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Séptima Reunión Regional Europea en Budapest Equilibrar el desarrollo social y económico

La región de Europa y Asia Central es un protagonista fundamental en la globalización económica. La región es también líder mundial de la integración económica, monetaria y política, no sólo en la UE, sino también en la Comunidad de Estados Independientes (CEI). La principal tarea de los gobiernos consiste en invertir las altas tasas de desempleo que continúan causando estragos en Europa, tanto Oriental como Occidental, y en Asia Central. Para ello, se requiere una gobernanza firme que permita sustentar un desarrollo económico y social equilibrado, según un informe elaborado para la próxima Reunión Regional Europea de la OIT, que se celebrará en Budapest del 14 al 18 de febrero ( Nota 1). OIT EnLínea habló sobre este tema con Philippe Egger, experto de la OIT.

Artículo | 10 de febrero de 2005

OIT EnLínea: Crecimiento lento en la Unión Europea, pobreza persistente en muchas partes de Europa Oriental y Asia Central... ¿qué piensa usted de los informes que tratan del "retraso de Europa"?

Philippe Egger: Una encuesta reciente confirma que Europa es la zona más atractiva del mundo para la inversión directa, y que representaba en 2003 el 52 por ciento de las entradas de inversión extranjera directa (IED). Dentro de Europa, es Europa Occidental la que los responsables de la toma de decisiones califican como la zona más atractiva del mundo, seguida de Europa Oriental. La intensificación de los intercambios resultante de la mayor apertura de las fronteras incrementa la difusión de las nuevas tecnologías, mejora la circulación de productos y servicios, aumenta la eficiencia de los mercados nacionales y extranjeros y fomenta las nuevas inversiones.

Por un lado, en Europa Central, sólo cinco países consiguieron en 2002 un PIB per cápita superior al de 1989. Pese al rápido crecimiento de los últimos años, en los países de la CEI, incluida la Federación de Rusia, y en varios países de Europa Sudoriental, los ingresos medios seguían siendo inferiores a los de 1989. La pobreza persistente y la creciente desigualdad de ingresos han frenado el progreso por lo que respecta a elevar los niveles de vida.

Las encuestas de opinión pública realizadas por la UE destacan el empleo y la economía como las dos cuestiones más importantes para los ciudadanos de la UE, seguidas de la delincuencia, la atención de salud y la inmigración. La principal tarea consiste en invertir la tendencia al alto desempleo y las bajas tasas de empleo que hacen estragos en Europa, tanto Oriental como Occidental, y en Asia Central. Ello requiere una gobernanza firme, responsable y dispuesta a rendir cuentas, capaz de sostener un desarrollo económico y social equilibrado.

OIT EnLínea: ¿Cuáles son las repercusiones económicas y sociales de la globalización para Europa?

Philippe Egger: La liberalización económica y la interdependencia brindan muchas nuevas oportunidades para la inversión y el crecimiento. Pero también conllevan nuevos riesgos y una mayor incertidumbre. Muchos de estos riesgos tienen repercusiones económicas y sociales que afectan a la viabilidad de las empresas, a la seguridad del empleo y de los ingresos, a las condiciones de trabajo, a la migración y a la protección social. Hay muchos ejemplos de subcontratación, cierres y reubicación en toda la región. Una de las características de las economías de mercado modernas es el abandono de actividades desfasadas y poco rentables, y la constante reestructuración de nuevas actividades. En general, se estima que en las economías industrializadas se destruyen y se crean cada año uno de cada diez empleos.

La integración económica está repercutiendo en los mercados de trabajo con intensidad creciente. Una proporción cada vez mayor de la mano de obra se dedica a actividades que están expuestas, a través del comercio, los mercados y las inversiones, a decisiones adoptadas en otros países. Por ello, los niveles y condiciones de empleo dependen del crecimiento económico y de las políticas dentro del país, pero también de los acontecimientos ocurridos y las decisiones adoptadas en otros países y regiones. Estos acontecimientos representan sin duda un desafío para las políticas de mercado de trabajo y los sistemas de negociación colectiva de los respectivos países.

OIT EnLínea: ¿Cómo pueden mejorar los europeos la situación económica y los niveles de empleo?

Philippe Egger: Las políticas macroeconómicas y de mercado de trabajo se complementan mutuamente cuando se consideran como un todo coherente. Pocos argumentarían hoy que los altos niveles de desempleo pueden reducirse únicamente mediante la estimulación de la demanda macroeconómica o únicamente con reformas del mercado de trabajo. Lo que se necesita es un conjunto coherente y equilibrado de políticas que combinen los instrumentos monetarios y fiscales y los mercados del trabajo y la protección social.

Sólo algunos países de Europa han podido mantener el crecimiento económico con un elevado índice de empleo, una inflación baja y una desigualdad moderada en los ingresos. Irlanda, Finlandia y Eslovenia son ejemplos de ello. Pero existen numerosos ejemplos de crecimiento lento, como Alemania, de crecimiento elevado y un bajo índice de empleo, como la Federación de Rusia, o de un reducido índice de desempleo acompañado, sin embargo, de una creciente desigualdad en los ingresos, como el Reino Unido.

Se necesitan instituciones eficaces del mercado de trabajo debido a las múltiples imperfecciones que los caracterizan, incluida la discriminación, pero por sí solas tienen poca influencia en el empleo agregado. Es precisa una mayor coherencia entre las instituciones y la política macroeconómica. Esto exige que se lleven a cabo cambios de adaptación en las combinaciones de políticas macroeconómicas y en la reglamentación del mercado del trabajo, a fin de asegurar su coherencia con el crecimiento y el empleo. La capacidad para efectuar dichos cambios de adaptación varía enormemente de un país a otro.

OIT EnLínea: ¿Qué opinión le merece el Modelo Social Europeo como mecanismo de gobernanza?

Philippe Egger: El Modelo Social Europeo aporta una base valiosa para la gobernanza del desarrollo económico y social equilibrado. La existencia de valores, principios e instituciones comunes ha creado un enfoque propio de la UE respecto de la economía de mercado y la política social. Esto, sin embargo, se identifica a menudo con la "vieja Europa". Pero no debería subestimarse la capacidad del Modelo Social Europeo para reformarse sin por ello dejar de ser fiel a sus valores y principios fundamentales. Estas reformas están siendo objeto de un intenso debate o llevándose a la práctica en numerosos países de la UE. Y la ampliación brinda una oportunidad más para examinar la adecuación del Modelo Social Europeo a los retos de nuestro tiempo.

OIT EnLínea: ¿Qué papel desempeña en todo esto el diálogo social?

Philippe Egger: Un importante mecanismo de coordinación, que puede ser eficaz para sostener unos resultados económicos satisfactorios, es el que integran el diálogo social y las consultas tripartitas entre gobiernos, trabajadores y empleadores. De hecho, las políticas económicas y sociales eficaces suelen estar basadas en principios generales adaptados a los contextos y agentes locales. El diálogo social puede representar una verdadera diferencia a la hora de crear vínculos entre la toma de decisiones de alcance local, nacional e internacional. Las diversas formas de diálogo social varían enormemente y pueden requerir de una adaptación, pero el valor de la cooperación y del diálogo en torno a la administración de las empresas, la formulación de políticas nacionales o incluso la formulación de políticas supranacionales es incuestionable.

La productividad, la negociación salarial y la política comercial son determinantes clave del crecimiento económico y del empleo en toda Europa y Asia Central. La coherencia de las políticas exige un alto grado de cooperación y coordinación entre las diferentes partes, así como equidad en la distribución de los ingresos nacionales y de las empresas. Para garantizar la calidad de la gobernanza se requiere un entorno favorable a las consultas y negociaciones entre representantes de los empleadores y los trabajadores y funcionarios gubernamentales.

OIT EnLínea: ¿Qué sugiere la OIT que hagan los gobiernos europeos en relación con la reforma económica y social?

Philippe Egger: Lograr el pleno empleo en condiciones de trabajo decente, sin poner en peligro la estabilidad de los precios ni la equidad social, requiere importantes reformas económicas y sociales. Estas representan un verdadero desafío en términos de gobernanza, dadas las múltiples interacciones entre los diferentes ámbitos de las políticas. La reforma de las pensiones necesita de una prolongación de la vida laboral basada en unas mejores condiciones de trabajo para los trabajadores de edad, o de mayores tasas de empleo femenino – estas últimas suelen estar en función de la disponibilidad de servicios de cuidado de niños y de una menor discriminación en el empleo. Esto complica las reformas, pero también demuestra que la coherencia entre las diferentes líneas políticas es una característica señalada de los resultados favorables en materia de empleo.

La OIT aporta a este debate dos contribuciones con una larga tradición, a saber, las normas internacionales del trabajo y el diálogo social. Las normas internacionales del trabajo ofrecen protección y un conjunto de derechos básicos, además de orientación sobre las políticas. Los mecanismos de control promueven su aplicación mediante el diálogo y la cooperación.

Las ventajas del diálogo tripartito están basadas en la representación democrática, los múltiples niveles de participación y un análisis técnico acertado. Las reformas complejas requieren formas complejas de diálogo social que podrían incluir, cuando proceda, a otros representantes de la sociedad civil. Pero el tiempo dedicado al análisis y al diálogo es una inversión fructífera cuando los resultados de las negociaciones se pueden aplicar con menos complicaciones.


Note 1 - Gestionar las transiciones: Gobernanza y trabajo decente, Informe del Director General, vol. II, Séptima Reunión Regional Europea, Budapest, febrero de 2005, Capítulo 1: Globalización, gobernanza y desarrollo económico y social equilibrado.