GB.276/13 |
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DECIMOTERCER PUNTO DEL ORDEN DEL DIA
Informe de la Comisión de Cooperación Técnica
Indice
I. Programa de cooperación técnica de la OIT, 1998-1999
1. La Comisión de Cooperación Técnica se reunió los días 8 y 12 de noviembre de 1999, bajo la presidencia del Sr. Aboye (Gobierno, Etiopía). Actuaron como Vicepresidentes el Sr. Hoff (empleador) y el Sr. Agyei (trabajador).
2. La Comisión tuvo ante sí el siguiente orden del día:
1. Programa de cooperación técnica de la OIT, 1998-1999.
2. Curso que ha de darse a las Conclusiones relativas a la función de la OIT en la cooperación técnica: plan de ejecución, adoptadas en la 87.ª reunión (junio de 1999) de la Conferencia Internacional del Trabajo.
3. Evolución reciente de las cuestiones relativas a las actividades de cooperación técnica en el sistema de las Naciones Unidas.
4. Informe del Coloquio internacional sobre el futuro de las organizaciones de empleadores (Ginebra, 19-21 de abril de 1999).
3. El Presidente se refirió a las Conclusiones relativas a la función de la OIT en la cooperación técnica, adoptadas por la Conferencia Internacional del Trabajo en su 87.ª reunión (junio de 1999), en las que se pidió una revisión de la cooperación técnica en el ámbito de la OIT y el establecimiento de un plan de ejecución. Al respecto, subrayó el importante papel desempeñado por la Comisión al aportar orientaciones a la Oficina basándose en los documentos preparados por ésta.
I. Programa de cooperación técnica de la OIT, 1998-1999
II. Curso que ha de darse a las Conclusiones relativas
a la función de la OIT en la cooperación técnica:
plan de ejecución, adoptadas en la 87.ª reunión
(junio de 1999) de la Conferencia
Internacional del Trabajo
4. El representante del Director General (Sr. Trémeaud, Director Ejecutivo del Sector Regiones y Cooperación Técnica) presentó los dos primeros puntos del orden del día y señaló a la atención de la Comisión las principales tendencias de 1998, a saber, una reducción del gasto de 13,5 por ciento con respecto a 1997 y una disminución de los nuevos créditos aprobados, en alrededor de 32 por ciento. Estas cifras mostraban que había que desplegar nuevos esfuerzos para invertir esta tendencia descendiente. La disminución de los créditos aprobados correspondía en gran medida a la situación desventajosa del nivel de recursos a disposición del PNUD, caracterizado por un estancamiento de los créditos aprobados por fuentes multibilaterales. Por lo que se refería a la ejecución de proyectos, la situación era algo más positiva pues el índice de cumplimiento había aumentado de 55 a 57 por ciento en el período que se examina.
5. Con relación a los aspectos sustantivos de la cooperación técnica en el período 1998-1999, el Sr. Trémeaud indicó que la estructura del informe había seguido la presentación del Programa y Presupuesto para 1998-1999, pero que el informe correspondiente a 2000 se iba a estructurar de acuerdo con los cuatro objetivos estratégicos de la OIT.
6. En cuanto a la movilización de recursos, en el informe se preveía un aumento de la aprobación de créditos para el próximo bienio. La financiación por los donantes multibilaterales seguía presentando perspectivas alentadoras, pues varios países habían indicado que estaban dispuestos a aumentar sus contribuciones, mientras que otros habían concluido en fecha reciente diversos acuerdos para estrechar sus lazos de cooperación con la Oficina. Asimismo, se iban a emprender iniciativas para invertir la tendencia actual de la financiación proveniente de los bancos de desarrollo, y también para mejorar y esclarecer los términos de la colaboración con el PNUD.
7. El Sr. Trémeaud señaló que el plan de ejecución se había preparado a raíz de los debates de la Conferencia de junio de 1999, siguiendo una estructura basada en los tres temas principales de las Conclusiones a que llegó la Conferencia. En el documento se presentaba un plan de trabajo completo en el que se abordaban las cuestiones planteadas por la Conferencia. Por ende, constituía primordialmente un instrumento de gestión que, en cuanto tal, no analizaba el fondo de las actividades de cooperación técnica, tarea cuya responsabilidad correspondía al personal técnico de la sede y de las oficinas exteriores. Puso de relieve la creación del Departamento de Cooperación para el Desarrollo, que trabajará en estrecha colaboración con los sectores técnicos y los programas InFocus, así como con el personal de las oficinas exteriores.
8. El Vicepresidente empleador, Sr. Hoff, se refirió a la función de control que el Consejo de Administración podría desempeñar en relación con las actividades de cooperación técnica. Este asunto se había debatido ya en marzo de 1999, cuando se propuso instaurar un sistema de seguimiento sencillo, pero la decisión definitiva se aplazó en espera de los nuevos debates que tendrían lugar en la Conferencia de junio. En la sección 4 de la parte II del anexo del documento presentado en el segundo punto del orden del día de la Comisión (GB.276/TC/2) se invitaba al Consejo de Administración a determinar las modalidades de la función de control que se proponía asumiese el Consejo. Invitó encarecidamente a los miembros de la Comisión a confirmar el enfoque de seguimiento sencillo que se había bosquejado en el documento preparado por la Oficina para la reunión de marzo y en el informe de la Comisión presentado al Consejo de Administración en su 274.ª reunión(1) .
9. Esta propuesta tomaba en consideración la experiencia positiva de la evaluación de la política de asociación activa (PAA), que no sólo había servido para que los participantes se familiarizaran con el programa de cooperación técnica de la Oficina, sino que había permitido reconocer la meritoria contribución del personal de las oficinas exteriores. Se había propuesto constituir pequeños equipos tripartitos para llevar a cabo en cada región misiones de una semana de duración con el fin de controlar el desarrollo de algunos proyectos escogidos, en estrecha colaboración con el personal de las oficinas exteriores. Se había considerado necesario tomar una decisión en la presente reunión sobre la cuestión de los recursos presupuestarios que iba a requerir la constitución de dichos equipos tripartitos, en marzo de 2000.
10. Con respecto al informe sobre la cooperación técnica en 1998-1999, su Grupo consideraba que el documento presentaba un panorama completo de las actividades desarrolladas durante el pasado año. Ahora bien, la reducción del gasto a una cuantía inferior a 100 millones de dólares constituía un motivo de gran preocupación. Aun cuando había que deplorar la disminución de la financiación procedente del PNUD, por otra parte era alentador observar que los donantes multibilaterales seguían manifestando un interés cada vez mayor por la cooperación técnica, motivo por el cual los empleadores querían agradecer a dichos donantes multibilaterales, cuyas contribuciones constituían en la actualidad la proporción más importante de financiación del programa de la OIT.
11. Con respecto a la movilización de recursos, el Sr. Hoff reconoció que junto con la persistente disminución de la financiación se estaba intensificando la competencia por la obtención de los recursos disponibles. Por consiguiente, pidió encarecidamente a los beneficiarios de la cooperación técnica que asuman la responsabilidad de buscar fuentes de financiación propia, por lo menos en forma parcial, a fin de afianzar los principios fundamentales de compromiso y participación. Refiriéndose al párrafo 144, pidió que se aclarara lo que se entendía por «la carestía de recursos de la OIT que siguió a la introducción de la política de asociación activa». Por último, los empleadores manifestaron por su intermedio la preocupación que les embargaba a raíz del índice de cumplimiento poco satisfactorio alcanzado por los proyectos de la OIT y preguntaron cómo se situaba dicho índice con respecto a las tasas logradas por otras organizaciones. Confirmó la disposición de su Grupo a ayudar a superar esta situación y manifestó su satisfacción por los dos nuevos puestos creados en ACT/EMP, que a su juicio deberían contribuir a mejorar el nivel de ejecución de las actividades de cooperación técnica. Como una muestra del mayor compromiso de los empleadores en esta materia, se refirió al tema de la salud y la salud en el trabajo, en el que los empleadores disponían de competencias técnicas para efectuar una contribución significativa.
12. En relación con el plan de ejecución, felicitó a la Oficina por reunir los distintos elementos, y estimó que constituía un buen instrumento de supervisión para la Comisión. Hizo referencia en particular a las preocupaciones anteriores de los empleadores en relación con las prácticas de gestión, y reiteró el pedido de éstos de que la Oficina se organizara de manera que estuviera completamente al mando de las actividades de cooperación técnica. La mejor manera de hacerlo sería a través de una unidad que dispusiera de la ambición global y del liderazgo necesarios para actuar y garantizar la adopción de medidas apropiadas en toda la estructura de la Oficina. El Grupo de los Empleadores estimó que podía esperar razonablemente que el Director General hubiera adoptado las medidas necesarias, para marzo de 2000, destinadas a establecer la autoridad en distintos planos para garantizar la aplicación de las conclusiones de la Conferencia. En conclusión, recalcó la importancia de cubrir los puestos vacantes, sobre todo habida cuenta de que muchos puestos de director estaban vacantes, por ejemplo, en los equipos multidisciplinarios en Lima, Bangkok, Budapest y El Cairo, y esperaba que ésta fuera la última vez que el Grupo de los Empleadores tuviera que plantear esta cuestión.
13. El Sr. Agyei (Vicepresidente trabajador), propuso que los futuros informes no sólo reflejaran el nuevo ciclo de los programas, sino que basaran en los objetivos estratégicos y que indiquen claramente el éxito o el fracaso en la aplicación de las actividades. Por lo que se refiere a la evolución de los gastos y la ejecución, tomó nota de la tendencia general hacia la baja de los gastos y la creciente importancia de los fondos fiduciarios. Señaló que algunos programas, por ejemplo, el programa de actividades para los trabajadores, dependían por completo de fondos fiduciarios tales como los recursos extrapresupuestarios. Si bien la tasa de ejecución había aumentado ligeramente, se seguía pensando que su nivel seguía siendo insatisfactorio. Se pidió a la Oficina que racionalizara sus procedimientos internos para mejorar la ejecución. Además, la evolución registrada en relación con los nuevos créditos aprobados era alarmante, y recomendó que la Oficina revisara sus prioridades y redoblara esfuerzos para atraer fondos de los actuales países donantes y de nuevos países donantes y se pusiera en contacto con las instituciones financieras internacionales.
14. Su Grupo señaló que la promoción del empleo y el alivio de la pobreza seguía siendo el programa de cooperación técnica más importante y subrayó la creciente importancia del programa de espíritu empresarial y desarrollo gerencial, mientras que los programas relativos a las normas internacionales del trabajo parecían disminuir. Causaban preocupación la disminución de aproximadamente un 33 por ciento en el programa de cooperativas y de un 42 por ciento en otros programas de empleo tales como el programa intensivo en empleos. Se preguntó a la Oficina si estas disminuciones reflejaban una política deliberada y de qué manera el nuevo Departamento de Cooperación para el Desarrollo tenía pensado influir en la evolución futura.
15. En relación con actividades específicas llevadas a cabo en 1998, el Vicepresidente trabajador pidió a la Oficina información acerca de los resultados de las recomendaciones formuladas por la Reunión tripartita de países que poseen zonas francas industriales y sobre el papel de la cooperación técnica en la promoción de las normas internacionales del trabajo en las regiones de Africa y América. Si bien el programa de actividades para los trabajadores parecía ser más vasto que el programa destinado a los empleadores, subrayó que los empleadores se beneficiaron de muchas de las actividades que se llevan a cabo en el vasto programa de desarrollo de empresas y cooperativas, sobre todo las incluidas en el programa de espíritu empresarial y desarrollo gerencial. Por último, se pidió a la Oficina que incrementara sus actividades de divulgación de las cuestiones de género, y se felicitó a la misma por los resultados de la evaluación externa de los proyectos de formación sobre cuestiones de género para el personal y los mandantes de la OIT y sobre los derechos de las trabajadoras.
16. Por lo que se refiere al plan de ejecución, subrayó la importancia de dar más pertinencia a la cooperación técnica de la OIT. Se dio pleno apoyo a la necesidad de abordar las insuficiencias de los procedimientos administrativos, financieros y de personal y se propuso llevar a cabo un examen exhaustivo de esos problemas. Sin embargo, se preguntó acerca del significado exacto de la referencia a los incentivos para promover un programa de cooperación técnica sólido.
17. La cuestión más importante que se planteaba en ambos documentos era la de la evaluación. En cuanto a la integración de la participación tripartita en todas las fases de la cooperación técnica, el Grupo de los Trabajadores estimaba que la participación de los interlocutores sociales no debería limitarse a la formulación, el seguimiento y la evaluación de los objetivos por países. Así, como se señaló en el informe de la Conferencia Internacional del Trabajo, la participación tripartita debería darse en todas las fases -- desde la formulación hasta la gestión y la aplicación -- a fin de fortalecer la capacidad de los mandantes. Esta cuestión no se abordó de manera adecuada en el plan de ejecución.
18. Los miembros trabajadores acogieron con agrado el hecho de que en el informe se hiciera hincapié en la integración de las perspectivas regionales y subregionales en varios ámbitos importantes, pero señalaron que el plan de ejecución no indicaba de manera completa de qué manera la Oficina tenía la intención de abordar estas cuestiones. Esto también se aplicaba a los esfuerzos para reforzar los vínculos entre las normas internacionales del trabajo y la cooperación técnica. A este respecto, se instó a la Oficina a que definiera las funciones y el mandato exactos del punto focal propuesto sobre las normas internacionales del trabajo para garantizar la eficacia de esta función.
19. Los miembros trabajadores destacaron la necesidad de transparencia y de asignación de responsabilidades en los distintos programas y acogieron con agrado las propuestas en materia de evaluación recogidas en el plan de ejecución, lamentando que éstas sólo se aplicaran a partir del año 2000. Debería destacarse la importancia de la evaluación externa y convendría disponer de más información sobre el procedimiento del MERS.
20. En último lugar, recordó la sugerencia de que el informe de mitad de período sobre los progresos del plan de ejecución podía aprovecharse para que la Comisión examinara en profundidad uno o varios programas y formulara directrices más precisas. Deberían reservarse suficientes recursos con este propósito.
21. La representante del Gobierno de Francia, hablando en nombre del grupo de los PIEM, acogió con agrado el plan de ejecución, que reflejaba en su opinión las recomendaciones y conclusiones de la Conferencia Internacional del Trabajo. Los miembros PIEM expresaron su interés en cuanto a que se garantizara el seguimiento promocional de la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo. El documento no ofrecía una visión clara de las asignaciones financieras para las distintas áreas prioritarias. Tampoco quedaba claro cómo se relacionaría el plan de ejecución con la formulación de políticas en el marco de los cuatro objetivos estratégicos, los objetivos operativos o los programas InFocus, ni tampoco cómo se incorporarían las cuestiones complementarias del género y el desarrollo.
22. Los miembros PIEM destacaron que la OIT debería disponer de un enfoque integrado que indicara claramente las prioridades y asignara los fondos en consecuencia. En lo que se refería a la movilización de recursos, la oradora recomendó que la OIT identificara los ámbitos en que disponía de una ventaja comparativa y que fijara sus prioridades en función de los mismos. Para aumentar la movilización de recursos, la OIT habría de mejorar su tasa de ejecución y fijar con claridad directrices de gestión y de asignación de responsabilidades. En opinión de los países PIEM no sólo era importante disponer de un procedimiento de evaluación reforzado y más eficiente, que incluyera el recurso a la evaluación externa y un examen de los procedimientos de presentación de informes, sino también cooperar con otros actores, incluidos los organismos de las Naciones Unidas y otros interlocutores, especialmente en el terreno. Se deseaba más información acerca de los medios y de las vías para aplicar el plan, así como unos indicadores de resultados.
23. Respecto de la supervisión de la cooperación técnica por parte del Consejo de Administración, la oradora recordó que no se habían adoptado durante las reuniones anteriores decisiones firmes acerca de las modalidades de la misma. Como alternativa a las visitas sobre el terreno, la Comisión podría examinar la posibilidad de solicitar a los directores regionales o a los directores de programas que dieran conferencias sobre los programas específicos.
24. En conjunto, se consideraba que el plan de ejecución era una herramienta útil para realizar el seguimiento de la aplicación de las conclusiones adoptadas por la Conferencia. Solicitó que se elaborara una versión más detallada del documento, que incluyera componentes presupuestarios y responsabilidades directivas con objetivos e indicadores claros, versión que podría presentarse en marzo del año 2000.
25. El Sr. Anand (miembro empleador) consideraba que la dimensión regional de la cooperación técnica seguía siendo en cierto modo insuficiente en términos sustantivos. Sugirió que la OIT se replanteara su estructura y la revitalizara a este respecto, con miras a promover y supervisar tendencias regionales, formular de nuevo las políticas y garantizar una respuesta rápida a los retos regionales del ajuste y del crecimiento socioeconómico acelerado. Asia meridional era un ejemplo de región en la que los objetivos por país no siempre se alcanzaban y rara vez se revisaban, y donde seguían vacantes puestos de expertos. Puesto que la prioridad principal de la OIT en las regiones eran la creación de empleos productivos y la reducción de la pobreza, las actuales regiones, de gran tamaño y culturalmente diversas, deberían dividirse en unidades subregionales cohesionadas que propiciaran una utilización más eficaz de los recursos y una óptima coordinación con los interlocutores sociales, requisito previo fundamental para el éxito de los programas InFocus.
26. Expresó además la esperanza de que se celebraran las debidas consultas con la Comisión al revisarse las estructuras exteriores, a fin de garantizar una estructura de servicios más eficaz y accesible en el terreno que, apelando a los recursos de la Organización en su conjunto, pudiera dar respuesta a las necesidades de los mandantes. En lo que se refería a la descentralización, señaló que la formulación y aplicación de los programas InFocus no debería dirigirse exclusivamente desde la sede. Una de las conclusiones de la evaluación de la política de asociación activa llevada a cabo por el Consejo de Administración fue su respaldo a esta política, con una estructura descentralizada como característica fundamental para la prestación de cooperación técnica. Así pues, la revisión de la estructura exterior no debería desembocar en una nueva centralización ni en una marcha atrás en la descentralización, sino más bien en la adaptación del actual sistema lo que fuera necesario para poner en práctica los objetivos estratégicos. Ello implicaba una definición más clara del reparto de funciones y responsabilidades entre la sede, las oficinas regionales, las oficinas de zona y los EMD, así como la incorporación de la importante contribución que pudieran hacer los interlocutores sociales.
27. Era necesario que el Centro de Turín contara con un especialista del programa de actividades para los empleadores a fin de promover las mismas, incluida la formulación de programas y la promoción de la capacitación. Si pudiera disponerse de una financiación inicial para arrancar con cargo a los recursos internos del Centro, podría formularse un programa de este tipo y esperar que llegara a financiarse en su momento por sí solo atrayendo nueva financiación de los donantes.
28. En lo que respectaba a la función de supervisión que correspondía al Consejo de Administración, destacó que, al decidir acerca de las modalidades de la misma, debía mantenerse el compromiso de la OIT con los criterios democráticos y la participación de los interlocutores sociales de acuerdo con el mandato constitucional de la OIT por el que el Consejo de Administración ejercía la autoridad de supervisión sobre sus estructuras y programas. A este respecto, llamó la atención sobre las recomendaciones del Grupo de Trabajo sobre la evaluación de la política de asociación activa, tal y como fueron confirmadas por la Comisión en marzo de 1999 y presentadas a la reunión de junio de 1999 de la Conferencia Internacional del Trabajo. Cualquier retraso en la aplicación de dichas recomendaciones sería contrario al entorno de trabajo dinámico que trataban de lograr todos los miembros de la Comisión.
29. El representante del Gobierno de Etiopía, hablando en nombre de los miembros gubernamentales africanos y refiriéndose al informe sobre la cooperación técnica de la OIT en 1998-1999, destacó la importancia de la cooperación técnica en el contexto de la mundialización, de la exclusión social, de la pobreza abyecta y de las desigualdades en materia de ingresos y oportunidades. Durante el próximo siglo, el reto para la OIT sería el de garantizar que la cooperación técnica basada en los cuatro objetivos estratégicos contribuyera al propósito de promover la prosperidad económica internacional y las normas internacionales del trabajo, manteniendo al mismo tiempo la coherencia, la calidad y la efectividad, y garantizando sus repercusiones en los programas de la Oficina. Los países africanos se veían profundamente afectados por estos problemas y solicitaban la ayuda de la comunidad internacional. Los miembros gubernamentales africanos agradecieron el apoyo de los donantes multibilaterales a los programas de cooperación técnica de la OIT, así como los esfuerzos de la Oficina para ampliar la colaboración con otros interlocutores distintos de los tradicionales. Pidió a la Oficina que acrecentara su diálogo con el PNUD, que era el principal donante individual de la OIT. También instó a la Oficina a que colaborara con la Organización Mundial de la Salud a fin de enfrentarse al problema del SIDA, que estaba afectando gravemente a muchos países africanos.
30. Los miembros gubernamentales africanos expresaron su preocupación por la disminución de los recursos para la cooperación técnica, y en especial por la disminución en un 16 por ciento de los recursos destinados a la región de Africa entre 1993 y 1997, a pesar de la prioridad concedida a esta región por la Oficina. Hicieron un llamamiento a los donantes multibilaterales para que incrementaran los recursos asignados a la región. Al referirse a la caída de la tasa de ejecución global, y pese al ligero incremento de la misma para la región africana entre 1997 y 1998, recomendaron que la Oficina cubriera inmediatamente los puestos vacantes y que se creara un EMD adicional para los países anglófonos de Africa occidental. En lo que se refería al reparto de recursos por áreas sustantivas, manifestaron su apoyo a los cuatro objetivos estratégicos pero lamentaron el descenso reflejado en el informe de la proporción de recursos destinados a la promoción del empleo. El orador se felicitó por la colaboración entre la OIT y el PNUD en este ámbito, e instó a que la misma se reforzara y creciera, en especial respecto de las actividades relativas al desarrollo de las pequeñas empresas y al sector no estructurado. El programa Empleos para Africa necesitaba una inyección de recursos y una estructura de gestión adecuada. Al observar que la proporción de recursos destinada a los países menos desarrollados permanecía constante, alentó a la Oficina a que aumentara la asignación de recursos en favor de estos países.
31. El representante del Gobierno de China consideraba que la cooperación técnica era un instrumento fundamental para que la OIT alcanzara sus objetivos. Habida cuenta de la disminución de los recursos, debería aumentarse la pertinencia y eficacia de la cooperación técnica y mejorarse su calidad y visibilidad, todo ello unido a un renovado esfuerzo de movilización de recursos. Destacó que era importante disponer de un sistema de supervisión eficaz y que era esencial para el programa de cooperación técnica que se demostraran las iniciativas adoptadas para cumplir los cuatro objetivos estratégicos.
32. En lo que se refería al plan de ejecución, manifestó cierta preocupación por la referencia al reforzamiento de los vínculos entre la Declaración y las normas internacionales del trabajo en general por una parte, y la cooperación técnica por otra. Insistió en que no debían establecerse requisitos previos para la cooperación técnica. Expresó la esperanza de que se aumentara el número de EMD en el futuro a fin de responder de manera más efectiva a las necesidades de los mandantes. Por último pidió a la Oficina que aclarara el significado del término «interlocutores no tradicionales» empleado en la parte III del plan de ejecución.
33. Al referirse a la cuestión de implicar al Consejo de Administración en el seguimiento de la cooperación técnica a través de una misión anual a una región, el representante del Director General (el Sr. Trémeaud, Director Ejecutivo) informó a la reunión que se necesitarían cerca de 160.000 dólares por bienio para este propósito. Correspondería al Consejo de Administración asignar estos recursos a través de la Comisión de Programa, Presupuesto y Administración.
34. El representante del Gobierno de Namibia se sumó a la declaración formulada en nombre del grupo gubernamental africano. Se refirió a la revisión de las estructuras exteriores destacando la importancia tanto de articularlas con arreglo a los cuatro objetivos estratégicos como de garantizar que los EMD estaban equipados en consecuencia. Exhortó además a la Oficina a que recurriera a expertos locales siempre que fuera posible para proveer las vacantes existentes en los EMD de Africa. Expresó su preocupación por el programa Empleos para Africa, al que la OIT parecía no haber asignado recursos. En su opinión no era conveniente depender exclusivamente de la financiación externa para un programa tan importante. Señaló el destacado papel de los objetivos por país para orientar las actividades y la evaluación en el plano nacional. Al referirse concretamente al tema de la evaluación, convino en que las evaluaciones tripartitas de los proyectos eran de gran valor y se refirió a la experiencia reciente que se describía en el informe. Agradeció el interés del Grupo de los Empleadores por la evaluación y reconoció la utilidad de su propuesta, pero consideraba que era necesario hacerse en primer lugar una idea más clara del tipo de evaluación requerido.
35. El representante del Gobierno de Eslovaquia apoyó sin reservas la postura expresada por el grupo de los PIEM. Manifestó su agradecimiento por la labor realizada por el EMD de Budapest en su país, y destacó la urgencia de nombrar sin dilación un nuevo director para el mismo.
36. El representante del Gobierno de la Federación de Rusia, al tiempo que expresaba su agradecimiento por las muchas y variadas actividades desarrolladas por la OIT en su país con los interlocutores locales durante el bienio anterior, expresó su esperanza de que dicha cooperación continuara en el futuro. Llamó la atención sobre la mesa redonda recientemente celebrada en Moscú, en la que se abordaron áreas prioritarias y en la que participaron los principales donantes y los organismos ejecutivos.
37. El representante del Gobierno de Arabia Saudita manifestó su preocupación ante la reducción de los gastos y recursos asignados a la región de los países árabes. Observó también el escaso número de expertos árabes empleados, y dijo esperar que esto se rectificase en adelante. Aunque había cierto número de equipos multidisciplinarios en los países árabes, la OIT tenía que considerar el mundo árabe como un sólo ámbito para el desarrollo de programas y actividades conjuntos, y por lo tanto era necesario que hubiese más coordinación y comunicación entre la Oficina de Beirut y la Oficina Regional de Abidján.
38. El representante del Gobierno de Italia manifestó el aprecio que le merecía la importancia atribuida a la cooperación técnica por la última reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo y la subsiguiente reorganización del sector. Consideraba también que la aplicación del plan propuesto constituía un paso importante para lograr un programa de cooperación técnica más visible, eficaz y eficiente así como para fortalecer la asociación con los mandantes y los donantes. Observaba con preocupación la lentitud en la entrega, especialmente en algunas regiones, y urgía a la Oficina a que informase a la Comisión de toda acción emprendida para resolver este problema. Reiteraba el interés del Gobierno de Italia por el programa IPEC, y aludía también a otros programas de cooperación técnica patrocinados por su Gobierno. Consideraba que las mejores comunicaciones con los países donantes podrían tener como consecuencia una mayor financiación de la cooperación técnica. A ese respecto, se podría considerar la función de las oficinas de la OIT en esos países. Apoyaba la iniciativa adoptada por la Oficina para examinar su cooperación con el PNUD, para fortalecer su coordinación sobre el terreno dentro del Marco de Asistencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo (UNDAF) e incrementar la financiación para la cooperación técnica de la OIT. Se refirió finalmente a la prioridad que atribuía su Gobierno a las dimensiones sociales del desarrollo a la hora de asignar los recursos financieros.
39. El representante del Gobierno de la India manifestó su preocupación ante la disminución de los gastos y de las prestaciones de los programas, y dijo que esperaba recibir información sobre las medidas adoptadas por la Oficina para resolver este problema. El fomento del empleo debería seguir recibiendo la mayor prioridad y la mayor proporción de recursos. Centrándose en la región de Asia, advertía con preocupación que el PNUD estaba atribuyendo prioridad en la financiación a las organizaciones no gubernamentales, y pedía a la Oficina que examinase esta cuestión que, por su parte, pensaba que podría afectar a los programas a largo plazo. Para mejorar la calidad de los servicios, consideraba fundamental que las actividades prácticas fuesen diseñadas, supervisadas y evaluadas con asistencia externa e interna, e hizo referencia a un proyecto específico en la India, donde tal ejercicio se había mostrado extremadamente positivo. Volviendo a la calidad de los servicios, se refería a la importante función que tiene una política adecuada de personal y, por su parte, alentaba la movilidad del personal entre la sede y el terreno, así como entre las propias oficinas sobre el terreno, insistiendo además en una mayor utilización de los expertos nacionales.
40. Comentando el plan de ejecución, acogía con satisfacción la iniciativa de una declaración política sobre la cooperación técnica para el año 2000. Estaba preocupado por la creciente dependencia de la financiación extrapresupuestaria y de la cooperación orientada a los donantes para importantes programas de cooperación técnica sobre cuestiones socialmente sensibles: la cooperación técnica debería abarcar un marco único de programación, dotado de recursos ordinarios y extrapresupuestarios, y sin condiciones previas. Refiriéndose a las recomendaciones del Grupo de Trabajo sobre la evaluación de la política de asociación activa, acogía con satisfacción la propuesta sobre la mayor participación de los mandantes en los programas sobre el terreno. La Oficina necesitaba atribuir la mayor prioridad a la aplicación de los objetivos por país, y la Comisión debería seguir muy de cerca los acontecimientos a ese respecto. Apoyaba además el enfoque de unos objetivos estratégicos, señalando que lo más importante era garantizar empleos productivos e ingresos a hombres y mujeres. Ponía también de relieve la importancia de fomentar los convenios fundamentales de la OIT y de hacer un seguimiento de la Declaración, y subrayaba que los programas de cooperación técnica deberían dirigirse a facilitar la ratificación de los convenios fundamentales. Ponía en tela de juicio la necesidad de establecer un centro de coordinación sobre las normas internacionales del trabajo, y pedía que se clarificase esta cuestión.
41. La representante del Gobierno de Croacia consideraba que el informe anual estaba falto de informaciones sobre el resultado y las repercusiones de las actividades. Para ilustrar esto, citaba el párrafo 49, donde creía que la información no estaba completa, aunque de todos modos tenía la satisfacción de observar que se mencionaban las dificultades con que se había tropezado en la ejecución de los programas de cooperación técnica de la sección VII. En muchos casos, estas dificultades provenían de una evaluación insuficiente y de poca consulta con los mandantes. En relación con el plan de ejecución, la oradora apreciaba los esfuerzos por mejorar la calidad y la visibilidad de la cooperación técnica y acogía con satisfacción el calendario que se había establecido para hacer frente a las cuestiones de evaluación de la cooperación técnica. Pedía a la Oficina que brindase más informaciones que suministrasen al Consejo de Administración los elementos necesarios para evaluar los programas de cooperación técnica. Apoyaba el comentario efectuado por el representante del Gobierno de Eslovaquia en relación con el equipo multidisciplinario de Budapest y esperaba que la cooperación, tan positiva, que se había establecido con este equipo continuase en adelante.
42. La representante del Gobierno del Japón dio las gracias a la Oficina por el plan de ejecución, que reflejaba las conclusiones de la Conferencia. La oradora apoyaba plenamente la declaración de los miembros del grupo PIEM y subrayaba dos cuestiones concretas. En primer lugar, era necesario aumentar las responsabilidades y capacidades sobre el terreno. La descentralización resultaba fundamental para garantizar que los programas de cooperación técnica estuviesen orientados a la demanda. A ese respecto, la oradora tenía algunas dificultades para comprender el texto de la sección I.2, b) del plan de ejecución, relativa a la integración de las perspectivas regionales y subregionales en los programas de cooperación técnica. Las estrategias subregionales deberían ser formuladas por las propias estructuras exteriores, con el apoyo de los sectores técnicos de la sede. Respecto a las modalidades de la función supervisora del Consejo de Administración, apoyaba la propuesta presentada por el grupo PIEM, que era eficaz en relación con el costo, y acogía también con satisfacción los contactos más directos entre la Comisión y los administradores del programa. Finalmente, subrayaba la necesidad de consultas con los mandantes cuando se examinasen las estructuras exteriores.
43. El representante del Gobierno de Alemania, comentando la declaración efectuada por la oradora anterior, pensaba que sería útil disponer de la información relativa al desglose de los recursos destinados a la sede y al terreno, para una discusión sobre la adecuada distribución de las responsabilidades. Pedía a la Oficina que suministrase informaciones sobre la situación actual de las negociaciones con la Unión Europea. Comentando las aparentes diferencias en la posición de los representantes empleadores y gubernamentales sobre las modalidades para que el Consejo de Administración participe en la supervisión de la cooperación técnica, ponía de relieve que la evaluación no constituía un fin en sí misma. Señalaba que la Oficina estaba llevando a cabo evaluaciones y estimaciones internas, y observaba que un 61 por ciento de los recursos de cooperación técnica eran fondos fiduciarios, con sus disposiciones de evaluación correspondientes. Ponía en guardia contra lo que pudiese provocar una sobrecarga de evaluaciones e insistía en la importancia de un claro entendimiento del tipo de evaluaciones en las que se estaba pensando para que el Consejo de Administración participase en ellas. En su opinión, era también aconsejable esperar el resultado de la reestructuración de las estructuras exteriores de la OIT, antes de decidir las necesidades y modalidades de la evaluación.
44. El Sr. Jeetun (miembro empleador) acogía también con satisfacción el plan de ejecución como un instrumento muy útil para poner en práctica las conclusiones de la Conferencia. La oportuna realización de este plan dependerá de la capacidad de la Oficina para la realización de las prestaciones. Ello requiere a su vez unos niveles adecuados de personal con las necesarias competencias y capacitaciones, y subrayaba la importancia de asegurarse bien de que los equipos multidisciplinarios estuviesen dotados de un personal eficaz de modo que pudiesen llevar a cabo la función fundamental que tenían que desempeñar, especialmente en cuanto a las necesidades regionales y subregionales. En relación con el papel del Consejo de Administración en la evaluación, recordaba que durante las discusiones de la Conferencia no había habido ningún problema sobre esta participación del Consejo de Administración. Las estimaciones de costos suministradas por la Secretaría no eran en modo alguno excesivas, y los beneficios justificaban plenamente los gastos. Respecto al marco temporal que se presentaba en el plan de ejecución, el orador manifestaba cierta inquietud ante lo que parecía ser una perspectiva temporal a corto plazo. El plan debería ser a largo plazo (aunque debía tener un marco temporal) y la Oficina debería concretar qué es lo que esperaba conseguir en un período determinado. La Conferencia había hecho un llamamiento para un examen a medio plazo de la ejecución de las conclusiones. El concepto de una estrategia interna de las comunicaciones de la OIT, tal como se había discutido el pasado mes de junio, no había quedado adecuadamente reflejado en el plan de ejecución. La acción que había que adoptar sobre una estrategia exterior de comunicaciones, resultaba floja. Finalmente, proponía que la biblioteca de la OIT desempeñase un papel significativo como almacén central de informaciones para el desarrollo de unos programas de calidad.
45. La representante gubernamental del Reino Unido dijo que apoyaba firmemente la declaración hecha en nombre de los países miembros del grupo PIEM. Insistió en el bajo nivel del índice de cumplimiento, indicador que podría interpretarse negativamente por lo que se refería a la capacidad de la OIT y tener consecuencias adversas para las futuras iniciativas encaminadas a captar recursos. Hizo suyos los llamamientos para entablar una colaboración más intensa con otros organismos en el terreno y también para mejorar la cooperación bilateral y multilateral. Señaló que el Reino Unido tenía la voluntad de colaborar con la OIT por intermedio de los programas por países impulsados por su Gobierno, y pidió a la Oficina que examine la forma de poner en práctica esta colaboración en el terreno. Refiriéndose a la relación entre la estructura exterior y la sede, dijo que la prestación de servicios basada en los objetivos estratégicos de la OIT debería llevarse a cabo quizás con arreglo a un proceso organizado de negociaciones que confiera a los administradores de proyectos el grado de flexibilidad necesaria para realizar sus objetivos en la forma más eficaz posible. Obviamente, los planes que se elaboren en dicho proceso deberán corresponder a las necesidades del país o la región de que se trate, y ser coherentes con otras iniciativas de ámbito mundial. Las actividades de seguimiento de la Declaración deberían contribuir también a determinar las necesidades en materia de cooperación técnica coadyuvantes a la aplicación de las normas fundamentales del trabajo. Acogió favorablemente las propuestas encaminas a reforzar el diálogo y las asociaciones con otros organismos y con organizaciones de la sociedad civil, y en especial con las organizaciones no gubernamentales. En cuanto a las tareas de evaluación y a la función del Consejo de Administración, suscribió el punto de vista manifestado por los países PIEM, así como la declaración hecha por el representante gubernamental del Japón. La modalidad más rentable consistía en que los administradores del programa rindiesen cuenta directamente a la Comisión. Antes de tomar una decisión al respecto, la Oficina debería proporcionar datos sobre el costo de dicho procedimiento, las actividades que habría que recortar a fin de ajustarse a dicho costo, el valor añadido que se obtendría al adoptar tal modalidad y las ventajas de ésta con respecto a otras alternativas posibles, y los costos de tales alternativas.
46. La representante gubernamental de Estados Unidos manifestó que, a su juicio, la Comisión estaría en mejores condiciones para revisar el programa de cooperación técnica si se le proporcionaran datos sobre los efectos de las actividades para los beneficiarios. Por lo tanto, acogía favorablemente las iniciativas propuestas en el plan de ejecución -- que eran compatibles con estas preocupaciones -- y esperaba con interés los resultados de la aplicación del plan. Hizo hincapié en la importancia que tenía la vinculación de los recursos del presupuesto ordinario y los recursos extrapresupuestarios en un marco de programación común. También recalcó que era importante esclarecer los nexos entre los sectores técnicos y las oficinas exteriores a fin de asegurar la coherencia y una rendición de cuentas apropiada de las actividades de cooperación técnica de la OIT. Dicha coherencia era esencial para lograr que toda la asistencia prestada por la OIT se ajustara a las necesidades de los países en el marco de los objetivos estratégicos.
47. La representante gubernamental de los Estados Unidos observó que la revisión de la estructura exterior de la sede no implicaba necesariamente poner en entredicho la organización existente, sino que debía tener por objeto determinar una estructura que permita alcanzar una máxima eficacia y eficiencia. Abogó por un fortalecimiento de la cooperación con otras organizaciones y señaló que la OIT tenía que aprovechar aquellos ámbitos en los que podía aportar una contribución señera. Estuvo de acuerdo con el principio de que el Consejo de Administración debería desempeñar una función de control importante y suscribió las propuestas del grupo PIEM en relación con las modalidades de dicho control. Por último, pidió encarecidamente a la Oficina y a la Comisión no olvidar que el objetivo último era asegurar que los mandantes reciban servicios de cooperación técnica de la mayor calidad posible.
48. El representante de la Organización Arabe del Trabajo dijo que compartía los comentarios hechos por el representante gubernamental de Arabia Saudita sobre la necesidad de intensificar la cooperación técnica de la OIT en el mundo árabe. Señaló a la atención de la Comisión que en el informe anual no se había abordado la cooperación entre la OIT y la OAT, y se refirió a algunos ejemplos de dicha cooperación, entre los que figuraba la preparación de diversos programas conjuntos que esperaba iban a ponerse en ejecución. Pidió que los equipos multidisciplinarios y las oficinas regionales renueven sus esfuerzos en materia de cooperación técnica en la región y se felicitó por la iniciativa tomada por las oficinas regionales de Abidján y Beirut de aunar sus recursos para asegurar la cobertura regional de diversas iniciativas de cooperación técnica. Con respecto al problema endémico de la falta de recursos humanos y financieros, manifestó su esperanza en que se tomen medidas correctivas e instó a que la evaluación de la situación se haga directamente en la región. En particular, recalcó la necesidad de incrementar el apoyo a Iraq para resolver diversos problemas laborales y pidió que se envíe una misión a ese país. Asimismo, observó que en oportunidades anteriores la Oficina había preparado un informe sobre la asistencia prestada al pueblo palestino, por lo que esperaba que tal documento fuese presentado en su debido momento.
49. La representante gubernamental de los Países Bajos suscribió la declaración hecha en nombre del grupo PIEM. Con respecto a la vinculación y presentación de las actividades de cooperación técnica con cargo al presupuesto ordinario y a fondos extrapresupuestarios en un marco de programación común, consideraba que ello iba a contribuir a que el Consejo de Administración comprendiera mejor la cuantía completa de los recursos asignados a cada uno de los objetivos estratégicos. Manifestó su preocupación por el índice de cumplimiento de los proyectos y acogió favorablemente la continuación del análisis de esta cuestión, que reviste un interés especial para los donantes. El hecho de que en el plan de ejecución no figurasen los costos resultantes impedía que la Comisión llegara a conclusiones de evaluación generales. En cuanto a la propuesta sobre las modalidades que debería tener la función de control del Consejo de Administración, dijo que era partidaria de invitar a los directores regionales y a los administradores de programa a asistir a los trabajos de la Comisión, con el fin de mejorar el diálogo al respecto. Terminó haciendo hincapié en la importancia que su Gobierno atribuye a la mejora de las relaciones con el PNUD y al desarrollo de las actividades del Marco de Asistencia de las Naciones para el Desarrollo (UNDAF).
50. Hablando en nombre de los miembros gubernamentales africanos, el representante del Gobierno de Etiopía dijo que la cooperación técnica debería seguir siendo un medio importante de acción para la OIT. Obviamente, un factor importante que había que tener en cuenta era mejorar la ejecución y garantizar mejor un sistema de evaluación y de supervisión eficaz. Tomó nota de los resultados alentadores del Centro de Turín, pero opinó que el costo de los programas de formación a menudo era demasiado alto para los países africanos. Refiriéndose al empleo como una cuestión capital para la región, subrayó la importancia particular del Programa Empleos para Africa. La región apoyaba la promoción de las normas internacionales del trabajo, siempre y cuando no se impusieran condiciones. Por último, en cuanto al plan de ejecución, indicó que éste respondía de manera apropiada a la petición de la Conferencia y establecía objetivos claros, pero se necesitaban indicadores de rendimiento adecuados.
51. La representante del Gobierno del Canadá respaldó la declaración formulada en nombre del grupo de los PIEM. Recalcó la importancia de reservar los escasos recursos de la cooperación técnica para actividades prioritarias. La estrategia de movilización de recursos que apoyó el Consejo de Administración en 1997 proporcionaba algunas directrices a este respecto. Sin embargo, varios nuevos acontecimientos tales como la adopción de la Declaración, el nuevo programa y presupuesto estratégico, la discusión de la Conferencia sobre la cooperación técnica y el nuevo Convenio sobre el trabajo infantil habían tenido efectos sobre la movilización de recursos, y le interesaba saber cómo se habían tenido en cuenta estos acontecimientos recientes. En relación con el sector privado, era evidente que hacía falta elaborar directrices para estas nuevas asociaciones. Por lo que se refería a la tasa de ejecución, acogió con agrado las medidas previstas en el párrafo 158 del informe anual, que eran particularmente importantes dado que la Oficina no podía justificar el hecho de retener fondos que no podía utilizar. Hizo suyos los comentarios de los países del grupo PIEM acerca de las modalidades de la función de control del Consejo de Administración. Los recursos necesarios para financiar esta propuesta podían destinarse mejor en cuestiones tales como la tasa de ejecución y una evaluación independiente. Se refirió a la preparación y a la supervisión de los objetivos por países como un instrumento clave para los mandantes tripartitos. Manifestó su agradecimiento por la iniciativa adoptada en la reciente Decimocuarta Reunión Regional Americana para elaborar un programa de cooperación técnica basado en los cuatro objetivos estratégicos y en la Declaración.
52. El representante del Gobierno de Francia apoyó la Declaración formulada en nombre del grupo de los PIEM. Señaló que al examinar el informe anual de la Oficina, era interesante observar que la OIT constituía el actor más importante en la cooperación técnica en el ámbito social, hecho que se subestimaba en su programa de trabajo global. Hizo notar la diversidad de sus actividades, pero puso en guardia contra los riesgos de dispersarse. Era necesario examinar los conocimientos aprendidos y aprovechar la experiencia adquirida en la aplicación de las actividades. Confirmó el respaldo de su Gobierno a los objetivos enumerados en relación con el plan de ejecución, pero le gustaría disponer de indicaciones adicionales sobre cómo alcanzarlos. Se refirió a la necesidad de garantizar el buen funcionamiento de la sede y de las operaciones en el terreno, a la asociación de los interlocutores tripartitos en el programa de cooperación técnica, y al vínculo entre normas y cooperación técnica. Respaldó la declaración del representante del Gobierno de los Países Bajos acerca de las modalidades del mecanismo de control del Consejo de Administración.
53. El representante del Gobierno de Sudán apoyó la declaración formulada en nombre del grupo gubernamental africano. Le costaba comprender por qué habían disminuido los recursos de cooperación técnica de la OIT, pues ello no se ajustaba a los compromisos contraídos en la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social. Pidió información sobre los esfuerzos emprendidos para aumentar la financiación del PNUD y de las instituciones de Bretton Woods. La cooperación técnica en Africa debería tener en cuenta los problemas relacionados con situaciones de desórdenes civiles y con las necesidades posteriores a los conflictos. Por último, pidió un desglose regional del plan de ejecución para asegurarse de su eficacia en el plano regional.
54. El representante del Gobierno de la Jamahiriya Arabe Libia también apoyó la declaración formulada por el grupo gubernamental africano. Lamentó la disminución de los recursos de la cooperación técnica y manifestó la esperanza de que esta situación mejorara en el futuro. Subrayó la necesidad de establecer una mejor coordinación entre las oficinas regionales de la OIT para garantizar que el mayor número posible de países de la región árabe se beneficiara de la asistencia de la OIT. También instó para que se estableciera una cooperación más estrecha entre la OIT y la Organización Arabe del Trabajo. Recordando la experiencia de Libia en relación con un embargo, instó a la OIT para que prestara especial atención a países en circunstancias similares y contribuyera a aliviar su sufrimiento.
55. El Sr. Owuor (miembro empleador) apoyó la declaración del Sr. Hoff en nombre de los miembros empleadores. También expresó su preocupación por la baja tasa de ejecución y pidió a la Oficina que examinara esta situación y rindiera los informes pertinentes a la Comisión. Le satisfacía el excelente programa de actividades para los trabajadores que llevó a cabo el Centro de Turín y esperaba que en el futuro, con la participación efectiva de un especialista de los empleadores en el Centro, ellos también pudieran beneficiarse de un programa igualmente productivo. Alentó a la OIT a trabajar estrechamente con la OMS para tratar el problema del VIH/SIDA en Africa. En cuanto al plan de ejecución propuesto por la Oficina, acogió con agrado el establecimiento de asociaciones más eficaces, pero advirtió que no debían hacerse compromisos con los valores de la OIT o la estructura tripartita. El texto del plan de ejecución debía recoger el texto exacto de las conclusiones de la Conferencia a este respecto.
56. La representante del Gobierno de Chipre apoyó la declaración formulada por el grupo de los PIEM y recalcó la importancia de la cooperación técnica y sus vínculos con los cuatro objetivos estratégicos. Refiriéndose a las modalidades del papel de control del Consejo de Administración, apoyó la propuesta formulada por el grupo de los PIEM, pero sugirió que también se presentara una propuesta similar a la del Grupo de los Empleadores para examen en el Consejo de Administración.
57. El representante del Director General (Sr. Trémeaud, Director Ejecutivo), dio las gracias a los oradores por sus declaraciones y el apoyo brindado. Agrupó sus respuestas a las distintas cuestiones planteadas en cinco secciones:
58. En cuanto al volumen el Sr. Trémeaud lamentó la considerable reducción de actividades en materia de cooperación técnica durante 1998, pero observó que en muchas otras organizaciones de las Naciones Unidas se habían producido reducciones parecidas. Al reconocer la necesidad de invertir esta tendencia, el Sr. Trémeaud informó a la Comisión sobre el objetivo establecido por la Oficina de aumentar los recursos extrapresupuestarios en un 20 por ciento en el próximo bienio. Facilitó cierta información alentadora sobre el programa multibilateral y recordó las iniciativas adoptadas con el PNUD y las instituciones financieras. Asimismo, el Sr. Trémeaud hizo referencia al acuerdo firmado recientemente entre la Unión Europea y las Naciones Unidas. Por último, a este respecto, señaló que la OIT estaba multiplicando sus contactos con fuentes privadas de financiación y se anticipaba un progreso gradual, aunque la OIT todavía tenía que definir una política clara con respecto a la recaudación de fondos del sector privado.
59. La programación era una labor bastante compleja que no podía llevarse a cabo de forma general o centralizada. Las peticiones procedentes del exterior a través de los objetivos nacionales deberían tenerse en cuenta e integrarse en el enfoque estratégico. No debería ser difícil mejorar el diálogo y las negociaciones con los mandantes con el fin de combinar mejor sus exigencias y la capacidad de la OIT para responder a las mismas ya que, tal como demostró un análisis reciente, más del 75 por ciento de las peticiones procedentes del exterior ya figuran en los objetivos estratégicos. Por otra parte, era necesario reforzar el diálogo con los donantes e integrar sus prioridades con las de la Oficina, equilibrio que no siempre era fácil alcanzar.
60. El Sr. Trémeaud hizo especial hincapié en los esfuerzos que la Oficina desplegaría para mejorar la ejecución de la cooperación técnica. Las oficinas exteriores deberían estar perfectamente equipadas y contar con recursos CTPO (cooperación técnica con cargo al presupuesto ordinario) para desarrollar programas que pudieran atraer recursos externos. Como estipula el plan de ejecución, es necesario proporcionar orientación, iniciativas y formación con el fin de mejorar la calidad de los proyectos de cooperación técnica. La descentralización continuaría pero se renovaría el diálogo entre las partes implicadas.
61. El Sr. Trémeaud tomó nota de la petición de un especialista de los empleadores en el Centro de Turín. Asimismo garantizó a la Comisión que los recursos para las actividades relativas a las normas de trabajo internacional no se habían reducido y facilitó información sobre los avances específicos en este campo. Reiteró el papel promocional de la Declaración y disipó las dudas acerca de la cuestión de la condicionalidad en la cooperación técnica. Como respuesta a diversas preguntas sobre el modo en que el plan de ejecución se llevaría a cabo tanto en la sede como en el exterior, el Sr. Trémeaud puso como ejemplo la reciente Decimocuarta Reunión Regional Americana donde, como ya mencionó el representante del Gobierno del Canadá, se estableció un plan de cooperación técnica en el marco de los cuatro objetivos estratégicos. Las consultas externas se realizarían con motivo de la Reunión Regional Africana en Abidján a finales de diciembre. En Asia, se ha previsto que en breve se celebre una reunión que analice de qué modo la región podría concentrar sus esfuerzos y responder a las peticiones de los mandantes en el marco de los objetivos estratégicos. Asimismo, se celebró una reunión en Camboya sobre el seguimiento de la Declaración y las posibles repercusiones en la cooperación técnica.
62. En cuanto a la gestión, el Sr. Trémeaud habló de los obstáculos que podrían retrasar la ejecución y explicó el funcionamiento del mecanismo de supervisión que iba a entrar en vigor no sólo para avisar a las unidades cuando se detectaran problemas de ejecución sino también para sugerir medidas correctivas. Con respecto a la ejecución del plan, el Sr. Trémeaud informó a la Comisión acerca de la creación del nuevo Departamento de Cooperación para el Desarrollo y esbozó sus dependencias y labores. Asimismo hizo especial hincapié en la prioridad que se daría a las cuestiones relacionadas con la evaluación. Por último, con referencia a la estructura en el terreno, recalcó su objetivo principal, a saber, conseguir una mayor eficiencia y eficacia en los servicios externos sin cambiar radicalmente la estructura actual. Hubo consenso general sobre la necesidad de fusionar las oficinas de zona y los EMD. El Director General presentaría una propuesta y se llevarían a cabo nuevas consultas con las oficinas exteriores.
63. El Sr. Hoff (Vicepresidente de los empleadores), en nombre de los miembros empleadores, expresó su descontento respecto a la falta de diálogo en asuntos de gran importancia, en particular en la recomendación del Grupo de Trabajo sobre la evaluación de la política de asociación activa para que exista un sistema de supervisión tripartito para las actividades de cooperación técnica. El Sr. Hoff consideró que se necesitaba más tiempo para concluir las discusiones y evitar una decisión forzada. No todos los miembros habían seguido el debate íntegramente. El Sr. Hoff consideró que la propuesta presentada por los miembros del PIEM no era apropiada. La evaluación de la política de asociación activa por parte del Consejo de Administración fue muy útil y suscitó gran interés en las evaluaciones entre los miembros de la Comisión. El Sr. Hoff consideró que el coste estimado realizado por la Oficina (20.000 dólares estadounidenses por región anualmente) para la propuesta era pequeño, comparado con los beneficios que podían obtenerse. Este fue el tema de discusión desde noviembre de 1998 y, a pesar de que se solicitaron otras propuestas, no se presentó ninguna otra. La Conferencia Internacional del Trabajo también confirmó que era necesario un sistema de supervisión. Por último, el Sr. Hoff señaló que no solamente los grupos de empleadores y de trabajadores estaban de acuerdo con esta propuesta sino que también podía haber miembros del Gobierno que estuvieran de acuerdo.
64. El representante del Gobierno de Francia, en nombre del grupo PIEM, afirmó que el grupo PIEM había examinado muy detenidamente las discusiones y subrayó que las modalidades presentadas por este grupo para que el Consejo de Administración desempeñara el papel de supervisión constituían propuestas adecuadas.
65. En la reanudación de la sesión de la Comisión, el Presidente explicó que había celebrado extensas consultas con la Mesa de la Comisión y con otros miembros. Se había acordado que el mejor procedimiento de acción sería que la Mesa de la Comisión, en estrecha consulta con los representantes de los Grupos, participase en las nuevas discusiones sobre las varias propuestas y modalidades que se habían planteado. Estas discusiones se celebrarían con suficiente antelación antes de la próxima reunión del Consejo de Administración en marzo de 2000. Por lo tanto, presentaba a la Comisión las propuestas que se detallan en el punto que requiere decisión que viene más adelante.
66. El Vicepresidente empleador manifestó la buena disposición de su Grupo para examinar las distintas ideas que habían sido elaboradas para la propuesta reunión de la Mesa, quedando entendido que ya existía una decisión del Consejo de Administración para ampliar las funciones del Consejo de Administración de modo que pudiese supervisar la cooperación técnica. No se trataba de repetir la evaluación de la política de asociación activa, sino más bien de tener un mecanismo ligero de supervisión regional que dé a los miembros de la Comisión una opinión equilibrada a través de la experiencia práctica. Se refería al informe de la Dependencia Común de Inspección en relación con una nueva evaluación de la política de asociación activa, que se examinaría en el futuro. Se había pedido a la Oficina que preparase y comunicase todos los materiales pertinentes para la reunión de la Mesa, para permitir a todos los Grupos llevar a cabo la necesaria labor preparatoria. Para facilitar las decisiones que había de tomar el Consejo de Administración en su reunión de marzo y para aplicar después sin demora el sistema de supervisión acordado, los Grupos de los Empleadores y de los Trabajadores acordaron prepararse con anticipación para el nombramiento de sus representantes a fin de que pudieran participar en el ejercicio. Manifestó el apoyo de su Grupo a las propuestas que se habían presentado.
67. El Vicepresidente apoyaba las propuestas del Presidente y hacía un llamamiento para un mayor compromiso tripartito en el proceso de supervisión. Reiteraba la petición que había hecho el orador anterior y recababa también documentos sobre las propuestas, para preparar a tiempo las reuniones próximas.
68. La representante del Gobierno de Francia, hablando en nombre del grupo PIEM, observaba que los recursos de cooperación técnica eran limitados y que era necesario concentrarse en los ámbitos prioritarios. En relación con la función supervisora del Consejo de Administración, los miembros del grupo PIEM pensaban que el Consejo de Administración debería establecer prioridades políticas y no complicarse en la gestión de la labor de la Oficina. Sin embargo, la oradora puso de relieve la importancia de informar al Consejo de Administración para garantizar que se adoptaban las adecuadas decisiones políticas. Recordaba a la Comisión que la evaluación era una parte integrante de las propuestas de Programa y Presupuesto para el próximo bienio y que para el próximo año estaba planificada una mayor importancia de la estructura exterior. En este contexto, todas las decisiones definitivas sobre la participación exacta del Consejo de Administración resultarían prematuras. La oradora reiteraba la propuesta que había sido presentada por el grupo PIEM para sesiones informativas a cargo de directores regionales y de administradores de los programas, tanto de la sede como de las estructuras exteriores. Recordaba además que, como parte de la propuesta del grupo PIEM, se deberían someter al Consejo de Administración unos informes estructurados que deberían incluir los objetivos por programa, informes sobre la marcha de las labores, coordinación con otros donantes y participación de los gobiernos y de los interlocutores sociales sobre el terreno, junto con las lecciones aprendidas. Sugería también la posibilidad de que el Auditor Externo pudiese emprender unos estudios especiales, así como la extensión de invitaciones a los miembros del Consejo de Administración para asistir a las reuniones sobre cooperación técnica en el Centro de Turín. El grupo PIEM apoyaba las propuestas efectuadas por el Presidente.
69. El representante del Gobierno de Etiopía, hablando en nombre de los miembros gubernamentales africanos, expresaba el pleno apoyo de su Grupo a la propuesta del Presidente. Advertía que toda evaluación y ejercicio de supervisión debería estar orientado a los resultados y basado en los objetivos por país, y que los países beneficiarios deberían participar siempre que fuese posible. El mecanismo que se había puesto en marcha no debía constituir una estructura permanente, sino que debía ser revisado continuamente y tener unos objetivos claros. Las propuestas que se habían hecho hasta ahora tenían que detallarse, teniendo en cuenta las propuestas generales de supervisión y evaluación presentadas en el Programa y Presupuesto para 2000-2001. Pedía que la documentación de base estuviese preparada con tiempo suficiente, pero consideraba que las reuniones con directores regionales y con directores de programa no podían reemplazar las actividades de evaluación y de supervisión.
70. El representante del Gobierno de Filipinas, hablando en nombre de los miembros gubernamentales de Asia, recordaba que la supervisión y evaluación de todas las actividades de la OIT, propuesta en el Programa y Presupuesto para 2000-2001, brindaba ya un marco integrado para un arreglo eficaz de supervisión y que, por lo tanto, podría ser que no hubiese necesidad de arreglos específicos en la Comisión en el presente estadio.
71. El Presidente entendía que su propuesta había sido aprobada. De conformidad con los procedimientos habituales, la Mesa aprobaría el informe final que había que someter al Consejo de Administración, adoptaría las disposiciones oportunas para la reunión de la Mesa antes de la reunión de marzo, y determinaría el orden del día de la Comisión para esa reunión.
72. Por consiguiente, la Comisión recomienda al Consejo de Administración que pida al Director General:
a) que convoque una reunión de la Mesa de la Comisión con suficiente antelación antes de la reunión del Consejo de Administración en marzo de 2000 para examinar las propuestas sobre las modalidades para dar efecto a un sistema de supervisión que sería sometido a la Comisión de Cooperación Técnica en marzo de 2000;
b) que proceda a las necesarias asignaciones financieras con vistas a la mencionada reunión;
c) que calcule las asignaciones financieras necesarias para llevar a la práctica las propuestas presentadas antes de la reunión de marzo de 2000 del Consejo de Administración, comprendido el costo de la propuesta efectuada por el Grupo de Trabajo sobre la evaluación de la política de asociación activa en el documento GB.274/TC/1.
III.
Evolución reciente de las
cuestiones relativas a las actividades
operacionales en el sistema de las
Naciones Unidas
73. La Comisión tuvo ante sí un documento de la Oficina sobre este tema(2) .
74. El Sr. Anand (miembro empleador) acogía con satisfacción el documento de la Oficina, pero estaba preocupado de que en ciertos casos la ausencia de representación de la OIT en determinados países impedía a los mismos participar en las actividades de las Naciones Unidas, especialmente en las del Marco de Asistencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo (UNDAF) y del sistema de evaluación común para los países (CCA), a pesar de haber tenido la oportunidad de colaborar más por medio de la programación conjunta. Urgía a la Oficina a que examinase este tema con la mayor atención. Observando que el sistema de las Naciones Unidas favorecía la ejecución coordinada de las actividades, pensaba que la red de la OIT debería estar preparada, tanto interna como externamente, para desempeñar su función en la búsqueda de un nivel más elevado de prestaciones. En relación con el seguimiento de las conferencias mundiales de las Naciones Unidas, observaba que éstas daban mucha responsabilidad a la OIT. Sin embargo, parecía que otros organismos del sistema de las Naciones Unidas tenían reticencias para aceptar el papel fundamental que desempeñaban los interlocutores sociales de la OIT y continuaban apoyándose y fomentando organizaciones no gubernamentales para tratar de temas tan delicados como el trabajo infantil fuera del ámbito de las normas internacionales del trabajo. Ponía de relieve que si el sistema de las Naciones Unidas no garantizaba la coordinación con la OIT con vistas a adoptar un enfoque selectivo de las organizaciones no gubernamentales, y a falta de una política firme de la OIT sobre la condicionalidad, la Oficina no sólo estaría sometida a nuevas presiones por parte de la OMC y el programa IPEC sino que también quedaría marginada por las nuevas organizaciones emergentes que estaban siendo indiscriminadamente patrocinadas por el sistema de las Naciones Unidas.
75. Manifestaba el apoyo del Grupo de los Empleadores al fortalecimiento de nuevas asociaciones y a la garantía de que la OIT desempeñe la función plenaria que le corresponde, pero pensaba que se necesitaban orientaciones de asociación para su distribución entre las oficinas exteriores. Subrayaba que si estas orientaciones tenían que desempeñar un papel efectivo en la estructuración de estas asociaciones, también debían ponerse a disposición de los gobiernos y otros asociados sociales. En relación con el párrafo 17, apoyaba la posición de la Oficina en relación con la promoción de sus propios valores y en el sentido de mantener sus planteamientos, pero esto sólo podía tener éxito si los mandantes recibían a tiempo la correspondiente retroinformación sobre las actividades sobre el terreno, que les permitiese hacer comentarios y propuestas basados en el carácter tripartito único de la OIT. Estaba preocupado por la disminución de la financiación del PNUD y del FNUAP para los programas de la OIT sobre cuestiones de población, que privaría a los interlocutores sociales de un papel en las actividades de cooperación técnica. En relación con el seguimiento de las conferencias mundiales, pedía que la Oficina suministrase a los mandantes unos informes resumidos para que pudiese hacerse un seguimiento apropiado a nivel de los países. Respaldaba la función del Coordinador Residente de las Naciones Unidas y el papel de organización directiva desempeñado por la OIT en los grupos temáticos a nivel de país, y ponía de relieve el papel importante que estos grupos habían desempeñado para brindar una plataforma que promoviese las preocupaciones, valores y prioridades de la OIT. El mecanismo consultivo interorganizaciones de las Naciones Unidas era otra vía importante para promover los valores, prioridades y preocupaciones de la OIT. Sin embargo, esperaba que la Oficina brindase información sobre las colaboraciones o actividades conjuntas que se iban a emprender en el futuro con las instituciones financieras internacionales.
76. El Vicepresidente trabajador manifestaba su satisfacción por la información suministrada en el documento de la Oficina. Sin embargo, solicitaba que en adelante se brindase más información sobre la participación e influencia de la OIT en cuestiones relacionadas con la coordinación sobre el terreno y sobre la creación de capacidad en general. La OIT podría desempeñar un papel muy importante en el Marco Integral de Desarrollo (CDF) del Banco Mundial y del UNDAF. En relación con los párrafos 30 y 32 del informe sobre el fomento de la capacidad, el Grupo de los Trabajadores consideraba que este fomento de la capacidad era de una importancia fundamental. Por lo tanto, era esencial que la Oficina suministrase información sobre cómo las nuevas orientaciones adoptadas por los asociados del sistema de las Naciones Unidas podrían plasmarse en actividades operacionales dentro de la OIT. Asimismo, era de la mayor importancia la conveniencia de que la OIT ofreciese unas orientaciones claras, que permitiesen a los interlocutores sociales llevar a efecto las nuevas medidas que se estaban adoptando. Subrayaba que la Oficina trataba de desarrollar una estrategia que utilizase los resultados y lecciones aprendidos del sistema de evaluación común para los países (CCA), del Marco de Asistencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo (UNDAF) y otras actividades de coordinación sobre el terreno. La ausencia física de la OIT en algunos países afectaba a su participación en los dos procesos y le exigía desarrollar estrategias prácticas para superar este inconveniente. Subrayaba la importancia de determinar la medida en la que la OIT había sido capaz de influir sustancialmente en el contenido de los dos marcos citados, en particular en relación con la incorporación de las preocupaciones de los interlocutores sociales. En el futuro, la Oficina debería suministrar a la Comisión informaciones sobre las estrategias que había adoptado y los resultados que había conseguido, de modo que pudiese influir en toda la familia de las Naciones Unidas. Pedía a la Oficina que brindase información sobre las estrategias concretas adoptadas para invertir la baja de las aprobaciones del PNUD a los proyectos de cooperación técnica de la OIT, y si este problema sólo afectaba a la OIT o si afectaba también a otras organizaciones especializadas de las Naciones Unidas. Ponía de relieve la importancia de conocer exactamente qué medidas concretas estaban siendo adoptadas por la Oficina para promover la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo en toda la familia de las Naciones Unidas, y las medidas adoptadas por las demás organizaciones del sistema de las Naciones Unidas para promoverla. Por último, señaló una discrepancia entre los documentos GB.276/TC/1 y GB.276/TC/3 en lo tocante a la aprobación de fondos del PNUD, y solicitó una aclaración al respecto.
77. La Comisión tomó nota del documento de la Oficina.
IV. Informe del Coloquio internacional sobre el futuro
de las organizaciones de empleadores
(Ginebra, 19-21 de abril de 1999)
78. La Comisión tuvo ante sí un documento que resumía los principales puntos de este Coloquio, y que presentaba un anexo de conclusiones adoptadas en el mismo(3) .
79. Un representante del Director General (el Sr. De Silva, de la Oficina de Actividades para los Empleadores de la OIT) presentó el documento. El Coloquio internacional había contado con la participación de varias organizaciones de empleadores de distintas partes del mundo. Había sido precedido por una encuesta y análisis de las opiniones de las organizaciones de empleadores respecto a las cuestiones y desafíos a los que tenían que hacer frente. Entre los resultados productivos y positivos del Coloquio cabía citar la identificación (por parte de una muestra representativa de organizaciones de empleadores) de los problemas que van a encontrar las organizaciones de empleadores y de qué manera pueden abordarse. El Coloquio contribuyó a definir la dirección futura de la cooperación técnica que la OIT podía brindar a las organizaciones de empleadores, suministrando un acervo de informaciones útiles para la OIT.
80. El Vicepresidente empleador apoyaba el documento de la Oficina y ponía de relieve la importancia de las conclusiones alcanzadas en la reunión de los empleadores, que permitiría a la Oficina hacer progresos en muchas cuestiones importantes en el contexto de los cambios socioeconómicos y tecnológicos con los que se encuentran tanto las organizaciones de empleadores como las organizaciones de trabajadores. El seguimiento y aplicación de las conclusiones serían necesarios a fin de garantizar la continuidad de la participación tripartita en el futuro.
81. El Vicepresidente trabajador acogía con satisfacción las conclusiones y expresaba el deseo de que se organizasen reuniones parecidas para las organizaciones de trabajadores.
82. La Comisión recomienda al Consejo de Administración que tome nota de las conclusiones del Coloquio y que pida al Director General que las tenga en cuenta al poner en práctica las futuras actividades de la Oficina en ámbitos relacionados con estas cuestiones.
Ginebra, 15 de noviembre de 1999.
Puntos que requieren decisión:
párrafo 72;
párrafo 82.
1. Documentos GB.274/TC/1 y GB.274/14.
2. Documento GB.276/TC/3 y (Corr. 1).
3. Documento GB.276/TC/4.