GB.271/PFA/3 |
Comisión de Programa, Presupuesto y Administracion |
PFA |
TERCER PUNTO DEL ORDEN DEL DIA
Informe de la Subcomisión de Construcciones
1. La Subcomisión de Construcciones examinó los informes sobre la marcha de los trabajos de ampliación de los locales de la oficina regional de la OIT para Africa en Abidján(1) y sobre la construcción de los locales de la oficina de la OIT en Islamabad(2) .
Informes sobre la
marcha de los trabajos de ampliación
de los locales de la oficina regional de la OIT
para Africa en Abidján
2. De acuerdo con el programa de las obras, en febrero de 1998 se tomó posesión de manera provisional del anexo del edificio. Se comprobó que todos los trabajos se habían efectuado de conformidad con los planes arquitectónicos y los criterios técnicos estipulados por la OIT. Se previó, además, que sería posible instalarse en las nuevas oficinas en la tercera semana del mes de marzo de 1998.
3. Se hizo notar que el costo que supuso la construcción del anexo no sobrepasó el límite del crédito presupuestario asignado por el Consejo de Administración, el cual ascendía a 641.000 dólares de los Estados Unidos. El edificio ha resultado aparentemente una excelente inversión dado el aumento del valor de la propiedad en Abidján durante los últimos 18 meses. Según han opinado fuentes locales, el nuevo edificio tendría ya un valor dos a tres veces superior a su precio de costo.
Informes sobre la
marcha de los trabajos de construcción
de los locales de la oficina de la OIT en
Islamabad
4. En la reunión anterior (noviembre de 1997), se informó a la Subcomisión que, a esa altura de los trabajos, se esperaba que el personal de la oficina de Islamabad podría trasladarse a los nuevos locales a fines de 1997, y que el resto de los trabajos previstos podrían completarse para mayo de 1998. Esta información se basaba principalmente en los informes sobre la marcha de los trabajos que el consultor había presentado a la OIT.
5. En el contrato concluido entre la OIT y el consultor se prevé específicamente que el consultor garantizará que todos los gastos que se realicen puedan cubrirse con el presupuesto aprobado por la OIT. La OIT ha celebrado acuerdos idénticos con arquitectos, en relación con los otros proyectos de edificación, los cuales han tenido resultados totalmente satisfactorios. En vista de las demoras iniciales que tuvo el proyecto y de la posibilidad de que durante el período previsto se produjesen aumentos del costo del acero, el cemento y la mano de obra, la Oficina solicitó al consultor en reiteradas ocasiones desde abril de 1997 que efectuara una actualización de la estimación del costo total del edificio. A pesar de los frecuentes recordatorios, no se proporcionó información alguna respecto de posibles aumentos de los costos, y esto indujo a error a la Oficina ya que en los informes sobre la marcha de los trabajos no se hacía referencia al tema del aumento de los costos.
6. Tan sólo a finales de 1997, el consultor informó a la Oficina que los costos del proyecto serían superiores a los previstos, pero sin proporcionar suficientes datos precisos para determinar a cuánto ascendería la diferencia. La Oficina recibió esta información al mismo tiempo que la última factura de la empresa constructora, la cual de haberse pagado en su totalidad habría sobrepasado la suma asignada para el proyecto. La Oficina se encontró así prácticamente frente a un hecho consumado. Dado que la mayoría de los trabajos de construcción ya se habían llevado a cabo, las posibilidades que tenía la Oficina de economizar recursos reduciendo ciertas exigencias eran evidentemente muy limitadas, y era además mucho más difícil comprobar retroactivamente los aumentos de costos aducidos que si se hubiese alertado mucho antes a la Oficina acerca del exceso de los gastos.
7. En tales circunstancias, la Oficina había informado a la empresa constructora que sería imposible efectuar nuevos pagos mientras que la situación financiera del proyecto no se hubiese aclarado por completo. Como consecuencia del no pago de esa factura, la empresa suspendió todos los trabajos en las obras.
8. No bien surgieron estas dificultades imprevistas en relación con el proyecto, la Oficina informó inmediatamente al Auditor Externo acerca de la situación y le solicitó que emprendiese una fiscalización completa del proyecto. En las conversaciones que se mantuvieron con los empleados del Auditor Externo se acordó que sería conveniente que un experto en construcción les acompañase, no sólo para proporcionarles asesoramiento técnico e información, sino también para llevar a cabo un estudio independiente sobre el programa de construcción y la marcha de los trabajos. A tales efectos, se recurrió a los servicios de Over Arup y Partners, una reputada firma de ingenieros asesores instalada en Londres, que ya había efectuado anteriormente trabajos para la Auditoría Nacional del Reino Unido.
9. No cabía duda, además, de que el Auditor Externo sometería al Consejo de Administración, en junio de 1998, sus principales conclusiones al respecto en el informe financiero y los estados financieros comprobados para el sexagésimo quinto ejercicio económico (1996-1997).
10. En sus conclusiones preliminares, el Auditor Externo confirmó que el contrato de obra había sido adjudicado de conformidad con los procedimientos de adquisición de la OIT y que se había organizado una convocatoria de licitación en buena y debida forma. El Auditor Externo observó que la OIT había encargado a un arquitecto de renombre que supervisase detenidamente los trabajos y que dicho arquitecto/asesor estaba obligado por contrato a supervisar minuciosamente el proyecto y a garantizar que todos los costos incurridos estuviesen cubiertos por el presupuesto que había aprobado la OIT. El Auditor confirmó que dicho asesor presentó una visión parcial y a veces errónea del estado general del proyecto y que, por eso, los mecanismos previstos para la presentación de informes no habían servido para alertar a la Oficina acerca del aumento de los costos.
11. El Auditor informó también que el aumento de los costos se debía a que el arquitecto/asesor había presentado en la estimación cualitativa original una información incompleta, lo cual había dado lugar a una subestimación del verdadero valor contractual de la obra. Los aumentos se debían no sólo a la escalada de los costos de ciertos materiales y de la mano de obra, que ya se habían previsto en el contrato, sino también a ciertos cambios en el diseño.
12. El ingeniero asesor confirmó que la calidad de la construcción era en general buena y estaba en conformidad con los planos del diseño. Tanto el Auditor como el ingeniero manifestaron que, aunque el costo total del edificio sobrepasaría el precio inicialmente previsto en el contrato, el costo total podría ajustarse perfectamente a los costos de edificios comparables de la zona y que, una vez terminado, el edificio tendría probablemente un valor en capital bastante superior al costo global.
13. El Presidente, al resumir los acontecimientos que se habían producido desde la reunión anterior, indicó que la Oficina había actuado correctamente cuando se negó a pagar el importe total de la última factura que había recibido del contratista y pidió se llevase a cabo una auditoría de todo el proyecto. A la luz de las informaciones proporcionadas por el Auditor Externo en relación con las causas que habían provocado el exceso de costos, estuvo de acuerdo con el Director General en que había que buscar una solución negociada con el contratista para poder terminar el proyecto.
14. El Sr. Anand (miembro empleador) lamentó que el asesor no se hubiera ceñido a las cláusulas del contrato que había firmado con la OIT. La Oficina, una vez que tuvo conocimiento de los sobrecostos del proyecto, había actuado correctamente al solicitar que el Auditor Externo y una empresa de ingenieros asesores llevasen a cabo una auditoría completa. No obstante, no era de extrañar que hubiesen aumentado los costos ya que se produjo una escalada general de los costos de las obras en la región. El orador manifestó su esperanza de que los miembros locales de la Subcomisión pudiesen ejercer su influencia y que las negociaciones para resolver el conflicto terminasen lo antes posible.
15. El Sr. Tabani (miembro empleador) expresó su agrado por el documento de la Oficina, en el que se describían de forma clara y completa los acontecimientos que se habían producido hasta el final de 1997. El informe del Auditor Externo mostraba claramente que el asesor no cumplió con las responsabilidades contractuales y que de presentar una queja formal a su colegio profesional podría enfrentarse a un proceso disciplinario. El orador estuvo de acuerdo con el Presidente en que, como primera medida, debería autorizarse a la Oficina a que continuase negociando con el contratista actual para resolver la cuestión tan rápido como fuese posible. A fin de mejorar la supervisión del proyecto, podría ser útil que la Oficina estableciese unos procedimientos de supervisión para garantizar que esta experiencia no vuelva a repetirse.
16. El representante del Gobierno de la República Islámica del Irán estuvo de acuerdo con las declaraciones realizadas por los oradores anteriores. El asesor había claramente infringido sus deberes contractuales al no informar a la Oficina de los sobrecostos. La Oficina debería adoptar una actitud firme en sus negociaciones con el asesor, incluso hasta el punto de amenazarle con llevarle a los tribunales. El orador manifestó su esperanza de que la cuestión se resuelva satisfactoriamente antes de que se celebre la próxima reunión del Consejo de Administración.
17. El Sr. Khurshid Ahmed (miembro trabajador) lamentó que el arquitecto/asesor no hubiese mantenido informada a la OIT de la escalada de los costos del proyecto como debía hacer de acuerdo con las cláusulas del contrato. No obstante, merecía la pena tomar nota de que los costos totales de la obra probablemente se ajustaban a los de edificios similares de la zona. Estuvo de acuerdo en que la Oficina debería mantenerse firme en sus discusiones con el contratista, cuyo trabajo debería ser estrechamente vigilado por la Oficina hasta que terminase su contrato.
18. A modo de conclusión, el Presidente puso de manifiesto que los miembros de la Subcomisión habían apoyado unánimemente al Director General en sus esfuerzos por buscar una solución satisfactoria y proteger plenamente los intereses de la Oficina. Confiaban en que las partes llegasen a un compromiso justo para evitar pleitos largos y costosos. El Presidente también pidió a la Oficina que mantenga a la Comisión informada de los resultados de estas discusiones.
Ginebra, 17 de marzo de 1998.
2. Documento GB.271/PFA/BS/2.