh Robertson respectivamente, por haberme ayudado a lograr que las decisiones de la Comisión se tomaran por consenso. También quiero agradecer a la Oficina, bajo la dirección del Sr. Takala, por el apoyo tan profesional que me ha brindado para poder encargarme de la Presidencia. Debo expresar también mi agradecimiento al consejero jurídico, que nos ayudó a negociar algunos puntos delicados relacionados con cuestiones jurídicas y, asimismo, a todos los delegados de la Comisión. Ha sido una experiencia muy grata para mí y, de hecho, muy agradable para todos los participantes en la reunión.

Utilizando la terminología de la OIT, me gustaría que la sala votara a favor del protocolo y la recomendación y la lista de enfermedades profesionales.

Original francés: El PRESIDENTE — Al final de la sesión de esta mañana, comenzamos el examen del informe de la Comisión de los Accidentes del Trabajo y las Enfermedades Profesionales y escuchamos a los miembros de la Mesa de la Comisión que presentaron el informe. Queda abierta ahora la discusión general sobre el informe.

Original inglés: Sr. LALL (Ministro de Trabajo y Empleo del Gobierno Central, India) — Muchas gracias por darme esta oportunidad de intervenir sobre el tema del registro y notificación de los accidentes del trabajo y las enfermedades profesionales aquí en la Plenaria, donde se ha presentado el Protocolo sobre el tema en vista de su adopción. Celebramos esa iniciativa porqué nos parece muy importante poder ofrecer una seguridad y salud en el trabajo a todos los trabajadores. Y porque pensamos que la vida es el bien más preciado de este mundo.

Por lo tanto, la seguridad de la gente es de capital importancia y hay que protegerla. Se nos ha informado de que, según las estimaciones de la OIT, 2 millones de personas mueren cada año a raíz de enfermedades profesionales o de accidentes del trabajo.

Esta cifra es excesivamente alta y celebraríamos toda tentativa destinada a reducirla. También celebramos la necesidad de proceder a una sistematización de los procedimientos de notificación y de recopilación de cifras porque todo el mundo tiene la impresión de que esas cifras no corresponden a la realidad ya que no se ratifican todos los accidentes y enfermedades. En nuestro país, tenemos una larga historia de legislación en materia de seguridad y salud en el trabajo.

La Constitución de la India contiene diferentes disposiciones relativas a la seguridad en el trabajo y la salud de los trabajadores. La Dirección General de Seguridad en las Minas, la Dirección General de Servicios de Asesoramiento en Fábricas e Institutos del Trabajo (DGFASLI) son dos organismos del Ministerio de Trabajo que intentan aplicar estos principios, plasmados en la Constitución.

Este año la Dirección General de Seguridad en las Minas ha celebrado su primer centenario de servicios a los mineros. Este organismo tiene un mecanismo muy amplio en el terreno que ha pasado con éxito la prueba del tiempo. El promedio de accidentes por mil trabajadores de las minas de carbón ha pasado de 0,61 en el decenio de 1951-1961, a 0,27 en los 10 últimos años. En el año 2000 se llevaron a cabo 9.501 inspecciones y 11.015 encuestas.

Por su parte, la DGFASLI, es el brazo técnico del Ministerio en todo lo que atañe a la seguridad, la salud y el bienestar de los trabajadores de fábricas, puertos y muelles. Además, asiste al Gobierno de la Unión a formular y revisar su legislación y sus políticas sobre cuestiones de seguridad y salud en el trabajo en puertos y fábricas. Este organismo también imparte formación a funcionarios del departamento de trabajo de los distintos Estados y el Gobierno central. En estos cinco últimos años, se hicieron más de 7.000 inspecciones de buques y de petroleros y el número de accidentes registrados también ha disminuido en ese tiempo.

El Gobierno de la India ha creado el Premio de Seguridad Nacional que se otorga a los trabajadores que tienen una trayectoria impecable en materia de seguridad.

Hemos participado en las deliberaciones de la Comisión con la experiencia que acabamos de exponerles y hemos dado a conocer nuestro punto de vista en respuesta al cuestionario que fue enviado por la OIT. Aunque estamos de acuerdo con muchos de los puntos que figuran en el proyecto de protocolo que se ha sometido a discusión, también hemos dado a conocer nuestra posición y las dificultades que nos suponía aceptar ciertas formulaciones. El espíritu del protocolo es muy loable; sin embargo, la aceptación de algunas de las formulaciones sólo será posible si el protocolo es flexible, práctico y aplicable.

La situación en cuanto a la incidencia de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales varía de un país a otro. Recabar información sobre accidentes y enfermedades es relativamente fácil en los países desarrollados y pequeños, pero la India es una democracia federal donde los gobiernos estatales también disponen de organismos que se ocupan del registro y la notificación de accidentes del trabajo y enfermedad. Recopilar información a nivel estatal y luego analizarla y publicarla al mismo nivel central requiere muchísimo tiempo.

Por lo antedicho, durante las deliberaciones sugerimos una enmienda puntualizando que para producir estadísticas, analizarlas y publicarlas, hay que dar tiempo suficiente al gobierno central para que pueda acopiar datos cualitativos. En el protocolo adoptado no se acepta esta enmienda y se reitera la intención inicial de pedir al gobierno nacional que acopie todos los datos, los analice y los publique anualmente.

Sabemos muy bien que en el caso de los protocolos, instrumentos vinculantes para el gobierno nacional, la flexibilidad es un elemento esencial para facilitar la ratificación. Por lo tanto, les exhorto a considerar que una iniciativa tan importante no contiene disposición alguna que confiera esa flexibilidad que facilita la aplicación por parte del gobierno nacional.

Concluiré garantizando a esta augusta asamblea que la India da una importancia capital a las cuestiones de seguridad y salud en el trabajo, y solicitando que a nivel internacional se desarrolle una tecnología altamente científica y de vanguardia para impedir accidentes mortales en las minas. También hemos decidido dar cabal prioridad a esta cuestión en nuestros planes quinquenales.

Original francés: Sr. VEUVE (consejero técnico y delegado gubernamental suplente, Suiza) — Suiza celebra la conclusión fructífera de los trabajos de la Comisión de los Accidentes del Trabajo y las Enfermedades Profesionales y se propone aprobar el informe que se ha presentado hoy para apoyar el consenso de la Comisión. Mañana, el Gobierno de Suiza se pronunciará a favor de los instrumentos elaborados durante esta Conferencia, en el momento de la votación. Sin embargo, debemos expresar algunas reservas en cuanto a una posible futura ratificación de esos instrumentos por parte de Suiza, ya que la legislación nacional relativa a este sector está siendo examinada y dicho examen no se ha concluido aún. Por lo tanto, deberá examinarse una ratificación a la luz de las modificaciones que van a introducirse en nuestro orden jurídico interno.

Me reservo la posibilidad, si procede, de explicar mi voto mañana.

Sra. PEDRO GARCIA (delegada trabajadora, Angola) — Después de dos semanas de mucho trabajo, los miembros de los trabajadores en la Comisión de los Accidentes de Trabajo y las Enfermedades Profesionales concluyeron que los instrumentos y las discusiones son de gran importancia para los trabajadores, pues se trata de documentos que van a reglamentar las condiciones de trabajo del mundo laboral. Así, quiero recomendar a la Conferencia que apoye la adopción del protocolo y la recomendación mañana, en su versión adoptada por la Comisión.

Para terminar, insto a los gobiernos y a los empleadores en el sentido de poner en la práctica, en sus respectivos países, los principios fundamentales recogidos en los documentos, que son el protocolo y la recomendación y espero que sean aprobados mañana. De lo contrario, todo quedará como letra muerta.

Original inglés: Sr. TAYLOR (consejero técnico de los empleadores, Estados Unidos) — El objetivo de los empleadores de Estados Unidos en esta 90.ª reunión de la Conferencia, consistía en crear un mecanismo que permitiese mejorar el sistema de accidentes y salud del trabajo desde el punto de vista de la notificación, el registro y el reconocimiento de los accidentes del trabajo y de las enfermedades profesionales, para secundar la causa de los trabajadores, empleadores y gobiernos con miras a la protección de todos.

Nos alienta el acuerdo mutuo entre todas las partes para aplicar las principales leyes y prácticas locales sobre el reconocimiento de las mismas. Esto dará flexibilidad y posibilidades de aplicación práctica a las normas de salud y de seguridad en el trabajo, que algunos países apoyan y otros no.

El protocolo tendrá un valor internacional limitado porque sólo 37 países han ratificado el Convenio núm. 155, y solamente 13 de los 37 han votado a favor del protocolo, lo que refleja un apoyo débil. Sin embargo, estamos de acuerdo con muchas de las iniciativas que incluye el protocolo, y aspiramos que se hubiera avanzado más en la seguridad y la salud en el trabajo si la Comisión hubiese adoptado una recomendación. Nos decepciona que se haya optado por protocolo, en lugar de una recomendación. Henos aquí ante un instrumento que tiene pocas posibilidades de ser ratificado por más países.

También nos decepciona que los grupos de trabajadores y de gobiernos no hayan reconocido las responsabilidades fundamentales de los trabajadores como participantes activos en el proceso de seguridad y salud en el trabajo.

El que no se reconozca la responsabilidad de los trabajadores de informar al empleador en caso de accidente, hace que no se refleje plenamente el enfoque tripartito que debe prevalecer para crear un entorno de trabajo seguro. Esta coparticipación es fundamental si se quiere crear un entorno propicio a las cuestiones de la seguridad y salud en el trabajo.

Al examinar la lista de enfermedades profesionales del convenio anterior, consideramos que la recomendación de elaborar una lista de enfermedades profesionales es una tentativa encubierta para conseguir una lista de enfermedades reconocida a efectos de indemnización, lo que ha supuesto un problema para muchos países. Se trata de una lista elaborada sin la participación del Grupo de los Empleadores. Una lista en la que se conjugan repeticiones, así como enfermedades conocidas y desconocidas. Esta lista fue aprobada por voto y no por consenso.

La recomendación de someter la lista a consideración de una comisión tripartita de expertos es una buena idea. No obstante, consideramos que las conclusiones de la Comisión de Expertos deben ser presentadas a la Conferencia de la OIT, en su calidad de órgano legislativo supremo. También somos de la opinión que el tema de la indemnización debería haberse tratado independientemente.

Quisiera destacar que consideramos que la cuestión de la salud y la seguridad en el trabajo ha avanzado claramente gracias al trabajo de la Comisión. Ha sido una experiencia muy satisfactoria y gratificante en la que ciertamente se han propuesto soluciones para mejorar las condiciones de trabajo.

Original inglés: Sra. MALETE (consejera técnica y delegada suplente de los trabajadores, Sudáfrica) — Quisiera valerme de esta oportunidad para alabar a los miembros de la Mesa de esta Comisión, que asumieron esta difícil tarea con empeño y dedicación, aunque representen a diferentes sectores.

Para dar mi apoyo a la adopción del informe que tienen ante ustedes, permítanme señalar lo siguiente: muchos fallecimientos o enfermedades profesionales no han sido reconocidos como tales en el pasado y ni siquiera fueron registrados. Por ejemplo, algunas enfermedades transmisibles o enfermedades crónicas a las que estaban, y siguen estando, expuestos los trabajadores en el lugar de trabajo han tardado años en ser diagnosticadas, como, por ejemplo, la amiantosis. Por tanto, el instrumento sometido a su consideración mejorará con toda probabilidad las medidas para prevenir estos problemas y ayudará a preservar un entorno seguro y saludable en el lugar de trabajo.

Es una pena que al fallecer, el trabajador se convierta en un dato estadístico y pueda ser sustituido en un abrir y cerrar de ojos. La elaboración de este texto ha sido un trabajo muy difícil. Les puedo asegurar que los trabajadores de todo el mundo no olvidarán la experiencia dolorosa que han supuesto estas dos semanas y que trabajarán arduamente para hacer que sus representantes apliquen el protocolo propuesto. Los países aquí representados estarán de acuerdo conmigo en que estamos cansados de contar las muertes y accidentes por millones.

Por estos motivos insto a que se adopten mañana el protocolo y la recomendación.

Original árabe: Sr. AL SYOUFI (delegado gubernamental, República Arabe Siria) — La seguridad y la salud en el trabajo, los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales constituyen un tema muy delicado en el mundo de hoy.

Preservar la salud de los trabajadores es esencial para todo país, porque ellos son muy valiosos. También redunda en beneficio de los empleadores, de los gobiernos y de la economía nacional.

El trabajador que siente que se toman todas las medidas en materia de prevención, se siente mucho más seguro y, por ende, más productivo e independiente, ya que no tiene temor. Todo esto es importante en el ámbito de la productividad de la empresa.

Huelga decir que esto también redunda en beneficio del empleador, ya que sus beneficios se incrementan, lo que a su vez mejora el PIB y la balanza de pagos. Por eso quisiera acallar los temores de los empleadores instándoles a que nos presten apoyo y adoptemos este protocolo mancomunadamente.

Mi Gobierno tenía sus reservas en cuanto al protocolo, al inicio de las labores de esta Comisión, pero, tras el trabajo tan constructivo que ésta ha realizado, mi Gobierno ha considerado que debería apoyarse con firmeza, tanto el protocolo como la recomendación sobre el registro y notificación de los accidentes del trabajo y enfermedades profesionales.

Consideramos que esta labor tendrá consecuencias positivas para todos los trabajadores del mundo, y para las economías del mundo. Esperamos pues que los empleadores y los gobiernos del mundo entero apoyen este protocolo y lo consideren en forma positiva. Los países en desarrollo necesitan poder contar con la ayuda de la comunidad internacional para abordar las cuestiones de seguridad y salud de los trabajadores.

La OIT encabeza las organizaciones que pueden prestar asistencia a los países en desarrollo en ese sentido. Para concluir, quisiera asegurarle que en Siria existen ya las legislaciones que permiten cubrir las enfermedades previstas por la lista y las medidas de prevención necesarias.

Una vez más agradezco a la Comisión el trabajo realizado.

Original inglés: Sr. MAHADEVEN (consejero técnico de los trabajadores, India) — Los negocios son los negocios, dicen algunos, y no quieren que nadie interfiera en sus asuntos y que se ocupen de los propios. No obstante, las cuestiones de la seguridad en el trabajo, las enfermedades profesionales, los accidentes laborales, la prevención o la indemnización atañen a todos. Nadie puede desentenderse de estos asuntos de interés común. Se trata de una cuestión de suma importancia para todos los interlocutores de este foro tripartito. Esto se ha puesto claramente de manifiesto en nuestra Comisión y, de hecho, democráticamente se ha decidido incluir un protocolo vinculante y también una recomendación sobre la lista revisada de accidentes y enfermedades profesionales. Ahora nos incumbe a todos adoptar, ratificar y aplicar el criterio del protocolo y de la recomendación en nuestros respectivos países. Un entorno de trabajo sin accidentes y sin enfermedades no es sólo un derecho fundamental de los trabajadores, sino también una responsabilidad básica de los empleadores y de los gobiernos. Ese tipo de entorno mejora la calidad del trabajo, la productividad y también los beneficios de las empresas.

El Presidente y los Vicepresidentes de nuestra Comisión, con su experiencia y conocimientos, con el eficaz apoyo de los secretarios y los profesionales de la Oficina y del personal de la Organización, han contribuido a mejorar el documento y concluir el protocolo y la recomendación en el marco del Convenio núm. 155. Esta cuestión no puede postergarse más. Hay que adoptar un enfoque no condicionado y con buena disposición de elaborar el sistema de seguridad en el trabajo en cada empresa y en cada país. La prevención de los accidentes del trabajo y de las enfermedades profesionales, incluidos los accidentes en el trayecto hacia el trabajo, no son ya una cuestión que figura sólo en el programa de negociación de una de la partes.

Ahora ha pasado a ser un tema del programa de trabajo de los países y de las empresas, para proceder a su aplicación, analizar periódicamente la situación e informar al respecto a la OIT, a fin de reducir, o eliminar por completo, todos los accidentes y enfermedades profesionales.

No deben producirse más accidentes como los de Bhopal o Chernobyl. Estimamos que hay que obtener beneficios para que los disfruten las personas, y que los beneficios no deben hacerse a costa de las personas, permitiendo que se produzcan accidentes y enfermedades en el trabajo.

Por último quisiera recordar que hemos discutido, han habido discrepancias, se ha examinado la situación y hemos llegado a una conclusión basada en las normas democráticas, aunque ha resultado difícil. No me parece ahora pertinente señalar las diferencias que nos separaban, opino que ahora hay que avanzar unidos, con determinación y con el objetivo de conseguir un entorno de trabajo sin accidentes y sin enfermedades.

Deseo manifestar mi apoyo a las conclusiones finales a las que se ha llegado y solicitar que adopten el protocolo y la recomendación sobre accidentes y enfermedades en el trabajo.

Sr. VERDUGO PEÑA (consejero técnico de los trabajadores, Chile) — En representación de los trabajadores de América Latina, quisiéramos expresar nuestra opinión respecto a este importante acto que hoy día estamos a punto de sancionar. En América Latina, en estos días, existen estados de desarrollo desiguales en esta materia tan importante en el mundo del trabajo, producto también, quizás, de los diferentes niveles de desarrollo y política económica desarrollada por los gobiernos de nuestro continente. Por lo tanto, para nosotros es relevante que, después de este profundo debate, estemos todos de acuerdo en que el elemento clave, en el mundo del trabajo, es la prevención.

La prevención requiere recursos. Hay que invertir, capacitar y educar en el mundo del trabajo, para que los trabajadores sean reconocidos como actuales claves del proceso, comprometidos con su país y su empresa, y puedan disminuir los accidentes del trabajo y las enfermedades que las estadísticas revelan.

En este sentido, valoramos profundamente que la Comisión haya adoptado, en primer lugar, ligar este protocolo y esta recomendación al Convenio sobre seguridad y salud de los trabajadores, 1981 (núm. 155). Nos parece vital que las nuevas normas para el registro y la notificación de accidentes del trabajo sean transparentes, nítidas y precisas, para evitar cualquier tipo de ambigüedades. Para nosotros, la clave es que la estadística es un medio y no un fin en sí misma. El fin es evitar los accidentes del trabajo y las enfermedades profesionales, y tomar las medidas preventivas para que no sigan ocurriendo casos dramáticos en muchos de nuestros países. También nos parece relevante que se hayan introducido conceptos importantes para muchas de nuestras sociedades, como los «accidentes de trayecto» y los «sucesos peligrosos», que amplían la cobertura de los accidentes del trabajo y las enfermedades profesionales.

Respecto a la lista, también nos parece importante que, a pesar de las diferencias que tuvimos, se hayan actualizado las listas de enfermedades profesionales y que también la Comisión de Expertos se comprometa a una revisión periódica, a sancionarla y a revisarla, a la luz de los nuevos acontecimientos científicos y tecnológicos, que han cambiado dramáticamente las formas y los métodos de producción así como las formas de relaciones de producción entre trabajadores y empleadores, donde es necesario este diálogo tripartito permanente.

En segundo lugar, nos parece un desafío para todos nuestros países que estos actores diversos y heterogéneos con realidades y responsabilidades distintas sean capaces de dialogar, sean capaces de comprender los desafíos que tenemos como países en un amplio proceso de integración que va a alterar nuestra forma de vida.

Gobierno, trabajadores y empleadores tienen que tener la capacidad y las competencias necesarias para buscar acuerdos más allá de las diferencias que siempre mantendremos. Por ello es que una empresa moderna, eficiente y altamente competitiva, debe velar por la seguridad nuestra, en un mundo de cambios en que está en juego la tensión permanente entre flexibilidad y estabilidad. Para los trabajadores es clave que sean conocidos y respetados sus derechos.

Trabajadores sanos, con buena salud, protegidos en caso de accidentes, es el mejor aliciente para que se comprometan en su empresa y sean reconocidos como actores importantes del desarrollo del país. Es por ello que, como trabajadores, hacemos una llamada a esta asamblea para que mañana apruebe tanto la recomendación como el protocolo y haremos un beneficio a miles y miles de trabajadores de América Latina.

Original francés: Sr. JURCA (delegado de los trabajadores, Rumania) — Después de doce largas y cansadas reuniones, a las que se ha añadido una tarea de redacción más que laboriosa, la Comisión de los Accidentes del Trabajo y las Enfermedades Profesionales les presenta dos documentos de gran importancia. Los dos proyectos revisten una importancia normativa y orientativa sobre la que no es necesario añadir nada más.

La conclusión a la que he llegado es que es preferible el rigor al azar; una norma clara es preferible a algo arbitrario. Los buenos ejemplos deben seguirse aunque sean menos numerosos al principio. Pero cuando la vida, la salud y la integridad de los trabajadores están en juego, ningún esfuerzo es excesivo.

Les invito, por lo tanto, de todo corazón, a que apoyen y voten a favor de ambos documentos. Espero que Dios nos ilumine en nuestras reflexiones para que tomemos una decisión justa.

No puedo concluir sin felicitar a todos los miembros de la Comisión y, sobre todo, a todos aquellos que, adoptando una postura flexible, como el Presidente, los Vicepresidentes de los empleadores y de los trabajadores, así como los representantes gubernamentales, nos han ofrecido una gran esperanza consensuada.

Ya ha pasado el momento de las palabras y ha llegado el momento de las acciones. ¡Actuemos pues!

Original inglés: Sra. SAAB (delegada gubernamental, Líbano) — Permítanme realizar los siguientes comentarios sobre el proyecto de recomendación. ¿Se considerará la nueva recomendación como un documento independiente o como un complemento del Convenio núm. 155 y del protocolo, o va a aplicarse junto con estos dos instrumentos? Esta cuestión no se menciona en el Preámbulo.

Por otra parte, las recomendaciones, como sabemos, proporcionan orientaciones para las políticas nacionales en las cuestiones que se abordan. ¿Implica la recomendación propuesta alguna obligación para los Estados Miembros que hayan ratificado el Convenio (núm.155) y su protocolo de comprometerse con las disposiciones de la recomendación o, por el contrario, podrán llevar a cabo políticas diferentes de las que defiende la recomendación?

En nuestra opinión, una recomendación no puede en ningún caso ser vinculante. Además, consideramos que toda enmienda a la lista de enfermedades profesionales debería tener en cuenta, en la medida de lo posible, el punto de vista de cada Estado Miembro, si es que esta lista en su totalidad, va a considerarse vinculante.

Sr. DELGADO (delegado gubernamental, Uruguay, haciendo uso de la palabra en nombre del MERCOSUR) — Gracias, señor Presidente. En nombre de los países del MERCOSUR queremos felicitar a la OIT por proponer en esta Conferencia un tema tan importante como el registro y notificación de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales, y felicitar, además, a la Comisión por su trabajo, y asimismo reconocer el esfuerzo del programa SafeWork de la OIT por impulsar los temas de seguridad y salud en el trabajo.

Creemos que es muy importante contar con procedimientos eficaces para el registro y notificación de accidentes, no sólo por su valor estadístico, sino como apoyo para trabajar en prevención, cuyo resultado es de difícil medición, pero nos referimos a la cantidad de accidentes que con estas medidas podemos evitar.

En ese sentido, queremos informar, en este ámbito, que recientemente los países del MERCOSUR, en forma tripartita, elaboraron un documento con directrices comunes sobre seguridad y salud en los países del MERCOSUR, en el que se hace hincapié en armonizar los procedimientos de registro y notificación de accidentes.

Es por ello, señor Presidente, que los países del MERCOSUR recomiendan votar afirmativamente este protocolo y esta recomendación.

Original francés: El PRESIDENTE — Procederemos ahora a adoptar el informe que da cuenta de los debates de la Comisión. De no haber objeciones, consideraré que la Conferencia adopta el informe de la Comisión, párrafos 1 a 627.

(Se adopta el informe, párrafos 1 a 627.)

Proyecto de protocolo relativo al Convenio sobre seguridad y salud de los trabajadores, 1981: Adopción

Original francés: El PRESIDENTE — Procederemos ahora a la adopción del proyecto de protocolo relativo al Convenio sobre seguridad y salud de los trabajadores, 1981. De no haber objeciones, consideraré que se adopta el proyecto de protocolo en su conjunto.

(Se adopta el proyecto de protocolo en su conjunto.)

Proyecto de recomendación sobre la lista de enfermedades profesionales y el registro y notificación de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales: Adopción

Original francés: El PRESIDENTE — Procederemos ahora a la adopción del proyecto de recomendación sobre la lista de enfermedades profesionales y el registro y notificación de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales.

¿Puedo considerar que la Conferencia adopta el proyecto de recomendación en su conjunto, incluida la lista de enfermedades profesionales que figura en el anexo?

(Se adopta el proyecto de recomendación en su conjunto incluida la lista del anexo.)

De conformidad con el párrafo 7 del artículo 40 del Reglamento de la Conferencia, las disposiciones del proyecto de protocolo y del proyecto de recomendación que acaban de adoptar se someterán al Comité de Redacción de la Conferencia para la preparación del texto definitivo.

El examen del informe, del proyecto de protocolo y del proyecto de recomendación que se nos presentó para su adopción queda concluido.

Quiero felicitar muy sinceramente al Presidente, a los Vicepresidentes y al Ponente de la Comisión de los Accidentes del Trabajo y las Enfermedades Profesionales, así como a todos los miembros de la Comisión por el excelente trabajo que han llevado a cabo. Quiero asimismo dar las gracias a todos los miembros de la Secretaría, que han contribuido en gran medida al logro de estos fructíferos resultados.

Para terminar, quiero recordarles que mañana por la mañana tendrán lugar dos votaciones nominales en sesión plenaria. La primera de ellas se referirá al protocolo relativo al convenio sobre seguridad y salud de los trabajadores, 1981, y la segunda a la recomendación sobre la lista de enfermedades profesionales y el registro y notificación de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales.

Puesto al día por HK el 20 de junio de 2002.