Chile: Oportunidades y desafíos para una migración laboral con trabajo decente

Chile se ha convertido en un polo de atracción de un grupo heterogéneo de inmigrantes en la región, motivados principalmente por fines laborales. Actualmente cerca del 72% de las visas que se entregan están relacionadas con trabajo.

Noticia | 6 de octubre de 2017
Santiago de Chile.- Las principales oportunidades y desafíos que plantean para el trabajo decente la reciente expansión y diversificación de los flujos migratorios en Chile, fue uno de los temas analizados durante una reunión regional tripartita que se llevó a cabo esta semana en la sede de la OIT en Santiago.

Datos disponibles muestran que en la actualidad habrían cerca de 470 mil migrantes permanentes viviendo en Chile, lo que correspondería al 2,7% de la población nacional (CASEN, 2015). Este porcentaje se cuadruplicó en los últimos 30 años.

Una nota técnica preparada por la Oficina de la OIT para el Cono Sur en este tema además señala que la migración es netamente regional: tres de cada cuatro migrantes residentes en el país provienen de otros países sudamericanos, y si bien en muchos casos las personas migrantes provienen de países con situaciones que presentan diferentes grados de conflictividad social, los flujos migratorios hacia Chile tienen principalmente motivaciones laborales.

En este sentido, Fabio Bertranou, director de la Oficina de la OIT para el Cono Sur de América Latina, señaló que "asumir las migraciones laborales desde un enfoque de derechos, acorde a los principios de justicia social y del trabajo decente, es un imperativo para Chile".

En el seminario tripartito participaron representantes de gobiernos, organizaciones de empleadores y de trabajadores de siete países de la región, así como de organismos internacionales como la CEPAL, la OIM, y la coordinadora residente del Sistema de Naciones Unidas en Chile, Silvia Rucks, y fue convocado con el objetivo de conocer los principales procesos en los que la migración laboral se desarrolla y las buenas experiencias de países que han cambiado su legislación en esta materia.

La reunión convocó este lunes y martes a delegados de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay, quienes destacaron la importancia de analizar desafíos como la necesidad de promover las capacidades institucionales de los Ministerios de Trabajo para abordar el tema de las migraciones, y fortalecer los lazos entre políticas de empleo y de migración laboral.

También se destacó la necesidad de mejorar la información y las estadísticas sobre migración laboral, fortalecer los sistemas de información sobre las migraciones laborales y tomar medidas concretas para promover la migración regular, segura y equitativa.

Buenas prácticas

Durante el encuentro, un panel compuesto por representantes de gobierno, organizaciones de empleadores y de trabajadores de Chile, abordó las principales lecciones aprendidas en materia de migración laboral en el país.

De la situación chilena, se destacó en particular la importancia del diálogo social para abordar los déficits de trabajo decente de los migrantes y para enfrentar el importante desafío de articulación entre las políticas migratorias, las políticas sociales, las políticas de empleo y las instituciones laborales.

Además, se valoró especialmente la contribución que ha realizado la OIT a través de la generación de conocimiento sobre las migraciones laborales; el apoyo dado al proceso de fortalecimiento y modernización de la Dirección del Trabajo, al Departamento de Extranjería y Migración (DEM); a las organizaciones sindicales, en la conformación y acompañamiento del trabajo de una mesa sindical que aborda la problemática de las migraciones y que está compuesta por representantes de la CUT, la CAT y la UNT; y al sector empleador, representado por la CPC, con quien recientemente se trabajó en un estudio para conocer la percepción de este sector sobre el trabajo migrante.

La OIT destacó la necesidad de abordar los desafíos planteados por la migración en situación irregular, que contribuye con la informalidad, de los trabajadores menos calificados, que suelen estar expuestos a déficits de trabajo decente; de las mujeres, que representan al menos la mitad de los trabajadores migrantes, y que suelen estar expuestas a situaciones de acoso laboral e incluso ser víctimas de explotación y trata; y de los niños, que a nivel mundial representan 10,4 por ciento del total.

La reunión regional realizada en Santiago además es parte de las acciones que se están llevando a cabo en el marco de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, que fue aprobada por los dirigentes mundiales en septiembre de 2015. Esta Agenda contempla un conjunto de 17 objetivos globales para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos, mediante el cumplimiento de metas específicas que deben alcanzarse en los próximos 15 años.

Aunque el trabajo decente y la migración atraviesan toda la Ageda 2030, guardan especial relación con el ODS 8, sobre crecimiento económico y trabajo decente y con el ODS 10 relativo a reducir la desigualdad en los países y entre ellos.