Año Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil

La OIT y el INTA presentaron los resultados del estudio sobre acceso al agua y trabajo infantil en zonas rurales

En un seminario virtual por el Año Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil, se dieron a conocer los principales hallazgos del estudio realizado bajo el liderazgo del proyecto Offside de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para Argentina, el marco de la cooperación técnica con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).

Comunicado de prensa | 28 de mayo de 2021
(Buenos Aires, OIT Argentina) - La OIT Argentina y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) realizaron un seminario virtual donde presentaron los resultados del estudio Efectos de las tecnologías de acceso al agua y su colaboración a la reducción del trabajo infantil, llevado a cabo entre julio y noviembre de 2020 en el marco del proyecto “Offside: ¡marcando la cancha!”.

El evento, que contó con la participación de miembros de la OIT y el INTA, representantes de empleadores y trabajadores y otras instituciones, tuvo como objetivo socializar los principales resultados del estudio que analizó el impacto de las tecnologías de acceso al agua en las tareas que desarrollan niños, niñas y adolescentes (NNyA) de zonas rurales de la Argentina dentro y fuera de la unidad familiar.

El estudio se realizó sobre un relevamiento de 187 hogares distribuidos en distintas zonas rurales de la Argentina –Centro, Cuyo, Noroeste, Noreste y Patagonia–, donde el INTA y el Ministerio de Desarrollo Social (MDS) realizaron proyectos especiales del programa Prohuerta para la implementación de tecnologías de acceso al agua en unidades productivas de la agricultura familiar.

La apertura del evento estuvo a cargo de la coordinadora nacional del proyecto Offside de la OIT Argentina, María Eugenia Figueroa, y siguió con las palabras de la directora de la OIT Argentina, Yukiko Arai, quien indicó que “este estudio fue posible gracias a la cooperación técnica desarrollada junto al INTA en el proyecto Offside de nuestra Organización, enfocado en las políticas públicas para prevenir y erradicar el trabajo infantil”.

Además, señaló que “las tecnologías de acceso al agua promovidas por el programa Prohuerta del INTA y el Ministerio de Desarrollo Social lograron disminuir a la mitad el tiempo dedicado a esas tareas por niños, niñas y adolescentes en el sector rural”. Para cerrar, sostuvo que “en el Año Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil es de particular importancia acelerar el esfuerzo entre gobiernos, trabajadores y empleadores para cumplir con la meta 8.7 de la Agenda 2030. Necesitamos pasar de las promesas a la acción”.

Luego, el director del Centro de Investigación para la Agricultura Familiar (CIPAF) del INTA, Diego Ramilo, precisó que el estudio “se propuso poner en evidencia a nivel nacional e internacional la situación de nuestras comunidades rurales y el impacto de los programas de acceso al agua”. Además, sostuvo que el objetivo del Programa Prohuerta es “acercar a la agricultura familiar las tecnologías disponibles para generar impacto positivo en el entorno productivo, la calidad de vida, el arraigo, el trabajo y la dignidad de las familias”.

A su turno, la especialista principal del Departamento de Políticas y Empleo de la OIT en Ginebra, María Teresa Gutiérrez, señaló que el estudio “no sólo trae luces a la importancia del acceso al recurso hídrico como derecho humano, sino que muestra también la importancia de la voluntad del INTA para abordar esta temática”. Y señaló que “la infraestructura para el acceso al agua genera mayor bienestar en las familias, tal como ha demostrado el estudio, ya que el tiempo que se ahorra es utilizado para compartir espacios de diálogo o educación, algo difícil de cuantificar, pero con un impacto positivo en la calidad de vida”.

Más tarde tomó la palabra el oficial del proyecto Offside de OIT Argentina, Matías Crespo Pazos, quien señaló que “junto con el acarreo del agua el estudio mostró que un porcentaje muy importante de niños de entre 5 y 12 años desarrollan otras actividades domésticas como ordenar la casa y juntar leña, lo que demanda mucho tiempo y esfuerzo físico. Es un tema en el que vamos a avanzar promoviendo una investigación específica entre los agricultores familiares”.

Por su parte, la representante de la Unión Industrial Argentina (UIA), Cristina Manzano, remarcó que el estudio constituye “un muy importante aporte al desarrollo rural y a la prevención del trabajo infantil, ya que da cuenta del impacto que tiene del desarrollo e implementación de estas tecnologías en la organización y distribución de las actividades productivas”. Además, señaló que “tal como indica el informe, las políticas públicas son el motor clave para la puesta en marcha de estrategias para la prevención del trabajo infantil y la protección del trabajo adolescente, sobre todo en los sectores rurales”.

Por último, el secretario general de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE), José Voytenco, expresó: “Quienes venimos de la actividad rural también fuimos trabajadores infantiles, por eso queremos destacar la importancia del trabajo que viene desarrollando OIT junto a otros organismos. Hoy en día hablar de 150 millones de niños y niñas que trabajan en el mundo es el disparador que nos tiene que mover para erradicar definitivamente el trabajo infantil, particularmente en nuestro país”.

Algunos datos

Tras relevar los casos de 497 niños, niñas y adolescentes, distribuidos en 187 hogares de todas las regiones del país, la investigación observó que la mejora en el acceso al agua redujo significativamente el promedio de horas semanales dedicadas a distintas tareas de acarreo y provisión de agua, que pasaron de 4,88 a 2,33. De esta manera, la dedicación de niños y niñas a esas tareas mostró notables disminuciones, particularmente entre quienes tienen de 5 a 12 años, cuya participación en el acarreo de agua pasó del 14 al 3,8 por ciento.

La investigación mostró así un claro contraste en el antes y el después de la implementación de los proyectos del Prohuerta y evidenció los efectos de esas obras en la reducción del trabajo infantil, que en las zonas rurales del país alcanza a 2 de cada 10 niños y niñas de entre 5 y 15 años y representa al 43,5 por ciento de los adolescentes de entre 16 y 17, de acuerdo con la Encuesta de Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes (EANNA).

La educación es uno de los aspectos afectados cuando los niños y niñas asumen parte de la responsabilidad en las actividades productivas. En estos casos, la continuidad educativa se pone en riesgo por falta de tiempo o cansancio. En este sentido, el relevamiento arrojó que el 4,5 por ciento del total de niños y niñas de entre 13 y 15 años, así como el 25,5 por ciento del total de adolescentes, no asisten a la escuela.

Por otra parte, el 85 por ciento de los hogares encuestados consideran que, a partir de la implementación de la tecnología, pudieron dedicar más tiempo a la escolaridad de los niños y niñas; y dar nuevos usos al agua, como alimentación, lavado de ropa e higiene personal.

A su vez, asociado a esta mayor disponibilidad de tiempo, se evidenciaron mejoras de la economía familiar a partir de la incorporación de otras actividades productivas que aumentaron los ingresos familiares y permitieron mejorar el acceso a los alimentos. También se notificaron mejoras en las actividades de la vida cotidiana que requieren un uso doméstico de agua.

Sin embargo, si bien se mejoró el acceso al agua, el informe señala que el 28 por ciento de los encuestados (53 hogares) declaran que la nueva tecnología no los liberó de las tareas de gestión y reparación, y el 41,7 por ciento (78 hogares) afirma que la familia aún debe dedicar tiempo a la limpieza y acondicionamiento de recipientes. En buena medida, esto se debe a que la tecnología de almacenamiento de agua existente en esos hogares son la cisterna (47 por ciento de los casos) y/o el aljibe (23 por ciento de los casos), donde estas tareas resultan imprescindibles.

El estudio señala también una serie de elementos a tener en cuenta para elaborar políticas públicas que permitan erradicar el trabajo infantil y adolescente en las zonas rurales, entre los que se destacan:
  • Escasas oportunidades laborales para los adultos.
  • El acarreo de leña como actividad que realizan muchos NNyA, que requiere tiempo y esfuerzo físico.
  • Motivos de abandono escolar relacionados con dificultades de traslado, necesidad de trabajar o de realizar tareas de cuidado en el hogar.
  • Una importante proporción de trabajo infantil en tareas extra prediales.
  • Significativo porcentaje de adolescentes en trabajos extra prediales, probablemente en trabajos informales y sin protección social.
  • En el contexto de la COVID-19, madres y niñas son las que en su mayoría asumen el acompañamiento de las tareas escolares en el hogar.
De esta forma, en el Año Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil, el estudio permitió analizar los efectos de la implementación de tecnologías de acceso al agua en la organización del trabajo de las unidades productivas de la agricultura familiar; comprender su contribución a la prevención del trabajo infantil y desarrollar recomendaciones de estrategias, políticas y acciones para la prevención y erradicación del trabajo infantil, y protección del trabajo adolescente.