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Crisis social en asia: reunión de la oit define esferas de acción prioritaria

BANGKOK (Noticias de la OIT) - Tras manifestar su gran preocupación por el deterioro de las condiciones sociales y laborales en Asia oriental y sudoriental, los representantes de los gobiernos y las organizaciones de empleadores y trabajadores de ocho países (China, República de Corea, Filipinas, Indonesia, Malasia, Singapur, Tailandia y Viet Nam) y de la región de administración especial de Hong Kong definieron las medidas prioritarias que se necesitan para abordar los aspectos sociales de la crisis financiera que afecta la región.

Comunicado de prensa | 24 de abril de 1998

BANGKOK (Noticias de la OIT) - Tras manifestar su gran preocupación por el deterioro de las condiciones sociales y laborales en Asia oriental y sudoriental, los representantes de los gobiernos y las organizaciones de empleadores y trabajadores de ocho países (China, República de Corea, Filipinas, Indonesia, Malasia, Singapur, Tailandia y Viet Nam) y de la región de administración especial de Hong Kong definieron las medidas prioritarias que se necesitan para abordar los aspectos sociales de la crisis financiera que afecta la región.

Con la adopción esta tarde de un conjunto de recomendaciones destinadas a mitigar las repercusiones de la crisis y sentar las bases para una recuperación duradera, concluyeron en Bangkok los tres días de labores de la Reunión tripartita de alto nivel sobre las respuestas sociales a la crisis financiera en los países de Asia oriental y sudoriental, convocada por la OIT.

Después de varios decenios de altos niveles de crecimiento ininterrumpido, la crisis financiera, «totalmente imprevista», provocó un aumento «repentino y sustancial» del desempleo, el subempleo y la pobreza. La Reunión reconoció que «sólo en condiciones de crecimiento económico sostenido será posible encontrar soluciones duraderas a los problemas sociales», y formuló un llamamiento para desplegar esfuerzos renovados en el sentido de «establecer una reglamentación apropiada de los sistemas financieros y mejorar los métodos de dirección de las empresas y el funcionamiento de los mercados».

La Reunión hizo hincapié en que «el respeto de las normas laborales básicas de ámbito internacional es el terreno esencial para levantar organizaciones de empleadores y de trabajadores independientes, vigorosas y representativas, que sean capaces de promover una cooperación social provechosa», e invitó a los países de la región a respaldar la campaña impulsada por el Director General de la OIT, de ratificación de los convenios internacionales del trabajo básicos. Estos se refieren a la libertad sindical, la eliminación del trabajo forzoso y el trabajo infantil, la imposición del principio de igualdad de remuneración por un trabajo de igual valor y la lucha contra la discriminación en el empleo basada, por ejemplo, en motivos de raza , sexo o religión.

En las conclusiones de la Reunión se indica que una mejor cooperación internacional, sobre todo en el ámbito regional, facilitará enormemente la reanudación del crecimiento. Del mismo modo, «la intensificación de las consultas entre los interlocutores sociales y las instituciones financieras (tanto internacionales como regionales) con respecto a la concepción y la puesta en práctica de programas de ajuste económico contribuirá a acrecentar el respaldo social necesario y por ende a mejorar las perspectivas de éxito de dichos programas».

En particular, la reunión determinó varias esferas de acción prioritarias:

  • Optimizar el ritmo de creación de empleo duradero y productivo, reforzando «la capacidad de los gobiernos para examinar las repercusiones en el empleo de las políticas económicas generales».
  • Invertir recursos en el desarrollo de los recursos humanos: «el perfeccionamiento continuo de los niveles de enseñanza y las competencias técnicas de la fuerza de trabajo» debe convertirse en «un objetivo principal de las políticas de empleo».
  • Incrementar la capacidad institucional para formular y aplicar políticas dinámicas del mercado de trabajo, que comprendan la redistribución profesional de los trabajadores despedidos, el desarrollo de sistemas integrados del mercado de trabajo y el establecimiento de servicios públicos eficaces, «con capacidad para facilitar la búsqueda de empleo y la colocación de los trabajadores, organizar la readaptación laboral de los trabajadores despedidos y poner en práctica programas rentables de fomento del empleo».
  • Ofrecer a los desempleados la ayuda de urgencia que necesitan, mediante «una ampliación de los programas de fomento de empleo directo», y en particular de los proyectos «de desarrollo de infraestructuras basados en una utilización abundante de mano de obra», el impulso del empleo independiente en los sectores rural y no estructurado o informal, y la prestación de servicios de asistencia a las pequeñas empresas y las microempresas.
  • Recopilar más información sobre los efectos de la crisis en los grupos vulnerables, y en particular en los trabajadores migrantes y las mujeres, y concebir medidas adecuadas para evitar todo posible acto de discriminación en su contra. La Reunión también solicitó a la OIT que siga observando la evolución del trabajo infantil en la región.
  • Promover estrategias atinadas de desarrollo de las empresas, sobre todo pequeñas y medianas, y aumentar la capacidad de creación de empleo productivo de los sectores rural e informal. En este campo, la OIT dispone de diversos programas de acción que pueden aportar una asistencia técnica bien orientada.
  • Crear un entorno empresarial favorable a las inversiones, en especial las inversiones extranjeras directas, y a las actividades empresariales. «Un entorno de tal índole debería incluir la transparencia de la gestión económica, políticas macroeconómicas estables, mercados abiertos, inversiones en el desarrollo de los recursos humanos, la eliminación de las reglamentaciones excesivas, el funcionamiento de mercados de trabajo receptivos y relaciones laborales armoniosas».
  • Instaurar, con carácter prioritario, sistemas de seguro de desempleo, aprovechando a tal efecto la experiencia y el asesoramiento de la OIT.
  • Garantizar «una protección adecuada de las remuneraciones de los trabajadores y de las indemnizaciones por fin de servicios», y «aumentar las atribuciones de los servicios de inspección de trabajo para que puedan asegurar una protección efectiva de los derechos de los trabajadores».
  • A largo plazo, garantizar el pago de «una pensión mínima al creciente número de trabajadores demasiado ancianos para trabajar y que carecen de otras formas de ingreso».
  • Mejorar «la administración de los sistemas de seguridad social», optimizando «la aplicación de las normativas, el mantenimiento de registros y la eficacia administrativa», así como el control de costos.
  • Ampliar la base de afiliados de los sistemas de seguridad social, incluyendo a los trabajadores del sector informal tanto en las zonas urbanas como rurales, que actualmente carecen totalmente de protección social en muchos países.
  • Fomentar el respeto del principio de la libertad de asociación, procurando que «los empleadores y los trabajadores puedan ejercer sus derechos fundamentales de organización, sindicación y libre negociación colectiva». La Reunión puso de relieve el interés primordial que reviste «la reforma de la legislación laboral, con miras a la remoción de los obstáculos que entorpecen el ejercicio de la libertad sindical».
  • Fortalecer la negociación colectiva y la cooperación entre empleadores y trabajadores a nivel de empresa.
  • Prevenir los costosos conflictos laborales «mediante el establecimiento o el desarrollo de la cooperación en el lugar de trabajo», y perfeccionar «los mecanismos e instituciones de prevención y solución de conflictos, incluida la redacción de la legislación pertinente».