Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo

La seguridad y salud en el trabajo debe sembrarse en el campo colombiano

A propósito del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, la OIT resalta la importancia de promover entornos de trabajo saludables y seguros en el sector rural.

Noticia | 28 de abril de 2022

Bogotá – El agro está entre los sectores más peligrosos para las y los trabajadores por sus altos índices de accidentalidad y enfermedades laborales. En Colombia se tiene reporte de al menos 50 mil accidentes que sumados a la informalidad laboral, prevalente en el campo, aumentan el riesgo.

Según cifras del DANE, para febrero de 2022 había en Colombia 3 128 000 personas ocupadas en labores de agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca. Esta cifra es representativa teniendo en cuenta que el 20,6% de la fuerza de trabajo en el país es rural, lo que hace del campo un escenario clave para el desarrollo económico. Sin embargo, la naturaleza inherentemente peligrosa e insegura del trabajo agrícola, genera una alta exposición a riesgos laborales y lesiones relacionadas con el trabajo.

Solo para 2021, la Federación de Aseguradores Colombianos (Fasecolda) reportó 59 310 accidentes de trabajo en el sector de la agricultura, ganadería, caza y silvicultura, 70 enfermedades laborales y 35 muertes. Esto solamente para los trabajadores agrícolas formales afiliados al Sistema General de Riesgos Laborales, una cifra que se cree es mucho mayor, teniendo en cuenta que se estima que la tasa de informalidad en la ruralidad para el año 2019 fue de 85,3% (basado en la contribución a pensiones).

Según investigaciones de la OIT, dentro de los riesgos a los que se ven expuestos los agricultores colombianos diariamente se encuentra la exposición a maquinaria y herramientas inadecuadas y en mal estado, productos químicos, enfermedades contagiosas, la exposición a condiciones ambientales desfavorables o extremas, las infecciones por exposición a parásitos, animales y picaduras de insectos, además del acceso deficiente a agua limpia y saneamiento, puesto que el 37,3% de los productores obtienen el agua para sus actividades de los ríos, quebradas, caños o manantiales según cifras del Tercer Censo Nacional Agropecuario.

Además, es un escenario donde convergen actores de todas las edades, incluidos los trabajadores jóvenes, quienes según la OIT, registran índices de lesiones profesionales superiores a los de los trabajadores adultos.

En este contexto, es vital implementar acciones que mejoren su calidad de vida y la de sus familias, por lo que hablar de seguridad y salud en el trabajo es indispensable para contribuir en la construcción de trabajo decente y evitar que este tipo de situaciones afecten económica, física y emocionalmente a los agricultores colombianos.

En el marco del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, cuyo tema central este año es potenciar el diálogo social hacia una cultura de seguridad y salud positiva, es necesario que todos los actores involucrados actúen conjuntamente para encontrar soluciones adecuadas, eficaces y sostenibles. Esta cultura requiere de la participación activa del gobierno, los empleadores y los trabajadores en iniciativas destinadas a asegurar un medio ambiente de trabajo seguro y saludable, mediante un sistema de derechos, responsabilidades y deberes bien definidos, y en la que se conceda la máxima prioridad al principio de prevención.

Por ello, la OIT, el Ministerio del Trabajo, la Unión Europea, representantes de los empleadores y de los trabajadores, y entidades territoriales se encuentran aunando esfuerzos que permitan fortalecer las capacidades en seguridad y salud en el trabajo de los agricultores y agricultoras de diferentes lugares del país y de diversos sectores productivos, con el fin de brindar los conocimientos y herramientas requeridas para generar una cultura de prevención en sus espacios de trabajo. Una apuesta que vincula especialmente a las mujeres rurales, quienes representan el 48% de la fuerza de trabajo en el sector agrícola colombiano.

El sector caficultor: comprometido en generar entornos seguros de trabajo

El café es el producto de mayor exportación del agro colombiano, el país es el tercer productor y exportador de café del mundo. Según el Ministerio de Agricultura, esta cadena genera alrededor de 2,5 millones de empleos directos e indirectos, razón por la que es necesario emplear medidas que involucren a todos los actores que son partícipes en esta cadena de suministro para generar entornos seguros de trabajo.

Frente a este contexto, el sector café ha sido un escenario clave en la implementación de diferentes estrategias para la promoción del trabajo decente. Desde 2017 se adelantan diferentes iniciativas en alianza con la Federación Nacional de Cafeteros (FNC), el Ministerio del Trabajo, la Comisión Europea y la OIT para capacitar a los caficultores en departamentos como el Huila, Quindío, Caldas, Risaralda, Antioquia, Magdalena, Nariño y Valle del Cauca sobre cómo fomentar entornos de trabajo seguros y saludables.

Así mismo, la OIT junto al SENA, la Unión Europea y la Federación Nacional de Cafeteros están adelantando un programa inédito en el país de Certificación de Competencias Laborales, encaminado a cualificar por primera vez a los recolectores cafeteros. Teniendo en cuenta que el 95% de los trabajadores son pequeños agricultores, este proceso permitirá promover temas clave, como lo son la seguridad y salud en el trabajo y los derechos fundamentales, con el fin de alentar el mejoramiento de las condiciones laborales.

Hoy, en el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, la OIT reitera el papel del diálogo social como el ingrediente fundamental para que los sistemas nacionales de SST sean sólidos y para que las medidas de prevención sean eficaces en el lugar de trabajo. Asimismo, la participación de los interlocutores sociales en la construcción de una cultura de prevención en materia de seguridad y salud es esencial para la definición de políticas, prioridades y planes de acción nacionales, así como en la formulación de leyes y reglamentos.

Afrontar conjuntamente los desafíos y limitantes de la Seguridad y Salud en el Trabajo en la ruralidad a través del diálogo social entre actores nacionales y territoriales, permitirá contribuir a que los agricultores y productores del país puedan desarrollar sus actividades en entornos seguros, saludables y sostenibles en beneficio de cada uno de los trabajadores y de sus familias.