OIT fortalece a los actores del mundo del trabajo en prevención y resolución de conflictos con diálogo social
En Colombia, cerca de 100 inspectores, trabajadores y empresarios se gradúan de diplomado para la prevención y resolución de conflictos laborales
Bogotá - El diálogo social es la herramienta por excelencia para acercar a los actores del mundo del trabajo y disminuir la conflictividad laboral. Por esta razón la OIT, en cooperación con la Embajada de Noruega en Colombia, desarrolló un programa de formación en el que 80 representantes de los trabajadores, empleadores y el Gobierno colombiano pudieron fortalecer sus capacidades y competencias para la prevención y resolución de conflictos laborales a través del diálogo social.
Los participantes del diplomado “Prevención y Resolución de Conflictos Laborales” reforzaron su conocimiento técnico sobre la aplicación de las Normas Internacionales del Trabajo y la negociación colectiva, y se formaron en habilidades blandas que les permitirán interactuar positivamente y construir acuerdos.
“Con las Subcomisiones Departamentales de Concertación, que son instancias creadas por ley, estamos esperando que los participantes tengan la capacidad de identificar cuáles son los conflictos, que los puedan caracterizar para saber cuál es el mejor abordaje y que, a través del diálogo social, se puedan acercar para encontrar los puntos en común que les permitan darles solución”, explicó María Cristina Díaz, subdirectora de Promoción de la Organización Social del Ministerio del Trabajo.
A través de este programa de formación, la OIT ha trabajado de forma directa en el fortalecimiento de las Subcomisiones Departamentales de Concertación de los departamentos de Bolívar y Valle del Cauca, pero también contó con intervenciones en los municipios de Villavicencio, Barranquilla y Puerto Carreño.
“El diplomado nos permitió entender bien qué es el trabajo decente y la importancia de tener comisiones con diálogo social tripartito, pero también nos ha dado la oportunidad de repensar el rol que tenemos”, sostuvo Agripina Hurtado, una representante del sindicato AsociaEmCali, que hizo parte del proceso. “Muchas veces pensamos que tenemos un rol de confrontación y choque, sin embargo, hemos podido cambiar el paradigma para poder plantear nuestras solicitudes y problemas pensando que, como trabajadores, debemos ganar, pero también debe ganar la empresa”, concluyó.
Para la OIT, el diálogo social es un objetivo en sí mismo, pero también es un instrumento con el que se construye la justicia social y puede contribuir de manera considerable a mejorar la coherencia entre las políticas para el desarrollo sostenible y apoyar el logro de la Agenda 2030.
Los participantes del diplomado “Prevención y Resolución de Conflictos Laborales” reforzaron su conocimiento técnico sobre la aplicación de las Normas Internacionales del Trabajo y la negociación colectiva, y se formaron en habilidades blandas que les permitirán interactuar positivamente y construir acuerdos.
“Con las Subcomisiones Departamentales de Concertación, que son instancias creadas por ley, estamos esperando que los participantes tengan la capacidad de identificar cuáles son los conflictos, que los puedan caracterizar para saber cuál es el mejor abordaje y que, a través del diálogo social, se puedan acercar para encontrar los puntos en común que les permitan darles solución”, explicó María Cristina Díaz, subdirectora de Promoción de la Organización Social del Ministerio del Trabajo.
A través de este programa de formación, la OIT ha trabajado de forma directa en el fortalecimiento de las Subcomisiones Departamentales de Concertación de los departamentos de Bolívar y Valle del Cauca, pero también contó con intervenciones en los municipios de Villavicencio, Barranquilla y Puerto Carreño.
“El diplomado nos permitió entender bien qué es el trabajo decente y la importancia de tener comisiones con diálogo social tripartito, pero también nos ha dado la oportunidad de repensar el rol que tenemos”, sostuvo Agripina Hurtado, una representante del sindicato AsociaEmCali, que hizo parte del proceso. “Muchas veces pensamos que tenemos un rol de confrontación y choque, sin embargo, hemos podido cambiar el paradigma para poder plantear nuestras solicitudes y problemas pensando que, como trabajadores, debemos ganar, pero también debe ganar la empresa”, concluyó.
Para la OIT, el diálogo social es un objetivo en sí mismo, pero también es un instrumento con el que se construye la justicia social y puede contribuir de manera considerable a mejorar la coherencia entre las políticas para el desarrollo sostenible y apoyar el logro de la Agenda 2030.