#Formalicemos, nueva campaña de la OIT Argentina
“Cada semana tengo 16 horas de empleo formal y 20 horas de trabajo informal”
Sabrina trabaja en cinco casas, pero solo está registrada en dos. Su testimonio es parte de una nueva campaña de la OIT en Argentina enfocada en el impacto positivo que tienen las oportunidades laborales formales para mejorar la vida de todas las personas.
BUENOS AIRES, Argentina (OIT Noticias) — La alarma de Sabrina suena a las 6:00 de lunes a viernes. La obliga a salir de la cama y prepararse para hacer las tareas domésticas de dos casas. Hace el camino a pie y, a veces, en una bicicleta prestada. Cuando completa sus labores en la segunda casa, sus tareas en realidad no terminan. Porque le quedan otras tres casas para limpiar, solo que allí su trabajo no está registrado.
A sus 38 años, Sabrina consiguió que la contraten en cinco hogares. Pero solo dos de esos empleos son formales. “Cada semana tengo 16 horas de empleo formal y 20 horas de trabajo informal”, dijo y agregó: “Hay gente a la que no le importa. A otras personas sí, te cuidan. A mí me tocaron dos personas maravillosas que me ayudan”.
“Hay un montón de derechos, pero para mí es todo nuevo”, dijo Sabrina. Una vez tuvo una fuerte alergia y logró la atención médica y hacerse análisis que de otra manera hubieran sido costosos. Es que antes del empleo registrado no tenía obra social.
"Desde que entré a la formalidad es todo más fácil"
Mencionó que también mejoró el acceso a la salud de su familia: “Yo, con un nene, ahora tengo a dónde ir”. Por eso, intentó que la formalizaran en sus otros empleos. Pero las respuestas que le dieron fueron negativas. “Me dijeron que no porque una de las señoras no vive en Argentina y la otra me respondió que no porque alquila”, explicó.
En Argentina, solo el 20 por ciento de las trabajadoras de casas particulares, que son más de 1,2 millones, posee un empleo formal. Como les sucede a ellas, todas las personas que están en la informalidad trabajan en malas condiciones, con salarios bajos y largas jornadas, sin acceso al sistema de protección social, entre más privaciones.
El 45 por ciento de las y los trabajadores de Argentina son informales. Es decir, más de 8 millones de personas que están ocupadas, pero en condiciones de vulnerabilidad. En este escenario, Oficina de País de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para la Argentina lanzó “#Formalicemos”, una campaña de sensibilización pública para concientizar sobre la necesidad de promover el empleo registrado como condición fundamental para el trabajo decente.
En el caso de Sabrina, fue una plataforma digital lo que facilitó sus trabajos formales. La contrataron a través de Zolvers: una aplicación desarrollada para que empleadas domésticas y empleadores puedan contactarse entre sí de acuerdo con sus necesidades y locaciones. “Lo recontra recomendaría. Salís más segura, más tranquila”, confirmó.
Esta plataforma le permitió acceder a derechos fundamentales del trabajo registrado: tomarse dos semanas de vacaciones al año, la tarifa social de la tarjeta SUBE, días de licencia por enfermedad, acceso a una obra social y un aporte jubilatorio, lo que consideró “un alivio”. Zolvers también la capacita sobre cuándo aplicar un aumento y en qué cantidad. “Me di cuenta de que antes cobraba muy barato”, dijo.
Como le sucede a la mayoría de las mujeres que trabajan, cuando Sabrina regresa a su casa se encuentra con más tareas. Porque también ella se ocupa de limpiar su propio hogar, lava la ropa y cocina hasta la noche. Es el momento, también, de pasar tiempo con su hijo de 12 años. “Seguimos cobrando la Asignación Universal por Hijo. Pensé que te la sacaban por tener empleo formal, pero no”, compartió.
Sabrina no conoce varones que se dediquen a lo mismo que ella. En cambio, conoce a otras mujeres, incluso algunas son sus amigas, pero no todas lograron acceder a un trabajo registrado. “Ellas no tienen la misma suerte que yo”, se lamentó, “porque desde que entré a la formalidad es todo más fácil”.
#Formalicemos es una campaña liderada por la OIT desde el proyecto Soluciones innovadoras para una recuperación del empleo inclusiva y con perspectiva de género orientada a la transición a la economía formal en Argentina, en línea con la Recomendación sobre la transición de la economía informal a la economía formal (núm. 204), adoptada en 2015 en el marco de la 104ª Conferencia Internacional del Trabajo. Esta norma plantea orientaciones para facilitar la transición de las y los trabajadores y las unidades económicas desde la economía informal a la economía formal, respetando los derechos fundamentales de las personas que trabajan y garantizando oportunidades de seguridad de los ingresos, medios de sustento y emprendimiento.
A sus 38 años, Sabrina consiguió que la contraten en cinco hogares. Pero solo dos de esos empleos son formales. “Cada semana tengo 16 horas de empleo formal y 20 horas de trabajo informal”, dijo y agregó: “Hay gente a la que no le importa. A otras personas sí, te cuidan. A mí me tocaron dos personas maravillosas que me ayudan”.
“Hay un montón de derechos, pero para mí es todo nuevo”, dijo Sabrina. Una vez tuvo una fuerte alergia y logró la atención médica y hacerse análisis que de otra manera hubieran sido costosos. Es que antes del empleo registrado no tenía obra social.
Mencionó que también mejoró el acceso a la salud de su familia: “Yo, con un nene, ahora tengo a dónde ir”. Por eso, intentó que la formalizaran en sus otros empleos. Pero las respuestas que le dieron fueron negativas. “Me dijeron que no porque una de las señoras no vive en Argentina y la otra me respondió que no porque alquila”, explicó.
En Argentina, solo el 20 por ciento de las trabajadoras de casas particulares, que son más de 1,2 millones, posee un empleo formal. Como les sucede a ellas, todas las personas que están en la informalidad trabajan en malas condiciones, con salarios bajos y largas jornadas, sin acceso al sistema de protección social, entre más privaciones.
El 45 por ciento de las y los trabajadores de Argentina son informales. Es decir, más de 8 millones de personas que están ocupadas, pero en condiciones de vulnerabilidad. En este escenario, Oficina de País de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para la Argentina lanzó “#Formalicemos”, una campaña de sensibilización pública para concientizar sobre la necesidad de promover el empleo registrado como condición fundamental para el trabajo decente.
En el caso de Sabrina, fue una plataforma digital lo que facilitó sus trabajos formales. La contrataron a través de Zolvers: una aplicación desarrollada para que empleadas domésticas y empleadores puedan contactarse entre sí de acuerdo con sus necesidades y locaciones. “Lo recontra recomendaría. Salís más segura, más tranquila”, confirmó.
Esta plataforma le permitió acceder a derechos fundamentales del trabajo registrado: tomarse dos semanas de vacaciones al año, la tarifa social de la tarjeta SUBE, días de licencia por enfermedad, acceso a una obra social y un aporte jubilatorio, lo que consideró “un alivio”. Zolvers también la capacita sobre cuándo aplicar un aumento y en qué cantidad. “Me di cuenta de que antes cobraba muy barato”, dijo.
Como le sucede a la mayoría de las mujeres que trabajan, cuando Sabrina regresa a su casa se encuentra con más tareas. Porque también ella se ocupa de limpiar su propio hogar, lava la ropa y cocina hasta la noche. Es el momento, también, de pasar tiempo con su hijo de 12 años. “Seguimos cobrando la Asignación Universal por Hijo. Pensé que te la sacaban por tener empleo formal, pero no”, compartió.
Sabrina no conoce varones que se dediquen a lo mismo que ella. En cambio, conoce a otras mujeres, incluso algunas son sus amigas, pero no todas lograron acceder a un trabajo registrado. “Ellas no tienen la misma suerte que yo”, se lamentó, “porque desde que entré a la formalidad es todo más fácil”.
#Formalicemos es una campaña liderada por la OIT desde el proyecto Soluciones innovadoras para una recuperación del empleo inclusiva y con perspectiva de género orientada a la transición a la economía formal en Argentina, en línea con la Recomendación sobre la transición de la economía informal a la economía formal (núm. 204), adoptada en 2015 en el marco de la 104ª Conferencia Internacional del Trabajo. Esta norma plantea orientaciones para facilitar la transición de las y los trabajadores y las unidades económicas desde la economía informal a la economía formal, respetando los derechos fundamentales de las personas que trabajan y garantizando oportunidades de seguridad de los ingresos, medios de sustento y emprendimiento.