Campaña Tarjeta Roja al Trabajo Infantil

Iniciativa impulsada en Chile por la OIT y la ANFP para alertar sobre la urgencia de la prevención y erradicación del trabajo infantil en el país.

En varias disciplinas deportivas, en particular, en el fútbol, una tarjeta roja simboliza la sanción aplicada a alguien que ha cometido una falta por la que puede ser expulsado de la cancha.

En 2002, la OIT decidió utilizar este símbolo para crear conciencia sobre la prevención, la lucha contra el trabajo infantil y la abolición de este mal a través de campañas de sensibilización.

La “tarjeta roja” de la OIT se aplica durante los torneos de fútbol internacionales para informar al público sobre cuestiones de trabajo infantil e impulsar de este modo un movimiento internacional en favor de la erradicación de este mal. Es una iniciativa que cuenta con el apoyo de la FIFA y un convenio de colaboración con la Confederación Sudamericana de Fútbol. Desde su creación, se ha aplicado en torneos de fútbol internacionales y latinoamericanos. Además, se han sumado importantes figuras del mundo del deporte como Pelé.

Campaña Tarjeta Roja en Chile


La OIT, como parte de las acciones del Día Mundial 2010, concedió a la ANFP el título de “Colaboradora Especial de la OIT para la lucha contra el Trabajo Infantil”, en reconocimiento a su apoyo a esta campaña.

La OIT y la ANFP llaman a unirse a esta iniciativa, difundiendo en los medios institucionales u otro los productos de la campaña: spots de televisión, cuñas radiales, banner y calendario mundialero. Estos cuentan con el apoyo de uno de los primeros impulsores de esta iniciativa en el país: Claudio Bravo, Capitán de la Selección Chilena.

Trabajo Infantil en Chile


De acuerdo a la Primera Encuesta Nacional de Actividades de Niños y Adolescentes (OIT- MINTRAB- INE, 2003), hay más de 200 mil personas entre 5 y 17 años que trabajan. De éstos 107 mil, el 3% trabaja en condiciones inaceptables, es decir, no asisten a la escuela, laboran en la calle, y/o en jornadas extensas o nocturnas. A ello se suma, que al menos 42 mil (1,2%) realiza trabajo doméstico para su propio hogar por más de 21 horas a la semana.

Las principales consecuencias del trabajo infantil son: el sufrimiento físico, psicológico y moral. A esto sumamos el distanciamiento de la educación, que será a su vez una de las causas de su pobreza futura. Este último factor determina directamente las posibilidades de obtener mejores oportunidades en su vida adulta como por ejemplo, poder optar a un “Trabajo Decente”.