Tripartismo y migración
El diálogo social para mejorar la política y la gobernanza de la migración
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Es imprescindible reconocer de qué manera la migración laboral incide en los mercados de trabajo, y la forma en que la participación de los interlocutores sociales puede ayudar a incorporar una dimensión social en las políticas en la materia. Los interlocutores sociales pueden proporcionar información temprana sobre las necesidades del mercado de trabajo, y también debieran ser consultados sobre las políticas de admisión de la mano de obra migrante; por ejemplo, en la fijación de cupos o de listados de ocupaciones en relación con las cuales hay escasez de mano de obra, y en otros temas.
La migración laboral y la libre circulación de la mano de obra cada vez cobran más relevancia en el programa de los procesos de integración regional. De hecho, la experiencia ha demostrado que los convenios regionales en materia de migración laboral suelen tener una repercusión más inmediata que las convenciones o tratados internacionales, sobre el modo y las condiciones en que las personas se desplazan, y en qué circunstancias. Ello pone de manifiesto la necesidad de planteamientos políticos regionales y de coordinación, a fin de armonizar la normativa laboral, incluso sobre cuestiones tales como el reconocimiento de las calificaciones profesionales, la cobertura de la seguridad social y la transferibilidad de las prestaciones. En consecuencia, es fundamental establecer mecanismos de diálogo social también a nivel subregional y regional.
La Reunión técnica tripartita sobre migración laboral celebrada por la OIT en noviembre de 2013, constituye un buen ejemplo de diálogo social en torno a la problemática de la migración de la mano de obra. Los expertos presentes en la reunión reiteraron que, el diálogo social a escala local, nacional, bilateral, subregional, regional e internacional, permitirá a los mandantes tripartitos de la OIT desempeñar un importante papel en la formulación de las leyes y políticas relativas a la migración laboral basadas en los derechos, transparentes y congruentes, que contemplen las necesidades del mercado de trabajo. El diálogo social de ámbito internacional y de ámbito regional guarda estrecha relación con la creación de mecanismos y procesos sólidos a escala nacional.