El 21 de marzo de 2022, el Gobierno de Malasia depositó el instrumento de ratificación del Protocolo de 2014 al Convenio sobre el trabajo forzoso, 1930 ante el Director General de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), convirtiéndose así en el 58º país del mundo, y el segundo Estado miembro de la ASEAN en ratificar dicho Protocolo. Con esta ratificación, Malasia ha renovado su compromiso de luchar contra el trabajo forzoso en todas sus formas, incluida la trata de personas.

Aprobado por abrumadora mayoría durante la Conferencia Internacional del Trabajo de 2014, el Protocolo refuerza el marco jurídico internacional para combatir el trabajo forzoso. Compromete a los Estados Partes a adoptar medidas para combatir el trabajo forzoso, incluida la trata de personas, la servidumbre por deudas o el trabajo doméstico forzoso, sancionar a los autores y proteger a las víctimas, entre otras cosas, garantizando su acceso a la justicia y a recursos legales efectivos.

Según las últimas estimaciones mundiales, todavía hay unos 25 millones de personas en el mundo que se ven obligadas a trabajar bajo amenaza o coacción, muchas de las cuales son trabajadores migrantes. Además, muchos trabajadores, especialmente afectados por las consecuencias económicas de la pandemia de COVID-19, se han vuelto más vulnerables a quedar atrapados en el trabajo forzoso. En este contexto, no debe pasarse por alto el riesgo de caer en situaciones de servidumbre por deudas o prácticas similares a la esclavitud.

Al depositar el instrumento de ratificación, el Honorable Datuk Seri Saravanan, Ministro de Recursos Humanos de Malasia, declaró: "Esta ratificación es un testimonio de nuestro máximo compromiso para abordar y erradicar el trabajo forzoso, que es una violación de los derechos humanos que no debe ser tolerada. Malasia ha tomado varias iniciativas para abordar los problemas relacionados con el trabajo forzoso, especialmente en relación con los trabajadores migrantes, debido a su vulnerabilidad y a la gran dependencia del país de los trabajadores extranjeros en sectores e industrias que requieren mucha mano de obra. En este sentido, las relaciones entre la OIT y Malasia han experimentado una importante evolución, como demuestra la adopción en 2019 del Programa de Trabajo Decente por País, que perfila la cooperación entre nuestro país y la OIT hasta 2025. Además, hemos reforzado nuestra colaboración con diversas partes interesadas, incluidos los países de origen de los trabajadores migrantes mediante acuerdos bilaterales. Agradecemos el apoyo técnico prestado por la OIT en todo el proceso de esta ratificación, que allanará el camino para avanzar en la justicia social y promover el trabajo decente en nuestro país".

Al recibir el instrumento de ratificación del Protocolo, Guy Ryder, Director General de la OIT, declaró "La ratificación por parte del Gobierno de Malasia representa un paso importante que refuerza las medidas que ya se han tomado a nivel nacional para combatir el trabajo forzoso, incluida la trata de personas. El Protocolo complementa las normas de la OIT existentes en la materia, proporcionando un marco para abordar el trabajo forzoso en la economía mundial contemporánea. Esta ratificación es tanto más importante cuanto que las estimaciones mundiales de la OIT muestran la urgencia de adoptar medidas inmediatas y eficaces para erradicar el trabajo forzoso y la trata de personas. Se trata también de un paso crucial hacia la consecución del trabajo decente y el cumplimiento a nivel nacional de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU para 2030. Por lo tanto, estoy muy satisfecho de recibir este instrumento que también reafirma el compromiso continuo de Malasia de respetar los principios y derechos fundamentales en el trabajo".

A nivel nacional, Malasia ha actualizado continuamente su legislación nacional contra la trata de personas. La Ley contra la Trata de Personas y el Tráfico Ilícito de Migrantes de 2007 fue modificada en 2015 y 2021 para incorporar un enfoque más centrado en las víctimas, en relación con el permiso para circular libremente, la concesión de subsidios y el pago de indemnizaciones, así como una definición de trata de personas. Malasia también cuenta con un Plan de Acción Nacional sobre la Trata de Personas para el periodo 2021-2025.

Malasia es también uno de los países cubiertos por el Proyecto Bridge de la OIT, una iniciativa destinada a apoyar el desarrollo de políticas nacionales receptivas sobre el trabajo forzoso y a mejorar los esfuerzos para recopilar estadísticas nacionales fiables, en colaboración con las organizaciones de trabajadores y empleadores y otras partes interesadas. Con la ayuda de la OIT, Malasia adoptó el Plan de Acción Nacional sobre el Trabajo Forzoso (2021-2025) que se centra en la concienciación, la aplicación de la ley, la migración laboral, así como el acceso a recursos y servicios de apoyo para las víctimas. Además, a través del proyecto TRIANGLE, la OIT está ayudando al país a desarrollar marcos de gobernanza de la migración laboral, a desarrollar la capacidad del Gobierno y de los interlocutores sociales, y a proporcionar apoyo a los servicios para los trabajadores migrantes.