Esta historia fue escrita por la Sala de Noticias de la OIT. Para ver las declaraciones y discursos oficiales de la OIT, por favor visite nuestra sección "Declaraciones y Discursos".

El Secretario General de las Naciones Unidasy el Director General de la OIT instan a forjar una alianza global por el empleo

GINEBRA (Noticias de la OIT) - Enfrentada a pagar un creciente peaje en términos de pérdida de puestos de trabajo y pobreza - mayoritariamente en el mundo en vías de desarrollo - la Organización Internacional del Trabajo (OIT) abrió hoy una cumbre sobre el empleo, que se prolongará durante tres días, con el objetivo de abordar la amenaza de la recesión y el desplome económico del 11 de septiembre.

Comunicado de prensa | 1 de noviembre de 2001

GINEBRA (Noticias de la OIT) - Enfrentada a pagar un creciente peaje en términos de pérdida de puestos de trabajo y pobreza - mayoritariamente en el mundo en vías de desarrollo - la Organización Internacional del Trabajo (OIT) abrió hoy una cumbre sobre el empleo, que se prolongará durante tres días, con el objetivo de abordar la amenaza de la recesión y el desplome económico del 11 de septiembre.

En una alocución de apertura a los cerca de 700 líderes políticos y económicos mundiales reunidos, el Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, alertó de que las ramificaciones de los sucesos del 11 de septiembre han ido "mucho más allá de la preocupación por la paz y la seguridad". Y citando las estimaciones de la OIT sobre la pérdida de 24 millones de empleos y las cifras del Banco Mundial, que hablan de que otros 15 millones de personas podrían verse arrojadas a la pobreza, previno de su "grave y múltiple impacto sobre la seguridad del ser humano" en todo el mundo.

El recientemente distinguido con el Premio Nobel de la Paz pidió una respuesta mundial para "reconstruir y fortalecer la confianza de que depende la integración económica internacional" y respaldó la "Agenda Global para el Empleo" de la OIT, que será adoptada esta semana en esta misma sede, y que insta a una alianza de los organismos especializados de las Naciones Unidas, las instituciones de Bretton Woods, los responsables de las políticas nacionales, los empleadores y los sindicatos.

Juan Somavia, el Director General de la OIT, que se dirigió a continuación a los asistentes, afirmó que "estamos viendo el rostro de la primera recesión mundial sincronizada de la era de la mundialización". Dijo asimismo que las estimaciones de pérdidas de puestos de trabajo y de declive del desarrollo a partir del 11 de septiembre podrían ser incluso "conservadoras", para añadir que los citados acontecimientos podrían sumar otros muchos millones de personas a la actual cifra de unos mil millones de las que se encuentran sin empleo, están subempleadas o "trabajan en condiciones de pobreza" y viven con menos de un dólar al día.

Somavia abogó por "un paquete global de medidas de estímulo para la economía mundial", indicando que esto podría abrir el camino a la expansión económica para responder a la crisis. Advirtió, sin embargo, contra una aplicación no equitativa de semejante expansión, diciendo que "el mayor peligro sería aplicar políticas expansionistas en el Norte y más austeridad y un ajuste estructural restrictivo para el Sur."

El Foro siguió también las declaraciones de Poul Nyrup Rasmussen, Primer Ministro de Dinamarca; de Laurette Onkelinx, Viceprimera Ministra y Ministra de Empleo e Igualdad de Oportunidades de Bélgica, que habló como Presidenta del Consejo de Ministros de Trabajo de la Unión Europea; de Zhang Zuoji, Ministro de Trabajo de China; de Pascal Couchepin, Ministro para Asuntos Económicos de Suiza; de Rubens Ricupero, Secretario General de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD); de Bill Jordan, Secretario General de la de la Confederación Internacional de Sindicatos Libres (ICFTU); y de François Perigot, Presidente de la Organización Internacional de Empleadores (IOE). El Foro concluirá sus tareas en sábado, después de considerar los siguientes pasos a dar para hacer realidad la Agenda Global para el Empleo.

Lo que sigue es un resumen de las declaraciones hechas hoy en el Foro

En su alocución inaugural, el Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, recordó que "hace ahora poco más de un mes unos sucesos trágicos nos hicieron ver que nuestro complejo mundo se había hecho mucho más inseguro aún, y que la necesidad de que la comunidad internacional trabaje unida para hacer frente a nuevas amenazas es mayor que lo ha sido nunca. El impacto del 11 de septiembre reverbera ahora en todo el mundo. Una sensación de vulnerabilidad, y la búsqueda de respuestas adecuadas a ella, están configurando nuevamente las relaciones internacionales. Las ramificaciones del 11 de septiembre van mucho más allá de la preocupación por la paz y la seguridad: tendrán también un grave y múltiple impacto sobre la seguridad del ser humano. Nadie puede predecir con exactitud cuáles serán sus consecuencias económicas y sociales. Pero ya sabemos que las economías pobres pagarán el precio más alto. Sabemos que millones de personas serán más vulnerables a la pobreza que antes. Nuestra misión de mejorar las vidas de los pueblos de todo el mundo se ha hecho más importante y más urgente que nunca."

"Podemos decir que el único medio para conseguir nuestros objetivos del Milenio es garantizar que la mundialización trabaja para todos", añadió el Secretario General. "En nuestra economía global interdependiente, eso significa que debemos trabajar juntos y trabajar mejor juntos. Significa que debemos reconstruir y fortalecer la confianza de que depende la integración económica internacional."

En su discurso de apertura, el Director General de la OIT, Juan Somavia, subrayó que "estamos sufriendo el efecto combinado de los problemas no resueltos de la persistente pobreza, de la desigualdad y de un proceso de mundialización cuyos beneficios no llegan a un número suficiente de personas. Esto se ve exacerbado por la acelerada recesión en el ciclo económico de las principales economías, que se inició este año, y por el impacto de los sucesos del 11 de septiembre con su pluralidad de facetas. Estamos viendo el rostro de la primera recesión mundial sincronizada de la era de la mundialización. En la OIT hemos calculado que el descenso en el ritmo del desarrollo mundial - que en gran parte ya era evidente incluso con anterioridad al 11 de septiembre - podría poner a 24 millones de personas ante el riesgo de perder su trabajo o ver disminuir sus ingresos el próximo año. Pero ya antes de estos hechos nos estábamos enfrentando en todo el mundo a un importante déficit de trabajo decente."

En el actual contexto recesivo, en la mayoría de los países en desarrollo no hay espacio político para apretarse el cinturón, dijo Somavia, y prosiguió: "Ésta es una coyuntura muy delicada. El recurso a políticas inadecuadas podría someter a millones de familias a una prueba más allá de los límites de lo que puede soportar un ser humano. Podría ahondar la pobreza y poner en peligro los fundamentos de la democracia. Evitar estos riesgos es tanto una cuestión de interés propio para el Norte, como de solidaridad con el Sur."

El Primer Ministro de Dinamarca, Poul Nyrup Rasmussen, dijo que "vivimos en un mundo dividido, en el que 1.5 millones de personas subsisten en la pobreza con unos ingresos de un dólar diario". Insistió en que "las naciones deberían hacer más para cerrar la brecha entre ricos y pobres." Subrayó también que el empleo era decisivo en la lucha contra la exclusión.

Laurette Onkelink, Viceprimera Ministra y Ministra de Trabajo de Bélgica, resaltó que los gobiernos y los interlocutores sociales ya no podían contemplar los problemas del empleo en un contexto exclusivamente nacional, y añadió: "La interdependencia de nuestras economías nos obliga a trabajar en común y solidariamente." Afirmó que no existe verdadero desarrollo social sin unas políticas vigorosas que conduzcan al pleno empleo y sin que se ofrezca a todos los hombres y las mujeres la posibilidad de satisfacer sus necesidades a través del trabajo.

Zhang Zouji, Ministro de Trabajo de China, hizo ver que "es especialmente difícil para los países en desarrollo enfrentarse al apremiante reto que plantean las nuevas circunstancias, tanto en términos de potenciación de la nación en conjunto como en términos de calificación de la población trabajadora. Deberíamos adoptar medidas más eficaces para resolver este problema con extraordinaria valentía para alcanzar así un éxito mayor". Y añadió que, con una población de 1.26 millones de habitantes y una quinta parte de la fuerza del trabajo del mundo, su país se enfrenta a la tarea urgente de promover el empleo.

Pascal Couchepin, Ministro para Asuntos Económicos de Suiza, observó que el temor a una falta de empleos había aflorado debido al comercio con países que empleaban trabajo barato. Las desigualdades en el reparto de la riqueza en el mundo eran otra causa de preocupación. Dijo asimismo que, a la luz de las protestas contra la mundialización en Seattle, Göteborg y Génova, era necesario dar una respuesta a esos retos.

Bill Jordan, Secretario General de la Confederación Internacional de Sindicatos Libres, dijo que el 11 de septiembre había supuesto el final del "aquí no ha cambiado nada" en el mundo, y añadió que había una apremiante necesidad de dar respuesta a la pérdida de puestos de trabajo a consecuencia de los ataques. Pidió nuevas iniciativas, tanto en los países en desarrollo como en los industrializados, pensadas para devolver a los trabajadores al trabajo, y añadió que, en el contexto de las negociaciones comerciales de la OMC, se deberían oír las voces de esas personas.

François Perigot, Presidente de la Organización Internacional de Empleadores, resaltó que las empresas deberían encontrar un ambiente favorable y un máximo nivel de flexibilidad para mantener y desarrollar el empleo. Además, los gobiernos, los trabajadores y los empleadores deberían llevar a cabo programas de formación continuada. "Hoy", dijo, "la mundialización se ha convertido en un chivo expiatorio. En muchas sociedades no hay transparencia, decisiones claras ni participación de los ciudadanos. Para que una economía de mercado sea eficaz, deberían maximizarse los potenciales beneficios y minimizarse los riesgos. Tendríamos que ser conscientes de la visión tradicional del empleo, y deberíamos abordarlo desde un ángulo diferente."

Rubens Ricupero, Secretario General de la UNCTAD, afirmó que "la mundialización actual no inventó el desempleo masivo ni la desigualdad. Sin embargo, ciertamente ha fracasado en resolver estos problemas, e incluso les ha añadido nuevas dimensiones: un aumento de la inseguridad y en la precariedad del empleo. Hasta que no nos golpeó la actual recesión, Estados Unidos estaba en pleno intento de demostrar que el desempleo masivo puede ser invertido con una combinación de inversión productiva, crecimiento sostenido e innovación tecnológica. Como la economía mundial se ralentiza en la estela de los ataques terroristas y la recesión en Estados Unidos, es más importante que nunca que las principales economías trabajen coordinadamente en un valiente y vigoroso programa de expansión monetaria y fiscal y de creación de empleo. Las personas no aceptarán la inseguridad y la ansiedad en sus vidas."