Programa conjunto OIT-ONU Mujeres
Un diálogo para promover políticas de crecimiento inclusivo y empleo decente con enfoque de género
El encuentro destacó la colaboración multilateral para contribuir con la recuperación económica de la crisis del COVID-19 mediante la incorporación del enfoque de género en las políticas fiscales y sectoriales.
Referentes nacionales y provinciales del gobierno, de la academia, ONG y del sector privado de Argentina participaron en un diálogo que se desarrolló en el marco del programa conjunto de ONU Mujeres y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) “Promover el empleo decente para las mujeres a través de políticas de crecimiento inclusivo y de inversiones en la economía del cuidado”.
Claudia Mojica, coordinadora residente de las Naciones Unidas en Argentina, encabezó la apertura, acompañada por María Cristina Perceval, secretaria de Políticas de Igualdad y Diversidad del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad (de forma virtual); Cecilia Alemany, directora regional adjunta de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe y representante en Argentina, y Yukiko Arai, directora de la Oficina de país de la OIT para la Argentina.
“Como coordinadora residente de ONU Argentina me complace participar de este encuentro y felicito la labor de ONU Mujeres y OIT en esta iniciativa que apoya al Estado en la implementación de respuestas a la pandemia que son sensibles al género”, comentó Mojica. “Hay que avanzar en una reforma feminista de la política fiscal. Los sistemas tributarios tienen sesgos de género y han sido diseñados con asignaciones estereotipadas de las funciones que deben cumplir mujeres y disidencias”, afirmó Perceval.
“Nuestra prioridad es apoyar a los gobiernos nacionales y subnacionales en el impulso de sistemas integrales de cuidados y la generación de evidencia empírica para asegurar la inversión en cuidados”, sostuvo Alemany.
"Valoro mucho el diálogo social y esta cooperación entre distintas agencias de las Naciones Unidas y también entre las distintas áreas del gobierno. Hoy más que nunca se requieren soluciones basadas en el consenso y la participación", dijo Yukiko Arai.
Por otra parte, la especialista en Género y Políticas de Empleo del Departamento de Políticas de Empleo de la OIT, Valeria Esquivel, coordinadora del programa conjunto a escala global, moderó un panel en el que participó Corina Rodríguez Enríquez, investigadora principal CIEPP y consultora de ONU Mujeres, quien compartió los primeros resultados de la evaluación del paquete de estímulo fiscal durante la pandemia por COVID-19 desde una perspectiva de género en Argentina.
“Durante la pandemia hubo una transferencia significativa de recursos a las mujeres de menores ingresos, lo que sin dudas significó una atenuación en las consecuencias negativas sobre sus condiciones materiales de vida. Sin embargo, existen problemas estructurales para sacar a las mujeres de la pobreza”, explicó Rodríguez Enríquez.
Esquivel expresó que “en comparación con otras crisis, esta impactó a las mujeres en primera instancia, debido a que se encontraban sobrerrepresentadas en los sectores más golpeados, y en el empleo informal. Y las cargas de cuidado adicionales que trajo consigo la pandemia recayeron sobre todo en ellas”.
Por su parte, Marta Novick, investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) en el CITRA y consultora de la OIT, presentó un análisis cualitativo sobre la segregación laboral en Argentina después de la pandemia del COVID-19. “La socialización primaria y la educación secundaria afectan la construcción de mitos y estereotipos en torno a las competencias de las mujeres para el ingreso en los sectores de empleo más masculinizados, como metal mecánico, software o minería”, reflexionó Novick.
Durante la segunda parte de la jornada, tuvo lugar un diálogo que contó con la participación de referentes de la política pública, entre ellas, Lucía Cirmi, subsecretaria de Políticas de Igualdad del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad; Sol Prieto, directora nacional de Economía, Igualdad y Género; Paula Basaldúa, coordinadora del Gabinete de Género del Ministerio de Desarrollo Productivo, y Fernanda Medina, subsecretaria de Formación Profesional y Capacitación Permanente del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social.
"El 69,6 por ciento de quienes perciben una jubilación mínima son mujeres. El reconocimiento de aportes por tareas de cuidado permitió acceder a una jubilación a 150 000 mujeres. Diseñar desde un enfoque de género implicó una mejor distribución de los ingresos", puntualizó Prieto.
Basaldúa destacó que contar con este estudio es una innovación. “Hemos tenido la oportunidad de que Argentina sea uno de los países donde se implementa este programa conjunto”.
Asimismo, habló sobre las brechas de género que enfrentan las mujeres en el sector productivo y subrayó las medidas que implementó el Ministerio de Producción. “Ahora tenemos 79 iniciativas de política de desarrollo productivo con perspectiva de género. Fortalecer el rol de liderazgo en las mujeres ha tenido impactos muy positivos. El trabajo multinivel, intersectorial y con perspectiva de género es clave”, comentó Basaldúa.
Para finalizar tuvo lugar un intercambio con participantes y funcionarias provenientes de distintas provincias del país. Por Chaco asistieron Julieta Arbues, coordinadora de la Unidad de Políticas para la Igualdad de la Vicegobernación, e Iara Tejeda Martínez, directora de Economía, Igualdad y Género del Ministerio de Planificación, Economía e Infraestructura. También participó Florencia Marinaro, ministra de Igualdad, Género y Diversidad de Santa Fe.
La iniciativa forma parte del Marco de la ONU para la respuesta socioeconómica inmediata ante COVID-19 y evidencia el trabajo conjunto de las agencias de Naciones Unidas y los países en contextos de crisis para alcanzar un futuro con igualdad de género.
Argentina es el único país en de la región que forma parte de este programa de ONU Mujeres y uno de los cinco países en los que se lleva a cabo esta iniciativa que tiene tres objetivos principales: crear consenso para la adopción de políticas económicas para un crecimiento inclusivo con igualdad de género, y más y mejores empleos para las mujeres; contribuir a la adopción de políticas sectoriales que disminuyan la segregación ocupacional y sectorial, y mejoren el acceso de las mujeres a las oportunidades de trabajo decente, y asegurar la realización de inversiones en servicios, asegurando su costeo, financiamiento e implementación.
Claudia Mojica, coordinadora residente de las Naciones Unidas en Argentina, encabezó la apertura, acompañada por María Cristina Perceval, secretaria de Políticas de Igualdad y Diversidad del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad (de forma virtual); Cecilia Alemany, directora regional adjunta de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe y representante en Argentina, y Yukiko Arai, directora de la Oficina de país de la OIT para la Argentina.
“Como coordinadora residente de ONU Argentina me complace participar de este encuentro y felicito la labor de ONU Mujeres y OIT en esta iniciativa que apoya al Estado en la implementación de respuestas a la pandemia que son sensibles al género”, comentó Mojica. “Hay que avanzar en una reforma feminista de la política fiscal. Los sistemas tributarios tienen sesgos de género y han sido diseñados con asignaciones estereotipadas de las funciones que deben cumplir mujeres y disidencias”, afirmó Perceval.
“Nuestra prioridad es apoyar a los gobiernos nacionales y subnacionales en el impulso de sistemas integrales de cuidados y la generación de evidencia empírica para asegurar la inversión en cuidados”, sostuvo Alemany.
"Valoro mucho el diálogo social y esta cooperación entre distintas agencias de las Naciones Unidas y también entre las distintas áreas del gobierno. Hoy más que nunca se requieren soluciones basadas en el consenso y la participación", dijo Yukiko Arai.
Por otra parte, la especialista en Género y Políticas de Empleo del Departamento de Políticas de Empleo de la OIT, Valeria Esquivel, coordinadora del programa conjunto a escala global, moderó un panel en el que participó Corina Rodríguez Enríquez, investigadora principal CIEPP y consultora de ONU Mujeres, quien compartió los primeros resultados de la evaluación del paquete de estímulo fiscal durante la pandemia por COVID-19 desde una perspectiva de género en Argentina.
“Durante la pandemia hubo una transferencia significativa de recursos a las mujeres de menores ingresos, lo que sin dudas significó una atenuación en las consecuencias negativas sobre sus condiciones materiales de vida. Sin embargo, existen problemas estructurales para sacar a las mujeres de la pobreza”, explicó Rodríguez Enríquez.
Esquivel expresó que “en comparación con otras crisis, esta impactó a las mujeres en primera instancia, debido a que se encontraban sobrerrepresentadas en los sectores más golpeados, y en el empleo informal. Y las cargas de cuidado adicionales que trajo consigo la pandemia recayeron sobre todo en ellas”.
Por su parte, Marta Novick, investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) en el CITRA y consultora de la OIT, presentó un análisis cualitativo sobre la segregación laboral en Argentina después de la pandemia del COVID-19. “La socialización primaria y la educación secundaria afectan la construcción de mitos y estereotipos en torno a las competencias de las mujeres para el ingreso en los sectores de empleo más masculinizados, como metal mecánico, software o minería”, reflexionó Novick.
Durante la segunda parte de la jornada, tuvo lugar un diálogo que contó con la participación de referentes de la política pública, entre ellas, Lucía Cirmi, subsecretaria de Políticas de Igualdad del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad; Sol Prieto, directora nacional de Economía, Igualdad y Género; Paula Basaldúa, coordinadora del Gabinete de Género del Ministerio de Desarrollo Productivo, y Fernanda Medina, subsecretaria de Formación Profesional y Capacitación Permanente del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social.
"El 69,6 por ciento de quienes perciben una jubilación mínima son mujeres. El reconocimiento de aportes por tareas de cuidado permitió acceder a una jubilación a 150 000 mujeres. Diseñar desde un enfoque de género implicó una mejor distribución de los ingresos", puntualizó Prieto.
Basaldúa destacó que contar con este estudio es una innovación. “Hemos tenido la oportunidad de que Argentina sea uno de los países donde se implementa este programa conjunto”.
Asimismo, habló sobre las brechas de género que enfrentan las mujeres en el sector productivo y subrayó las medidas que implementó el Ministerio de Producción. “Ahora tenemos 79 iniciativas de política de desarrollo productivo con perspectiva de género. Fortalecer el rol de liderazgo en las mujeres ha tenido impactos muy positivos. El trabajo multinivel, intersectorial y con perspectiva de género es clave”, comentó Basaldúa.
Para finalizar tuvo lugar un intercambio con participantes y funcionarias provenientes de distintas provincias del país. Por Chaco asistieron Julieta Arbues, coordinadora de la Unidad de Políticas para la Igualdad de la Vicegobernación, e Iara Tejeda Martínez, directora de Economía, Igualdad y Género del Ministerio de Planificación, Economía e Infraestructura. También participó Florencia Marinaro, ministra de Igualdad, Género y Diversidad de Santa Fe.
Sobre el programa
“Promover el empleo decente para las mujeres a través de políticas de crecimiento inclusivo y de inversiones en la economía del cuidado” es una iniciativa conjunta entre ONU Mujeres y la OIT, la agencia de las Naciones Unidas especializada en el avance de la justicia social y la promoción del trabajo decente.La iniciativa forma parte del Marco de la ONU para la respuesta socioeconómica inmediata ante COVID-19 y evidencia el trabajo conjunto de las agencias de Naciones Unidas y los países en contextos de crisis para alcanzar un futuro con igualdad de género.
Argentina es el único país en de la región que forma parte de este programa de ONU Mujeres y uno de los cinco países en los que se lleva a cabo esta iniciativa que tiene tres objetivos principales: crear consenso para la adopción de políticas económicas para un crecimiento inclusivo con igualdad de género, y más y mejores empleos para las mujeres; contribuir a la adopción de políticas sectoriales que disminuyan la segregación ocupacional y sectorial, y mejoren el acceso de las mujeres a las oportunidades de trabajo decente, y asegurar la realización de inversiones en servicios, asegurando su costeo, financiamiento e implementación.