Crisis bancaria
Cooperativas financieras: Una apuesta segura en tiempos de crisis
Un nuevo libro de la OIT dice que durante la crisis económica las cooperativas financieras han obtenido mejores resultados que los grandes bancos propiedad de los inversionistas.
GINEBRA (OIT Noticias) – Las cooperativas financieras superaron a los bancos tradicionales propiedad de los inversionistas en casi todos los niveles de las calificaciones bancarias, de acuerdo con un nuevo libro de la OIT.
El libro, titulado Resilience in a downturn: The power of financial cooperatives (La resiliencia en una recesión: El poder de las cooperativas financieras), sostiene que los bancos propiedad de los clientes fueron mucho más estables y eficientes que los grandes bancos tradicionales.
“Cooperativa financiera” es un término general para designar a los bancos cooperativos, las cooperativas de crédito y las sociedades de crédito inmobiliario, así como los bancos que son propiedad de cooperativas agrícolas o de consumidores. Lo que todos tienen en común es que son propiedad de los clientes.
Las cooperativas de crédito originalmente fueron creadas para ofrecer servicios a las personas de bajos ingresos, muchas en los países en desarrollo y en América del Norte. La mayoría de los bancos cooperativos tiene bases en Europa y presta servicio a una clientela numerosa.
“A diferencia de los bancos propiedad de los inversionistas, las cooperativas financieras mantuvieron índices de solvencia muy positivos, aumentaron su capital y sus clientes, y los pocos que sufrieron pérdidas se recuperaron con rapidez y están creciendo de nuevo”, señaló el autor del informe, Johnston Birchall.
Esto se debe a que las cooperativas financieras y los bancos propiedad de los inversionistas siguen modelos empresariales diferentes: las cooperativas son propiedad de los miembros y no están impulsadas por los beneficios. Cada miembro tiene una acción, que le da derecho a votar para elegir la junta directiva. Todo el superávit que producen es destinado a las reservas, que son devueltas a los miembros a través de dividendos anuales o de productos financieros más baratos.
Los bancos propiedad de los inversionistas obedecen a la necesidad de incrementar los beneficios para los accionistas, lo cual lleva a algunos de ellos a asumir riesgos de inversión muchos mayores. Este es el escenario que desencadenó la crisis bancaria de 2007-2008.
En los años que precedieron a la crisis, los bancos cooperativos tenían un índice de estabilidad promedio (conocidos como índices Tier) superior al de los bancos propiedad de los inversionistas. Su calificación era de 9,2 por ciento en comparación con 8,4 por ciento de los bancos tradicionales. En Francia y los Países Bajos, el índice de estabilidad era superior al 50 por ciento.
“Los bancos cooperativos utilizaron mejor sus capitales más pequeños y aún así obtuvieron beneficios, porque se concentraron en reciclar los ahorros en préstamos en vez de depender de los mercados monetarios. Sin embargo, resultaron ser al menos tan rentables – y en diversos países más rentables aún – que los bancos propiedad de los inversionistas”, explicó Birchall.
Las cooperativas de crédito además entraron en la crisis en una posición de fuerza, con 177 millones de miembros en 96 países. Todas registraron un incremento en los ahorros, préstamos y reservas durante los años anteriores a 2007.
Después de la crisis bancaria, casi todos los bancos cooperativos superaban el 8 por ciento del índice de estabilidad Tier 1. Los bancos Raiffeisen, Rabobank y OP-Pohjola tenías índices Tier superiores a 12 por ciento.
En abril 2009, mientras muchos bancos tradicionales tenían dificultades, las calificaciones de los bancos cooperativos seguían en el nivel A y en ascenso, con Rabobank que mantiene su calificación de crédito AAA.
Puesto que entraron en la crisis con mayores reservas, la estabilidad financiera de los bancos cooperativos era 'significativamente más alta' que la de los bancos propiedad de los inversionistas en 2007.
Entre 2003 y 2010, sus beneficios aumentaron en comparación con los bancos tradicionales, con ganancias promedio de 7,5 por ciento, contra 5,7 por ciento para los bancos propiedad de los inversionistas. El capital de los bancos cooperativos también creció entre 2007 y 2010, así como también el número de clientes.
A nivel mundial, los créditos cooperativos registraron incrementos en los ahorros, las reservas y los préstamos entre 2007 y 2010, aunque hubo una desaceleración inmediatamente después de la crisis financiera. Las cifras muestran que en diversos países, los clientes optaban por poner sus ahorros en un lugar más seguro que los bancos propiedad de los inversionistas.
Algunos bancos cooperativos y cooperativas de crédito “centrales” - que dirigían una confederación de cooperativas financieras – experimentaron pérdidas, pero sólo algunas de ellas tuvieron que aceptar ayuda del gobierno.
“La crisis bancaria confirmó que las cooperativas financieras son estables y renuentes a asumir riesgos”, destacó Birchall.
“La mayoría superó la situación sin que fuese necesario el rescate por parte de los gobiernos, sin dejar de prestar dinero a los individuos y a las empresas y con la admiración de un número creciente de personas desilusionadas del 'capitalismo de casino'.
Según Simel Esim, jefa de la unidad de cooperativas de la OIT, muchas veces se subestima la importancia de las cooperativas financieras para el sector bancario y la economía en general.
La contribución económica de las cooperativas financieras, si bien es muy importante, muchas veces se ve subestimada y a veces completamente ignorada. Aun así, algunos de los bancos más grandes del mundo funcionan como cooperativas. El crédito cooperativo crea y mantiene el crédito y asegura que las empresas se mantengan a flote.”
El libro, titulado Resilience in a downturn: The power of financial cooperatives (La resiliencia en una recesión: El poder de las cooperativas financieras), sostiene que los bancos propiedad de los clientes fueron mucho más estables y eficientes que los grandes bancos tradicionales.
“Cooperativa financiera” es un término general para designar a los bancos cooperativos, las cooperativas de crédito y las sociedades de crédito inmobiliario, así como los bancos que son propiedad de cooperativas agrícolas o de consumidores. Lo que todos tienen en común es que son propiedad de los clientes.
Visión global de las cooperativas financieras |
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“A diferencia de los bancos propiedad de los inversionistas, las cooperativas financieras mantuvieron índices de solvencia muy positivos, aumentaron su capital y sus clientes, y los pocos que sufrieron pérdidas se recuperaron con rapidez y están creciendo de nuevo”, señaló el autor del informe, Johnston Birchall.
Esto se debe a que las cooperativas financieras y los bancos propiedad de los inversionistas siguen modelos empresariales diferentes: las cooperativas son propiedad de los miembros y no están impulsadas por los beneficios. Cada miembro tiene una acción, que le da derecho a votar para elegir la junta directiva. Todo el superávit que producen es destinado a las reservas, que son devueltas a los miembros a través de dividendos anuales o de productos financieros más baratos.
Los bancos propiedad de los inversionistas obedecen a la necesidad de incrementar los beneficios para los accionistas, lo cual lleva a algunos de ellos a asumir riesgos de inversión muchos mayores. Este es el escenario que desencadenó la crisis bancaria de 2007-2008.
Antes de la crisis
En los años que precedieron a la crisis, los bancos cooperativos tenían un índice de estabilidad promedio (conocidos como índices Tier) superior al de los bancos propiedad de los inversionistas. Su calificación era de 9,2 por ciento en comparación con 8,4 por ciento de los bancos tradicionales. En Francia y los Países Bajos, el índice de estabilidad era superior al 50 por ciento.
“Los bancos cooperativos utilizaron mejor sus capitales más pequeños y aún así obtuvieron beneficios, porque se concentraron en reciclar los ahorros en préstamos en vez de depender de los mercados monetarios. Sin embargo, resultaron ser al menos tan rentables – y en diversos países más rentables aún – que los bancos propiedad de los inversionistas”, explicó Birchall.
Las cooperativas de crédito además entraron en la crisis en una posición de fuerza, con 177 millones de miembros en 96 países. Todas registraron un incremento en los ahorros, préstamos y reservas durante los años anteriores a 2007.
Resiliencia en la crisis
Después de la crisis bancaria, casi todos los bancos cooperativos superaban el 8 por ciento del índice de estabilidad Tier 1. Los bancos Raiffeisen, Rabobank y OP-Pohjola tenías índices Tier superiores a 12 por ciento.
En abril 2009, mientras muchos bancos tradicionales tenían dificultades, las calificaciones de los bancos cooperativos seguían en el nivel A y en ascenso, con Rabobank que mantiene su calificación de crédito AAA.
Puesto que entraron en la crisis con mayores reservas, la estabilidad financiera de los bancos cooperativos era 'significativamente más alta' que la de los bancos propiedad de los inversionistas en 2007.
Las cooperativas durante la crisis |
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A nivel mundial, los créditos cooperativos registraron incrementos en los ahorros, las reservas y los préstamos entre 2007 y 2010, aunque hubo una desaceleración inmediatamente después de la crisis financiera. Las cifras muestran que en diversos países, los clientes optaban por poner sus ahorros en un lugar más seguro que los bancos propiedad de los inversionistas.
Algunos bancos cooperativos y cooperativas de crédito “centrales” - que dirigían una confederación de cooperativas financieras – experimentaron pérdidas, pero sólo algunas de ellas tuvieron que aceptar ayuda del gobierno.
“La crisis bancaria confirmó que las cooperativas financieras son estables y renuentes a asumir riesgos”, destacó Birchall.
“La mayoría superó la situación sin que fuese necesario el rescate por parte de los gobiernos, sin dejar de prestar dinero a los individuos y a las empresas y con la admiración de un número creciente de personas desilusionadas del 'capitalismo de casino'.
Según Simel Esim, jefa de la unidad de cooperativas de la OIT, muchas veces se subestima la importancia de las cooperativas financieras para el sector bancario y la economía en general.
La contribución económica de las cooperativas financieras, si bien es muy importante, muchas veces se ve subestimada y a veces completamente ignorada. Aun así, algunos de los bancos más grandes del mundo funcionan como cooperativas. El crédito cooperativo crea y mantiene el crédito y asegura que las empresas se mantengan a flote.”