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GB.273/13
273.a reunión
Ginebra, noviembre de 1998


DECIMOTERCER PUNTO DEL ORDEN DEL DIA

Instituto Internacional de Estudios Laborales

Informe de la 40.ª reunión de la Junta Directiva

1. La Junta Directiva del Instituto Internacional de Estudios Laborales celebró su 40.ª reunión el 13 de noviembre de 1998. La reunión fue presidida por la Sra. Hagen, Directora General Adjunta de la OIT, en nombre del Director General, que había sido invitado por el Gobierno de Francia a una importante ceremonia que tuvo lugar en Lille para conmemorar el 50.º aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos.

2. La Junta Directiva tuvo ante sí el informe del Director(1)  y un documento relativo a la aceptación de contribuciones y donativos en apoyo de las actividades del Instituto(2) .

Informe del Director

3. El Director del Instituto (Sr. Gopinath) declaró que el informe era a la vez descriptivo y analítico. El año 1998 marcó el inicio de una nueva fase en la labor del Instituto y parecía conveniente determinar las actividades del año en perspectiva.

4. El estadio de la relación entre las instituciones laborales, el crecimiento económico y la equidad social era el cometido fundamental de la labor del Instituto. La manera en que los programas del Instituto abordaron dicho tema durante años había dependido de los intereses de la OIT en cada momento. Así pues, los primeros años del decenio de 1990 constituyeron el período de «consenso de Washington», en que las cuestiones de importancia para la OIT eran las consecuencias sociales de la mundialización y las funciones que debían desempeñar el Estado y el mercado. Por consiguiente, durante ese período el Instituto se había centrado en dos aspectos: en primer lugar, en la naturaleza cambiante de la organización internacional de la producción y las consecuencias en el mercado de trabajo de una producción escasa y de la interdependencia económica regional; y en segundo lugar, en la exclusión social, que permitió al Instituto realizar una importante contribución a la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social.

5. A finales del decenio de 1990 los intereses públicos empezaron a cambiar. Cada vez se cobraba mayor conciencia de que la mundialización se estaba produciendo con más problemas de los que se había imaginado a principios del decenio. Se había perdido confianza en las medidas políticas de finales del decenio de 1980 y primeros años del decenio de 1990 y elementos de lo que ahora se conoce como el «consenso después de Washington» empezaron a atraer la atención. El centro de interés se había desplazado de la cuestión del Estado frente a los mercados al concepto de sinergia y asociación entre Estados, mercados y sociedades. Las instituciones sociales empezaron a considerarse ya no sólo en términos prescriptivos, sino también como importantes instrumentos para facilitar el ajuste y promover un crecimiento estable.

6. El cambio en el debate público, que se inició a finales del decenio de 1990, había dado lugar a que el Instituto se centrara en las propias instituciones sociales, y en particular en cómo los mandantes de la OIT se estaban relacionando con la sociedad, y no sólo los unos con los otros de la forma tradicional. Las interacciones entre los trabajadores, las empresas y el Estado se estaban haciendo mucho más complejas, y produciéndose a niveles múltiples, a menudo a través de la sociedad en vez de directamente. Era necesario entender la complejidad de estas interacciones y situar el tripartismo en una perspectiva contemporánea de cambio social y mundialización. Esas fueron las bases de los dos nuevos programas iniciados en 1998 sobre «Las empresas y la sociedad» y «Los trabajadores y la sociedad», y de las actividades preliminares sobre «El Estado y la sociedad». El objetivo era examinar en qué medida la mundialización y el cambio social estaban afectando a los propios mandantes. El Instituto hizo un esfuerzo por conocer directamente los problemas de los mandantes a nivel nacional y regional, y no como abstracciones mundiales, en un intento de entender sus problemas desde su raíz misma, en sus propios países y en sus propias regiones.

7. El objetivo último de estos programas era concienciar al público de la importancia de la contribución de los interlocutores sociales para garantizar que la adaptación a la mundialización se realizase en un contexto de coherencia social y crecimiento económico. La reciente crisis de los mercados fue otro episodio en un largo proceso que se había iniciado con la crisis de la deuda africana producida tras la segunda conmoción petrolera, y a la que habían seguido la crisis latinoamericana y las crisis de transición de los países de Europa central y oriental de finales del decenio de 1980. Para que la OIT pudiera ayudar a los Estados Miembros en este proceso secular de adaptación, era fundamental promover el diálogo social sentando sobre una base firme a sus mandantes. Ello, a su vez, exigía un mejor entendimiento de la dinámica institucional.

8. También se había iniciado la labor preliminar sobre la función cambiante del Estado, en particular respecto a la política de empleo, la seguridad social, las relaciones laborales y el desarrollo de los recursos humanos. Todos éstos eran ámbitos en que la función del Estado había evolucionado durante el último decenio. Si bien los ciudadanos no deseaban un gobierno de mucho peso, lo que sí parecían querer era un gobierno más eficaz. Si éste constituiría el debate del futuro, era importante saber qué se entendía por Estado eficaz en el ámbito de la política social.

9. Estos tres nuevos programas se extenderían al menos durante dos o tres bienios. El año 1998 fue el año en que se pusieron los cimientos. Para ello se tuvieron presente cuatro requisitos principales: el desarrollo de nuevas metodologías de investigación; el logro de nuevos niveles de integración de los programas con los departamentos de la OIT y los especialistas; la consideración de la diversidad regional; y la creación de asociaciones con instituciones externas.

10. Respecto a las nuevas tecnologías y las metodologías de investigación, el Director señaló a la atención de los presentes los apartados pertinentes del informe. Los párrafos 49 a 52 se referían a la experiencia adquirida por el Instituto en el desarrollo de la primera conferencia virtual de la OIT sobre la tecnología de la información y las comunicaciones y el empleo y el trabajo, en colaboración con el departamento de las empresas.

11. El Instituto ha creado un sitio en la red en Internet (párrafo 66) que ofrece información sobre el Instituto y acceso en línea a todas las publicaciones gratuitas, los documentos de trabajo y las conferencias públicas del Instituto, así como a un catálogo en línea y a servicios para la realización de pedidos.

12. El programa Los trabajadores y la sociedad se ha puesto en forma electrónica e introducido en la red con carácter experimental (párrafo 11). El objetivo era poner en relación el mundo de la investigación con los círculos universitarios y especialistas a través de los medios electrónicos. El sitio de este programa en Internet se había convertido en un foro virtual destinado a obtener información y reacciones acerca de los programas y estrategias de los sindicatos de diferentes regiones. Además de la red electrónica, existía la posibilidad de enviar comunicaciones por escrito a los sindicatos que no tuvieran acceso a Internet. Las respuestas se introducían de nuevo en la Web para promover el intercambio de opinión. En diciembre estaría disponible para debate un resumen del informe. Las ventajas potenciales de esta red eran considerables: constituían una forma económicamente muy eficaz de llegar a diferentes regiones del mundo. Actualmente, la red ponía en relación a unos 500 especialistas y a 100 estudiosos de forma dinámica e interactiva. Además, proporcionaba un centro de referencias de archivos que interesaba a los estudiosos por considerarlo una útil plataforma para llamar la atención de los especialistas sobre las conclusiones de sus investigaciones, lo cual sería imposible de otra forma. La red permitía al Instituto identificar posibles interlocutores fuera de los círculos tradicionales a los que tenía acceso. Tres meses después de que se creara la red se habían recibido unas 125 respuestas. Aunque era demasiado pronto para evaluar el experimento, resultaba evidente que su potencial era considerable, y que la gestión de la red electrónica requería una gran densidad de mano de obra.

13. Además del foro electrónico, se llevó a cabo una segunda actividad que complementaba la función que desempeñaba el primero: la preparación de estudios monográficos para examinar la situación de los sindicatos en determinados países y la estrategia sindical en diversos contextos regionales. Se programaron 16 estudios, cuyos resultados estarían disponibles en 1999 y servirían de material de base a una serie de reuniones regionales previstas para el bienio subsiguiente. La interacción entre ambas constituía la nueva metodología de investigación. Este era un ejemplo clásico del tipo de función que convenía al Instituto: probar nuevos enfoques que pudiera adoptar la OIT en el futuro.

14. El segundo objetivo era lograr un nivel de integración cualitativamente nuevo con los departamentos de la OIT (en particular, ACTRAV, ACT/EMP y ENTERPRISE) y establecer relaciones con los especialistas, los sindicatos y las organizaciones empresariales. Cuando fue posible, se vincularon los programas del Instituto para contribuir directamente a los resultados previstos de los programas de la OIT. Por ejemplo, la labor sobre Las empresas y la sociedad estuvo orientada tanto hacia el segundo Foro de la empresa de la OIT en perspectiva como a la reunión de alto nivel sobre el futuro de las organizaciones de empleadores prevista para abril de 1999. Análogamente, se esperaba que los resultados del programa Los trabajadores y la sociedad constituyesen una aportación sustancial para la labor de la Oficina de actividades para los trabajadores y que pudiesen utilizarse en el Congreso Mundial de la CIOSL del año 2000. También se inició la concepción del programa en estrecha consulta con especialistas (párrafo 8 del informe).

15. En tercer lugar, la dimensión regional se había incorporado en las dos partes del programa Los trabajadores y la sociedad (párrafos 7, 10 y 13). En la parte I, la red intentaba determinar cuáles eran los intereses regionales; los estudios monográficos de la parte II fueron seleccionados para proporcionar un equilibrio regional. En el marco del programa Las empresas y la sociedad, se planificaron una serie de coloquios regionales para examinar la función de las organizaciones de empleadores en la mejora de las empresas y la sociedad. El programa de actividades intersectoriales y educativas también insistía en la dimensión regional. La Conferencia sobre política social de la OIT, financiada por el Premio Nobel de la Paz de la OIT, se había celebrado en Kuala Lumpur en los primeros días de la crisis económica asiática, la cual había otorgado una importancia particular a las conferencias en el debate sobre política social y crecimiento económico en Malasia. En el seminario sobre desarrollo de políticas activas y laborales en los países africanos de expresión francesa, celebrado en diciembre de 1997 en Abidján, habían participado la Oficina Regional y el equipo multidisciplinario. El seminario, que poseía una clara orientación regional, había tenido una acogida muy favorable, si bien no podía continuarse este tipo de actividad en el futuro por haberse suspendido las asignaciones de la CTPO al Instituto en 1997.

16. Por último, los nuevos programas del Instituto dependen del establecimiento de redes y de nuevas asociaciones con organismos exteriores. En 1998, el Instituto había hecho un intento deliberado por establecer una colaboración con asociaciones empresariales. Entre éstas, cabía destacar el Prince of Wales Business Leaders' Forum, el US Conference Board, la Mesa Redonda de Caux, el Centro de Copenhague para la Cohesión Social, la Asociación Americana de Gestión, la Red de Empresas Mundializadas, y el Grupo Eczacibai de Turquía. El Instituto confiaba en poder establecer en 1999 relaciones con centrales sindicales de diversos puntos regionales.

17. El Instituto había recibido el encargo de preparar el Informe del nuevo Director General a la Conferencia Internacional del Trabajo de 1999. Este Informe abordaría las futuras perspectivas de la OIT en el siglo XXI. El ejercicio abarcaría la totalidad de los programas de actividades de la Organización, así como sus medios de acción, para la cual se establecerían amplias consultas y se realizaría una labor analítica que continuaría en el primer trimestre de 1999. Al tratarse de un proyecto imprevisto, en el que participaba casi la mitad del personal profesional del Instituto, influyó inevitablemente en el buen ritmo del programa ordinario, pero brindó al Instituto una oportunidad sin precedentes de favorecer la reflexión estratégica de la OIT para el futuro.

18. Refiriéndose a programas específicos, el Director General explicó que el programa Las empresas y la sociedad se centraba en tres aspectos: las redes mundiales de producción, las iniciativas sociales de las empresas y las asociaciones de empleadores.

19. En marzo de 1998 se había celebrado en Ginebra una reunión sobre las redes mundiales de producción y los puestos de trabajo locales (párrafos 20 a 22). Los documentos preparados para el seminario se habían convertido en parte de la lectura obligatoria de un curso del Massachusetts Institute of Technology (MIT) sobre la geografía de la mundialización, que era un ejemplo de cómo la labor de investigación del Instituto se hacía sitio en los planes de estudio de las instituciones educativas. El Instituto había celebrado también un coloquio junto con la UNCTAD a principios de noviembre en el que se examinó la mejora de las empresas y se analizó la función que desempeñaban las asociaciones empresariales en el desarrollo.

20. En relación con las iniciativas sociales de las empresas, había dado comienzo una nueva serie de seminarios dirigidos al personal (párrafo 26). Para 1999 están previstas dos reuniones preparatorias del segundo Foro de la empresa de la OIT: la primera era una mesa redonda organizada conjuntamente con el Departamento de Desarrollo de las Empresas y las Cooperativas sobre los códigos sociales y las empresas multinacionales, que se celebraría en febrero de 1999; esta reunión, que se autofinanciaría, reuniría a ejecutivos de rango superior de empresas multinacionales a fin de identificar las buenas prácticas y examinar la experiencia de las empresas en la aplicación y supervisión de los códigos de conducta. La segunda reunión era un coloquio sobre programas sociales para el desarrollo de las comunidades locales que, prevista en principio para mayo de 1999, tenía por objeto examinar los programas sociales de las empresas de los países industrializados, los países en desarrollo y las economías en transición.

21. Respecto al componente del programa sobre las organizaciones de empleadores, el Instituto había colaborado con la Oficina de las Actividades para los Empleadores en la preparación de un cuestionario para la próxima reunión de alto nivel de la OIT sobre el futuro de estas organizaciones. Estaba prevista una reunión sobre la función de las organizaciones de empleadores en los países en desarrollo a fin de determinar el papel que cumplen estas organizaciones en los niveles macro y microeconómico.

22. Respecto a las futuras perspectivas del programa «Las empresas y la sociedad», el Instituto realizaría estudios empíricos de las experiencias que habían tenido éxito en relación con las organizaciones de empleadores. Examinaría las asociaciones entre organizaciones de empleadores y organizaciones intermediarias tales como las autoridades locales o las coaliciones empresariales y las organizaciones de base comunitaria. Asimismo, el Instituto estudiaría la posibilidad de poner en marcha un foro electrónico para el programa Las empresas y la sociedad y de potenciar la perspectiva regional del programa.

23. Por último, en cuanto a los programas de actividades intersectoriales y educativas, el Director destacó el seminario regional de Abidján (párrafo 37) y los cambios introducidos en el curso para becarios del Instituto (párrafos 42-44). La conferencia virtual sobre la tecnología de la información y las comunicaciones y los puestos de trabajo había facilitado valiosa información sobre las técnicas de utilización de medios electrónicos. Los resultados del proyecto sobre exclusión social, que el Instituto había finalizado en el bienio anterior (párrafos 61-64) seguían siendo motivo de atención: proporcionarían material para el próximo Informe Mundial sobre el Desarrollo, 2000 del Banco Mundial y habían servido para preparar los programas por países del Banco en Armenia y Albania.

24. El Sr. Khurshid Ahmed (miembro trabajador) transmitió el agradecimiento del Grupo de los Trabajadores por la labor del Instituto y el informe del Director, manifestando su apoyo a los mismos. Pese a los escasos recursos a su disposición, el Instituto había realizado una labor de gran interés para los mandantes, en particular para los trabajadores.

25. La función del Instituto no era sólo facilitar un foro mundial sobre cuestiones relacionadas con el empleo y la política social, sino también crear redes internacionales y programas educativos en estos ámbitos. A este respecto, los trabajadores estaban en una posición menos favorable que los gobiernos y los empleadores que tienen acceso a la educación, la información y a recursos para transmitir sus puntos de vista. Por consiguiente, el Grupo de los Trabajadores esperaba que el Instituto siguiese ayudando a los sindicatos a desarrollar su capacidad de investigación. La mundialización de la economía, el desarrollo de nuevas tecnologías y la liberalización del comercio ponían en peligro el respeto de los derechos sindicales y humanos, la seguridad en el empleo y la calidad de las condiciones de trabajo y de vida. El Grupo de los Trabajadores esperaba que los programas del Instituto, en particular, Los trabajadores y la sociedad, no sólo contribuirían a fortalecer las organizaciones de los trabajadores en el sector organizado, sino también a ayudar a los trabajadores de los sectores rural y no estructurado a mejorar sus condiciones de vida y de trabajo.

26. En referencia al párrafo 8 del informe, el Sr. Khurshid Ahmed manifestó su confianza en que el Instituto mantendría una estrecha cooperación con los equipos multidisciplinarios, en particular con los funcionarios de ACTRAV, tanto en la sede como en las regiones.

27. El Grupo de los Trabajadores había apreciado la conferencia que se había celebrado con la asistencia del Banco Mundial sobre la tecnología de la información y las comunicaciones y el empleo y el trabajo. El orador esperaba que los resultados de la reunión se publicarían en soporte papel, ya que los sindicatos no siempre tenían acceso a las tecnologías electrónicas.

28. El Grupo de los Trabajadores agradecía asimismo la labor del Instituto en relación con el Informe del Director General a la Conferencia Internacional del Trabajo de 1999. El orador confiaba en que en el Informe se tendrían en cuenta los problemas a que debe hacer frente la clase trabajadora, tanto en los sectores urbanos como rurales y en los países en desarrollo. No sólo se refería al empleo y al desempleo, sino también a las cuestiones de la calidad del empleo, el fomento y la defensa de los derechos sindicales, la eliminación de la discriminación, los problemas de los jóvenes trabajadores, las consecuencias de los cambios en el mercado laboral y el desarrollo de nuevas tecnologías.

29. El Sr. Ahmed esperaba que los dos grupos consultivos tuvieran vínculos con los países desarrollados y en desarrollo. Agradecería que se ofreciera información detallada sobre la red electrónica en cuanto al número de respuestas recibidas y a las organizaciones de trabajadores en relación con ésta. Le complacía que además de la red electrónica hubiese la posibilidad de enviar comunicaciones por escrito a los sindicatos que no tuviesen acceso a Internet, lo cual era particularmente importante para los sindicatos de los países en desarrollo.

30. El Grupo de los Trabajadores consideraba que la red debería tener en cuenta alguna de las preocupaciones fundamentales de los trabajadores, en particular la manera en que podrían participar eficazmente los sindicatos en el seguimiento de la Declaración. Otras cuestiones que suscitaban preocupación estaban relacionadas con las condiciones de trabajo; la seguridad del empleo; el deterioro de las condiciones de los trabajadores y sus repercusiones en la productividad; la necesidad de instituciones que proporcionaran una red de seguridad; y una orientación clara hacia los recursos humanos y el diálogo tripartito. El miembro de los trabajadores se refirió asimismo a las necesidades de formación y perfeccionamiento y a los problemas especiales del sector rural, en particular en los países en desarrollo, incluida la aplicación del Convenio sobre las organizaciones de trabajadores rurales, 1975 (núm. 141). Respecto a los estudios monográficos, el orador insistió en la importancia de mantener una estrecha colaboración con los sindicatos de distintos países.

31. El Grupo de los Trabajadores agradeció la labor realizada en el marco del proyecto Las empresas y la sociedad. Esperaba que también se tuviese en cuenta en este programa la función de los trabajadores sindicados y la importancia de los derechos sindicales y de unas mejores condiciones de trabajo. La experiencia demostraba que la colaboración entre los trabajadores y la dirección de las empresas proporcionaba mejores resultados en cuanto a productividad, calidad de los productos y relaciones laborales, a la vez que mejoraba el bienestar de los trabajadores y el progreso del conjunto de la sociedad.

32. El Sr. Anand (miembro empleador) compartía muchas de las opiniones del Sr. Ahmed. No obstante, tanto los empleadores como los sindicatos tenían dificultades para granjearse el reconocimiento público. Manifestó su gratitud al Instituto por la concepción de ambos programas -- Los trabajadores y la sociedad y Las empresas y la sociedad --, así como por su contribución a la elaboración de un concepto integrado de la empresa en la OIT. El orador destacó la importancia de fomentar la empresa con miras a la cohesión social y al desarrollo sostenible.

33. En sus últimos seis años como miembro de la Junta Directiva, el Sr. Anand había observado una tendencia a restar importancia a la función del Instituto. En los últimos años, el Director General había estado ausente de las reuniones de la Junta, y el Consejo de Administración era consciente de ello. La experiencia había puesto de manifiesto que, cuando el jefe ejecutivo de una organización no mostraba interés por la investigación y el desarrollo, ésta se sumía en la introspección. El Director General tenía un importante papel que desempeñar en su calidad de Presidente de la Junta y el orador pidió a la Sra. Hagen que le transmitiera este mensaje. La supresión de la participación de estudiosos universitarios en la Junta Directiva había influido negativamente en la labor del Instituto y de su Junta, privándole de fructíferos intercambios y propiciando la adopción de una perspectiva restringida. El Profesor Amartya Sen, reciente ganador del Premio Nobel, había hecho mención últimamente de la labor realizada por el Instituto. Cada vez era más necesario que la OIT movilizara las capacidades intelectuales del mundo para ayudar a hacer frente a los problemas del futuro.

34. En sus seis años de colaboración con el Instituto, pese a las muchas deficiencias y a no gozar su labor del adecuado reconocimiento por parte de la alta dirección, el Instituto había sabido seguir adelante, lo cual decía mucho de la convicción y de la gran dedicación y entrega de su Director y su personal. El orador confiaba en que el nuevo Director General tomase nota de estas observaciones cuando fuera nombrado en el cargo.

35. Volviendo al programa Los trabajadores y la sociedad, el Sr. Anand declaró que era necesario examinar la cuestión de la despolitización de los sindicatos. La politización de los sindicatos (en particular, en los planos nacional e internacional) era una de las razones por las que la industria solía tener una gran aprensión a los sindicatos. Era necesario analizar en profundidad esta politización, en particular porque empezaba a aparecer la misma tendencia entre las ONG. Ello contribuiría a transformar las actitudes de confrontación entre trabajadores y empleadores en relaciones de colaboración. El Sr. Anand pidió asimismo que se establecieran nexos entre el programa sobre las empresas y el programa sobre los trabajadores.

36. En relación con el programa Las empresas y la sociedad, el Instituto podía apoyar las actividades de las estructuras sobre el terreno de la OIT y los especialistas de los EMD beneficiarse de la labor del Instituto. Si bien este programa estaba relacionado con la función de las EMN en ámbitos sociales tales como el empleo y la erradicación de la pobreza, era importante que no se subestimara el papel de las PYME, que podían contribuir en mucha mayor medida que las EMN a la solución de numerosos problemas sociales. A este respecto, el potencial de la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo y su seguimiento era grande. Sin embargo, los derechos en el trabajo sólo podrían mejorar si había trabajo estable y sostenible a largo plazo. Sería de interés que el Instituto examinase en qué medida los principios fundamentales podrían traducirse en acción y contribuir al crecimiento económico. A modo de conclusión, el orador manifestó su orgullo, como miembro de la Junta Directiva por la elección del Instituto para preparar el primer Informe del nuevo Director General.

37. La Presidenta (Sra. Hagen) habló a los presentes de su larga y estrecha colaboración con el Instituto. Había apoyado al Instituto no sólo en muchas actividades, sino también en la integración de su labor en el programa de trabajo general de la OIT. Cuando acababa de tomar posesión de su cargo, el Instituto organizó un seminario de carácter muy general sobre el futuro de las instituciones de Bretton Woods que tuvo el honor de presidir. Asimismo, había participado activamente en una serie de seminarios que el Instituto había organizado en los ámbitos de la mundialización y los derechos de los trabajadores, la exclusión social y la producción mundial. La Presidenta destacó el gran valor de las conferencias públicas del Instituto, señalando que le habían aportado mucho los dinámicos intercambios intelectuales organizados por esta entidad. Más recientemente, la oradora había trabajado con el Instituto en las nuevas tecnologías del aprendizaje virtual.

38. El Sr. Anand (miembro empleador) dijo que su intención no era hacer una crítica personal. Lo que le interesaba eran las cuestiones de política, que deseaba señalar a la atención del Consejo de Administración.

39. El Sr. Ahmed (miembro trabajador), interviniendo en nombre del Grupo de los Trabajadores, manifestó que compartía la opinión de que el Instituto había desempeñado un papel muy importante, y expresó su satisfacción por el hecho de que se hubiese encargado al Instituto la preparación del Informe del Director General a la Conferencia de 1999. El orador apoyaba plenamente la opinión del Sr. Anand de que el Instituto debería contar con más recursos, así como su declaración en relación con la asociación a nivel de las empresas. No obstante, era necesario también proteger el salario mínimo y las condiciones laborales. A lo que habría que prestar mayor atención debería ser a la unidad de los trabajadores, para permitirles contribuir a una mejor calidad de vida, tanto desde el punto de vista social como económico. En cuanto al comentario del Sr. Anand sobre la despolitización de los sindicatos, recordó que la posibilidad de afiliarse, con plena libertad y sin la intervención de empleadores y gobiernos, a organizaciones nacionales e internacionales era un derecho fundamental de los trabajadores, como se refleja en el Convenio núm. 87. También era un derecho al alcance de los trabajadores y de importancia para ellos, ya que algunos gobiernos impedían esta posibilidad.

40. El Sr. Imoisili (miembro empleador) manifestó su total satisfacción con el informe que consideraba inteligente y perspicaz, ponderando al igual que sus colegas su calidad. Había tenido el privilegio de participar en muchas actividades del Instituto, entre ellas el seminario sobre producción mundial y puestos locales, y podía confirmar su alto nivel. Estaba orgulloso de haber participado en los esfuerzos para conservar el Instituto.

41. En el torbellino de la mundialización, el Instituto estaba realizando una valiosísima tarea de investigación sobre la naturaleza cambiante de las instituciones empresariales, del trabajo y la sociedad. Sin embargo, cabría añadir nuevos interrogantes al programa de investigación. Por ejemplo, ¿cuáles eran los límites de estos cambios? ¿En qué punto la libertad se convertía en anarquía? El empleo, ¿había de medirse en puestos de trabajo o en duración? ¿Cuál era la definición adecuada de empleado? ¿Cuál era el futuro de los planes de pensiones en un momento en que disminuía el porcentaje de empleados a tiempo completo? Con un horario de trabajo más reducido, ¿qué harían los trabajadores con el mayor tiempo disponible? ¿Se reflejaría esta tendencia en el crecimiento de la actividad empresarial? Por último, el Sr. Imoisili destacó la importancia de institucionalizar la nueva capacidad y los esfuerzos del Instituto, que había que sostener en el futuro.

42. La Sra. O'Donovan (miembro trabajador) hizo referencia a la inquietud general sobre la medida en que la labor del Instituto se estaba integrando en las políticas y estrategia generales de la Organización. Gran parte de la valiosa labor realizada por el Instituto no había encontrado su sitio en las actividades de la Organización. Era necesario estudiar detalladamente cómo podría el Instituto desempeñar una función más importante en la labor general de la Organización.

43. La oradora agradeció al Director su introducción, que complementó el informe de manera muy útil. El programa Los trabajadores y la sociedad era uno de los proyectos más importantes en los que podían participar los sindicatos. ¿Cómo podría el Instituto llegar a los dirigentes sindicales y hacerles participar en el tipo de debate que deseaba surgiera de este proyecto? ¿Se estaban dedicando suficientes recursos a este proyecto? Cabía preguntarse entonces si los resultados de este proyecto serían lo suficientemente importantes como para hacer frente a los retos que se planteaban a los sindicatos. ¿Cómo podría hacerse beneficiar de estos resultados a las organizaciones sindicales de todo el mundo? En cuanto a la cuestión de la despolitización de los sindicatos planteada por el Sr. Anand, la Sra. O'Donovan señaló que las empresas no estaban inmunes a la participación política y, en comparación con los sindicatos, esa participación era normalmente menos transparente y más influyente. Los sindicatos deberían tener libertad para participar en las actividades que desearan. Ahí radicaba la independencia y libertad de los sindicatos. En cuanto al sector no estructurado, el cometido de la OIT no era hacer mejores y más productivos puestos de trabajo del mismo, sino integrar a éste en el sector estructurado de una forma plenamente conforme a las normas y condiciones mínimas estipuladas en los diversos convenios de la OIT. La oradora se felicitó por la participación del Instituto en las actividades del Banco Mundial. Durante mucho tiempo, el Grupo de los Trabajadores había intentado que la OIT colaborara más activamente con el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, y desearía que esta cooperación continuara. El foro sobre la mujer como agente de cambio fue una propuesta extremadamente innovadora y creativa, por cuanto abarcaba una dimensión muy importante. Convendría asimismo examinar el papel de las mujeres como agentes de cambio en las organizaciones de empleadores y trabajadores y la medida en que su presencia estaba cambiando los programas de las organizaciones.

44. El representante del Gobierno del Brasil felicitó al Instituto por su importante programa de actividades de 1998. Su Gobierno había declarado en la última reunión de la Junta Directiva que los programas «Las empresas y la sociedad» y «Los trabajadores y la sociedad» deberían incluir la labor realizada en relación con el Estado y comprobaba ahora que eso era lo que se estaba haciendo. Los gobiernos podrían utilizar los resultados de esos programas como base para analizar la acción del Estado. El orador pidió mayor información en relación con el programa «El Estado y la sociedad». Por último, observó que en diversas ocasiones durante la reunión del Consejo de Administración se había destacado la función del Instituto, lo cual era un claro indicio de la creciente importancia de esta institución y de su mandato, que a su juicio desempeñaría un papel cada vez más analítico en la OIT.

45. El representante del Gobierno de la República de Corea felicitó al Sr. Gopinath y al personal del Instituto por la labor y los avances realizados. Las principales cuestiones en la actualidad parecían converger en el empleo; éste era el problema fundamental en la consecución del objetivo común de progreso y justicia sociales. A este respecto, el orador manifestó su confianza en que el Instituto dedicaría más recursos a la cuestión de la generación de empleo y los aspectos conexos. El Instituto no debería abordar únicamente problemas actuales, sino también prever futuros problemas y anticiparse a ellos. Los programas del Instituto deberían seguir teniendo en cuenta la diversidad entre los países, en cuanto a los niveles de desarrollo y a las diferencias en las pautas sociales, económicas y culturales.

46. El Sr. Sunmonu (miembro trabajador) felicitó al Instituto por la labor efectuada y por sus progresistas actividades de investigación. La labor del Instituto parecía ir bastante por delante de la de algunos departamentos de la OIT y era necesario examinar cómo podrían establecerse relaciones de «retroalimentación» para que la OIT pudiese aprovecharla al máximo.

47. El Sr. Radwan (Director del Departamento de Políticas de Desarrollo de la OIT, POLDEV) se refirió a los vínculos entre el Instituto y otros departamentos de la OIT. La ventaja comparativa del Instituto le permitía mantenerse en primera línea en lo que se refiere a las nuevas cuestiones que surgían en el mundo del trabajo y el empleo. Ofreció dos ejemplos de cooperación entre el Instituto y departamentos técnicos tales como POLDEV. El Instituto, en estrecha colaboración con diversos departamentos técnicos como el suyo, había desarrollado inicialmente todo el área de pobreza y exclusión social, que había pasado posteriormente a incorporarse al propio programa del departamento, que le había absorbido. En segundo lugar, la labor preparatoria del informe de 1999 del Director General, que dirigió el Instituto, estableció nuevos niveles de cooperación y transparencia. Fue un proceso marcado por intensas consultas e intercambio de puntos de vista entre el Instituto y la OIT.

48. El Sr. Hultin (Director del Departamento de Desarrollo de Empresas y Cooperativas de la OIT) también se refirió a la cooperación entre el Instituto y la OIT. Su departamento había trabajado estrechamente con el Instituto en la organización de la conferencia virtual, que era un experimento innovador de la OIT. También se había mantenido una estrecha cooperación con el Instituto para estudiar tres aspectos de las políticas empresariales en los mercados mundiales: la conciliación de los intereses comerciales de las empresas con los efectos sociales de su actividad; la participación de la empresa en la comunidad; y los problemas que plantean las diferencias entre los distintos marcos legislativos de los países. Con objeto de examinar y precisar este nuevo programa de la empresa, la OIT necesitaba llegar no sólo a una amplia gama de agentes de los sectores empresarial e institucional, sino también de los círculos eruditos universitarios. La función del Instituto era indispensable para esa tarea de la OIT.

49. El Director del Instituto agradeció a los miembros de la Junta Directiva su apoyo y sus propuestas constructivas. Le complacía confirmar y agradecer el respaldo de la Sra. Hagen a la labor del Instituto. En respuesta a las observaciones del Sr. Ahmed, el Director reconoció la importancia de las cuestiones de los derechos sindicales, el desempleo juvenil y el sector no estructurado para los futuros programas de la OIT y el Instituto. A este respecto, se pondría a disposición información procedente de los grupos consultivos y de los estudios monográficos, una decisión que fue adoptada tras consultar al ACTRAV y a organizaciones de trabajadores. En cuanto a los vínculos entre los programas «Los trabajadores y la sociedad» y «Las empresas y la sociedad», subrayó que, por el momento, los objetivos de estos programas eran entender las cuestiones que preocupaban a los propios mandantes de la OIT, pero que, naturalmente, a medida que avanzaran las investigaciones surgirían estos vínculos. Respecto al calendario, los programas deberían funcionar durante al menos dos bienios para que arrojaran resultados útiles. El Director del Instituto tomó nota de las observaciones del Sr. Anand sobre la importancia de la función social de las PYME y señaló que el Instituto centraría la atención en las asociaciones de empleadores y las organizaciones intermediarias más que en las pequeñas y medianas empresas como tales, que eran competencia del Departamento de Desarrollo de Empresas y Cooperativas. El Sr. Imoisili había planteado algunas cuestiones de gran trascendencia que, aunque no se podían tratar adecuadamente en el marco del Instituto, se tendrían sin duda en cuenta en el Informe del Director General debido a su importancia para las futuras estrategias de la OIT. En respuesta al interés mostrado por la Sra. O'Donovan y el Sr. Sunmonu acerca de los vínculos entre la OIT y el Instituto, el Director indicó que el Sr. Radwan y el Sr. Hultin, además de la propia Presidenta, habían hecho referencia a ejemplos concretos. En su calidad de Director, había puesto especial cuidado en que el programa del Instituto fuese concebido para crear esas sinergias, y así lo indicaba el informe. También había una variedad de formas de constante cooperación informal. Sin embargo, la Sra. O'Donovan se había referido a una cuestión más fundamental: ¿cómo crear estructuras institucionalizadas para los intercambios entre el Instituto y la OIT? Esta cuestión sobrepasaba las competencias del propio Instituto y llevaba a problemas más amplios de política de investigación y de programación en la OIT. Eran éstas importantes cuestiones de política de la Organización que habían de considerarse en un contexto más amplio. En cuanto al impacto de los nuevos programas del Instituto, el Director recordó que su objetivo era, en primer lugar, llegar a entender mejor cómo los sindicatos y las organizaciones de empleadores estaban respondiendo a la mundialización; y en segundo, actuar como catalizador para mejorar y profundizar futuras actividades de la OIT en apoyo de agentes sociales y promover el intercambio de experiencias comparativas. El Director tomó nota de la valiosa sugerencia de la Sra. O'Donovan respecto a la conferencia sobre la mujer propuesta, que esperaba contribuyera al desarrollo de una política en relación con la diferencia entre los sexos en la OIT. En lo que se refiere a la futura labor sobre la función del Estado, a que se refirió el representante del Gobierno del Brasil, el Instituto examinaría de qué manera las actividades del Estado estaban cambiando concretamente respecto al empleo, la seguridad social, el desarrollo de los recursos humanos y las relaciones laborales.

50. El Sr. Anand acogió con agrado que el Director se refiriera a los estudios comparativos sobre el papel de las organizaciones de empleadores, que serán de gran ayuda. Destacó la importancia de los estudios que abordan la prevención más que la solución de conflictos en las relaciones laborales. Por último, el orador propuso que se restableciera la participación de los estudiosos independientes en la Junta Directiva.

51. La Presidenta observó que había acuerdo general respecto a la recomendación hecha al Consejo de Administración de que examinara la manera de restablecer la participación de estudiosos universitarios en la Junta.

52. La Junta Directiva tomó nota del informe del Director.

Aceptación de contribuciones y donativos

53. La Junta Directiva del Instituto recomienda al Consejo de Administración que acepte, y agradezca, las sumas adicionales recibidas del legado Phelan, así como la contribución de las Confederaciones de Empleadores de Dinamarca, Finlandia, Noruega y Suecia al curso para becarios.

Ginebra, 18 de noviembre de 1998.

Punto que requiere decisión: párrafo 53.


1.  Documento INS.B.XL/1, que se adjunta.

2.  Documento INS.B.XL/2, que se adjunta.


Puesto al día por VC. Aprobada por NdW. Ultima actualización: 26 de febrero de 2000.