NIÑOS SOLDADOS

Fecha de la publicación: 20 de diciembre de 2005 |
Si el video no aparece, instale gratuitamente RealPlayer™

En mayo pasado se celebró en Washington una conferencia internacional sobre la situación de los niños soldados, organizada por el Ministerio de Trabajo de Estados Unidos. Se calcula que más de 300.000 jóvenes menores de 18 años están combatiendo actualmente en diferentes conflictos en todo el mundo. Un informe reciente de la Organización Internacional del Trabajo, la OIT, examina precisamente las causas de este fenómeno y las medidas que se necesitan para que, una vez que hayan depuesto las armas, estos jóvenes puedan reanudar una vida normal.

Estos jóvenes que controlan una carretera en Sierra Leone son niños soldados. Como las armas son cada vez más livianas y fáciles de manejar, los grupos armados reclutan a niños cada vez más jóvenes entre sus filas. Los utilizan no sólo como soldados, sino también como cargadores, cocineros, mensajeros e incluso como espías. Estos jóvenes son muy apreciados por los comandantes, pues no conocen el miedo y obedecen las órdenes sin pestañear. Los grupos armados secuestran a muchachas también para utilizarlas como esclavas sexuales.

Fue durante los años ochenta que la comunidad internacional comenzó a preocuparse por la situación de los niños soldados.

Olara Otunnu, Representante Especial de las Naciones Unidas para los Niños y los Conflictos Armados

Evaluamos en más de 300.000 el número de jóvenes menores de 18 años que son utilizados como soldados en unos treinta conflictos armados en diferentes partes del mundo.

A este combatiente colombiano se lo encontró tendido en una cuneta. Tiene apenas 14 años. En muchos países, un joven puede alistarse en el ejército regular con tan sólo 16 ó 17 años. Sin embargo, el Convenio de la OIT sobre las peores formas de trabajo infantil prohíbe el reclutamiento forzado u obligatorio de jóvenes menores de 18 años.

Muchos niños se enrolan en grupos armados para escaparse de la miseria. Según un estudio realizado por la OIT en cuatro países de Africa central, la mayoría de los niños han declarado haberse alistado voluntariamente, aunque es obvio que lo hicieron cediendo a presiones muy fuertes. Quince por ciento de los niños entrevistados admitieron haber sido reclutados a la fuerza, a menudo bajo la amenaza de un arma, y veintiún por ciento de ellos declararon incluso haber sido secuestrados.

Niño sudanés

Se llevaron a mi madre y robaron todo nuestro ganado, entonces no tuve otro remedio que ingresar al SPLA para que me ayuden. Me volví soldado para poder sobrevivir, para ser protegido, por eso estoy con el SPLA.

Una vez que hayan depuesto las armas, estos niños necesitan una formación profesional para poder encontrar un trabajo y reanudar una vida normal.

En los centros de rehabilitación como éste en Sierra Leone, se ayuda a los niños a superar sus traumas.

Olara Otunnu, Representante Especial de las Naciones Unidas para los Niños y los Conflictos Armados

Pienso que, en el caso de la mayoría de los niños que han vivido el infierno de la guerra, si la comunidad internacional interviene a tiempo con los medios apropiados, es posible recuperarlos y ofrecerles una vida normal y, para muchos de ellos, creo que se les puede devolver tal vez no su niñez, pero sí su juventud.

Estos jóvenes llevan heridas a la vez físicas y sicológicas. Para que sus heridas cicatricen, es necesario ayudarles durante años, que se los considere como ex-combatientes o como niños que perdieron su infancia.