Las Naciones Unidas y el mundo entero celebran hoy el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. La OIT y otras organizaciones internacionales con sede en Ginebra han formado un frente común a favor de las personas con discapacidad, proclamando el 3 de diciembre Un día para todos.

Un día para todos es un lema que nos invita a reconocer y celebrar las importantes contribuciones que aportan las personas con discapacidad en nuestros lugares de trabajo, familias, colegios y comunidades. Y también es una invitación a reafirmar nuestra voluntad de aceptar la discapacidad como parte de la diversidad humana.

Hacer realidad el objetivo del trabajo decente para todos, inclusive para las personas con discapacidad, es fundamental para erradicar la pobreza y lograr el futuro que queremos, un futuro sin ningún tipo de exclusión. Dicho objetivo debe integrarse en las estrategias destinadas a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Las personas con discapacidad constituyen la minoría más numerosa del planeta y representan alrededor del 15 por ciento de la población mundial, y un 80 por ciento de estas personas están en edad de trabajar. Sin embargo, con frecuencia se les niega el derecho a un empleo productivo y al trabajo decente.

Las personas con discapacidad quieren trabajar y aportar su contribución a sus familias y sociedades. La realidad, no obstante, es que con frecuencia estas personas, sobre todo las mujeres con discapacidad, enfrentan problemas derivados de ciertas actitudes y obstáculos físicos e informativos para lograr la igualdad de oportunidades en el mundo del trabajo. En comparación con las personas sin discapacidad, registran tasas más elevadas de desempleo y de inactividad económica y corren un mayor riesgo de tener una protección social insuficiente, lo cual es un elemento fundamental para reducir la pobreza extrema. Sin embargo, la experiencia nos enseña que, cuando se eliminan esos obstáculos, las personas con discapacidad pueden ser tan productivas y solventes como las personas sin discapacidad.

La OIT mantiene desde hace tiempo un compromiso con la promoción del trabajo decente para las personas con discapacidad, en cumplimiento de su mandato de justicia social. Un primer componente de su estrategia en este ámbito incluye las iniciativas específicamente centradas en las personas con discapacidad destinadas a eliminar desventajas u obstáculos concretos, mientras que un segundo componente procura asegurar la inclusión de las personas con discapacidad en los servicios y actividades fundamentales, como la capacitación profesional, la promoción del empleo, los regímenes de protección social y las estrategias de reducción de la pobreza.

En el empeño por alcanzar los objetivos de la estrategia y el plan de acción de la OIT para la inclusión de la discapacidad 2014-2017, nos esforzamos en forjar alianzas con otras organizaciones del sistema de las Naciones Unidas, con nuestros mandantes tripartitos (gobiernos, organizaciones de empleadores y organizaciones de trabajadores), con organizaciones de personas con discapacidad y con otras partes interesadas.

Hoy, renovamos nuestro compromiso a fin de lograr que todos los hombres y mujeres con discapacidad puedan participar en la sociedad y ejercer sus derechos de manera plena y equitativa. Si trabajamos juntos, podemos eliminar los obstáculos al trabajo decente, de modo que todos los días sean Un día para todos.