Seguridad, salud y el futuro del trabajo: desafíos para las empresas y la formación profesional

La OIT reunió a jóvenes y a representantes del gobierno, empleadores y trabajadores en dos jornadas dedicadas a integrar la seguridad y la salud en el trabajo con la formación profesional y con el rol de las empresas frente a las nuevas economías.

Noticia | 7 de diciembre de 2018
Esta semana, el foco estuvo puesto en los desafíos de la seguridad y salud de cara al futuro del trabajo. Durante dos jornadas, representantes del gobierno, de los sindicatos y de los empresarios, y una veintena de jóvenes de todo el país, participaron de distintas actividades para abordar la integración de ese tema en los programas de formación profesional y para reflexionar sobre el rol de las organizaciones de empleadores en las nuevas economías.

Los encuentros estuvieron impulsados por la oficina de país de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Argentina, en el marco de su proyecto Trabajo Seguro Joven, que forma parte de la iniciativa internacional SafeYouth@Work, dedicada a promover la seguridad y la salud en el trabajo entre las personas de 16 a 24 años de edad. Las actividades, llevadas a cabo el miércoles 5 y el viernes 7 de diciembre en la ciudad de Buenos Aires, fueron organizadas en colaboración con la Superintendencia de Riesgos de Trabajo (SRT), el Ministerio de Producción y Trabajo (MPyT) y el Instituto Nacional de Juventud (INJUVE).

“¿Cuál es el futuro de los jóvenes?”, preguntó Christoph Ernst, especialista en desarrollo productivo de la OIT Argentina, durante el comienzo del seminario “Integración de Seguridad y Salud en el Trabajo (SST) en los programas de formación profesional en Argentina”. “Estamos enfrentando muchos cambios que afectan al trabajador”, añadió Ernst, para quien “las competencias y la educación ya no pueden ser las mismas: necesitamos una estrategia de aprendizaje que sea transversal y para toda la vida”.





Para el coordinador de Empleo Joven de la Secretaría de Trabajo, Agustín Morad, “la sociedad y el Estado argentino entendieron que los jóvenes son el presente. Pocas veces hubo tanta conciencia de trabajar con y para los jóvenes y eso nos da una responsabilidad muy grande y estamos preparados para asumirlo”.

Por su parte, la jefa del departamento de Capacitación de la SRT, Viviana Martínez, expresó que la prevención es el principal desafío: “Hay 680 muertes dentro del ámbito del trabajo y la mayoría son jóvenes. Sin embargo, nadie habla de eso. Tenemos que incorporar la temática de la salud y la seguridad en el trabajo a la formación profesional”.

Participaron del seminario más de 45 profesionales trabajando en formación profesional, en su mayoría, representantes de gobierno y organizaciones de trabajadores.

Durante una jornada, los participantes conversaron acerca de la situación actual de la seguridad y salud en el trabajo de los trabajadores argentinos, compartieron experiencias, buenas prácticas y lecciones aprendidas sobre la integración de SST en los programas de formación profesional. A su vez, adquirieron y aplicaron herramientas sobre el tema.

El director de la OIT Argentina, Pedro Américo Furtado de Oliveira, participó del seminario junto con el secretario de Formación y Capacitación Profesional de la CGT, Argentino Geneiro. “Tenemos que sumar esfuerzos”, dijo Furtado de Oliveira al cierre del encuentro. “La OIT está presente. Sabemos que en Argentina hay una necesidad que debe incluir a todos los actores. Hay que dar respuesta a esto y transformarlo en una oportunidad conjunta para armar algo concreto”, agregó.

En esa línea, el funcionario internacional se refirió a la importancia de los consensos y de la elaboración de un Plan Nacional que “establezca una estructura para el desarrollo y profesionalización de los jóvenes en un ambiente seguro y saludable”.

De acuerdo con la coordinadora nacional del proyecto y funcionaria de OIT Argentina, María Eugenia Munaretto: “La integración de la SST en programas de formación profesional existentes dirigidos a jóvenes es uno de los ejes de trabajo principales del proyecto Trabajo Seguro Joven”. Para Munaretto, se trata de “una estrategia fundamental para avanzar de manera sostenible hacia una cultura de prevención en el lugar de trabajo”.

El rol de las empresas

El segundo encuentro, organizado por el proyecto Trabajo Seguro Joven, puso la mirada en las transformaciones y los desafíos de las organizaciones de empleadores y de los empresarios en relación a la seguridad y salud en el trabajo frente a las nuevas economías. En ese espacio participaron unos 20 jóvenes de todo el país, egresados del programa de formación de futuros líderes de instituciones productivas del Ministerio de Producción y Trabajo.

A lo largo de una mañana, los participantes reflexionaron acerca de cómo los cambios tecnológicos y demográficos, la globalización y el cambio climático están cambiando al mundo del trabajo. Además, debatieron sobre las implicancias de estas transformaciones para el sector empleador. En este marco, se realizó una reflexión acerca de la seguridad y la salud de los trabajadores y, en especial, en relación al crecimiento de la economía verde y de la economía de plataformas digitales.

“Lo más importante de esta jornada es llevarnos el mensaje de cómo cada uno puede aportar para que la seguridad y la salud en el trabajo mejore”, dijo Romina Bouvier, Directora Nacional de Desarrollo Institucional Productivo del Ministerio de Producción y Trabajo de la Nación.

“En la Organización Internacional del Trabajo, el papel de los empresarios también es fundamental. Como funcionarios de esa organización intentamos promover el valor de las empresas y las condiciones que necesitan para poder crecer, para poder ser más pertinentes”, dijo Lorenzo Peláez, Especialista Principal en Actividades con los Empleadores de la Oficina de Países de la OIT para el Cono Sur de América Latina.

Además, se conversó acerca del rol de las organizaciones de empleadores, las cámaras y las empresas para incidir y promover el trabajo adolescente protegido y la erradicación del trabajo infantil.

“Los riesgos de exponer a los niños al trabajo son enormes. La ruptura que tenemos que hacer es señalar al trabajo infantil como algo que no está bien. El 60 % de los niños que trabajan dentro del ámbito familiar y, por eso, es que debemos desnaturalizarlo”, dijo Gustavo Ponce, especialista en trabajo forzoso y trabajo infantil de la Oficina de País de OIT para la Argentina.