GINEBRA (Noticias de la OIT) - La reunión internacional convocada por la OIT para analizar las condiciones de empleo y de trabajo en la agricultura ha pedido a la Oficina Internacional del Trabajo que prepare un estudio sobre las repercusiones que la mundialización tiene en el sector, y específicamente sobre el papel desempeñado por las empresas multinacionales en la agricultura, los efectos de la liberalización del comercio en los intercambios de productos agrícolas, así como las consecuencias de este proceso para el empleo, la seguridad alimentaria y la calidad de los alimentos en todo el mundo.

El llamamiento fue formulado por la Reunión tripartita sobre la mejora de las condiciones de empleo y de trabajo de los asalariados agrícolas en el marco de la reestructuración económica, que concluyó sus trabajos hoy. A la reunión, que se prolongó durante una semana en la sede de la OIT en Ginebra, asistieron delegaciones de representantes de los empleadores, los trabajadores y los gobiernos de 30 países.

Los delegados también preconizaron fomentar la ratificación y la aplicación de las normas fundamentales del trabajo relativas a la negociación colectiva, la equidad de las remuneraciones por un trabajo de valor igual y la erradicación del trabajo infantil.

En una resolución sobre las actividades futuras de la OIT en el ámbito de la agricultura, los delegados señalaron que en algunos países se han realizado grandes avances, "muy en particular en términos de crecimiento, productividad, competitividad y mejoras de las condiciones de trabajo".

Los delegados indicaron también que "en la situación actual de mercados altamente competitivos, la agricultura ha de adoptar métodos de producción modernos y mejorar su competitividad y rentabilidad"; al mismo tiempo, subrayaron que "para fomentar el empleo, los gobiernos tienen que crear condiciones propicias al desarrollo de las empresas."

Por otra parte, los delegados tomaron nota de que en varios países el número de trabajadores agrícolas asalariados está aumentando, en términos absolutos y a veces también en términos relativos, con respecto a la fuerza de trabajo total del sector agrícola, y de que el número de trabajadoras crece en todas las regiones.

Dijeron, además, que en los países con altas tasas de desempleo y de subempleo el crecimiento agrícola debería orientarse a aumentar las posibilidades de empleo y elevar la productividad. Concluyeron afirmando que la liberalización del comercio puede tener efectos positivos pero también negativos tanto en la producción agropecuaria como en las condiciones de vida de los asalariados agrícolas.

Los delegados señalaron que la negociación colectiva libre y voluntaria entre los empleadores y los trabajadores en relación con las condiciones de contratación y de trabajo era a menudo esencial para mejorar la situación de los asalariados agrícolas, y en consecuencia invitaron a los gobiernos a "facilitar las negociaciones colectivas".

Para mejorar las condiciones de las trabajadoras, dijeron, los gobiernos deberían tratar de adoptar y aplicar leyes relativas a la igualdad de remuneración por un trabajo de valor igual, así como a la igualdad de oportunidades y de trato en el empleo y la ocupación. Los delegados pidieron que se ofrezcan a las trabajadoras agrícolas la educación y las posibilidades de empleo que les permitan perfeccionar sus calificaciones y aspirar a mejores puestos de trabajo.

Los asistentes a la reunión convinieron en que el trabajo infantil es perjudicial para la salud, la enseñanza y el desarrollo físico de los niños. Refiriéndose a la importancia que revisten el crecimiento económico sostenido y la educación para todos los niños, sin distinción de sexo, dijeron que el objetivo último ha de ser la erradicación completa de todas las formas de trabajo infantil, e hicieron hincapié en que se proceda a la abolición inmediata y sin condiciones del empleo de los niños en régimen de esclavitud o de servidumbre y en trabajos que entrañan peligro.

Los delegados estuvieron de acuerdo en solicitar que los gobiernos ratifiquen el Convenio sobre los métodos para la fijación de salarios mínimos (agricultura), 1951 (núm. 99), en el que se estipula que los salarios serán fijados con juntamente por las organizaciones de los empleadores y los trabajadores o establecidos por las autoridades competentes, según métodos adecuados y "previa consulta a las organizaciones interesadas más representativas de empleadores y de trabajadores". También concordaron en que los salarios mínimos deberían ajustarse periódicamente, a fin de tener en cuenta las fluctuaciones del costo de la vida así como otras condiciones económicas, y evitar el aumento de los niveles de desempleo y de inflación.

Por lo que se refiere a la seguridad y la salud en el trabajo agropecuario, los delegados dijeron que los gobiernos deberían tratar de revisar y actualizar periódicamente sus leyes y reglamentaciones en la materia. Además de señalar la necesidad de mejorar la información sobre los riesgos potenciales de la actividad agrícola para la salud y la seguridad de los trabajadores, los delegados insistieron en que era imprescindible asegurar el correcto registro y etiquetado de los productos agroquímicos. Al respecto, dijeron que el vocabulario, el estilo y la presentación de las etiquetas y rótulos deberían ser accesibles a todos los trabajadores que utilizan estos productos en los campos. Agregaron que era necesario recabar la colaboración de los fabricantes para facilitar esta información. Las reglamentaciones en materia de producción, exportación e importación de sustancias agroquímicas deberían ajustarse a las recomendaciones vigentes en el plano internacional.

La reunión también adoptó una resolución en la que se insta a todos los Estados Miembros de la OIT a que "ratifiquen y apliquen los convenios relativos a los derechos humanos fundamentales". Nota1

Además, los delegados invitaron a los Estados Miembros a "considerar la ratificación y asegurar la aplicación de los siguientes convenios que revisten especial importancia para el sector agrícola: Convenio sobre las plantaciones, 1958 [y Protocolo, 1982] (núm. 110); Convenio sobre las organizaciones de trabajadores rurales, 1975 (núm. 141); Convenio sobre el derecho de asociación (agricultura), 1921 (núm. 11); Convenio sobre la inspección del trabajo (agricultura), 1969 (núm.129); Convenio sobre los métodos para la fijación de salarios mínimos (agricultura), 1951 (núm.99); Convenio sobre la edad mínima (agricultura), 1921 (núm. 10); Convenio sobre los trabajadores migrantes (revisado), 1949 (núm. 97), y Convenio sobre los trabajadores migrantes (disposiciones complementarias), 1975 (núm. 143)."

Ciento setenta y cuatro (174) Estados Miembros integran hoy la OIT; la Organización fue fundada en 1919.

Nota1
Convenio sobre la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación, 1948 (núm. 87); Convenio sobre el derecho de sindicación y de negociación colectiva, 1949 (núm. 98); Convenio sobre el trabajo forzoso, 1930 (núm. 29); Convenio sobre la abolición del trabajo forzoso, 1957 (núm. 105); Convenio sobre igualdad de remuneración, 1951 (núm. 100), y Convenio sobre la discriminación (empleo y ocupación), 1958 (núm. 111).