Conversatorio

La OIT destaca las políticas integrales para promover la formalización del empleo juvenil

En el segundo encuentro del ciclo “Jóvenes y futuro del trabajo: encrucijadas y oportunidades”, especialistas de la OIT en Argentina y en Ginebra discutieron acerca de las estrategias macroeconómicas, educativas y laborales para promover el trabajo decente y la transición hacia la economía formal con foco en la juventud.

Comunicado de prensa | 23 de agosto de 2023
Ciclo de charlas técnicas para promover trabajo decente para la juventud.

BUENOS AIRES, Argentina (OIT Noticias) — Se realizó el segundo encuentro virtual del ciclo de conversatorios “Jóvenes y futuro del trabajo: encrucijadas y oportunidades”, presentado por la Oficina de País de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para la Argentina. En esta nueva sesión, titulada “Transición de los y las jóvenes hacia la formalidad”, el foco estuvo puesto en las políticas integradas que promuevan el trabajo decente para la juventud.

El conversatorio estuvo moderado por Bárbara Perrot, especialista de empleo y desarrollo productivo de la Oficina de la OIT para la Argentina, y contó con la participación de Juan Chacaltana, especialista en Políticas de Empleo de la OIT, y de María Prieto Berhouet, especialista en Empleo y Futuro del Trabajo de la Organización, ambos con sede en Ginebra. El encuentro reunió a más de 70 representantes del gobierno y de las organizaciones de empleadores y de trabajadores, que enriquecieron el debate durante el bloque de intercambios.

“Existen políticas macroeconómicas y sectoriales; de educación, formación y competencias; de legislación laboral; de desarrollo empresarial; de demanda de trabajo; y políticas de mercado de trabajo”, dijo Chacaltana, quien tuvo a cargo la primera presentación técnica del conversatorio. “En América Latina y el Caribe hay más énfasis en la educación, la capacitación y el emprendimiento, pero menos énfasis en políticas macroeconómicas y sectoriales, así como en políticas de mercado de trabajo. Sin embargo, para promover el empleo juvenil se necesitan políticas integrales”, afirmó el especialista.

Chacaltana mostró datos de informalidad desde la perspectiva del ciclo de vida de vida de las personas. Desde esta perspectiva, la informalidad es un fenómeno que se verifica con mayor incidencia en las primeras etapas de la vida adulta y en los últimos años de la vida activa de las personas. A su vez, está muy determinada por la categoría ocupacional del trabajador o la trabajadora.

El especialista se refirió a una encuesta realizada por del Departamento de Política de Empleo de la OIT (EMPLOYMENT) en 65 países sobre programas de primer empleo o negocio y consideró que, en la mayoría de los casos, se hicieron “sin considerar si ese primer empleo o primer negocio es formal o no”.

En esa línea, de un total de 485 casos, apenas 10 afirmaron contar con incentivos o estrategias explícitas para promover la transición de la juventud hacia la economía formal. Asimismo, el referente de la Organización precisó que existe un déficit de estudios de impacto que evalúen las intervenciones de políticas de empleo para la juventud. Por caso, de los 32 estudios sobre el tema publicados en 2015, 20 eran estudios enfocados en América Latina y cinco de ellos incluyeron algún análisis de impacto.

A su vez, Chacaltana realizó una comparación global de los niveles generales de empleo según categorías ocupacionales y las tasas de informalidad en cada una de estas formas de empleo.

Los datos presentados por el especialista indican que en Europa y Asia central, por ejemplo, el empleo asalariado se ubica en torno al 80 por ciento, con tasas de informalidad de esa forma de empleo de alrededor de 14 por ciento. Por otro lado, en esa región, los y las trabajadoras por cuenta propia representan cerca del 14 por ciento del total del empleo y sus tasas de informalidad son altas, del 60 por ciento. Esta observación da cuenta de que la tasa de informalidad total es más baja que en otros continentes gracias al mayor peso que representa el empleo asalariado en la estructura total de los ocupados.

Luego explicó que en África existe poco empleo asalariado, que ronda el 30 por ciento del empleo total. “Allí las tasas de informalidad son del 60 por ciento y lo que predomina es el empleo por cuenta propia, con tasas de informalidad que superan el 90 por ciento, además del trabajo familiar sin remuneración, donde la informalidad es mayor”.

Por otra parte, en América Latina y el Caribe el empleo asalariado se ubica cerca del 55 por ciento, con tasas de informalidad del 36-37 por ciento, “relativamente más bajas que las que se observan en Asia y África pero más altas de las que tiene Europa”, señaló Chacaltana. En esta región, el empleo por cuenta propia se ubica entre el 25-27 por ciento, con tasas de informalidad en el orden del 80 por ciento.

“Esto da dos grandes mensajes”, afirmó el especialista, quien agregó: “Se puede combatir el problema de la informalidad y facilitar el tránsito hacia la economía formal, como indica la Recomendación 204 de la OIT, con dos tipos de políticas: por cada categoría, sabiendo que abordar el trabajo por cuenta propia es siempre más difícil, o bien promover el empleo asalariado que por definición tiene tasas más bajas de informalidad. Esta es la gran discusión”. 

Durante el encuentro también tuvieron lugar distintos intercambios relacionados con los cruces entre informalidad y productividad, con atención al rol del desarrollo tecnológico, así como sobre el empleo juvenil en la ruralidad. Por otra parte, emergió el interés por realizar mediciones cuantitativas acerca de la cantidad de jóvenes que ingresan en el mercado laboral con trabajos informales y que luego tienen la posibilidad de completar la transición a la formalidad.

El ciclo de conversatorios “Jóvenes y futuro del trabajo: encrucijadas y oportunidades” continuará durante el mes de septiembre con un encuentro presencial que se realizará en la ciudad de Buenos Aires.