Cuando la limpieza de las ciudades es fuente de ingresos para las mujeres
Los llamados “empleos verdes” no tienen como único objetivo preservar el medio ambiente en nuestro planeta fragilizado. También constituyen un medio innovador para crear empleos sostenibles. En Burkina Faso, por ejemplo, el reciclaje de los desechos permitió crear empleos para las mujeres. (en inglés)
Transcripción:
Un horizonte de plástico: Ouagadougou, ciudad de Burkina Faso, genera al año 20.000 toneladas de residuos plásticos que la lluvia y el viento diseminan por doquier. Para los seres humanos es una fuente de suciedad y peligro. Para los animales, representa la muerte. La tercera parte del ganado que se pierde aquí cada año muere asfixiado por el plástico que los animales confunden con comida.
Pero las mujeres de Ouagadougou están transformando la plaga del plástico en una fuente de ingresos. Todo comienza con las “recolectoras de plástico”.
Cada mañana, Salamata Yanogo y sus amigas buscan en las pilas de plástico trozos que puedan vender al primer centro de reciclaje del plástico de Burkina Faso.
Salamata Yanogo, recolectora de desechos plásticos (en Moré)
Si recojo mucho, puedo llegar a ganar 1.500 francos en dos semanas.
Esta suma equivale a poco más de dos euros, un ingreso muy modesto pero esencial para las personas más pobres de Ouagadougou. Actualmente, 2.000 personas se dedican a reciclar el plástico en la zona.
Salamata y sus amigas traen lo que recogen al centro de reciclaje de desechos plásticos creado por Andrea Micconi, científico italiano especialista en el medio ambiente que trabaja aquí para una organización no gubernamental. Tras seguir una formación en el Centro Internacional de Formación de Turín, concibió el centro de reciclaje, hoy gestionado íntegramente por las mujeres de Ouagadougou. La mayoría de ellas vive en los barrios más pobres de la ciudad.
Estas mujeres han aprendido a conservar, seleccionar y reconocer lo que tiene valor. Cada una de las 30 mujeres del centro trabaja 40 horas semanales y gana alrededor de 50 euros al mes, es decir, casi el doble del sueldo de un profesor.
Margot Kaboré es la presidenta de la asociación de mujeres del centro.
Marguerite Ovempeko Kaboré, Presidenta de la Asociación de Mujeres para el Reciclaje de Desechos Plásticos (expresándose en francés)
Debemos dar a conocer nuestra actividad para que la gente traiga sus desechos plásticos. Trabajamos duro en la limpieza y selección del plástico, y reciclamos entre cuatro y seis toneladas por mes para poder asumir el pago de los salarios y de los gastos de mantenimiento.
Las mujeres intervienen en cada etapa del proceso de reciclaje. Primeramente, lavan el plástico a mano. A continuación, lo seleccionan por color y tipo. El centro les proporciona guantes, batas y otro material de protección.
El plástico se introduce en máquinas que lo trituran hasta obtener un granulado, y éste se mete en sacos para venderse a empresas locales a mitad del precio del plástico importado. Hasta la fecha, el centro ha vendido 50 toneladas de plástico reciclado por un total de 40.000 dólares de Estados Unidos.
A partir del granulado reciclado, las empresas locales fabrican sillas, tubos de plástico e incluso lotes de reglas a un precio módico para las escuelas. Las reglas de plástico reciclado son más baratas que las importadas. Y los alumnos están orgullosos de utilizar reglas fabricadas en su ciudad.
Maestro en el aula (expresándose en francés)
¿Quién ha leído atentamente lo que está escrito en las reglas?
Alumna (en francés)
“Fabricado con 100% de plástico reciclado en Ouagadougou (Burkina Faso)”.
Los alumnos van a visitar el centro de reciclaje para ver con sus propios ojos el lugar del que proceden sus reglas. Así, entienden mejor las repercusiones de la contaminación ambiental y el importante papel que desempeñan las mujeres que trabajan en el centro de reciclaje.
Peter Poschen, Iniciativa de Empleos Verdes de la OIT (en inglés)
El mundo necesita economías más verdes en todas partes. Los empleos verdes pertenecen al ámbito de las políticas y medidas que respetan el medio ambiente, y constituyen un importante paso hacia el desarrollo, así como una forma de crear empleos decentes para todas las personas. Esto incumbe a una amplia serie de sectores, del reciclaje a las energías renovables, pasando por el transporte limpio o la reforestación, entre otros muchos, y ofrece oportunidades al conjunto de los trabajadores, de los relativamente poco calificados a los altamente calificados o de nivel universitario.
Las mujeres que recolectan los plásticos y los venden al centro, y las que los reciclan están orgullosas de su aporte concreto a la comunidad.
Lamoussa Kamogo, Asociación de Mujeres para el Reciclaje de Desechos Plásticos (en Moré)
Me considero muy afortunada porque no todo el mundo puede encontrar un trabajo como éste en Burkina Faso.
Gracias a las mujeres del centro de reciclaje, ahora hay menos desechos plásticos en el paisaje cotidiano de Ouagadougou. El ganado está más seguro, las familias cuentan con unos ingresos regulares y el orgullo de los habitantes por lo que sus mujeres han conseguido crece día a día.