Se presenta la investigación de la Red de Observatorios "La economía informal en Centroamérica y República Dominicana: desarrollo subregional y estudios de caso"

En San José, Costa Rica se presentó esta investigación de la Red de Observatorios del Mercado Laboral de Centroamérica y República Dominicana. En esta se analiza la situación de la economía informal en la región, tanto del sector informal como del empleo informal, y estudios de caso, uno por cada país, donde se aborda la caracterización y cuantificación de la informalidad.

Noticia | 28 de abril de 2014
El día 22 de abril de 2014 se presentó en San José, Costa Rica, la investigación de la Red de Observatorios del Mercado Laboral de Centroamérica y República Dominicana (La economía informal en Centroamérica y República Dominicana: desarrollo subregional y estudios de caso). Dicho estudio se elaboró con el apoyo del proyecto de la Organización Internacional del Trabajo Fortalecimiento del Observatorio Laboral de Centroamérica y República Dominicana (OLACD), financiado por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social de España. El proyecto Sistema de Análisis e Información Laboral de América Latina y el Caribe (SIALC-OIT) tuvo un papel muy relevante en la misma, prestando capacitación en la materia y revisando y validando los datos.

En la actividad participaron como ponentes Belén López, ATP del proyecto, Emilio Zevallos, consultor externo responsable del apartado regional, Mauricio Dierckxsens, Especialista de Empleo del Equipo de Trabajo Decente y Oficina de Países de la OIT para América Central, Haití, Panamá y República Dominicana. El comentario estuvo a cargo de Francisco Morales, ex Ministro de Trabajo de Costa Rica.

Acudieron, además, de los países miembros de la Red de Observatorios, representantes de la Academia, Organizaciones Empresariales, Organizaciones Sindicales, Unión Europea, SICA, Ministerio de Empleo y Seguridad Social de España, así como expertos y expertas en el tema.

La investigación está conformada por un apartado inicial donde se analiza la situación de la economía informal en la región, tanto del sector informal como del empleo informal, y estudios de caso, uno por cada país, donde se aborda la caracterización y cuantificación de la informalidad.

A continuación se presentan algunos de los resultados que arroja el estudio:

El 61.5% de la población ocupada no agrícola tiene un empleo informal (9.3 millones). De ellos, el país que parece tener mayor incidencia de empleo informal es Guatemala (77%), luego le siguen Nicaragua (75%), Honduras (72%), el Salvador (66%), República Dominicana (48%), Panamá (43%) y Costa Rica (36%).

El 71.6% del empleo informal se genera en el sector informal, la fuente más obvia de informalidad. Los países donde el empleo informal proviene fundamentalmente de este sector son Honduras (80.9%), El Salvador (78.5%) y Guatemala (69.3%).

Ahora bien, el empleo informal en el sector formal es menos frecuente; sin embargo, una cifra significativa, el 19.3% del empleo informal, proviene del sector formal. Este es un dato preocupante porque implicaría la precarización del empleo en el sector formal. Los países con mayor incidencia son: Panamá (27.3%), Guatemala (24.5%), y la República Dominicana (22.8%).

Se aprecia que entre los jóvenes, independientemente del sexo, hay una gran participación en el empleo informal en el sector formal. Este es un tema que debe ser retomado por los responsables de las políticas públicas con el propósito de profundizar en las causas de este comportamiento.

De forma global, el empleo informal en el sector informal es el espacio en el cual se ubica la mayor proporción de la población, sin distinción de género. No obstante, al introducir la variable de género, la proporción de mujeres es ligeramente superior a la de los hombres (47.8% frente a 47.40% respectivamente). En el análisis por país, se observa que la mayor proporción de empleo informal en el sector informal se da en Nicaragua, tanto en hombres (61.7%) como en mujeres (61.7%). En cuanto a las menores proporciones, éstas se dan en Panamá, tanto en hombres (22.2%) como en mujeres (14.5%).

El reto de las unidades económicas del sector informal es cómo generar el suficiente dinamismo económico para construir una nueva senda de crecimiento que privilegie el desarrollo de la productividad y competitividad del negocio y que, asimismo, implique un cambio en las condiciones laborales prevalecientes, incorporando el trabajo decente, la responsabilidad social y ambiental, la innovación, etc., como antesala a su formalización plena. Algunas de esas acciones orientadas al desarrollo competitivo se enmarcan en el trabajo de la institucionalidad asociada al desarrollo empresarial señalada líneas arriba.

Sin embargo, y a pesar de las acciones realizadas desde los Estados para mejorar el acceso al empleo decente, persiste la existencia de un vacío que se visibiliza en el enfoque de las políticas públicas, es decir, la falta de información sobre la magnitud de la informalidad y su impacto en la economía y el empleo. Es necesario profundizar en la cuantificación de la economía informal, desde la perspectiva del género, la edad y la educación, entre otros aspectos, con el propósito de identificar “cuellos de botella”. Esto permitirá proponer cambios o readecuaciones de los programas y acciones de fomento para orientarlos hacia la promoción del empleo decente.