Desarrollo económico y social

Casi la mitad de la población del mundo vive con menos de 2 dólares al día. Y en demasiados lugares el hecho de tener un trabajo no es ninguna garantía de que será posible salir de la pobreza. Debido a que el progreso ha sido lento y desigual estamos obligados a repensar y reformular las políticas económicas y sociales destinadas a reducir la pobreza a la mitad para el año 2015 (los Objetivos de Desarrollo del Milenio).

La crisis mundial del empleo es uno de los riesgos más grandes para la seguridad en estos tiempos. De seguir este rumbo se corre el riesgo de tener un mundo más fragmentado, proteccionista y confrontado. La persistente escasez de oportunidades de trabajo decente, inversiones insuficientes y bajo consumo provocan una erosión del contrato social sobre el cual se asientan las sociedades democráticas según el cual el progreso debe beneficiar a todos.

Es necesario tener en cuenta los compromisos de la comunidad internacional con la promoción de la inclusión social y el empleo como condiciones esenciales para la reducción de la pobreza y el respeto a los principios y derechos fundamentales en el trabajo. La OIT considera que el crecimiento económico es una condición esencial pero no suficiente para reducir la pobreza. Para lograrlo, será necesaria una reorientación del crecimiento en favor de los pobres. Es necesario realizar cambios en instituciones, leyes, reglamentos y prácticas que son parte del proceso que genera y perpetúa la pobreza.

Recursos destacados

  1. Cómo lograr una recuperación sostenible: Medidas nacionales innovadoras

    El presente documento está basado en estudios detallados sobre Alemania, Brasil e Indonesia, publicados en la serie de Estudios sobre el crecimiento con equidad, así como en experiencias de otros países reunidas a tal efecto. En el mismo se muestra que algunos países pueden responder con éxito a la crisis mediante la adopción de una serie coherente de políticas sociales, macroeconómicas y de empleo. El documento muestra asimismo que existen límites a las acciones específicas de los países y extrae enseñanzas para la coordinación internacional en materia de políticas.