Un empeoramiento de la crisis del empleo juvenil en el mundo

El pasado mes de octubre, la OIT publico asimismo “Tendencias Mundiales del Empleo Juvenil: Actualización de 2011”. En el informe se advierte de la existencia de una generación “marcada” de trabajadores jóvenes...

El pasado mes de octubre, la OIT publico asimismo “Tendencias Mundiales del Empleo Juvenil: Actualización de 2011”. En el informe se advierte de la existencia de una generación “marcada” de trabajadores jóvenes que afrontan una peligrosa combinación de desempleo elevado, creciente inactividad y trabajo precario en los países desarrollados, así como un número persistentemente alto de trabajadores pobres en las regiones en desarrollo.

Según el informe, “la mala suerte de esta generación que accede al mercado laboral en los años de la Gran Recesión no sólo conlleva la sensación de malestar provocada por el desempleo, el subempleo y la tensión de riesgos sociales asociados a la falta de trabajo y la inactividad prolongada, sino que además podría tener otras consecuencias a largo plazo concretadas en salarios más bajos en el futuro y desconfianza en el sistema político y económico”.

El informe señala que esta frustración colectiva entre los jóvenes ha sido uno de los factores que ha contribuido al surgimiento de los movimientos de protesta que han tenido lugar alrededor del mundo este año, ya que para los jóvenes resulta cada vez más difícil encontrar un empleo que no sea a tiempo parcial o temporal. El informe añade que, en los últimos 20 años, aproximadamente uno de cada cuatro jóvenes en Oriente Medio y el norte de África ha estado desempleado, a pesar de los avances logrados en el campo de la educación de la infancia.

Pone de relieve además que la cifra total de jóvenes desempleados cayó ligeramente desde su punto más alto en 2009 (de 75,8 a 75,1 millones a finales de 2010, lo que representa una tasa del 12,7%), y se prevé que disminuirá hasta los 74,6 millones en 2011 (12,6%). Sin embargo, el informe atribuye esta evolución a que cada vez más jóvenes se retiran del mercado laboral, y no a que encuentren un empleo. Así ocurre especialmente en el caso de las economías desarrolladas y la Unión Europea.

Esta actualización del informe cita la existencia de una tendencia adversa en Irlanda, donde la tasa de desempleo juvenil se elevó del 9% en 2007, al 27,5% en 2010. Señala asimismo que dicha tasa podría haber sido superior en más de un 19,3% si aquéllos que permanecen en el sistema educativo, o se mantienen en casa a la espera de que mejore la situación, hubieran sido incluidos en el análisis.

“Estas nuevas estadísticas reflejan la frustración y la ira que sienten millones de jóvenes en todo el mundo”

Por otra parte, los jóvenes en economías de renta baja se ven atrapados en un círculo vicioso de pobreza laboral. El informe dice que si el desempleo juvenil se examinara aisladamente, parecería que a los jóvenes del sur de Asia y del África subsahariana les va bien en comparación con las economías desarrolladas. Sin embargo, los elevados cocientes de empleo-población en las regiones más desfavorecidas significan que a los pobres no les queda otro remedio que trabajar. El informe se destaca que “en el mundo hay muchos más jóvenes que son trabajadores pobres, que desempleados o a la búsqueda de un empleo”.

“Estas nuevas estadísticas reflejan la frustración y la ira que sienten millones de jóvenes en todo el mundo”, señala José Manuel Salazar-Xirinachs, Director Ejecutivo del Sector de Empleo de la OIT. “Los gobiernos se afanan por encontrar soluciones innovadoras mediante intervenciones en el mercado laboral, por ejemplo, abordando los desajustes entre la oferta y la demanda de cualificaciones, las ayudas a la búsqueda de trabajo, la formación del espíritu empresarial, las subvenciones a la contratación, etc. Estas medidas pueden marcar una gran diferencia, pero, en última instancia, lo que se precisa es crear más empleos a través de medidas que vayan más allá del mercado de trabajo y que se propongan la eliminación de los obstáculos a la recuperación del crecimiento, como la agilización de la reforma del sistema financiero, la reestructuración y la recapitalización de los bancos a fin de relanzar el crédito a las pequeñas y medianas empresas, y la consecución de avances reales en el reequilibrio de la demanda mundial”.

Esta actualización propone diversas medidas de política para el fomento del empleo juvenil, entre las que figuran la formulación de una estrategia integrada de crecimiento y creación de empleo que otorgue prioridad a los jóvenes; la mejora de la calidad de los empleos mediante el refuerzo de las normas del trabajo; la inversión en la calidad de la educación y la formación; y la ejecución de políticas financieras y macroeconómicas encaminadas a retirar los obstáculos a la recuperación económica.

Otras conclusiones esenciales del informe

  • Entre 2008 y 2009, el número de jóvenes desempleados en el mundo registró un aumento sin precedentes de 4,5 millones. Tal incremento significativo se comprende mejor si se compara con el aumento medio del período previo a la crisis (1997-2007), que fue inferior a 100.000 personas al año.
  • La población activa integrada por jóvenes se extendió mucho menos de lo previsto durante la crisis: en los 56 países de los que se dispone de información, la cifra de jóvenes en el mercado laboral en 2010 fue inferior en 2,6 millones a la prevista con arreglo a las tendencias a largo plazo (previas a la crisis). Es probable que muchos de esos 2,6 millones sean jóvenes desmotivados a la espera de que la situación económica mejore, y también que se reincorporen a la población activa como desempleados, lo que significa que las tasas oficiales actuales de desempleo juvenil seguramente subestiman el alcance real del problema en las economías desarrolladas.
  • La proporción de desempleados que llevan 12 meses o más buscando trabajo es muy superior en el caso de los jóvenes que en el de los adultos en la mayoría de las economías desarrolladas. En Grecia, Italia, Eslovaquia y el Reino Unido, la probabilidad de que un joven sea desempleado de larga duración es de dos a tres veces superior que la de un adulto.
  • Las tasas de empleo a tiempo parcial de los jóvenes aumentaron en todas las economías desarrolladas entre 2007 y 2010, salvo en Alemania. La elevada magnitud del incremento en algunos países (17 puntos porcentuales en Irlanda, y 8,8 en España, por ejemplo), sugiere que el trabajo a tiempo parcial se asume como única opción disponible para los jóvenes que buscan empleo. A finales de 2010, uno de cada dos jóvenes empleados trabajaba a tiempo parcial en Canadá, Dinamarca, los Países Bajos y Noruega.
  • El porcentaje de trabajadores jóvenes a los que les gustaría trabajar más horas superaba a la de adultos en todos los países de la Unión Europea, salvo Austria y Alemania, en 2009.