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La inseguridad económica, una crisis mundial

Sólo 8 por ciento de los trabajadores del mundo viven en países donde hay un buen nivel de seguridad económica, según un nuevo estudio de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) titulado "Seguridad económica para un mundo mejor", con datos de 90 naciones donde vive 85 por ciento de la población mundial. El estudio dice que la seguridad económica promueve la felicidad, y es beneficiosa para el crecimiento y la estabilidad social. Esta es una serie de preguntas y respuestas con Guy Standing, coautor del informe y director del Programa sobre seguridad socioeconómica de la OIT.

Artículo | 7 de septiembre de 2004

P: El informe dice que hay una relación directa entre seguridad económica y felicidad. ¿Cómo se ha medido la felicidad?

R: Comencemos por cómo medimos la seguridad económica. Hemos identificado aspectos relevantes como ingresos, acceso a oportunidades laborales, seguridad en el trabajo, acceso a la capacitación y, uno muy importante, el de la representación. Las personas son vulnerables cuando no tienen un mínimo de seguridad sobre sus ingresos y acceso a organizaciones que protejan sus intereses. Por otro lado también hemos tenido en cuenta los compromisos de los gobiernos en materia de políticas laborales, la existencia de instituciones que apliquen esas políticas y los resultados obtenidos.

Una de las conclusiones obtenidas del análisis de los países y de su figuración en el índice de seguridad económica es que los habitantes de aquellas naciones donde existe un mayor grado de seguridad económica suelen tener un mayor nivel de felicidad, un factor que es medido a través de encuestas sobre sobre el nivel de satisfacción en la vida y de desigualdad frente a la felicidad. El principal factor determinante de la felicidad nacional no es el nivel de ingresos: existe una relación positiva pero el aumento de los ingresos parece tener poco efecto en los países ricos a medida que éstos se enriquecen. El factor más importante es el grado de seguridad en los ingresos, que se mide en términos de protección de los ingresos y de un bajo nivel de desigualdad en los mismos.

P: ¿Así que la felicidad de las personas no está relacionada con el nivel de ingresos?

R: En efecto. Hemos visto que el nivel de felicidad es mayor en los países donde hay más seguridad económica, pero no existe una relación lineal entre ingresos y felicidad. Si el ingreso de las personas aumenta hasta cierto punto el nivel de felicidad también se incrementa en forma importante, pero durante los últimos 40 años ha habido señales de que esa mejoría se desacelera posteriormente, e incluso puede traducirse en una baja en algunos países, como en Estados Unidos…

P: Al clasificar a los países, ¿los dividen en grupos?

R: Los países están divididos en cuatro grupos: líderes (con buenas políticas, buenas instituciones y buenos resultados), pragmáticos (buenos resultados a pesar de contar con políticas o instituciones menos contundentes), convencionales (políticas e instituciones aparentemente buenas pero con resultados menos concluyentes) y países donde queda mucho por hacer (políticas e instituciones débiles o inexistentes, y resultados malos). El informe dice que 73 por ciento de todos los trabajadores viven en condiciones de inseguridad económica, mientras que sólo 8 por ciento son habitantes de países líderes donde hay un buen nivel de seguridad económica.

P: ¿La inseguridad económica es sólo un problema de los países pobres?

R: No. Hay muchos países ricos que podrían lograr un mayor nivel de seguridad económica para sus ciudadanos, si consideramos que otros con menos recursos lo logran. El estudio concluye que que la distribución mundial de seguridad económica no corresponde a la distribución mundial de ingresos, y que el Asia meridional y el Sudeste de Asia tienen mayores porcentajes de seguridad económica que su porcentaje en los ingresos mundiales. El Asia meridional cuenta con un 7% de los ingresos del mundo, y tiene alrededor de un 14% de la seguridad económica del mundo. En comparación, América Latina ofrece a sus ciudadanos mucha menos seguridad económica de lo que cabría esperar, dado su nivel de ingresos relativo.

P: La incertidumbre económica está en aumento… ¿Quiénes son los más afectados?

R: Hay un aumento de lo que denominamos como riesgos sistémicos, y de un desplazamiento de sus efectos desde el sector del capital hacia el laboral. Los trabajadores y los pobres son los más afectados por estos riesgos y enfrentan mayor incertidumbre. Comunidades enteras pueden resultar afectadas por crisis o desastres, y los sistemas de seguridad social tradicionales no están diseñados para enfrentar esas situaciones. Lo importante es poder determinar cuál es el tipo de protección social más adecuada en cada caso. Creemos que al adoptar decisiones de ese tipo, sin embargo, algunos principios deben ser respetados, como la necesidad de preservar o fortalecer la solidaridad social y una libertad económica real. Muchas personas terminan por quedar atrapadas en situaciones de paternalismo que no logran alcanzar los objetivos sociales.

P: La seguridad del ingreso es parte importante de la seguridad económica. ¿Qué pasa con los ingresos de las personas?

R: Hay evidencia de un aumento en la volatilidad tanto a nivel macro como a nivel micro, así como mayores diferencias entre los ingresos. De acuerdo con diversas investigaciones, la volatilidad tiene un efecto negativo sobre la percepción que tienen las personas de su bienestar, e incluso puede causar una alta dosis de ansiedad.

P: ¿Hay un vínculo entre democracia y seguridad económica?

R: Cuando creamos el índice sobre seguridad económica calculamos este vínculo en términos de las políticas de los gobiernos, las instituciones creadas para ponerlas en práctica, y sus resultados. Y los resultados positivos están relacionados con la democracia y con el gasto público en seguridad social.

P: ¿Existe una relación entre un elevado nivel de conocimientos, una mayor seguridad en el ingreso y la felicidad?

R: Lo que hemos descubierto al elaborar nuestro índice de seguridad en los conocimientos es que los resultados están inversamente relacionados con la felicidad. Lo atribuimos a la frustación experimentada por numerosas personas que no encuentran un trabajo acorde con sus conocimientos, que responda a sus expectativas.

P: El hecho que un número cada vez menor de trabajadores participe en los sindicatos, ¿está relacionado de alguna manera con su seguridad económica?

R: Con respecto a la seguridad en materia de representación de los trabajadores hay buenas noticias y malas noticias. Una de las mejores noticias es que en aquellos países donde hay más seguridad de representación hay niveles más bajos de desigualdad. Pero una de las peores noticias es que la participación en los sindicatos ha disminuido. En algunos países industrializados es menor a 10 por ciento. Y es preocupante porque confirma que en tiempos de globalización han resultado muy erosionadas las principales formas de expresión en el mundo del trabajo, y cuando los trabajadores no cuentan con una forma de expresarse se sienten más inseguros.

P: ¿Cómo influye la liberalización comercial?

R: Hemos concluido que si bien la liberalización comercial puede ser beneficiosa para la seguridad económica, la apertura de las cuentas de capital en los países en desarrollo puede resultar perjudicial, ya que acarrea el potencial de provocar una mayor inestabilidad en la economía cuando no existe la capacidad institucionales para lidiar con períodos de crisis.


Nota 1 - Economic security for a better world, Programa sobre Seguridad Socioeconómica. Oficina Internacional del Trabajo, 2004.