Día Mundial del Sida 2016

El empleo: Un factor fundamental al considerar el VIH desde la perspectiva del ciclo vital

Dice el Director General de la OIT, Guy Ryder: “La batalla contra el sida todavía no está ganada. Para llegar a esa meta, debemos mantener el pie en el acelerador e impulsar el papel del mundo del trabajo como etapa estratégica del enfoque basado en el ciclo vital con respecto al VIH.”

Declaración | 1 de diciembre de 2016
© UNICEF Ethiopia
Se estima que en todo el mundo hay 37 millones de personas que viven con el VIH, la mayoría de las cuales está en edad de trabajar. Más de 35 millones de personas han muerto de enfermedades relacionadas con el sida, lo que convierte a esta enfermedad en una de las pandemias más destructivas de la historia.

El último informe de ONUSIDA, titulado Get on the Fast-Track: The life cycle approach to HIV, suscita una mezcla de optimismo y preocupación. Actualmente, 18,2 millones de personas tienen acceso al tratamiento del VIH, pero el índice de nuevas infecciones de VIH entre adultos en los últimos cinco años no se ha reducido. De hecho, en algunas regiones del mundo, el índice de infecciones está aumentando.

Considerar el VIH desde la perspectiva del ciclo vital es fundamental.

La mayoría de las personas pasa gran parte de su vida en el mundo del trabajo, el cual puede desempeñar un papel decisivo en la respuesta al sida, por ejemplo, reduciendo la discriminación y garantizando que a las personas no se les niegue el derecho a trabajar; facilitando el acceso a la información sobre el VIH; facilitando el acceso a las pruebas del sida y su tratamiento y ampliando la cobertura de la protección social.

La OIT prosigue en su empeño de contribuir a la consecución del objetivo “cero discriminación relacionada con el sida”. En la Declaración Política de las Naciones Unidas para poner fin a la epidemia del sida se reconoce la importancia de las iniciativas en el lugar de trabajo y se subraya la función de los empleadores, los sindicatos y los gobiernos en la protección de los trabajadores contra la discriminación relacionada con el VIH y el sida, de conformidad con la Recomendación de la OIT sobre el VIH y el sida y el mundo del trabajo, 2010 (núm. 200).

En las respuestas al sida deben tenerse en cuenta las cuestiones de género y en ellas debe encararse el problema de las normas y prácticas tradicionales nocivas y de las desigualdades."

Generalizar las pruebas de detección del VIH sigue constituyendo uno de los principales retos y, a ese respecto, el mundo del trabajo ha resultado ser un punto de acceso estratégico muy eficaz. La iniciativa VCT@WORK de la OIT, que fomenta el asesoramiento y la realización de pruebas de detección del VIH a los trabajadores con carácter voluntario está dando resultados muy alentadores. Entre julio de 2013 y diciembre de 2015, se consiguió difundir la iniciativa entre unos cinco millones de trabajadores, efectuar las pruebas a tres millones y someter a tratamiento a más de 85 000. La iniciativa está demostrando lo que se puede lograr y confiamos en que dicha experiencia se adopte y se generalice en los lugares de trabajo de todo el mundo.

Es incuestionable que existe un vínculo estrecho entre el VIH y la desigualdad de género. En 2015, contrajeron el VIH unas 7 500 jóvenes cada semana. En las respuestas al sida deben tenerse en cuenta las cuestiones de género y en ellas debe encararse el problema de las normas y prácticas tradicionales nocivas y de las desigualdades.

Cuando se toman medidas en favor del empoderamiento económico de las mujeres y las niñas, se las dota de los medios necesarios para no contraer el VIH y para acceder a servicios de tratamiento del VIH. La OIT ha demostrado la utilidad de tales medidas mediante un programa llevado a cabo en seis países africanos en el marco de los corredores de transporte.

En la guía de la OIT Promover la diversidad y la inclusión gracias a ajustes en el lugar de trabajo se presentan a los empleadores ideas prácticas sobre cómo ofrecer a los trabajadores que viven con el VIH ajustes razonables, entre otras indicaciones.

La batalla contra el sida todavía no está ganada. Para llegar a esa meta, debemos mantener el pie en el acelerador e impulsar el papel del mundo del trabajo como etapa estratégica del enfoque basado en el ciclo vital con respecto al VIH.