Trabajadores rurales de Colombia acceden a información oportuna sobre estrategias de apoyo disponibles en el marco de la COVID-19

OIT recoge en una cartilla, dirigida a los sindicatos, detalles sobre programas y estrategias que diversos actores han puesto en marcha para apoyar, entre otros, a los trabajadores rurales no asalariados a hacer frente a la crisis producida por la pandemia.

Noticia | 6 de agosto de 2020
Bogotá - El trabajo en el campo colombiano se caracteriza por profundos déficits de trabajo decente. En 2019, estos se vieron reflejados en una tasa de informalidad de 85,3% de la población ocupada, lo que equivale a decir que de poco más de 4 millones de ocupados de centros poblados y zona rural dispersa, 3.431.000 están en la informalidad.

“En el 2020 el panorama para esta población trabajadora es aún más sombrío”, dijo Diana Salcedo, coordinadora de proyectos de la OIT en Colombia. “Las consecuencias económicas y sociales de la crisis generada por la COVID-19 han agudizado las brechas y empeorado las condiciones del mercado laboral que ya eran graves antes de la llegada de la pandemia”, aseguró.

Para hacer frente al impacto económico y social de la población rural y urbana durante la emergencia, en Colombia se han puesto en marcha algunas iniciativas a las que podrían acceder los trabajadores rurales no asalariados, aunque se requiere aún avanzar en estrategias que reconozcan las particularidades y necesidades del sector rural.

La OIT, como parte de la asistencia técnica que brinda a la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC), ha diseñado una cartilla que resume los programas y estrategias que podrían beneficiar a los trabajadores y trabajadoras rurales no asalariados. El documento describe uno a uno los auxilios económicos, las líneas de crédito y los giros especiales que se ofrecen en el marco de la emergencia.

De las diez estrategias identificadas en la cartilla Programas y estrategias que podrían beneficiar a los trabajadores y trabajadoras rurales no asalariados en el marco de la emergencia, se identificaron cuatro programas destinados exclusivamente a la población trabajadora del agro colombiano. Dos de ellos han sido creados por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, a través de los operadores financieros FINAGRO y el Banco Agrario, y están dirigidos a la población mayor de 70 años y a los pequeños y medianos productores; una tercera estrategia ha sido creada por Fedepalma y está dirigida a los grupos más vulnerables de las zonas palmeras; y, por último, se ha habilitado la línea de crédito “Emprendedores Agro” de INNPULSA COLOMBIA del Banco Agrario.

Las otras seis estrategias o programas identificados en la cartilla hacen parte de los auxilios económicos creados para la población en general.

La OIT pone a disposición de las centrales sindicales este material para facilitar el acceso de los trabajadores y trabajadoras rurales a información útil sobre las características de estos programas y estrategias, el enfoque sectorial, la cobertura, la temporalidad y las condiciones de cada uno.

La cartilla ha sido elaborada en el marco del proyecto Fortalecimiento de las organizaciones sindicales rurales en el post conflicto en Colombia, que implementa la OIT con apoyo de la Embajada de Noruega.