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Oriente Medio y África del Norte

Los conflictos y los desplazamientos masivos incrementan el trabajo infantil

Los conflictos y las crisis han provocado en el Oriente Medio y en el Norte de África un aumento del trabajo infantil en toda la región, incluida la participación de niños en conflictos armados y otras actividades ilícitas, constata un nuevo informe.

Comunicado de prensa | 20 de marzo de 2019
Un niño trabaja en los campos del valle de Bekaa en el Líbano
© Tabitha Ross/OIT
EL CAIRO (OIT Noticias) – Un nuevo informe elaborado por diversas organizaciones muestra que, a lo largo de la última década, los conflictos y las guerras han coincidido con un incremento en el trabajo infantil entre los niños refugiados, los desplazados internos y otras poblaciones en toda la región.

El informe, comisionado por la Liga de los Estados Árabes (LEA) y el Consejo Árabe para la Infancia y el Desarrollo (ACCD), “Child Labour in the Arab Region: A Quantitative and Qualitative Analysis” (El trabajo infantil en la región árabe: un análisis cuantitativo y cualitativo), es el primero en ofrecer un panorama del perfil y las tendencias del trabajo infantil en los 22 Estados miembros de la Liga. “A lo largo de los últimos diez años, durante los cuales la región ha experimentado altos niveles de conflictos armados que han causado un desplazamiento masivo de la población – dentro y entre los países –la situación sin duda ha empeorado,” señala el informe.

La falta de datos regionales recopilados de manera sistemática y exhaustiva durante los años anteriores implica que es difícil calcular las cifras exactas del incremento reciente del trabajo infantil entre los diferentes grupos de la población, explicó Frank Hagermann, Director Regional Adjunto para los Estados Árabes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). La OIT es la principal agencia de las Naciones Unidas que supervisó la realización del estudio, en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

“Sin embargo, el informe deja claro que los efectos de los recientes trastornos económicos, la inestabilidad política, los conflictos y la guerra han agravado los niveles preexistentes de trabajo infantil, y además han revertido muchos de los progresos que los Estados Árabes habían alcanzado en la lucha contra el trabajo infantil a través de la formulación de políticas y la adopción de medidas prácticas,” agregó Frank Hagermann. “Al igual que en todo el planeta, en la región, el conflicto ha afectado a las mujeres y a los niños de manera desproporcionada. Como consecuencia, el trabajo infantil se ha convertido en quizás la cuestión más crítica de protección de la infancia en la región, exigiendo nuestra atención y acción urgentes.”

Peores formas de trabajo infantil

El estudio revela que en zonas de la región árabe, los niños “están cada vez más involucrados en las peores formas de trabajo infantil y son víctimas de una grave y preocupante explotación, abusos y violación de sus derechos”.

“Los niños refugiados y desplazados trabajan en diversos sectores de actividad, con un aumento considerable de trabajo en la calle, servidumbre por deudas, matrimonios precoces y explotación sexual con fines comerciales. El trabajo infantil entre los niños refugiados y desplazados es sobre todo un mecanismo de supervivencia de las familias que enfrentan pobreza extrema o donde los adultos están desempleados,” destaca el estudio.

El caso del trabajo peligroso en la agricultura

“Las peores formas de trabajo infantil incluyen los tipos de trabajos peligrosos realizados en el sector agrícola, donde trabaja la mayoría de los niños en la región árabe, tanto en trabajo remunerado como no remunerado”, declaró Abdessalam Ould Ahmed, Asistente del Director General de la FAO y Representante Regional para el Cercano Oriente y África del Norte. “Este tipo de actividad tiene lugar principalmente en las zonas rurales, y constituye una fuerza de trabajo barata para la agricultura a pequeña escala, en su mayor parte métodos de producción no mecanizados de alta intensidad de mano de obra que conllevan grandes riesgos.”

Los conflictos y los desplazamientos en masa han perjudicado la agricultura y la seguridad alimentaria. El desarrollo de medios de subsistencia rurales resilientes es esencial para reducir el trabajo infantil en este sector donde por lo general se registran altos niveles de muertes relacionadas con el trabajo, accidentes no mortales y enfermedades profesionales.

“La agricultura concentra más de la mitad del trabajo infantil en países como Yemen, Sudán y Egipto. La predominancia de la agricultura exige atención especial, ya que este sector se caracteriza por un ingreso precoz al trabajo en comparación con otros sectores,” agregó Abdessalam Ould Ahmed.

Desplazamientos en masa y conflictos armados

Las peores formas de trabajo infantil también se encuentran en los servicios y la industria, e incluye los múltiples peligros asociados con el trabajo en la calle.

Estas formas incluyen además la participación directa e indirecta en los conflictos armados y en situaciones asociadas con los conflictos armados.

El estudio señala que en la actualidad más de la mitad de los países árabes están afectados por conflictos, flujos de refugiados o desplazados internos. Estos incluyen Irak, Jordania, Líbano, Somalia, Sudán, Siria, Túnez, Cisjordania y la Franja de Gaza, y Yemen.

El informe muestra un incremento en el reclutamiento y utilización de niños por parte de los grupos armados, tanto entre la población local como entre los refugiados, en particular en Yemen, Siria e Irak.

“Por lo general, la mayoría de los niños reclutados son varones. Sin embargo, está surgiendo una tendencia a reclutar más niñas y niños menores de 15 años. Además, en toda la región árabe cientos de niños se encuentran detenidos y hasta son torturados por haber estado vinculados a grupos armados,” advierte el informe.

En algunas partes de la región, los niños se ven obligados a realizar nuevos tipos de actividades relacionadas con los conflictos armados, como contrabandear mercancías a través de la frontera o entre zonas de conflicto, recolectar aceites usados, realizar trabajo funerario (como recoger partes de cuerpos para ser enterrados), buscar agua y recoger comida en los campos o en los vertederos plagados de restos explosivos de guerra, agrega el informe.

La participación de los niños en el empleo varía considerablemente entre un país y otro de la región árabe; Sudán y Yemen registran las tasas más elevadas de trabajo infantil (19,2 por ciento y 34,8 por ciento respectivamente).

Las tasas de empleo infantil son más altas entre los varones. Sin embargo, el informe advierte que “las encuestas pueden no captar las formas ocultas de trabajo infantil realizado por las niñas, como el trabajo doméstico y las tareas del hogar no remuneradas, lo cual merece ser investigado más a fondo”. El trabajo no remunerado es también más frecuente entre el grupo de edad más joven, y en las zonas rurales.

Aprobación y recomendaciones

El informe fue presentado a los Estados miembros de la Liga de los Estados Árabes (LEA), que previamente había adoptado el informe, en la sede de la Liga en el Cairo el 7 de marzo. La LEA comisionó el informe a fin de comprender las principales tendencias del trabajo infantil como un primer paso para formular políticas e intervenciones mejor orientadas dirigidas a hacer frente al problema del trabajo infantil. El encargo se basó en una recomendación de la 20.a reunión del Consejo Árabe para la Infancia (ACC) de noviembre 2014.

El informe pone de manifiesto que “existe una necesidad inmediata y urgente de proteger a los niños en la región árabe, bien sea su grave explotación consecuencia de problemas estrictamente económicos o estén combinados con los conflictos y el desplazamiento. Los países árabes deben comprender que el trabajo infantil plantea desafíos inmediatos y futuros no sólo para los mismos niños, también para las naciones y las comunidades, así como para la economía en general.”

“Es ahora urgente abordar las causas raíces del trabajo infantil y sus repercusiones, y finalmente eliminarlo, sobre todo en sus peores formas,” indica el informe.

El informe concluye con recomendaciones dirigidas a los 22 Estados miembros de la LEA a fin de mejorar sus marcos de gobernanza, en especial para armonizar la legislación nacional con las normas internacionales del trabajo, y garantizar el cumplimiento efectivo de las leyes y normas sobre trabajo infantil.

En segundo lugar, recomienda proteger a los niños de la vulnerabilidad económica y social mejorando las circunstancias socioeconómicas de sus familias, de manera que los adultos que sufren a causa de la pobreza y el desempleo no tengan que recurrir al trabajo infantil para generar ingresos para el hogar. Esto precisa de mejores políticas del mercado laboral, protección social, acceso a los servicios básicos incluida la educación, y programas de sensibilización.

En tercer lugar, el estudio recomienda proteger a los niños de los conflictos armados a través de programas humanitarios y ayuda a los refugiados y los desplazados, salvaguardar a los niños del reclutamiento y la participación en conflictos armados, y rehabilitar y reintegrar a los niños utilizados en los conflictos armados.


Para más información, por favor póngase en contacto con:

OIT – Salwa Kanaana, Responsable regional de comunicación para los Estados Árabes, kanaana@ilo.org