Trabajadores domésticos migrantes

Hoy en día las mujeres representan cerca de la mitad de la población total de migrantes internacionales en el mundo. Se desplazan, cada vez más, como trabajadoras independientes, por lo general hacia países más desarrollados en busca de una vida mejor para ellas y sus familias. Como los mismos patrones de desigualdad de género se repiten, al llegar a destino tienden a encontrar trabajo en ocupaciones en las que siempre han predominado las mujeres, como el trabajo doméstico.

La relación entre trabajo doméstico y migración laboral internacional femenina se encuentra bien establecida. La creciente demanda de servicio doméstico para hogares es considerada como una de las principales causas de la feminización de la migración laboral que ha venido apreciándose en las últimas décadas.

Los trabajadores domésticos migrantes proporcionan servicios indispensables a los países a donde van, y contribuyen a la riqueza de las sociedades que envejecen y al sostenimiento del bienestar de estos países y de sus sistemas de empleo. Sin embargo, al igual que otros trabajadores migrantes, las trabajadoras y los trabajadores domésticos migrantes llegan a enfrentarse a situaciones añadidas de vulnerabilidad que derivan en la violación de sus derechos humanos y laborales. Sus puntos vulnerables suelen guardar relación con mecanismos de contratación precarios (incluida la sustitución del pasaporte por el contrato, así como el cobro de tarifas excesivas); la ausencia de mecanismos de asistencia y protección adaptados; el aislamiento social y cultural al que pueden enfrentarse en el país de destino debido a las diferencias lingüísticas y culturales; la falta de información precisa y de conocimiento de las condiciones de empleo con antelación; la falta de cobertura de la legislación laboral y/o de control de su aplicación en el país de destino; y las restricciones a la libertad de circulación y de asociación, entre otras situaciones.

La OIT reconoce las situaciones específicas de vulnerabilidad a las que los trabajadores domésticos migrantes están expuestos y la necesidad de mejorar la legislación y las políticas laboral y migratoria; en particular, la coherencia entre ellas. De conformidad con el nuevo Convenio sobre el trabajo decente para las trabajadoras y los trabajadores domésticos (núm. 189), 2011, y con la Recomendación núm. 201,la OIT ha formulado una estrategia global para ayudar a sus mandantes a proporcionar trabajo decente a los trabajadores domésticos. En el marco de esta estrategia, MIGRANT está empeñada en aumentar los conocimientos; crear conciencia; promover el intercambio y el diálogo; y desarrollar instrumentos de política, para conseguir la protección efectiva de los derechos de los trabajadores domésticos migrantes, promover su integración al mercado laboral en los países de destino y resolver situaciones concretas de vulnerabilidad que los trabajadores domésticos migrantes viven antes de su experiencia migratoria y durante la misma.

Las trabajadoras domésticas migrantes en Acción