(Buenos Aires, OIT Argentina) — Junto a autoridades del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTEySS), la directora de la Oficina de País de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para la Argentina, Yukiko Arai, participó de la entrega de certificaciones a 500 agentes fiscalizadores y a 50 formadores que participaron en las primeras fases del Plan de Formación Integral para una Inspección del Trabajo Moderna y Eficiente.

Este plan se desarrolla en conjunto entre el MTEySS y la OIT, con financiación del Fondo Permanente de Capacitación y Recalificación Laboral (FoPeCap). El acto, realizado en la sede del ministerio, contó con la presencia de la secretaria de Gestión y Empleo Público, Ana Castellani; el subsecretario de Fiscalización del Trabajo, Carlos Sánchez; y el director nacional de Fiscalización del Trabajo y la Seguridad Social, Juan Conte.

“La calidad del empleo público es determinante a la hora de pensar políticas públicas efectivas”, dijo Castellani, quien precisó que para fortalecer más las capacidades estatales en términos de metodología y de experiencia hay que articular con los diferentes sectores y, además, encontrar socios estratégicos como la OIT.

Castellani también se dirigió a quienes recibieron la certificación: “Hay que entender la relevancia de este rol, el de fiscalización de las condiciones laborales, en este momento en la Argentina. Ustedes tienen que garantizar los derechos de los trabajadores cuando aún tenemos mucha informalidad. La tarea de fiscalización dentro del Estado es fundamental. Es una dimensión clave: la dimensión ética”.

Los inspectores y las inspectoras del trabajo son funcionarios públicos que actúan en la realidad concreta y cotidiana de las relaciones laborales, contribuyendo de ese modo directamente a la promoción del trabajo decente y a la mejora de las condiciones de trabajo.

Al no contarse con un plan específico de formación de funcionarios institucionalizado, integral y sistematizado, se detectó la necesidad de concretar un plan de formación integral para una inspección del trabajo en forma eficaz. Esto se traduce en la necesidad de elevar el piso mínimo de conocimiento para las y los agentes públicos destinados a la inspección, a la vez que en homogeneizar los criterios entre los inspectores, para mejorar la calidad de su trabajo y el cumplimiento efectivo y eficiente de la ley.