Trabajadores de la salud en Ecuador: quiénes son y qué proponen para mejorar sus condiciones laborales

La OIT realizó un estudio para conocer el perfil del trabajador sanitario en el país y recoger sus percepciones y propuestas con respecto a su rol en el acceso a los servicios de salud, sus condiciones laborales y su seguridad y salud en el trabajo.

Noticia | 13 de abril de 2022
Quito - La OIT presentó en Quito una caracterización cuantitativa de los trabajadores de la salud en el Ecuador y un análisis cualitativo sobre las percepciones que ellas y ellos tienen en torno a su rol en el acceso a los servicios de salud, sus condiciones laborales y su seguridad y salud en el trabajo.

Al 2020, existían en el país alrededor de 168 mil trabajadores de la salud, según datos de la Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (ENEMDU). El 70,25% de los trabajadores del sector son menores de 50 años y se concentran en el grupo etario de 25 a 29 años. Las mujeres representan el 65,8% del personal sanitario en Ecuador.

En su mayoría, el personal de salud se encuentra con un empleo adecuado y el desempleo en el sector ha disminuido. Sin embargo, la pandemia modificó algunas condiciones de trabajo en el sector sanitario: el empleo independiente se ha incrementado y han disminuido los ingresos laborales.
El personal de salud se encuentra en su mayoría con empleo adecuado, pero el empleo inadecuado se ha incrementado del 14,6 al 21,5% entre 2018 y 2020. El ingreso promedio mensual de los trabajadores sanitarios también ha mantenido una tendencia a la baja desde 2018.
Los profesionales de la salud consultados coincidieron en resaltar como desafíos principales para el desarrollo de su trabajo: la sobrecarga laboral, la falta de incentivos para ejercer la profesión y la escasa disponibilidad de materiales e insumos para brindar atención de forma adecuada.

La salud de los que cuidan

En cuanto a su salud física y mental, los profesionales consultados reconocen que la emergencia sanitaria ha puesto al límite sus capacidades de respuesta. La sobrecarga laboral, la falta de acceso a la seguridad social para quienes se encuentran laborando por cuenta propia y la dificultad para acceder a profesionales en salud mental (como psicólogos ocupacionales) ponen en evidencia los retos que el sector enfrenta en materia de seguridad y salud en el trabajo.

Las patologías más comunes del personal de salud, que se han generado a partir de la pandemia, están ligadas al síndrome de burnout, la fatiga crónica, depresión y ansiedad. Estos factores inciden en la productividad en el trabajo y en la falta de motivación.

Por otro lado, el limitado tiempo de descanso y alimentación en la jornada diaria hace que muchos médicos presenten enfermedades del tracto digestivo. El uso prolongado de mascarillas ha disparado, además, las patologías dermatológicas.

Consultados para el estudio, varios médicos declararon que, entre sus colegas que enfrentaron la COVID-19, se presentan aun secuelas que afectan su bienestar y su productividad.

Propuestas de acción para mejorar las condiciones laborales de los profesionales de la salud

En base a las propuestas y percepciones de los profesionales de la salud encuestados para el estudio, se plantean las siguientes recomendaciones para mejorar sus condiciones laborales y fortalecer, así, la atención en salud de la población ecuatoriana.

  1. Primer nivel de atención:

    1. Se debe fortalecer el primer nivel de atención para atender la mayor parte de patologías, con una mayor y más estratégica inversión en la dotación y formación de recursos humanos.

    2. Para ello es necesario contar con una clara identificación de las brechas de profesionales de la salud y, a partir de ello, generar un sistema de incentivos y becas para la formación profesional en las especialidades médicas requeridas en el país.


  1. Condiciones de empleo:

    1. Los profesionales de la salud sugieren revisar la escala salarial a fin de que se reconozca la formación y la experiencia, y se generen incentivos para retener al personal.

    2. Se debe mejorar también el proceso de rotación y descanso para evitar la sobrecarga y el estrés laboral.


  1. Enfoque de género:

    1. Es necesario realizar un abordaje integral de las cuestiones de género, que incluya -en primer término- una formación integral en género, que permita eliminar dinámicas de violencia en el lugar de trabajo.

    2. Se percibe como urgente también fortalecer los sistemas de cuidado para facilitar la participación laboral de las mujeres, en un plano de igualdad.


  1. Salud mental:

    1. Se debe revalorizar las profesiones ligadas a la salud mental.

    2. Los psicólogos deben ser parte integral de los equipos de salud ocupacional.


  1. Salud y seguridad en el trabajo:

    1. Es necesario mejorar los sistemas de gestión de riesgos del trabajo, con un mayor diálogo entre trabajadores de la salud y empleadores públicos y privados, que permita el análisis conjunto de las problemáticas y de las soluciones potenciales.

    2. Se requieren también planes de capacitación en seguridad industrial, física y emocional, gratuitos y colectivos, para para conocer los riesgos laborales y evitarlos.




El estudio se llevó a cabo en el marco del proyecto para Promover el acceso universal a la atención médica, a través de la mejora en la articulación del Sistema Nacional de Salud, que tiene como objetivo establecer mecanismos que faciliten la coordinación, legitimidad y articulación de las instituciones que conforman la Red Pública Integral de Salud.