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Aumentan los Problemas de discapacidad de los Trabajadores en los Países industrializados:Conferencia en Washington, D.C.,explora posibles soluciones

Según la Oficina Internacional del Trabajo (OIT), el número de solicitudes de prestaciones de invalidez ha experimentado un enorme incremento en los países industrializados - hasta 600 por ciento en algunos casos -, lo que ha llevado a los gobiernos, las empresas privadas y los sindicatos a buscar medios que permitan readaptar profesionalmente a los trabajadores discapacitados y lograr su reintegro al empleo.

Comunicado de prensa | 19 de mayo de 1998

WASHINGTON (Noticias de la OIT) - Según la Oficina Internacional del Trabajo (OIT), el número de solicitudes de prestaciones de invalidez ha experimentado un enorme incremento en los países industrializados - hasta 600 por ciento en algunos casos -, lo que ha llevado a los gobiernos, las empresas privadas y los sindicatos a buscar medios que permitan readaptar profesionalmente a los trabajadores discapacitados y lograr su reintegro al empleo.

La OIT estima que alrededor de 600 millones de personas, es decir, 10 por ciento de la población mundial, sufren de diversas formas y niveles de discapacidades mentales y físicas, y que cerca de la mitad de estas personas tienen edad para ejercer una actividad profesional. Las estadísticas muestran que los valores citados han venido aumentando en forma sostenida, debido, entre otros, a los siguientes motivos:

  • la aparición de nuevas enfermedades y causas de incapacidad laboral, como el VIH/SIDA, el estrés y el consumo abusivo de drogas y alcohol;
  • el incremento de la esperanza de vida y del número de personas de edad avanzada, entre las que son frecuentes las discapacidades;
  • el mayor número de niños discapacitados, que se prevé seguirá aumentando en los próximos 30 años sobre todo en los países en desarrollo, debido en particular a la desnutrición, las enfermedades y el trabajo infantil;
  • los conflictos armados y la violencia.

Según el Sr. Ali Taqi, Subdirector General de la OIT, «la nueva realidad económica - es decir, la competencia cada vez más intensa a nivel mundial, así como la reducción de los márgenes de utilidad y de las bases de recursos de las empresas - está obligando a las compañías de todo el planeta a buscar formas de reducir los costos de personal, pero dicho objetivo no debería lograrse a costa de los trabajadores discapacitados. Por el contrario, deben encontrarse medios para no marginar de la fuerza de trabajo a estos trabajadores, y para reintegrar a las personas incapacitadas que puedan y deseen trabajar».

La información aportada por los países a un estudio sobre este problema, realizado por la OIT, ha puesto de manifiesto, por ejemplo, que:

  • En los Estados Unidos, el número de personas en edad de trabajar acogidas a los programas de prestaciones de invalidez del servicio de Seguridad Social creció en un 60 por ciento de 1984 a 1994, y que menos del 0,5 por ciento de dichos beneficiarios han dejado dichos programas para reincorporarse a la vida económica activa.
  • En los Países Bajos, el número de beneficiarios de subsidios de invalidez aumentó en 50 por ciento de 1980 a 1992, llegando a un total de más de 900.000 personas.
  • En Australia, los gastos en concepto de indemnizaciones a los trabajadores aumentaron en más de 700 por ciento de 1976 a 1986; en el decenio de 1980, los costos directos se elevaron a un total medio anual de 5.000 millones de dólares, mientras que los costos indirectos fueron de cuatro veces esa cifra. En estos últimos se incluye la menor productividad ocasionada por el tiempo de trabajo no realizado, la obsolescencia y la pérdida de las calificaciones profesionales y los costos de la readaptación profesional.
  • En Suecia, de 1980 a 1990, el número de personas que recibieron prestaciones complementarias de pensiones de invalidez o de subsidios de enfermedad durante más de un año pasó de 300.000 a 436.000, lo que se tradujo en la reducción del monto de las prestaciones y en una mayor presión ejercida sobre los empleadores, con el fin de que éstos favorecieran el reintegro al empleo de los trabajadores acogidos a los seguros de invalidez.

Del estudio de la OIT se desprende que, en general, las innovaciones introducidas en las legislaciones nacionales para promover el empleo de las personas discapacitadas no han sido adecuadas para ayudar a las personas que presentan nuevas incapacidades. «Así ocurre, en particular, con aquellos trabajadores afectados por las llamadas «nuevas» enfermedades profesionales, como, por ejemplo, las derivadas del estrés y de las lesiones por tensión sostenida, y también con las personas que tienen discapacidades invisibles, como desórdenes mentales y dolores crónicos, dolencias que no están comprendidas en las definiciones reconocidas por la legislación de algunos países», observa el Sr. Taqi.

El Proyecto de investigación internacional sobre estrategias para la mantención en el empleo y el reintegro de los trabajadores discapacitados, emprendido por la OIT, abarca ocho países: Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Nueva Zelandia, Países Bajos, Reino Unido y Suecia. Los primeros resultados sugieren que la existencia de una legislación de protección de los trabajadores discapacitados puede acentuar la reticencia de las empresas privadas a emplear a estas personas; además, las actuales normas que rigen los regímenes de seguro social tal vez no ofrezcan alicientes para regresar al trabajo.

Estos y otros resultados provisorios se presentarán al Coloquio de Washington, conferencia internacional sobre estrategias para asegurar el mantenimiento de los trabajadores discapacitados en el empleo o su reintegro al mismo que tendrá lugar en Washington, D.C., del 20 al 22 de mayo del presente año, organizada por organismos oficiales de los Estados Unidos.

La investigación de la OIT ha determinado que en sistemas más reglamentados, como los de Alemania, Francia, Países Bajos y Suecia, los pilares en que se fundamenta la adopción de políticas de empleo que protegen los intereses de los discapacitados son aquellas leyes que rigen la contratación de trabajadores y reglamentan sus condiciones de empleo y de trabajo, así como las condiciones de terminación de la relación de trabajo.

«El pago de subsidios públicos a los empleadores que contraten a personas discapacitadas es incompatible con la filosofía de libre mercado que impera en los Estados Unidos», señala la OIT en su estudio. «En cuanto al Reino Unido, este país no ha previsto subsidios salariales especiales para las personas discapacitadas en un contexto de mercado de trabajo competitivo; no obstante, en caso de quedar desempleados, estos trabajadores podrán beneficiarse de un nuevo programa («Welfare of Work») que comprende prestaciones de jubilación».

Por otra parte, el estudio de la OIT ha puesto de relieve también que «en toda Europa continental, los subsidios salariales, las subvenciones a la contratación y las contribuciones especiales de los seguros nacionales se utilizan extensamente para crear puestos de trabajo para los desempleados de larga duración y otros grupos de trabajadores desfavorecidos, entre los que figuran los discapacitados. En Alemania, Francia y Suecia existen también otros programas de incentivos especiales para fomentar el empleo de personas discapacitadas. Las políticas activas sobre el mercado de trabajo aplicadas en Suecia favorecen el empleo de personas con discapacidades. En los Países Bajos, los incentivos a la contratación de personas discapacitadas son un nuevo aspecto de las políticas de empleo».

«Conservar el empleo resulta hoy, en general, más difícil para los trabajadores con incapacidades, debido en parte a la desreglamentación del mercado laboral registrada en muchos países, pero también a las presiones de que son objeto las empresas en el sentido de conservar su competitividad en un contexto de mundialización creciente del mercado», indica el Sr. Taqi, que encabeza la delegación de la OIT en el Coloquio de Washington y que pronunciará el discurso principal de este evento.

«Al mismo tiempo, el incremento acelerado de los costos que tanto para los regímenes públicos como para los sistemas privados de seguros supone el pago de indemnizaciones a los trabajadores que abandonan la vida activa a raíz de una incapacidad laboral ha llevado a los interesados a emprender una investigación sobre posibles estrategias para mantener en el empleo a aquellos trabajadores que puedan y deseen seguir trabajando», añade el Sr. Taqi. «Algunas empresas han llegado a la conclusión de que la retención en el empleo es una opción rentable, y han establecido sus propios mecanismos para adaptarse a las discapacidades de algunos trabajadores».

El estudio de la OIT muestra que, en realidad, las empresas, los sindicatos, los aseguradores, los servicios de rehabilitación y los médicos de muchos países son cada vez más conscientes de los costos que conlleva la discapacidad y, en cambio, de los beneficios que se derivan del reintegro al trabajo. Todas estas entidades han hecho del regreso al empleo su objetivo primordial con respecto a los trabajadores discapacitados que están en condiciones de trabajar y desean continuar haciéndolo o aquellos que, luego de haberse acogido a los seguros correspondientes, están dispuestos a reintegrarse a la vida activa.

El Sr. Taqi dice que «los nuevos métodos médicos y de readaptación profesional que hacen hincapié en la intervención temprana y en un rápido regreso a la vida profesional activa han dado buenos resultados».

La OIT señala que los sindicatos están participando en forma más intensa en los esfuerzos desplegados en favor de la reincorporación al trabajo, prestando servicios directos e impulsando programas de adaptación del lugar de trabajo a las discapacidades. Asimismo, da cuenta de que las compañías de seguro privadas están adoptando criterios más flexibles a fin de que los trabajadores que sufren de alguna discapacidad pero se esfuerzan por volver paulatinamente al empleo no pierdan las prestaciones que reciben en relación con dicha discapacidad. Las empresas están examinando cauces que les permitan reducir costos mediante la introducción de programas de gestión de las discapacidades en el lugar de trabajo.

«Nuestro análisis de la situación nos enseña que, a pesar de que alguno de los componentes de un sistema nacional de legislación, reglamentación, prestaciones de seguridad social, indemnización de los trabajadores, servicios de readaptación profesional o prácticas en el ámbito de la empresa pudiera estar a favor de la estrategia de reincorporación al trabajo, el sistema en su conjunto tal vez no la apruebe», agrega el Sr. Taqi. «De hecho, es posible que el sistema en general ofrezca a la persona discapacitada incentivos precisamente para no regresar al trabajo, o incluso que perjudique a los trabajadores discapacitados que se reintegren a su empleo», concluye.

A juicio de la OIT, el problema se origina en la existencia de políticas y prácticas fraccionadas, sin coordinación y a menudo contradictorias, y de la interacción entre las distintas partes de los sistemas nacionales. Las prácticas discriminatorias también siguen negando a las personas discapacitadas y a las personas que son afectadas por alguna forma de discapacidad el acceso al mundo del trabajo.

El Coloquio de Washington pasará revista a las conclusiones del estudio de la OIT, con el objeto de definir estrategias auspiciosas que favorezcan la retención de los trabajadores discapacitados o su regreso a la vida laboral. Entre los participantes en el Coloquio figuran investigadores, representantes de entidades estatales, de organismos de seguridad social, de cajas de compensación, de organizaciones de empleadores, sindicatos, instituciones de readaptación y organizaciones de discapacitados provenientes de los ocho países incluidos en el estudio de la OIT.

Entre los objetivos a largo plazo de este proyecto figuran la concepción de estrategias completas y rentables en que participen trabajadores, empleadores y entidades estatales, con el propósito de apoyar la retención de la mano de obra y favorecer un rápido regreso al trabajo de las personas discapacitadas.