Esta historia fue escrita por la Sala de Noticias de la OIT. Para ver las declaraciones y discursos oficiales de la OIT, por favor visite nuestra sección "Declaraciones y Discursos".

Derechos laborales

Los trabajadores domésticos en Europa enfrentan un vacío legal

En Europa, muchos trabajadores domésticos no disfrutan de la misma protección legal que otros trabajadores. El Convenio 189 de la OIT sobre trabajo decente para las trabajadoras y los trabajadores domésticos – que entrará en vigor dentro de un año – ofrece la oportunidad de mejorar las vidas de millones de personas que trabajan en esta profesión.

Analísis | 24 de octubre de 2012
GINEBRA (OIT Noticias) – Coring, 59 años, es una trabajadora doméstica proveniente de Filipinas, que vive en los Países Bajos. Hace poco perdió su trabajo porque solicitó unos días libres para irse de vacaciones.

“Mi empleador me dijo: 'Nosotros ya te pagamos tu salario y tu no pagas impuestos, ¿por qué deberías además irte de vacaciones?'” contó Coring*.

El caso de Coring es particularmente complicado porque es una trabajadora sin documentos. Pero también los trabajadores domésticos regulares tienen dificultades para ser reconocidos como tales.

Si bien en Europa existen muchas leyes que protegen a los trabajadores domésticos, aún persisten algunas lagunas en la legislación y el cumplimiento de dichas normas suele ser débil.

Muchos trabajadores domésticos tienen miedo de ponerse en contacto con nosotros, ya que son migrantes ilegales o trabajan en la economía subterránea."
“Los inspectores laborales sólo pueden aplicar las leyes vigentes, pero no siempre es posible adaptarlas a las especificidades del trabajo doméstico”, explicó John Kelly, responsable regional de la Autoridad nacional de derechos laborales de Irlanda, la agencia a cargo de las inspecciones laborales en ese país.

La inobservancia de la legislación está vinculada al hecho de que el trabajo doméstico pocas veces es percibido como una forma real de empleo. Además, el acceso a los hogares privados está restringido y pocos trabajadores domésticos están dispuestos a denunciar abiertamente a sus empleadores. Como resultado, la mayoría de las inspectorías del trabajo en Europa no se han ocupado mucho de este sector.

Según Kelly, el principal desafío continúa siendo que muchos trabajadores domésticos en Europa trabajan en la economía informal. “Nos han entrenado para detectar la trata de seres humanos. Sin embargo, es muy difícil identificar los casos porque muchos trabajadores domésticos tienen miedo de ponerse en contacto con nosotros, ya que son migrantes ilegales o trabajan en la economía subterránea”, señaló.

“Esto constituye un obstáculo considerable para que los inspectores logren prevenir y penalizar los abusos”, dijo Rebeca Pabon, representante sindical de los Países Bajos. “¿Por qué un trabajador doméstico indocumentado debería contactar a un inspector a sabiendas de que será deportado, aún antes de que sus derechos laborales sean reconocidos?, preguntó.

Del trabajo informal al formal


Los datos oficiales no permiten capturar la extensión real del sector del trabajo doméstico en Europa, ya que una gran parte se encuentra en la economía informal.

Por ejemplo, la Oficina de datos estadísticos de Alemania afirma que hay 700.000 trabajadores domésticos en el país. Pero los sindicatos locales creen que más de 2,4 millones de hogares alemanes emplean a un trabajador doméstico.

La demanda ha aumentado aún más a causa del envejecimiento de la población. Debido a la difícil situación económica, un número cada vez mayor de trabajadores de Europa Oriental se dirige hacia Europa Occidental para cuidar a las personas mayores.

“Es esencial informar a las personas sobre sus derechos y deberes”, indicó Kelly, de la Autoridad nacional irlandesa de derechos laborales. “Sucede con frecuencia que los empleadores no mantienen un registro de las horas de trabajo, o no consideran el tiempo dedicado a cuidar un enfermo de noche como tiempo de trabajo propiamente dicho”.

La integración de los trabajadores domésticos en la economía formal permitiría mejorar la protección contra este tipo de abusos.

Algunos países europeos, como Francia y Bélgica, han instaurado una legislación a fin de facilitar la contratación legal de los trabajadores domésticos. En Bélgica, el programa “titre service” (servicio de cheques) permite que los trabajadores domésticos tengan un empleo formal mientras que el costo para el empleador es en parte cubierto por el gobierno a través de subsidios. Esto hace que los servicios sean más accesibles e incrementa el empleo formal.

“Es evidente que esto representa un gasto para el gobierno”, explicó Michel Aseglio, director de la agencia que controla las leyes sociales en Bélgica. “Pero el Estado recupera inmediatamente parte de la inversión al recaudar más impuestos”.

El Convenio 189 de la OIT puede marcar la diferencia


“Este tipo de sistemas parecen ir en la dirección correcta”, afirmó la representante sindical neerlandesa, Rebeca Pabon. Pero a Pabon le preocupa que las personas encuentran más vacíos legales para importar “mano de obra barata” a Europa.

Convenio 189 de la OIT
Los trabajadores domésticos que cuidan de las familias y los hogares deben tener los mismos derechos fundamentales en el trabajo que los demás trabajadores. Estos derechos incluyen:

  • Horas de trabajo razonables,
  • Descanso semanal de al menos 24 horas consecutivas,
  • Un limite a los pagos en especie,
  • Información clara sobre los términos y condiciones del empleo,
  • Respeto de los principios y derechos fundamentales en el trabajo, incluyendo la libertad sindical y el derecho de negociación colectiva.
“El sistema au pair que ofrece a los jóvenes la oportunidad de venir y aprender un nuevo idioma mientras trabajan para una familia puede parecer atractivo en un primer momento. No obstante, cada vez más se está convirtiendo en una manera para compensar la falta de estructuras públicas dedicadas al cuidado de niños”, agregó.

“Establecer reglas más claras para emplear a los trabajadores domésticos y conferirles un estatus real es indispensable para mejorar su situación”, explicó Martin Oelz, especialista jurídico sobre las condiciones del trabajo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

“Creemos que el Convenio 189 de la OIT sobre trabajo decente para los trabajadores domésticos contribuirá a otorgar reconocimiento y una mejor protección a una profesión que aún en la actualidad permanece invisible. Los trabajadores domésticos merecen ser considerados y tratados como verdaderos trabajadores”, concluyó Oelz.


* Entrevista suministrada por el sindicato de trabajadores domésticos FNV Bondgenoten de Amsterdam.