El trabajo infantil y su vinculación con el ejercicio del derecho a la educación en Paraguay

El estudio presenta un examen de las políticas y programas relacionados con el trabajo infantil, en particular las mas afines al sistema educativo.

El objetivo de este estudio es contribuir a la prevención y erradicación del trabajo infantil a través de la educación. La finalidad principal del estudio es proporcionar a los actores responsables del sistema educativo instrumentos para diseñar las políticas, formular los planes educativos y desarrollar los documentos técnico-normativos, tomando en consideración los efectos del trabajo infantil en el ejercicio efectivo del derecho a la educación en Paraguay.

En el estudio se ha puesto énfasis en el trabajo infantil y su impacto en el ejercicio del derecho a la educación de niños y adolescentes en Paraguay. En este sentido, permanece el trabajo infantil rural como el de mayor presencia, seguido del trabajo doméstico, mayoritariamente realizado por niñas y adolescentes mujeres, aún cuando este último esta subregistrado. El análisis, tanto estadístico como critico del trabajo infantil y la educación, permitió visibilizar los factores que propician y mantienen la temprana incorporación de niños al mercado laboral y en consiguiente, el abandono escolar. Uno de ellos responde a razones histórico-culturales que determinan que una parte del trabajo infantil en Paraguay sea considerado normal o natural, tal es el caso del criadazgo, que no solo involucra a familias sino a toda la sociedad.

La ruralidad histórica, así como las transformaciones actuales de la agricultura y la vida de los campesinos, también ha tenido una gran incidencia en el trabajo infantil en el país, con más de 120.000 niños de 6 a 17 anos de edad que no asisten a la escuela en el área rural. De ahí que sea posible señalar que un alto número de ellos estaría integrándose al trabajo agrícola, a pesar del creciente proceso de urbanización y migración a las ciudades.

La concentración de los recursos productivos muestra su incidencia en las condiciones que nutren el trabajo infantil. Conforme a los datos del último Censo Agropecuario (2008), se registra un aumento en la concentración de la tierra en manos de pocas personas. Así, el 85,5% de las tierras en el país pertenecen al 2% de la población.

En el proceso de estudio, la vinculación entre pobreza y trabajo infantil se mostró como definitoria, principalmente en el área rural, donde afecta a casi la mitad de la población. La pobreza muestra su relación mas evidente con el trabajo infantil al observar los quintiles de menores recursos, donde justamente a menor ingreso mayor es el número de niños y adolescentes vinculados al trabajo. Por lo general, estos aportan alrededor del 25% de los ingresos familiares y dado que las familias pobres gastan la mayor parte de sus ingresos en alimentación, resulta evidente que los ingresos aportados por la niñez trabajadora son determinantes para la supervivencia de éstas.

Ante esta realidad, se encuentra que cerca del 30% de los niños que realizan alguna actividad económica (remunerada o no) no asisten a la escuela y el 12,5% de las niñas en trabajo doméstico tampoco. El Censo de 2002 señala que 274.175 niños de ambos sexos en edad escolar no estaban asistiendo a la escuela. Actualmente, el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) calcula esa cifra en 280.000 niños, de los cuales el 63% vive en zonas rurales. Se evidencia entonces también el vínculo educación y ruralidad, como uno de los factores de mayor incidencia en el trabajo infantil.

En términos de asistencia escolar, entre la población infantil trabajadora se registra un descenso en mas de 10 puntos porcentuales conforme aumenta la edad, lo que implica que cerca del 40% de la niñez que trabaja en edad escolar no este integrada al sistema educativo. Lo más preocupante ocurre también en el área rural, donde cerca del 50% de los adolescentes de 15 a 17 años de edad que trabajan, no estudian.

Otra variable analizada la constituye la sobre-edad con la que un alto porcentaje de niños ingresan al sistema educativo. Esto demuestra un desfase entre la edad establecida y la realidad, lo cual también aparece asociado a problemas de accesibilidad a los servicios educativos y a presiones que reciben los niños para asumir responsabilidades laborales incrementando las probabilidades de deserción escolar. En este contexto la escolarización a tiempo completo aparece más como un lujo que como un derecho básico, en especial en la zona rural.

Así, la situación socioeconómica, la elevada pobreza en la que vive gran parte de la población rural campesina, la dificultades lingüísticas no atendidas, los procesos de urbanización ligados a la globalización y una dolarización económica y social que se expresa en los índices de distribución del ingreso, aparecen como la base que nutre el trabajo infantil y su incidencia como el principal factor de ausencia o deserción del sistema escolar.

La exclusión educativa que lesiona el derecho a la educación de niños y adolescentes se interpreto, en base a los datos estudiados, no como causante del trabajo infantil sino como uno de sus efectos, donde concurren factores principalmente derivados de las estructuras económicas y culturales, tales como el criadazgo, y las inadecuadas metodologías escolares con las que se aborda la situación lingüística de la población en edad escolar.

El estudio presenta un examen de las políticas y programas relacionados con el trabajo infantil, en particular las mas afines al sistema educativo, demostrando la necesidad de una articulación interinstitucional de creación y aplicación de políticas, planes y programas conjuntos para enfrentar el trabajo infantil y principalmente sus peores formas.