La OIT es una agencia especializada de lasNaciones Unidas
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GB.273/7/2
273.a reunión
Ginebra, noviembre de 1998


 SEPTIMO PUNTO DEL ORDEN DEL DIA

Informes de la Comisión de Programa, Presupuesto y Administración

Segundo informe: Cuestiones de personal

Indice

Introducción
Declaración de la representante del personal
Enmiendas al Estatuto del Personal
Excepciones al Estatuto del Personal
Cuestiones relacionadas con las pensiones
Informe de la Comisión de Administración Pública Internacional
Cuestiones relativas al Tribunal Administrativo de la OIT
Otras cuestiones de personal

Introducción

1. La Comisión de Programa, Presupuesto y Administración del Consejo de Administración se reunió el 12 de septiembre bajo la presidencia del Sr. Akao (representante del Gobierno del Japón y Presidente del Consejo de Administración). El Sr. Marshall (empleador, Nueva Zelandia) actuó de ponente.

Declaración de la representante del personal

2. La Presidenta del Comité del Sindicato quiso llamar la atención sobre dos cuestiones importantes para el personal. La primera de ellas se refería al proyecto de creación de una guardería infantil de la OIT. Se trataba de un proyecto en el que el personal estaba empeñado desde hacía muchos años, y ello por dos motivos principales. En primer lugar, el acceso de los trabajadores (hombres y mujeres) con responsabilidades familiares a los servicios de guardería infantil constituía, como indicaban las propias normas de la OIT, un elemento importante para permitirles conciliar la actividad profesional y sus responsabilidades familiares, mejorando con ello sus condiciones de vida y de trabajo. Además, era un elemento aún más importante para el fomento de la igualdad entre hombres y mujeres puesto que es muy cierto que la atención de los hijos -- y no sólo por razón de diferencias biológicas entre hombres y mujeres como las relativas a la lactancia -- pesaba todavía fundamentalmente sobre las mujeres. El Sindicato deseaba dar las gracias a la Directora del Departamento de Personal por los esfuerzos desplegados para hacer avanzar este proyecto, así como al Director General por haber adoptado las medidas oportunas tras las consultas mantenidas con distintos departamentos de la Oficina. Debido al hecho de encontrarse la OIT en un período de transición, el Embajador Somavía fue consultado en relación con este proyecto; su reacción fue positiva. Lo que esperaba el personal era que este proyecto (que al parecer iba a ser objeto de debate en la sesión plenaria del Consejo de Administración) quedara concretado durante el año próximo. Para ello, el Sindicato sólo podía rogar encarecidamente a los miembros del Consejo de Administración que tuvieran en cuenta la conveniencia de avanzar hacia la realización práctica de este proyecto, que constituía una etapa importante en la adopción de las medidas encaminadas a fomentar la igualdad entre hombres y mujeres en el seno de la OIT. El propio Consejo de Administración había expresado con frecuencia su apoyo a las políticas de promoción de la igualdad de la mujer en el mundo del trabajo, así como el acceso de la misma a puestos de responsabilidad. Pero, había que poner de relieve que una política genuina de fomento de la igualdad no podría alcanzar su objetivo si no se fundaba en un conjunto de medidas positivas y concretas, como el que las madres jóvenes puedan recurrir a una guardería infantil, y otras medidas afines. Esta política no podía basarse únicamente en la adopción de medidas correctoras. Aunque el Sindicato era perfectamente consciente de que la decisión de crear una guardería infantil, y algunas otras decisiones, tendrían que esperar hasta marzo de 1999, esperaba sin embargo que la discusión a la que se iba a proceder fuera fructífera.

3. La segunda cuestión importante para el Sindicato se refería directamente al documento sometido a esta Comisión en relación con la movilidad y sus repercusiones en el personal. Como ya tuvo oportunidad de manifestar ante esta Comisión el pasado mes de marzo, la política de movilidad podía conducir a conflictos entre los intereses legítimos de la Oficina y los del personal. Por falta de tiempo, no era posible reflejar todas las preocupaciones del personal en este ámbito. Por ello, sería útil que los miembros de la Comisión que lo deseen pudiesen acceder al breve documento elaborado por el Sindicato y discutido con la administración sobre este tema. Por otra parte, había que subrayar dos puntos que figuraban en el documento presentado por la administración. Uno de ellos se refería al párrafo 38, en el que se hablaba de una mayor descentralización de los recursos humanos, en la medida en que podía dar lugar a una interpretación errónea; aunque el personal estaba totalmente a favor del concepto de autoridad, ello debía interpretarse en sentido amplio, es decir, en el marco de un conjunto de elementos vinculados a la competencia, la responsabilidad y la apertura. Así concebida -- y a diferencia del autoritarismo, que suponía la negación de los derechos individuales y que no podría existir en la OIT -- la autoridad contribuía a la motivación y no podía sino aceptarse. El otro punto se refería a la expresión desafortunada (especialmente en la versión francesa del documento) con la que se iniciaba el párrafo 36. El tono resultante era tanto más lamentable cuanto que se fundaba en ciertos casos aislados para dar a entender que la mayoría de los funcionarios no estaban dispuestos a prestar su plena contribución para dar cumplimiento al mandato de la Organización. Habida cuenta de la importancia de la cuestión tanto para el personal como para los miembros del Consejo, el Sindicato se proponía determinar la mejor manera de transmitir a estos últimos todas sus preocupaciones y sus proposiciones. Como conclusión, el Sindicato deseaba informar a la Comisión que estaba poniendo en marcha una acción dirigida a subrayar la solidaridad del personal de la OIT con las víctimas del ciclón que tan duramente acababa de golpear a varios países de América Central y del Caribe, tal y como había hecho anteriormente con las víctimas de las inundaciones en Bangladesh, y lanzaba un llamamiento a los miembros del Consejo de Administración para que participaran en esta acción en favor de los hombres, mujeres y niños de estos países.

Enmiendas al Estatuto del Personal
(Noveno punto del orden del día)

Enmiendas aprobadas por el Director General

Excepciones al Estatuto del Personal
(Décimo punto del orden del día)

Cuestiones relacionadas con las pensiones
(Duodécimo punto del orden del día)

Informe de la Junta de Mandatarios del Fondo de Pagos Especiales

Informe del Comité Mixto de Pensiones del Personal
de las Naciones Unidas

4. La Comisión tuvo ante sí cuatro documentos(1) que se le sometieron en relación con los puntos que indican los títulos.

5. El representante del Gobierno de los Estados Unidos formuló ciertos comentarios sobre los puntos 9 y 10. Respecto al punto 9, relativo a las enmiendas al Estatuto del Personal, que ya se anunciaron en una circular de la serie 6 (Personal) y sobre las que, por otra parte, no tenía nada que objetar, manifestó el deseo de que la Oficina sometiera de ahora en adelante el texto de las enmiendas a los miembros del Consejo. En cambio, el punto 10 (Excepciones al Estatuto del Personal) era motivo de preocupación para su Gobierno por el riesgo que entraña la excepción hecha de sentar un precedente. En virtud de esta excepción, el funcionario de que se trate, tras haber logrado un cambio de su hogar nacional inicialmente reconocido por un país al que sus familiares más próximos habrían inmigrado, y haber sido destinado al mismo, percibiría durante el actual año académico un subsidio de educación de unos 23.000 dólares por los estudios de sus hijos. Sin embargo, el Estatuto del Personal sólo preveía la concesión de un subsidio de educación cuando los funcionarios estuvieran destinados en un sitio distinto de su hogar nacional reconocido. A ese respecto había que subrayar que el subsidio de educación se instauró en el sistema de las Naciones Unidas para ayudar a los hijos de los miembros de su personal a reintegrarse en el país de este último, mientras que, en este caso, los hijos del funcionario estaban escolarizados en Europa. Habida cuenta de estos datos, la excepción en cuestión al Estatuto del Personal no debería renovarse una vez transcurrido el año escolar en curso. Este tipo de excepciones no debía reproducirse en el futuro, y la excepción en cuestión no debía sentar precedente.

6. El Sr. Blondel, en nombre de los trabajadores, manifestó su aprobación de los documentos presentados en relación con los puntos 9 y 10 y 12/1 del orden del día, que no suscitaban comentarios por su parte. Por otra parte, los trabajadores también estaban de acuerdo con la recomendación que figuraba en el punto 11 del orden del día.

7. El Sr. Marshall, en nombre de los empleadores, afirmó que valoraba la opinión dada por la Oficina en los documentos presentados en relación con los puntos 9 y 10, que se referían a cuestiones en relación con las cuales se había autorizado al Director General a actuar en virtud de una delegación de autoridad, pudiendo la Oficina proceder en consecuencia. Esto también se aplicaba al punto 12, es decir, a los dos puntos tratados en los documentos 12/1 y 12/2.

8. El Sr. Blondel se felicitó por el documento que daba cuenta del informe del Comité Mixto de Pensiones del Personal de las Naciones Unidas, presentado por la Oficina en el documento GB.273/PFA/12/2. En efecto, en este documento se facilitaba una visión fiel de la situación, en la medida en que en él se precisaba el valor total de los haberes de la Caja, que no eran de poca importancia y se informaba de que, por primera vez desde el principio del decenio, la Caja presentaba un superávit, modesto pero suficiente para contemplar prestaciones complementarias, por lo que cabía felicitarse. En cambio, el aumento de los gastos administrativos de la Caja obligaba a plantearse ciertas cuestiones, tanto más cuanto que se observaba un forcejeo para determinar a quién se iban a imputar estos gastos. Se trataba de una cuestión que interesaba muy especialmente a los trabajadores. Otro de los grandes motivos de preocupación era la cuestión de los acuerdos sobre transmisión de derechos entre la Caja y la ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, la ex República Socialista Soviética de Ucrania y la ex República Socialista Soviética de Bielorrusia, y ello en la medida en que eran 1.500 los funcionarios que esperaban esta ratificación por parte de los gobiernos para permitir que los antiguos participantes, sometidos al parecer a graves dificultades financieras, puedan beneficiarse de las prestaciones que les corresponden. Por ello, se lanzaba un llamamiento a estos gobiernos, aunque no estuvieran presentes en ese momento, para rogarles encarecidamente que pusieran fin a esta situación ratificando los acuerdos sobre transmisión de derechos. Finalmente, señaló, a falta de poder hacer otra cosa, la posible retirada de la OMC de la Caja, aunque dudaba que se llegara a producir.

Informe de la Comisión de Administración Pública Internacional
(Undécimo punto del orden del día)

9. La Comisión tuvo ante sí un documento que informaba sobre las recomendaciones presentadas por la CAPI a la Asamblea General de las Naciones Unidas en su informe anual correspondiente a 1998 y que presentaban implicaciones financieras para la Oficina.

10. El Sr. Marshall dijo que los miembros empleadores apoyaban el punto que requiere decisión. Preguntó si, en algún momento, la Oficina podría informar acerca de la metodología que aplicaba para fomentar el conocimiento de lenguas entre el personal y del funcionamiento de las primas por conocimiento de lenguas y otros pagos afines recomendados por la CAPI, incluida la relación de estos últimos con los acuerdos relativos a los salarios del personal.

11. El Sr. Blondel, en nombre de los miembros trabajadores, apoyó también el punto que requiere decisión e hizo notar que los costos vinculados a la aplicación por parte de la Oficina de las recomendaciones pertinentes de la CAPI ya estaban contemplados en el presupuesto del bienio en curso.

12. El representante del Gobierno de Alemania pidió a la Oficina que facilitara aclaraciones en cuanto al índice del ajuste por lugar de destino correspondiente a Ginebra que, según la información que se le había facilitado recientemente, había experimentado un descenso considerable.

13. Un representante del Director General facilitó a la Comisión información preliminar sobre las actuales disposiciones en materia de formación lingüística en la Oficina, y se comprometió a brindar más informaciones al Grupo de los Empleadores, según se había solicitado. También señaló que la información facilitada por el representante del Gobierno de Alemania no se correspondía con su visión de la situación presente.

Cuestiones relativas al Tribunal Administrativo de la OIT
(Decimotercer punto del orden del día)

Prorrateo de los gastos del Tribunal Administrativo de la OIT

14. La Comisión tuvo ante sí un documento(2) que la informaba sobre el sistema de distribución de los gastos del Tribunal Administrativo de la OIT entre las organizaciones que han aceptado su jurisdicción, documento que le ha sido sometido de conformidad con la solicitud formulada por los miembros empleadores en la última reunión del Consejo (marzo de 1998).

15. El Sr. Marshall señaló que las informaciones (muy interesantes) no hacen más que reforzar la importancia y la necesidad de clarificar la situación para mejor equilibrar el reparto de los costos, como propusieron en marzo pasado los miembros empleadores. En efecto, según el documento, el personal de la OIT representa tan sólo un 6,6 por ciento de los justiciables del Tribunal, cuando la Oficina corre con un 59 por ciento de sus gastos corrientes. Esto no es equitativo ni rentable. La OIT presta, a través del Tribunal Administrativo, un servicio de gran valor a otras 36 organizaciones. De la misma manera que los gastos de las reuniones que examinan los casos que se someten al Tribunal son sufragados por las organizaciones interesadas en función de la carga de trabajo y de los gastos vinculados a ella, habría que aplicar una regla idéntica a los gastos corrientes. Esto se traduciría en 1996-1997 por un costo de 57.000 dólares. Salvo que se produjera un aumento imprevisto de los casos que el Tribunal tenga que juzgar en relación con el personal de la Oficina, esta suma debería seguir siendo similar durante los próximos bienios. Por ello, los miembros empleadores proponen introducir un sistema de reparto total de los gastos corrientes entre todas las organizaciones. Esto podría suponer un aumento medio de unos 7.500 dólares anuales para cada una de ellas, lo que no parece demasiado; esto es tanto más razonable cuanto que la calidad del servicio que se presta es muy grande. Considerando los ahorros que ello supondría para la OIT (cerca de 530.000 dólares en el bienio 1996-1997), que podrían emplearse muy útilmente en otros dominios importantes de actividad, sobre todo en un período -- como el actual -- de crecimiento cero, los miembros empleadores piensan que la aplicación de esta fórmula debería ser examinada con toda seriedad.

16. El Sr. Blondel indicó que no se podía considerar al Tribunal Administrativo de la OIT como un elemento más del mercado. Debido quizá a que la administración de la justicia es gratuita en Francia (y en muchos otros países), puesto que se trata de un servicio público, no se puede decir que el Tribunal Administrativo de la OIT debiera revestir un carácter comercial. El Tribunal Administrativo es mucho más que eso. Implica también la reputación de la OIT y el amplio reconocimiento de sus competencias, de su experiencia práctica y de su mismo espíritu. Los miembros trabajadores piensan que la OIT puede estar muy orgullosa al constatar que otras organizaciones apelan a este Tribunal, y por el testimonio que ello supone de su reconocimiento de la OIT. Esto es un crédito moral que no debería reducirse a un crédito financiero. Sin duda, se puede contemplar una ligera rectificación de la situación, pero no conviene reducirla a una mera operación comercial.

17. El representante del Gobierno de los Estados Unidos, sin dejar de manifestar su gran estima por el Tribunal y concediendo una gran prioridad al recurso que otras organizaciones internacionales hacían del mismo, constató, coincidiendo con los miembros trabajadores, el hecho de que la OIT corría con el 59 por ciento de los gastos corrientes. Esto representaba más de medio millón de dólares (que, efectivamente, podrían emplearse en otras actividades) mientras que los gastos de las reuniones eran cubiertos en proporción del número de casos que se llevan ante la jurisdicción del Tribunal, lo que se traducía para la OIT en menos del 10 por ciento del total de los gastos de las reuniones. Por ello, un reparto proporcional de los gastos corrientes parecía, simplemente más equitativo. Se podía dudar sinceramente de que esta medida llevase a muchas organizaciones internacionales a retirarse de la jurisdicción del Tribunal, en caso de se pidiese a cada una de ellas pagar unos 7.000 dólares al año. Por consiguiente, el Gobierno de los Estados Unidos sugería que esta propuesta figurase en el orden del día de la Comisión en marzo de 1999.

18. Sin oponerse a una propuesta de abrir el debate sobre esta cuestión, el Sr. Blondel recordó que, para los miembros trabajadores, no se trataba de hacerlo todo gratuitamente ni de si podía ser útil examinar cómo establecer una mejor participación financiera de las demás organizaciones internacionales (aunque en ciertos casos tal vez tuviesen una capacidad financiera mayor que la nuestra), ni se trataba tampoco de «ganar dinero», lo que sería tanto más chocante cuanto que el Tribunal de la OIT era, gracias a su gran reputación, prácticamente un servicio público para estas organizaciones.

19. El Presidente de la Comisión hizo notar que todo ahorro eventual para la OIT (con excepción de algunas organizaciones regionales que dependen de la jurisdicción del Tribunal Administrativo de la OIT) se traduciría por un aumento de los gastos de las demás organizaciones internacionales, lo que vendría a ser lo mismo para los gobiernos que la financian. Por lo tanto, se podía dudar de la utilidad real de los cambios que se introdujesen en esta materia.

20. Habida cuenta de las propuestas manifestadas por la Comisión, un representante del Director General (el Consejero Jurídico) confirmó que la Oficina presentaría a la reunión de marzo de 1999 del Consejo de Administración un documento en el que figurasen las distintas opciones en relación con los medios de mejor repartir los costos del Tribunal, y que las organizaciones internacionales interesadas serían consultadas mientras tanto.

Reconocimiento de la competencia del Tribunal Administrativo
por la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja
y de la Media Luna Roja

21. La Comisión tuvo ante sí un documento(3) que proponía al Consejo de Administración el reconocimiento de la competencia del Tribunal Administrativo por parte de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y una solicitud de esta última para que dicho reconocimiento entre en vigor el 1.o de enero de 1999.

22. El Sr. Marshall manifestó la gran satisfacción de los miembros empleadores a propósito de los cambios que se habían introducido en el Estatuto del Tribunal, lo que permitía ampliar actualmente la competencia del Tribunal Administrativo a una organización como ésta. Apoyaban, pues, la adopción del punto 6 tal como había sido modificado por el addéndum al documento de base preparado por la Oficina sobre este punto.

23. El Sr. Blondel indicó que los miembros trabajadores se felicitaban de esta adhesión, y que apoyaban la adopción del punto 6, que se ajustaba a la solicitud de la Federación.

24. La Comisión recomendó al Consejo de Administración aprobar el reconocimiento de la competencia del Tribunal Administrativo por la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, con efectos del 1.o de enero de 1999.

Otras cuestiones de personal
(Decimocuarto punto del orden del día)

Movilidad del personal entre la sede y el terreno

25. La Comisión tuvo ante sí un documento(4) que examinaba la política de movilidad y su puesta en práctica en lo que atañe al personal.

26. El Sr. Marshall, hablando en nombre de los miembros empleadores, manifestó su aprecio por el documento, que tenía entendido que había sido preparado a petición del Sr. Oeschlin, y que trataba de una cuestión de gran importancia para la Organización, como se había puesto de relieve en la Comisión de Cooperación Técnica y en la discusión que se siguió sobre la aplicación de la política de asociación activa. Para la OIT, había muchas ventajas en mantener una política de movilidad, las más importantes de las cuales eran: mantener a la Organización informada de la situación en el terreno y de las necesidades de sus mandantes; permitir que la Organización responda con mayor rapidez y eficacia a estas necesidades, colocando los «recursos mejores y más apropiados» cerca de sus mandantes; mejorar la competencia del personal y permitir el desarrollo de las carreras. Sin embargo, esta movilidad no debía constituir un fin en sí misma ni un proceso mecánico que se aplicase rígidamente. Tampoco debería considerarse como el único camino para el ascenso. La experiencia internacional había mostrado que esta política debía ser firme, pero también debía tener en cuenta las circunstancias individuales; además, tenía que manejarse con flexibilidad y sobre la base de un criterio equilibrado. Proceder de otra manera conduciría a un deterioro de la motivación del personal, a la escasez en terrenos que requieren una labor altamente calificada, a un aumento de las vacantes, a la posible pérdida de experiencia institucional y a una dificultad para reclutar personal altamente calificado. El documento de la Oficina sugería que la manera en que esta política se estaba aplicando actualmente podría conducir a la aparición de algunos de estos síntomas. Una política de movilidad era también parte integrante de la política general de personal y desarrollo de los recursos humanos, que se dirigía a mejorar la capacidad y competencia del personal para que pudiese brindar unos servicios de buena calidad. Por lo tanto, se necesitaba un examen muy detallado de la política a seguir en este ámbito, que brindase a la Organización la capacidad de aplicar el presupuesto de actuación estratégica que se contemplaba para el bienio 2000-2001. El Departamento de Personal, debería disponer de los recursos suficientes que le permitiesen reforzar sus actividades tanto en el ámbito general como en relación a su labor de movilidad del personal. El Grupo de los Empleadores tendría la mayor satisfacción en prestar asistencia a la Oficina en el examen y desarrollo de estas políticas de recursos humanos, y esperaba recibir el informe sobre el desarrollo de los recursos humanos al que se alude en el párrafo 39 del documento.

27. El Sr. Blondel, al tiempo que se alegraba de la consulta que se llevaba a cabo a petición de los empleadores, en el sentido de que esta cuestión fuese examinada por el Consejo, subrayaba que no debía existir el menor equívoco para los miembros trabajadores: los trabajadores desean que la política de movilidad se aplique de hecho. Esto es indispensable por diversas razones, y una de las más importantes es la eficacia de la Oficina. Se trata de un elemento clave para el buen éxito de la política de asociación activa, aunque la aplicación de esta movilidad tal vez requiera un poco más de reflexión y una planificación a largo plazo. Al mismo tiempo, la Oficina no debería tener que enfrentarse a problemas de vacantes de destino. Causaba cierta perplejidad el párrafo 40 del documento, que indicaba a la vez que dicha política había sido difícil de poner en práctica (lo que era mucha verdad) y que todavía se debían adoptar algunas medidas positivas. En relación con ello, era importante hacer una referencia a la intervención de la representante del personal. Como ya indicaba el documento, había resistencias a todos los niveles. Correspondía al Departamento de Personal analizar los problemas que se planteaban y determinar si podían solucionarse. Por supuesto, se planteaban muchos interrogantes: ¿Era posible, dadas las circunstancias? ¿No convendría enriquecer este Departamento con la colaboración de personas que tuviesen una experiencia especial en este ámbito? ¿Había que contemplar nuevas medidas de incentivo? Comoquiera que sea, convenía que este análisis se hiciera lo antes posible, puesto que la situación actual no era nada satisfactoria. Hay que aceptar globalmente los principios de la política, pero para su aplicación había que proceder caso por caso. De todos modos, nada se podía hacer sin el personal o contra el personal. Finalmente, era sorprendente constatar la urgencia de especialistas competentes en el ámbito normativo, que tan importante era, según se desprende de varias intervenciones anteriores. No hay duda de que la Oficina tenía que resolver varios problemas. Los miembros trabajadores estaban dispuestos a aportar su colaboración para ello.

28. El representante del Gobierno de Alemania ponía de relieve el gran interés del documento presentado por la Oficina, que definía muy bien los problemas. Aunque no se pudiese evitar cierta rigidez en materia de movilidad, había que guardarse de todo exceso en este terreno, que a veces se prestaba a ello. Bastaba tomar el ejemplo de los lingüistas y los expertos informáticos: ¿era verdaderamente necesario vincular sus perspectivas de ascenso a un servicio en el terreno, donde poco tendrían que aprender? También puso en duda la validez de la práctica según la cual los períodos en que se prestaron servicios en el terreno en calidad de experto o de experto asociado de la OIT no se reconocían posteriormente a efectos de la carrera de la persona en cuestión.

29. El representante del Gobierno de la India, tras subrayar el interés del documento preparado por la Oficina, que era muy rico en informaciones, advertía que el costo de la movilidad había de considerarse teniendo en cuenta la política de asociación activa. Esta política es la que permitía garantizar la prestación eficiente y eficaz de consejos técnicos y servicios consultivos a los mandantes. Su éxito dependía de la calidad y de la buena adaptación de los servicios que se prestasen. Por ello, las características y el número de los funcionarios en el seno de los equipos multidisciplinarios son de la mayor importancia para que la política de asociación activa consiguiese sus fines. La principal razón de las largas y numerosas vacantes de puestos que habían identificado las misiones de evaluación, estribaba en la reticencia del personal de la sede para trasladarse a las oficinas locales y regionales, incluso formando parte de los equipos multidisciplinarios. Por lo tanto, la Comisión debería dar a la Oficina unas orientaciones claras para preparar y aplicar un sistema de movilidad del personal para el éxito de la política de asociación activa y para la mejora de la calidad de los servicios a los mandantes.

30. El representante del Gobierno del Reino Unido daba las gracias a la Oficina por este documento, que consideraba muy completo. Las exigencias de la movilidad del personal se aplicaban a muchos representantes del Grupo Gubernamental, y había que reconocer que se trataba de una cuestión delicada. El Reino Unido expresó su preocupación por las dificultades a las que se enfrentaba la OIT al promover los destinos en la estructura exterior y se mostró de acuerdo en que este problema exigía, tal y como indicaba el informe, medidas urgentes y enérgicas. Un elemento fundamental era la vinculación entre la experiencia en el terreno y una carrera o un ascenso en la Organización. A ese respecto, había que respaldar el enfoque que se describía en el párrafo 31. Sin embargo, convenía preguntarse si, como parecía indicar el párrafo 33, la introducción de «sangre nueva» era poco deseable en sí misma. Ciertamente, sería ideal que los puestos en el terreno fuesen cubiertos por el personal de la sede. En cambio, la contratación exterior de personas calificadas para cubrir estos puestos no dejaba de tener ciertas ventajas, como (casi por definición) la de aumentar el porcentaje de los miembros del personal de grado superior que eran verdaderamente móviles. Finalmente, había que señalar que las cuestiones relativas a la movilidad del personal superaban el mero traslado hacia y desde el terreno. Convenía que los funcionarios tuviesen movilidad también en la sede. Tal vez la Oficina desearía examinar los medios necesarios para fomentar la flexibilidad y el aprendizaje, así como el perfeccionamiento continuo en el seno de la Organización para obtener un cuadro «directivo» de nivel superior que tenga las capacidades y la experiencia indispensables para hacer que la OIT entre con buen pie en el siglo XXI.

31. El representante del Gobierno de los Estados Unidos daba también las gracias a la Oficina por su documento, tan rico en elementos de reflexión. La política de movilidad resultaba absolutamente necesaria para el buen funcionamiento de la OIT. Es absolutamente indispensable para evitar una esclerosis en la sede y, si bien es cierto que se requiere cierta flexibilidad en su aplicación, sobre todo en determinados casos, las excepciones no pueden comprometer a esta política en su conjunto. En relación con la alusión que se hace en el párrafo 39 al examen de los derechos o a los incentivos que fuesen más allá de los que se describían en los párrafos 22 al 24, que eran válidos en todo el sistema común, conviene tener en cuenta que es una cuestión que su Gobierno desearía analizar con la mayor atención, tanto en lo que se refería a sus costos como a su necesidad real.

Ginebra, 17 de noviembre de 1998.

Punto que requiere decisión: párrafo 24.


1. Documentos GB.273/PFA/9; GB.273/PFA/10; GB.273/PFA/12/1 y GB.273/PFA/12/2.

2. Documento GB.273/13/1.

3. Documentos GB.273/PFA/13/2 y GB.273/PFA/13/2 (Add. 1).

4. Documento GB.273/PFA/14/1.


Puesto al día por VC. Aprobada por NdW. Ultima actualización: 26 de febrero de 2000.