Declaración conjunta de la OIT y la OCDE ante la reunión de ministros de Trabajo y Empleo del G20

Con motivo de la reunión de los ministros de Trabajo y Empleo del G20 que tendrá lugar los días 18 y 19 de julio 2013 en Moscú, el Director General de la OIT, Guy Ryder, y el Secretario General de la OCDE, Angel Gurría, han emitido una declaración conjunta.

Declaración | Moscú, Federación Rusa | 17 de julio de 2013
Nosotros, los máximos responsables de la Organización Internacional del Trabajo y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, instamos a los ministros de Trabajo y Empleo de los países del G20 a consolidar su colaboración con miras a incrementar la calidad y el alcance de sus políticas en materia de empleo, mercado laboral y protección social con el objetivo de lograr niveles más altos de empleo productivo y gratificante y de contribuir al fortalecimiento de la economía mundial.

Pese a que han transcurrido seis años desde el inicio de la crisis financiera global, la tasa de crecimiento del empleo sigue siendo débil en la mayoría de los países del G20, impidiendo una disminución significativa en los altos niveles de desempleo y subempleo. Como muestran los documentos de referencia preparados conjuntamente por la OIT y la OCDE para la reunión de los ministros de Trabajo y Empleo del G20, las condiciones de los mercados laborales varía considerablemente de un país a otro. Durante los últimos 12 meses, el desempleo disminuyó marginalmente en la mitad de los países del G20, mientras que aumentó en la otra mitad. El desempleo está por encima del 25 por ciento en Sudáfrica y España; del 11 por ciento o más en Francia e Italia, y en la UE en general; por encima del 7 por ciento en Canadá, Estados Unidos, Reino Unido y Turquía; y por debajo del 6 por ciento en Alemania, Arabia Saudí, Australia, Brasil, China, República de Corea, Federación Rusa, India, Indonesia, Japón y México. En todos los países del G20, el número total de desempleados llegó a 93 millones a comienzos de 2013, de los cuales una media de alrededor del 30 por ciento permaneció sin empleo durante más de un año. La mayor destrucción de empleos en las economías avanzadas se ha registrado en el sector manufacturero y en la construcción, mientras que la construcción ha sido el sector que ha generado más empleos en diversas economías emergentes.

El índice de empleo de la población en edad de trabajar permanece por debajo del valor anterior a la crisis en 13 países. Se tendrían que crear unos 63 millones de empleos para restablecer la relación empleo/población previa la crisis en todos los países. En la mayoría de ellos, el crecimiento real de los salarios se desaceleró o resultó negativo en el último año.

A pesar de las diferencias en sus características, todos los países del G20 afrontan importantes desafíos en materia de empleo a corto y medio plazo. Para abordar estos desafíos, es necesaria una combinación de políticas macroeconómicas favorables y de políticas bien concebidas en materia de empleo, mercado laboral y protección social.

Nuestro informe conjunto sobre las recientes medidas políticas adoptadas por los países del G20 destaca un número significativo de iniciativas en estos ámbitos a lo largo de los últimos tres años, que corresponden a las prioridades políticas identificadas por los líderes del G20. Sin embargo, la debilidad de la economía mundial ha entorpecido muchos de estos esfuerzos y una cooperación adicional permitiría mejorar en gran medida su impacto sobre el empleo. Es de crucial importancia restaurar un crecimiento robusto y sostenible, incrementar la inversión y mejorar las condiciones para facilitar el crédito recuperando la solidez del sistema financiero.

Exhortamos a los ministros a dedicar toda su atención al empleo juvenil. La situación de los jóvenes que se incorporan al mercado laboral sigue estando llena de obstáculos. En el primer trimestre de 2013, el desempleo juvenil se situó por encima del 16 por ciento en 10 países, incluyendo a cinco países con 20 por ciento o más de jóvenes desempleados (Arabia Saudí, Francia, Indonesia, Italia, Reino Unido y la Unión Europea) y dos países con una tasa superior al 50 por ciento (España y Sudáfrica). Los países que han logrado mantener bajas las tasas de desempleo juvenil han combinado una economía solidaria con niveles de empleo crecientes, altos niveles de culminación de la escuela primaria, educación profesional sólida (incluso a través de sistemas duales de aprendizaje y pasantías), así como un buen sistema de orientación y asesoramiento a los jóvenes. En todos los países, es posible hacer más para ofrecer a los jóvenes un mejor comienzo en el mercado laboral, en especial para los que no trabajan ni estudian ni reciben formación.

La Presidencia rusa colocó acertadamente el crecimiento y el empleo como uno de los asuntos principales de la agenda del G20. El G20 será evaluado por la opinión pública por su capacidad para cumplir con la agenda de crecimiento y empleo. Esto precisa de una combinación de políticas dirigidas a incrementar la demanda agregada en los países donde es débil y a intensificar las inversiones de las empresas y el desarrollo de la capacidad empresarial de manera más general. Tienen particular importancia las medidas orientadas a incrementar las inversiones, en especial en infraestructura, mejorar el acceso constante de las pequeñas empresas al crédito bancario, ampliar la cobertura de la protección social, apoyar los ingresos de los trabajadores con salarios bajos gracias al establecimiento de un salario mínimo adecuado y de prestaciones vinculadas al trabajo, promover el papel de la negociación colectiva para fijar los salarios de acuerdo con el crecimiento de la productividad, y aumentar las perspectivas de empleo de las mujeres y hombres jóvenes.

La experiencia de un número de países sugiere que altos niveles de empleo y el crecimiento inclusivo pueden ser alcanzados a través de una combinación bien concebida de políticas macroeconómicas favorables y de políticas de empleo, de mercado laboral y de protección social. Pero esto requiere de un equilibrio acertado entre medidas que ofrezcan un apoyo adecuado a los ingresos para quienes no trabajan o reciben bajos salarios y medidas activas que los ayuden a encontrar empleos productivos y gratificantes. Los interlocutores sociales pueden desempeñar un papel importante para adaptar estas políticas a las características de las circunstancias locales o nacionales.

La situación del empleo en los países del G20 mejoraría considerablemente con un entorno exterior más favorable, algo que depende de lo que los países del G20 hacen por sus propias economías. Esto requiere que todos los países hagan un esfuerzo colectivo y trabajen para alcanzar el objetivo común de un crecimiento sólido, sostenible y equilibrado. La OIT y la OCDE están dispuestas a cooperar con los ministros del G20 a fin de contribuir con este objetivo que incrementaría las perspectivas de empleo y de ingresos de las mujeres y los hombres de todo el mundo.

Para descargar los informes OIT/OCDE para el G20, por favor visite: La OIT y el G20