La OIT emitió una declaración tras las denuncias de acoso e intimidación de sindicalistas en Myanmar por parte de las autoridades policiales y militares.
La OIT ha recibido denuncias de que la policía y el ejército están realizando registros puerta a puerta de sindicalistas en sus dormitorios y albergues en el municipio industrial de Hlaingtharyar, Yangon.
Se alega que estos actos de acoso e intimidación se han dirigido en gran medida a las jóvenes trabajadoras de las industrias del sector privado de Yangon, que viven lejos de sus familias en las zonas rurales.
La OIT insta a las autoridades militares a que pongan fin a todos los actos de acoso e intimidación contra estos trabajadores, en particular contra las jóvenes trabajadoras, y a que garanticen que todos los trabajadores puedan ejercer sus derechos de libertad de asociación, reunión y expresión, así como otros derechos humanos, en un clima libre de violencia, presión, miedo y amenazas de cualquier tipo.
El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, ha reiterado su llamamiento a los dirigentes militares para que respeten la voluntad del pueblo de Myanmar y se adhieran a las normas democráticas, y para que cualquier diferencia se resuelva mediante el diálogo pacífico, y ha condenado el uso de la violencia letal en Myanmar.