Esta historia fue escrita por la Sala de Noticias de la OIT. Para ver las declaraciones y discursos oficiales de la OIT, por favor visite nuestra sección "Declaraciones y Discursos".

Argentina

Nueva ley ofrece nueva vida a los trabajadores domésticos migrantes

Después de décadas de actividad sindical y con el apoyo de la OIT, Argentina aprobó una nueva política migratoria para mejorar la vida de los trabajadores domésticos.

Noticia | 16 de diciembre de 2014
BUENOS AIRES (OIT Noticias) - “¿Por qué otros trabajadores tienen derechos y nosotros no?” María Pérez recuerda haberse plantado esta pregunta una y otra vez cuando llegó a Argentina por primera vez desde Paraguay, en calidad de trabajadora doméstica.

Hoy día, después de décadas de actividad sindical y con el apoyo de la OIT, Argentina le ha dado una respuesta mediante la adopción de una nueva política migratoria, una nueva ley sobre los trabajadores domésticos, y el compromiso de regularizar y formalizar a todos los trabajadores domésticos, tanto argentinos como migrantes.

“Me siento muy optimista. Siempre he creído que las cosas podrían mejorar. Muchas personas pensaban que era nuestro destino ser explotados, pero nunca perdí la esperanza de que nuestra situación podía mejorar”, dijo Maria Pérez cuando nos encontramos en Buenos Aires, donde está empleada como trabajadora doméstica.

“Tengo mucha confianza en el futuro”, declaró esta mujer de 24 años, proveniente de Itá, Paraguay. Hoy en día, Pérez tiene un contrato de trabajo y puede reivindicar las prestaciones de protección social. “Ahora siento que puedo darle a mi hija una vida decente”.

Siempre he creído que las cosas podrían mejorar..... Ahora siento que puedo darle a mi hija una vida decente.”

Maria Perez
María Pérez es una de las numerosas mujeres que cada año dejan todo atrás en búsqueda de un empleo en Argentina. “No fue una decisión fácil, pero Argentina me ofrecía más oportunidades”.

Según los datos oficiales de Argentina, en el país hay aproximadamente 1,2 millones de trabajadores domésticos. Alrededor de 100.000 provienen de Paraguay. La migración desde este país constituye el grupo más grande de residentes extranjeros en Argentina.

Nueva ley, nueva vida

La última década ha sido testigo de un enorme cambio de paradigma en materia de política migratoria en Argentina, donde una nueva ley sobre migración fue adoptada en 2004. La ley hizo progresar considerablemente los derechos humanos de los trabajadores migrantes. Además, permitió regularizar a muchos trabajadores domésticos paraguayos.

Los principios establecidos en la ley de igualdad, no discriminación, y el procedimiento reglamentario ponen las normas argentinas en conformidad con las normas de la OIT relativas a los derechos de los migrantes, y con la constitución del país. La legislación actual en materia de migración confiere a los migrantes paraguayos y de otros países de Mercosur los mismos derechos de los ciudadanos argentinos en términos de derecho laboral y social.

En marzo 2013, el Gobierno aprobó otra ley que regula las relaciones de trabajo de los trabajadores domésticos. La ley núm. 26.844 constituye un progreso significativo en el marco de los principios establecidos por el Convenio núm. 189 en términos de total igualdad entre los derechos de los trabajadores domésticos y los otros trabajadores.

La ley actualiza y extiende los derechos laborales a los trabajadores domésticos al reconocer la licencia por maternidad, las vacaciones remuneradas, el permiso por motivos personales o familiares, una prima anual, y una indemnización en caso de despido o cesantía. También limita las horas de trabajo a ocho diarias y a 48 horas de semanales.

La legislación establece una edad mínima de 16 años para el trabajo doméstico, limita la duración del trabajo a 36 horas semanales para los que tienen entre 16 y 18 años, y prohíbe a los trabajadores domésticos menores de 18 años vivir en el domicilio de sus empleadores. Los trabajadores domésticos que residen en el hogar del empleador actualmente tienen derecho a ocho horas de sueño durante la noche y a dos horas de pausa durante el día.

La OIT ha apoyado activamente el acceso de los trabajadores domésticos no sólo a los derechos fundamentales en el trabajo sino también a todos los derechos laborales.

En 2011, la Conferencia Internacional del Trabajo adoptó el Convenio Nº 189 sobre el trabajo decente para las trabajadoras y los trabajadores domésticos, que también abarca los trabajadores migrantes. Argentina ratificó el Convenio.

Las alianzas de la OIT

En 2013, la OIT se asoció con la OACDH, ONU Mujeres, la CSI y la IDWF a fin de promover los derechos humanos y laborales de los trabajadores domésticos en todo el mundo. El Programa de Acción Mundial para las y los trabajadores domésticos migrantes y sus familias, financiado por la UE, amplía el conocimiento sobre los problemas que enfrentan los trabajadores domésticos, defiende sus derechos, estimula las reformas políticas y legislativas, y apoya la sindicación y la sensibilización a través de intervenciones piloto en cinco corredores migratorios en diferentes regiones. Paraguay-Argentina es uno de estos corredores.

Uno de los principales resultados de este programa en la región es la firma de un acuerdo binacional destinado a promover el trabajo decente para los trabajadores domésticos migrantes provenientes de Paraguay. El acuerdo fortalecerá a las organizaciones de trabajadores domésticos y estrechará las alianzas con las confederaciones sindicales gracias a la formación, a reuniones binacionales y al intercambio de buenas prácticas.

El acuerdo fue desarrollado en coordinación con la Confederación sindical de las Américas y la Federación internacional de trabajadores domésticos, con el apoyo del Programa de acción mundial de la OIT.

El proyecto ha apoyado también el desarrollo y la revisión del programa de formación profesional de los trabajadores domésticos, que actualmente incluye las nuevas disposiciones de la ley, información sobre el C189, y destaca la importancia de la sensibilización, de la organización de los trabajadores y de la movilización a favor del trabajo decente para los trabajadores domésticos.

Garantizar la aplicación de las leyes

Las nuevas leyes que protegen a los trabajadores domésticos y la firma de un acuerdo binacional son dos pasos importantes para corregir las injusticias jurídicas y sociales. Sin embargo, la aplicación de estas nuevas reglamentaciones en la vida cotidiana es aún un desafío, ya que muchos trabajadores domésticos provenientes de Paraguay trabajan en la economía informal.

“Es crucial sensibilizar a los trabajadores domésticos sobre sus derechos y sobre las leyes, de manera que puedan defenderse a sí mismos de la injusticias que por mucho tiempo han estado asociadas con la informalidad del trabajo doméstico y con su condición de migrantes”, advirtió Maria Elena Valenzuela, coordinadora del proyecto de la OIT.

“Desde que fue aprobada la ley, le he dicho a todos mis amigos de Paraguay que también están empleados como trabajadores domésticos que soliciten un contrato de trabajo a sus empleadores y demanden los nuevos beneficios a los que tienen derecho. La mayoría de ellos ahora forman parte de la economía formal”, declaró María Pérez.

Es crucial sensibilizar a los trabajadores domésticos sobre sus derechos y sobre las leyes, de manera que puedan defenderse a sí mismos de la injusticias.” 

Maria Elena Valenzuela, coordinadora del proyecto de la OIT
Argentina puede ser considerada como un ejemplo de una situación que beneficia a todas las partes, basada en una política migratoria abierta y en el reconocimiento amplio de los derechos laborales de los trabajadores domésticos migrantes, y sin que se haya observado ningún efecto adverso en los mercados laborales.

Los futuros progresos dependerán de la coordinación eficaz entre los mandantes de la OIT, con un papel promocional particularmente importante para las organizaciones de trabajadores domésticos y los sindicatos que fueron determinantes en la adopción del Convenio.

“Tenemos que seguir exigiendo respeto y garantizar que todos los trabajadores domésticos tengan un contrato”, declaró Pérez. “Se trata de nuestro futuro y del futuro de nuestros hijos”.