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La OIT propugna medidas urgentes para aliviar la "grave"crisis económica y social en los territorios ocupados

GINEBRA (Noticias de la OIT) - Al referirse a lo que califica de "colapso socioeconómico" en los territorios ocupados por Israel, la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) pidió hoy a Israel que aliviara las restricciones de movimiento impuestas a los trabajadores palestinos, e instó a la comunidad internacional a que respaldara la adopción de medidas de urgencia para la creación de empleo y la promoción del dialogo social entre israelíes y palestinos.

Comunicado de prensa | 30 de mayo de 2002

GINEBRA (Noticias de la OIT) - Al referirse a lo que califica de "colapso socioeconómico" en los territorios ocupados por Israel, la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) pidió hoy a Israel que aliviara las restricciones de movimiento impuestas a los trabajadores palestinos, e instó a la comunidad internacional a que respaldara la adopción de medidas de urgencia para la creación de empleo y la promoción del dialogo social entre israelíes y palestinos.

En una nueva memoria * que el Sr. Somavia, Director General de la OIT, habrá de presentar a la 90.ª reunión anual de la Conferencia Internacional del Trabajo que tendrá lugar del 3 al 20 de junio, la OIT informa de "lo que es prácticamente el colapso socioeconómico de los territorios ocupados como resultado de la fase actual del conflicto, y también de la profunda crisis humanitaria que están experimentando las familias palestinas".

El informe se refiere asimismo a "los efectos sumamente negativos de la situación en la economía de Israel" y refleja "el sentimiento de inseguridad en Israel".

El informe se basa en las conclusiones de una misión de la OIT a los territorios ocupados de la ribera occidental, la faja de Gaza y el Golán (del 27 de abril al 6 de mayo) y a la República Árabe Siria y El Cairo - incluida una reunión con el Consejo de Administración de la Organización Árabe del Trabajo - que se llevó a cabo en un momento en que "el diálogo entre las dos partes era prácticamente inexistente."

Además de pedir que se levante gradualmente el cierre de las fronteras, en el informe se citan dos medidas políticas importantes que han de considerarse sin demora: una mayor asistencia técnica a los territorios ocupados y la promoción del diálogo social para aliviar las tensiones.

En el informe se afirma que la situación requiere medidas y respuestas inmediatas, así como un reforzamiento del programa de cooperación técnica a medio plazo.

"El levantamiento gradual de los cierres de frontera sería un paso importante para aliviar la terrible situación de los trabajadores palestinos y sus familias", dice el informe. "Igualmente, las medidas para reanudar el empleo de los trabajadores palestinos en Israel servirían para reducir los dramáticamente elevados niveles de desempleo. Ambas medidas apaciguarían mucho la presente crisis y facilitarían la reanudación de las discusiones políticas sobre una solución pacífica del conflicto."

En cuanto a la asistencia técnica, el Director General solicita un programa de cooperación técnica ampliado, que incluya la creación de un Fondo Palestino para el Empleo y la Protección y que proporcione asistencia tanto a la Autoridad Palestina y a las autoridades locales como a los sindicatos y a los empleadores a fin de que contribuyan a reducir el desempleo, proteger los derechos de los trabajadores y promover la protección social y el diálogo social.

Tras señalar la buena disposición de la comunidad de donantes para "proseguir con sus esfuerzos humanitarios con vistas a aliviar las dificultades más inmediatas y a empezar la reconstrucción de la infraestructura destruida", el Sr. Somavia indicó que la comunidad internacional y los países con más influencia han de "evaluar nuevamente los medios de acción para poder responder a las aspiraciones de las familias en la región, cuyo deseo es ver: a los padres en el trabajo, a los niños en la escuela, seguridad en las calles y paz en la comunidad. Ésta sigue siendo la más profunda esperanza de la gran mayoría de los palestinos y los israelíes. El mundo debe ayudarles a convertirla en realidad."

Al tiempo que prometía el apoyo incondicional de la OIT al diálogo social entre israelíes y palestinos, el Sr. Somavia dijo que "la lectura de este informe debía abordarse con un espíritu de empatía y compasión por todas las personas afectadas", y añadió que "éste no es el tipo de política que se acostumbra a preconizar en tiempos de conflicto, pero tengo la profunda convicción de que es lo que se necesita hoy en día".

El Sr. Somavia prosiguió diciendo que "cualquier solución del conflicto debe basarse en un diálogo en el que los trabajadores de los territorios árabes ocupados y sus familias puedan hacer oír su voz para que sea posible ayudarles a concretizar sus aspiraciones de conseguir un trabajo decente. Al mismo tiempo, también hay que escuchar las voces de los trabajadores en Israel. Nadie puede estar satisfecho con la situación actual o, peor aún, con una nueva escalada del conflicto."

Una "crisis humanitaria generalizada"

Los investigadores de la OIT informaron de que los cierres de las fronteras israelíes y los puestos de control entre los territorios ocupados e Israel y los países vecinos habían afectado gravemente a la economía de la región. Los salarios reales de los palestinos que trabajan en Israel descendieron cerca de un 46 por ciento en 2001 respecto del año anterior, mientras que los ingresos de la Autoridad Palestina disminuyeron drásticamente en más del 70 por ciento.

"La escalada de violencia y la ocupación militar de los territorios han ocasionado graves daños físicos a la infraestructura y a las tierras agrícolas" señala el informe. El costo de reconstrucción de los edificios públicos y privados y de la infraestructura en la ribera occidental se cifra de manera preliminar en unos 432 millones de dólares de los Estados Unidos.

El crecimiento real del PIB de las zonas palestinas fue menor en un 12 por ciento en 2001, y la renta nacional bruta (RNB) real - la suma del PIB y de las remesas de ingresos obtenidos en el extranjero (los salarios de los trabajadores palestinos que trabajan en Israel) - disminuyó un 18,7 por ciento, según el informe.

En el informe se indica que más del 90 por ciento de la población palestina depende de alguna forma de ingresos procedentes del trabajo en los territorios ocupados. "Cualquier baja del empleo y/o de los ingresos procedentes del trabajo, se traduce inmediatamente en una disminución del consumo y el bienestar." Las estimaciones preliminares de la OIT sugieren que "durante el primer trimestre (enero-marzo) de 2002, el desempleo puede haberse elevado hasta cerca de un 43 por ciento en los territorios ocupados."

El porcentaje de la población que vive en la pobreza (menos de 2,1 dólares por día) pasó del 21 por ciento en 1999 al 33 por ciento en 2000, y al 46 por ciento en 2001. Según el informe, podría aumentar al 62 por ciento en 2002.

Israel no escapa indemne de esta situación, según el informe. La actividad económica en Israel sufrió una importante contracción durante 2001; se observa un descenso del 0,5 por ciento del PIB en 2001, tras un aumento del 6,4 por ciento en 2000.

La economía de Israel se ha visto gravemente afectada por tres conmociones económicas: la desaceleración de la actividad económica mundial en el segundo semestre de 2000, el deterioro de la situación en materia de seguridad con el estallido de la intifada en septiembre de 2000, y las repercusiones de los ataques del 11 de septiembre.

"Las industrias de alta tecnología han sido las más afectadas por la disminución de la actividad de la economía estadounidense, y en segundo lugar el turismo con una baja del 50 por ciento del número de turistas en 2001, a resultas del 11 de septiembre y del deterioro de la seguridad interna" explica el informe. "La actividad en el sector de la construcción se ha visto muy perturbada por la repentina ausencia de unos 55.000 trabajadores palestinos, así como por la disminución de la demanda interna y de la inversión pública. Estas crisis acumuladas se propagaron a toda la economía."

El desempleo no dejó de aumentar en Israel en 2001, pasando del 8,1 por ciento en el primer trimestre al 10,5 por ciento en el último trimestre - es decir, 267.000 personas. Se llamó a filas a unos 30.000 reservistas en el primer trimestre de 2002, lo que pudiera tener efectos negativos en las actividades económicas" continua el informe. El 11 de abril de 2002, la clasificación otorgada a Israel por el organismo internacional Standard and Poor's pasó de "estable" a "negativa".

El informe de la OIT concluye diciendo que "las poblaciones palestina e israelí están pagando un precio muy alto por la ocupación y la violencia. La situación económica y social de los territorios ocupados se deteriora cada día que pasa, y en ellos están aumentando los niveles de pobreza y desempleo en lo que prácticamente es ya una crisis humanitaria de carácter general".

El Sr. Somavia afirmó que la actual situación no puede continuar. Tras destacar las palabras recogidas en la Constitución de la OIT: "La pobreza, en cualquier lugar, constituye un peligro para la prosperidad de todos", declaró que "la seguridad en Israel no puede separarse de la seguridad de la población palestina que vive en los territorios ocupados".

* Memoria del Director General: Anexo. Informe sobre la situación de los trabajadores en los territorios árabes ocupados, Conferencia Internacional del Trabajo, 90.ª reunión, junio de 2002, Oficina Internacional del Trabajo, Ginebra. ISBN 92-2-312426-3. Precio: 12.50 francos suizos.