1° de mayo: Día Internacional de los Trabajadores

Entrevista a la Sra. Elizabeth Tinoco Acevedo, Directora Regional de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para América Latina y el Caribe publicada en Newsweek

Noticia | 14 de mayo de 2012
El día Internacional de los Trabajadores, celebrado oficialmente en 80 países y extraoficialmente en muchos otros, fue instituido por el Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional (París,1889) como homenaje a los Mártires de Chicago y como jornada reivindicativa de los derechos de los trabajadores. En 1955, el Papa Pío XII estableció el 1° de Mayo como Día de San José, en reafirmación implícita de la conmemoración.

“La voz que van a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora» (frase de August Spies, uno de los “Mártires de Chicago”, líderes de la huelga iniciada el 1° de mayo de 1886, momentos antes de que ocurriera su ejecución).

¿DÓNDE ESTÁN LOS EMPLEOS PARA LOS JÓVENES DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE?

1.- En estos tiempos de crisis global, ¿cuál es la situación del empleo en América Latina y el Caribe?


Aunque los resultados pueden variar de país a país, nuestra región ha aprovechado bien un ciclo de crecimiento que ya ha durado más de cinco años y que fue apenas interrumpido por la crisis; en general, se reaccionó con inversión pública, dinamización de mercados internos, protección social y generación de consumo. La región hizo uso de las lecciones aprendidas en el pasado.

Hoy, vivimos un tiempo de oportunidades: el dato más significativo es que la tasa de desempleo urbano ha descendido hasta 6,7 por ciento, la más baja registrada desde inicios de la década de 1990, cuando se comenzó a utilizar el actual sistema de cálculo de este indicador. Ello demuestra que la región supo resistir a la crisis y logró una recuperación rápida. A pesar de esta gran noticia, tenemos asignaturas pendientes y el principal desafío es concentrarnos en la calidad de
los empleos.

2.- El trabajo juvenil es un tema esencial en la agenda de la OIT. ¿Cuál es la situación de los jóvenes en una región donde baja el desempleo en general?

A nivel global, los jóvenes muestran tasas de desempleo que triplican a las de los adultos y, una vez que consiguen una ocupación, suelen ser víctimas de la informalidad, lo que significa malas condiciones laborales, bajos ingresos, escasa o nula protección y derechos.

América Latina no es una excepción: la tasa de desempleo juvenil urbano llega a 14.9 por ciento, el doble de la tasa general y el triple de la de los adultos sobre 25 años que tienen el 5 por ciento de la tasa. Por otra parte, seis de cada 10 jóvenes solo consiguen empleos informales. Esta situación genera desaliento y frustración, lo cual puede repercutir incluso sobre la gobernabilidad democrática, cuando estos jóvenes ponen en cuestionamiento el sistema que no responde a sus expectativas.

Con cerca de 20 millones de jóvenes que no estudian ni trabajan, es necesario replantear la forma en que se forja el futuro de la que quizás es la generación mejor formada y educada que hemos tenido nunca. En la OIT creemos que éste es un desafío de la mayor importancia y, por ello, este año, el empleo juvenil será el tema principal de la Conferencia Internacional del Trabajo en junio en Ginebra.

3.– La OIT ha llevado a cabo diversos foros regionales sobre Juventud y la Crisis del Empleo. ¿Cuáles han sido los resultados de dichos encuentros?


Dichos Foros fueron convocados en todas las regiones del mundo. En América Latina y el Caribe, realizamos 12, con la participación de alrededor de 2 000 jóvenes en discusiones sobre la problemática del empleo juvenil, sus preocupaciones y las posibles vías de solución.

Allí, quedó en evidencia que los jóvenes quieren ser consultados pero también que esperan un compromiso más efectivo y persistente en: generación de empleos de calidad, establecimiento de sistemas de protección social o acceso a una formación que responda a las demandas del mercado de trabajo. Asimismo, se mencionó con frecuencia la necesidad de facilitar la creación de empresas, por ejemplo, a través del acceso a crédito.

De acuerdo con una encuesta distribuida durante los foros, un 23 por ciento planteó que su principal preocupación es tener un trabajo adecuado. Un 22 por ciento dijo que era la inseguridad ciudadana, y 18 por ciento manifestó que su problema es “poder independizarse”. La encuesta también puso en evidencia un espíritu emprendedor: 24 por ciento desea tener su propio negocio y ser independientes, mientras que el 21 por ciento preferiría laborar para el Estado y un 19 por ciento con una empresa privada.

Consultados sobre los problemas para acceder a un trabajo de calidad, 40 por ciento respondió que la primera barrera es la escasa oferta de oportunidades, mientras que otro factor es la falta de experiencia previa con un 20 por ciento. La relación entre estudios y la demanda del mercado también fue considerada relevante con un 18 por ciento.

4.- Mencione cuatro áreas principales de la OIT en la región y los desafíos más destacados que debe enfrentar la institución.

Existen numerosas áreas en las cuales nos desenvolvemos porque el mundo del trabajo es vasto: la generación de trabajo decente es, sin lugar a dudas, la principal herramienta para combatir los mayores obstáculos para el desarrollo, como la pobreza y la desigualdad.

En este sentido, uno de los problemas fundamentales que debemos enfrentar es el de la informalidad. En la actualidad, estimamos que cerca del 50 por ciento de los trabajadores de la región solo consiguen empleos informales que, en general, están asociados a malas condiciones laborales.

Otro asunto prioritario es la protección social; en nuestra región, cuatro de cada 10 trabajadores carecen de acceso a algún sistema de seguridad social. La OIT participa activamente de una iniciativa de NU para la promoción de un Piso de Protección Social que aspira a la cobertura universal, con énfasis prioritario en la población pobre y vulnerable.

Destacamos también la promoción de los derechos laborales y de las normas internacionales así como de la libertad de asociación, tanto de trabajadores como de empleadores o del diálogo social que involucre a gobiernos, trabajadores y empleadores. Por último, la lucha contra el trabajo infantil es prioritaria en la agenda de la OIT.