DESGUAZADORES

Fecha de la publicación: 20 de diciembre de 2005 |
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Sugerencia para la introducción: a lo largo de 20 kilómetros de playas onduladas en Bangladesh, un ejército de hombres lleva a cabo diariamente uno de los trabajos más duros del mundo. Se trata de desmantelar buques cisterna que sobrevivieron a largos años de pesados acarreos, pero a mano, tal como fueron construidos.

Chittagong, Bangladesh. Aquí, a lo largo de 20 kilómetros de playas onduladas en Bangladesh, un ejército de hombres lleva a cabo diariamente uno de los trabajos más duros del mundo. Vienen de los más remotos distritos, dispuestos a ganar un par de dólares diarios reciclando los aproximadamente 700 buques enviados cada año a Bangladesh, Paquistán e India para el desguace y que forman parte, aunque no lo sepan, de una industria multimillonaria. Los buques cisterna que sobrevivieron largos años de pesados acarreos, pero a mano, son desmantelados a mano, como fueron construidos. Los trabajadores mejor pagados, armados de sopletes y de muy poco equipo de seguridad, cortan cada barco en piezas manipulables que se derriten y se convierten en varillas de acero para la construcción. El trabajo no está exento de peligros: piezas enormes de acero que caen, explosiones de gas –tan fuertes que, en una ocasión, 25 hombres fueron arrojados al mar- y otros accidentes que dejan a los hombres ciegos, sordos, mutilados. Los hombres están constantemente enfrentados con la posibilidad de hacerse daño. Y nada indica la posibilidad de un cambio de circunstancias, pues los trabajadores de estos desguazaderos no tienen a nadie que hable por ellos, que exprese sus quejas. Pero la verdad es que quizás el cambio sea inevitable, pues las naciones que se ocupan de estas labores se enfrentan en la actualidad con la protesta internacional a causa de las condiciones laborales y del deterioro del medio ambiente. La Organización Internacional del Trabajo, OIT, es una de las instituciones empeñadas en tomar medidas concretas para que los desguazaderos se vuelvan negocios más seguros y menos contaminantes.

Paul Bailey, ILO Especialista Técnico Principal

Aunque los problemas parecen insolubles, hay muchas medidas que pueden implementarse, como crear un fondo para entrenamiento de los trabajadores, o identificar el equipo necesario para unas condiciones mínimas de seguridad, como gafas protectoras, cascos, guantes...

La cuestión ahora es de dinero. ¿Quién va a pagar para que el reciclaje de los buques del mundo sea más seguro? El gobierno espera que los dueños de los desguazaderos lo hagan, y éstos esperan que el gobierno invierta una parte del 25 % que recauda por derechos de aduana de cada venta.

Pakistaní

Ya no hay nadie en el mundo que quiera hacer este trabajo. Sólo quedan cuatro, cinco países. Si no lo hacemos, ¿qué pasará con estos buques? Nosotros los desguazamos y también los salvamos a ustedes.

Entretanto, los hombres en Bangladesh seguirán trabajando hasta bien avanzada la noche, pues cuanto más temprano acaben con un buque más rápido podrán empezar a trabajar en el otro.