Esta historia fue escrita por la Sala de Noticias de la OIT. Para ver las declaraciones y discursos oficiales de la OIT, por favor visite nuestra sección "Declaraciones y Discursos".

G7 Cumbre de Biarritz

El desafío de la igualdad en el lugar de trabajo

El Director General de la OIT, Guy Ryder, acogió con beneplácito la inclusión de la lucha contra la desigualdad como elemento fundamental de la Cumbre del G7 de este año. Ryder asistirá a la Cumbre a celebrarse entre el 24 y el 26 de agosto en Biarritz (Francia), y dijo que la desigualdad es uno de los problemas cruciales de nuestro tiempo.

Opinión | 22 de agosto de 2019
La presidencia francesa del G7 de este año ha elegido bien el tema de la Cumbre de Biarritz. “La lucha contra la desigualdad” es sin duda uno de los problemas fundamentales de nuestro tiempo.

El tema de la lucha contra la desigualdad corresponde firmemente con el mandato de justicia social de la Organización Internacional del Trabajo, tal como se expresa en la reciente Declaración del centenario de la OIT para el Futuro del Trabajo, adoptada por la Conferencia Internacional del Trabajo en junio de 2019. La intención de la presidencia del G7 de que la Cumbre de Biarritz reafirme el compromiso de los miembros del G7 de responder a problemas de alcance mundial mediante la actuación colectiva respalda firmemente el llamamiento de la Declaración a un multilateralismo más fuerte para afrontar los problemas que afronta el mundo del trabajo.

La orientación del G7 de este año hacia el trabajo y el empleo, que le ha valido la denominación de “G7 Social”, impulsó el tema general de la presidencia de Francia centrándose en cuatro objetivos: aumentar la incorporación de las normas internacionales del trabajo en el sistema multilateral; respaldar el acceso a los sistemas de protección social universal; ayudar a las personas en el proceso de transformación digital y su repercusión en el futuro del trabajo; y promover la igualdad laboral entre mujeres y hombres. Estos temas forman parte del Programa de Trabajo Decente, de modo que la OIT podrá interactuar a fondo con los miembros del G7, no solo facilitando la visión técnica respecto de cada uno de ellos, sino también participando en los debates.

En cuanto al enfoque del G7 Social en los rápidos cambios en el mundo del trabajo, Francia subrayó la importancia del centenario de la OIT, y encomió el informe de la Comisión Mundial sobre el Futuro del Trabajo, Trabajar para un futuro más prometedor. Recalcó también la función crucial de la OIT en el debate multilateral sobre política económica y social, y la importancia de la nueva norma internacional pionera de la OIT sobre la violencia y el acoso en el mundo del trabajo.

El comunicado adoptado por los ministros de trabajo y empleo reunidos en París los días 6 y 7 de junio de 2019 refleja la labor del G7 Social a través de un ambicioso conjunto de objetivos:
  • un llamado a la acción para reducir las desigualdades en un mundo global, incluso al diálogo y la coordinación multilaterales para reducir las desigualdades, y a un compromiso de fomentar una conducta empresarial responsable en las cadenas mundiales de suministro;
  • compromisos en favor del acceso universal a la protección social en un mundo del trabajo en proceso de cambio;
  • compromisos para empoderar a las personas para el futuro del trabajo; y,
  • compromisos para lograr la igualdad de género en el mundo del trabajo.
El comunicado de los ministros y la Declaración del Centenario de la OIT tienen fuertes puntos de coincidencia que revelan esferas fundamentales de interés para el futuro del trabajo.

El eslabón económico y social

Ambos instrumentos ponen el acento en la necesidad de fortalecer el multilateralismo. El comunicado del G7 recalca el carácter indisociable de las políticas económicas y sociales para reducir la desigualdad. Ello tiene su equivalente en la Declaración del Centenario, que reconoce “los vínculos sólidos, complejos y cruciales que existen entre las políticas sociales, comerciales, financieras, económicas y medioambientales”, lo cual conduce a un llamamiento a un papel más determinante de la OIT en los diálogos políticos generales entre las instituciones multilaterales. El comunicado y la Declaración Tripartita complementaria del G7 Social reafirman y hacen efectivo el compromiso de los miembros del G7 con el diálogo social como instrumento para modelar el futuro del trabajo que queremos.

De manera análoga, si el comunicado del G7 hace hincapié en que la protección social, en concordancia con la Recomendación núm. 202 de la OIT sobre los pisos de protección social, “es eficaz para modelar el futuro del trabajo”, la Declaración del Centenario hace un llamamiento a la OIT a “adoptar y ampliar sistemas de protección social que sean adecuados y sostenibles y estén adaptados a la evolución del mundo del trabajo”. Ambos instrumentos se basan en el Informe de la Comisión Mundial, en el que se subraya la importancia de los sistemas de protección social como ayuda a las personas en las transiciones cada vez más complejas que deberán afrontar en un mundo del trabajo en mutación, hasta poder desplegar sus capacidades.

El llamamiento del comunicado del G7 a empoderar a las personas gira en torno a la necesidad de “adaptar la asistencia y las instituciones del mercado de trabajo para que propicien condiciones de trabajo decente para todos los trabajadores de plataformas” y “subraya la importancia de aprovechar el potencial de los cambios actuales para crear puestos de trabajo de calidad para todos”. Por su parte, al referirse a los nuevos modelos empresariales y a las diversas modalidades laborales, la Declaración señala que los esfuerzos de la OIT habrán de dirigirse a “aprovechar todo el potencial del progreso tecnológico y el crecimiento de la productividad” para lograr trabajo decente y “una distribución equitativa de los beneficios para todos”. Ambos documentos se basan en trabajos anteriores de la OIT, que instaban a contar con un programa de transformación en favor de la igualdad de género con una amplia gama de políticas, incluidas las tendientes a solucionar las persistentes brechas de género en la remuneración y la participación en el mercado de trabajo. Ambos instrumentos reconocen la persistencia del problema de la informalidad.
Al acometer su segundo siglo de vida, la OIT está elaborando su próximo programa y presupuesto para responder a esferas prioritarias fundamentales señaladas en la Declaración del Centenario. Esperamos que la Cumbre del G7 dé un impulso importante a las actividades de la OIT para conseguirlo, y, al hacerlo, impulse también nuestra propia contribución a la prioridad del G7 de luchar contra la desigualdad.