Seminario

Argentina y Japón comparten experiencias sobre productividad y diálogo social

Un encuentro impulsado por la OIT Argentina y la JICA reunió a representantes del gobierno, sector empleador y sindical junto a expertos de Japón, quienes intercambiaron experiencias sobre procesos de mejora continua de la productividad con participación tripartita.

Comunicado de prensa | 17 de agosto de 2022
(Buenos Aires, OIT Argentina) — Con el impulso de la Oficina de País de Organización Internacional del Trabajo (OIT) para la Argentina junto con la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA, por sus siglas en inglés), se llevó a cabo el seminario virtual “Diálogo social para mejorar la productividad: la experiencia de Japón”, realizado junto al Centro de Productividad de Japón (JPC, por sus siglas en inglés), y el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación (MTEySS) y el Instituto Nacional de tecnología Industrial (INTI).

El encuentro permitió indagar en el rol del diálogo social en la productividad y el desarrollo productivo en base al ejemplo de Japón y en línea con un método innovador de gestión, impulsado por el JPC, que busca mejorar la productividad en articulación con el mundo empresario, los sindicatos y la academia. En ese marco, el seminario representó una oportunidad para conocer los avances del proyecto Kaizen Tango en Argentina, apoyado por JICA, el cual promueve el desarrollo industrial a través del mejoramiento de la competitividad de las industrias en el país.

La apertura del webinar estuvo a cargo de la directora de la OIT Argentina, Yukiko Arai, junto al representante residente de la JICA en el país, Hiroyuki Takeda. Luego siguieron las presentaciones de Masayasu Okuyama, el director adjunto del departamento de Cooperación Internacional de JPC y experto de JICA para el proyecto Kaizen Tango, y Luis Baretta, representante del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), para finalizar con un espacio de comentarios a cargo del subsecretario de Planificación, Estudios y Estadísticas del MTEySS, Diego Schleser. El seminario estuvo moderado por Bárbara Perrot, especialista en empleo y desarrollo productivo de la OIT Argentina.

“El diálogo social es un elemento indispensable para cumplir las expectativas de aumento de la productividad, dado que contribuye simultáneamente al crecimiento de las empresas sostenibles y al reparto justo de los beneficios con las y los trabajadores”, dijo Arai, para quien los nuevos desafíos que surgieron tras la pandemia, junto a los rápidos cambios del mundo sector empresario, confieren una renovada urgencia al debate sobre la productividad.

De acuerdo con Arai, la Organización se propuso comprender la relación entre la productividad y el trabajo decente ya desde la Declaración de Filadelfia, en 1944. Entonces “se reconoció que la productividad es un motor clave del crecimiento económico, la creación de empleo y la reforma social”, explicó. En esa línea, Arai recordó que la Declaración del Centenario de la OIT exhorta a “aprovechar todo el potencial del progreso tecnológico y el crecimiento de la productividad, inclusive mediante el diálogo social, para lograr trabajo decente y desarrollo sostenible y asegurar así la dignidad, la realización personal y la distribución justa de los beneficios para todos”.

La directora de la OIT Argentina también se refirió a la experiencia de la Organización en torno al programa Promoción de Empresas Competitivas y Responsables (SCORE). Esta iniciativa, señaló, “demostró que la mejora de la cooperación en el lugar de trabajo, la representación efectiva de las y los trabajadores, la gestión de la calidad, la producción no contaminante, la gestión de los recursos humanos y la seguridad y salud en el trabajo, así como la formación en técnicas de supervisión, aumentan la productividad”.

Por su parte, Takeda agradeció a la OIT y los organismos del gobierno, además de la embajada de Japón, por el compromiso para llevar adelante este actividad. “La JICA es el organismo oficial del gobierno de Japón a cargo de la ayuda oficial al desarrollo. En Argentina, las actividades de cooperación entre esta agencia y el gobierno se iniciaron en 1958 y continúan de manera interrumpida hasta el presente”, dijo el representante de la agencia japonesa.

De acuerdo con Takeda, el proyecto Kaizen Tango se propone mejorar las capacidades de las pymes argentinas mediante el fortalecimiento del INTI aplicando el método Kaizen, una metodología de gestión empresarial basada en los procesos de mejora continua.

La experiencia de Japón

Como parte de su presentación, Okuyama repasó la historia de la campaña por la mejora de la productividad en Japón desde la época de la posguerra y detalló casos de mejora de la productividad a través del diálogo social.

“Japón es un país pequeño, sin recursos naturales. Su superficie es aproximadamente equivalente a la provincia de Buenos Aires. Después de la guerra, en 1945, había un gran estado de confusión, de pobreza y de hambre. La industria no estaba muy desarrollada y gran parte de los trabajadores eran cuentapropistas o empleados públicos. Había falta de materiales y un bajo nivel de tecnología e infraestructura productiva”, contextualizó Okuyama.

Por entonces, con una población de 89 millones de habitantes, Japón poseía apenas el 30 por ciento de la capacidad industrial con la que había contado antes de la Segunda Guerra Mundial, precisó el experto. En ese escenario, que se completaba con la falta de confianza entre el sector empleador y trabajador, “resultaba indispensable crear una economía autosustentable y expandir el empleo”.

En ese contexto, en 1955 se creó el JPC como una entidad privada de conformación tripartita que reunió a empresarios, trabajadores y la academia, para liderar campañas que permitan “una mejora drástica de la industria en Japón, en coordinación con las medidas gubernamentales para mejorar la productividad”, explicó Okuyama.

Ese mismo año, junto a representantes de la academia, los sindicatos y el sector empleador, el JPC desarrolló tres principios de la campaña por la productividad: el mantenimiento y la expansión del empleo; la cooperación y el diálogo entre trabajadores y empresarios; la distribución equitativa de los beneficios.

Además, se adoptó una comisión permanente sobre el Sistema de Diálogo entre Trabajadores y Empresarios, basado en el respeto mutuo y la voluntad común para mejorar la productividad. Para Okuyama, mediante una relación construida sobre la confianza, “La cooperación entre los trabajadores y las empresas basada en los tres principios del movimiento de la productividad crea un círculo virtuoso de mejora de la productividad”.

De este modo, entre 1950 y 2020, esta cooperación redujo significativamente la cantidad total de conflictos y días perdidos, al tiempo que aumentó la participación laboral en más de veinte puntos porcentuales.

Por su parte, el referente técnico del INTI, Luis Baretta, presentó el proyecto Kaizen Tango que, en Argentina, apunta a brindar asistencia técnica a empresas, acciones de capacitación y fortalecimiento del sistema de certificación de tecnologías de gestión de la producción que lleva adelante ese Instituto, entre otras líneas de trabajo.

“Es usual pensar los logros de productividad como logros individuales de cada empresa, pero en realidad están sujetos a las variables de contextos y sus actores”, dijo Baretta, quien destacó que la articulación entre el Estado, el sistema educativo, científico y tecnológico, los entes de financiamiento, los sindicatos y la estructura productiva es una herramienta clave para el desarrollo productivo del país.

Hacia el cierre del seminario, el subsecretario de Planificación, Estudios y Estadísticas del MTEySS, Diego Schleser, aportó su mirada técnica y destacó algunos puntos comunes. “En Argentina, hace diez años que la productividad está prácticamente estancada, no crece, algo que comparte con la actividad económica, el empleo y los salarios. Hay un desafío claro de analizar qué está pasando para salir de este proceso de estancamiento”, indicó Schleser.

En esa línea, explicó el funcionario, “la productividad es un factor absolutamente relevante, que amplía la cantidad de recursos de un país” y señaló que “en Argentina, cuando se verificó un crecimiento de la productividad, también se verificó un crecimiento del empleo formal, de los salarios reales y de la participación de los trabajadores en el ingreso”.