Día Internacional para la Abolición de la Esclavitud

Todos necesitamos saber de la esclavitud y cómo combatirla

"El derecho a no ser víctima del trabajo forzoso es un derecho fundamental del trabajo, además de un derecho humano," afirma el Director General de la OIT, Guy Ryder.

Declaración | 2 de diciembre de 2016
Desde su fundación, en 1919, la Organización Internacional del Trabajo se preocupa de la situación de los trabajadores sometidos a prácticas de trabajo forzoso. El hecho de que todavía, en el mundo contemporáneo, vivan niños, mujeres y hombres en condiciones equiparables a la esclavitud es una afrenta para todos los seres humanos y todas las naciones.

El derecho a no ser víctima del trabajo forzoso es un derecho fundamental del trabajo, además de un derecho humano. Aun así, y pese a que 178 países han ratificado el Convenio sobre el trabajo forzoso de 1930, y a que 175 han suscrito el Convenio sobre la abolición del trabajo forzoso de 1957, sigue azotando este flagelo.

Las cifras son asombrosas: 21 millones de mujeres, hombres y niños atrapados en el trabajo forzoso en todo el mundo reportan a quienes les explotan beneficios ilícitos por valor de 150 mil millones de dólares de los Estados Unidos. El trabajo forzoso tiene muchas manifestaciones, como la explotación sexual con fines comerciales, la servidumbre por deudas o la esclavitud tradicional. Está además presente en muchos sectores, como la agricultura, la construcción, el trabajo doméstico o la pesca.

Sin embargo, hay esperanza. Existe un compromiso generalizado de terminar con el trabajo forzoso.

Ha entrado en vigor el Protocolo de 2014 relativo al Convenio de la OIT sobre el trabajo forzoso. Sus disposiciones referentes a las acciones jurídicas y de reparación constituyen un poderoso instrumento que, eficazmente utilizado, permitirá rendir justicia al sinnúmero de víctimas de un trabajo forzoso que, por lo demás, resultará menos lucrativo para quienes se sientan tentados de recurrir a él.

La experiencia muestra que erradicar la esclavitud y el trabajo forzoso requiere un planteamiento equilibrado e integrado. Por ello se liga estrechamente el combate contra el trabajo forzoso a la lucha contra el trabajo infantil y la discriminación, y a la lucha por la libertad sindical y la negociación colectiva. Unas luchas que se libran en defensa de unos principios y derechos fundamentales en el trabajo que se refuerzan mutuamente y que forman parte de un enfoque integrado mediante el cual se pretende lograr el objetivo del trabajo decente para todos.

Con arreglo a la meta 8.7 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, los líderes mundiales se han comprometido a:

“Adoptar medidas inmediatas y eficaces para erradicar el trabajo forzoso, poner fin a las formas contemporáneas de esclavitud y la trata de personas y asegurar la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil, incluidos el reclutamiento y la utilización de niños soldados, y, de aquí a 2025, poner fin al trabajo infantil en todas sus formas.”

Con su composición global, en la que entran gobiernos y organizaciones de empleadores y de trabajadores, la OIT respalda plenamente el logro de esta meta ambiciosa. También apoya la Alianza 8.7, que es la iniciativa mundial encaminada a la consecución de la meta 8.7. Confío en que para 2030 podamos afirmar que hemos derrotado la esclavitud.

Resulta alentador que la luz arrojada sobre la esclavitud sea hoy más intensa, y revele las circunstancias ocultas en que las víctimas quedan atrapadas, además de destacar los marcos regionales y nacionales que es preciso fortalecer para combatir esta lacra.

Aguardamos con impaciencia el mes de noviembre de 2017, cuando Argentina auspiciará la Conferencia mundial sobre trabajo infantil y trabajo forzoso, un hito importante en la ruta hacia la meta 8.7 de los ODS.

Todos necesitamos saber de la esclavitud y cómo combatirla. Infórmese apoyando la campaña 50 for Freedom y la iniciativa global Alianza 8.7.

Juntos, triunfaremos.