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Conferencia Internacional del Trabajo

87.a reunión
Ginebra, junio de 1999


Memoria del Director General

Anexo
 Informe sobre la situación de los trabajadores en los
territorios árabes ocupados


Oficina Internacional del Trabajo   Ginebra

ISBN 92-2-310805-5
ISSN 0251-3226


INDICE


ANEXO

Informe sobre la situación de los trabajadores en los territorios árabes ocupados

Introducción

1. Este informe se basa en los resultados de la misión enviada por el Director General con el fin de reunir datos e informaciones respecto de las condiciones de empleo de los trabajadores de los territorios árabes ocupados(1), así como en la documentación recibida por la OIT.

2. El Director General designó al Sr. Jean-Michel Servais, coordinador de investigación del Instituto Internacional de Estudios Laborales, al Sr. Fred Fluitman, del Centro Internacional de Formación de la OIT de Turín, y al Sr. Adam Simbeye, de la Oficina de Fomento de la Asociación Activa y la Cooperación Técnica, para que le representaran a lo largo de la misión que tuvo lugar en Israel y en los territorios árabes ocupados del 24 de abril al 1.º de mayo de 1999. Se dio toda clase de facilidades a la misión durante su estancia, y los miembros de la misma desean expresar su agradecimiento a las autoridades interesadas.

3. Otra misión se desplazó, como en años anteriores, a la República Arabe Siria del 13 al 16 de marzo de 1999. Estaba integrada por el Sr. Ibrahim Souss, Director Regional para las actividades de la OIT en los Estados árabes, y el Sr. Lee Swepston, jefe del Servicio de la Igualdad y Coordinación de los Derechos Humanos. Estos últimos celebraron consultas con los responsables gubernamentales y con las organizaciones de empleadores y de trabajadores interesadas. En Damasco, se entrevistaron concretamente con el Ministro de Estado de Asuntos Exteriores, el Ministro de Asuntos Sociales y del Trabajo y con el Gobernador de la provincia de Quneitra. Se reunieron asimismo con los representantes de la Cámara de Industria de Damasco, de la Federación General de Sindicatos de Siria y de la Confederación Internacional de Sindicatos Arabes (ICATU).

4. Las informaciones sobre las que se basa este informe se refieren sobre todo a las condiciones de trabajo y empleo específicas de los trabajadores de los territorios árabes ocupados en ámbitos tales como la igualdad de oportunidades y de trato en materia de empleo, el acceso al mercado de trabajo, las condiciones de trabajo concretas, la seguridad social y las relaciones laborales. Al abordar estas diversas cuestiones, los miembros de la misión tuvieron especialmente presentes los principios y objetivos establecidos por la Constitución de la OIT y su preámbulo, por la Declaración de Filadelfia y por las normas internacionales del trabajo adoptadas por la OIT, así como los principios fijados por sus órganos de control. Debe mencionarse en particular el Convenio sobre la discriminación (empleo y ocupación), 1958 (núm. 111), así como el Convenio sobre la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación, 1948 (núm. 87), y el Convenio sobre el derecho de sindicación y de negociación colectiva, 1949 (núm. 98). Las informaciones disponibles se refieren asimismo a los textos legislativos pertinentes en los ámbitos que son competencia de la Organización Internacional del Trabajo. Cabe recordar a este respecto que los palestinos que viven en la parte de los territorios bajo control israelí siguen sometidos a un conjunto de leyes emanadas del Imperio Otomano, del mandato británico y de fuentes jordanas y egipcias, así como a los decretos militares israelíes, siendo el marco jurídico de la faja de Gaza el derecho egipcio y el de la ribera occidental el derecho jordano. En lo que atañe a las regiones controladas por los palestinos, la Autoridad Palestina adoptó diversas leyes y reglamentos, concretamente en materia fiscal.

5. Durante el transcurso de su misión, los representantes del Director General celebraron numerosas reuniones y discusiones. Se entrevistaron con las autoridades israelíes en Jerusalén y Tel Aviv. Visitaron Jerusalén Este, la ribera occidental del Jordán y la faja de Gaza, así como la aldea de Majdal Shams en el Golán(2). Los miembros de la misión contaron con la amable y eficaz asistencia del Sr. Timothy S. Rothermel, representante especial del PNUD, que dirige el programa de asistencia al pueblo palestino. Contaron asimismo con la valiosa colaboración del Sr. Khaled M. Doudine, funcionario de programación y administración de la OIT para la ribera occidental del Jordán y para Gaza.

6. Se entrevistaron con numerosas personalidades palestinas, y en particular con el Sr. Saeb Erekat, Ministro de Asuntos Locales, el Sr. Faisal Hussaini, responsable de los asuntos relativos a Jerusalén, el Sr. Haidar Abdel Shafi, presidente de la Sociedad de la Media Luna Roja, el Sr. M. Qudwa, gobernador del distrito de Gaza y presidente de la Cámara de Comercio, así como con el Sr. Azmi Shuaibi, miembro del Consejo Legislativo Palestino y presidente de su comisión de presupuesto. Se reunieron en Naplusa con el Sr. Ma'az Nabulsi, presidente de la Cámara de Comercio. Se entrevistaron, también en Naplusa, con el Sr. Shaher Sa'ed, secretario general de la Federación General de Sindicatos Palestinos (PGFTU), y en Gaza con el Sr. Rasem M. Al Bayari, secretario general adjunto de la Federación y presidente para la faja de Gaza. En Ramallah, visitaron el Ministerio de Trabajo, donde se entrevistaron con el director de empleo y otros altos funcionarios, así como la Oficina Central Palestina de Estadísticas (PCBS), donde discutieron con el Sr. Mahmoud Jaradat y el Sr. Louay Shabaneh. Visitaron el Centro para la Democracia y los Derechos de los Trabajadores y a su presidente, el Sr. Hassan Barghouti, así como la Sociedad Académica para el Estudio de Asuntos Internacionales (PASSIA) y a su presidente, el Sr. Mahdi Abdel Hadi.

7. Además de con el Sr. Timothy Rothermel y el Sr. Doudine, los miembros de la misión se entrevistaron con el Sr. Francis Dubois, coordinador especial adjunto de las Naciones Unidas en los territorios ocupados (UNSCO), el Sr. Ahmed Majdalani, director nacional del proyecto de la OIT relativo al Programa Palestino de Empleo, y con la Sra. Suha Al Sayegh, especialista local del proyecto de desarrollo integrado de las pequeñas empresas. En Naplusa visitaron el proyecto de la OIT para la creación de un centro de formación profesional destinado a los discapacitados; se entrevistaron con el jefe del proyecto y con sus colaboradores. En Gaza, visitaron la zona industrial de Karni.

8. En el Golán, se entrevistaron con miembros de la comunidad árabe en la aldea de Majdal Shams.

9. En cuanto al programa organizado por las autoridades israelíes, éste incluía reuniones en Jerusalén con el Sr. Yigal Ben-Shalom, Director General del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales de Israel, el Sr. Eli Paz, primer Director General Adjunto, y con sus colaboradores, así como con representantes del Ministerio de Asuntos Exteriores, de la Defensa y del Instituto del Seguro Nacional. Los miembros de la misión se desplazaron a Tel Aviv para entrevistarse con el general de brigada Ya'akov Ohr, coordinador de las actividades gubernamentales del Ministerio de Defensa en los territorios. Se entrevistaron asimismo con el embajador Yitzchak Lior, Director General Adjunto para las Organizaciones Internacionales del Ministerio de Asuntos Exteriores. Se reunieron con el Sr. Dan Ben-Eliezer, director de la división de proyectos del Centro de Cooperación Internacional (MASHAV).

10. Se organizaron reuniones con el Sr. Yosef Gattegno, de la Federación de Empresarios Israelíes, y con el Sr. Yousef Kara, de la central sindical Histadrut, así como con otros representantes de estas organizaciones. Los miembros de la misión se entrevistaron con representantes del Instituto Internacional de la Histadrut para la Paz y la Democracia.

11. Posteriormente se desplazaron a la zona industrial de Atarot, donde realizaron una visita a la empresa de productos alimenticios Shalgal (Mazon Ltd.).

Acontecimientos recientes

12. El Ministerio de Trabajo de la Autoridad Palestina señaló que las medidas de seguridad adoptadas por las autoridades israelíes, que incluían el cierre de los territorios ocupados, colocaban en una situación difícil a los palestinos que trabajaban en Israel porque, a consecuencia de ellas, no podían trabajar de manera organizada, corrían el riesgo de perder su empleo en todo momento y eran objeto de discriminaciones, e incluso de violencias, en los puntos de paso en Israel. Los responsables del Ministerio de Trabajo mencionaron el caso de varios trabajadores que resultaron muertos en los puntos de paso, y el de otros trabajadores que resultaron heridos o golpeados.

13. Los interlocutores de la misión, y en especial los sindicatos palestinos, destacaron también la falta de claridad de la legislación aplicable en los asentamientos que se seguían estableciendo o ampliando. Esta falta de claridad afectaba de manera evidente a los trabajadores, especialmente en relación con el salario mínimo al que tenían derecho. En términos generales, el impago del salario seguía siendo, junto con la ruptura de los contratos de trabajo, un problema importante para los palestinos que trabajaban en Israel. Lo mismo cabía decir del recurso a intermediarios para la obtención de permisos de trabajo. Se creó un comité de enlace en materia laboral con las autoridades israelíes; aunque hubo numerosas reuniones, los resultados de las discusiones seguían siendo muy limitados.

14. Varias personalidades palestinas subrayaron hasta qué punto las medidas administrativas adoptadas por razones de seguridad obstaculizaban el desarrollo de las actividades industriales y comerciales de los empleadores palestinos. Las autorizaciones que se exigían para el paso de hombres de negocios o de camiones tenían repercusiones importantes en la economía palestina y su desarrollo. Estas medidas desalentaban tanto las importaciones como las exportaciones. Las zonas industriales creadas para desarrollar la economía palestina también se veían afectadas por estas medidas.

15. Lo mismo cabía decir, según los responsables de la UNSCO y de las demás organizaciones de las Naciones Unidas en la zona, de los proyectos de cooperación técnica que se llevaban a cabo para contribuir a consolidar la economía palestina. Las medidas administrativas en materia de seguridad afectaban al suministro de los equipos necesarios (que podían permanecer bloqueados en los puertos israelíes y verse sometidos a una comisión por almacenamiento), al movimiento de vehículos (incluida la obtención de autorizaciones para los conductores y para los vehículos) e incluso a la contratación de expertos o a la renovación de sus contratos.

16. Algunas personalidades palestinas entrevistadas advirtieron además que la anexión de Jerusalén Este había creado una situación que era distinta de la de la ribera occidental del Jordán o la faja de Gaza. Precisaron que, con el paso de los años, la ocupación israelí había ido reduciendo las posibilidades de empleo en Jerusalén Este y había obligado a la mano de obra calificada a irse a otros lugares; en 1993, cuando las autoridades israelíes pusieron más dificultades a la residencia de los palestinos en Jerusalén Este (al exigirles que demostraran que se trataba realmente de su centro de vida), muchos de los que se habían ido regresaron, pero no pudieron encontrar trabajo; en muchos casos, ni siquiera tenían derecho a las prestaciones de la seguridad social. El regreso masivo provocó asimismo una elevación del precio de los alquileres. En resumen, el nivel de vida en Jerusalén Este era en ese momento muy bajo. Según afirmaron, se aplicaban también restricciones a las actividades comerciales, si bien el regreso de los emigrados había permitido cierta mejora; aunque los israelíes podían acceder libremente al mercado palestino, no ocurría lo mismo con los hombres de negocios palestinos respecto del mercado israelí; la actual fragmentación de los territorios palestinos representaba un obstáculo adicional al comercio.

17. El Director General del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales de Israel y el coordinador de las actividades gubernamentales del Ministerio de Defensa en los territorios insistieron en la importancia que concedían al desarrollo de las relaciones entre los ministros del Gobierno israelí y los de la Autoridad Palestina; tuvieron lugar reuniones a dicho nivel. Consideraban que el desarrollo de unas relaciones estables y duraderas interesaba a ambas partes. Según recordaron, habían decidido reducir el número de trabajadores extranjeros y aumentar el de trabajadores palestinos; al hacerlo asumían un riesgo calculado puesto que, anteriormente, se había autorizado a dichos extranjeros a trabajar en Israel como consecuencia de la amenaza terrorista. Los responsables israelíes tenían que convencer además a los empleadores israelíes de las razones de esta política y garantizar cierta regularidad en cuanto a las posibilidades de trabajo para los palestinos en Israel, donde el desempleo alcanzaba el 8,6 por ciento.

18. Añadieron que el Gobierno israelí había seguido aplicando las decisiones adoptadas a partir de agosto de 1997, a saber:

a) suprimir las cuotas para los trabajadores palestinos;

b) permitir que muchos de estos trabajadores sigan entrando y trabajando en Israel durante los períodos de tensión en materia de seguridad, e incluso durante el cierre de los territorios; en uno de los casos de cierre, habían seguido trabajando en Israel hasta 30.000 trabajadores palestinos;

c) acelerar las formalidades en los puntos de paso con la sustitución, en un próximo futuro, de los soldados por civiles para el control de la entrada de trabajadores palestinos en Israel;

d) reducir a 23 años la edad en que los interesados pueden trabajar en Israel (existía el objetivo de seguir disminuyendo esta edad, y ya se concedían excepciones a este límite de edad);

e) permitir un tiempo de trabajo más flexible en Israel, de manera que estos palestinos puedan trabajar hasta la noche, y aun por turnos sucesivos;

f) dar facilidades (ya concedidas) para celebrar encuentros entre empleadores israelíes y solicitantes de empleo palestinos;

g) permitir que cierto número de trabajadores palestinos (hasta 8.000 según las disposiciones en vigor, pero este límite podría ampliarse en caso de necesidad) pasen la noche en Israel; cerca de 5.000 trabajadores palestinos tenían en la actualidad un permiso a estos efectos, cifra que respondía a la demanda de los empleadores;

h) cooperar en el ámbito de la formación profesional. Se preveían en particular cursos en el sector de la construcción, que podrían ampliarse, por ejemplo, al de la microelectrónica.

19. Los interlocutores israelíes añadieron que se trataba de un proceso que, necesariamente tardaría en completarse. Los resultados concretos obtenidos hasta la fecha se mencionan más adelante en el informe. También existe la intención de simplificar los procedimientos de circulación para los palestinos, sean éstos trabajadores, comerciantes o transportistas, y desarrollar las zonas industriales en territorio palestino. En la actualidad, los israelíes podían efectuar sus compras en las grandes ciudades palestinas cercanas a la «línea verde». En lo fundamental, la  política pretendía construir un clima de confianza que favoreciera las relaciones entre ambas sociedades civiles. Se habían creado mecanismos con los ministerios palestinos a fin de examinar, entre otras cosas, diversos problemas socioeconómicos. Hay por ejemplo un comité de enlace en materia laboral, que se reúne con frecuencia.

20. En los informes anteriores se explicaba que Israel ocupó la región del Golán en 1967 y se la anexionó en 1981. Dicha anexión no fue reconocida ni por las Naciones Unidas ni por las poblaciones árabes que vivían desde siempre en la región y que siempre se consideraron sirias. Los acuerdos entre Israel y los palestinos no se refieren a esta región. La postura del Gobierno israelí es que esta última, a la que se han aplicado la legislación, la jurisdicción y la administración israelíes, no constituye un territorio ocupado en el sentido del informe del Director General.

21. Por su parte, el Gobierno sirio expresó su objeción a que se utilizara cualquier término que describiera a los habitantes del Golán de otra forma que no fuera como ciudadanos árabes sirios bajo ocupación. Insistió asimismo para que se hiciera referencia a esta región como Golán sirio ocupado, con arreglo a la terminología empleada en las resoluciones de las Naciones Unidas.

22. Las autoridades sirias subrayaron que la situación en el Golán árabe sirio no había cambiado respecto de años anteriores. Aludieron concretamente a la confiscación de tierras, al problema del agua y a las políticas de establecimiento de asentamientos. Las autoridades sirias añadieron que no habían cesado las prácticas laborales anteriores, en particular los despidos, la discriminación en el plano de la contratación y de los salarios, la prohibición de las licencias con ocasión de los acontecimientos nacionales celebrados por los demás ciudadanos sirios o para participar en manifestaciones de solidaridad con el mundo árabe. Según el Gobierno sirio, aunque los trabajadores afectados podían presentar en la práctica reclamaciones ante los tribunales, los procedimientos resultaban largos y costosos.

23. La Cámara de Comercio de Damasco y la Federación General de Sindicatos de Siria describieron en parecidos términos la situación. Por su parte, la Confederación Internacional de Sindicatos Arabes declaró que la población afectada seguía teniendo dificultades, en particular a raíz de la confiscación de tierras y de las prácticas discriminatorias.

24. El Gobernador de Quneitra se refirió a las condiciones de trabajo y de vida de los ciudadanos árabes sirios del Golán y a las injusticias de que éstos eran objeto en términos de salarios, seguros y despidos injustificados. Por ejemplo, señaló el despido de trabajadores árabes sirios del Golán por tomar parte en la celebración de las fiestas nacionales o locales. Llamó la atención sobre la situación del personal docente, que sólo obtenía contratos de un año, renovados únicamente en caso de que no participara en la celebración de las manifestaciones nacionales árabes sirias. El Gobernador de Quneitra reiteró que la agricultura constituía el principal medio de existencia en el Golán ocupado. Prosiguió afirmando que, además de la confiscación de tierras, podía constatarse la adopción de diversas medidas que entrañaban una disminución de la producción de los agricultores árabes. Además, las autoridades israelíes de ocupación habían construido en Sahel Al Mafarik una fábrica de cemento y de asfalto que contaminaba el medio ambiente y dañaba las plantaciones, los árboles y los cultivos de frutales.

25. Durante la visita de la misión a esta región, los miembros de la comunidad árabe entrevistados en Majdal Shams mencionaron las mismas dificultades, poniendo de relieve que la confiscación de tierras causaba problemas a la agricultura. En cuanto al agua, se les había prohibido cavar pozos o utilizar el agua de un lago cercano, mientras que se autorizaba a los colonos israelíes a utilizar el agua del lago en cuestión; los depósitos de agua se veían sometidos a tasas elevadas. Los representantes añadieron que el personal docente de las escuelas oficiales se escogía en función de criterios políticos y sólo podía mantenerse en el empleo si demostraba lealtad a las autoridades israelíes. Las tasas de desempleo eran importantes; además, quienes trabajaban recibían una remuneración inferior a la de los israelíes, y en ocasiones no se les pagaba el salario. Los trabajos que se les asignaban eran los que los israelíes no querían hacer.

26. Respecto a la región del Golán, las autoridades israelíes reiteraron que consideraban esta región como parte integrante del territorio israelí y que, si surgían problemas, las personas afectadas podían dirigirse a los tribunales.

La economía y el mercado de trabajo

27. La situación de los trabajadores de los territorios ocupados viene determinada en gran medida por si pueden o no pueden obtener unos ingresos dignos, o sea, por una serie de factores directa o indirectamente relacionados con la economía. Tras muchos años de conflicto y ocupación, la economía de los territorios ha sido gravemente perturbada y su desarrollo se ha visto muy perjudicado. Los trabajadores palestinos dependen ahora en gran medida del acceso al empleo en Israel. Sin embargo, los ingresos procedentes de los salarios obtenidos en Israel, por más importantes que sean, están muy por debajo de lo que la ribera occidental y la faja de Gaza necesitan para equilibrar su déficit comercial de mercancías con Israel. En 1998, el valor de las importaciones registradas desde Israel hacia los territorios superaba el valor de las exportaciones de estos territorios a Israel en más de 1.200 millones de dólares de Estados Unidos. Entre 1994 y 1998, los donantes extranjeros desembolsaron más de 2.500 millones de dólares de Estados Unidos (de los que 10,5 millones fueron aportados por Israel) en concepto de apoyo al desarrollo palestino. Pero se perdió una cantidad aún mayor en concepto de ingresos no percibidos y de productos no fabricados a consecuencia de las medidas generales de seguridad impuestas por Israel, que impidieron el movimiento de trabajadores y bienes(3).

28. La espectacular baja de la economía palestina desde 1994 (que se pone de manifiesto, por ejemplo, en la disminución de un 25 por ciento de los ingresos reales per cápita) parece haberse estabilizado. Las tendencias actuales parecen indicar que, por primera vez en cinco años, los ingresos per cápita pueden estar empezando a recuperarse. En 1997, según las estimaciones del Ministerio de Finanzas palestino y del Fondo Monetario Internacional (FMI)(4), el valor de los bienes y servicios producidos en la ribera occidental y la faja de Gaza -- es decir, su producto interior bruto (PIB) -- aumentó en un 1 por ciento, y el valor de su producto nacional bruto (PNB), que es un criterio que incorpora los ingresos obtenidos en el extranjero (en este caso en Israel), aumentó en un 2 por ciento. Unas estimaciones más optimistas, realizadas anteriormente para 1997, no se materializaron a consecuencia de las restricciones del movimiento de trabajadores y mercancías en los territorios y al otro lado de la «línea verde» que los separa de Israel. Sin embargo, en 1998, las estimaciones reales del PIB y del PNB, procedentes de las mismas fuentes y basadas en varias hipótesis sobre los flujos mensuales de trabajadores y mercancías así como sobre los niveles de la inversión, de la ayuda extranjera y del consumo de los hogares, fueron revisadas al alza, alcanzando un 3 y un 5,5 por ciento, respectivamente. Como las estimaciones actuales suponen un aumento de la población de los territorios que se sitúa entre un 3 y un 4 por ciento al año, ello significa un aumento bastante modesto del PNB per cápita. Aunque conviene tener mucho cuidado al citar cifras reales, los ingresos actuales per cápita de los territorios palestinos ocupados se estiman en torno a 1.700 dólares de Estados Unidos, con una considerable diferencia (más o menos del 20 por ciento) entre la ribera occidental y la faja de Gaza. El promedio supera ligeramente la cifra correspondiente a Jordania (1.570 dólares de Estados Unidos en 1997), pero es muy inferior en comparación con el PNB per cápita de Israel (15.810 dólares de Estados Unidos en 1997)(5).

Población y fuerza de trabajo de los territorios ocupados

29. Los resultados definitivos del primer censo de la población(6), que fue llevado a cabo a fines de 1997 por la Oficina Central Palestina de Estadísticas (PCBS), indican que en aquel momento la población de la ribera occidental (comprendida Jerusalén Este) era de 1.873.476 habitantes, y la de la faja de Gaza de 1.022.207, con lo que la población total de los territorios palestinos ocupados ascendía a 2.895.683 habitantes. (En otras palabras, casi dos tercios de la población palestina vivía en la ribera occidental, y un tercio en la faja de Gaza.) El 90 por ciento de la población total fue realmente contada en el censo y el 10 por ciento restante fue objeto de estimación, por habitar en zonas que estaban fuera de control (sobre todo los 210.209 palestinos de Jerusalén Este) o, como mostraron los resultados de una investigación en los puestos de recuento, porque no habían sido inicialmente contados (en total, 83.805 personas). Con un índice anual de crecimiento de la población de un 3 por ciento, que es la estimación actual mínima, el total de jure de la población habrá alcanzado los 3 millones de habitantes a fines de 1998.

30. Aunque no se dispone de datos oficiales, los observadores bien informados confirman que la población israelí de Jerusalén Este ha aumentado en los últimos años en varias decenas de miles, sobre todo a consecuencia de la construcción de nuevos asentamientos alrededor de la ciudad. Las estadísticas israelíes muestran que el número de colonos israelíes en los territorios ocupados distintos de Jerusalén Este sigue creciendo también a ritmo acelerado. A fines de 1993, cuando se firmó el primer acuerdo de Oslo, se contaban 116.400 colonos; en cuatro años su número ha aumentado en un 38 por ciento, hasta alcanzar 160.200 a fines de 1997; a excepción de unos 6.000 en la faja de Gaza, todos esos colonos vivían en la ribera occidental(7). Como muchos indicadores apuntan a una intensificación de los asentamientos en 1998, el número total de colonos en estos territorios debe de pasar actualmente de los 175.000.

31. Como suele ocurrir en muchos países en desarrollo, la población palestina es relativamente joven. Casi tres de cada cuatro de los que se enumeran en el censo (un 74 por ciento) tenían menos de 30 años de edad, lo que significa que habían nacido ya después de la ocupación israelí; un 47 por ciento de los recensados tenían menos de 15 años de edad. Como cerca de la mitad de los 3 millones de habitantes está en edad de trabajar y su tasa de participación observada en la fuerza de trabajo se sitúa en torno al 40 por ciento, se estima que la fuerza de trabajo palestina podría superar las 600.000 personas en 1998.

32. En 1998 se terminaron cuatro nuevas etapas de la encuesta sobre la fuerza de trabajo, realizada por la Oficina Central Palestina de Estadísticas (PCBS). Los resultados muestran un promedio de participación de la fuerza de trabajo del orden del 41 por ciento para el conjunto de los territorios, con unas variaciones relativamente pequeñas, probablemente estacionales, de una zona a otra. La tasa indica la proporción de población de más de 15 años que está trabajando o desempleada y buscando trabajo. En la ribera occidental, el promedio de participación de la fuerza de trabajo fue de un 43,8 por ciento, y en la faja de Gaza de un 35,8 por ciento. Importantes diferencias en la participación de la fuerza de trabajo son especialmente patentes entre ambos sexos. En 1998, en la ribera occidental, el promedio de participación de la fuerza de trabajo era del 72,1 por ciento para los hombres y del 14,2 por ciento para las mujeres. En la faja de Gaza, los índices correspondientes eran al parecer de un 64,9 por ciento para los hombres y de un 5,8 por ciento para las mujeres. Como ya se ha indicado en anteriores ediciones de este informe, estos índices siempre tan bajos de participación femenina (que en el caso de Gaza resultan verdaderamente muy bajos) hacen pensar en una combinación de factores que suponen cuestiones de concepto y definición, problemas relacionados con la encuesta y explicaciones culturales. En cualquier caso, no se debería excluir la posibilidad de que la participación femenina en la fuerza de trabajo (y, por consiguiente, el empleo y desempleo de las mujeres) haya sido subestimada. La coordinadora responsable de las trabajadoras en la sede de la PGFTU en Naplusa señalaba que conocía personalmente en esa parte de la ribera occidental a miles de mujeres que trabajaban en actividades de producción a domicilio, y a otras muchas que trabajaban de vez en cuando en las explotaciones agrícolas israelíes.

Empleo y desempleo

33. El desglose de las estadísticas sobre la fuerza de trabajo por categoría en el empleo, tal como se presentan para el conjunto de los territorios en el cuadro 1, muestra que, por término medio, en 1998 estaba empleada una proporción de la fuerza de trabajo palestina significativamente más grande que en 1997. Como consecuencia, el índice medio de desempleo, que sigue siendo muy elevado y que se sitúa en torno al 15 por ciento, disminuyó en 1998 hasta niveles que no habían sido tan bajos desde varios años antes. Habida cuenta del volumen de la fuerza laboral, el número de los que no tienen trabajo y que están buscándolo activamente pero que no pueden encontrarlo ha descendido hasta situarse en torno a los 90.000. La relativa mejora del mercado de trabajo y la supuesta baja del desempleo se deben primariamente a la reducción del número de días en que los trabajadores no han podido acudir a su trabajo en Israel y, además, a la creación de más de 25.000 empleos adicionales en los territorios ocupados. Los datos del cuadro 1 confirman el aumento relativo del empleo asalariado en Israel, en comparación con el empleo asalariado en los territorios, así como una mayor proporción de empleo por cuenta propia, en comparación con el empleo asalariado. Las cifras combinadas del empleo por cuenta propia y del trabajo familiar no retribuido apuntan a una cantidad relativamente grande de pequeños agricultores y empresarios del sector no estructurado.

34. El trabajo en la ribera occidental y la faja de Gaza. Según los resultados de la encuesta sobre la fuerza de trabajo, el volumen de la misma se estimaba en 1998 en 600.000 trabajadores, de los que cerca de 400.000 estaban trabajando en los territorios ocupados, sin contar los asentamientos israelíes. Unos 230.000 de ellos estaban trabajando a cambio de un salario en establecimientos públicos o privados, al tiempo que otros estaban por cuenta propia o eran trabajadores familiares no retribuidos. Se estima que el empleo asalariado del sector público (en su mayor parte para la Autoridad Palestina) ha aumentado hasta alcanzar una cifra de casi 100.000 empleados, aunque parece que la mayoría de los empleos adicionales que se han creado durante el año corresponden al sector privado, especialmente al ramo de la construcción. Otros sectores registraron también un crecimiento del empleo, especialmente las industrias manufactureras y el comercio. Aunque los datos parecen indicar un leve crecimiento del empleo en la agricultura y en la pesca, la cuota de empleo de este sector siguió disminuyendo hasta situarse en torno al 12 por ciento.

Cuadro 1. Situación en el empleo de la fuerza de trabajo palestina (promedios para 1997 y 1998
y para cada trimestre de 1998, como porcentaje de la fuerza de trabajo total)


Situación en el empleo

Promedio 1997

Enero-marzo 1998

Abril-junio 1998

Julio-septiembre 1998

Octubre-diciembre 1998

Promedio 1998


Empleados

79,7

84,5

86,4

83,8

87,2

85,5

Empleados asalariados en los territorios

36,7

38,2

38,2

37,5

39,0

38,2

Empleados asalariados en Israel y en los asentamientos israelíes

12,7

16,5

18,2

17,6

18,1

17,6

Empleados por cuenta propia o empleadores

22,5

23,2

22,6

22,2

22,6

22,7

Trabajadores familiares no retribuidos

7,8

6,6

7,3

6,5

7,5

7,0

Desempleados

20,3

15,5

13,6

16,2

12,8

14,5

Fuente: Los datos se basan en las encuestas sobre la fuerza de trabajo de la Oficina Central Palestina de Estadísticas (PCBS), etapas 8-11; véase, por ejemplo, http://www.pcbs.org.


35. A raíz de un censo de establecimientos en los territorios ocupados (que no incluye la parte de Jerusalén anexionada por Israel) emprendido por la Oficina Central Palestina de Estadísticas (PCBS) en 1994-1995, en 1997 se llevó a cabo una segunda encuesta de este tipo, trabajando por equipos, sobre el censo de población y alojamiento. En total se contaron 82.305 establecimientos que habían de estar actuando en 1997, de los que casi 77.000 pertenecían a compañías privadas y estatales. Estas últimas daban empleo a 191.361 personas, entre ellas 31.171 mujeres. Casi 61.000 del total estaban trabajando en establecimientos de manufactura industrial y unas 66.000 en establecimientos, clasificados en la categoría de «comercio al por mayor, al por menor y reparaciones». El primer censo de establecimientos había encontrado 58.156 empresas privadas y estatales en actividad a principios de 1995, y daban trabajo a 153.062 personas, entre ellas 19.759 mujeres. Estos resultados sugieren que la actividad económica y el empleo aumentaron claramente en los territorios ocupados en ese período de tres años. Es significativo que mientras que las cifras generales de que se trata parecen haber aumentado en un 25 por ciento, el número de mujeres lo ha hecho en un 58 por ciento.

36. El trabajo en Israel y en los asentamientos israelíes. Desde 1993 estuvo en vigor un cierre permanente de los territorios ocupados, lo que significa que los palestinos allí residentes tenían que validar sus permisos para entrar en Jerusalén Este o en Israel, cualquiera que fuese la razón de su viaje. A consecuencia de la discontinuidad territorial de las zonas bajo control palestino, pasar de una a otra (especialmente desde la ribera occidental a la faja de Gaza o viceversa) ha sido siempre una cuestión problemática, y aun del todo imposible para muchos. Quienes desean trabajar en Israel necesitan un permiso de trabajo adicional. Además se necesitan otros permisos para hacer negocios, para pernoctar, para pasar por el aeropuerto de Tel Aviv o para cruzar el puente sobre el río Jordán. Un permiso especial permite cruzar la «línea verde» a los vehículos palestinos registrados para ello. Según los que han seguido todo el proceso, obtener estos permisos suele ser un proceso muy largo y pesado. En todo caso, siempre cuesta dinero.

37. A lo largo de los años, las autoridades israelíes han retirado o invalidado repetidas veces estos permisos, a consecuencia de incidentes violentos o para evitar que dichos accidentes lleguen a producirse, por ejemplo durante las fiestas judías. Estos períodos de lo que se suele llamar «cierre general» (cuando se refiere a todos los territorios) o «cierre parcial» (cuando sólo afecta a ciertas zonas) tienen un efecto especialmente negativo en el empleo y en las oportunidades de ingresos de los trabajadores palestinos. La UNSCO ha calculado que durante el período de seis años comprendido entre 1993 y 1998, hubo un total de 436 días de cierre general, comprendidos 323 días que correspondían a días de trabajo. Casi un 20 por ciento de los días de trabajo potenciales se perdieron durante estos seis años, con máximos que llegaron al 29 y al 33 por ciento de los días de trabajo en 1995 y 1996, respectivamente. En 1997 hubo 77 días de cierre general, que comprendieron 57 días de trabajo. Al parecer, la mejora de la situación del mercado de trabajo de los territorios ocupados en 1998 se debe en gran medida al hecho de que sólo hubo 26 días de cierre general, entre ellos 15 días de trabajo.

38. El número medio de permisos concedidos a los palestinos de los territorios, válidos para trabajar en las zonas controladas por los israelíes, fue de 54.644 para el año 1998, un 8,3 por ciento más que el año anterior. Aproximadamente la mitad de esos permisos eran para residentes en la ribera occidental y la otra mitad para gente procedente de la faja de Gaza. Unos 12.700 de estos permisos eran para trabajar en asentamientos y zonas industriales, como Erez, en la frontera de Gaza. Estas estimaciones de la UNSCO se basan en los datos obtenidos de las autoridades israelíes. Sin embargo, como ya se ha advertido en años anteriores en este informe, suele haber una discrepancia importante entre el número de permisos válidos y el número de permisos realmente utilizados. Los datos de la UNSCO, que se basan en unas observaciones bastante exactas para Gaza y en una extrapolación para la ribera occidental, sugieren que el promedio real del flujo laboral se sitúa en 44.431 trabajadores por mes en 1998, lo que supone un 17 por ciento más que en 1997. Como siempre, la mayoría de estos trabajadores (un 55 por ciento en 1998) está empleado en el sector israelí de la construcción; otros trabajan en la agricultura (sobre todo durante las cosechas), en empresas manufactureras o en el comercio y el turismo.

39. Según las autoridades israelíes, el número de permisos de otro tipo, especialmente para mercaderes y comerciantes procedentes de los territorios para llevar a cabo negocios en Israel, se había más que duplicado en 1998, para alcanzar un promedio de 16.500 al mes; llegó a ser de 27.000 durante los meses de febrero, marzo y abril de 1999. Ahora hay un nuevo permiso, reservado a un número limitado de hombres de negocios palestinos importantes. Esta «tarjeta de negocios» será válida durante un año y permitirá a su titular entrar en Israel con un vehículo, permanecer allí durante la noche y moverse libremente entre la ribera occidental y la faja de Gaza. Para empezar, se emitirán 250 de estas tarjetas, que se distribuirán entre quienes las soliciten y sean presentados por la Autoridad Palestina, a reserva de la aprobación de los servicios de seguridad israelíes. En abril de 1999, se habían concedido ya 39 de estas tarjetas, y las autoridades israelíes decían que estaban esperando las listas de candidatos adicionales por parte de las autoridades palestinas.

40. Es un hecho bien comprobado que, además de los trabajadores oficialmente registrados, bastante gente (sobre todo entre los residentes de la ribera occidental) cruza, si puede, la «línea verde» para trabajar en Israel sin permiso de trabajo. Aunque las estimaciones varían mucho, pudiera ser que su número superase el de los titulares de permisos de trabajo, aumentando así por primera vez desde 1992 los totales hasta situarlos por encima de la cifra de 100.000 trabajadores. Las posibles razones del aumento del número de trabajadores de los territorios que trabajan en Israel están, entre otras cosas, relacionadas con el hecho de que los empleadores israelíes habían recurrido en los últimos años a contratar a un número bastante grande de trabajadores extranjeros procedentes de Rumania, Tailandia y otros países. Según el Ministerio de Trabajo de Israel, el número de trabajadores extranjeros legalmente empleados en Israel había disminuido a principios de 1999, pasando de 100.000 a 80.000 trabajadores. Sin embargo, había un número desconocido (tal vez otros 80.000) de trabajadores extranjeros que trabajaban clandestinamente en el país. Otros interlocutores israelíes, como la central sindical Histadrut, pensaban que esta cifra podría situarse entre 300.000 y 400.000 trabajadores extranjeros, que por su parte deseaban ver sustituidos por palestinos.

41. Según el coordinador israelí de las actividades gubernamentales en los territorios, en años anteriores se habían desarrollado unas relaciones estrechas entre las autoridades israelíes y palestinas en el ámbito del trabajo y del empleo. La actual política israelí, como asunto de interés mutuo, daba prioridad a los palestinos sobre los trabajadores extranjeros en el mercado de trabajo israelí. Se estaban haciendo esfuerzos por generar más puestos de trabajo para los palestinos en Israel, así como para superar los obstáculos que habían reducido tales esfuerzos en el pasado. De hecho, se habían suprimido las cuotas para los permisos de trabajo, y ahora se dice que el acceso de los trabajadores palestinos a los empleos en Israel tiene que venir determinado por las necesidades del mercado, a reserva por supuesto de las consideraciones de seguridad. Se ha declarado que el empleo palestino en Israel debería ser estable y constante. Incluso en tiempo de peligro, este nuevo programa de «empleo continuo» sería y ha sido llevado a la práctica en una ocasión, permitiendo a más de 30.000 trabajadores palestinos, cuidadosamente seleccionados, renovar en pocos días sus permisos de trabajo que habían sido retirados en un momento de cierre general. Otras medidas adoptadas incluían el permiso para que 8.000 trabajadores de los territorios pernoctasen en sus puestos de trabajo en Israel y obtuviesen una ampliación de la jornada laboral hasta las 19 horas e incluso más tarde, haciendo con ello posible el trabajo por turnos. Además, se están haciendo esfuerzos para promover la industrialización dentro de los territorios, incluidas las zonas industriales «sin cierre», como una que acaba de abrirse en Karni, en la frontera de Gaza, que se espera que dentro de cinco años dé empleo a cerca de 50.000 personas. Otro proyecto es mejorar los registros en días alternos de decenas de miles de trabajadores palestinos que cruzan por el puesto de control de Erez, entre Gaza e Israel. La idea es «hacer civil» el proceso y dejar que el registro se lleve a cabo en la nueva terminal por parte de las autoridades israelíes del aeropuerto, que ya estaban a cargo de controlar los camiones en el puesto de Karni.

42. Salarios. Aparte del hecho de que no hay bastantes empleos para todos en los territorios ocupados, los palestinos están buscando trabajo en Israel, a pesar de todos los problemas que ello supone, porque los salarios son allí mucho más elevados que en su propio territorio. La Oficina Central Palestina de Estadísticas (PCBS) estima, sobre la base de su encuesta trimestral sobre la fuerza de trabajo, que el promedio diario de salarios que se trajeron a los territorios desde Israel en 1998 era de 86,72 NIS, equivalentes a 22,88 dólares de los Estados Unidos(8). El promedio salarial diario para los que trabajaban en la ribera occidental era de 13,36 dólares de los Estados Unidos, y en Gaza era de 10,79 dólares. La remuneración neta mensual, calculada multiplicando la tasa diaria salarial media por el número medio de días trabajados por mes, ha aumentado para los que pueden trabajar en Israel de 1.643 NIS a 1.763 NIS, lo que supone un incremento del 7,3 por ciento. (En dólares de los Estados Unidos, se produjo una disminución del 4,1 por ciento como resultado de la depreciación de la moneda israelí en el segundo semestre de 1998.) Por último, el salario mensual medio de todos los trabajadores de los territorios ocupados, sin tener en cuenta su puesto de trabajo, se estimaba en 355 dólares de los Estados Unidos, sin cambios respecto al año anterior en dólares reales.

43. Desempleo. Hasta 1993 las tasas medias de desempleo en los territorios solían ser relativamente bajas, inferiores al 6 por ciento. Ciertamente no había mucho trabajo en la economía interna, pero las oportunidades de empleo «al otro lado de la línea verde» absorbían (aunque no siempre sin dificultades) casi un tercio de la fuerza de trabajo palestina. Entonces, en vísperas de toda una serie de incidentes violentos, las autoridades israelíes empezaron a poner en práctica cierres generales o parciales, y otras medidas que impedían o restringían el movimiento de trabajadores y mercancías. A consecuencia de ello, las oportunidades de empleo -- y, por consiguiente, las tasas de desempleo -- variaron mucho durante el año. En 1995 la tasa de desempleo era de un 18,2 por ciento, y en 1996 ascendía al 23,8 por ciento. Por lo tanto, las informaciones que aluden a interminables semanas, y aun meses, en que más de la mitad de la fuerza de trabajo de Gaza estaba sin trabajo y sin remuneración alguna son perfectamente plausibles. Como muestra el cuadro 2, que se basa una vez más en los resultados de las encuestas sobre la fuerza de trabajo de la Oficina Central Palestina de Estadísticas (PCBS), el desempleo medio se mantuvo en un 20,3 por ciento en 1997, con grandes diferencias entre la ribera occidental (un 17,3 por ciento) y la faja de Gaza (un 26,8 por ciento). En 1998 la situación en el empleo de los trabajadores de los territorios ocupados mejoró considerablemente, y el promedio de desempleo bajó hasta el 14,5 por ciento. Sin embargo, en Gaza las tasas medias siguieron siendo muy elevadas (en torno a un 20 por ciento a lo largo de todo el año). Los problemas del desempleo se hacen especialmente evidentes cuando se estudian las variaciones por grupos de edad. El desempleo juvenil es una cuestión muy grave, incluso por consideraciones de seguridad: baste pensar que en Gaza uno de cada tres jóvenes entre 15 y 24 años está sin empleo.

Cuadro 2. El desempleo en la ribera occidental y en la faja de Gaza (promedios para 1997 y 1998
y para cada trimestre de 1998, como porcentaje de la fuerza laboral total y de la fuerza
laboral entre 15 y 24 años)


Porcentaje del desempleo sobre el total de la fuerza de trabajo

Promedio 1997

Enero-marzo
1998

Abril-junio
1998

Julio-
septiembre
1998

Octubre-
diciembre
1998

Promedio
1998


Ribera occidental

17,3

12,9

10,8

13,2

9,4

11,6

Faja de Gaza

26,8

20,8

19,7

23,0

21,1

21,2

Territorios ocupados

20,3

15,5

13,6

16,2

12,8

14,5


Porcentaje de desempleo de la fuerza de trabajo entre 15 y 24 años


Ribera occidental

24,5

19,0

17,7

20,1

14,7

17,9

Faja de Gaza

36,7

33,2

30,7

38,2

30,5

33,2

Territorios ocupados

28,2

23,3

21,5

25,3

19,3

22,4

Fuente: Los datos se basan en las encuestas sobre la fuerza de trabajo de la Oficina Central Palestina de Estadísticas (PCBS), etapas 8-11; véase, por ejemplo, http://www.pcbs.org.


44. La definición estándar de desempleo de la OIT, que es la que usa la PCBS, excluye a las personas en edad laboral que no estén trabajando o que no busquen empleo, porque están convencidas de que no van a encontrarlo. Por lo tanto, estos trabajadores «desalentados» se dejan fuera de la fuerza de trabajo. En su último informe sobre las condiciones económicas y sociales en la ribera occidental y la faja de Gaza, la UNSCO estimaba que si se incluyesen estas personas en el análisis del desempleo, ello arrojaría un índice ajustado de desempleo para 1998 de un 25 por ciento, en comparación con el 30 por ciento correspondiente a 1997. Utilizando la definición más amplia, la UNSCO llega a una estimación de 165.700 personas desempleadas en 1998, lo que supone una disminución de casi un 13 por ciento en comparación con 1997. Sin embargo, el informe añade que en términos absolutos el número de trabajadores desalentados había aumentado hasta cerca de 75.000(9).

45. Perspectivas y políticas de empleo. Aunque, tras varios años de grave crisis, en 1998 existían muchos indicadores de mejora, la situación en el empleo de los trabajadores de los territorios ocupados sigue siendo causa de grave preocupación. Cuando el desempleo, el subempleo, los empleos precarios y los ingresos que no llegan a superar el umbral de la pobreza alcanzan la escala que se da en la ribera occidental y en la faja de Gaza, resulta evidente que constituyen elementos de disfunción social. Habida cuenta de su significación estratégica, tal vez el empleo debería figurar de manera más explícita, por ejemplo, en el programa político palestino. Es cierto que las autoridades están intentando promover -- a menudo con graves dificultades -- un desarrollo económico que se espera que genere nuevos empleos. Se han celebrado reuniones sobre cuestiones laborales, como en los acuerdos de París de 1994 sobre las relaciones económicas entre las partes del proceso de paz. Se han adoptado medidas para la readmisión gradual de los trabajadores palestinos a las oportunidades de empleo de Israel, y los primeros (pocos) trabajadores han empezado a acudir a sus empleos en la nueva zona industrial de Karni, en la faja de Gaza. Sin embargo, todavía queda mucho por hacer para asegurar que el problema de las oportunidades de empleo digno no se desborde. En cualquier caso, el problema va a permanecer durante el futuro próximo. De hecho, las tendencias de la oferta laboral y lo que puede ser razonablemente previsto en términos de demanda adicional de mano de obra en la economía interna de los territorios palestinos sugiere que la situación aun puede seguir empeorando antes de mejorar, a menos que se obtengan unos ingresos substanciosos al otro lado de la «línea verde». Para absorber los nuevos ingresos en el mercado laboral interno y, al mismo tiempo, reducir el desempleo y el subempleo, tienen que crearse decenas de miles de empleos en la ribera occidental y la faja de Gaza, año tras año. Actualmente estos empleos no se están generando. Los inversores privados se muestran reticentes para asumir los costos y riesgos asociados con las circunstancias políticas actuales, y la Autoridad Palestina, el principal empleador de los territorios, está pasando por graves restricciones presupuestarias, por lo que no es previsible que aumente su personal en el próximo futuro. Aunque todas estas limitaciones fuesen suprimidas, seguiría habiendo unos límites naturales al crecimiento del empleo, lo que significa que pasarían muchos años antes de que esta economía relativamente reducida pueda ofrecer empleos para todos, es decir, para los trabajadores de nuevo ingreso, para los que están actualmente desempleados y para los más de 100.000 palestinos cuyo sustento depende actualmente de su empleo en Israel.

Seguridad social, legislación del trabajo y relaciones laborales

Seguridad social

46. La cuestión de las deducciones obligatorias de la seguridad social impuestas a los palestinos que trabajan en Israel fue objeto de detallado examen en años anteriores(10); esos trabajadores no tienen derecho, por ejemplo, a beneficiarse de las prestaciones que conlleva la residencia en el país. Las personalidades palestinas consultadas recordaron que se estaba preparando un código de seguridad social con la asistencia de la OIT; este proyecto fue objeto de consultas. El Ministro de Trabajo remitió recientemente un texto legislativo al Presidente de la Autoridad Palestina, para que lo hiciera entrar en vigor a título personal y con carácter de urgencia. Es sabido que en tanto no sea adoptado, los palestinos que trabajan en la ribera occidental se siguen rigiendo por el derecho del trabajo de Jordania, que les garantiza protección en caso de enfermedad, invalidez o accidente laboral, mientras que los que trabajan en la faja de Gaza se rigen por la legislación egipcia de 1957 y no están protegidos por ningún sistema de seguridad social. En el Acuerdo de París se prevé que Israel retenga en su Fondo de Compensación las sumas correspondientes a las deducciones obligatorias aplicadas a los salarios de los palestinos que trabajan en Israel, hasta que la Autoridad Palestina cree una estructura equivalente en la que pueda depositarse ese dinero. Estas sumas alcanzan actualmente un monto considerable. El proyecto de código de seguridad social prevé una estructura de este tipo. Las autoridades israelíes indicaron que transferirán esas sumas a los fondos palestinos una vez que se hayan constituido. Las autoridades israelíes y palestinas se informan mutuamente de los progresos realizados en este sentido.

Legislación laboral y relaciones de trabajo

47. La mayoría de las quejas que presentan ante los tribunales los palestinos que trabajan en Israel se refieren al parecer a problemas de salario, en particular al impago del mismo o al incumplimiento del salario mínimo. Otras tratan sobre problemas de accidentes del trabajo, sobre todo en las zonas industriales. Según varios de nuestros interlocutores palestinos, la fianza que exigen los tribunales israelíes para iniciar un juicio sigue teniendo un efecto disuasivo sobre los trabajadores que tratan de obtener satisfacción. Funcionarios del Ministerio de Trabajo de Israel indicaron que propusieron una fórmula por la que se exigiría, en vez de fianza, el aval de las quejas por parte de la Autoridad Palestina; todavía no habían recibido respuesta a esta propuesta. Como se verá más adelante, la Histadrut dispone actualmente de un pequeño fondo con el que podría ayudar a los trabajadores palestinos a pagar la fianza que se les exige.

48. Por lo que se refiere a los palestinos que trabajan en los territorios, la adopción de un Código del Trabajo constituye una cuestión importante. Con la asistencia técnica de la OIT se elaboró un proyecto que fue objeto de una votación tras su primera lectura en el Consejo Legislativo Palestino. Se organizaron numerosas consultas y se recibieron numerosos comentarios, en especial de los sindicatos palestinos. Las observaciones de éstos se referían a que el proyecto había sido modificado y que, en su forma actual, no contemplaba sanciones en caso de infracción de las normas, ni una inspección del trabajo para controlar la aplicación de las mismas; según los sindicalistas palestinos consultados, tampoco había ninguna norma que regulase la seguridad y la salud en el trabajo. Los representantes de los sindicatos palestinos subrayaron la urgencia de que se adoptara el código, así como la importancia de un control de la ley y de la creación de un servicio bien organizado de inspección del trabajo. Según las informaciones que recibió la misión, los empleadores palestinos celebraron consultas entre sí, y actualmente tienen una posición única acerca del proyecto de código. Al parecer, no ocurre lo mismo entre los sindicatos, lo cual, según algunas fuentes, contribuye a retrasar la adopción del código. Sin embargo, al parecer se está preparando una campaña para respaldar su adopción. Se indica que próximamente se celebrará incluso una reunión tripartita para encontrar la manera de superar las divergencias de opinión.

49. En materia de relaciones laborales (como en los demás terrenos) hay que distinguir entre la situación de los palestinos que trabajan en Israel y la de los que tienen un empleo en los territorios ocupados. Las personas que trabajan en Israel no se afilian a la centra sindical israelí Histadrut. La Histadrut percibe por concepto de derechos de representación una cotización que asciende actualmente al 0,7 por ciento de los salarios de todos los palestinos que disponen de permiso de trabajo en Israel. Estos trabajadores pueden incluirse en los convenios colectivos de trabajo israelíes, y pueden ser defendidos jurídicamente por la Histadrut. Los representantes de esta organización sindical indicaron que cuatro abogados de la Histadrut tenían la responsabilidad de ocuparse de los problemas jurídicos de los trabajadores palestinos, de abordar estos problemas con los empleadores y con sus abogados, y eventualmente de presentar quejas ante los tribunales; la Histadrut cuenta hoy en día con un fondo limitado que debería ayudar a esos trabajadores a pagar la fianza que se les exige en caso de juicio. Además, el Instituto Internacional para la Paz y la Democracia, vinculado a la Histadrut, organiza cursos de formación para los trabajadores palestinos en el marco de sus programas.

50. Se convino que la Histadrut cedería a la PGFTU la mitad de la cotización recibida por el salario de los trabajadores palestinos. También se aceptó que el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales de Israel, que recauda esas cotizaciones, abone directamente a la PGFTU la parte que le corresponde. Ambas partes confirmaron que esas transferencias ya se habían efectuado.

51. Algunas de las personalidades consultadas manifestaron preocupación por la incertidumbre que sigue existiendo en cuanto al papel de los sindicatos palestinos, en la actualidad y en el futuro. Hasta el momento algunos sectores del movimiento sindical han actuado, por razones históricas, en estrecha colaboración con las autoridades palestinas. Al ser interrogados sobre este punto, los funcionarios del Ministerio de Trabajo insistieron en su voluntad de iniciar una evolución que esté en armonía con las normas internacionales del trabajo.

52. Los dirigentes de la PGFTU con los que se entrevistó la misión insistieron en que estaban tratando de establecer un movimiento sindical verdaderamente independiente y democrático. Se habían celebrado elecciones para los sindicatos sectoriales y debía organizarse un congreso en los próximos meses; ya se había formulado un proyecto de reglamento que debía someterse a adopción en ese momento. La Federación trataba de aumentar el número de sus miembros y su participación activa, en particular el número de trabajadoras sindicadas, que seguía siendo limitado a pesar de los importantes esfuerzos que habían desplegado los militantes en los últimos tres o cuatro años; pero se habían hecho progresos, porque las mujeres son actualmente entre el 7 y el 8 por ciento de los miembros de la Federación. También se llevó a cabo un importante trabajo de educación. Otro objetivo inmediato de los sindicatos era lograr la adopción de un Código del Trabajo que acabe con la incertidumbre actual acerca de las disposiciones legislativas aplicables. Los dirigentes de la Federación reiteraron su deseo de que se establezca una mejor consulta tripartita con la Autoridad Palestina y con las organizaciones de empleadores.

53. Aparte de esas dificultades, se informó a la misión de que se habían celebrado varios convenios colectivos en determinadas empresas del sector textil, y de los sectores de la construcción y de las telecomunicaciones en la ribera occidental del Jordán; en Gaza, se habían celebrado convenios colectivos con el Ministerio de Salud Pública, la Asociación de Empresarios de la Costura, la Asociación de Pescadores y algunas empresas privadas (un hospital, una empresa de telecomunicaciones, una empresa de galletas, etc.). Asimismo, se habían creado comités de empresa en coordinación con los sindicatos; no obstante, en otros casos las relaciones de esos comités con los sindicatos habían sido más tensas.

54. En noviembre de 1998 y a principios de 1999 hubo huelgas en la administración pública. Según la PGFTU, afectaron a cerca de 50.000 trabajadores, sobre todo profesores y personal médico y de laboratorio. Al parecer, los sindicatos habían iniciado discusiones con los huelguistas con vistas a la adopción de un código de la administración pública. Los movimientos de protesta variaban según las distintas categorías de trabajadores de que se trataba. También se plantearon dificultades debido a que en virtud de la legislación jordana vigente en la ribera occidental, todas las huelgas son ilegales en la administración pública, y en general resulta mucho más difícil resolver un conflicto con un empleador de la administración pública, que con uno que tenga carácter privado.

55. Los responsables del Ministerio de Trabajo Palestino explicaron que necesitaban reforzar su administración del trabajo y su gestión de las relaciones laborales con la ayuda de la OIT. Se estaban examinando varias propuestas, por ejemplo en materia de salud y seguridad en el trabajo. Había otras propuestas de las autoridades israelíes relativas en particular a la formación de los trabajadores de la construcción.

Cooperación técnica

Visión general

56. En el período que se está examinando, la OIT siguió poniendo en práctica el Memorándum de Acuerdo suscrito con el Departamento de Asuntos Económicos y Planificación de la OLP en enero de 1994, y posteriormente confirmado por la Autoridad Palestina. La situación de los trabajadores de los territorios ocupados va invariablemente unida a las oportunidades de empleo útil y remunerado, así como a las actividades generadoras de empleo para el pueblo palestino. La OIT ha emprendido diversas actividades para responder a las necesidades de las personas y comunidades que se encuentran en los territorios ocupados a fin de mejorar su situación y mejorar de manera significativa su nivel de vida.

57. En el bienio 1998-1999, el programa regional de la OIT para los Estados árabes concedió especial importancia y prioridad a la asistencia a los países y territorios directamente interesados en los procesos de paz de la subregión, como Gaza y la ribera occidental. La contribución de la OIT siguió centrada en el perfeccionamiento de las competencias de los funcionarios encargados de la aplicación de las políticas laborales y sociales, así como de los representantes de los trabajadores y de los empleadores.

58. El programa preveía también el fomento de las políticas de empleo, el desarrollo de los recursos humanos y la promoción del empleo mediante el desarrollo de pequeñas empresas en el marco del programa Mejore su negocio, cuya serie de material didáctico se ha traducido al árabe gracias a los fondos proporcionados por el Organismo Sueco de Desarrollo Internacional. Se pretende que el programa Mejore su negocio contribuya al crecimiento económico en la ribera occidental y en Gaza al promover el sostenimiento y crecimiento de las pequeñas empresas existentes mediante la mejora de los resultados de la gestión y el desarrollo de la capacidad de las organizaciones locales, de forma que puedan aplicar, administrar, supervisar y sostener el programa. Se prestó apoyo al Ministerio de Trabajo para la concepción y redacción de la legislación de la seguridad social y del proyecto de Código del Trabajo.

59. En lo que respecta a las cuestiones de género, la OIT organizó un seminario regional sobre el fomento de las microempresas y de las pequeñas empresas para las mujeres, que se centró en la creación de un entorno económico propicio y en la prestación de servicios tales como planes de crédito, oportunidades de formación y comercialización. En el marco del Programa Internacional de Más y Mejores Empleos para la Mujer, se formuló un plan de acción para la ribera occidental y Gaza y se está considerando una propuesta para aplicarlo.

60. El Programa especial de apoyo a la Autoridad Palestina y a las organizaciones palestinas de empleadores y de trabajadores siguió siendo un elemento prioritario de la asistencia técnica prestada por la OIT a los territorios ocupados. De las consultas y el diálogo que se mantuvieron con los interlocutores tripartitos y que dieron lugar a un acuerdo sobre objetivos por países se desprende que la reducción de la pobreza y la promoción del empleo en Gaza y en la ribera occidental continúan siendo cuestiones fundamentales para el pueblo palestino. Aunque los trabajadores palestinos tienen acceso a las oportunidades de empleo en Israel, la solución a la pobreza y a la falta de medios de vida sostenibles reside en el fomento y la creación de oportunidades de empleo en la ribera occidental y en la faja de Gaza.

61. El equipo consultivo multidisciplinario de la OIT para los Estados árabes siguió prestando especial atención y tratando estas cuestiones al brindar servicios de asesoramiento y apoyo técnico a los programas iniciados por la OIT. Los servicios de asesoramiento se centraron en la seguridad social, en la seguridad y la salud en el trabajo, las estadísticas del trabajo, la legislación laboral y en la promoción de pequeños empresarios y de pequeñas y medianas empresas. Las unidades técnicas de la sede han seguido aportando otras contribuciones.

Programa actual de asistencia

62. En el período que se está examinando, la OIT siguió aplicando un importante programa de asistencia técnica en la ribera occidental, Gaza y los territorios palestinos de un costo superior a 10 millones de dólares. El Programa Palestino de Empleo, que tiene por objetivo ampliar las oportunidades de empleo de la fuerza de trabajo palestina, constituye actualmente una de las principales actividades de la OIT en los territorios ocupados.

63. En el marco de este Programa, financiado por los Emiratos Arabes Unidos (1.479.351 dólares), se incrementarán los servicios de empleo para contribuir a unir la oferta y la demanda en el mercado de trabajo. El Programa también proporcionará datos precisos para ayudar a los responsables a formular unas políticas apropiadas de empleo y de mercado de trabajo en el marco de una Estrategia Palestina de Empleo (PES). Se está instalando y poniendo en marcha un Sistema de Información sobre el Mercado de Trabajo (SIMT) para ayudar a los responsables de la adopción de decisiones a establecer un marco y una orientación política para tratar nuevas cuestiones relativas al empleo, al desarrollo del mercado de trabajo y a la reducción de la pobreza. Asimismo, el Programa aumentará la capacidad del Ministerio de Trabajo de la Autoridad Palestina para dirigir eficazmente los servicios públicos de empleo. Aunque este Programa se aplica a escala nacional, la OIT continúa prestando apoyo técnico y servicios de supervisión en colaboración con el equipo multidisciplinario y la Oficina Regional en Beirut.

64. Por conducto de la Oficina Regional para los Estados Arabes y del Centro Internacional de Formación de la OIT en Turín, la OIT siguió prestando apoyo al Ministerio de Trabajo para establecer un sistema viable de administración del trabajo y poner en marcha programas de seguridad y salud en el trabajo de acuerdo con las necesidades de la Autoridad Palestina. El Ministerio de Trabajo ya ha iniciado procedimientos mediante consultas internas para determinar sus necesidades de formación, que se someterán a la Oficina Regional para los Estados Arabes en Beirut con vistas a una posible financiación.

65. El Ministerio de Trabajo de Israel ha expresado su deseo de colaborar con la Autoridad Palestina en el establecimiento de sistemas similares que se centren en el fortalecimiento de la capacidad de conformidad con el artículo 7 del Acuerdo de París. Se celebran consultas periódicas entre los dos Ministerios sobre, entre otras cosas, la posibilidad de una asistencia técnica de Israel, pero el funcionario palestino con quien se entrevistó la misión considera que el seguimiento ha sido bastante lento. Sin embargo, según el Centro para la Cooperación Internacional (MASHAV) del Ministerio de Asuntos Exteriores, el Gobierno de Israel financió actividades para los palestinos en 1997 (2,3 millones de dólares de Estados Unidos) y en 1998 (2,2 millones de dólares), y se propone financiar actividades similares en 1999 (2,5 millones de dólares).

66. La asistencia técnica de la OIT también se ha destinado a la rehabilitación y a la reintegración de los antiguos presos en el marco de un importante programa financiado directamente por la Unión Europea y la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación a través de la Autoridad Palestina. El Gobierno italiano proporcionó fondos por conducto de la OIT para la asistencia técnica a fin de ampliar servicios tales como la formación y readaptación profesional, servicios de educación, seguro médico y préstamos para la puesta en funcionamiento de un negocio en lo que respecta a actividades de generación de ingresos, que deberían abarcar a unos 400 participantes. Para incrementar la capacidad local para fabricar sillas de ruedas de calidad y a bajo costo, se siguió aplicando un proyecto financiado por los Emiratos Arabes Unidos (1 millón de dólares) que constituye una importante contribución para la integración de las personas discapacitadas en el sector económico y social de desarrollo.

67. La OIT siguió prestando asistencia al Centro de Readaptación Profesional en el marco de un programa para personas discapacitadas que fue financiado por los Emiratos Arabes Unidos (2 millones de dólares) a fin de incrementar su capacidad de prestar servicios de apoyo de base comunitaria para facilitar la adquisición de las competencias profesionales necesarias por parte de las personas discapacitadas y mejorar sus posibilidades de encontrar un empleo en sus respectivas comunidades. El Centro de Readaptación Sheikh Khalifa Ben Zayed Al Nahyan en Naplusa se terminará este año y empleará a unas 80 personas. Se espera que la contratación de instructores y las actividades de formación comenzarán en septiembre de 1999. La misión visitó el Centro, que se transferirá a la Autoridad Palestina en la ribera occidental en un plazo de dos años.

68. Por otra parte, la asistencia técnica de la OIT se ha destinado a pequeños contratistas palestinos para ayudarles a adquirir nueva tecnología, mejorar la gestión e incrementar la productividad de las pequeñas empresas de construcción existentes en la ribera occidental y en Gaza. El proyecto, financiado por el Gobierno de Kuwait (550.000 dólares), creará también los mecanismos locales que aseguren la continuidad del programa de capacitación Mejore su empresa de construcción; la segunda fase, que está en tramitación, costará otros 550.000 dólares. Asimismo, se prestó asistencia a la Cámara Palestina de Comercio en la ribera occidental y la faja de Gaza en relación con el desarrollo integrado de las pequeñas empresas, con una aportación del Gobierno de Italia de 1.522.789 dólares.

69. De igual modo, se prestó asistencia técnica en materia de educación obrera y, en particular, en materia de formación profesional a la Federación General de Sindicatos Palestinos (PGFTU). Este proyecto específico, financiado por los sindicatos italianos del sector bancario (325.214 dólares), tiene por objetivo garantizar la participación efectiva de los representantes de los trabajadores en la formulación y aplicación de programas de formación que beneficiarán en última instancia a los trabajadores. Las actividades específicas abarcarán el desarrollo de un sistema de formación modular en mantenimiento de edificios para la readaptación de trabajadores desempleados. Gracias a los fondos (180.368 dólares) procedentes del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la OIT prestó asistencia al Ministerio de Trabajo Palestino para fortalecer su capacidad en materia de política social y laboral.

70. La OIT prestó apoyo financiero a la Oficina Central Palestina de Estadísticas (PCBS) para la elaboración de un plan general quinquenal destinado a responder a las necesidades estadísticas de la Autoridad Palestina. En el marco de este plan general, la OIT elaboró un programa de estadísticas laborales y de estadísticas sociales afines, que contribuyó al establecimiento de una Unidad de Estadísticas Laborales dentro de la Oficina. Se prestó apoyo a la Oficina para poner en marcha su programa de encuestas sobre la fuerza de trabajo encaminado a recabar datos periódicos sobre el empleo, el desempleo y los salarios de la población palestina. Como resultado de estos esfuerzos y de la aplicación de actividades pertinentes, actualmente se están realizando encuestas trimestrales sobre la fuerza de trabajo que proporcionarán datos para el capítulo relativo al trabajo de la próxima publicación Statistical Abstract of Palestine. La encuesta sobre la fuerza de trabajo de la PCBS constituye ahora la principal fuente de información sobre el empleo y el desempleo en la ribera occidental y en Gaza. Gracias a la financiación del Gobierno de Suiza y del apoyo técnico de la OIT, se establecerán gradualmente los elementos de un programa de estadísticas del trabajo que trata de las estadísticas salariales y de la utilización estadística de los registros administrativos relacionados con el trabajo. Con fondos procedentes de la DANIDA (92.000 dólares), la OIT ha prestado asistencia a la Autoridad Palestina con servicios consultivos de formación para desarrollar su capacidad en materia de seguridad y salud en el trabajo. Actualmente está en discusión un proyecto para reforzar los servicios de formación y de consulta en materia de seguridad y salud en el trabajo (585.000 dólares).

71. En la reunión del Grupo Consultivo para la ribera occidental y Gaza celebrada en Frankfurt, Alemania, a principios de este año, los donantes reafirmaron los compromisos que habían contraído en noviembre de 1998 de 3.000 millones de dólares, con lo que es probable que se asignen más recursos a los territorios ocupados para nuevas iniciativas de desarrollo. En esa misma reunión se puso en marcha el Plan de Desarrollo de Palestina para 1999-2003. La OIT estará dispuesta a asistir a sus mandantes en la aplicación del programa mediante servicios de asesoramiento técnico sobre la base de los objetivos del Plan de Desarrollo de Palestina.

72. En lo que respecta a las actividades de cooperación técnica en curso emprendidas por el Centro Internacional de Formación de la OIT en Turín, se llevaron a cabo varias actividades con la Autoridad Palestina por un valor aproximado de 2 millones de dólares. La primera fase del proyecto (destinada a crear escuelas técnicas del Ministerio de Educación Superior) recibió una financiación del Gobierno italiano de 1,5 millones de dólares y quedó terminada en diciembre de 1998. Sin embargo, el Gobierno italiano aportó una contribución adicional de 500.000 dólares para financiar la segunda fase destinada a incrementar las competencias del personal directivo y del personal docente de las escuelas superiores y a reforzar los vínculos entre las escuelas superiores y las industrias pertinentes y el sector privado. Por otra parte, el Centro de Turín organizó cursos de formación para los instructores del Ministerio de Trabajo y, como seguimiento a la misión de evaluación de las necesidades del Centro que había tenido lugar con anterioridad, se llevaron a cabo una serie de actividades de formación en el país en Ramallah y Gaza.

73. En el marco de un programa trienal financiado por Italia, el Centro llevó a cabo actividades de formación basadas en la promoción de los derechos de la mujer y en el fortalecimiento de los sindicatos. El Centro organizó además cursos prácticos nacionales de formación sobre la promoción de las empresarias palestinas con fondos aportados por la comunidad valona de Bélgica por un período de dos años. Como seguimiento, el Centro llevó a cabo, a principios de 1999, un programa de capacitación de instructores para empresarias con fondos aportados por el Gobierno italiano. Se siguió prestando asistencia técnica a la Cámara de Comercio de Palestina sobre el desarrollo integrado de la pequeña empresa, y también se llevó a cabo un programa de formación para reforzar las asociaciones sectoriales y empresas de Palestina. Sobre la base de los acuerdos de hermanamiento entre los municipios de Turín y de Gaza, el Centro de Turín llevó a cabo dos seminarios en Gaza sobre la gestión de la supervisión y sobre la gestión estratégica.

74. Como se ha dicho antes, las autoridades de Israel adoptaron medidas por conducto del Centro para la Cooperación Internacional (MASHAV) del Ministerio de Asuntos Exteriores para ayudar a reforzar la capacidad de la Autoridad Palestina y de la PGFTU mediante la financiación de cursos en el Instituto Internacional para la Paz y la Democracia de la Histadrut en Beit Berl. Según el MASHAV y la Histadrut, varios palestinos han recibido formación en materia de extensión agraria, desarrollo de la pequeña y mediana empresa, el género y las mujeres en el desarrollo y la seguridad y salud en el trabajo. Para este año están previstos ocho cursos prácticos sobre readaptación profesional en colaboración con el Instituto Palestino de Readaptación. Unos 830 palestinos de varias instituciones participaron en diversos programas de formación en el mismo Instituto patrocinados por el MASHAV. Se prevé que en el futuro se amplíe la colaboración entre la Histadrut, el MASHAV, el Ministerio de Trabajo Palestino y la Federación General de Sindicatos Palestinos (PGFTU).

Actividades futuras de asistencia técnica

75. La OIT seguirá prestando asistencia a los territorios árabes ocupados por conducto de la Oficina Regional para los Estados Arabes, especialmente mediante los servicios de asesoramiento técnico del equipo multidisciplinario de Beirut. Gran parte de esta asistencia se destinará a mejorar la situación de los trabajadores en los territorios ocupados y a apoyar a la Autoridad Palestina y a las organizaciones palestinas de empleadores y de trabajadores. Asimismo, la OIT seguirá centrando su asistencia técnica en los derechos de los trabajadores, el desarrollo de la capacidad, la creación de empleo, la promoción del diálogo social, el desarrollo de la hostelería y del turismo, la protección de la seguridad social y el tripartismo. La protección social es uno de los ámbitos que requerirá una mayor asistencia a través del Ministerio de Trabajo Palestino, que está encargado de las cuestiones relativas a la seguridad social, aunque el Ministerio de Salud Pública sea el responsable de la asistencia médica. A este respecto, se ha creado un pequeño departamento de la seguridad social en el Ministerio de Trabajo, para que diseñe e introduzca un plan de seguridad social.

76. Como se mencionó anteriormente en el informe, se ha redactado un código de la seguridad social con la asistencia de la OIT. El código debería proporcionar el marco necesario para elaborar un plan de seguridad social adecuado. Dicho plan debería tener tres grandes objetivos: racionalizar las disposiciones para los trabajadores del sector público, que varían entre Gaza y la ribera occidental, con el fin de establecer un sistema público de protección social unificado y asequible; establecer un sistema de seguridad social para los trabajadores del sector privado empleados dentro de los territorios ocupados de Palestina, teniendo en cuenta las disposiciones en vigor que emanan de las autoridades públicas y de los propios empleadores; y abordar los problemas de protección social de los trabajadores palestinos empleados en Israel. Es necesario que se lleve a cabo una planificación más amplia y detallada, teniendo en cuenta las opiniones de los interlocutores sociales, para garantizar que las prioridades y estructuras del plan se basan en el consenso. Será preciso un importante grado de formación y de desarrollo general de capacidades dentro del Ministerio de Trabajo.

77. El sector del turismo puede desempeñar un papel importante en el proceso de desarrollo económico y social general. Las autoridades palestinas son conscientes de que este sector depende primordialmente de la disponibilidad de mano de obra calificada que, a su vez, depende de los programas de formación profesional y del desarrollo de las capacitaciones. El Ministerio de Trabajo de la Autoridad Palestina ha destacado la importancia de la formación profesional y el papel que podría desempeñar la OIT en este ámbito. Ya se ha elaborado una propuesta de proyecto por un monto de 583.500 dólares. Entre tanto, el municipio de Naplusa, en relación con un estudio en curso de viabilidad sobre el establecimiento de un centro de formación de hotelería, restauración y turismo, ha solicitado asistencia a la OIT en lo que respecta al diseño arquitectónico del centro y ha solicitado asesoramiento sobre la futura asistencia técnica de la OIT. La OIT prestará asistencia técnica en este sector a los dos municipios, en Naplusa y en Gaza.

78. La OIT proseguirá sus programas de cooperación técnica en los territorios árabes ocupados, con miras a mejorar la situación de los trabajadores, centrando su asistencia en el empleo y los modos de vida sostenibles, incrementando la capacidad de sus mandantes e intensificando el diálogo social y el tripartismo. Ya se han celebrado consultas entre los mandantes y la Oficina Regional en Beirut para prestar una mayor asistencia técnica. Se ha elaborado una lista de proyectos de un costo de 3.688.500 dólares, que han de ser financiados por los donantes a fin de prestar asistencia técnica para el establecimiento de un sistema de la seguridad social, para el desarrollo del sector de la hotelería, la restauración y el turismo, para un programa de más y mejores empleos para la mujer y para las organizaciones de empleadores y de trabajadores en los territorios ocupados.

79. Además de esta breve descripción de las necesidades y de los proyectos de cooperación técnica en curso o previstos, es útil recordar aquí las discusiones que los miembros de la misión mantuvieron a ese respecto durante su estancia en Israel y en los territorios árabes ocupados.

80. Se han señalado ya las medidas adoptadas por el Centro de Cooperación Internacional (MASHAV) del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, al igual que las del Instituto Internacional para la Paz y la Democracia de la Histadrut. Los funcionarios encargados de estas cuestiones que se consultaron dijeron que estaban dispuestos a llevar adelante la cooperación en diversos ámbitos, y en particular en el de la formación (con miras al desarrollo económico, el fomento de las pequeñas y medianas empresas, la gestión de la agricultura, la salud y la seguridad en el trabajo, etc.). En ese sentido, podrían organizar cursos, ya sea en Israel o en los territorios ocupados. Dijeron que estaban dispuestos, asimismo, a propiciar la colaboración entre las instituciones israelíes y las instituciones palestinas de la sociedad civil. El Instituto Internacional para la Paz y la Democracia de la Histadrut está dispuesto a aumentar la participación de los palestinos en sus cursos de formación. Además, la Histadrut ha organizado, en colaboración con la PGFTU, varios seminarios que deberían permitir una mejor comprensión de los problemas jurídicos y de los seguros sociales por parte de los dirigentes sindicales. Podrían organizarse asimismo otros seminarios con el acuerdo de los sindicatos palestinos.

81. Los miembros de la misión plantearon estas propuestas a sus interlocutores palestinos, quienes indicaron que acogían de manera favorable todas las propuestas de ayuda, incluidas las formuladas por los israelíes. Las autoridades palestinas estaban dispuestas a colaborar respecto de todo proyecto que pueda mejorar la situación de los trabajadores de los territorios árabes ocupados. Los interlocutores palestinos indicaron, no obstante, que las restricciones administrativas, sobre todo las relativas a los lugares de paso, que siguen aplicándose por razones de seguridad, constituían serios obstáculos a la puesta en práctica efectiva de dicha colaboración. Como ya se ha mencionado, los funcionarios de la UNSCO confirmaron, por su parte, esas dificultades. Varios representantes israelíes opinaron, por su parte, que se habían exagerado muchos los efectos de esas medidas administrativas.

82. La segunda observación formulada por los interlocutores palestinos se refiere al contenido de la cooperación técnica que se necesita. A ese respecto, señalaron que los territorios árabes ocupados carecían aún en gran parte de la infraestructura necesaria para su desarrollo (por ejemplo, en materia de formación profesional o de fortalecimiento de la capacidad de las instituciones sociales, con inclusión de las organizaciones sindicales y patronales). Consideraron, por consiguiente, que la asistencia técnica debía centrarse en esas cuestiones.

* * *

83. Como en años anteriores, el objetivo de la misión enviada por la OIT este año era reunir la mayor cantidad posible de informaciones y datos concretos sobre las condiciones de empleo de los trabajadores en los territorios ocupados. Por lo tanto, la principal finalidad de este informe consistió en hacer una síntesis del gran número de informaciones que se consiguieron antes de la visita a Israel y a los territorios árabes ocupados, así como en el transcurso de la misma. Se ha procurado, asimismo, reflejar las nuevas realidades y los cambios registrados en la situación de los territorios palestinos, tal como lo indicaron las autoridades israelíes y palestinas. Tanto unas como otras insistieron en las necesidades de los trabajadores palestinos y en las actividades de cooperación técnica que ya se han emprendido o están programadas para hacer frente a esas necesidades. Se consideró, por consiguiente, que esas preocupaciones tenían que indicarse también en este informe.

Ginebra, mayo de 1999.


1. Véase la Resolución sobre las repercusiones de los asentamientos israelíes en Palestina y en otros territorios árabes ocupados en relación con la situación de los trabajadores árabes, adoptada por la 66.ª reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo (1980).

2. La postura del Gobierno israelí respecto del Golán se expresó en los siguientes términos: «La misión de la OIT tiene como finalidad reunir datos para el informe del Director General sobre los territorios árabes ocupados. La postura del Gobierno de Israel es que el Golán, al que se han aplicado la ley, la jurisdicción y la administración israelíes, no constituye uno de tales territorios. Habida cuenta de lo anterior, la autorización de la visita al Golán se concedió a la misión de la OIT como señal de buena voluntad y bajo reserva. La decisión de facilitar dicha visita oficiosa no debe constituir un precedente y no contradice en absoluto la postura del Gobierno de Israel.»

3. Véase: Banco Mundial y Oficina del Coordinador Especial de las Naciones Unidas en los Territorios Ocupados (UNSCO): The promise, the Challenges, and the achievements - Donor investment in Palestinian development 1994-1998 (Jerusalén, 1999).

4. Citado por: Oficina del Coordinador Especial de las Naciones Unidas en los Territorios Ocupados (UNSCO): UNSCO report on economic and social conditions in the West Bank and Gaza Strip - Spring 1999 (Gaza, abril de 1999).

5. Banco Mundial: Informe sobre el desarrollo mundial, 1998-1999 (Washington D.C., 1999).

6. Oficina Central Palestina de Estadísticas (PCBS): Population, Housing and Establishment Census-1997, Census Final Results - Summary (Ramallah, noviembre de 1998).

7. Oficina Central de Estadística de Israel (CBS): Statistical Abstract of Israel 1998, núm. 49 (Jerusalén, 1998), cuadro 2.7. La población del Golán se estima, en el mismo cuadro, en 32.500 habitantes a fines de 1997, comprendidas 16.100 personas a las que se menciona como drusos y dejando aparte a 16.400, en su mayoría colonos judíos.

8. UNSCO, op. cit.

9. UNSCO, op. cit.

10. Véanse los párrafos 85 a 91 del Informe que el Director General presentó en 1993 a la Conferencia Internacional del Trabajo y los párrafos 71 a 74 del Informe de 1994.


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